Hola que tal buenas noches!...No pondré escusas esta vez… tardé más de mes y medio en actualizar…Una sincera disculpa para los que aun quieran leer! Jajajaja XD Solamente puedo decir que vale la pena la espera! Hay un par de escenas… que bueno… para que les cuento! o Mejor léanlas, y comenten... aunque sea para maldecirme por la espera jajajaja
Para los que les interesen mis escusas, aunque sea en un 15%: Mucho trabajo, mal pagado, desveladas, ayunos prolongados, estrés laboral, mucho Fondant, nueva novia que complacer, un violento asalto que me puso los pelos de punta, peleas familiares varias, y próximos planes de independencia!
Ese fue el resumen ejecutivo!
Espero disfruten este capítulo, esta tranqui, pero rico!
Saludos, y respuestas de sus amables comentarios en la parte inferior del capítulo!
CAPITULO 9
– Pudiste decir que no… –dijo Korra apesadumbrada, justo antes de despertar.
La luz del radiante sol entraba por la ventana de cortinas corridas, Korra balbuceó un par de cosas más y se despertó abriendo los ojos con pesadumbres. Desconoció la habitación momentáneamente, hasta recordar que se encontraban en la gigantesca habitación de huéspedes.
– ¿Asami…? –llamó y bostezó, incorporándose, buscó a su alrededor, la joven de ojos verdes no parecía estar en la habitación.
Miró entonces el radio despertador, eran la diez de la mañana, volvió a bostezar.
Sin previo aviso la puerta se abrió de par en par.
– ¿Qué tal amaneciste? – preguntó Kya efusiva, entrando en la habitación.
– Las mañanas no son buenas… – dijo Korra aún adormilada y volvió a bostezar – ¿Sabes dónde está Asami? –preguntó entonces a Kya que se acercó a la cama.
–Preparando el desayuno, me dijo que estás hambrienta –contestó la sanadora sentándose en la cama.
Fue entonces que Korra se percató de su desnudes, se había levantado como si nada y llevaba el torso descubierto. Los colores se le subieron al rostro y se cubrió el pecho con la sabana torpemente.
–Hahaha –se rió Kya de ella –no sé qué te cubres, conozco tu cuerpo a la perfección –agregó –eh sido tu sanador durante las últimas semanas, curé y lavé tu cuerpo… ya no hay nada que puedas ocultarme… –dijo levantando las cejas, con una sonrisa picarona.
Korra sonrió avergonzada, ni siquiera era pudorosa, simplemente la agarró desprevenida.
–Aunque debo decir que estos moretones no estaban ayer –dijo tomando el mentón de Korra para observar su cuello a detalle.
Korra se puso de mil colores y bajó la mirada rápidamente, buscando las marcas.
–HAHAHAHAHAHA –rió sonoramente Kya – ¡Que delicia ser tan joven! –expresó soñadora – es broma, no tienes moretones… que pueda ver desde aquí.
Korra suspiró sintiéndose como una idiota, que horrible forma de delatarse.
–Y dime ¿Cómo te sientes? –preguntó Kya, que haciendo movimientos con sus manos comenzó a inspeccionar el Chi de Korra.
–Muy bien, a excepción del hambre… –contó Korra.
– ¿Todo está bien? –Indagó entonces.
–Sí, todo perfecto… –soltó Korra sonriendo, llevándose una mano a la nuca.
– ¿No tienes ninguna molestia en ningún lado? –Dijo levantando una ceja inquisitivamente, dejando de revisarla.
–Haha…ha…ha... –Korra comenzó a reír nerviosa –No lo creo…no… –soltó con la amplia sonrisa petrificada.
–Sé que no quieres hablar del tema, pero será mejor que investiguemos que pasa… –dijo Kya poniéndose relativamente sería.
–Asami chismosa… –dijo entre dientes, mirando de lado con los ojos entrecerrados y el seño fruncido.
–No la culpes a ella, sólo está preocupada –le dijo mirando el berrinche – Vamos déjame revisarte.
Korra volvió a cambiar el semblante, se veía consternada.
–Cariño no tengas miedo –le dijo acariciando tiernamente su cabello enmarañado –estoy casi segura de que todo está en orden, sólo tengo que cerciorarme ¿sí? –.
Korra asintió en silencio.
–Recuéstate –.
La morena enmudecida se recostó, resoplando, intentando sacar el nervio, le gustara aceptarlo o no, tenía un pavor inmenso de saber que algo estaba mal. Cerró los ojos.
Kya comenzó a revisar su cuerpo y su Chi a la vez, descubriendo por partes el cuerpo de la morena tapado con la sabana.
–Dime ¿Hay algo qué esté molestándote? –preguntó Kya.
–Pues no, pero cuando intenté levantarme después de "despertar", me sentí sin fuerza y me caí –contó aún con los ojos cerrados –y en algunos momentos esa debilidad ha regresado.
–Y ¿algo adentro? –indagó.
–Mmm no lo sé… –contestó con el seño fruncido.
–Cuéntame… –ordenó, intuyendo los tapujos de Korra.
Korra resopló exasperada, odiaba hablar de sus cosas, se había logrado acostumbrar con Tenzin, pero llevó su tiempo.
Suspiró. Igualmente confiaba por completo en Kya, siempre la había apoyado en todo, incluso en su relación con Asami, era una mujer muy dulce y respetuosa, así que se animó.
–Bueno… es "simplemente" que estoy molesta conmigo misma… –contó Korra.
Kya colocaba los dedos medio e índice en diferentes puntos del cuerpo de Korra, revisando el flujo de Chi a conciencia por cada canal energético.
–No puedo proteger a mi propia novia ¿Cómo se supone que proteja a todos? –.
–Asami no está a tu lado para que la protejas… –soltó Kya como no queriendo la cosa.
–Lo sé, pero necesito cuidarla… –dijo apesadumbrada – ¡él quiere hacerle daño! ¿Sabes lo que pasó en la terraza? –preguntó con el rostro muy ceñudo y los ojos aún cerrados.
–Sí… Asami me contó… –respondió breve –no es agradable lo sé, pero ella es más fuerte de lo que tú crees –agregó – incluso, "los espíritus no lo quieran", hubiera sucedido una desgracia, ella se repondría…
– ¿Cómo puedes saberlo? –preguntó un tanto exasperada.
–Sé por qué lo digo –.
Korra se quedó pensativa, entonces entendió y abrió los ojos buscando la mirada de Kya.
–Kya…a ti… ¿te pasó?... –preguntó Korra pesarosa.
–No es del todo cierto, pero tampoco mentira… –respondió tranquila.
Korra enmudeció.
–Fue hace muchos años… los detalles no hacen falta… –dijo concentrada en el Chi de la pierna izquierda de Korra –…solamente voy a decirte que nadie puede herirte o hacerte sentir inferior, sin que tu se lo permitas; tiene que haber una víctima y un victimario dispuestos a jugar sus roles… y no lo malentiendas… –negó con la cabeza suavemente –no estoy diciendo que nadie pueda hacerte daño –y suspiró – la realidad es que cualquiera que se lo proponga puede hacerlo; simplemente es que, el cómo decididas vivir tu vida después, depende de ti.
Korra estaba pasmada escuchando a Kya con atención.
–Aunque al principio fue muy doloroso, nunca deje que aquella afronta me derrumbara y mantuve mi integridad a flote –Kya suspiró –si bien no voy a decirte que fue sencillo, logre encontrar paz, aceptándome a mí y aceptando lo que me sucedió –concluyó.
–Pero tú eres una de las mejores Maestras que eh conocido… ¿cómo…? –.
–Aquel día no estaba en mis cinco… –interrumpió concentrada en la pierna de Korra –con el paso del tiempo comprendí, que estaba buscando que algo malo me sucediera y me expuse a ello.
Korra sostenía la parte superior del cuerpo con los codos recargados en la cama, desconcertada miraba a Kya. Sintió una dolorosa pena creciendo en su pecho y se preguntó si Ang habría estado enterado de todo ese asunto. La interna respuesta inmediata fue NO, y supo entonces a que se debía tal sensación que comenzó a incrementarse.
–Perdóname… –se disculpó el Avatar desde dentro de sí.
Kya dejó la pierna un momento y miró a Korra fijamente. Sus miradas se penetraron en el silencio y se mantuvieron así un momento.
–No te preocupes papá, aunque me llevo un tiempo, ahora sé que no fue tu culpa… –dijo sonriendo tiernamente.
El silencio perseveró en aquella larga mirada, hasta que Korra sonriera suavemente.
El Avatar se llevó la mano al rostro y talló uno de sus ojos, movió la cabeza espasmódicamente sacudiéndose las ideas y desconcertada miró a Kya nuevamente, que sonreía sincera, observando a Korra con curiosidad.
– ¿Todo bien? –Indagó Kya, ¿se habría dado cuenta Korra de lo que acababa de suceder? –.
–Si todo bien… –dijo Korra aun desconcertada, sobándose la sien ligeramente.
Kya sonriendo apaciblemente regresó a su labor en la pierna.
–De cualquier forma… Asami es fuerte, muy fuerte –repitió asintiendo con la cabeza –además nadie te está exigiendo que resuelvas todo tu sola.
–Es verdad… ella es fuerte y tengo mucho miedo de no ser lo suficientemente fuerte para ella…
– ¡Joder eres el Avatar! ¿Qué más fuerte quieres ser? –preguntó exaltada.
–Nunca es suficiente… Zaheer me enseñó esa lección… –dijo Korra mirando el techo.
–Pues parece que no la aprendiste muy bien… –soltó Kya dejando la revisión del Chi por un lado –Siempre va a existir alguien mejor, más fuerte, más rápido, más hábil… más joven… –dijo mirando sus propias manos –nunca es suficiente y nunca lo va a ser… la perfección simplemente no existe… ¡si vas a atormentarte el resto de tus día por eso, más vale que te busques un buen terapeuta! –Soltó segura –Se hace lo que se puede… –agregó entonces –…esa es la realidad en la que vivimos.
Korra se dejó caer de espaldas a la cama y se llevó ambas manos a la cara cubriéndose los ojos; sabía que Kya tenía razón, ¡Mucha! Pero… ¡Carajo! Como le costaba tener que admitirlo.
–Tu Chi fluye de maravilla, tus huesos y tus músculos están perfectos… –Kya resopló – ¿mi diagnóstico?... –.
