Han pasado 84 años... okno

Quería decir que lamento mucho tardarme con todo el retraso que tuve con este capitulo, la verdad no pensé que tardaría tanto, pero este año apenas he tenido tiempo ni de hacer vida social para nadie, ni mucho menos para traducir, me disculpo en lo más profundo por toda la gente que esperaba actualización ansiosamente. Pero estoy feliz de poder volver a la carga para poder terminarlo (de una maldita vez, porque normalmente nunca termino lo que empiezo, i'm so sorry).

Sin más que decir, he aquí el capítulo, espero lo disfruten, los reviews no son obligatorios, pero siempre se agradecen~


Sus mañanas comienzan con un mensaje de texto de Daichi, así que comienza naturalmente bien. Suga entorna los ojos hacia la horrible luz de su celular y lee el nombre, ugh. Oikawa de nuevo.

[De: el principe encantador de suga~, 5:23 a.m] Mucho hielo afuera. Cuidate!

Indeciso sobre si molestarlo de vuelta o sentirse cálido porque Daichi le mandó un mensaje antes de salir a correr por la mañana antes de su trabajo (ese tipo loco), Suga se las arregla para cambiar el nombre de Daichi de vuelta al normal Daichi y se prepara a si mismo una buena taza de café antes de contestar.

[Para: daichi, 8:03 a.m] Tu tambien. El hielo es el enemigo. No dejes que te pille

Se las arregla para tomar un sorbo de café antes de que Buttercup maúlle ruidosamente en el alféizar de la cocina, el tipo de miau más grosero, y lo observa directamente a los ojos mientras araña con sus patas al pequeño macetero nuevo que hay ahí. Suga pasa su mañana maldiciendo y arrastrando los restos miserables de una serie de desafortunados incidentes trágicos mientras Buttercup mastica ruidosamente su bowl con comida fresca - la rosada que le compró Oikawa - y Princess es su brillante pedazo de esperanza al frotar su mano con su nariz como una disculpa por el comportamiento de la gata problemática.

Suga le saca una fotografía a los lamentables restos en la pala de basura y se la envía a Daichi.

Éste es el por qué debes apreciar tu oportunidad de cuidar plantas.

De alguna manera se habían metido en esta rutina. La tarjeta de memoria de Daichi estaba llena de fotos de gatos, plantas y una escandalosa alacena vacía de Suga que actualmente tenía tres tazas de las que originalmente debería haber un mayor número.

En cambio, Suga obtiene fotos de amaneceres que Daichi ve, porque es una persona ridícula que es capaz de funcionar en la mañana, incluso sin tener café, y Suga nunca verá un amanecer cuando tiene la opción de dormir en su lugar. Despertar viendo fotografías de eso, sin embargo, él puede apreciar eso.

Hay fotos de árboles también - 'para el amante de las plantas' - y una foto de lo que es sin ninguna duda lo más destacable de todo, porque Daichi le mostró los restos de las manchas de sharpie en su brazo y Suga podría haber encontrado ese brazo muy, muy, muy atractivo.

¿Cómo podría un antebrazo y una mano abierta ser tan sexy? La ciencia no tiene explicaciones. Tal vez era el enrollado de la manga, son la debilidad de todos. El resto es probablemente cosa de Daichi. La parte mala es que, su brazo se ve tan fuerte como su voz sugiere que él podría ser y Suga se encuentra con más pruebas de su teoría de 'podrías sentirte muy seguro en sus brazos'. ¿Cómo se supone que debería reaccionar a eso?

Él podría tener algo con los brazos. Pero sólo en este caso. Él podría tener un algo muy grande con Daichi en general. Maldición.

Más tarde, Daichi le envía una foto de una impresora que ha estado actuando rara, diciendo que podría llevarse bien con el horno de Suga.

El día es tranquilo y pacífico.

Eso es hasta que llega del trabajo para ver a Oikawa tumbado en su sofá, con Buttercup ronroneando en su pecho como un pequeño ángel mientras él perezosamente cambia los canales sin prestar mucha atención sobre lo que está ocurriendo a su alrededor. Suga frunce el ceño. Eso es extraño, incluso para él. ¿Por qué demonios pasaría la mitad de su día aquí? Así es como se ve al menos, a juzgar por los envoltorios de dulces desparramados por ahí.

"Oye ¿Sucedió algo?"

Oikawa se voltea hacia él, con esa sonrisa que pretende esconder todo lo que puede sentir, y no hace nada para confirmar las sospechas de Suga de que algo está sucediendo.

