Hola~
Vengo con otra contribución pasiva-agresiva para este fandom (? Un besho Jearmin, lleno de feels.
Disclaimer: Los personajes son de Isayama Hajime. Si fueran míos, sería un todos con todos.
Advertencia: Escrito por moi(?. Poco romance, primer cap de un multichapter.
Disfruten.
Era una suerte; justo ese día, el día de la evaluación programada hacía varios meses (para la cual, no había estudiado), el profesor de dicha materia, había faltado. Suspiró agradecido, muy agradecido, ya que recibía una segunda oportunidad de poder estudiar y no perder el año por esa maldita materia.
Aprovechó su hora y media libre para ir a una cafetería cercana a la facultad, siempre se veía con buen ambiente, aunque nunca había pensado en visitarla. Entró y una pequeña campanita sonó con el movimiento de la puerta.
Dio una vista general al desierto lugar y se acercó al mostrador. De espaldas a la caja registradora y en frente de un pequeño refrigerador, se encontraba una cabeza de rubios cabellos. Parecía que ni cuenta se había dado del potencial cliente.
―Humjum ―, se aclaró la garganta, tratando de llamar su atención.
― ¡Oh! ―Exclamó y fue directo a atenderlo ―. Buen día, ¿Qué va a pedir? ―Habló respetuosamente, demasiado a pesar de que ambos tendrían cerca de la misma edad.
―Quiero… ―Se detuvo a escudriñar a esa persona, mientras que fingía pensar qué pediría. Le llamaba mucho la atención, llevaba el cabello hasta los hombros y un flequillo que parecía rozarle los ojos. Tenía un cuerpo delgado y el delantal negro no le dejaba ver si tenía senos o no. Es que esa era su primordial duda: ¿Era un chico o una chica? ―. Quiero un café mediano.
―El café te cuesta $10, pero si llevas uno pequeño, con dos facturas y un jugo te sale $15, aunque si dejas el jugo, sería $12. Si quieres agregar otra factura te sale, sin el jugo, $17, y con él, $20.
Quedó mareado. Era temprano en la mañana, y ya le estaba hablando de números.
―Amh… Dame el último.
La otra persona sonrió, su cliente venía a por un café de $10 y se llevaba un desayuno de $20.
― ¿Cuál es tu nombre? ―Le preguntó luego de cobrarle.
―Jean ―respondió distraído y preguntó de vuelta: ― ¿El tuyo?
Lo miró confuso y respondió con una sonrisa tímida.
―Armin.
¿Armin… es nombre de chico?
Cuando Jean se dio cuenta, ya era tarde, de seguro que el… cajero, Armin, había escrito su nombre mal, como todo el mundo.
Ugh, mi nombre es Jean, no Yan o Jan. Hizo una mueca.
―Por el costado te entrego el pedido.
Asintió sin mirar a Armin y fue al lugar designado. Recibió su pedido y fue a sentarse a una mesa. Miró el contenido de su bandeja y se golpeó mentalmente, él solo quería un café… Suspiró y comenzó a sacar sus libros, decidido a estudiar aunque sea un poco. Tomó el vaso desechable y notó una marca en él. Tenía su nombre. Bien escrito. Sonrió y luego notó el corazón. Luego buscó a Armin con la mirada, tal vez para cuestionar esa marca intrusa debajo de su nombre. Solo encontró su cabello, ya que otra vez estaba agachado delante del refrigerador.
Pero seguía teniendo sus dudas. ¿Chico? ¿Chica? ¿Transexual? No solo era que tenía un rostro muy… ¿Ambiguo? No, esa no era la palabra. Sacudió su cabeza. No. No. Él estaba allí para estudiar, no para distraerse con un simple cajero.
Devolvió su vista hasta su libro de inglés, esa horrible materia que no le dejaba dormir por las noches (mentira, dormía como un bebé). No había estudiado en todo el semestre y ahora recibía la cuenta: medio libro tenía que estudiar para el examen. Medio libro literal.
The Little Sally is very hungry. What does she have to do to get food?
a.Steal somebody.
b.Ask for food.
c.Work and buy it for her.
¿Qué demonios era eso? ¡Ni que le fuera a servir en el futuro! Además, no tenía nada de sentido que Sally estuviera enojada y que quisiera conseguir un pie.
Cerró el libro bruscamente y buscó los apuntes que su amigo le había prestado. Claro, él lo conocía bien, era su mejor amigo. Todas las oraciones escritas estaban en inglés y traducidas. Sonrió y leyó lentamente cada hoja. Sin embargo, su concentración fue destruida por el sonido de la campana de la puerta. Sus ojos no podían creer lo que veían.
― ¡Armin! ―Exclamó la chica castaña, apenas entrando ―. ¡Dame lo de siempre!
Armin lo preparó, veloz, pero tranquilo. Luego procedió a cobrarle. La chica tomó el pedido, que estaba dentro de una bolsa mediana marrón y salió con la misma velocidad con la que entró.
Jean la miró con el ceño fruncido. Conocía esa chica y la conocía bien. Miró apenas hacia el mostrador y se encontró con la mirada de Armin.
― ¿Quieres más café?
―Lo siento, me quitaste lo poco de dinero que tenía ―Jean sonrió como… Jean.
―No te preocupes, la segunda es gratis ―le devolvió la sonrisa de forma sincera, ignorando el sarcasmo del otro.
No esperó una afirmación y se acercó a él llevando una bandeja con una jarra de café y otra de leche. Jean le acercó su vaso vacío y Armin lo rellenó.
―Oye, ahora que lo pienso ―dijo Jean ―, eres el único atendiendo el local entero. ¿Qué pasará cuando se llene?
Armin rio y lo miró ―. Eso no pasará, este café no es tan bueno.
Jean no respondió. Armin le devolvió el vaso y le dio azúcar, luego regresó al mostrador para guardar la jarra, la leche y la bandeja.
El castaño regresó su vista a los apuntes, de los cuales sinceramente, no había aprendido nada. Miró la hora en su celular y suspiró, ya era hora de volver a la escuela. Al final no había hecho gran cosa, se había distraído con Armin, el… ¿Chico?
―Nos vemos, Armin ―se despidió Jean, algo que él mismo no creyó hacer.
―Adiós, Jean ―el rubio le sonrió mientras se despedía.
Pues, si lograron llegar al final, merecen un aplauso. Personalmente no me pareció muy entretenido este cap en comparación de los siguientes...
En fin, si les gustó y quieren continuación, pueden decirme con un review :DD
¡Gracias por leer!
A favor de reviews sin discriminar; si me decís qué está mal, lo puedo arreglar.