First of all I want to thank you to the great author Edward's Eternal for allow the translation for one more of her beautiful stories. Thank you so much Melanie :)

Antes que nada quiero dar las gracias a la gran autora Edward's Eternal por permitir la traducción de una más de sus hermosas historias. Muchas gracias Melanie :)

Para no perder la costumbre ;) los personajes son de Stephanie Meyer y la autora de la historia es Edward's Eternal, yo solo traduzco.

Gracias a mi querida amiga y Beta Erica Castelo por acompañarme en otra aventura.


Capítulo 1

Estaba despierto mucho antes de que saliera el sol. Observé el amanecer con gran agitación.

¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Iba a empeorar las cosas al dejar todo lo que era familiar? Realmente esperaba que un nuevo comienzo ayudaría; que tal vez aliviaría el dolor de los recuerdos con los que ambos vivíamos. A estas alturas estaba dispuesto a intentarlo todo, hacer lo que sea.

Suspiré y me di la vuelta, seguía sin acostumbrarme a dormir solo. Aunque Tanya nunca le había gustado que durmiéramos abrazados y nuestra intimidad había sido prácticamente inexistente en los últimos años, ella estaba allí cuando despertaba. Esta cama me parecía demasiado grande para una sola persona y el vacío en ella parecía hacer eco en el vacío de mi corazón.

*()*

Conocí a Tanya durante mi último año de residencia. Era bonita, divertida y parecíamos llevarnos bien. Conocía mis limitaciones por el horario que tenía en el hospital y nunca demandaba más de mí. Sin declararnos oficialmente, nos volvimos exclusivos. Ella salía mucho con sus amigas y estaba de acuerdo con ello; nunca quise reprimir su vida social con mis limitaciones de tiempo. Sabía que no era el tipo de chica que se quedaba en casa esperando a que llamara. Cuando podía salir o tenía tiempo libre, lo pasábamos juntos.

Una noche, después de que Tanya me cancelara tres veces seguidas, sabía que algo estaba mal y simplemente me presenté en su departamento. Su compañera de cuarto me dejó entrar y se fue rápidamente. Entré en su habitación casi esperando encontrarla con alguien más, pero en su lugar encontré a una novia con apariencia pálida y con ojos llorosos. Preocupado de que estuviera enferma, cambié a modalidad de médico de inmediato. Ella rechazó mi asistencia con impaciencia.

"Tanya, dime qué está mal." Le rogué.

"Estoy embarazada, Edward."

Decir que estaba sorprendido sería un eufemismo. Siempre tomábamos precauciones. Me le quedé mirando confundido.

Ella me miró de forma sombría. "¿La noche del festival del tequila en Quincy's?"

Oh mierda.

Nos habíamos dejado llevar… y hasta este momento no había recordado que no habíamos usado condón.

"No te preocupes, Edward. Voy a tener un aborto el lunes. Ya hice la cita. Era solo que no quería verte hasta que estuviera hecho."

Se me contrajo el corazón. "No, Tanya, no puedes hacer eso."

"Sí puedo, Edward. No puedo educar a un hijo yo sola. Ni siquiera sé si quiero un hijo. Pero sé que no quiero uno bajo estas circunstancias."

"Cásate conmigo." Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas.

Tanya se rio, un sonido nervioso, que terminó casi en un sollozo.

"¿Por qué Edward? ¿Porque me amas tanto… o porque llevo dentro a tu hijo?"

"Las dos cosas," le dije con sinceridad.

Me miró con desconfianza.

"¿En serio?"

Asentí.

"Sé que no es lo que habíamos planeado, Tanya. Pero haremos que funcione."

Se quedó callada por un momento, luego asintió.

"Está bien, Edward, me casaré contigo."