"¡Bienvenido a casa! Solo me sentí con ganas de pasar el rato con mi cariño"

Él estira su cuello para besar la frente de Buttercup y la consentida se inclina, ronroneando intensamente.

El tono de Oikawa es ligero, familiar, y construye una pared invisible. Algo está raro, pero él no está listo para dejar ir a Suga aún. Suga solo puede esperar de que estará listo pronto, porque por muy irritante y cansador que puede ser Oikawa, él sólo quiere lo mejor para él.

Oikawa toma a Buttercup y la lleva en sus brazos como un barato villano con su malvado gato acompañante, y la gata deja caer su pata sin una pizca de protesta en su cuerpo.

"Así que, ¡Suga-chan~! ¡Tenemos asuntos de los que hablar!"

Suga deja caer enfáticamente sus llaves en la mesa, lo cual provoca una ofendida mirada de Buttercup.

"Aún no he llegado apropiadamente a casa. No, no vamos a hacer esto"

"¿Ya has mandado finalmente una selfie? ¿O lo ha hecho él?"

"¡¿Por qué lo haría?!", grita Suga, demasiado a la defensiva, se da cuenta.

"Así que no lo ha hecho", Suga quiere sisearle. "Y tú deberías porque entonces puedes confirmar si tu extraño del teléfono de ensueño es tan guapo como crees que es. Tal vez sería motivación suficiente para finalmente conocerlo"

Conocerlo. Suga chilla internamente, parte de él diciendo 'DEMONIOS NO' y la otra parte gritando 'DEMONIOS SÍ' de vuelta, dejándolo sordo y un poco indefenso en medio de todo.

"No puedo sólo ir a conocer-"

"Oh Dios mío, Suga. Por favor. No puedes hablar en serio"

Buttercup, que aparentemente tuvo suficiente con esto, se remueve en los brazos de Oikawa hasta que él la baja, trotando lejos. Suga desea que pudiera hacer lo mismo.

"Ha pasado un mes. Ustedes se mandan mensajes como dos adolescentes enamorados por primera vez, le mandaste un mensaje cuando te manchaste el delantal con café en el trabajo"

"Era una mancha con forma de gato", murmura Suga en su defensa.

"Incluso peor. Hablan como cinco veces a la semana. Por horas. Ni siquiera de qué podrían estar posiblemente hablando. Y realmente no quiero saber", añade, justo cuando Suga iba a responderle.

"Honestamente, sólo invítalo para la noche de videojuegos así podemos determinar si él es digno de ti"

Digno de - invitación de noche de videojuegos - innombrables horrores van con esas palabras. Dios santo. Eso sería una absoluta ruina. Asahi temblando mientras trata de jugar un juego de mesa con su temido jefe. Oikawa, Iwaizumi y Kiyoko formando equipo para preguntarle a Daichi incómodas y específicas preguntas, y la pobre Yachi intentando resolver la tensión, pero haciéndolo peor mientras Suga lenta, muy lentamente se hunde en el suelo, rogando por desvanecerse.

"D-digno de-", farfulla, con el horror de esa fantasía quemada en sus retinas. "Ni siquiera estamos-"

"No empieces con esta mierda. De hecho, creo que podría encontrar a Daichi yo mismo si pudiera seguir la manifestación física de su enorme enamoramiento por ti"

"Él no-"

"¡Te ha hecho galletas, por dios santo! Sólo, conócelo. Besuquéalo. Será bueno para ti"

"No creo que él quiera besuquearme"

Oikawa apunta un dedo hacia él.

"Suga-chan. Todos quieren besuquearte. La única pregunta es, ¿A quién quieres besuquear tú? Príncipe de las galletas es ciertamente afortunado"

Suga farfulla, pero no se atreve a decir nada de vuelta porque teme lo que Oikawa pueda responder a eso. Todo este tren de pensamientos debería detenerse antes de que caiga por un acantilado.

"Llámalo hoy"

"Él no tiene tiempo hoy. De todas formas, ya que estás aquí - ¿Te importaría ayudarme con la cena?"

"¿Por eso te refieres a 'deja que el cocinero haga el trabajo, porque por qué más sería amigo de un cocinero'?", Oikawa pregunta elevando las cejas y Suga sonríe ampliamente, golpeándolo en el hombro.

"¡Exactamente!"

.

[De: realmente deberias pedirle una cita a este tipo, suga-chan~, 11:02 p.m.] algunos dias solo son. lo peor.

[Para: deja de cambiar su nombre en mi celular o NUNCA LO HARE, 11:04 p.m.] quieres hablar de eso?

