Capitulo 201: El objeto mas difícil de conseguir.

Naruto estaba parado en un poste de luz, mirando con atención a la aldea. Había tenido un par de mal días, y ya no lo soportaba. Tomo aire, y dejo salir su frustración.

– ¡¿Que tan difícil puede ser encontrar un maldito regalo?! –Se pregunto en un grito el rubio.


Habían pasado varios días desde la batalla contra Kisame e Isae. La noticia de la muerte del de Akatsuki ya era conocida por el mundo, sin embargo Naruto no se había preocupado por eso en ese tiempo. Su mente estaba en algo mas importante. Estaban en el mes de julio, en solo pocos días seria el cumpleaños de Satsuki.

– Por eso necesito tu ayuda Sakura. –Le dijo el rubio a la pelirosa.

– Y hasta este momento te pones a buscar. –Dijo Sakura.

– No, mientras estábamos fuera de la aldea pase por unas tiendas… pero…

– Es Satsuki de quien hablamos. –Dijo la chica.

– Ademas, no es como la vez pasada que le regale una bolsa de tomates. –Dijo el chico.– En ese entonces era una compañera de equipo, pero ahora es mi novia.

– Si, ese es un problema. Pero no se porque le pides ayuda a alguien que esta molesta con ustedes. –Sakura fue dejada fuera durante el arco anterior.

– Ah, enojate con el escritor no conmigo. –Comento el rubio.

– ¿Y por que no le pides ayuda a Fuu? –Le pregunto Sakura.

– Lo pensé, pero ahorita no tengo manera de contactarla. –Dijo Naruto.

– Muy bien, te ayudare como estas tan desesperado. –Dijo la pelirosa.– Aunque siendo Satsuki-san, no se que tanto te pueda ayudar realmente.

– Bien, empecemos con opciones. –Dijo Naruto.– Había pensado en regalarle un collar.

– Lo mas seguro es que rompa de alguna forma, si es que lo llega a usar. –Señalo Sakura.

– Pensé lo mismo, por eso lo descarte. –Le dijo el rubio.

– Eso te pasa por conseguirte una novia ninja. –Dijo la chica ninja.

– Debe de haber alguien que nos pueda ayudar. –Dijo Naruto.– ¿Kakashi-sensei?

Ambos chicos pensaron durante unos momentos sobre su maestro antes de descartarlo.

– ¿Que tal Mikoto-san? –Pregunto Sakura.

Los dos recordaron cuando Satsuki ha usado vestidos, para emoción de su madre y como la mujer admitió que no sabia que regalarle.

– Creo que no servirá de mucho. –Respondió Naruto.

– Quizás podríamos ir con Hinata. –Le dijo Sakura.– A lo mejor Satsuki dijo algo que puede servirnos.


– Gracias por ayudarme. –Le dijo Yakumo a Satsuki. Ambas chicas estaban en la casa de Yakumo con pilas de papeles y montones de pergaminos. Una de las primeras cosas que Yakumo se puso a hacer cuando volvió de su misión fue terminar varios tramites y papeleo que se tenían pendientes, algunos desde hace años.

– No hay problema. –Le dijo Satsuki.

– Tu cumpleaños es en unos días. ¿Has planeado algo? –Pregunto la castaña.

– No, de hecho ni me acordaba. –Dijo la Uchiha.– He estado mas preocupada por otras cosas.

– ¿Y que crees que te dará Naruto? –Pregunto Yakumo.

– Umm… no se… –Respondió la pelinegra.– ¿Tal vez una bolsa de tomates?

– ¿To-tomates? –Se pregunto Yakumo con una gotita de sudor.

– Si, eso me dio la ultima vez. –Dijo Satsuki.– No veo porque habría ser diferente.

Yakumo puso su mano en el hombro de Satsuki y cerro sus ojos, soltando un suspiro.– Alguien por favor ayude a esta chica, o a su novio.


– Lo siento, no creo que pueda ayudarles. –Dijo Hinata.– Batalle para conseguir que regalarle.

– Ya veo. –Dijo Naruto.

– Aunque puedo acompañarlos a ver. –Dijo la peliazul.– Quizás encontremos algo.

– Porque Satsuki-san tiene que ser tan tsundere. –Dijo Sakura.– Seria fácil si supiéramos que quiere.

– ¿Pero creí que ya sabían eso? –Dijo Hanabi.– Solo ayudenle a reconstruir su clan, no es lo que quiere.