Korra levantó el torso sosteniéndose con los codos nuevamente, observó a Kya con seriedad.
– Síndrome de estrés pos traumático –.
Korra se dejó caer en la cama de nuevo.
–Otra vez no… –pidió exasperada.
– ¡No es tan malo cariño, sólo necesitas psicoterapia! –dijo Kya ligeramente irónica.
–Eso es mucho peor… nunca sabes cuándo van a atacar esas cosas… –se quejó Korra sobándose las sienes.
–Sí lo sabes… SIEMPRE… y lo único que puedo aconsejarte es que no te aferres; entre más busques proteger a Asami, más vas a comprobar que no puedes controlarlo todo y que no eres omnipotente, terminaras castigándote, haciendo que te fallen las piernas cuando más lo necesites; para efectivamente comprobarte a ti misma que no puedes protegerla… –remató con ligereza –Que complicado… ¿Verdad?... –.
–Y que lo digas…
¡Tock Tock! Se escuchó en la puerta.
–Adelante –dijo Kya risueña, observando el pesar de Korra.
– ¿Quién tiene hambre? –preguntó Asami entrando a la habitación seguida de un ejército de mayordomos que empujaban un carrito repleto de deliciosos platillos.
Sólo olerlo Korra sintió su estómago retorcerse por el hambre.
Los mayordomos se aproximaron a la mesa y la dispusieron para el desayuno.
– ¡Huele delicioso! –dijo Kya arrimándose a la mesa, cogiendo la primera taza de té servida y dando un gran sorbo.
La comitiva salió de la habitación tan rápido como entró cerrando la puerta tras de sí.
Korra se levantó de la cama mostrando el fornido cuerpo con cinismo, después de "confesarse" con Kya, ya no le importaba su desnudez en lo absoluto.
– ¡Korra! –reprendió Asami con risa, observando a la reacia y desnuda morena avanzar hacia la mesa.
– ¿Qué más da?... Conoce todos mis secretos… –dijo apesadumbrada tomando una taza de té que bebió casi de un sorbo.
–Hahaha –se rió Kya tomando un bollo de pan de arroz.
Asami de sonrisa muy amplia intentó parecer firme observando a la morena.
– Korraaa… –dijo Asami levantando una ceja.
–Esta bien… –Cedió la morena, regresando a la cama para buscar su ropa.
Tomó sus calzoncillos y se los puso, soltando el elástico al final, que chocó sonoramente contra su vientre, poniendo una graciosa mueca de seguridad al comprobar que el elástico aún servía. Korra recargó las manos empuñadas a los costados de su cintura y miró a Asami.
–Korra… –Sentenció aún sonriendo, completamente divertida por los disparates del Avatar.
La morena se giró y buscó la camiseta interior sin mangas, se la puso y buscó aprobación en la mirada de la heredera que rodó los ojos al techo.
–Estás loca… –soltó Asami divertida –se va enfriar.
– ¡Si señora! –dijo avanzando a la mesa con paso firme.
– ¡Smuack! –tronó el beso que Korra le plantó en la mejilla antes de sentarse a disfrutar del vasto desayuno.
. . .
Obviamente el Avatar no llegaría, para este momento ya podía saberlo con certeza, pero la certeza no lo hacía menos doloroso. La esperanza muere al último y definitivamente esto era lo último. Había pasado una semana entera desde la luna nueva en que Korra debería haber llegado. Estaba dicho, no volvería a verla nunca y tendría que comenzar a lidiar con ello.
–… ¿Gran Unificadora? –llamó uno de sus generales.
Kuvira salió de su ensimismamiento, regresando a la reunión con el equipo de avanzada.
–Sí, estoy de acuerdo… –contestó al inquisitivo hombre que la miraba extrañado en el prologado silencio en donde todos sus hombres la observaban atentos.
Kuvira comenzaba a sentirse sofocada en aquel salón de juntas del bunker; aunque por fuera su imagen perfectamente armada, parecía imperturbable.
–…Si no hay más asuntos urgentes que atender… –dijo Kuvira levantándose de su asiento a la cabecera de la larga mesa.
Inmediatamente todos sus hombres se pusieron de pie y saludaron poniendo la mano en la frente.
–…Me retiro. –les dijo y caminó hacia la salida donde su cuadrilla de Dai Li la esperaba.
Salió y sus guardaespaldas la siguieron por el pasillo.
Con discreción desabotonó el cuello del saco, le faltaba el aire y comenzaba a sudar por debajo del uniforme. Buscó en su bolsillo sacando el reloj.
–12 horas… –dijo para sí.
Kuvira respiró hondamente intentando calmarse, aquellos incómodos síntomas eran parte de la "solución" y tendría que soportarlos. Sintió un escalofrió recorrer su cuerpo y apuró el paso, necesitaba llegar a su oficina y pronto.
Avanzaron con rapidez por los metálicos pasillos en el bunker hasta dar con la antesala de su oficina, situada en un amplio y pulido pasillo. Uno de los Dai Li se adelantó y abrió la puerta revisando con cautela el interior. Kuvira esperó la revisión de rutina y tras unos momentos el hombre salió haciendo una reverencia. Entró inmediatamente cerrando con seguro la puerta tras de sí. Levantó los brazos con rapidez y sacó las placas metálicas de la armadura, acto seguido comenzó a desabotonar el saco casi con desesperación, lo sacó tirándolo al suelo quedando en la camiseta interior sin mangas. Se llevó ambas manos al húmedo rostro, tallándolo con fuerza y resopló, otro escalofrió subió por su espalda. Sin detenerse a pensar más se quitó las botas dejándolas caer en su camino hacia el baño.
Corrió hacia el inodoro y en una arcada comenzó a devolver el estómago, seguida de otra y otra más, sacando todo lo que tenía dentro. Escupió lo último y bajó la palanca. Otro escalofrió recorrió su cuerpo.
Sacó el pantalón quedando en las blanquecinas bragas y avanzó hacia la regadera, se metió y abrió ambas llaves al tope, sintiendo el agua caer en su rostro.
El remedio, pensó, burlándose de sí; la raíz de Shen Luse estaba haciendo sus estragos. Aunque había sido advertida de los síntomas de abstinencia que presentaba el uso contante de la sustancia verde, no había dudado ni un segundo en consumirla. Aquella raíz era un excelente supresor del dolor, había dejado de tener los penetrantes dolores de cabeza por fin, e incluso, había logrado retrasar lo inevitable respecto a su condición médica. Pero ahora, su cuerpo necesitaba la sustancia con desesperación, cada vez en mayor cantidad y en menores intervalos.
Sintiéndose un tanto más fresca se resbaló por la pared y se sentó, descansando un rato debajo de la regadera. Se llevó las manos al rostro quitando los excesos de agua y respiró.
–No puedo culparte… –dijo en voz alta –sé que me odias… pusiste tu nombre en juego intentando que no me sentenciaran a muerte y al final te traicione… –.
Kuvira pesarosa, cerró los ojos.
–No fue mi intención… –agregó abrazando sus piernas, repasando las circunstancias del día del famoso "rescate" ¿Cómo iba a perdonarla después de eso? Y si por obra del Gran Espíritu lo hacía… lo demás ¿Qué? – ¿No fue mi intención? –se recriminó ¿Acaso no había sido su intención apoderarse de Ciudad República? ¿Humillarla en la pelea a las afueras de Zao Fu? Y peor aún… ¡Asesinarla!... – ¿No fue mi intención? –se preguntó nuevamente invadida de sarcasmo.
Qué asco se daba a si misma cuando se ponía autocompasiva.
Aunque definitivamente, escapar al juicio no había sido su intención, a pesar de lo que se creía y de lo que se contaba entre su propia gente.
Lo que pocos, muy pocos sabían, era que el rescate, o escape según quien lo contara, no había sido planeado por ella, y peor, ni siquiera deseado.
Si la mayoría de sus seguidores conocieran la historia como tal, no estarían muy seguros de glorificarla como lo hacían.
Para ese momento Kuvira se había entregado a su destino, que anunciaba una cadena perpetua segura… Había perdido las escuetas apelaciones porque ella misma se negaba a apelarlas; ¿Qué caso había? el castigo se lo tenía bien merecido, y siendo sinceros, consideraba incluso era insuficiente. Pasar el resto de su miserable vida en prisión no iba devolverle sus seres queridos a nadie, ni restaurar el orden en Ciudad República, mucho menos en la Nación Tierra.
Así que aquella mañana, cuando se presentara en el juzgado por última vez, tenía la total convicción de aceptar todos los cargos en su contra y disponerse a cumplir su condena.
Fue entonces, y para su sorpresa, justo cuando se le leían sus inmensamente numerosos crímenes contra la humanidad; que aparecieron ellos: una veintena de Dai Li y un pequeño grupo de las fuerzas especiales, qué había servido en las misiones más esenciales de su campaña de Unificación, tales como la toma de Ba Sing See.
El tiroteo elemental se desató, principalmente entre maestros metal. Kuvira no movió ni un dedo; porque de hecho, poco podía mover, acaba de salir de la enfermería el día anterior, seguía convaleciente pero había sido dada de alta en razón de apresurar el juicio, que Raiko tenía prisa por resolver después de enterarse de que el Avatar estaba fuera del mundo físico. Korra era la única que se oponía tajantemente a la sentencia de Kuvira, y en ese momento tenía mucha voz entre los políticos y el pueblo mismo, habiendo obstaculizado certeramente los primeros intentos del presidente por condenar a Kuvira a la muerte.
No obstante de todo, Kuvira no tenía la intención de huir, y sabía que incluso aunque hubiera estado en su mejor forma física no habría levantado ni una pequeña piedra para atacar a los policías metal que se defendían como fieras acorraladas. Cuando dos agentes Dai Li se le presentaron de frente para escoltarla en el "rescate" Kuvira intentó despacharlos sin mucho éxito.
–Voy a quedarme… –dijo fuerte y tajantemente, a manera de orden, sabía que solamente así los convencería.
Los hombres aguardaron un momento, confundidos.
– ¿Desea morir? –preguntó secamente uno de ellos.
–Cumpliré mi sentencia –contestó con seriedad.
–Van a matarla… –dijo el otro, que no dejaba de observar el tempo de la pelea.
