-Taro-sama ¿Me ha llamado? — Preguntó Maruss haciendo una leve reverencia.
-Maruss…He de suponer que ya conoces el plan ¿No es así? — Preguntó una voz grave entre las sombras.
-Así es…Soy el encargado de robar el Cristal del Tiempo. — Contestó Maruss.
-Correcto. Es por eso que te daré un fragmento de la Esfera del Silencio. Como sabrás el Cristal del Tiempo está ubicado en el segundo mundo, por esa razón únicamente podrás entrar si posees este fragmento. — Le explicó mientras estiraba su mano robusta y posaba el pequeño fragmento sobre la mano de Maruss. — Con el fragmento de la Esfera del Silencio que posees, serás capaz de entrar sin que nadie pueda sentirte…Ni si quiera los descendientes del Rayo. –
Maruss asintió. — Lo comprendo. –
-Debes tomar esa esfera y traérmela en seguida ¿Entendido? — Preguntó y Maruss volvió a asentir - ¡Pues ve! ¡Ahora! — Le ordenó y con esto Maruss se retiró. - Una vez tenga el Cristal del Tiempo conmigo…Seré totalmente invencible, matando dos pájaros de un tiro. — Murmuro macabramente entre las sombras, haciendo eco con su risa.
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"Dos Fragmentos del Mismo Mundo"
Capítulo 1: "Tropiezo Inesperado"
-Castillo Raiku, Makoku ~ Mundo Mamodo-
-Las cosas están muy calmadas últimamente. – Gash estaba comiendo junto a Zeon y Kurumi en el jardín.
-Sí, eso es gracias a nosotros en parte. – Kurumi sonrió, estaba sentada frente a Gash.
-Gracias a MI, querrás decir. – Zeon le dio un sorbo a su té, estaba sentado en medio de Gash y Kurumi. – Tú no puedes ni derrotar a un Mamodo sola. –
-¡¿Qué dijiste?! – Kurumi lo miró fastidiada. - ¡Eso no es cierto! –
-¿No lo es? En la última batalla casi pierdo una pierna porque no pudiste sola contra ese Mamodo. – Zeon la miró algo fastidiado.
-¡Eso fue porque era demasiado fuerte! – Kurumi le reclamó. - ¡Y fue tu culpa por intervenir en mi pelea! –
-¡¿Encima me culpas a mí?! – Zeon explotó. - ¡No podías hacerlo sola, te estaban matando! ¡Deberías agradecer que sigas viva gracias a mí! –
-¡Unu, Zeon, Kurumi-chan, cálmense! – Gash se puso nervioso, una vez que esos dos empezaban a pelear no había quien los parara.
-¡Yo puedo defenderme sola, no necesito que me estés cuidando! – Kurumi lo miró fijamente.
-¡No podrías sobrevivir si no estuviera a tu lado! – Zeon se puso de pie y golpeó la mesa enfadado. - ¡Rápidamente entras en pánico y vuelves a tu mentalidad depresiva de mierda! ¡Siempre ha sido así desde que éramos niños! ¡He tenido que estar cuidando de ti siempre! –
-¡Eso no es cierto, eso no es cierto! ¡Yo no necesito de nadie! ¡No lo digas como si fueras tan fuerte! –
-¡Si no fuera por mí, no estarías aquí en primer lugar! – Zeon…explotó de nuevo. - ¡Cuando tu padre murió te sumiste en esa depresión y trataste de suicidarte como toda una mocosa estúpida! ¡Si no te hubiera encontrado, estarías muerta! ¡Me debes la vida! –
-¿Eh…? – Kurumi se quedó en shock al escuchar todo aquello, en parte Zeon tenía razón, pero no podía evitar sentirse mal y decepcionada. - ¿Realmente…crees eso de mí? – Agachó la mirada triste, nunca esperó que Zeon le dijera algo así después de estar juntos por 10 años.
-¡Unu! ¡Zeon, Kurumi! – Gash se puso de pie. - ¡Tranquilícense por favor! ¡No tienen qué pelear por algo pasado! –
-¿Ves? Ya pusiste tu maldita mirada depresiva de nuevo. – Zeon cruzó los brazos y desvió la mirada. – No has cambiado en nada, sigues siendo igual de débil y sentimental como siempre. –
-¡Unu, Zeon! – Gash trató de hacer que su hermano se disculpara.