*()*

Nuevamente me di la vuelta tratando de ponerme cómodo. Debía haber sabido entonces lo estúpida que era esa idea. No estaba preparada para casarse o tener una familia. Pero, la idea de que tuviera un aborto, o incluso si la hubiera convencido de no tenerlo, poner a mi hijo en adopción era inaceptable. Arrojé mi brazo sobre mis ojos para bloquear la luz.

*()*

Nos casamos rápidamente y de forma discreta. Ocho meses después nació Emma Deborah Cullen y se convirtió en la luz de mi vida. Pude tomarme un corto período de tiempo de vacaciones después de que nació, y fueron los días más felices de mi vida. Tan solo el verla dormir me hacía sonreír. El poder sostenerla me traía una alegría que jamás supe que existía. Cada momento que pasaba con ella era asombroso y la paternidad se convirtió en el rol más importante de mi vida. Tanya no era la más maternal de las madres que había visto, pero pareció adaptarse rápidamente. Éramos, o eso pensé, relativamente felices. No había una gran pasión entre nosotros, pero nos llevábamos bien y nuestro vínculo en común era nuestra hija y su bienestar. Tanya no trabajaba pero se mantenía ocupada con organizaciones benéficas y siendo madre. Yo trabajaba largas horas siendo un nuevo médico, pero sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que me estableciera en una rutina más normal. Cada momento que no estaba trabajando, lo pasaba con Emma. Cuatro años parecieron pasar volando como en un parpadeo.

Entonces hace dos meses entré por la puerta de nuestra casa, agotado después de un turno doble en el hospital y me encontré con maletas junto a la puerta. Tanya estaba sentada en el sofá esperándome. Sentí que mi estómago se apretó mientras miraba de las maletas a ella.

"¿Vas a alguna parte?" Le pregunté lo más calmadamente posible.

"Voy a dejarte, Edward. Estoy cansada de esto." Su voz fría y con enojo y sus ojos carecían de emoción alguna.

"¿Cansada?"

Se puso de pie. "Sí," dijo con brusquedad. "Cansada de esta farsa de matrimonio. Cansada de pretender tener una pequeña familia feliz. Una jodida farsa."

Estaba en shock al escuchar el veneno en su voz. "¿No eres feliz, Tan?"

"¡Joder, no me llames así! Sabes que odio los sobrenombres. No, no soy feliz, Edward. ¿Puedes decir honestamente que lo eres?"

Me tensé ante sus palabras.

¿Era feliz?

Pensé que lo era.

"Piénsalo, Edward. ¿Cuándo fue la última vez que nos reímos? ¿Qué hicimos algo juntos?"

"Fuimos al parque la semana pasada, y luego salimos a cenar," protesté, tratando de pensar.

"No, no estoy hablando con Emma. Tú. Yo. Nosotros. No somos una pareja, Edward. Solo somos los padres de Emma, y compartimos una casa."

Dio un paso hacia adelante, su voz como el hielo. "¿Cuándo fue la última vez que me follaste, Edward?"

Di un paso hacia atrás. "¿Cuándo fue la última vez que lo ofreciste, Tanya?" Siseé, enojándome. "No puedes hacerme quedar como el malo aquí. He hecho todo lo que he podido para darte un hogar y una buena vida. Trabajo duro para ti y para Emma."

"Emma. Siempre piensas primero en ella, ¿verdad, Edward?"

Estaba confundido. "Es nuestra hija, Tanya. Por supuesto que es mi prioridad."

Sacudió su cabeza. "Ha sido tu prioridad desde el momento que te dije que estaba embarazada. Todos pensaron que eras maravilloso cuando estaba embarazada. Cómo cuidabas de mí, te asegurabas que tomara mis vitaminas, que comiera bien, que fuera con los médicos, bla, bla, bla. Nunca fue por mí. Siempre fue por ella. Siempre ha sido por ella."

Bajó su voz. "Nunca debí haberte dicho que estaba embarazada. Debí haber tenido el aborto y no hablar al respecto."