Los adolescentes se sonrojaron antes lo que la niña dijo.

– Ha-Hanabi-chan… –Exclamo Hinata sin saber (O querer) abordar el tema.

– Oye eso es una buena idea. –Dijo Anzu.– Hasta me dan ganas de ayudarla.

– Me-mejor dejamos eso para después. –Dijo Naruto. Las dos chicas lo miraron.– ¡No era lo que quería decir!

– Hanabi-chan, Anzu-chan… eso es algo que solo pueden hacer cuando sean adultos. –Dijo Hinata.

– Si, reconstruir un clan es mucha responsabilidad. –Dijo Sakura riéndose por dentro.


– ¿Así que cual es tu plan? –Le pregunto Tsunade a Jiraiya.

– No me queda duda de que antes de ir Uzushiogakure necesito entrenar a Naruto. –Le dijo Jiraiya.– Aun si no van a haber enemigos ahí, si estoy en lo correcto y lo que encontramos sirve para remover el sello maldito, entonces de inmediato iniciara la batalla contra Orochimaru. No creo que lo podamos dejar fuera si eso pasa.

– A ninguno de hecho. –Le dijo Tsunade. La mujer se levanto de su escritorio y miro a la aldea.

– ¿Que ocurre? –Pregunto Jiraiya.

– Ahorita mismo, tu alumno debe estar enfrentandose a una gran prueba. –Dijo Tsunade.– Una en la que tu le puedes ayudar poco.

– Ah, ya veo. –Dijo Jiraiya parándose junto a la rubia.– Sabia que esa prueba llegaría pronto, pero pensé que seria tan rápido.

– El día que decidió su camino, sabíamos que estaría condenado a esto. –Dijo Tsunade.– Pero si logra resolverlo ahora, en adelante sera sencillo.

– Lo mismo pensaba. –Dijo Jiraiya.– Naruto, tu puedes resolver este gran acertijo.

Ambos sanin miraban a la aldea, preguntándose que era lo que Naruto le regalaría a Satsuki.


Con la ayuda de Hinata, los dos del equipo 7 comenzaron a caminar buscando y pensando en lo que le podía regalar el Uzumaki. Sin embargo, no fue la única que se unió a eso…

– Sigo sin entender que hacemos aquí. –Dijo Hanabi.

– Vamos Hanabi-chan, va a ser divertido. –Dijo Anzu.

– Lo dudo.

– Pero así podrás hacer lo que mas te gusta. –Dijo Anzu.– Destrozar a los amigos de Hinata-san con sarcasmo.

– ¿Lo hace? –Pregunto Naruto.

– Si, ya ataco a Satsuki y Kiba-kun. –Dijo la hermana mayor.– Regularmente tengo que darle abrazos y amor para que no me ataque.

– No puede ser tan peligrosa. –Comento Sakura.

– Anzu, en serio no necesitamos estar aquí. –Dijo Hanabi.– Te apuesto a que este capitulo no va a aportar nada a la trama.

– ¿Trama?¿De que estas hablando? –Le pregunto la niña de cabello negro.

– Y tu, novio de Satsuki… –Hanabi se dirigió al jinchuriki.– ¿Como es que terminaste de novio de Satsuki?

– Me llamo Naruto. –Dijo el rubio.

– No eres lo suficientemente importante para recordar tu nombre. –Dijo Hanabi.

Pero si es el protagonista. –Pensaron Hinata y Sakura.

– ¿Para que lo quieres saber? –Pregunto Naruto con una gotita de sudor.

– Porque simplemente no puedo imaginarme quien querría a alguien como Satsuki. –Dijo Hanabi.– Vamos, es una amargada y terca.

– Debe de ser por su cabello negro, a todos les gusta el cabello negro. –Dijo la niña de cabello negro moviéndolo con sus dos manos.

– No, no es por eso. –Dijo Naruto.– Es difícil de explicar… es cierto que es un poco terca…

En especial en temas amorosos. –Pensó Hinata.

– Pero, por lo mismo se esfuerza mucho, y aunque no lo parezca se preocupa por muchas personas. –Dijo Naruto.– Creo que no hay una sola cosa, si no todo Satsuki.

Naruto dio una respuesta sincera que convencería a cualquiera, sin embargo la niña solo lo miro extrañada.

– No entiendo nada. –Dijo Hanabi.– El amor no tiene sentido.

