Mi segundo fic Okikagu y el primer escolar, espero les guste :3

Creo que será uno corto, ¡A ver como va!


DETRÁS DE ESE RESPLANDOR

CAPITULO I. Un nuevo año siempre viene acompañado de un nuevo mal.

El sol resplandecía en medio del extenso cielo y yo debajo de él, tarareaba la última canción que había escuchado: "The World is yours" de Plingim, protegida de este sol con un sombrero de alas rosas y mi sombrilla encima, caminaba por la playa perdida en mis pensamientos, preocupaciones de chica y la canción que había escuchado en la radio. Hoy era el último de día de vacaciones, Gin-chan había aceptado ir a la playa conmigo y Shinpachi después de rogarle masivamente cada día de la semana, y no es que me hubiera molestado venir sola, pero así los tres juntos, todo era más divertido. Había sido un buen año, había conocido mucha gente y finalmente este era el año en el que lograría graduarme por fin. Todo resultaba demasiado bien y cuando las cosas solían ser así, yo me preocupaba de sobremanera. Probablemente esto se debía a que ya había pasado antes, como por ejemplo cuando era niña, exactamente cuándo creía que éramos una familia feliz, mi mamá tuvo que caer enferma y mi papá pues había decidido que mejor sería si trabajaba más de la cuenta y así me las apañaba yo sola junto a mi hermano. Bah! Mejor es no pensar en eso, al menos por ahora, disfrutar de los momentos felices que pueda atesorar es lo más importante.

— ¡Kagura-chan es hora de comer! —gritó Shinpachi detrás mío. Shinpachi era mi mejor amigo lo que se podía llamar un hermano, desde que comencé a vivir con Gin-chan todo lo que recuerdo es haber reído incontables veces y haber confiado plenamente. Y él también confiaba así en mi, por lo que era presa fácil de mis incontables bromas.

— ¡Ahí voy, Sadaharu vamos! —dirigí la mirada al enorme perro blanco que caminaba a mi lado. Cuando lo encontré abandonado a su suerte era apenas un cachorro de menos de un metro pero al parecer la bebida favorita de Gin-chan aparte del sake, la leche de fresa, había hecho que creciera demasiado. Incluso podía subirme encima de él como si se tratara de un caballo. Algunos decían que se había caído en un pozo radioactivo, pero eso yo no lo entendía. Otros decían que así como Clifford, había crecido grande debido a demasiado amor que le habíamos dado. Yo sólo sabía que era uno de los seres más preciados para mi.

—Esta niña siempre se queja que tiene hambre y ahora se demora en venir. ¡Kagura si no vienes rápido empezaremos sin ti! —había gritado el hombre del pelo plateado, el kimono blanco y traje negro. Él es Gin-chan con quien vivo ahora, además es mi maestro literalmente, enseña en la escuela a la que voy. Aún no recuerdo exactamente a qué edad comencé a vivir en su casa y a trabajar en ese trio que llamamos "Yorozuya" aceptando todo tipo de trabajos, desde descubrir una infidelidad, hasta defender a alguien de algún peligro. Aunque a veces no tengamos mucho trabajo, hacerlo es divertido.

— ¡Itadakimasu! —gritamos al unísono, agradeciendo por la comida.

Después de pasar buen tiempo en la playa, de jugar en la arena y nadar, el cielo se pintó de un rosa pálido indicándonos la puesta de sol. Ya debíamos regresar. Esta vez después de dormir y que Shinpachi se fuera a su casa, me fui a dormir temprano ya que mañana de nuevo debía empezar la escuela.

—Hasta mañana, Gin-chan.

—Hasta mañana Kagura-chan. —Me dijo con cariño.

Él ciertamente no era mi padre, mi padre era ese calvo que estaba trabajando lejos en alguna parte, pero a pesar de eso yo lo quería de una manera parecida. Gin-chan había sido mi amor platónico hasta los 12 años cuando me di cuenta que más que amor de esa manera, yo lo amaba como si se tratara de un padre.

Por fin cerré los ojos y dejándome llevar, caí en un profundo sueño. Mi conciencia se fue apagando poco a poco.

—Hey, allí hay un asiento libre. Siéntate ahí al costado de Kagura, la pelirroja de allá atrás.

—Hi!

Al pasar me había sonreído de una manera maquiavélica, con una sonrisa perturbadora y de pronto se sentó a mi lado. No lograba verle el rostro, sólo parte del cabello, lo levaba hasta un poco más arriba de los hombros, de un castaño claro.