-Está bien, Gash… - Kurumi se puso de pie. – Entiendo que alguien frío como él no lo comprenda, pero tú eres diferente, ¿verdad? –
-¿Unu? Por supuesto que eres fuerte Kurumi-chan. – Gash sonrió algo nervioso. – Pero…eres un poco…delicada… -
-¿Eh? – Kurumi lo miró. - ¿A qué te refieres, Gash…? –
-Unu, bueno… - Comenzó a juguetear con sus dedos y desvió la mirada. – Si llegas a deprimirte mucho…y a depender de Zeon…a veces. -
-¿Qué? – Kurumi estaba atónita, no era sorpresivo que Zeon se lo dijera ¿pero Gash? – Ya veo…en ese caso…lo siento… - Las lágrimas empezaron a caer por sus ojos y solo salió corriendo hacia la parte trasera del Castillo.
-¡¿Unu?! ¡Kurumi-chan! – Gash quiso correr detrás de ella, pero Zeon lo detuvo. - ¡¿Qué haces, Zeon?! ¡Tenemos que ir por ella! –
-Déjala sola, tiene que aprender a superarlo por su cuenta. – Zeon tenía una mirada seria. – De lo contrario, jamás va a mejorar. –
-¡Pero está triste, podría pasarle algo! – Gash intentó hacerlo reaccionar.
-Estará bien. – Zeon respondió tranquilo. – No volverá a descontrolarse, así que déjala. –
-Zeon… - Gash lo miró algo confundido. - ¿Cómo puedes decirlo…tan tranquilamente? –
-Siempre he sido así, no sé por qué todavía se sorprenden de ello. – Zeon soltó su mano y volvió a sentarse. – Si no nos comemos las tortitas de mamá se sentirá mal. –
-Unu… - Gash decidió hacerle caso a Zeon, quizás tenía razón y Kurumi necesitaba estar sola. Regresó a su asiento y continuó su comida en silencio junto a su hermano.
Kurumi, por otro lado, estaba caminando por los jardines traseros del castillo, estaba más calmada pero seguía algo decaída.
-Estúpido Zeon, estúpido Gash, realmente los odio… - Levantó la vista al cielo y se extrañó de ver la figura de un chico con una capa negra que saltó desde una habitación hasta ahí. - ¿Un Mamodo? – Corrió hacia él, estaba segura de que no era un guardia. - ¡Detente ahí! –
-¡Maldición! – Maruss notó a la chica que venía corriendo hacia él. - ¡No tengo tiempo para esto! ¡Garon! – Sin pensarlo, solamente disparó un pilar con pinchos desde su mano contra la joven.
-¡Feishirudo! – Logró cubrirse a tiempo, pero quedó impactada al ver el hechizo. – "¡No puede ser…! ¡Este hechizo es…!" – Un segundo pilar la golpeó al perderse por unos momentos en sus pensamientos, acabo en el suelo herida, pero se levantó rápidamente. - ¡Detente ahí, Maruss! –
-¡Tsk, sabe mi nombre! – Maruss bufó irritado. – Bien, ¡acabaré contigo! ¡Gigano Garon! –
El ataque volvió a golpear a Kurumi de lleno, tumbándola en el suelo más herida que antes, pero esta se puso de pie y, con una velocidad impresionante, logró situarse detrás de él.
-¡Jauro Feisuku! – Kurumi recitó su hechizo antes de que el joven reaccionara.
La especie de jaula hecha de fuego golpeó a Maruss de lleno, haciendo que una especie de esfera roja cayera de su mano al suelo, Kurumi inmediatamente reconoció qué era.
-¡¿El Cristal del Tiempo?! ¡¿Por qué lo tienes?! – La pelinegra corrió hacia él para tomar dicho objeto. - ¡Devuélvelo! –
-¡Rayos! – El cuerpo de Maruss estaba lleno de quemaduras y moretones, tomó la esfera en sus manos de nuevo, pero la joven comenzó a patearlo para que la soltara. - ¡Aléjate de mí! – Un pequeño fragmento de una especie de cristal brilló en su cuello, inmediatamente de todo su cuerpo brotaron cuchillas y se encajaron en las manos de la chica.
-¡Ahh! – Kurumi logró zafarse antes de que el chico la golpeara, pero Maruss fue más rápido y la pateó contra una pared. - ¡¿Cómo pudiste hacer eso?! ¡Responde! –
-No necesito dar explicaciones. – El chico miró la esfera en su mano. – Es hora de volver, adiós. –
-¡Rondo Feisuku! – Creó un látigo de fuego y tumbó al chico en el suelo, al instante su látigo explotó y lo lastimó. - ¡Regrésame eso! – Kurumi corrió hacia él para arrebatarle lo que había robado.