– Y menos cuando estas involucrada. –Dijo Sakura.

– ¿Que? –Pregunto Hinata.

– ¿Que?

– ¿Por que no haces lo mismo que la pelirosa y le regalas lo mismo que la otra vez? –Pregunto Hanabi.

– Ah… es que era una bolsa de tomates. –Dijo Naruto.

– ¿Una bolsa de tomates?¿Y le gusto? –Pregunto la castaña y Naruto asintió.– Que rara.

– Así es Satsuki. –Dijo Sakura sentándose en una maseta.– Sinceramente, se me ocurre una persona que nos puede ayudar, pero dudo que la dejen venir.

– Fuu. –Dijo Naruto.

– Si, pero es de otra aldea. –Dijo Sakura.– Es muy posible que este en una misión ahorita mismo.


– Siento que hablan de mi. –Exclamo Fuu rodeaba de bandidos. Uno la ataco en su piel reforzada y su arma se rompió. Al bandido y sus compañeros se les salieron los ojos al ver esto.


– Hay algo que podemos hacer. –Dijo Hinata.– ¿Recuerdan la misión en el país de la hierba?

– Si.

– No. –Dijo Sakura.– No me llevaron.

– Oh… cierto. –Exclamo Hinata recordando que estaba inconsciente en ese tiempo.– Cuando viajábamos al país de la hierba, teníamos que ayudarle a Sasame-chan con la ropa. Pero nada de lo que Yakumo y yo escogíamos le gustaba. Pero cuando Satsuki lo hizo, fue otra historia.

– Ya entiendo. –Dijo Naruto.– Hay que traer a Sasame-chan.

– Si, es una excelente idea. –Agrego Sakura.

– No. –Les respondió Hinata con una gotita de sudor.


– Malditos papeles. –Exclamo Satsuki con su rostro recargado en la mesa.

– Resiste Satsuki, ya casi acabamos. –Le dijo Yakumo que se miraba igual de derrotada que la Uchiha.

– ¿Como es que mi madre se encarga de esto? –Pregunto la pelinegra.

– Bueno, muchos de estos son cosas atrasadas. –Dijo la castaña.– Aparte de que… algunas son cosas administrativas de los otros miembros.

– Si, veo porque seria mas fácil. –Le dijo Satsuki.

– Y ademas tengo entendido que tu mama es quien enviá mas cosas a la oficina del Hokage. –Dijo Yakumo.– Hasta tiene una plantilla y todo.

– Cr-creo haberla visto hacer eso alguna vez. –Exclamo Satsuki con una gotita de sudor.

– Voy a pedir algo de comer. –Dijo Yakumo.– ¿Se te antoja algo?

– Nada en especifico. –Dijo Satsuki.– Pide lo que se te antoje.

– Por eso mismo te pregunte, no se me antoja nada en especifico. –Dijo la castaña.


– Escuchen. –Le dijo Hinata a Naruto y Sakura.– Quizás no sea la única manera, pero si quieren regalarle algo a Satsuki, deben preguntarle a alguien como Satsuki.

– Y por eso queremos traer a Sasame-chan. –Dijo Sakura.

– No, la quieren traer por otra razón. –Casi regaño Hinata.– Satsuki no es la única como Satsuki en la aldea.

– ¿Hay alguien mas con una personalidad como Satsuki? –Pregunto Naruto.

– Si, esta aquí. –Dijo Hinata. Ella y Anzu miraron a la menor de las hermanas Hyuga.

– ¡¿Que?!¡No me parezco en nada! –Dijo Hanabi.

– Eh… Hanabi-chan, si te parecés. –Dijo Anzu.

– Las dos son como gatos. –Dijo Naruto.

– ¿Que quieres decir con eso? –Pregunto la niña con ojos afilados.

Hasta los ojos de gato les salen igualitos. –Pensaba el rubio.

– Lo creas o no, te conviene intentarlo. –Dijo Hinata.– Si funciona, te vas rápido. Y si no, te burlas de ellos.

– Eso es cierto. –Dijo Hanabi.– Bien, estoy segura de que no servirá, pero intentemoslo, novio de Satsuki.

– Mi nombre es Naruto. –dijo el rubio.

– No eres tan importante como recordarlo. –Le dijo la niña al protagonista.


Algunas horas mas tarde, no habían tenido mucho éxito. No habían muchas cosas que le gustaran a la castaña y las que si, no eran realmente algo para un regalo.