[De: deja de cambiar su nombre en mi celular o NUNCA LO HARE, 11:05 p.m.] nah. olvidalo, lamento haberte enviado eso

[De: deja de cambiar su nombre en mi celular o NUNCA LO HARE, 11:05 p.m.] buenas noches Suga

Suga se da vuelta en la cama, obteniendo un cansado maullido de protesta de Princess mientras se enrolla en su regazo y se acurruca cómodamente de nuevo justo donde quedó. Él cambia de nuevo el nombre de Daichi, con sus cejas fruncidas y sus ojos entrecerrados a la única fuente de luz en la habitación.

[Para: Daichi, 11:07 p.m.] no te disculpes. siempre puedes hablar conmigo, sabes eso cierto?

Espera un poco, pero no hay respuesta.

[Para: Daichi, 11:13 p.m.] buenas noches daichi

.

Suga despierta con un jadeo, completamente desorientado. Hay un irritante y fuerte sonido mientras busca ciegamente la fuente de ello en la oscuridad, él agarra algo de pelaje, una oreja, recibe una mordida y finalmente se da cuenta de que su celular está sonando.

Quién demonios lo llamaría a tales horas. Cualquier persona que lo conozca debería saber el hecho de que interrumpir su sueño es un grave, gravísimo error. Quien sea, arderá por esto, quien-

Es Daichi. De pronto, todo es diferente, y Suga contesta su celular rápidamente.

"¿Daichi?", pregunta, con su lengua aún cansada y su nombre pesado en ella. Frota sus ojos furiosamente intentando despertarse a sí mismo y pateando a su cerebro para que funcione. El tiempo de inicio de Suga es tan rápido como un computador de los noventa.

Al otro lado de la línea sólo hay silencio. Puede escuchar a Daichi respirar, o quizás sólo es estática, no está completamente seguro.

"¿Daichi?", repite, ésta vez más suave.

"Lamento despertarte", dice Daichi con voz rasposa al otro lado. "Te dejaré dormir, esto fue una idea tonta, yo-"

"No, no, espera. No cuelgues"

Suga se sienta un poco más cómodo, tirando la manta para cubrir su regazo. La enfurruñada Princess regresa para recostarse en ese nido, y vuelve a dormirse. Él descansa una mano a su lado, relajado por sentir su respiración suave. Está muy, muy preocupado por Daichi.

Daichi está en silencio, pero no ha colgado aún.

"Ni siquiera sé por qué te llamé en primer lugar. Lamento haberte despertado"

"Usualmente habría cortado cabezas, pero tú eres la excepción"

Oh. Su filtro de cerebro-a-boca está severamente dañado por la falta de sueño.

Daichi exhala ruidosamente, la versión somnolienta de un resoplido.

"Me alegra escuchar eso. Lo siento de todas formas"

Suena tan agotado y cansado como Suga, pero con algo de tensión. Una tensión que hace a Suga querer alcanzarlo y envolverlo en un cálido abrazo, porque algo como eso no debería sonar en la voz de Daichi.

"¿Qué sucede Daichi?"

Silencio de nuevo. Pero ésta vez, cuando habla, Daichi sí le contesta.

"No sé, es... tonto...", él suena escabroso, con su voz baja y temblorosa. Suga odia darse cuenta de ello como lo hace ahora de todas las veces. "Es sólo..."

Silencio. Suga presiente que si es lo suficientemente paciente, Daichi se lo dirá.

"¿Alguna vez... has sentido que... estar solo... te ahoga?"

Él casi se ahoga en sus palabras y Suga cierra los ojos contra el doloroso tirón dentro de él. Lo golpea demasiado cerca de su hogar.

"Sí", dice con voz ronca. "Sí, lo hago. Solía, todo el tiempo"

Es difícil, decirlo en voz alta, pero lo hace. Lo hace.

Daichi exhala, sonando tan aliviado que rompe el corazón de Suga un poco. Como si esperara ser denigrado por sentirse de esta forma. Nunca, ni en un millón de años.

"Apesta", dice Daichi, con su voz pequeña y frágil.

"Pero no lo estás", le dice Suga. "No estás solo. Estoy aquí ¿Vale? Puedes llamarme en cualquier momento. Sé que no puedo hacer mucho - no es mucho pero-"

"Lo es"

De repente Suga se siente muy, muy cálido.

"Es mucho. Gracias, Suga. Me siento mejor, solo... escuchando tu voz"

"Me alegro"

Daichi intenta una suave risita.