-¡Eijasu Garon! – Una bola con pinchos atada en una cadena salió de su palma y golpeó a Kurumi en el rostro. - ¡Ya me diste demasiados problemas, muérete de una vez! ¡Darai Garon! –
Una bola con pinchos enorme apareció y fue dirigida hacia Kurumi, quien estaba en el suelo herida.
-¡Marusen Feishirudo! – La joven extendió sus manos y apareció un escudo en forma de camelia hecho de fuego frente a ella, el cual desapareció una vez que el ataque chocó contra él y se destruyó.
-¡¿Qué rayos…?! – Maruss sacó el fragmento de la esfera en su cuello. – Debo irme ahora. –
-¡Teo Feisu! – Kurumi estaba cayendo desde el cielo sobre él.
La chica lanzó el hechizo antes de que Maruss pudiera reaccionar, la gran bola de fuego le dio de lleno y lo tumbó en el suelo herido, haciendo que volviera a soltar la esfera roja y se cayera al suelo con tal fuerza que se le creó una grieta, de dicha apertura salió un resplandor cegador.
-¡¿Qué es eso?! – Kurumi cayó cerca de Maruss debido a que su vista fue cegada por dicha luz. - ¡No puedo ver nada…! –
-¡Gracias por la comida! – Gash estaba haciendo una reverencia al plato en su mesa.
-¿Sigues con tus costumbres humanas? – Zeon lo miró confundido.
Una explosión en el jardín vecino los asustó de golpe.
-¡¿Unu?! ¡¿Qué fue eso?! – Gash se levantó rápidamente. - ¡¿Un ataque enemigo?! –
-… - Zeon analizó el lugar un poco y corrió instantáneamente hacia el lugar. - ¡Es la presencia de Kurumi! –
-¡¿Unu?! – Gash corrió detrás de su hermano.
-¡Kurumi! – Zeon corría desesperadamente hacia el lugar "¡Pero está triste, podría pasarle algo!", las palabras de Gash resonaron en su mente. – "Por favor…que Kurumi esté bien… ¡Por favor!" –
Una vez que llegaron al lugar se quedaron en shock al ver un gran cráter en el suelo.
-¡¿Qué es esto?! – Zeon estaba asombrado ¿cómo había aparecido algo tan grande en su jardín?
-¡Unu! ¡Zeon! – Gash se acercó un poco al cráter y recogió una cinta roja desgarrada y algo quemada. - ¡Es el lazo de Kurumi-chan! –
-¿Qué? – Zeon lo tomó en su mano y se dio cuenta de que realmente lo era. – ¡No es posible! ¡Kurumi! ¡¿Dónde rayos estás?! ¡Kurumi! – Zeon recorrió los lugares cercanos buscándola.
-¡Kurumi-chan! ¡Responde, Kurumi-chan! - Gash hizo lo mismo que su hermano.
-¡Kurumi! ¡Kurumi! - Zeon tenía una mirada preocupada. – "¡¿Dónde demonios estás, Kurumi?! ¡¿Por qué…por qué no puedo sentir tu presencia?!" -
-Primer Mundo, Palacio Real, Jardín-
-¡Agh! — Exclamó Maruss del dolor al levantarse, miro a su alrededor y se dio cuenta que estaba en el palacio. — ¡Maldita sea! ¡Debo salir de aquí ya! — Exclamó tomando el cristal que posaba en el suelo, lo guardo en el interior de su chaqueta, luego miro a su lado y se encontró con Kurumi inconsciente. —Estúpida niña… - Y diciendo esto quiso sacar el fragmento de la Esfera de los 7 Tiempos de su collar, pero terminó descubriendo que no estaba. - ¡¿Qué?! ¡¿No está?! – Inmediatamente volteó a ver a la chica a su lado. – Su maldito ataque debió hacer que lo perdiera, ¡maldición! – Recordó que Taro le había contado sobre los poderes del Cristal del Tiempo, el cual sacó de su chaqueta para mirarlo fijamente. – Es cierto…los poderes de esta piedra van más allá de lo que ellos saben. – Cerró los ojos y el cristal brilló, desapareciéndolo del lugar…
-¡Gracias por la comida! — Exclamó Gash alegre mientras comía todo lo que podía, ante la vista estupefacta de Tio y Zeon.
