N/A: Sooo, quince años después otra vez, pero prometo actualizar más seguido. Quizá en una semana o así está el nuevo capítulo, que ya tengo el capítulo empezado :)
Espero que os guste :D
Disclaimer: Todo lo reconocible de Harry Potter es de JotaKá. La trama es mía.
Dedicado a Duhka.
Capítulo 10.
—No me parece bien.
Pansy apretó los puños para no lanzarle la taza de café, ahora vacía, a Ronald en la cabeza. Una vez más el pelirrojo estaba oponiéndose a la ideas que daba la chica para sacar adelante el proyecto. Una vez más estaba menospreciando su capacidad para llevar a cabo un trabajo como el que le habían encomendado; y eso la estaba hartando.
—Si no tienes nada bueno que decir o que añadir, Weasley —gruñó ella, cabreada—. Entonces lárgate.
El chico frunció el ceño, contrariado. No se largaría por mucho que ella lo desease. No sabía exactamente qué era, pero estaba seguro de que entre Harry y Pansy estaba surgiendo algo y no estaba dispuesto a dejarlos solos para que eso pudiera seguir creciendo. Ni hablar. Miró a Harry, esperando saber qué pensaba él.
—Ron, no avanzaremos si echas abajo cada idea que proponemos. —Utilizó un tono pacificador—. Llevamos horas aquí y no hemos hecho ni un dos por ciento de lo que queríamos.
—No estoy echando abajo cada idea que proponéis —repitió con tirria—. Pero si son malas tampoco voy a dejar que tomen rumbo en este festival.
—¿Malas? ¿Malas? —Pansy se levantó con el ceño fruncido y los puños golpeando la mesa—. Malo es que tú, maldito inepto, tengas que trabajar con nosotros cuando aportas menos que una piedra. Así que no me digas a mí ni a Potter qué es malo y qué no porque no tienes ni puta idea. Ni siquiera parece que conozcas de qué va el proyecto, así que lárgate y déjanos trabajar. Luego puedes llevarte todo el reconocimiento si te da la gana, pero lárgate. —Ron reaccionó levantándose y acercándose de forma amenazante a Pansy.
—A mí no me dices qué hago o qué dejó de hacer, en esta relación soy yo qui…
—¿Disculpa? ¿Relación? ¿De qué puta relación hablas? Tú no eres nada para mí, Weasley —replicó ella con asco—. Ni compañeros de trabajo, ni conocidos, ni nada. Y si te crees con el derecho de influir o mandar sobre las decisiones que tomo, entonces tienes un gran problema y vives en una realidad aparte.
—Mira Parkinson… —comenzó él.
—¡Hasta aquí! —El grito de Harry los sobresaltó—. ¿Cuál es vuestro jodido problema? —inquirió, sus ojos verdes entrecerrándose con frustración—. ¿Acaso no podéis trabajar como dos personas normales? ¿Sin discutir?
Pansy apartó la mirada, bufando, mientras que Ronald volvía a sentarse y se cruzaba de brazos. Ninguno de los dos estaba dispuesto a dar su brazo a torcer y Harry lo sabía, así que trataría de hacerlos cooperar o que Ron abandonase ese empeño en participar en el proyecto después de semanas pasando de él.
»Ron, sabes que no estás obligado a trabajar en esto —dijo con cansancio, y aunque sus palabras no eran del todo ciertas, era la forma más fácil de que él se fuera—, si no puedes mantener un ambiente de trabajo relajado y cooperativo, entonces te invito a irte. Pansy y yo nos podemos encargar de esto.
—No voy a irme.
—Entonces ya sabes qué debes hacer si quieres mantenerte aquí. Sigo siendo el jefe del departamento encargado de este festival, así que como no aportes nada al trabajo no dudaré en sacarte del proyecto, ¿entendido? —Ron apretó los dientes, cabreado—. ¿Entendido? —repitió Harry.
—Entendido.
Pansy hizo caso omiso a la conversación de los otros dos, mordiendo su labio inferior y esperando ver a Ron levantarse e irse de la habitación. Estaba harta de soportarlo, harta de sentir esa horrible tensión en su cuerpo, harta de saber que estaban en la misma habitación y que lo único que deseaba era matarlo a golpes por imbécil.
—¿Seguimos? —inquirió, modulando su voz.
—Seguimos —afirmó Harry.
Sin embargo, para sorpresa de todos, Ron se levantó y salió de la sala. Pansy dejó salir un suspiro de alivio, pero no tardó en aguantar la respiración cuando vio a Harry levantarse y tomar asiento en la silla a su lado, moviendo sus cosas hasta esa parte de la mesa para poder trabajar más cómodamente.