"Yo también. Ya que estamos sensibles - me alegra mucho que me hayas llamado por accidente. Es lo mejor que me ha pasado... en el año, probablemente"

Un día, Sawamura Daichi sería su fin.

"Yo también. Me alegro de haberte conocido. Aunque no nos hayamos conocido aún"

Oh, oh, demonios. Él no quiso decir eso. No así al menos.

"Sí...", murmura Daichi y Suga desea restregar su rostro contra la almohada para evitar decir cosas más idiotas como mi vecino cree que besuquearte la haría bien a mi alma y me gustaría saber si te ves tan bien como creo que te ves.

"Estaba pensando sobre eso, también, pero, como. Estoy... es... Dios, no, no me escuches"

"Da miedo", susurra Suga, en su lugar. Daichi suena aliviado de que lo haya hecho.

"Sí ¿Verdad? Como, ¿Y si no sabemos de que hablar cuando estemos cara a cara?"

"¿O si ves cuán perdedor realmente soy yo?"

"¿Y si te das cuenta de cuán perdedor realmente soy yo?"

"Y si te emocionas y golpeas una mesa?"

"Maldición, Suga"

Se ríen, Daichi suena como que no puede evitarlo aunque no quiere y Suga despierta a Princess. Es una noche difícil para ella.

"No puedo creer que golpearas una mesa"

"Dejaré de contarte cosas en el futuro"

"Aww ¿Entonces de dónde obtendré mi entretenimiento del día?"

"Me alegra mantenerte entretenido. De todas formas, si prometo no golpear ninguna mesa - ¿Te gustaría que nos conociéramos?"

El corazón de Suga da un vuelco. Tal vez dos. ¿Aún está latiendo? No, espera. Si está latiendo. Acelerado, más bien.

"Aún me da miedo"

"A mi también. ¿Hagámoslo?"

"Vale. hagámoslo"

Suga lucha para liberarse de sus mantas y rueda para realmente restregar el rostro en su almohada, aguantando un chillido. Oh, Dios. Va a conocer a Daichi. Va a ver a Daichi.

"Espera, pero - ¿Dónde nos veremos?"

"Si dices una cafetería, voy a golpearte", le amenaza Suga.

"Entonces ¿Qué te parece un lugar donde venden bebidas con cafeína?"

"Te odio tanto"

Suga está bastante seguro de que Daichi tiene una sonrisa engreída. Qué bobo.

"No, pero - ¿Qué hay de un restaurante? Podría invitarte a Le Cygne Blanc"

Ése es el restaurante del que Oikawa siempre se queja, el cual le pertenece a su más-o-menos-amigo-más-bien-archienemigo. Es un restaurante de estrellas, y malditamente caro.

"¿Tienes idea de lo caro que es?"

"Conozco al dueño ¿Así que supongo que me hará un buen precio? Pero, vale, quizás es demasiado formal..."

El restaurante de Oikawa sería perfecto, para ser honesto, pero la cadena de chismes ahí es perfecto también. Sin defectos. Oikawa sabría todos los detalles de su encuentro al final del día. Demonios, incluso antes de que terminara. Suga cenaría ahí sobre su cadáver.

"¿Hay un lugar que siempre he querido intentar? Se llama el Flightless Crow. No tengo idea de cómo es la comida ¿Pero creo que es buena?"

"Suena genial ¿Cuándo estás libre? Dios, mi horario está lleno la próxima semana"

"Igual para mí, creo...", Suga puede sentir su corazón hundiéndose. ¿La semana después de esta? Eso es mucho. Él ya está temblando de nervios solo de pensar en conocer a Daichi, pero también está ansioso por finalmente ir a verlo. Quiere saber si los ojos de Daichi realmente brillaban cuando el creía que lo hacían, cómo es su sonrisa, cómo se ve cuando hace esa cosa ronca con la voz, como se ve cuando lo molesta. Quiere saber como se mueve y si usa sus manos para gesticular, quiere saber como se ve.

"Tengo tiempo mañana", suelta Daichi abruptamente.

"¿¡M-mañana!?"

"Sí, lo siento, es demasiado pronto, cierto. No me tomes en cuenta. Hagámoslo en dos sema-"

"No, no, espera. Yo, uhm. De hecho, también estaré libre. Mañana"

"Oh"

"Sip"

"¿Así que... ...mañana?", pregunta Daichi, arrastrando las palabras. Suena tan incrédulo como Suga se siente sobre lo que está pasando ahora mismo.

"¿Si eso está bien?"

"Lo es. Dios, eso es. Wow. Eso es muy pronto"

"Lo sé. Oh Dios"

"¿Crees que consigamos una mesa en Flightless Crow?"

