Sakura Card Captors y sus personajes no me pertenecen, solo la historia.

Obsesión Comprada

Cap. 1 Pensamientos perversos

Es curioso, uno puede estar rodeado de personas tratando de llamar tu atención con su conversación, sus miradas y sonrisas, sus poses y si bien uno aparentemente les presta atención realmente solo tiene sus ojos y mente puestos en una sola persona.

Obsesión?, algo, deseo?, mucho, de pronto me siento como un acosador al no poder dejar de mirarla.

Tengo una coqueta pelirroja frente a mi que hace lo posible por llamar mi atención mientras me habla, juega con su cabello tirándolo hacia atrás tantas veces que he llegado a pensar que en serio le fastidia tenerlo suelto, pestañea constantemente y se muerde los labios mientras me habla, estoy segura que ella se siente muy sexy con toda esa pantomima y es muy probable que sea mi culpa que lo piense así, sin embargo me parece algo corriente y artificial, me pregunto como se vera actuando con naturalidad.

Una cantarina carcajada me distrae y dirijo mi mirada sutilmente nuevamente a la autora de mis deseos, a unos asientos lejos mi aquella chica de cabello ébano se ríe con sinceridad por algo que la castaña a su lado le ha dicho, de pronto envidie a la castaña por hacerla reír.

-Eriol no te parece fantástico?- escuche decir a la pelirroja frente a mi.

Sonreí de manera seductora, como siempre lo hacia cuando no prestaba atención a lo que Kaho me decia.

-por supuesto- conteste sin tener remota idea de que me hablaba, a decir verdad poco me importaba, sabia que me lo repetiría nuevamente.

-entonces iremos con los chicos a ese nuevo club de moda?- pregunto Kaho con mirada esperanzada- tengo un vestido nuevo que te quiero mostrar- termino diciendo con una mirada sexy mientras se lanzaba el cabello hacia atrás por enésima vez y volvía a morderse los labios, comenzaba a sorprenderme que no se les partieran.

-estaré encantado-volví a sonreírle, estaba seguro que el tipo de mujeres feministas no lesbianas que demandaban respeto de parte de los varones alrededor del mundo odiaban a las chicas como Kaho que se ofrecían como trozos de carne sin el mínimo respeto por si mismas, todas iguales, faldas extremadamente cortas, blusas escotadas y entalladas dejando muy poco a la imaginación, sin embargo, no era nadie para detenerla.

Vamos soy hombre, no es que me queje de aquel espectáculo gratuito, si algunas de las chicas de mi escuela habían decidido contribuir a la economía del alumnado masculino permitiéndonos ahorrar en revistas porno, lo consideraba un gesto noble de su parte, aunque mi mente seguía en una sola chica.

Sonó el timbre de inicio de clases y todos los alumnos saltaron a sus sitios, el profesor entro para comenzar con las lecciones del día, como todos los días, yo sentado al final de salón en aquella esquina donde podía ver todo.

Donde la podía ver a ella.

Sentada unas tres filas delante mío en diagonal, podía ver la cascada de su negro cabello largo que terminaba en bucles, se veían suaves, todos los días me pregunto como se sentirían entre mis dedos y a que olerían, veo su perfil, su piel es muy blanca en contraste con su cabello negro, veo sus mejillas sonrosadas, naturales sin un ápice de maquillaje, por que me atraerá tanto verla así de natural? Hago una comparación mental con Kaho, siempre con rubor en sus mejillas, pestañas con mascara y labios brillantes por su labial, algunas veces quiero preguntarle si ha comido algo grasoso y olvido limpiarse, pero cuando desgasta ese brillo contra mis labios me doy cuenta que tiene sabor a fresa y que fue puesto ahí apropósito.

Me pregunto como sabrán aquellos labios sonrosado que veía de perfil, siempre que me detenía a mirarlos me entraba un extraño deseo de morderlos para probar si eran tan suaves como se veían, una conocida e incomoda presión comenzaba a instalarse en mis pantalones.

Todas las mañanas era lo mismo cuando comenzaba a observarla, por algún motivo verla tan inocente y tan ignorante de mis perturbadores pensamientos hacia su persona me excitaba aun mas, como se sentiría temblando desnuda contra mi piel.

La garganta se me seco ante el solo pensamiento, tenia que parar antes de que ello se hiciera demasiado obvio.