—Espero que no te importe —dijo al ver la reacción de Pansy.
—No te preocupes —replicó ella con suavidad—, simplemente me sorprendió.
Se pusieron a repasar los planes descartados por Ronald, esquematizando algunas cosas y combinando algunos puntos de cada proyecto, perfilando cada idea que se les iba ocurriendo y que podía ser implementaba sin problema para el plan final. Pasaron casi dos horas así, moviendo sus bolígrafos, cogiendo y tirando papeles, bebiendo de las botellas de agua que Pansy había conjurado y organizando las primeras fases del festival.
—Por Merlín. —Pansy movió su cabeza de lado a lado—. Espero que esta sea la parte más pesada del proyecto, porque como empeore me tiro por un puente.
Harry se echó a reír y le dio un largo sorbo a su botella de agua—. Organizarlo siempre es lo más pesado, luego todo sale fluido. Simplemente se trata de encajarlo todo de forma que se asemeje o sea igual que lo planeado.
—La experiencia habla por sí sola, ¿no? —se burló la chica y él la miró, sorprendido—. Investigué sobre tu trabajo, Potter. Vi que trabajaste en el Festival de Deportes Mágicos, en el Baile en Honor a los Caídos y en la Semana de Unión frente a las Diferencias Mágicas. Todos grandes éxitos que te han llevado a ocupar el puesto que tienes y por eso te han elegido para que me ayudes en este proyecto.
—Sin duda has hecho una buena investigación —aceptó él y sonrió—, aunque yo también he hecho algunas búsquedas sobre ti. Te encargaste de llevar a cabo durante tres años seguidos el Baile Inaugural de Año del Ministerio francés, también estuviste a cargo del Festival de Deportes Mágicos y la famosa cena organizada por Beauxbatons para construir un fondo de ayudas para aquellos alumnos que no pudiesen costearse la escuela.
—Supongo que no soy la única que busca acerca de sus compañeros de trabajo —se rió ella—. Sorprendido por mis trabajos.
—No realmente, sé que Shackelbot buscaba a la persona más eficaz e indicada para este trabajo —comentó—, y si te eligió a ti sería por alguna razón. Tus trabajos solo me confirmaron algo que descubrí por mí mismo.
—¿Causé una buena impresión en Harry Potter? —inquirió ella con falsa sorpresa e ilusión—. Estoy que casi no me lo creo. Potter me admira.
Harry se echó a reír, completamente relajado y disfrutando del ambiente distendido—. Tampoco te pases, Parkinson. Necesitas mucho más que cuatro órdenes gritadas para que yo te admire. —La chica arqueó una ceja.
—¿Qué pasa, Potter? ¿Te calienta que te grite? No me imaginaba ese tipo de fetiches en el niño que vivió.
Eran, sin duda alguna, palabras descaradas y que quizás pasaban esa línea de relación amistosa-cordial que tenían. Palabras que escaparon de Pansy sin que se diese cuenta de qué decía exactamente y de las que se arrepintió casi al instante, al oír el silencio que se instaló entre ellos por unos minutos.
—Necesitas más que unos simples gritos para ponerme caliente, Parkinson —La respuesta directa de Potter y su sonrisa tranquilizaron a la chica.
—¿Quizá unos azotes? —Comenzaron a reír a la vez, tanto por lo inverosímil de su conversación, como por lo rápido que habían pasado de hablar de temas de trabajo a cosas como esas.
—¿Por qué no lo descubres tú misma? —La sonrisa de Pansy no disminuyó a pesar de que un denso silencio volvió a instalarse entre ellos.
—¿Estás coqueteando conmigo, Potter? —inquirió ella y Harry tragó saliva, pero n se amedrentó.
—Quizá —contestó, sonriendo—. ¿Por qué? ¿Te gusta que lo haga?
La chica pareció divertida con sus palabras—. Quizá —repitió, usando el mismo tono que él.
La puerta se abrió, sobresaltando a ambos que no tardaron en girarse para ver quién es la persona que acababa de entrar en la sala. Pansy perdió la sonrisa cuando vio a Ronald acercarse a ellos con pasos rápidos y con una mueca cabreada, una especie de revista enrollada en su mano.
—¡¿Qué significa esto?!
La revista se desenrolló cuando golpeó contra la mesa, dejándoles ver la portada del último número de corazón de bruja. Pansy tragó saliva mientras Harry parpadeaba, sorprendido al ver lo que estaba allí. Buscaron entre las páginas para encontrar la noticia sobre ellos, frunciendo el ceño a medida que leía.
Amor en clave de P.