-Gash ¿Podrías comer más despacio? ¡Estás regando todo! —Exclamó Tio al ver el desorden en el puesto de Gash.
-Unu…lo siento pero está delicioso. — Se disculpó el rubio mientras continuaba con su comida.
De pronto una explosión proveniente del jardín capto su atención.
-¡¿Qué es eso?! — Exclamó Tio poniéndose de pie.
-Iré a ver. — Dijo Zeon poniéndose de pie.
-Vamos contigo. — Le dijo la pelirroja y Gash asintió tragando de golpe el bocado de comida que tenía en la boca.
-No, quédense aquí. — Dijo Zeon caminando hacia la salida.
Pero… - Murmuró Tio.
-Dije que se queden aquí. — Ordenó Zeon saliendo de la habitación.
-Jo…Que mandón. — Murmuró Tio cruzada de brazos, luego soltando un bufido caminó hacia la puerta.
-Unu…Tio…Zeon dijo que te quedes aquí. — Le dijo Gash.
Tio rodó los ojos. — ¿Crees que voy a hacerle caso? Odio cuando se pone así. — Respondió molesta la pelirroja. — Hay que darle una lección de cómo se trata a una dama. -
Gash la miró. — ¿Cuál dama? -
-¡Gash! -
Zeon caminaba por el jardín, sintió una presencia desconocida, es por eso que le pidió a Tio que se quedara con Gash ¿Qué era esa presencia? Se sentía como… ¿Fuerte? Sí, era más fuerte que la de un Mamodo corriente, pero no lo suficiente para derrotarlo al menos. "¿Una niña?" Se preguntó Zeon al ver el cuerpo de Kurumi en el suelo, frunció el ceño ante la visión ¿Qué hacia una niña tirada en su jardín? Luego miró el suelo donde se había formado un cráter ¿Esa niña causo eso?
-Oye mocosa. — Trato de despertarla Zeon acuclillándose junto a ella, zarandeándola sin delicadeza. — Mocosa despierta. -
Kurumi abrió los ojos lentamente ante la voz, la cabeza le dolía ¿Qué había pasado? Se sentó en la hierba mientras trataba de despejar su mente, de pronto los recuerdos vinieron a su cabeza.
-Oye tú, niña. — La llamó Zeon. — ¿Qué haces en mi jardín? — Preguntó observándola.
Kurumi lo miró y sus ojos no tardaron en llenarse de lágrimas, se lanzó sobre el dándole un abrazo.
-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento, Zeon…! —Se disculpó totalmente arrepentida. — ¡Tú tenías razón, Zeon! ¡Soy demasiado débil! ¡Yo…no pude proteger el Cristal del tiempo! ¡Realmente lo siento! - Lloraba Kurumi ante lo sucedido.
-¡¿P-Pero Qué?! ¡¿Qué haces niña?! ¡Suéltame! — Exclamó totalmente disgustado Zeon, apartándola con fuerza.
-Zeon… - Murmuró Kurumi asombrada y luego agacho su mirada triste. — Ya veo…Sé que estás enojado, perdóname…No pude proteger el Cristal…y lo entiendo. - Se disculpó Kurumi mientras unas lágrimas se resbalaban por sus mejillas.
-¡¿Pero de que estás hablando?! — Preguntó Zeon frunciendo el ceño. — Estás completamente loca ¿De qué Cristal hablas? Además ¿Cómo puedes hablarme con tanta familiaridad? ¡Yo ni siquiera te conozco! — Exclamó Zeon molesto.
-¡¿Qué?! ¿Por qué Zeon…? — Murmuró Kurumi ante las palabras del chico. — ¿Por qué dices esas cosas hirientes? — Preguntó un poco herida.
Zeon bufó. — ¿Qué por qué? ¿Y qué quieres que te diga? Si vienes y apareces en mi jardín, luego te me lanzas y me hablas como si fuésemos amigos. Escucha niña, no sé qué pasa por tu cabeza, pero yo no te conozco, y si no vienes a algo importante pues te digo que ya puedes retirarte. — Le dijo Zeon fríamente mientras se ponía de pie.