Kuvira se quedó en silencio, de alguna manera intuía que ese sería el resultado final. Aunque se había acordado en la demanda oficial, que de encontrársele culpable se le castigaría con cadena perpetua, sabía lo apurado que Raiko estaba por deshacerse permanentemente de ella. La encontraba sumamente peligrosa, pues si bien, ella se había rendido, su ejército se había replegado a la Nación Tierra y según sus fuentes más confiables esperaban ordenes de su líder. Para Raiko sólo era cuestión de tiempo antes de que Kuvira atacara de nuevo, y por eso, en la ausencia del Avatar, había movido sus múltiples influencias para cambiar el juicio en contra de la Unificadora de manera significativa.
Kuvira reflexionó, sabía que fuera lo que fuera, el tiempo apremiaba; sintió un enorme vacío en el estomago al preguntarse a sí misma si verdaderamente quería morir. La respuesta fue más física que mental, un miedo gigantesco se apoderó de ella, como una serpiente que le subiera por las piernas, acariciando sus genitales, avanzando por su vientre, enrollándose en su cuello, asfixiándola por completo. Dio por sentado que a pesar de toda la culpa y de los pensamientos suicidas, no lo deseaba.
–No… –respondió angustiada –…pero, estoy dispuesta… –Dijo con la voz rasposa a causa de su garganta seca.
El Dai Li aguardó por unos momentos, la pelea estaba llegando a su culmine, tenían menos de dos minutos para salir del juzgado si querían lograrlo.
–Que egoísta… –soltó seco.
Fue lo último que Kuvira escuchara antes de caer al suelo, víctima de un dardo somnífero, que la sedó al grado de la inconsciencia.
Daba ya lo mismo, lo hubiera deseado o no, lo hubiera podido evitar o no, había huido a su mortal destino, y admitía, que gracias a ello, la Nación por la que tanto había trabajado comenzaba a florecer.
Sintiéndose libre del calor se puso de pie, y justo al tener el cuerpo a medio camino el mareo y las ganas de vomitar regresaron, decidió regresar al suelo y esperar un rato más debajo del agua. Podría aprovechar el tiempo para hacer algo más importante que seguir recriminándose, tenía que comenzar a concentrarse en cosas más apremiantes, como ¿Qué demonios iba a hacer con las sombras? El equipo de avanzada tenía terror de continuar la labor en los túneles, y no era para menos, las pérdidas estaban siendo numerosas. Ahora que tenía la certeza de que Korra no vendría, era preciso realizar una estrategia, una que le ayudara a abrir esa maldita y gigantesca puerta.
A su entender, todo había comenzado con el descubrimiento azaroso de aquella cámara en lo profundo. Los taladros habían chocado con una pared rocosa más fuerte que las demás, insistieron, pensando en que podrían encontrar una beta con algún metal de utilidad. Fue al traspasarla, que se encontraron con aquella gigantesca cámara construida claramente por maestros tierra.
Inmediatamente acudió a dirigir la avanza, tan incauta como el resto e hipnotizada por la curiosidad del hallazgo. Una veintena de soldados y trabajadores entraron con ella, iluminándose el paso con sus linternas.
En ese momento, apremiada por la excitación del descubrimiento, solamente podía preguntarse ¿Quién podría haber construido a una distancia tan profunda en la tierra? Y sobre todo ¿Con qué fin?... Incauta, sí, repitió para sí.
Siguieron con cautela avanzando por numerosos pasajes rocosos; el maestro de mina a la cabeza, asegurando el paso seguro, seguido del joven maestro aire que ayudaba a ventilar y oxigenar, aquel lugar era como un laberinto, uno asfixiante y completamente oscuro. Tras adentrarse en los pasadizos, llegaron por fin a lo que parecía ser la entrada, con una puerta monumental.
La entrada de acabados rudimentarios, lucía en un diseño circular cuatro distintas cerraduras del tipo elemental: Tierra, Fuego, Aire y Agua; eran la clase de puertas antiquísimas que los antiguos maestros construían en templos y palacios para resguardar a importantes personajes o información secreta.
Lo supo inmediatamente, incluso antes de confirmarlo al intentar abrir la puerta con la ayuda de cuatro maestros que accionaran sus habilidades elementales al tiempo intentando abrir la cerradura; aquella puerta sólo podría abrirla el Avatar.
La decepción al comprobar el fallo, fue generalizada, la curiosidad seguía picándoles por dentro, aunque les duró poco tiempo. En los siguientes días siguieron buscando en los laberintos y túneles aledaños alguna entrada secreta o un lugar adecuado para demoler una.
Demolieron diversas entradas, pero no encontraron nada, sólo túneles y más túneles y al cabo de algunos días se dieron por vencidos en la labor de encontrar caminos alternos. Kuvira deicidio esperar, no quería demoler la entrada por la fuerza, algo precioso podría ocultarse detrás y no iba a destruirlo explotando el lugar, así que decidió buscar la ayuda adecuada.
Fue cuando una de las cuadrillas mineras desapareciera sin rastro que el interés en abrir la puerta regresó, al principio se pensó que algún accidente rocoso había ocurrido, sepultándolos en una oscura y oculta tumba; pero resultaba un tanto difícil de creer si se sabía que dos maestros tierra se encontraban en el grupo, tendría que haber sido un derrumbe monumental para que no pudieran controlarlo entre cuatro expertos Mineros.
Jamás los encontraron y lo peor, las desapariciones apenas y comenzaban.
Sin importarle ya el posible valor histórico del hallazgo, y tras las numerosas desapariciones decidió ir de frente intentando demoler la puerta con ayuda de diez de sus mejores Maestros Tierra. Fue una pérdida de tiempo, apenas y pudieron arrancar algunos fragmentos de piedra de la entrada, al parecer aquella puerta había sido construida por un maestro verdaderamente poderoso.
Kuvira resopló, lanzando las gotas de agua que bajaban por su rostro, si Korra pudiera abrir esa puerta, podría resolver el misterio de las siniestras sombras, e incluso, tal vez, descubrir como destruirlas.
Pero eso ya no importaba, tenía que volver a intentarlo, con un ejército de Maestros Tierra de ser necesario, lo que hiciera falta, pero abriría esa puerta a como diera lugar.
. . .
El fresco propio de la madrugada no le era suficiente, acalorada corría por el camino que llevaba hasta la mansión, eran las tres de la mañana y se sentía completamente llena de energía.
Llegaba por fin a la reja de la entrada después de hacer el rondín nocturno, que últimamente se prolongaba por toda la noche. Saludó de lejos a las dos patrullas policiales que se mantenía en las afueras de la mansión por órdenes de Lin y siguió avanzando.
Korra se había obsesionado con encontrar al asesino y lo buscaba por toda la ciudad, literalmente hablando; había recorrido, avenidas, bulevares, ramblas, calles, callejones, miradores, alamedas, parques, jardines, cotos privados, zonas habitacionales e industriales, el mercado, el muelle, el coliseo, la estación de tren… y nada, ni una sola pista del asesino, no marcas, no sellos ritualisticos y ni medio Chifago. Tenía semanas sin aparecer, no había registros actuales de nuevas víctimas; pero Korra lo sabía, era sólo cuestión de tiempo para que apareciera nuevamente provocando el caos.
Después de lo que había sucedido en la Gala, era probable que se ocultara por un tiempo, se le buscaba día y noche por toda la ciudad, era lógico que aquel malnacido se anduviera con cuidado.
El Avatar se sentía muy lejos de encontrarlo, pero no podía dejar de buscar, tan solo tenía tres semanas para dar con él antes de que Asami, según lo acordado, pudiera salir de la mansión.
Una ansiedad terrible se le estaba presentando por las noches y sólo podía pensar en aquel sujeto hiriendo a Asami; una y otra vez, de las formas más horribles que se pudiera imaginar. Aquellos pensamientos estaban trastornando su mente, pero la habían puesto en marcha, y tras unos días de ejercitarse había logrado estabilizar sus piernas, haciendo sus maratónicos recorridos por toda la ciudad sin ningún problema hasta la hora.
Sin detenerse saltó la reja de la entrada, el portero saludó brevemente con la mano, mientras que los guardias del Loto Blanco apostados en la puerta, hicieron una reverencia.
Los saludó fugazmente y siguió por el camino hasta la puerta, el desvelado y refunfuñón jardinero intentó mojarla maliciosamente, pero Korra esquivó con facilidad el chorro de agua, sin ponerle mucha atención.
Llegó a la puerta y entró en la mansión, aún corriendo se dirigió a la cocina, el estomago le rugía desde hacía un par de horas, sólo por eso había desistido de la búsqueda por esa noche.
La impecablemente limpia cocina se mantenía despierta con la luz de un foquito encendido en la campana arriba de la estufa, que iluminaba tenuemente el ambiente con un tono amarillo. Acalorada se quitó el grueso abrigo lanzándolo al suelo, entonces se dirigió directo al bien surtido refrigerador y lo abrió desesperada, asomó la cabeza, sintiendo el fresco aire.
Sonrió ampliamente al encontrarse con las carnes frías, tomando la charola con una mano y buscando con la mano libre en el cajón de las verduras y los entrepaños.
Al fin encontró todo lo que buscaba, que sin exagerar, era todo lo que había en el refrigerador; de una patada cerró la puerta. Con el tumulto de comida entre sus brazos se dirigió hacia la barra de cerámica situada en el centro de la cocina, dejando caer los ingredientes en un completo caos, que hicieron un gran estruendo al desparramarse. Inmediatamente atacó la charola de las carnes y sin preámbulo tomó varias rebanadas metiéndolas en su boca.
Con la boca repleta de jamón se dirigió hacia la alacena sacando el pan rebanado y algunos condimentos extras, regresó entonces al refrigerador, abriendo una pequeña compuerta donde aguardaban numerosas botellas de cristal con diferentes líquidos; cogió la leche y la destapó, bebiendo de la botella un prolongado trago del fresco y blanquecino liquido.
Regresó hasta el motín que aguardaba temeroso en la barra, sacó cuatro pedazos de pan y los puso directamente en la cerámica; Varrick le había enseñado como preparar aquella curiosa comida que él mismo llamaba: Várrich. La receta entera constaba de tomar todo lo que encontraras en el refrigerador y ponerlo entre dos panes para facilitar su consumo; una idea muy ingeniosa, según él.