¡Qué sorpresa me he llevado hoy, mis queridas Skeeters, cuando llego al trabajo y me encuentro estas fotos sobre mi mesa! ¡Pansy Parkinson y Harry Potter saliendo muy tarde del trabajo, juntos y entre risas! Es un hecho público que a la señorita Parkinson y el señor Potter han sido los seleccionados para organizar el nuevo proyecto de colaboración mágica que se llevará a cabo en Londres dentro de un tiempo (que todavía no ha sido estipulado, todo debe decirse). Muchos dudaron sobre la posibilidad de que esta idea se llevase a cabo teniendo en cuenta que se rumoreaba la posibilidad de una enemistad infantil entre ellos, pero después de estas imágenes una se pregunta si debería cambiar ese «ene» por una «a» (formando así la palabra «amistad», para las que no han entendido el cambio).
Aunque quizá estamos hablando de algo mucho más grande, ¿no creéis, queridas mías? Pansy no ha tenido ninguna pareja oficial (ni en Londres, ni en París, ni en ningún sitio que conozca), pero eso no ha impedido que se especule sobre una posible relación entre ella y Draco Malfoy, ¡sobre todo después de descubrir la existencia de una niña pequeña! Nuestro querido salvador del mundo tampoco ha tenido pareja desde que rompió su relación con Ginny Weasley cinco años atrás. ¿Debemos suponer que sus puertas están abiertas al amor? ¿O quizá ya se han cerrado? ¿El destino ha querido que Harry Potter y Pansy Parkinson vuelvan a encontrarse después de tantos años?
Sin duda tendremos nuestro ojo puesto en esta adorable pareja, y todas las semanas me encargaré de informar a mis queridos lectores qué avances hay en este amor en clave de P.
Estad pendientes porque la verdad siempre termina descubriéndose, sobre todo a manos de vuestra reportera favorita,
Rita Skeeter.
Pansy resopló mientras Harry apartaba la revista de ellos, quejándose en voz baja de la estúpida de Rita Skeeter y sus estúpidos artículos que manipulaban la información o directamente se le inventaba. Miró a Pansy, igual de hastiada con la noticia que él, y luego miró a Ronald. Este estaba tan rojo como su pelo, cosa que le sorprendió. No conseguía entender por qué el chico reaccionaba de tal forma al artículo, no era la primera vez que lo relacionaban a él, a Hermione o a cualquiera de sus seres queridos con otras personas.
—¿Qué? —inquirió finalmente—. ¿Estás molesto por el artículo? Sabes que es mentira, así que no veo porque te ofuscas tanto.
La queja no fue bien recibida por Ron, quien frunció el ceño y golpeó con su puño sobre la mesa, captando la atención de ambos. Pansy ya podía imaginarse la estúpida escena que iba a montar y se preguntó por qué reaccionaba así ante cualquier cosa que los involucrase a Potter y a ella. Si se ponía así por un falso artículo de Skeeter, entonces si hubiera escuchado su conversación de minutos atrás le hubiera dado un paro cardíaco.
—¡Lo que me molesta es que no os deis cuenta de lo que hacéis! ¡¿No veis el daño que este tipo de artículos le hace al proyecto?! —Pansy arqueó una ceja mientras Harry fruncía el ceño. Aunque escuchado desde fuera parecía una razón factible, ellos sabían que no tenía sentido.
—¿Y cómo afecta, según tú, el artículo a nuestro trabajo? —inquirió la chica—. Que yo sepa, el hecho de que la prensa preste atención al proyecto de colaboración internacional es favorecedor. ¿Qué importa si la prensa rosa decide poner el punto de mira sobre Potter y yo? Es publicidad gratis que hacen y es un dinero que nos ahorramos.
—Me parece una buena estrategia de Marketing —replicó Harry, uniéndose a sus palabras. Aunque ninguno de los otros dos presentes podían ver su verdadera intención con ello—. Quizás deberíamos aprovecharnos de ellos y darle más escenas de las que hablar, un paseo juntos, revisando unos planos pegados el uno al otro, charlando felizmente delante del ministerio… Skeeter venderá cientos de revistas sacando a relucir el proyecto y los más jóvenes, que suelen estar obsesionados con ese tipo de noticias, pondrán atención a cualquier movimiento que hagamos. ¿Sabes la cantidad de gente que asistirá por el simple hecho de vernos juntos?
—¡Sí, claro! Si queréis también podéis besaros delante de una multitud para llamar la atención —exclamó, furioso—. ¡Podéis presentaros en la redacción de Corazón de Bruja y anunciar que sois una pareja! ¡Simplemente genial!