"No es tan grande o elegante. Deberíamos, creo"

"Vale, genial. Así que, uh. ¿Quizás a las seis?"

"A las seis en el restaurante"

"Sí"

"¿Cómo vamos a reconocernos?", pregunta Suga.

Silencio, mientras ambos piensan.

"No llevaré conmigo la regadera amarilla"

Suga rompe en risas.

"No te pido que lo hagas, no te preocupes. ¿Y si nos ponemos sensibles y llevamos flores?"

"Flores", Daichi dice eso como otras personas dirían 'impuestos' o el nombre del perro que hace popó en su jardín.

"Los llevaré a mi casa y puedo distraerme con eso por dos días, puedo tener plantas aquí también"

"Lo que sea para tu corazón amante de las plantas"

"Me conmueves, Daichi"

"Debería. Vale, así que. Mañana, a las seis, en el Flightless Crow"

"Seré el de la flor"

"No puedo creer que me hagas llevar una flor"

"También puedes llevar la regadera"

"La flor suena bien"

Suga ríe de nuevo, y entonces se restriega contra su almohada, sintiéndose repentinamente somnoliento y atolondrado a la vez.

"Te veré mañana, Daichi"

"Te, te veré mañana"

.

Nadie le dijo a Daichi que comprar flores sería tan difícil.

Y él pensó que pasar la revisión del bar fue malo. Después de pasar demasiado tiempo frente a su clóset y el espejo, una llamada de emergencia de treinta minutos con Yui y finalmente escogiendo algo formal, pero lo suficientemente casual para verse bien, pero no como si se estuviera esforzando demasiado que también muestra que se esfuerza sólo la cantidad suficiente.

Vestirse nunca había sido más complicado en su vida.

Pero, finalmente, después de tener a Kuroo, Akaashi, Bokuto y Ushijima revisarlo por todos los ángulos, tuvo la aprobación general y varias palmadas en su espalda.

"Ve por él", le dijo Kuroo, su voz sonaba extrañamente suave. Qué demonios. Entonces Daichi fue más o menos empujado hacia la puerta.

Y ahora, él está aquí.

"Así que ¿Es una persona especial para usted?"

"Uh, sí. Pero, como. No rosas rojas"

"Oh ¿Es buen amigo?"

"No. Sí. Es muy, pero - uh. Es sólo - no puedo aparecer con rosas rojas ¿Sólo dame cualquier otra flor? ¿No son ésas bonitas?", él apunta a otras que son rojas. Rojo es un bonito color, sólo que no en las rosas.

La florista se da vuelta, entonces niega con la cabeza. Maldición. ¿¡Qué hay de malo con esas flores!? Sólo son flores.

"Esas significan 'Eres tonto' en el lenguaje de las flores"

Oh. Ups.

"Vale, entonces ésas no. Uh ¿Cuál significa 'Gusto en conocerte'?"

La mujer niega con la cabeza otra vez. Ella es casi dos cabezas más baja que él, y su voz es lo opuesto de la de Bokuto. Combinados harían un volumen normal. Pero ella pone pie firme con esta tonta flor.

"Así que... ¿Tiene sentimientos por esta persona?"

¿Por qué tiene que contar su vida para comprar un flor? ¿Qué es esto? Él debería encontrarse con Suga en diez minutos, y llegará tarde porque está muy ocupado explicando su enamoramiento a una florista.

"¿¡Creo que los tengo!? ¿Realmente es tan importante? Por favor no me dé una rosa roja, no quiero restregárselo en toda la cara. Nunca nos hemos conocido"

Algo brilla en los ojos de la florista, pero tal vez Daichi se lo ha imaginado. Aún así, ella se ve feliz.

"Tengo la flor para usted"

Cuando vuelve, ella gentilmente le entrega una blanca muy bonita, viéndose lo suficientemente inocente. Daichi la toma cuidadosamente en sus manos.

"Es una gardenia. Significa 'Eres encantador'". Ella sonríe suavemente, y Daichi no puede decir que no es un bonito significado, especialmente considerando que nadie nunca se enteraría de lo que significa porque quién demonios reconocería una maldita gar... lo que sea.

Él agradece a la florista y le da una apropiada propina, entonces rompe en una carrera en la calle porque debería estar en el restaurante en dos minutos.