Cogió varias rebanadas de queso, acomodándolas sobre los panes y entonces agregó las carnes frías, colocando por montones el jamón, el salami y la delgada carne ahumada. Arrojó sin gracia un puño de aceitunas verdes y otro de pequeños tomates rojos, algunos se deslizaron por fuera del pan.
Buscó los aderezos y en su camino encontró una zanahoria, la que comenzó a mordisquear hasta terminar. Cogió un rebuscado frasco de contenido blanco y cremoso, y sin miramientos vació una enorme porción arriba de los tomates. La crema comenzó a escurrir por los bordes del pan, Korra limpió con el dedo índice el escurrimiento y se lo llevó a la boca, succionando el blanquecino y denso liquido. Por último cogió una lechuguilla que trozó en un crocante sonido y agregó las hojas mal trechas hasta la cima.
El único problema ahora, era como cerrar aquellos gigantescos Várriches, pensativa, la morena observó, intentando resolver el dilema mientras bebía otro trago de leche.
Resuelta, metió las manos por debajo de dos de ellos, juntándolos lo más que pudo, y entonces los cerró rápidamente. Como era lógico, algunos ingredientes resbalaron fuera.
Sin importar el desorden se lo llevó a la boca, engullendo la mitad del gigantesco Várrich de un solo bocado, apenas y podía masticarlo, pero luchó incansablemente, incluso cuando el aderezo resbalara por fuera de su boca. Tragó con dificultad, y volvió a atacar, estaba verdaderamente hambrienta.
Terminó los Várriches y no conforme, preparó un tercero repitiendo el proceso entero mientras engullía una banana del frutero y un cubito de arroz inflado que se le atravesó en el camino.
Miró el Várrich fijamente, ansiosa y un tanto desesperada, pasó la mano por la frente peinando el flequillo hacia atrás. Se sentía extraña, tras despertar parecía que todo estaba normal, pero pasados los días había comenzado a sentirse muy ansiosa e inquieta; recargó las manos sobre la barra y observó el desorden, sabía que algo no estaba bien con ella, pero no entendía con exactitud qué; eran más de la tres de la madrugada y se sentía como lista para hacer un triatlón, rebosante de energía, de mente despierta, tal vez simplemente eran sus incontenibles ganas de atrapar al asesino. Repentinamente la invadió la monstruosa voracidad y sin poderse contener se lanzó sobre el indefenso Várrich, que devoró casi por completo de tres mordiscos.
Como una punzada, aquel olor dulzón llegó hasta su nariz, sacándola abruptamente de su ensimismamiento; Korra olfateo buscando el origen a su alrededor.
– ¿Korra eres tú? –preguntó Asami desde las escaleras que daban al pasillo antes de la cocina.
Asami se había despertado al escuchar los ruidos en la planta baja, intuía que era Korra; siempre que la morena no podía dormir bajaba a la cocina por un poco de aquella espesa leche sureña, extraída de los Yak Nevados; que tanto trabajo costaba conseguir en la ciudad.
Korra sorprendida olisqueo más, lo había olfateado anteriormente estando cerca de ella, pero no era posible que pudiera olerla a tanta distancia, ¿o sí?
– ¡Sí, soy yo! –respondió un tanto atónita.
Asami recién cruzaba el umbral de la puerta envuelta en una de sus batas de seda.
– ¿Acabas de llegar? –Preguntó – ¡Wow!... ¿Qué sucedió? –indagó observando el desastre.
Korra seguía olisqueando, sin dudarlo aquel dulce aroma provenía de la joven de ojos verdes.
– ¿Korra? –llamó al no obtener respuesta.
Korra la miró y saliendo de sus pensamientos, atendió a la heredera.
–Llegue hace un rato, estaba hambrienta… creo que me excedí –dijo sonriendo mostrando los dientes.
–Eres una glotona –devolvió la sonrisa.
Korra miraba la comida fijamente, aún quería comérselo todo, apenas y escuchaba a la heredera que le estaba platicando "algo" mientras guardaba algunas de las cosas en la alacena.
– ¿Korra? – preguntó Asami mirándola extrañada desde la alacena.
– Lo siento, no te escuche… estoy distraída –se disculpó.
–Debes estar cansada –le dijo Asami acercándose a ella.
Korra aspiró largamente, llenándose de aquel agradable olor.
Asami le retiró el flequillo de la frente y con un paño de papel limpió la boca de Korra que estaba manchada de aderezo.
La morena sintió el corazón palpitar con fuerza, mientras absorbía el dulzor que le invadía los sentidos. Se le quedó mirando con los ojos profundamente abiertos.
– ¿Todo está bien? –preguntó Asami, la morena estaba actuando muy extraño.
Korra abrió los ojos aún más y la heredera pudo apreciar en los círculos azules sus enormemente dilatadas pupilas.
Fue entonces que sin previo aviso se abalanzó sobre sus labios, besándola con voracidad. Korra la aprisionó vigorosamente por la cintura con uno de los brazos, mientras con el otro presionaba fuerte y apasionadamente los glúteos de Asami.
Asami gimió por el arrebato sintiendo las fuertes caricias de la morena, que la levantó con facilidad sentándola en la barra.
El Avatar siguió por su cuello, mordisqueando el camino con algo de rudeza, subió las manos y de un tirón quitó la bata, mostrando un muy liviano camisón de seda rosa con encajes negros en el escote. Metió las manos por debajo del corto camisón levantándolo para quitarlo.
–Vamos a la cama… –pidió la sorprendida heredera, entre el violento arrebato.
No obtuvo respuesta mientras Korra le quitaba la fina prenda con urgencia.
–Alguien podría vernos… –le dijo angustiada, mirando las numerosas puertas que colindaban con la cocina.
Korra ni respondió, se alejó lo suficiente para sacarse la camiseta sin mangas, las botas y el pantalón quedando en la ropa interior. Entonces volvió a la carga, abalanzándose sobre los pechos de Asami, que se pusieron rígidos al sentir los labios de Korra succionando los pezones. Al tiempo la enérgica morena se quitó el sostén y bajó sus bragas, desnudándose por completo.
Sin invitación, Korra metió las manos por dentro de las bragas de Asami y comenzó a bajarlas hasta sacarlas. La empujó con algo de rudeza haciéndola recostarse, mientras le besaba el abdomen bajando con prisa hasta su sexo, el cual engulló con voracidad, succionando la humedad de la joven de piel blanca, que comenzaba a gimotear conforme Korra lamia cada centímetro de su intimidad.
Asami sintió un caliente ardor muy específico en su centro, el apetito de Korra era insaciable, había tomado toda la tibia humedad y seguía absorbiendo, el sexo de Asami estaba enrojecido por la seca fricción.
Korra deseaba llenar ese apetito que no se podía quitar de encima, dejó de lamer por un segundo y puso su brillante mirada sobre el frasco de leche, ávida sonrió para sí. Asami levantó la espalda parcialmente, recargándose sobre sus codos, completamente sonrojada la miró, entendiendo la intención de Korra.
–No creo que sea… –intentó detenerla – ¡Ahh ahh ahh! –Gimoteó entre suspiros la heredera, al sentir el chorro helado de leche mojando su vientre – ¡Korra! – se quejó sollozando, un segundo antes de sentir la lengua de la morena devorándola nuevamente, Asami avergonzada y abatida, dejó caer la espalda sobre la barra, sintiendo las húmedas caricias.
Korra comenzaba a apaciguar el apetito, mientras chupaba la densidad de la leche que escurría por el sexo de la heredera hasta los glúteos, bebía sedienta absorbiendo hasta la última gota.
Asami se sentía completamente excitada, aquel inesperado arrebato con el que la morena le hacía el amor, le producía un placer indescriptible.
Medianamente satisfecha, Korra escaló la barra posicionándose entre las piernas de Asami, que enredó las extremidades en el cuerpo de la morena, aferrándose con fuerza. El tosco movimiento hizo caer numerosos frascos y vegetales por la borda, estrellándose contra el suelo en ruidos estridentes que se esparcieron por los pasillos de la mansión.
No les importó, Korra metió su mano entre los sexos de ambas y comenzó a moverse con fuerza, friccionando la pelvis contra la heredera.
La respiración de ambas era entrecortada, Asami bajó las manos hasta los glúteos de Korra, hundiendo las uñas en la firme dureza de las redondas nalgas, atrayendo hacia sí las fuertes embestidas de la morena.
El cremoso aderezo se había derramado cerca de ellas, embarrando la mano libre que sostenía el peso del cuerpo de la morena en la barra.
Korra deseando más del dulce sabor de Asami, comenzó a lamerle el cuello hasta el oído aprisionando entre sus dientes el tierno lóbulo.
– ¡Aau! –se quejó entre gemidos, sintiendo el mordisco de Korra.
–Sshhh –le silenció Korra en un tierno susurro, metiendo dos dedos de la mano libre en la boca de Asami.
La heredera comenzó a succionar la crema en la mano de la morena, introduciendo su lengua entre las tijeras que formaban ambos dedos, lamió con insistencia la coyuntura.
Korra sintió languidecer cuando la resbalosa lengua, lamiendo afanosamente la blanquecina crema se introdujo entre sus dedos, aquella delicada sensación conectaba en directo con su entrepierna.
Estaban cerca del climax, Asami gemía entrecortadamente mientras succionaba el denso líquido con desesperación; Korra le acompañó en la orquesta, sus calientes quejidos se sentían en el humedecido y magullado cuello de la heredera.
Asami dejó de lamer dejándose llevar por el orgasmo que invadía su centro, contuvo la respiración, permitiendo que el placer recorriera cada centímetro de su cuerpo. Fue entonces que Korra, febril, buscó los enrojecidos labios, besándola con aquella voracidad que la consumía.
Korra estaba a punto, Asami pudo verlo en sus ojos; aún besándose, la heredera buscó la lengua de la morena y comenzó a succionarla insistentemente; fue el punto de quiebre para la excitada joven de ojos azules, que sin poderse contener más, gimió deliciosamente en el prologando beso, separándose por fin para exhalar una cuantiosa cantidad de aire.
Complacida, se dejó caer sobre el cuerpo de la aplastada heredera, ambas jadeaban entrecortadamente, buscando adecuar su respiración a un ritmo normal.
Korra se sentía ligeramente más relajada, y podría haberse quedado dormida ahí mismo.