De pronto el salón se sintió demasiado frio y vacío. Él estaba frente a mí, aún no le podía ver el rostro. ¿De quién se trataba? Con un movimiento rápido el extraño me sacó los lentes y puso sus labios fríos en los míos, yo no me resistí, más bien parecía que sonreíamos, ambos sonreíamos.

Luego de un momento yo me quedé sola en completa oscuridad.

Sola de nuevo como cuando…

Gin-chan se alejaba de mí y aunque yo corría detrás de él, no podía alcanzarlo, y ningún tipo de sonido podía salir de mi garganta. Lo mismo pasaba con Sadaharu y con Patsuan. No podía alcanzarlos, la oscuridad me cegaba por completo y cuando mi llanto no podía ser más real y ausente, desperté.

Estaba empapada en sudor y mi almohada mojada, al parecer también había llorado en la realidad, no sólo en mi sueño. Eran las 4:00 am, a pesar de intentarlo, no pude volver a conciliar el sueño hasta que amaneció y ya era hora de salir.

¿Qué podría haber significado ese sueño? Y más importante quién demonios era ese chico, hasta ahora no había conocido algún chico con ese cabello, ni había tenido novio. No había pasado nada de eso, asi que no debía preocuparme por… por quedarme sola.

Esas eran mis reflexiones, mientras acababa el desayuno.

—Kagura-chan, ya es tarde ¿nos vamos?

—Hi! Sólo espera que termine mi… ya terminé! Sadaharu, ¡más tarde nos vemos! —escuché un guaf por respuesta.

Mientras íbamos en la moto, pensé en interrogar a Gin-chan acerca de mi sueño.

—Eh... Gin-chan ¿Qué significado tienen los sueños? ¿Crees que se puedan cumplir en la realidad?

—Depende. A veces si, a veces no. Mis sueños de casarme con Ketsuno Ana aún no se han cumplido, pero siento que pronto nos casaremos. Un sueño así por ejemplo se haría realidad. —me dijo en tono serio mientras miraba de frente esquivando carros que venían hacia nosotros, ya se había hecho tarde y la moto era manejada a una velocidad bastante rápida.

Y volvía con las idioteces, a este paso me estaba arrepintiendo de haber abierto la boca.

—No me refiero a tus estúpidos sueños de casarte con la que anuncia el clima. Es que verás… —sentí como mis mejillas ardían— tuve un sueño extraño, conocía a un chico… pero también luego me quedaba sola… Incluso tú me dejabas y Patsuan… y Sadaharu… Tengo miedo. —le dije finalmente, confesándole todo, o al menos casi todo, le había ocultado lo del beso.

—Cosas así, sueños así, no se cumplen. Y mientras uno más lo piensa, peor se siente. Así que olvídate de esas tonterías y presta atención a las clases, ya llegamos.

—Ah y algo más. Nosotros nunca te dejaremos sola Kagura-chan. Ya eres suficiente molestia para nosotros, no dejaremos que molestes a nadie más. —Respondió con una sonrisa finalmente, mi querido Gin-chan.

Mi querido Gin-chan.

"Gracias"

Nuevos alumnos se incorporarían a nuestra "Clase 3-Z" no era extraño que en este tiempo ingresaran los nuevos, esta era oportunidad para que Kagura-chan, la reina de la "Clase 3-Z", les jugara un par de bromas. Shinpachi-kun ya había llegado al salón, me saludó con un breve "Oii" y se sentó detrás de mí, sacó sus libros y comenzó a garabatear algo en la carpeta, un nombre, ya sabíade que nombre se trataba.

—De nuevo pintarrajeando "Otsu-chan te amo" en tu carpeta. ¡Por Kamisama! si sigues así, seguirás siendo un virgen pasado los cuarenta.

—El nombre de Otsu-chan debe verse en todos lados, es mas, pintaré tu carpeta también. –dicho esto Shinpachi se acercó a mi carpeta y comenzamos a forcejear para impedir que haga ese terrible acto.

— ¡Shin… —Había comenzado a pintar una O.

—Pa… —ahí iba una T…

—Chi! —una S acabada de dibujar manchaba mi carpeta al lado del garabato de un sukombu que yo había hecho recientemente. Esta vez me la pagarás Shinpachi.

¡BRRRUUUUMMM!

Había caído mi libro sobre su cabeza, él terminó riéndose y queriendo quitarmelo.

—Eh ustedes dos, silencio. Presentaremos a sus compañeros. El primero preséntese.