Es un pequeño establecimiento, y se ve lo suficientemente bien. Linternas enmarcan el edificio, haciéndola resaltar con luces cálidas contra la oscuridad del cielo de invierno. Cuando Daichi abre la puerta - después de tomar tiempo para respirar un poco, para no parecer que ha llegado corriendo, se da cuenta de que ha llegado exactamente seis minutos tarde ya - un suave sonido de campanas lo saluda junto con la calidez, y se impresiona cuando se da cuenta de que no es tan pequeño después de todo.

Dentro, hay más linternas y luz cálida, música suave de buen gusto en el fondo, la baja charla a su alrededor es lo suficientemente fuerte para que no parezca una cosa de clase alta. Los colores son café, crema y naranja y combinan bastante bien entre sí, y Daichi está absolutamente no completamente volviéndose loco a la vez que su mirada viaja a través del restaurante. En alguna parte, tiene que estar Suga. Suga. De repente se da cuenta.

Oh. Dios.

Está a punto de conocer a Suga. Después de un mes de entrar demasiado en pánico de incluso pedirle que se conocieran.

Oh Dios. Oh. Dios.

Un millón de situaciones imaginarias atraviesan su cabeza mientras camina más profundamente en el restaurante, y entonces pilla la vista de una flor blanca, exactamente la misma que la de él, cuidadosamente acunada en manos estrechadas. Su corazón deja de latir y el mundo se detiene y todo se vuelve silencioso. Daichi mira hacia arriba, y su respiración se traba en su garganta al ver al hombre sentado ahí.

Él es... hay muchos adjetivos corriendo por su cabeza, pero siempre vuelve a la misma palabra: Hermoso. Nada más puede decirse de Suga aparte de que es hermoso, tan hermoso como su voz y su risa. Más hermoso que la flor, que palidece a su lado. Él es increíble, sólo sentado ahí con la mejilla sobre su mano, mirando una fotografía colgada en la pared, sus hombros suben y luego bajan en un suspiro que no logra escuchar.

A su lado, Daichi no se siente tan atractivo como todos en el bar le aseguraron que estaba, cada uno de ellos a su propia manera. (Especialmente Bokuto que expresó el sentimiento de una manera muy... colorida)

La mirada de Suga se da vuelta hacia él, encontrándose con la suya, y es como una de esas malditas películas que Yui le hace ver (Ella aún llora con ésos todo el tiempo), donde todo se vuelve lento y la música cursi aumenta de volumen.

No hay música, no escucha ni ve nada que no sea Suga. Todo va lento y se detiene.

Daichi se congela - y se da cuenta de que algo cambia en la mirada de Suga.

Entonces el mesero choca con él, con la bandeja primero.

.

"Oh Dios mío", exclama Suga, arrodillándose junto a él. Los primeros dos botones de su camisa estaban abiertos y Daichi aprecia como su clavícula se ve un poco. Aunque no aprecia el pulsante dolor en su boca, pero no puedes tener todo en la vida.

"¿¡Estás bien!? Oh Dios mío"

Es extraño. Es la voz de Suga, pero viene de la boca de este hombre ridículamente apuesto que está arrodillado frente a él, evitando el charco de los tragos que hay en el suelo. No puede ser tan grande - la mayoría de los tragos tienen empapada la pierna izquierda del pantalón de Daichi. El mesero puede haber atrapado dos copas de milagro, pero aún así se derramaron completamente.

"No esh nadha"

La mirada de Suga baja hacia el suelo y sus ojos se abren de horror.

"Oh Dios mío, Daichi ¿Es eso un diente?"

Daichi mira hacia el diente ensangrentado y lo considera por un momento.

"Nah"

"Señor, lo siento mucho -", dice el mesero por tercera vez, solo que suena más pasivo-agresivo cada vez y Daichi no quiere lidiar con él ahora.

"Daichi, Dios, tenemos que ir a un hospital o algo"

"Qu- ¡No! ¡Eshtoy bien!"

"Te golpearon en la cara con una bandeja. Estás sangrando"

Él no puede creer que ésta sea la primera vez que esté hablando con Suga. No puede creer que ha pasado dos horas perfeccionando su vestimenta para tener sus pantalones empapados con tragos con demasiada azúcar y sangre en su camiseta favorita. Y un diente menos.

"Te eshtoy diciendo", repite, "Eshtoy bien. Sholo neshesito un baño. Ordena algo, el meshero está aquí de todas formas. Regresharé pronto"

Recoge su diente porque parece lo correcto que debe hacer e intenta no dejarse llevar en cuán humillado se siente. No, él lo tiene. Sigue siendo atractivo. Incluso cuando siente que su mejilla empieza a hincharse ya y que incluso sigue sangrando. E incluso cuando sus pantalones están mojados.

