Hi. Bienvenido/a a este pequeño fic, centrado en Naruto y Hinata, tiempo después de los sucesos ocurridos en The Last.
¡Espero disfrutes el primer cap^^!
La vida de ensoñación de Naruto
En el País del Fuego, en la aldea de Konoha, el pueblo se encontraba en paz y tranquilidad, disfrutada al fin después del incidente que había ocurrido en la casi destrucción de la luna, sino fuera evitada por el Héroe de Konoha…
En ese momento, un pequeño pajarito se asomó por la ventana de un apartamento bastante desordenado, donde el único habitante en la humilde morada, un joven rubio de cabello corto, ojos azul cielo, y tres marcas de bigote en cada mejilla, vistiendo solo una polera gris con el símbolo del remolino, y pantalones cortos color verde, no dejaba de roncar y moverse en su ya desordenada cama.
-G-Gha…- bostezó Naruto, babeando levemente-… Gha…- empezó a moverse de un lado a otro, hasta resbalarse y caer de cara contra el piso de madera, soltando tal exclamación de dolor que el pajarito, espantado, se fue como alma en pena.
-¡DUELE-DATTEBAYO!- el rubio comenzó a rodar por el piso, sobando su adolorido rostro, hasta chocar con un mueble, provocando que le cayera en plena cara el despertador sin baterías- ¡AAAAAAAYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYYY!-resonó en toda la casa.
[Grrrrrrrrrr. Deja de hacer tanto ruido]
Eso detuvo la pataleta de Naruto, que se quedó tirado en el piso, amurado.
-¡Criticón!- explotó Naruto, levantándose adolorido.
[Tsch. Mocoso insoportable. Te prefiero mejor dormido] le aseguró el enorme zorro de nueve colas en su interior, Kurama, quien había estado disfrutando del silencio que se interrumpió por su Jinchūriki.
-Pues te digo lo mismo-dattebayo- se amuró el rubio, pero su enojo se pasó al ver la fotografía posada en la repisa del mueble con el que había chocado- ¡Ah~!- la tomó, apreciando a la hermosa joven de pelo negro azulado y ojos blancos, que se sonrojaba levemente por ser fotografiada- ¡KYA! ¡HI-NA-TA~!- abrazó la foto, sumamente contento.
En su interior, Kurama soltó un ruido por la garganta, como si le hubieran dado nauseas.
Su Jinchūriki, desde que empezó a salir con la hija de los Hyuga desde hacía un tiempo, había entrado en una especie de "Ensoñación enamoradiza" que hacía que se volviera un meloso sin causa, detallista, tímido, enamoradizo, empalagoso, e insoportable a la hora de dormir, porque normalmente dormía abrazando la almohada, llamándola "Hinata, Hinata, Hinata", fastidiándole el descanso al pobre Biju.
-Good Morning, People~!-Naruto se asomó por la ventana, gritando a los cuatro vientos, ignorando completamente a los aldeanos en la calle que lo quedaron mirando…
[¿Días? Querrás decir tarde, tarado] bufó Kurama, extrañando al joven.
-Bha, solo quieres amargarme el día- le aseguró Naruto, ignorando al zorro- Solo estás celoso porque tengo novia-dattebayo~- aseguró, entrando, observando la foto de Hinata-¡KYA! ¡Tengo novia~! ¡Que maravilloso suena-dattebayo~!- comenzó a dar vueltas por el lugar, fastidiando más al Biju.
En eso, tocaron a la puerta, por lo que el rubio, aun soñador, se acercó a abrirla.
-¿Diga~?- abrió encantado, hasta quedarse en blanco al ver en el portal a Hinata, llevando una canasta
La joven parpadeó, sorprendida por la reacción del rubio.
- ¡¿H-Hinata?!- se alarmó Naruto, recobrando la compostura.
-B-Buenas tardes, Naruto-kun- saludó la pelinegra.
-¡Ho-Ho-Hola!- Naruto intentó apoyarse de manera cool en la puerta, solo para resbalarse y caer al lado de Hinata, que lo miró, preocupada.
[Y, como siempre, das la mejor impresión de ti mismo] señaló Kurama, apoyando su mentón en la mano, disfrutando del espectáculo.