Kurumi lo miro estupefacta, no podía concebir lo que Zeon le decía, ¿Por qué estaba actuando así? Sabía que habían discutido, que robaron el Cristal y que ella no pudo impedirlo… ¿Pero negarla? ¿Cómo podía decirlo tan tranquilamente después de diez años juntos? Simplemente no lo entendía. — Sé que estás enojado Zeon, pero no puedes tratarme así… — Le dijo Kurumi llorosa mientras se levantaba. — Entiendo que hemos vivido esto antes, pero…pero… ¡Pero nosotros somos amigos! -
-¿Pero qué te crees? — Preguntó Zeon molesto. — Yo puedo tratarte como quiera. Además tú y yo no somos amigos ¡ya te dije que es la primera vez que te veo en mi vida! -
Kurumi lo miro sorprendida, no podía creer lo que escuchaba ¿Por qué la trataba así? Esto ya había pasado hace 5 años, cuando pelearon contra Faudo, pero eso era algo pasado ¿no? Esta situación era diferente, ¿entonces por qué lo hacía de nuevo? Sentía su visión nublosa de nuevo por las lágrimas que intentaba retener.
-¿Unu? ¿Zeon que está pasando? — Preguntó Gash, quien llegaba corriendo junto con Tio.
-¡Gash! — Exclamó Kurumi esperanzada, Zeon podía estar furioso con ella y tratarla así, pero sabía que Gash no sería capaz de rechazarla nunca. —Lo siento mucho por lo del Cristal, Gash…Tenían razón al decir que soy débil… Incluso Zeon está enojado conmigo y lo comprendo…pero me dice que no me conoce ¡Está siendo muy cruel! ¡Pero tú no lo harás! ¿No es así, Gash? -
-¿Unu? Disculpa… ¿Quién eres? — Preguntó Gash confundido.
Kurumi no sabía qué hacer ¿Qué pasaba aquí? ¿Por qué Gash la trataba así también? No podía soportarlo.
-¿Tú también Gash…? — Preguntó mientras las lágrimas comenzaban a caer desde sus mejillas.
Zeon rodó los ojos. — ¿Pero qué le pasa a esta niña? -
Tio le dio un codazo molesta. — ¡¿Qué le hiciste?! -
-¡Yo no le he hecho nada! — Exclamó Zeon. — Ella está loca, se me tiro encima disculpándose por una Piedra o lo que sea. -
-¡¿Por qué dicen que no me conocen?! — Exclamó Kurumi confundida. — ¡¿Por qué se comportan de esa manera?! Entiendo que están enfadados… ¡Pero eso no les da el derecho de tratarme así! ¡Son crueles…son realmente crueles! -
-¿Unu? Disculpa pero…es que de verdad… - Murmuró Gash nervioso, no le gustaba ver llorar a las niñas y no sabía porque se sentía terriblemente culpable por las lágrimas de Kurumi. — No puedo recordarte. -
-¿Cómo te llamas? — Preguntó Tio poniendo una mano sobre su hombro.
-Soy Kurumi, Tio. — Respondió Kurumi mirándola. — Sé que no nos hemos llevado muy bien, pero debes reconocerme al menos… ¿O acaso tú también dirás que no me conoces? -
Tio la miro confundida. — ¿Cómo sabes mi nombre? — Preguntó.
-¿Lo ves? Está loca. — Le dijo Zeon ganándose una mirada asesina de Tio.
-¡Deja de hablar así! — Exclamó Tio molesta, luego fijo su mirada en Kurumi quien veía a Zeon con total asombro.
-¿Qué? — Preguntó Zeon ante la mirada de la pelinegra.
-Es que no lo comprendo…- Susurró Kurumi. — ¿De verdad no me recuerdan? ¿A pesar de todo lo que pasamos juntos…? -
-No es que no te recordemos, es que NO te conocemos. — Respondió fastidiado Zeon.
-¡Zeon!— Exclamó Tio.
-¿Ah no? Bien, permíteme refrescarte la memoria. — Respondió Kurumi mirándolo fijamente. — Eres Zeon Bell, hijo mayor del Rey. No sabías de la existencia de Gash hasta que cumpliste dos años porque escuchaste a tus nodrizas hablar de él. Poco antes de eso desarrollaste tu primer conjuro. -
Zeon se descruzó de brazos y la miró asombrado, luego la tomó del brazo con fuerza y la acercó a él. — ¡¿Cómo sabes eso?! ¡Dímelo! -
-¡Porque yo estuve contigo en ese momento, idiota! — Exclamó Kurumi y Zeon la soltó confundido.