—Mi nombre es Urara. Espero llevarme bien con todos. —Habia mencionado la primera chica, cabello rosa, cara bonita, los chicos parecían haber visto un espectro, porque todos quedaron con la boca abierta. Hasta el inútil de Shinpachi.

—Hi! Entonces sigo yo. Soy Okita Sougo. Yoroshiku-onegaishimasu.

Cabello castaño claro…

No puede ser, es imposible, dije para no tomarle importancia a ese sueño que no me habia dejado dormir.

Ojos rojos, alto, de facciones suaves para ser un chico. Llevaba una camisa azul con una "S" en el centro,debía ser fan de Superman. Genial otro friki en el salón.

Los niñatos con cara de engreídos siempre se la llevan fácil con las chicas, por aquí el único así era Hijikata-san o "Mayora" como a mí me gusta llamarlo. Pero a pesar de eso, el Mayora no es ningún engreído, a pesar de tener a todas las chicas babeando por él. Y esto lo demostró cuando nos ayudó a mi y a Shinpachi con los exámenes pasados.

—Mi nombre es Kirara… eh.. —dijo nerviosa la última chica— Yo-yo-yo roshiku onegaishimasu. —terminó de decir al final, se le notaba nerviosa e incómoda, supongo que las presentaciones no son su fuerte.

—Pueden sentarse en donde les convenga —habia dicho el maestro—Oh allá hay un asiento Urara ve por allá.

—No profesor, yo me sentaré allá. Me gustan las ventanas. —dijo el chico dominando el momento.

Eh… ¿Ventanas? Pero este es mi lado.

Cuando me sentaba de ese lado del salón, podía ver el resplandor del sol, lo veía alto y claro, pero no me molestaba. Por alguna razón mi piel era demasiado sensible al sol, asi que debía andar siempre con mi sombrilla ya que si no lo hacía, me sentía cansada. Pero a pesar de eso, era mi lugar favorito, desde ahí podía observar absolutamente todo. Y ahora este chico venia y se iba a sentar delante mio, al lado de mis preciadas ventanas.

Que molesto.

—Pero profesor, si él se sienta ahí me va a estorbar —solté de pronto capturando las miradas de toda la clase, o mejor dicho de las chicas que querían que el recién llegado se sentara a su lado.

—¡Silencio Kagura!

—No me importa —soltó el chico— Si te voy a estorbar, será mejor que tú te cambies de sitio. —Me dirigió una mirada hostil.

— ¿EH? No lo haré si este es mi sitio, ¡mio!

—Entonces creo que deberías callarte. Me molestan las personas ruidosas.

— ¡Pues entonces seré la más ruidosa de todos! –lo desafié.

—Urusai.

—Cállate tú, idiota.

—Oii a quién llamas idiota, perra.

—Oii idiota a quién llamas perra. Te partiré tu estúpida cara de niño que todas miran.

— ¿Ah si? Así que te gusta mi cara. —soltó de pronto con un tono altivo.

—A quién diablos podría gustarle una cara tan fea como la tuya.

— ¡Ustedes dos ya cállense! Empezaremos la clase... —sentenció el maestro.

Normalmente no le habría hecho caso, pero esta vez si lo hice; era el primer día y no había dormido bien. Lo único que quería era que comenzara la clase, así podría dormir un poco. El idiota castaño se sentó al frente mío y volteó dándome una sonrisa perturbadora. La próxima vez, juro que le acabaré estrellando un puño en su cara.

Asi pasó la mañana. Cuando llego la hora del almuerzo Shin-chan y yo agradecimos por la comida y nos dispusimos a comer, como el nuevo no habia traido su bento algunas chicas le habian ofrecido el suyo. Él claro habia aceptado. De hecho la única razón por la que estaba mirando era porque me parecia totalmente injusto, debieron regalármelos a mi. En fin, estaba a punto de tomar el último bocado cuando... el idiota tomó mi última salchicha en forma de pulpo.

En ese momento ese chico habia firmado su sentencia de muerte.


¡Espero que les guste! Como dije es el segundo fic Okikagu el primero "Una pareja un tanto tierna y sádica" está en proceso (y ya casi nada para que acabe) si la quieren leer revisen mi perfil, ahi andará. Eh... espero lograr captar las personalidad de los personajes 3

Cualquier comentario, recomendación, mensajeprohibido, lo que sea xD a los reviews! Estaré pendiente de sus opiniones y cualquier cosa.

Kisses! 3