Pansy, aunque impresionada, asintió con lentitud, dándole la razón. Ronald apretó los dientes, cogió la revista de la mesa y se largó dando zancadas y haciendo sacudirse algunos papeles que estaban cerca de la puerta cuando la cerró con fuerza. Los ojos de la chica se clavaron en los de Harry, buscando una explicación para la repentina elección de palabras y propuestas que había hecho, pero el primero en hablar fue él.
—¿Tuviste algo con Ronald? —La pregunta la dejó congelada en el sitio.
—¿Qué?
—¿Tuviste algo con Ronald? —repitió, con suavidad y lentitud.
Pansy tragó saliva y miró a Harry, ladeando la cabeza como si no hubiese entendido la pregunta y negando con la cabeza. Trató de recomponerse de la sorpresa rápidamente para darle una respuesta verbal, pero una vez más fue él quien se adelantó.
»No me mientas, Parkinson.
—Tengo que irme. —Sabía que era como si lo afirmase, pero no quería hacer frente a esa situación en ese momento.
Harry no impidió que cogiera sus cosas y saliese de la sala, huyendo de esa conversación y de los recuerdos de lo que Ronald Weasley había significado para ella años tras. En ese momento simplemente quería tener a Rose entre sus brazos y recordar lo único bueno que aquella relación le había dado. Potter miró cada movimiento de Pansy hasta que se perdió por la puerta. Estaba en la acciones de Ron, en los comentarios de Parkinson, en la tensión entre ellos, los cabreos del pelirrojo ante cualquier acercamiento entre ellos… Estaba allí, claro, si sabía leer bien todo lo que ocurría, y él solo lo había confirmado con la reacción de Ron al artículo.
Se levantó, cogió sus cosas y salió de la sala. Comenzó a caminar, consciente de que si Pansy no respondería a sus preguntas, Ron sí lo haría. Y más le valía ser sincero.
—Buenas, Granger.
Hermione estaba a punto de bufar cuando un vaso de plástico relleno de café fue dejado frente a ella. Subió su mirada hasta Malfoy y este arqueó una ceja, haciendo un gesto hacia ella pero que Hermione no lograba comprender.
»En mi mundo, cuando te regalan algo, se da las gracias. —El gesto bonito de Malfoy murió en el momento que nuevas palabras abandonaron su boca—: Aunque supongo que no se puede esperar algo así de una persona que la simple existencia de este vaso que ha sido sujetado por mí, ya debe ser una ofensa.
Con la misma rapidez que lo había colocado, Draco alzó el vaso y se lo llevó con él. Tomó asiento en su escritorio y miró a Hermione con una sonrisa de superioridad. Se había propuesta amargarle la existencia a la chica de una nueva forma: ser lo más pedante y pervertido del mundo. Pedante, porque era Draco Malfoy, y pervertido porque era Draco Malfoy y porque Daphne le había dicho en una carta que la mejor forma de cabrear a alguien como Granger era atacarla de formas que no se esperase. Y uno de los hobbies de Draco siempre había sido sacar a la antigua Gryffindor de sus casillas.
—Eres un imbécil —gruñó finalmente la mujer—. Cada día más imbécil, te superas. De verdad que lo haces, incluso cuando parece imposible.
—Esta mañana estás especialmente simpática, Granger —ironizó él, aunque luego sonrió—. ¿Acaso follaste anoche?
Los colores subieron por el rostro de Hermione, que parpadeó varias veces, impactada por el repentino ataque de Malfoy y encima con semejante tema. Apretó los labios en una fina línea y giró su cara, volviendo su atención a sus apuntes. Escuchó la risa entre dientes de Malfoy y le dieron ganas de maldecirlo. Draco, por su parte, estaba agradeciéndole a Daphne, en todos los idiomas que conocía, por haberle dado semejante idea. Si Granger lo iba a ignorar cada vez que dijese algo así, entonces su vida sería mucho más fácil. No tendría que soportarla ni a ella ni a su ego que la hacía incapaz de escuchar otras cosas.
Sonrió en grande, sin duda se iba a divertir mucho de ahora en adelante con Granger.
N/A: Y hasta aquí el capítulo, ¿qué pensáis? ¿Qué está por venir? ¿Cómo será la charla Ron-Harry? ¿Y el desarrollo de la relación Hermione-Draco?
Tengo intención de terminar el fic este verano o al menos antes de octubre, pero no prometo nada. (Tampoco calculo que sea muy largo, no más de 25 capítulos). Mañana contesto los reviews :D
Btw, os invito a echar un vistazo a mi perfil porque he estado subiendo cosas nuevas y mañana comienzo un nuevo longfic (¡yei!) con la misma temática (más o menos) que Redención, así que si leísteis el primero espero que os guste el nuevo fic :)
Besos, Ali.
PD: ¡No olvidéis dejar el review!