Note como se paso un mechón detrás de la oreja, un gesto que había aprendido que significaba que algo la había puesto nerviosa, se revolvió en su asiento incomoda cambiando en cruce de sus piernas en un gesto carente de malicia que me regalo la visión de algunos escasos centímetros de sus blancos muslos antes que se alisara la falda.

En un movimiento fluido casi inconsciente ella volteo a mirarme.

Dicen que las mujeres sienten una mirada sobre ellas, Tomoyo definitivamente sentía la mía, por supuesto su delicada figura estaba en mi camino hacia la pizarra, era una maravillosa excusa para poder admirarla tanto como quisiera.

Sus exóticos ojos color violeta se clavaron en mi por unos segundos, no era una mirada acusadora, no, era mas una mirada distraída como si hubiera volteado por mera casualidad, cuando le sostuve la mirada me regalo una pequeña sonrisa y devolvió su mirada hacia adelante, fue casi un instante, pero lo saboreé por resto del día, como todos los días.

Patético, lo se, ser el chico mas popular y deseado del instituto y tener que esperar en muda suplica que una chica que aquella chica me mire por dos segundos y me regale una sonrisa para poder seguir mi día.

Por que no me acercaba a ella? Por que? Que podía perder?

Todo

Había sido mi fascinación desde hacia dos grados, tan lejana a mi entorno y desinteresada como era en llenarme de atenciones que ya estaba idealizada para mi como inalcanzable, simplemente yo no le interesaba y esa inintencionada muestra de interés me carcomía mas aun, quería su interés, quería poseerla y a la misma vez no quería romper aquella burbuja invisible en que la había metido.

No quería que se vuelva como Kaho ensimismada en llamar mi atención, no quería que se vuelva ordinaria.

La desea como era, inocente, amable, indiferente, natural.

Cobarde, nunca intente declararme, nunca trate de acercarme mas de un frio hola y adiós, por que? Por cobarde, por que yo no soy de los que se declara, soy de los que tiene el casillero lleno de notas de amor si, jamás necesite seducir a una chica, siempre se me han ofrecido, buscando placer o regalos costosos, sonara terriblemente frívolo pero esa reputación de play boy tenia sus ventajas y no podía perderlas por ir tras una chica, a pesar de que esta chica fuera su obsesión hace mucho.

La campana del receso sonó y vio como la dueña de sus pensamientos se levantaba al igual k todos los días junto a la castaña y salían de clases para almorzar.

A estas horas del día ya odiaba a aquella castaña.

-Eriol vamos?- pregunto la pelirroja agachándose frente a mi en un meticulosamente casual movimiento que me permitió la visión completa de su pronunciado escote.

Ya que, me estaba poniendo los pechos en la cara, al menos serviría de distracción.

Le sonreí nuevamente y me levante del asiento al momento que la tomaba de la cintura y me acercaba juguetonamente al oído de ella.

-me acabas de abrir el apetito y se me ha antojado algo rojo- dije haciendo clara alusión al pedazo de lencería que tan hábilmente había logrado mostrarme.

Vi como le brillaron los ojos y esbozó una pequeña sonrisa victoriosa, no se por que la dejaba creer que me dominaba con sexo, supongo que me daba lastima, no quería romper su burbuja.

-pues…-dijo en tono seductor casi susurrante- creo que puedo ayudar con eso- y volvió a morderse los labios.

Juro que uno de estos días se va a hacer unas heridas muy feas.

Me tomo de la mano y me guio hacia las azoteas del colegio, en un rincón que irónicamente yo le había enseñado.

Por que ese rincón? Por que desde allí podía ver a Tomoyo almorzando.

Kaho me jalo hasta ponerme de espaldas contra una pared y me beso con desesperación.

Me quede quieto dejándome besar, aprendí que le gustaba dominar ciertas situaciones, y a mi no me molestara que lo creyera, al fin y al cabo hacia todo lo que yo quería que hiciera sin tener siquiera que pedírselo.

-eres incorregible Hiraguisawa- era curioso que lo dijera la chica estaba desatando mi correa y apretaba sus pechos contra mi.

-Tal ves requiero de una lección- dije casualmente mientras sentía como sus hábiles manos masajeaban mi polla.

Escuche su risa y se inclino delante mío, vaya que la chica se esmeraba por ponerme duro, pero eso no era necesario.

Desde donde estaba parado la podía ver almorzar.