– Yo les dije que no iba a servir. –Dijo Hanabi.– Idiotas.

– Siento que lo haces a propósito. –Dijo Naruto.

– Puede ser. –Dijo la castaña.– No acabamos rápido, pero por lo menos es divertido.

– No, aun queda algo. –Dijo Naruto.– No quería tener que llegar hasta ese punto, porque me parece muy arriesgado.

– ¿Y eso que es? –Pregunto Hanabi siguiendo a Naruto. El chico entonces entro a una tienda de ropa.

– ¿Que no ya intentaste con ropa? –Pregunto Sakura.

– Si, pero no con vestidos. –Dijo el rubio.

– Vaya, estas raspando el fondo del barril. –Dijo Sakura.

– ¿Por que? –Pregunto Anzu.

– A Satsuki no le gustan los vestidos. –Dijo Sakura.– Creo que los ha usado como tres veces desde que somo equipo.

– ¿Solo tres? –Pregunto Anzu.

– Quizás sean mas, pero quiero leer 200 capítulos para averiguarlo. –Dijo Sakura.

– A tu novia no te gustan los vestidos, y a mi tampoco. –Dijo Hanabi.

– Si, pero es algo tan estupido que a lo mejor funciona. –Dijo Naruto.

– ¿Que clase de lógica de mier- –Hanabi se interrumpió antes de decir esa palabra, su hermana la regañaría o peor, acusaría con Natsu si lo decía.– Lógica tonta es esa?

– Vamos Hanabi, sera divertido. –Dijo el chico.

– No, sera una perdida de tiempo. –Le dijo la niña.

– Pero podrás burlarte de el después. –Dijo Anzu.

Naruto comenzó a caminar hacia la tienda y Hanabi lo siguió. No sabían si porque se sentía obligada, o para usarlo después. El grupo entro a la tienda y comenzó a mirar los vestidos, sin que Hanabi les prestara atención. La niña desvió su atención a unos percheros y saco algo de estos.

– Anzu, mira. –Dijo Hanabi sosteniendo una sudadera con orejas de gato.

– ¿Crees que de aquí la compro? –Pregunto la pelinegra.

– ¿Que es eso? –Pregunto Sakura.

– Creo que he visto a Hanabi-chan usarla. –Dijo Hinata.– O bueno, una similar pero con otro color.

Naruto miro a Hanabi sosteniendo la sudadera, recordando lo fácil que relacionaba a su novia con los gatos… sin mencionar aquel articulo de ropa con dibujos de gato que una vez vio. Ya sabia que regalarle.


Naruto había hecho una compra del regalo. Algo en lo que los demás no habían pensado, pero tenia sentido una vez que el chico lo menciono.

– Es increíble Naruto-kun. –Dijo Hinata.– Llevaste a Hanabi a escoger algo que no le gustara, para que se enfocara en algo que si le gustaba.

– S-si, claro, ese era mi plan. –Naruto mintió.

– Y… ¿Cual es el plan para su cumpleaños? –Pregunto Hinata.– Pensaba decirles a todos que fuéramos a comer, pero estoy segura que te gustaría darle ese regalo en privado.

– Bueno, yo tengo algo de trabajo en el hospital ese dia. –Dijo Sakura.

– ¿Que tal después de las seis? –Pregunto el Uzumaki.


Algunos días mas tarde, Naruto fue a la casa de Satsuki. La pelinegra no tenia ningún plan para el día, por lo que se levanto tarde. La chica se despertó y abrió la puerta a su novio, con su cabello hecho un desastre y aun en pijama.

– No creí que fueras a abrir en pijamas. –Comento el rubio sentado.

– Bueno, la verdad no es nada importante. –Dijo la Uchiha.– Me has visto en pijama en las misiones, una vez incluso peleamos.

– Eso es cierto. –Dijo el chico. Naruto abrió su mochila y saco una caja envuelta.

– Feliz cumpleaños. –Le dijo el rubio.

– No era necesario. –Dijo la pelinegra tomándolo.– Pero gracias.

Satsuki lo abrió, sin realmente tener una expectativa. Miro que dentro de la caja había una camiseta de color azul fuerte. La Uchiha dedujo que era una camiseta, pero cuando la levanto no esperaba mirar el rostro de un gato.

– ¿Te gusta? –Pregunto Naruto.