-¿Qué? — Preguntó Zeon. — Te equivocas mocosa, yo estaba solo en ese momento, ¡así que di la verdad! -
Kurumi negó con la cabeza. —Yo he estado a tu lado desde los dos años, Zeon…Tú me salvaste varias veces. — La chica lo miró y luego dirigió su mirada a Gash. — Gash, tú fuiste separado de tus padres y hermano para vivir con Yuno, quien…quien no te cuidaba como debía…siempre quisiste tener un hermano mayor para que jugara contigo. -
-¡¿Unu?! ¿Cómo sabes todo eso? — Preguntó Gash.
-Ya se los dije, yo si los conozco. — Les dijo Kurumi. – Ustedes se reconciliaron durante la batalla contra Faudo, donde despertó el verdadero Baou y quemaste el libro de Zeon después de lograr dominarlo. -
-Ahora si te voy a obligar a decir la verdad. — Murmuró amenazante Zeon mientras Tio lo tomó del brazo. - ¿Qué pasa? — Le preguntó Zeon un poco fastidiado porque lo impidió.
-Déjala, tal vez esté diciendo la verdad. — Le dijo Tio mirándolo a los ojos. — Si no ¿por qué sabría tanto sobre ustedes? Debes escucharla Zeon. -
Zeon la miró y luego volteó a otro lado. — Tsk, lo que sea — Murmuró.
Tio asintió. — ¿Podemos llevarla dentro Gash? Para platicar mejor. –
-Unu. — Gash asintió. — Vamos. — Y diciendo esto todos comenzaron a entrar.
-Por cierto. — Le dijo Zeon a Tio. — Te dije que esperaras dentro ¿Por qué demonios nunca haces caso? — le preguntó molesto.
-¡No le puedo hacer caso a alguien que no sabe cómo tratar una dama! -
-¿Dama? Yo solo veo un demonio. -
-¡¿Qué dijiste?! — Exclamó Tio furiosa. — ¡Ven acá Zeon! -
Kurumi fijo su mirada en Tio y Zeon ¿Qué hacía Tio allí? ¿Por qué se trataban con tanta familiaridad? ¿Desde cuándo Zeon había vuelto a ser el amargado de antes? No pudo evitar sentir algo raro en su estómago…Y no le gustaba ese sentimiento. No entendía nada: Zeon y Gash juraban no conocerla, Tio y Zeon se llevaban bien ¡¿Qué era todo esto?!
-Quédate quieta. — Le ordenó Zeon mientras colocaba su mano en su frente.
-Unu…Zeon va a ver tus recuerdos, Kurumi-chan. — Le explico Gash y Kurumi sonrío, ser llamada así le hacía sentir como si todo estaba en orden.
-Lo sé, lo sé. — Respondió Kurumi y Zeon comenzó a adentrarse en sus recuerdos…
-¡Zakeru! – Zeon atacó al hombre frente a él, su cuerpo estaba lleno de heridas, quemaduras y moretones, pero su mirada era firme.
Dark esquivó el ataque y lanzó una potente llamara contra Zeon, tumbándolo en el suelo.
-¡Pad-! – Una niña de pelo negro intentó gritarle a su padre, pero cubrió su boca rápidamente.
-Aún no… ¡Aún no! – Zeon se puso de pie y desapareció, inmediatamente apareció detrás del hombre y apuntó su pequeña mano hacia la espalda del mayor. - ¡Zakeruga! –
El ataque dio de lleno en la espalda de Dark, tumbándolo en el suelo. Zeon aprovechó esto para teletransportarse de nuevo frente al General y patearlo con fuerza hacia el otro extremo de la habitación, el Mamodo mayor se puso de pie y arrojó varias bolas de fuego contra Zeon, el chico intentó usar su manto como protección, pero aún no sabía manipularlo, así que terminó recibiendo el ataque de lleno.
-Maldición… ¡Aún no! – Se puso de pie una vez más y corrió a golpear a Dark.
Dark logró esquivarlo y situarse detrás de Zeon para atacarlo con una potente llamarada, pero el chico actuó rápido y, por milagro, pudo manipular su manto para cubrirse del ataque.
-¡Bien! – El chico volteó hacia Dark y apuntó contra él. - ¡Zakeru! – Zeon disparó contra él hombre, quien se cubrió con sus manos el hechizo. - ¡Zakeruga! –
Dark, cegado por el Zakeru, apenas logró esquivar el Zakeruga moviéndose a un lado, sin darse cuenta que su hija estaba detrás de él.