Usa aproximadamente la mitad de la toalla de papel del baño de hombres para detener el sangrado e intenta lo mejor para secar un poco sus pantalones, decidiendo que tener piernas pegajosas no arruinarán la tarde con Suga. Para cuando se detuvo el sangrado y sólo el sabor de la sangre queda en su boca, veinte minutos han pasado. Suga está sentado en su mesa de nuevo, inquieto. En el lado de la mesa de Daichi hay un paquete de hielo azul, y lo presiona contra su rostro agradecidamente después de sentarse.

Santo Dios, eso duele. Santo. Dios.

"¿Estás seguro de que estás bien?", pregunta Suga, con ojos nublados de preocupación. Daichi olvida responderle al notar su color, el marrón más cálido que alguna vez ha visto, rico y profundo y hermoso. "No lo estás. No lo estás, oh Dios, realmente deberíamos ir a ver a un doctor -"

"No, no ¡Espera! Lo siento -", por ahora, sólo está ligeramente ceceando mientras intenta lo mejor para no darse en el lugar de la boca done le falta un maldito diente. "Me distraje"

Sin embargo, algún calmante para el dolor le vendría bien. Aparentemente Suga puede leer mentes, porque le ofrece algunos y Daichi se los traga agradecidamente.

Dios, todo esto sería mucho más fácil y mejor si su cara no le doliera y tuviera un diente en el bolsillo.

"Así que, uh...", Suga se rasca la nuca incómodamente, sonriéndole tímidamente. El corazón de Daichi se siente como si hubiera doblado su tamaño por ver esa sonrisa. "Hola, ¿Supongo? Es un gusto conocerte. Lamento que te haya golpeado una bandeja"

"Hola. Lamento que haya empezado nuestra tarde con una estocada. Literalmente"

Suga suelta un resoplido de risa, escondiendo rápidamente su sonrisa detrás de su mano, obviamente intentando aguantarse por algo de decencia antes de que rompa en risas. Él ríe honestamente y es la cosa más adorable que Daichi a visto. Dios santo. ¿Cómo va a sobrevivir su corazón durante la tarde? ¿Cómo puede estar tan afectado por Suga? ¿Es justo que sea tan lindo y su risa suene incluso mejor cuando está físicamente ahí, justo delante de él?

"Oh, Dios. Idiota", jadea Suga, con una sonrisa aún en sus labios.

"Esa no es manera de hablarle a una persona herida"

"No eres quien para hablar. ¿No fuiste tú quién me preguntó cómo podría patearte con mi tobillo herido?"

"Dios, lo recuerdas"

"No olvido a la gente que se pasa conmigo, te lo advierto aquí y ahora"

La sonrisa de Suga es la cosa más hermosa de todo el mundo, decide Daichi.

E incluso ahora, cara a cara y con el leve dolor y su corazón que repentinamente lucha como un corredor profesional en acrobacias, hablar con Suga es tan fácil.

Está tan aliviado y feliz.

.

La comida es gratis para ellos, lo cual es bastante genial. Daichi no está molesto porque él quería invitar a Suga y ahora eso está arruinado también. Él mastica por su lado izquierdo y apenas siente el sabor de la sangre ya, y el dolor realmente no importa, no cuando puede seguir haciendo reír a Suga. Es un nuevo talento que ha descubierto y le trae un 3000% más de felicidad ahora que puede ver las risas y sonrisas reflejarse en su ridícula hermosa cara que tiene.

Está completamente jodido por este tipo. No hay regreso. Un boleto sólo de ida, atrapado para siempre.

Suga habla tanto, incluso Daichi come más rápido que él, lo cual es un milagro desde que apenas puede comer gracias a que le falta un diente desde hace dos horas. (Tendrá que ir a revisárselo seriamente más tarde, ¿Qué pensarán sus colegas?)

Es lo mismo de siempre - hablan sobre gatos (Suga habla sobre gatos, siempre lo hace) y de Voleibol, de familia, de la vida. Suga comienza a hablar sobre una mujer que fue a comer barras de mozarella en un restaurante por catorce horas y se ríe tan fuerte mientras cuenta su historia, que apenas puede terminarla.

Daichi realmente no puede saber si el mesero lo lamenta o le odia, pero, bueno. Al menos tienen cena gratis, y cuando están de vuelta afuera en el aire frío de la noche, Suga le pregunta calladamente si le gustaría caminar con él un poco. Daichi probablemente lo seguiría al fin del mundo si se lo hubiera pedido, así que no hay realmente pregunta ahí.