– Si. –Asintió Satsuki.– ¿Como tuviste la idea?

– Bueno, Hanabi me ayudo. –Respondio el rubio.

– ¿Hanabi, ayudar a alguien?

– Fue accidentalmente.

– Eso si suena como Hanabi. –Le dijo la pelinegra.

– Te cae bien ¿no?

– ¿Que?¡No! –Dijo Satsuki.– Es muy terca, no le gusta ser directa con sus sentimientos, y es muy molesta.

– ¿Y por eso te cae tan bien?

– Si no fuera porque me gusto la camiseta te mataría. –Dijo Satsuki.

– No, no lo harías porque me amas. –Le respondió Naruto.

– ¿Tienes algún plan para hoy? –Pregunto Satsuki.

– Bueno, quedamos de ir a cenar contigo a las seis. –Dijo el Uzumaki.– Pero aparte de eso… –El rubio saco algo de su mochila.– Mikoto-san me dijo que ves esa serie, pero no habías tenido tiempo de actualizarte. Así que la rente, o por lo menos los capítulos mas recientes.

Satsuki tomo la mano de su novio y le dio un beso.– Gracias.

– De nada… –Dijo el chico sorprendido por la acción de la chica.

– Ya volví. –Dijo Mikoto abriendo la puerta. Lo primero que la mujer vio fue a los dos adolescentes agarrados de la mano y con sus rostros cerca.– ¡Ah!¡Lo siento!¡No quiero detener el desarrollo de la trama romántica!
– No, no… era un simple beso. –Ambas Uchiha estaban en pánico.

Después de una rápida explicación, Mikoto se sentó junto a los dos novios.

– Me alegra que te haya gustado el regalo de Naruto. –Dijo Mikoto a su hija que usaba la camiseta de gato.– Yo te hubiera dado un vestido.

– ¿Para que? He usado vestidos como 3 veces en la serie. –Dijo Satsuki.– Puede que mas, pero no quiero leer 200 capítulos para averiguarlo.

– Bueno, iré a mi cuarto a tomar una siesta. –Dijo Mikoto.– Diviértanse.

– Supongo que querrás ver la serie. –Dijo Naruto levantándose.

– ¿Quieres verla conmigo? –Pregunto Satsuki.

Naruto conocía la serie. Había visto algunos capítulos hace algunos años, pero fue básicamente el principio de la serie. Aun así, era una serie para niños, no podía ser tan complicada.– Si, me gustaría.

Algunas horas después, ambos iban por sexto capitulo del arco. Naruto miraba la serie, confundido.– No estoy entendiendo nada. –Pensó sentado mientras su novia estaba muy entrada.


Danzo estaba parado en una sala con los miembros de su organización frente a el. Hace mucho se había enterado de las noticias sobre la muerte de Kisame y el aumento de poder que Naruto había tenido. Sin embargo, lo que le preocupaba mas era el hecho de que el Uzumaki había luchado contra Isae. Ella era una enemiga, al líder de RAIZ no le quedaba duda. El hecho de que hablara con el siempre era un peligro.

– Desde este momento. –Dijo Danzo.– Oficialmente RAIZ sera disuelta y los demás asignados a otras posiciones dentro de la aldea.

Ya no podían quedarse esperando. Aunque de esta manera llevaría mas tiempo, los pondría mas seguros para cuando el momento llegara y se pudiera cumplir su plan.


Una mujer de cabello rojizo estaba mirando un mapa en la tienda del campamento rebelde. La ninja, era una de las principales lideres de la rebelión contra el Kazakage y era conocida como Mei Terumi. Durante las ultimas semanas, Mei al igual que los otros lideres, estaban mirando una manera de poder entrar a la aldea de Kirigakure y detener a Yagura. Esto ya de por si era algo difícil, pero el hombre tenia a uno de sus seguidores mas fuertes cerca, el jinchuriki del Rokubi. Nadie de la rebelión que lo hubiera enfrentado había sobrevivido, y si luchaban en grupos no cambiaba nada. El hecho de no tener médicos tampoco les había ayudado a descubrir los jutsu de su enemigo.

– Parece que solo hay una manera. –Dijo Mei.

– ¿Cual Mei-sama? –Le pregunto un chico de cabello azul puntiagudo.

– Tendremos que pedirle ayuda a uno de esos chicos de Konoha o Taki que sobrevivieron contra el. –Dijo la mujer.

Fin capitulo 201.