–Korra… –llamó con solemnidad la joven de ojos verdes –…creo que tengo una zanahoria en el trasero…
–Hahahahahaha –se carcajeó sueltamente la morena, dándole un tierno y fugaz beso en los labios.
Korra moviéndose con cuidado, se quitó de encima de la joven, sentándose a un lado de ella entre las verduras.
¡Crashhh! –se escuchó el gran y salpicado estruendo; sin querer, su trasero ladeó el frasco de la leche, que rodó por la barra y cayó reventándose contra el suelo.
– ¡Ups! –soltó mostrando los dientes en una amplia sonrisa.
Asami se levantó, la espalda llena de leche le escurría hasta los glúteos, sintiéndose repentinamente pudorosa buscó su bata; la empapada seda escurría el blanco líquido por el filo de la barra. La heredera sacó la lengua al ver su bata completamente mojada por la leche.
Korra encontró el resto de su tercer Várrich cerca de sus muslos, sin miramientos lo tomó llevándoselo a la boca.
– ¡Tragona! –dijo Asami, acercándose para robar el ultimo pedazo de Várrich de las manos de Korra, que engulló con agrado.
–Como si te hubiera molestado… –se burló levantando las cejas, mirando celosamente el aún escurrido vientre de la heredera.
–Necesito una ducha… –dijo sonrojándose por completo bajo la pervertida mirada de Korra, abrazando sus piernas, cubriendo su impúdica desnudez, en medio de la cocina de la casa de su padre.
–Hahaha –se rió la morena, observando divertida a la avergonzada joven.
Sin más, bajó de la barra, tomó el pantalón del suelo y se lo puso, luego acomodo el sostén cerrando los broches, por ultimo tomó el grueso abrigo y se acercó a Asami. La joven soltó sus piernas y levantó los brazos, Korra metió el abrigo, acomodándoselo con cuidado.
–Vamos a darte un baño –le dijo entonces, recogiendo el resto de las prendas intimas.
Asami sintiéndose protegida por el calor del abrigo sonrió y bajó de la barra.
– ¡ESPIRITUS! –gritó Asami al tocar el suelo, un pedazo de cristal del frasco de leche se le había incrustado en la planta del pie, ¡¿en que estaba pensando?!
Inmediatamente Korra se acercó, levantándola para sentarla en la barra nuevamente.
–Déjame ver –pidió Korra levantando la nívea pierna – ¡Uy! se enterró bastante –dijo mirando el sanguinolento pie –Voy a sacarlo.
Asami se mordió el labio inferior aguantando el doloroso ardor mientras Korra sacaba el cristal.
– ¡Listo! Ya está –afirmó besando dulcemente el empeine del sanguinolento pie de Asami, mientras tomaba un paño haciendo un torniquete que presionaba la cortada.
– ¿Tú no te pinchaste? –preguntó la preocupada heredera.
–Hahaha –se rió –después de practicar Tierra Control, las plantas de los pies se vuelven como rocas –explicó levantando una pierna para enseñarle la dura callosidad.
Korra le dio las prendas íntimas a Asami y sin más, la tomó entre sus brazos, levantándola de la barra.
– ¿Estás segura…? –Preguntó cautelosa –puedo llegar a la habitación… Korra recién había recuperado la fuerza en las piernas, cualquier movimiento en falso podría afectarle nuevamente, pensó la joven de ojos verdes.
–Shhhh –le silenció la morena, aferrando el blanquecino cuerpo.
Asami se abrazó del cuello de Korra, dejándose llevar por la fornida morena, esperando que la terquedad del Avatar no jugara en su contra.
– ¿Asami? –llamó el Avatar.
– ¿Qué pasa? –Preguntó con el corazón ligeramente acelerado, abrazada fuertemente de Korra.
–Creo que tengo hambre… –soltó Korra mientras salían de la cocina rumbo al dormitorio.
. . .
La mansión Sato estaba en pleno movimiento por la mañana, mientras que todo el personal se dedicaba a sus interminables quehaceres domésticos, en la cocina se preparaba la deliciosa comida para el banquete de negocios que se celebraría a la noche.
La Señora Chang, ama de llaves y trabajadora de confianza desde hacía más de quince años, se sentía complacida, en los últimos días la Señorita Sato y el Avatar desayunaban, comían y cenaban en casa, como en los tiempos, donde la señora de la casa, Yasuko Sato, coordinaba el menú del día para recibir a Hiroshi y Asami después del trabajo y la escuela.
–Que sea lonja de atún… –ordenó la heredera –todo tiene que ser perfecto, no repare en gastos y asegúrese de que la mansión quede impecable.
–Todos están en ello Señorita –dijo asintiendo con seguridad la mujer de cabello cano, escuchado atenta las indicaciones de Asami para la reunión de negocios de esa noche.
–El Avatar tomará el desayuno más tarde, posiblemente al medio día –le dijo, terminando su taza de té.
Korra estaba levantándose más tarde que de costumbre, y con mucha razón, los rondines nocturnos la estaban haciendo nocturna, se la pasaba la mitad de la mañana en la cama, despertando hasta el medio día, completamente hambrienta.
–Estaré en la oficina, que no se me moleste a menos que sea estrictamente necesario –ultimó Asami, sintiéndose segura en las manos de la Señora Chang, que hacía su trabajo a la perfección, coordinando a todos los empleados de la mansión.
–Así se hará –dijo la Señora Chang haciendo una reverencia, hasta que Asami saliera de la cocina.
Asami entró en la espaciosa oficina de Hiroshi Sato, que ahora prácticamente era de ella, y comenzó a revisar sus papeles; si bien Emi Lee la tenía al corriente de los asuntos urgentes en Industrias Futuro, tantos días sin aparecer por la fábrica estaban dejando demasiado desorden administrativo. Ya había pasado las dos semanas que Korra estuvo dormida sin pisar Industrias Futuro, y ahora estaría tres semanas más fuera. Necesitaba un milagro para que todo ese asunto no fuera a perjudicar irreparablemente la economía de su empresa.
No quiso desanimarse, hoy era un importante día, y con un poco de suerte cerraría un buen trato con el Señor Ming Ho, que después de ver la demostración del Escarabajo el día de la carrera, había quedado impresionado por sus características técnicas y sobre todo por su velocidad. Al parecer, y afortunadamente, no había hecho caso de las habladurías al respecto del Escarabajo y el incidente de la explosión.
Ahora solamente pedía a los espíritus que la extrañeza de cerrar el trato en casa no fuera impedimento para que el Señor Ho encargara seiscientas metálicas y redondeadas unidades de Escarabajos.
Se puso las gafas y se dispuso a revisar una vez más cada palabra en el contrato de compraventa que Emi Lee había redactado y enviado con el chofer, no quería ningún error.
. .
Bostezó y miró el reloj, las desveladas con Korra estaban cobrándole impuestos cada vez más altos, se sentía un poco atontada.
Terminó la revisión del contrato, era más del medio día y aún restaban asuntos por resolver antes de la llegada de los empresarios. Tomó uno de los libros de mayor y comenzó a ojearlo, ahí sí que necesitaba poner cuidado, la fabrica tenía dos semanas en números rojos y si la situación no mejoraba para el cierre de mes, tendría que comenzar con los despidos… cosa que le parecía por demás aterradora.
Había acumulado un par de deudas con sus principales proveedores y era urgente llegar a algún acuerdo, principalmente con la Metalúrgica de Gong, pues si el negocio cuajaba con el Señor Ho, necesitaría más de un embarque del costoso y puro metal utilizado para la carrocería.
Asami suspiró, definitivamente no quería hacer la vergonzosa llamada, pero una empresaria tiene que hacer, lo que una empresaria tiene que hacer.
Tomó el teléfono y marcó.
–Si, hola buenas tardes… con el señor Gong… Asami Sato de Industrias Futuro… –esperó la redirección del conmutador sintiéndose algo nerviosa.
– ¿Señorita Sato? Que placer escucharla, pensé que no llamaría jamás… –se escuchó por la bocina del teléfono en un tono sutilmente sarcástico.
–Le pido una disculpa Señor Gong, eh tenido una agenda muy ocupada desde principio de mes y no se me había presentado ocasión.
–Bueno dejemos el pasado atrás, mejor dígame, ¿Qué tal se encuentra de salud? –.
–Muy bien gracias… –.
–Leí en los diarios que tuvo un accidente en la pista de pruebas –comentó interesado.
–Si así fue… –dijo seca –afortunadamente resulté ilesa… –contó maldiciendo internamente al estúpido editor en jefe del Yuan Xun, que se había encargado de regar la "desinformación" del incidente por todas las naciones; además de publicar aquellas aberrantes fotografías. Como un balde de agua fría le cayó encima la verdad, el Señor Gong había leído el diario y por ende visto las fotografías. Sintió un vacío en el estómago creciendo, ahora hasta sus proveedores conocían sus encantos.
–Que fortuna, me alegro mucho –.
– ¿Que tal la familia? –preguntó Asami, cambiando el tema.
–Todos muy bien, mis tres pequeños se hacen fuertes… cof cof –se detuvo aclarándose la garganta –…aún no se me olvida la promesa de su padre al respecto de la cita con Yang.
Asami torció los ojos en silencio, el señor Gong era una buena persona, pero sus hijos… no había peores "niños ricos" en Ciudad República que esos tres…
–Ha ha ha –rió hipócritamente –estaré encantada de comunicarme con él cuando tenga un espacio en mi agenda –torció los ojos de nuevo.
–Sería maravilloso, Yang necesita sentar cabeza –dijo el anciano hombre perdiéndose en sus cavilaciones.
–El motivo de mi llamada era para solicitar una extensión de crédito… –Soltó a quema ropa, augurando la batalla. El señor Gong era un viejo amable, pero cuando se trataba de dinero, era peor que un lobo murciélago defendiendo su nido.
El silencio se hizo del otro lado de la bocina.
–¡Cof cof! –Tosió fuertemente en la bocina –Esclarezcamos algunas cosas preciosa… –comenzó, aclarándose la garganta –No voy a darle una extensión de crédito a menos que liquide el adeudo anterior...
Sin previo aviso la puerta de la oficina se abrió dejando ver al Avatar que avanzó con seguridad, cerrando con seguro la puerta tras de sí.