-¿Qué? – Zeon se percató de ella. - ¡Quítate! –
-¡¿…?! – Dark volteó hacia atrás. - ¡¿Kurumi?! – El Zakeruga perdido era demasiado rápido que no lograría llegar con su hija a tiempo. - ¡Muévete, Kurumi! –
-¡¿Eh?! – Kurumi reaccionó al ver el ataque e inmediatamente extendió sus manos. - ¡De-Detente! – Un escudo de fuego se creó frente a ella y la protegió.
-¿Cuántos habrán muerto, hasta ahora, por mi culpa? – Kurumi caminaba por el jardín de rosas del Castillo, cargaba con ella una navaja y se encontraba llorando. – No debo existir en este mundo…ese chico lo dijo… Ah…Estoy tan cansada…no merezco existir… - La pequeña se dejó caer en el suelo. – Madre… - Con profundo odio hacia sí misma, cortó su muñeca izquierda una y otra vez. - ¡Padre…! – Hizo la misma acción con su mano derecha. - ¡Yo…quiero…estar con ustedes! – Decidida y con sus fuerzas restantes, Kurumi cortó su cuello y cayó al suelo inconsciente por la pérdida de sangre.
-Maldición, ningún guardia es lo suficientemente fuerte para mí… - Zeon caminaba algo irritado por el jardín. - ¿Uh? – Logró divisar una chica en el suelo. - ¿Esa es…la hija del General Allen? – Su mirada cambió a una sorprendida cuando vio la sangre que salía de las heridas en su cuello y brazos. - ¡Oye! – Inmediatamente corrió a ella y trató de detener la hemorragia, usando pedazos de su manto como vendas. - ¡¿Qué hiciste, estúpida?! ¡Abre los ojos! ¡Oye! – El chico notó que su pulso era débil y su cuerpo estaba algo frío. - ¡Maldición…! – Zeon la tomó en brazos y se teletransportó a su habitación para recostarla en su cama. - ¡Alguien venga a ayudarme! ¡Rápido, una enfermera! ¡Rápido! –
-"Puedo escuchar…una voz…está pidiendo ayuda…se escucha preocupado…" – Kurumi tenía un poco de consciencia ahora que la hemorragia había sido detenida por unos momentos. – "Yo…moriré…no puedo evitarlo…ya está decidido…" –
-¡¿Qué están haciendo?! ¡Dije que vinieran rápido! – Zeon le gritaba a los recién llegados a la habitación.
-"Quienquiera que seas…gracias…" -
-Vaya, ya despertaste. – Un Zeon de dos años estaba al lado de la cama donde estaba Kurumi.
Kurumi movió la boca pero no salió palabra alguna. – "¿No puedo hablar…? ¿Por qué…? Además… ¿dónde estoy…?" – La chica miró a Zeon y movió con lentitud la boca para que leyera sus labios.
-¿Uh? '¿En…dónde…estoy…?' Ah, estás en mi habitación. – Zeon cruzó los brazos. - ¿Por qué te cortaste el cuello y los brazos? Si no hubiera pasado por ahí y te encontrara a punto de morir, probablemente no estarías viva ahora. –
-"¿Eh…? ¿Él…me salvó…?" – Kurumi tocó su cuello percatándose de las vendas, de nuevo miró a Zeon y movió los labios.
-'¿Por qué…me…salvaste?' ¿Preguntas el por qué? Estabas en mi jardín muriéndote. – Zeon suspiró con fastidio. – Eres la hija de Dark Allen ¿no es así? Recuerdo haberte visto en una que otra ocasión junto a él. – Kurumi asintió mientras lo miraba fijamente. – Lamento la muerte de tu padre, era un buen guardia, le guardo algo de admiración, así que por eso te salvé. –
-"¿El Príncipe Zeon me salvó…? Es una buena persona…" – Kurumi sonrió y movió los labios una vez más.
-¿'Gra…cias…'? No las des, no hice nada. – El chico se bajó de la silla y caminó a la puerta. – Tengo que ir a entrenar, debes quedarte aquí ¿de acuerdo? Vendré a verte en la tarde. – Zeon abrió la puerta, pero antes de salir se regresó y la vio de nuevo. – Escucha, como me debes la vida, a partir de ahora vivirás en el castillo, debido a eso tú serás como mi acompañante ¿entendido? Tú deber es servirme a partir de hoy. – Kurumi asintió algo confundida. – Muy bien. – El chico se giró pero antes de salir se detuvo nuevamente. – Y otra cosa…no intentes suicidarte de nuevo ¿entendido? Si lo haces, me encargaré de revivirte y hacerte sufrir con mis propias manos ¿lo has entendido? – Kurumi volvió a asentir. – Bien, quédate a descansar, nos vemos después. – Zeon salió de la habitación y cerró la puerta.