Sentada en el césped conversando con la castaña y un chico de cabello plateado, se reía, estaba feliz, inocente, completamente ignorante que yo la miraba mientras la lengua de otra chica jugaba con mi polla.

Cerré los ojos un momento abandonándome a las sensaciones y a mi imaginación.

Oh si, la que estaba arrodillada delante de mí saboreándome ya no era una desinhibida pelirroja, si no mas bien cierta sublime pelinegra que miraba con sus hermosos ojos violetas.

Sentí mi polla hincharse respondiendo ante ese pensamiento y las sensaciones, podía ver aquellos labios rosas con los que fantaseaba alrededor de mi eje, se sienten mas suaves de lo que creí, es delicioso sentir como entro por completo en su boca y ella me toma por completo, vaya que la deseo, quiero hacerla mía.

Ahora.

Abro los ojos y paro a Kaho de golpe que me mira desconcertada mientras la volteo de una manera mas brusca de lo que me propongo, no quiero verla a los ojos, mi ilusión se rompería y quería disfrutarla un poco mas.

Empujo para mas tarde aquel pequeño remordimiento por estarla usando, no era momento para el.

Con Kaho dándome la espalda apreté uno de sus pechos desde atrás mientras no separaba la vista de Tomoyo, la oí gemir, pero ya no era la voz de Kaho.

Era la voz de Tomoyo.

Me estremecí de placer de solo pensarlo, estaba haciendo gemir a Tomoyo, metí la otra mano bajo su falda dentro de su ropa interior por delante y ataque su clítoris sin clemencia, otro delicioso gemido salió de sus labios mientras manipulaba su brote hinchado, sentirla estremecerse contra mi cuerpo era demasiado delicioso, la deseaba ahora.

-vas a ser mía- le susurre al oído al momento que veía su negra cabellera contra mi pecho, no dude en bajarle las bragas y empujar un poco su espalda haciendo que levante su trasero para mi.

Dirigiendo mi polla por su húmedo coño la penetre de una sola estocada mientras sostenía sus caderas con fuerza suficiente como para dejar mis dedos marcados en su lechosa piel.

La peligra jadeo mientras comenzaba a moverme dentro y fuera de ella con mas fuerza y rapidez, la había deseado tanto, deseaba darle duro hacerla pagar por todo el tiempo de tortura e incremente el ritmo y rudeza de mis embestidas al punto que podía oír como mi pelvis chocaba con su trasero. Empuje su espalda hacia adelante poniéndola en un ángulo de 90 grados y tome sus muñecas para jalarla hacia mi, quería penetrarla mas profundo y mas fuerte, se la metería toda muy duro quería que me sintiera, que le doliera, la estaba follando con rabia hasta que sentí como su cuerpo comenzaba a tensarse y sentí como su coño se apretó alrededor mío un puño y soltó un gemido ahogado, satisfecho de oírla llegar al clímax sentí como mi propio cuerpo se tensaba antes de encontrar mi propia liberación y derrame mi semilla caliente dentro de ella.

Cerré los ojos un momento terminando de disfrutas las ultimas sacudidas de mi orgasmo mientras me preparaba para enfrentar la realidad.

Abrí los ojos, Tomoyo seguía sentada en el césped terminando su almuerzo y yo tenia a una pelirroja respirando entrecortadamente apoyada hacia adelante en sus rodillas y con el trasero aun apoyado en mi pelvis.

Culpable

Le di la bienvenida a aquel sentimiento incomodo que había aplazado, si bien no había seducido a Kaho ni nada por el estilo ella, ingenuamente, creía que era el motivo de mi excitación, mientras yo imaginaba a alguien mas creo que para cualquiera eso resultaría ofensivo.

La pelirroja se dio la vuelta y me planto un beso profundo a la vez que apoyaba todo su cuerpo contra mi.

-eso estuvo increíble- susurro contra mis labios mirándome a los ojos, podía ver sus pupilas aun dilatadas por la excitación.

Me sentí tan miserable que preferí no decir nada, preferí sonreírle y besarla nuevamente.

Tenia que detener esta locura.

Notas de autora:

Hola a todos! Gracias por tomarse el tiempo de leer mi fic, es el primero que hago así que agradeceré sus consejos.

En este fic Eriol es un popular estudiante de los últimos grados del instituto con una nada inocente obsesión por Tomoyo, hará algo al respecto?

;)