Asami de pie a un lado del escritorio y recargando el trasero contra la fina caoba, sonrió y la saludó en silencio, pidiéndole unos minutos con la mano.
Korra avanzó y se sentó en una de las sillas cercanas al escritorio, quedando de frente a la empresaria.
–Entiendo eso Señor Gong, pero no podre liquidar el saldo anterior si no resurto la materia prima… –explicó al teléfono –si, entiendo eso…
Korra podía olerla, aquel dulce aroma que despedía la empresaria era delicioso; observó a Asami fijamente, hoy lucía particularmente bien arreglada, llevaba una blusa holgada color marfil fajada por dentro de una falda de medio paso verde botella, el maquillaje finamente cuidado y el cabello suelto perfectamente peinado.
–Deme opciones… quiero pagarle, pero no podré hacerlo con mi fabrica detenida.
Entonces Korra volvió a sentirlo dentro de sí, esparciéndose desde su estómago hasta la punta de los dedos en sus extremidades, y sobre todo entre sus piernas.
–Solamente le pido una prorroga de quince días para pagar el adeudo anterior… no, no es posible… de verdad que no… –dijo Asami torciendo los ojos.
El calor se le subió en el cuerpo entero a pesar de que se acababa de duchar, miró a Asami directo al rostro, que envuelta en su conversación ni lo notó; bajó la mirada por el largo cuello, encuadrado por el brillante cabello azabache, cuyos últimos risos llegaban hasta el pronunciado y holgado escote. Se quedó observando la perlada blusilla, pegada sutilmente a los voluptuosos pechos, que se levantaban al ritmo de la respiración de la ocupada empresaria.
– ¿Un interés del treinta y cinco por ciento? Señor Gong es una locura…
Siguió bajando la mirada, hasta el talle de la ajustada falda, aquella diminuta cintura, que era tan solo el comienzo de las redondas y suaves caderas.
–Podemos acordar una penalización… sí, sí intereses moratorios… llámelos como quiera –suspiró –pero es un exceso lo que sugiere…
Casi podía observarlo, aquel hermoso y plano vientre, hasta la caída triunfal del tierno y aterciopelado sexo.
–Puedo ofrecerle un diez por ciento –dijo tajante la heredera.
Korra de respiración agitada observaba en silencio, en algún punto había dejado de escuchar las palabras de Asami al teléfono. Tal vez en el momento que comenzó estudiando a conciencia las largas y torneadas piernas, apretujadas por aquella falda pegada al cuerpo justo por arriba de las rodillas; ó al llegar hasta los tobillos levemente angulares y delgados, marcados por el rigor de llevar zapatillas de tacón.
–Ah –soltó Asami sorprendida al sentir a Korra pegándosele al cuerpo.
Por fin la observó de frente, reconociendo la brillante mirada plagada de deseo de la excitada morena, que inmediatamente se lanzó sobre el escote.
Asami apenas y tuvo tiempo de reaccionar, intentando poner distancia entre ambas, reclinó a medias el cuerpo hacia el escritorio. Poco le importó a Korra, que puso sus manos en acción y acarició de forma impaciente las caderas y nalgas de la empresaria.
– ¡Ahora no…! –le dijo sorprendida, tapando la bocina brevemente.
Korra guardó sepulcral silencio, afanada en la tarea de recorrer el cuerpo de Asami una y otra vez, calando con fuerza los suavemente esculpidos volúmenes.
Tengo una importante llamada… –tapó la bocina y le dijo al Avatar, que se aferraba de su pecho izquierdo y la aprisionaba fuertemente por la cintura.
Korra ya no la escuchaba y bajando ambas curiosas manos buscó el final de la falda, metiéndolas por debajo, subiéndola con algo de dificultada hasta la cintura.
–Veintitrés por ciento sigue siendo un interés altísimo por quince días de plazo… –dijo la empresaria al teléfono, intentando guardar compostura en su llamada, en lo que buscaba la forma de controlar la situación.
Korra le lamió el vientre justo en el comienzo de la prenda íntima, unas diminutas bragas verdes satinadas.
Asami se estremeció en su totalidad al sentir la húmeda caricia, dejándose caer sobre el escritorio por completo, a lo que Korra aprovechó para posicionarse entre sus piernas.
– ¡No es posible…! –dijo fuerte y claro, en una respuesta doble, mirando a Korra y contestando a Gong.
La heredera maldijo mentalmente, ¿Por qué siempre se ponía de modo? Ese maldito poder que Korra tenía sobre su cuerpo comenzaba a molestarle ¡Estúpida y sensual Korra! Maldijo nuevamente.
Sin más preámbulo Korra deslizó las bragas por las piernas, teniendo dificultad para sacarlas gracias a los tacones, donde finalmente tiró con fuerza latigándose con el elástico de la prenda. La dejó caer sin ponerle atención, abalanzándose sobre el ahora expuesto platillo que le llenaba los sentidos.
Asami golpeo la nuca ligeramente contra la caoba cuando sintió la lengua de Korra acariciando el centro de su sexo, tendría que concentrarse, dejarla hacer lo que quisiera mientras terminaba con su llamada, no sería tan difícil… si podía fingir tener un orgasmo, por que debería de ser más difícil fingir no tener uno.
–Aclaremos una cosa, estoy dispuesta a discutir una penalización ¡Pero no voy a pagarle ochenta y siete mil yuanes de intereses!
Inmediatamente se mordió el labio inferior con fuerza sintiendo el miembro deslizarse dentro de ella. Aferró la bocina, intentando concentrarse en las frugales palabras del Señor Gong, que insistía con sus absurdos intereses.
La excitación se le subió rápido al rostro coloreando sus mejillas.
–Ayúdeme… –pidió de una manera deliciosa.
Asami se dio cuenta con rapidez de su engreído error, claro que podría sostener en silencio un orgasmo, pero la agitada respiración y el casi ronroneo de sus palabras suaves no podría evitarlo jamás.
–Lo consideraré un favor… personal… –pidió, cada vez más entregada a la pasión.
Korra lamia la humedad, deleitándose con cada lengüetazo, entonces sintiéndose más necesitada, aprisionó el pequeño enrojecido botón entre sus labios, y comenzó a succionar.
–Mm… –Apenas y alcanzó a taparse la boca con la mano libre.
Sintiendo necesidad de detener aquello antes de pasar la vergüenza más grande de su vida cerró las piernas, aprisionando la cabeza de Korra. Levantó el torso ligeramente y la observó directamente a los ojos.
Sus miradas se cruzaron, Korra de pupilas completamente dilatadas la observaba en silencio, Asami pudo percibir aquel dejo malicioso y sutilmente amenazante que tenía días arrebatándole la cordura al Avatar. Hizo su mejor esfuerzo por mantenerle aquella mirada penetrante, pero terminó por quebrarse conforme los ojos de Korra la miraban con más deseo.
–Comprendo la situación Señor Gong –dijo aún mirando a Korra –y espero que podamos llegar a un acuerdo –dijo sedosa.
Asami se dejó caer contra el escritorio y abrió las piernas nuevamente, maldiciendo para sus adentros.
Inmediatamente Korra regreso a su labor, engullendo la restante humedad en el sexo de la heredera, que solamente tenía un camino y era aferrarse a esa bocina lo mejor que pudiera.
–Si, eso podría funcionar… – dijo agitada por el micrófono, mientras sentía las caricias de Korra.
La excitación le estaba subiendo al tope, era cuestión de tiempo para que terminara… el problema era Korra ¿se detendría ahí?
–Me parece que podemos tener un acuerdo, estoy dispuesta a… –hizo una pausa controlando su respiración –…a pagarle un interés del quince… –soltó el aliento y tomo una bocanada grande –dígame por favor que tenemos un acuerdo… –dijo con voz desesperada.
Korra metida en lo suyo lamia cada vez más fuerte y pronunciadamente.
–Me parece perfecto… mandare a mi chofer a recoger los papeles hoy mismo… –Asami estaba a punto de terminar, tal vez, si podía deshacerse de la llamada pronto, no habría ningún problema –Me parece perfecto, le agradezco mucho sus atenciones Señor Gong… si… –estaba llegando, ya podía sentir en su vientre el abrasador calor –seguimos en contacto…
¡Plak! –se escuchó el golpe que Korra diera al teléfono cortando la comunicación.
– ¡AAAAHHHHH! ¡Aaahh¡ –Gimió la excitada empresaria, sin importarle en lo absoluto el cese de comunicación con el señor Gong, dejando que la tensión contenida recorriera su cuerpo en forma de placer.
Terminó por fin, de respiración muy agitada y llevándose las manos al rostro. Una vez pudo controlar su respiración, levantó el torso para observar a Korra que seguía en silencio.
La morena absorta, observaba la expuesta y húmeda vagina de Asami, su lengua recorría sus propios labios relamiendo el caliente líquido que se esparcía por su boca y barbilla.
– ¿No podías esperar quince minutos? –dijo a manera de reclamo Asami.
Korra sonrió en silencio y negó con la cabeza.
Tock tock –sonó la puerta, ambas la miraron fijamente.
Asami se levantó y con fuerza empujó a Korra que seguía entre sus piernas, la morena retrocedió un paso.
– ¡¿Si diga?! –contestó bajándose la falda, cubriendo su desnudes.
–Señorita Sato, sus invitados esperan en la sala de estar –dijo el mayordomo con voz seca.
– ¡Maldición! –Dijo acomodándose la blusa por dentro de la falda – ¡Enseguida bajo!... –contestó al mayordomo peinando su cabello, que se había desacomodado por el calor subido.
Korra completamente en silencio sólo la miraba moverse de un lado para otro buscando papeles y acomodándose la ropa en intervalos.
– ¡Espero no me hayan escuchado! –Expresó angustiada – ¿Crees que me escucharon? –preguntó mirando a Korra por un segundo, mientras sacaba su estuche de maquillajes de su bolso.
–Hahaha –se rió Korra sonoramente, observando el apuro de Asami, posiblemente si la habían escuchado, la sala de estar estaba relativamente cerca de la oficina de Hiroshi, pero nada se podía hacer ya.
– ¡Mucha risita! –dijo ligeramente indignada, mirándose en el espejo de su polvo corrector, tomando el labial y retocando sus labios.
Korra aún en silencio no dejaba de sonreír, mientras la heredera juntaba los labios para unificar la pintura labial.