-"Es una buena persona…" – Kurumi comenzó a llorar.
Zeon estaba confundido por lo que acababa de ver…Efectivamente…ella había estado con el cuándo se enteró de la existencia de Gash…Ella estuvo allí…a su lado…siempre. Frunció el ceño mientras se alejaba ¿Qué era eso? Efectivamente había pasado todo eso, solo que sin Kurumi…la memoria de esa niña era…era como si fuera otra historia.
-¿Cuál es tu nombre? — Preguntó Zeon mirándola fijamente.
-Kurumi Allen. — Respondió ella.
-¿Por qué en tus recuerdos estás siempre conmigo? Cuando realmente yo nunca te he visto en mi vida. — Pregunto seriamente Zeon.
-No sé qué esté pasando…Pero de dónde vengo, yo he sido tu fiel acompañante desde los dos años Zeon, y siempre he estado junto a ti…y tú junto a mí. — Le respondió Kurumi con sinceridad. – Eres lo más importante que tengo, Zeon. – Afirmó con seguridad mientras le miraba a los ojos.
-¡¿Eh?! — Exclamó Tio. Esa chica estaba diciendo que era la fiel acompañante de Zeon desde los dos años. - ¡¿Cómo que Zeon siempre ha estado junto a ti?! — Exclamó Tio cruzada de brazos. — ¡A ti nunca te hemos visto! -
Zeon alzó una ceja y dio una media sonrisa. — ¿Qué pasa Tio? ¿No decías tú que hay que escucharla que puede estar diciendo la verdad? — Preguntó divertido.
-S-Si pero bueno…L-Lo que dice…de tu…y ella… - Tartamudeo la pelirroja sonrojándose, Kurumi la miro fijamente.
-Unu… ¿Y si le preguntamos a Dufaux? — Sugirió Gash y todos se miraron. – Su Comunicador de la Respuesta podría ayudarnos ¿no? –
-¿Dufaux? – Respondió Kurumi poniéndose de pie inmediatamente. - ¡Eso es, Dufaux! ¡Estoy segura que él nos ayudará! –
-¿Lo conoces? – Zeon la miró.
-¡Sí! ¡Es tu Guardián de Libro! – Sus ojos brillaron al tener una nueva esperanza de saber qué pasaba. - ¡Y Martel debe estar con Kiyomaro y con él! –
-¡¿Unu?! ¡¿Conoces a Kiyomaro?! – Gash exclamó sorprendido.
-¡Qué sí! – Exclamó un poco fastidiada de tantas preguntas tontas. – ¿Y qué están esperando? ¡Vamos! – Sonrió de nuevo, al fin comprendería la situación.
-De acuerdo. – Zeon cruzó los brazos. – Arreglemos de una vez esto que me causa jaqueca. –
-Entonces no perdamos tiempo. – Tio tomó la iniciativa. - ¡Al Mundo Humano! –
-¡Unu! – Gash sonrió y tomó camino junto a los otros tres a la sala de donde partirían hacia el Mundo Humano en busca de respuestas ante la confusa situación…
ENDING: youtu (PUNTO) be (DIAGONAL) ulTvTJZ8qyg
¡YAHALLO! xHimemikoYukix aquí~
¡Primer capítulo de este maravilloso joint con ayuda de Hasumin-chan! :D
Crossover de los fanfics "Bajo las Sombras" de Hasu-chan y "Bokura no Gash Bell" de mi propiedad :3
La idea nació después de que re-leí un especial basado en mi fanfic "Digimon Extrem", y me pregunté: "¿qué pasaría si Kurumi conociera un mundo donde nunca existió?", conversé con Hasu-chan y después de crear y compartir ideas, finalmente dimos inicio a este joint! Esperamos con todo nuestro corazón que les guste ^^7 es un trabajo hecho por ambas y traído como muestra de nuestra amistad y nuestro amor por los fanfics y este anime uwu
AGRADECIMIENTOS A:
*Hasumin-Chan por aceptar hacer este trabajo conmigo.
*Karli Yanniel Shain por apoyarme para continuar con mis fanfics y leer mis trabajos.
*HeartMeagu por ser mi inspiración y una de las personas que leen mis trabajos aunque sea de poco a poco.
Dudas, quejas, comentarios, criticas, traumas y demás son bien recibidos en los reviews, nos ayudarán a mejorar :)
¡NOS LEEMOS!