Caminando lado a lado, Daichi no puede evitar echar un par de ojeadas a la mano de Suga, balanceándose mientras camina, con sus ojos lejanos hacia el cielo. Le encantaría tomar su mano.

Lo hará.

En cualquier momento.

Cuando lleguen a la próxima esquina.

O al siguiente.

Al siguiente seguro.

"Oh", Suga se detiene abruptamente. "Wow, ya casi estamos cerca de mi casa. Ni siquiera lo noté. Uh ¿Tal vez debería regresar y dejarte por ahora? Se está haciendo tarde"

"¡Te llevaré a casa! Si tu quieres"

Eso no sonó muy entusiasta ¿Verdad? Cierto. Él lo tiene. Está todo bien.

"Eso sería genial"

Ellos siguen caminando, y esta vez se quedan callados, pero es cómodo. Pequeñas nubes de aire se forman delante de sus bocas al respirar, y el mundo parece pertenecerles sólo a ellos, incluso los autos que pasan ocasionalmente pertenecen al paisaje, desvaneciéndose en el fondo. Daichi siente calidez en el frío, y su mano, curvada a su lado se siente vacía, y el cielo sobre ellos muestra más estrellas que él alguna vez a visto en la ciudad. O quizás, simplemente no lo había notado antes.

Él podría caminar así para siempre, en esta pequeña burbuja pacífica y perfecta de ellos, pero eventualmente, Suga se detiene frente a una puerta del rumoreado complejo de apartamento lleno de gatos, vecinos ladrones y hornos poseídos. Daichi desearía pasar, no porque quiere hacer más ese día, aunque, bueno, él no diría que no, pero - también desea sentarse y seguir conversando. Seguir viendo la sonrisa de Suga por un poco más de tiempo.

Daichi se maldice a sí mismo por tener la parte de querer hacer más atascado en su mente. No, malos pensamientos. Malos, malos pensamientos.

"Gracias por lo de hoy", le dice Suga, con su voz suave y cálida. "Fue realmente increíble. Y me alegro de que no golpearas una mesa"

Maldición ¿¡Alguna vez alguien lo dejará vivir con ello!? Él gruñe un poco, y hace que Suga sonría más amplio.

"No eres tan encantador como crees que eres"

En realidad Suga es más encantador, pero Daichi no planea decirlo en voz alta.

Suga sigue sonriendo, con algo de travesura en sus ojos.

"¿Estás realmente seguro de eso?"

Daichi se acerca un poco, dando medio paso, involuntariamente.

"Si", musita, bajando su voz sin querer. Suga se inclina un poco también, y el corazón de Daichi palpita en su garganta y en la punta de sus dedos, su cuerpo completo, vibra con electricidad.

"Soy bastante encantador", susurra Suga, y un coro dentro de la cabeza de Daichi harmoniza un perfecto 'Si'.

"Oh ¿En serio?", dice Daichi con voz ronca, apenas siendo un murmullo. Se alegra de que siga funcionando.

"Si, en serio", Suga tararea a la vez que lo alcanza, tomando un pedacito del cuello de la chaqueta de Daichi, reduciendo la distancia entre ellos con ese pequeño gesto, la mirada en sus ojos hace que la piel de Daichi arda. Su estómago se siente como si Daichi se hubiera dejado caer de una torre, una loca e intensa sensación de aleteo.

Se está enamorando. Dios, cómo se está colando por este hombre.

La mirada de Suga baja hacia sus labios, y el corazón de Daichi se arroja a si mismo contra sus costillas como si estuviera determinado a cerrar el último espacio entre ellos, forzándolo hacia adelante. Él lo alcanza, esperando que esté bien acunar la mejilla de Suga con sus dedos fríos, pero su mano se congela en medio del aire cuando Suga inhala y retrocede un paso.

Apenas es algo, y aún así, de repente, hay kilómetros entre ellos y la decepción inunda el cuerpo completo de Daichi.

"Uh, yo... creo que estás sangrando de nuevo", balbucea Suga, casi enredándose con sus propias palabras.

De ninguna. Puta. Manera.

"D-de todas formas, yo - uh, me divertí mucho hoy. Buenas noches, Daichi"

Daichi se queda erguido en el lugar, mientras Suga presiona un suave beso en su mejilla, su piel quema en donde hizo contacto con los labios de Suga.

Él aún está parado ahí, incluso después de que Suga se ha desvanecido por la puerta. Algunos copos de nieve comienzan a caer, y él está parado en medio de la acera solitaria, tocando el espacio que Suga ha besado con la punta de sus dedos.