– ¿Que es tan gracioso? –Preguntó Asami sonriendo angustiada, falsamente exasperada, guardando con rapidez los maquillajes en su bolso.
Korra de sonrisa amplia negó con la cabeza sin decir palabra, observándola fijamente.
– ¡Eres imposible! –dijo Asami, acercándose a Korra para besarla.
Korra recibió el fugaz beso de despedida de buena gana y sin dejar de sonreír.
– ¿Como me veo? –Preguntó posando para Korra con una mano recargada en la cintura.
Korra no pudo sonreír más de lo que ya lo hacía, Asami simplemente era la mujer más hermosa del mundo, solamente atinó morder su labio inferior apreciando la sensualidad de su novia, mirándola con ojos de deseo.
Asami notó la intensidad de la apasionada mirada de Korra, que terminó por colorear sus mejillas en un tono rojizo, sonrió sintiéndose complacida tan solo con la penetrante y ávida mirada.
–Todo saldrá bien… no escucharon nada… es una mansión gigante… –se repetía Asami de camino a la puerta, quitó los seguros y la abrió –Te veo en la cena –dijo antes de salir.
Korra de sonrisa amplia miró a Asami salir y cerrar la puerta.
–Hahahahahaha –rió sonoramente por fin, llevándose las manos al estómago – ¿En donde tendrás la cabeza Sato? –se preguntó Korra burlona.
La morena se agachó justo por detrás del escritorio, encontrando la prenda intima satinada, entonces aspiró el delicioso olor de las diminutas bragas verdes, serían su tesoro por el resto del día; solamente esperaba que Asami no fuera a necesitarlas en su reunión de negocios.
. . .
La habitación, pequeña y encerrada, lucía tapizada de fotografías pegadas por las cuatro paredes, algunas colgadas en los hilos que atravesaban la habitación de lado a lado; sólo eran iluminadas por la rojiza luz que brillaba en la bombilla en lo alto de una de las paredes. Se podía escuchar la agitada respiración, seguida del húmedo y viscoso sonido que acompasaba las fuertes exhalaciones. Eran más de las diez de la noche, aquel calor contenido en el cuerpo le quemaba por dentro mojando su piel de sudor, la perlada frente y la rapada cabeza le brillaban reflejando la luz carmesí. Sentado en una rebuscada silla, Yon Fei sosteniendo su erecto miembro, se masturbaba con ritmo apresurado, estaba a punto de terminar. Una gota de sudor bajó por su sien hasta el lagrimal del ojo, que a pesar del ardor mantuvo abierto, con la mirada fija puesta en la fotografía que sostenía con la otra mano. La imagen en tonos sepia era la impresión original de Asami Sato postrada en la camilla de los paramédicos, inconsciente y hermosa a medio desnudar. El vicepresidente sintió la ardorosa tensión en los testículos que anunciaba la pronta conclusión. Acercó la punta del miembro a la fotografía y sin poderse controlar más, dejó salir aquel caliente y blancuzco espesor sobre la imagen, sosteniendo la respiración mientras la excitación recorría todo su cuerpo.
Por fin se soltó y dejó caer la cabeza en el respaldo de la silla, observó detenidamente la fotografía, el espeso líquido bajaba lentamente por los robustos senos de la desfallecida heredera. Suspiró, aquella escurrida imagen le parecía hermosa, un día muy cercano, sería más que sólo una fotografía.
Se levantó de la silla y se aproximó a las fotografías que se secaban tendidas en los hilos. Observó con los ojos brillantes la serie completa de Asami Sato en la camilla el día del explosivo atentado; incluso algunas que no habían sido publicadas por considerarse demasiado escandalosas. Suspiró de nuevo, observando la voluptuosidad del níveo cuerpo, aquel rollo fotográfico había valido cada centavo de los miles de Yuanes que pagó por él.
Tomó una de las fotografías y se dirigió hacía la pared principal, las imágenes que armaban el tapis de esa área eran un variopinto conjunto de cotidianos momentos de la vida de la heredera de Industrias Futuro, algunas en eventos cívicos, otras en fiestas y galas, originales de sus últimos besos con el Avatar, además de varios recortes de periódico que terminaban de armar el cuadro hacia las orillas; pero las más extrañas se encontraban al centro: la tierna y joven imagen de Asami a sus cinco años, que el vicepresidente había obtenido tiempo atrás de uno de los portarretratos de la mansión Sato. Seguida de una fotografía del anuario escolar del instituto, que mostraba a la heredera en sus dulces dieciséis. La más extraña e impensable, era aquella fotografía tomada a discreción el fatídico día de la muerte de Yasuko Sato, cuando aquellos ladrones entraran en la mansión. La imagen, en una ampliación, mostraba a una muy pequeña Asami, llorosa y asustada, en la explanada de la mansión después del siniestro.
Difícilmente Yon hubiera logrado obtener esa fotografía del archivo de evidencia de la jefatura; afortunadamente mucha gente importante debía favores al buen nombre de la familia Fei, de no ser por todos esos favores que la gente le debía, tal vez el químico encargado de investigar los calcinados restos del atentado contra el Escarabajo de Industrias Futuro, hubiera determinado que los explosivos estaban hechos a base del aditivo que se agregaba al combustible de las embarcaciones mercantiles más modernas, casualmente fabricadas en la compañía de su padre. Hubiera sido desastroso, afortunadamente y gracias a esos "favores" la investigación se declaró imposibilitada, alegando el estado calcinado de los restos.
La versión oficial, era que alguno de los empresarios competidores había buscado obtener una ventaja radical, desasiéndose del aparente rival más fuerte.
Lo único que hasta la hora solamente Yon y su cómplice sabían, era que los explosivos habían explotado tardíamente por una falla; según el plan original, el Escarabajo no debió dejar el hangar de Industrias Futuro jamás, estaba programado para estallar pasada la media noche, llevándose consigo la mitad de la fabrica y todo lo relacionado con el Escarabajo.
Un fallo que nunca se perdonaría, Asami Sato pudo perder la vida aquella mañana, cuando verdaderamente el único objetivo era dejarla en la ruina.
Todo el cuento era parte del plan que había armado cuidadosamente, tenía meses fastidiando a Industrias Futuro, poniendo una invisible cerca económica en las finanzas de la fábrica de Sato. Bajo la influencia del vicepresidente numerosas compañías y proveedores habían dejado de hacer tratos con Industrias Futuro. Todo en razón de llevar a la quiebra a la compañía de Hiroshi Sato; y estaba funcionando de maravilla, según sus informes, Asami estaba al borde de la quiebra y si todo salía bien, el inicio de semana comenzaría con un despido masivo.
Sabía lo mucho que Asami amaba Industrias Futuro, y estaba convencido de que la heredera haría cualquier cosa para salvar la empresa de su padre, incluso, aceptar ser su esposa, presionando lo suficiente, la heredera haría lo que él quisiera.
Así que por ahora, sólo era cuestión de tiempo y de hacer unas llamadas más.
Por fin colocó su trofeo en la pared: la fotografía de Asami, que gracias al traspaso a la camilla y el movimiento, mostraba ligeramente uno de los estilizados pezones.
Observó el conjunto y sonrió aviesamente ¡Como le encantaba esa mujer! Muy pronto seria suya, para hacer con ella lo que quisiera. Echando una última mirada se dio la vuelta y se dirigió al teléfono, miró el pequeño directorio y buscó el nombre, para luego tomar la bocina y marcar.
– ¡Señor Gong! Que gusto saludarlo… –dijo sonriendo ampliamente.
Maldito desgraciado! Y porky para acabarla de…! Jajaja Espero disfrutaran y no les diera asquito mi descripción de la escena anterior! XD
Comentarios!
Ruha
A mí también me parecen lógicos los celos de Asami, si mi novia se la pasara hablando dormida de otra mujer, sería catastrófico para mi corazón de perro!
Espero poder ir resolviendo tus intrigas, o confirmando tus sospechas mínimo, se que aun hay muchas cosas que no están claras y estoy intentando en los capítulos siguientes atar cada vez mas cabos en vez de abrir más jajaja pero es medio tedioso, y con eso de que no tengo mucho tiempo últimamente, llegar a escribir escenas más tediosas o explicativas es la muerte! Pero hago mi mejor esfuerzo!
Pronto vendrá la caída del mal nacido, ya estoy acomodando algunas escenas al respecto, igual todavía faltan un bonche de capítulos para llegar ahí! No desesperéis!
Te mando saludos y espero seguir leyéndote, una disculpa personalizada por la espera y la tardanza! :D
masspao
Jajaja me gusta poner los pelos en punta! Me hace sentir como un buen gel! XD
Volví a tardar milenios en actualizar, pero esto será un gustito de experiencia prolongada! Te aseguro que seguiré escribiendo y voy a terminar esta historia (Por mi honor canino)! Eso sí, auguro tardanza entre cap y cap!
Definitivamente hay un tema importante con las reencarnaciones que se traen entre manos los protagonista de esta historia, aunque ellos no lo saben muy bien que digamos XD jajaja ya lo irán averiguando, todo a su debido tiempo! Definitivamente se siente en el ambiente que Haru rompió el corazón de Kyoshi… pero aún no se sabe muy bien como. Lo que si te aseguro es que se pondrá mas re buenísimo! Jajajaja
No te termines las uñas que falta más jajaja! Hay fuerzas oscuras dentro de Korra! Necesita un maestro Jedi! Jajajaja Broma geek! Yo la siento en incremento con su inestabilidad, espero no se le pase de más, podría ser peligroso! Yo también creo que Kyoshi ya le hubiera partido la mandarina en gajos a todos! Pero Korra es de lento aprendizaje jajaja discúlpala es sensual! Jajaja
Que gusto me da saber que te gusta tanto! Gracias por las felicitaciones, me ponen de buenas!
Lamento mucho la espera, pero de verdad entre trabajo, obligaciones y novia… me queda poco poco tiempo para escribir…
Espero un día de estos hagas palomitas para leer (yo las hago a veces cuando escribo jojojo - )
Guarda un poco de odio para el chico malo, aun le faltan dagas por hacer! Muajajajaja y créeme será más que electrizante!
Saludos y muchas gracias por comentar, espero seguir leyéndote en caps futuros!