Miré con horror a la mujer frente a mí. Que pudiera decir que deseaba que nuestra hija no existiera era abominable. Sonaba como si en realidad estuviera celosa de su propia hija. Una idea de pronto me golpeó.

"No me vas a quitar a mi hija," le informé, mi voz tajante e iracunda.

Se rio y puso los ojos en blanco.

"No tengo intenciones de llevarla conmigo. No la quiero, Edward. Nunca la quise. Y estoy cansada de fingir."

"¿Cómo demonios puedes decir eso?" Le gruñí. "Es tu hija. Tú le diste vida."

"¡Nunca quise un hijo, Edward, y ya no quiero ser una madre! Estoy cansada de todo lo que implica, los cuidados y las risitas y el desorden y las preguntas… todo."

Me le quedé mirando atónito.

"No lo dices en serio."

"Si lo hago. Todo lo que hace es hablar. Y reírse. Y jugar. Y pedir cosas. Abrazos, arrumacos, refrigerios, siempre es algo. Es constante. Nunca hay algo de paz. Quiero tranquilidad. Quiero cosas de adultos. No más Dora. No más Plaza Sésamo. ¡Estoy cansada de escuchar balbuceos infantiles todo el tiempo!" La voz de Tanya se estaba elevando con cada frase y ahora estaba gritándome en la cara.

La agarré por los brazos y la sacudí. "¡Mantén la voz baja! ¡Vas a despertarla!"

Se zafó de mis brazos. "No. Me. Importa."

"Me voy Edward. Ahora. Para no volver. Voy a algún lugar donde no haya niños. Sin risitas. Sin tanto hablar, hablar, hablar. Sobre todo de ella."

Se agachó y agarró sus maletas. "Vendré después por el resto de mis cosas."

"Tanya, detente. No puedes hacer esto."

"Puedo y voy a hacerlo Edward. No te amo. No amo a Emma."

Un sonido extraño captó mi atención y me di la vuelta. De pie en las escaleras, abrazando a su conejo de trapo, con lágrimas cayendo por su rostro, estaba Emma.

Oh Dios. ¿Qué tanto había escuchado? Miré a Tanya y no vi reacción en su rostro. No le importaba; simplemente continuó preparándose para irse.

Crucé la sala rápidamente y cargué a Emma en mis brazos, abrazándola con fuerza, tratando de calmar sus lágrimas. Me di la vuelta para rogarle a Tanya que reconsiderara, pero ya estaba caminando hacia la puerta.

Emma extendió sus manitas hacia Tanya implorando. "¿M..M..M..Mami?" Susurró de forma entrecortada.

Tanya no se detuvo o se dio la vuelta. Salió y cerró la puerta con firmeza detrás de ella. Emma enterró su rostro en mi cuello y lloró en silencio, su pequeño cuerpo sacudiéndose por el dolor. Pasé la mano por su espalda repetidamente, diciéndole que la amaba, una y otra vez, tratando de calmarla, pero no pude. El daño ya estaba hecho.

Mami.

Esa fue la última palabra que escuché pronunciar a Emma, y eso fue hace dos meses.


Como diría Melanie, ya tiene alguien a quién odiar desde el principio. ¿Y quién no odiaría a alguien como Tanya? Pobre Emma, no es de extrañar que haya terminado muda, y el pobre Edward preocupado por su niña. ¿Podrá hacer algo para ayudarla? Ya lo veremos más adelante. Como siempre, gracias por estar aquí, leer y sobre todo, muchas gracias por sus comentarios. Ahora espero que me digan que les parece esta historia, ¿qué rumbo creen que tomará?

Respecto a Sin and Innocence, he andado algo apurada estos días y no he terminado el epílogo, pero ya no falta mucho. Este capi lo tenía listo hace tiempo y como ya había anunciado la publicación de la nueva traducción, aquí la tienen. Espero que les guste. Saludos y nos leemos a la próxima ;)