Aile1323
Dios que puedo decirte después de este ultimo Rewie?! De verdad te agradezco mucho tus palabras, me inspiras profundamente, hablo en serio! Cada vez que digo: Oh no, no puedo escribir, hoy estoy meriendo de cansancio! Releo tus amables comentarios! Gracias por sentir esta historia FANTABULOSA! Me alagas mucho demasiado muy! Jajaja No se si mente es fasinante, si acaso, la describiría como inquieta jajaja pero te agradezco mucho el que me digas todo esto, nunca puedo saber si lo que escribo solo es emocionante para mí! Y claro que quiero acelerar corazones! No al punto de estallar, porque hay que miedo! Jajajaja Pero si subir la temperatura al máximo!
Jajaja También pienso que es normal que Korra quiera encerrar a Asami en una cajita, si fuera yo, también me pondría loca jajaja Solo creo que Korra se pondrá ligeramente más loquita… a ver qué pasa… no creo que le guste a Asami…
Una disculpa por no actualizar hasta dentro de semanas y semanas! Juro que quiero… pero no puedo, no tengo nada de tiempo y cuando tengo un poco, me siento a escribir y me quiero ir a dormir enseguida jajaja (me estoy haciendo vieja jajaja)
Tu puedes volverte loca acosadora, no hay problema! Nada mas sin cuchillos y esas cosas jajaja como que me ponen nerviosita XD
Espero poder seguir haciéndote reír, es un trabajo que me tomo muy en serio!
Gracias por los buenos deseos de aumento de paga, espero que lleguen a oídos del universo jejejeje Muchas gracias por comentar y espero seguirte leyendo, me inspiras, literalmente hablando!
Luna RedDragon
:3 de nada! Es un placer para mi, disculpa la tardanza y espero sigas disfrutando de esta historia…aunque me tarde años en actualizar…muchos… je je je saludos!
Aretan
Pues ahora es regalo con dos onzas del día del niño, combinado con tres del de las madres, un poco de hielo y hierbabuena jajaja suena refrescante no? jajaja
(Guiño, codazo, guiño) seguiré escribiendo leperadas (Guiño, guiño) a mí también me encantan je je je - Gracias por seguirme y esperar LEPERADAS nuevas todos los días, digo capitulo, capitulo… si… (Guiño guiño)
Una disculpa por la tardanza de actualización seguro ya no revisas si hay cap nuevo… T-T de verdad lo siento…
Ah compatriota de esclavitud! Debes ser de piernas y espalda fuerte, hecha para recibir latigazos de capataces mal encarados! Jajajaja Bueno, bueno, sabes a los que me refiero jejeje
Pronto se darán cuenta de que viven con el asesino… en el momento en que dejen de COSHAR lo resolverán todo! Jajajaja! Uy esta medio cabron! Jajaja
Saludos desde la perla de occidente!
nekoreader1221
Ah! Claro que no es impedimento, no siente la piernas pero si siente la… Conchas! Conchas calientitas llévelas! (Grito de panadero oportuno)
Jajaja
Uy ya te deje dos siglos esperando este nuevo cap! Soy horrible… una disculpa! Gracias por releer! Que honor! Ya de por si es halagador que alguien tome su tiempo para leerte, y que lo tome para releerte, uff que dicha, de verdad gracias! Ya sabrás mas KUVSSS! Su historia se cocina a la par!
Qué bueno que te gustara el cap, un tanto mas light jajaja
La actualización ya fue este año… ahora el próximo cap… - (Fiu fiu fiu… léase como silbidito) jajaja
Saludos y gracias por comentar, no dejes de hacerlo, me fascina conocer su opinión de cada capítulo y sus comentarios divertidos! Nos seguimos leyendo!
AlexandraArcher
Hola querida Loca! Definitivamente a Korra se le está metiendo el mal! O mejor dicho se le está saliendo; si debería de preocupar, imagínate, toda esa sensual fuerza, fuera de control! - je je je…
Los celos de Asami, ternurita (si lo ves de lejos jajaja) Imagínate una novia así de celosa… uy mejor no me imagino que me da miedo, con la mía tengo para entretenerme lo suficiente jajaja
Disculpa la tardanza, espero estés bien! Saludos y nos seguimos leyendo!
catching RE
Hola! Muchas gracias por leer todo de un tirón, no sé cuánto te habrá tomado pero suena un buen ratillo, que bueno que te encante, te encante, te encante, son tres encante, deben de significar algo jajajaja, bueno por lo menos para mí significan algo, muchas gracias en serio!
Que cool que el villano te de miedo, si un villano no produce aunque sea una mínima sensación de miedito y algo de escalofríos en sus momentos más oscuros, es que ese villano no está haciendo su trabajo bien jajaja
Si, pobre de Korra… tan salvaje… indómita… y sensual… como una indomable bestia, una bestia de curvas perfectas jo jo jo! Lamento informar que habrá más peligros acechantes, es parte del suspenso je je je y me gusta! Sé que tu Pobre y sensible corazón de fangirl podrá soportarlo! Estoy segura jajaja
Disculpa la terrible espera! De verdad sé que es horrible esperar tanto por una capitulo, pero que se le va a hacer! Prometo actualizar lo más rápido que pueda!
Saludos y nos seguimos leyendo, muchas gracias por leer esta historia!
Ana.I.V
Dios! No pienses cosas horribles! Prometo solemnemente que terminare esta historia (no se cuanto me lleve…) Pero la terminare!
Bueno tus dudas se resolverán a lo largo de la trama (o eso espero jajaja) Eh puesto algunas pistas a lo largo de la historia, pero sé que aun no confirmo nada propiamente dicho! Ya vendrán explicaciones menos sutiles conforme se resuelve este misterio antiquísimo!
Al respecto de tus dudas con Korra y Asami, hay mucha discusión en internet al respecto, pero yo pienso, basándome en hechos tangibles de la historia original, que la activa es Korra! Hay muchas escenas que lo demuestran en LOK! Pero igual muchas personas quieren pensar que Asami es la Activa (no sé por qué, (aparte de porque es muy sensual pensarlo así) no dan referencias de ello en la serie) Igual en mi historia, Korra es la activa, aunque eso no quiere decir que Asami no tenga sus arranques, es normal en una relación lésbica que ambas aporten de todo un poco… no se puede ser siempre el activo, ni tampoco siempre el pasivo! Es como una mezcla, que dependiendo de la pareja va de mayor a menor en cada una!
Pues si me tardé! Y me tardé creo más… ja ja ja diablos, soy malvada! Jajaja lo lamento mucho, se lo horrible que es esperar cap! Pero mi situación no me deja mucha alternativa!
Saludos, gracias por leer y comentar! Nos seguimos leyendo! (Espero pronto jajaja)
Ramsil
Claro que leo sus comentarios! Varias veces… por las noches… en la privacidad de mi hogar… con música lánguida y sensual… jajajajajajajaja
Definitivamente los leo! XD
Gracias por disfrutar el capitulo, estaba mas light, pero suficientemente candente y meloso! También, gracias por reírte de mí! Espera… eso no sonó como debería jajajaa! No, ya en serio, de verdad gracias por disfrutar lo que escribo! Con escenas demostrativas y todo! (Son buenasas verdad? Guiño guiño)
Efectivamente dormiré menos... aunque no quiera jajaja y también me tomare mi tiempo, porque aunque quiera escribir, a veces no se puede, porque simplemente no sale! Gracias por esperar, espero sigas esperando! (eso tampoco sonó como debería! Jajaja) Quiero decir espero sigas leyendo esta historia!
Saludos muchos!
Ninna Fox
Hola, Que tal Ninna? Que quieres más?... Pues tendrás más! Te lo aseguro! Pero tenme paciencia, porque me estoy tardando en escribir un poquito más de lo que me gustaría!
Es verdad que digo mucho y hago detectives flojones jajaja, la verdad es que pensaba en no hacerlo muy complicado de llevar, pues si bien se puede encontrar lectores mas despabilados con tu, hay lectores un poco más despistados, muchos me han preguntado algunas cosas que según yo estaban muy claras XD y sé que tengo que escribir capítulos todavía menos ambiguos donde quite de dudas y confirme los hechos frontalmente!
No obstante me da gusto tener lectores que van resolviendo la trama en su cabeza, que si bien es sencillita y carismática, tiene sus misterios! Prometo que me pondré mas las pilas para lograr una historia más interesante y no tan vacilona!
Tienes mucha razón con tu observación al respecto de la escena de la casa… fue terriblemente obvia! Tenía el temor de no estar poniendo justificaciones suficientes para cuando la trama se resuelva y agregué esa escena que es prueba tangible y palpitante jajaja Tal vez si no hubiera sido desde el punto de vista de Mako hubiera sido menos obvio!
Sé que al lector de misterio y policiaco, le fascina resolver el misterio! Jajaja, la verdad es mi primera historia en este género! Solo tenía nociones básicas de cómo hacerlo je je je por eso aun hay muchas cosas que pulir! Me gusta que me comentes al respecto de la trama y como llevarla, son de mucha utilidad, no te preocupes por tener que hacerlo, no lo tomo a mal (tampoco soy sensible así que sácalo del pecho como venga jajaja)
Respecto a las dudas con Kuvira, su historia se irá desarrollando a la par, aun hay mucho que decir, tal vez un par de misterios no develados! Jo jo jo *u* También hay muchas cosas que no se han dicho de Nahik, eh dejado pistas en capítulos anteriores, que son menos notorias al respecto de por qué ataca como y ataca, y por qué ataca cuando ataca!
Pronto la trama irá avanzando más! Eso, si no me pierdo escribiendo escenas de sexo jajajajajajajaja No mentira, si va avanzar, y se resolverán algunas cosas que han quedado en el aire!
Respecto a lo de el equipo Avatar sin poderes de deducción, tienes razón! Están muy dispersos jajaja, les tengo que apretar las tuercas jajaja, pero es que las protagonistas se la pasan echando pata todo el día jajajaja así como van a resolver el misterio? XD
Eres muy buena lectora! Y haces buena revisión! Te interesaría seguir ayudándome con tus comentarios? A lo mejor, de una forma más consistente? Podríamos platicarlo! No tengo nadie que me llame la atención y por eso escribo como me da la gana y lo que me viene en mente jajajaja Tal vez necesite un editor jajaja
Saludos y disculpa la espera! De hecho quería contestarte esto desde hace bastante! Pero pues soy proletariado jajaja y hay que chambear jajaja