-S-Serás…- Naruto levantó el rostro, aguantando las burlas del Biju.
-Naruto-kun, ¿estás bien?- Hinata se agachó, preocupada, por lo que él se sentó de golpe, sonriendo nervioso, levemente sonrojado.
-¡P-Pues claro, Hinata!- sonrió forzadamente Naruto, queriendo omitir el dolor en su cara- ¡L-Lo hice a propósito-dattebayo!- y comenzó a reírse exageradamente.
La ojiperla lo miró extrañada, para después sonreír, aliviada de que él no se hubiera hecho daño.
En eso, de repente se sonrojó de golpe, extrañando a Naruto.
-¿Hinata?- se preocupó Naruto, especialmente porque ella se tapó el rostro con la canasta, bastante roja.
-N-Naruto-kun… E-Estás en pijama…- le señaló avergonzada Hinata, dejando rojo al joven.
[Vaya, no es por nada, pero te estás adelantando mucho. Ni siquiera han salido y ya andas con eso] le insinuó Kurama, limpiándose la oreja, dejando casi en shock al Jinchūriki.
-¡KYAAAAAAAAAAAAAAAA!- rojo de la vergüenza, Naruto entró de golpe a su apartamento, y, en lo que se demoró Hinata en levantarse y parpadear, sorprendida, él salió, vistiendo su ropa de diario, con la excepción de que se puso la chaqueta al revés- ¡L-LO SIENTO MUCHO, HINATA! ¡NO TE ENOJES CONMIGO-DATTEBAYO!- le suplicó.
Hinata parpadeo, pero después sonrió, colocando su mano en su boca, extrañando al rubio y al zorro en su interior.
-Nunca podría, Naruto-kun- le aseguró, sonrojándolo.
Naruto sonrió, rascándose la mejilla.
[Mph. Aun no sé qué demonios te vio] sentenció Kurama, acomodándose para volver a dormitar.
[¡KURAMA! ¡¿NO HABIAMOS HABLADO DE QUE ME DARÍAS MI ESPACIO CUANDO ESTÉ CON MI HINATA-DATTEBAYO?!] le preguntó enfurecido Naruto, rascándose la cabellera, extrañando a Hinata.
[Entonces procura no volver a despertarme con tus estupideces, mocoso imbécil] bostezó Kurama, ya preparado para volver a dormir [Mira que no quiero toparme con tus cursilerías…]y se quedó dormido.
[¡KURAMAAAAAAAAAAAAAAAA!] se enfureció más Naruto, entendiendo a lo que se refería el Biju.
¿Por qué Kurama siempre lo molestaba con esas cosas? Un poco de apoyo de su parte no le haría mal.
-¿Naruto-kun?- lo llamó Hinata, extrañada, tomando su atención.
-¡Ah! ¡N-nada! ¡Estoy bien!- sonrió avergonzado Naruto- ¿Q-Qué necesitas, Hinata?- le preguntó, ya calmándose.
-Ah, bueno- se sonrojó un poco Hinata, para después sonreír y levantar la canasta que llevaba- Quise sorprenderte y te traje un almuerzo casero-
-¿Eh?- parpadeó Naruto, sorprendido- ¿M-Me preparaste comida?- le preguntó con un hilo de voz.
-Sí- sonrió la ojiperla- Sé que has empezado a dejar de alimentarte con ramen para cuidar tu salud, así que pensé que esto sería un buen comienzo para tu nueva alimentación- se explicó- ¿E-Está mal?- se preocupó.
-No…- negó Naruto, aun sorprendido, pero después sonrió contento- ¡En lo absoluto!- puso sus manos en los hombros de su pareja, sonrojándola- ¡Gracias, Hinata!- le agradeció encantado- ¡P-Podré probar tu comida casera! ¡Hecha por tus manos-dattebayo!- se sonrojó, babeando levemente.
Hinata parpadeo, pero después sonrió, algo apenada por el entusiasmo de Naruto.
-¡Vamos, Hinata!- Naruto la invitó a entrar, hasta darse cuenta en el desorden en su habitación- ¡KYA!- como un rayo, empezó a guardar su desordenada ropa, pergaminos, y basura, mientras Hinata limpiaba la mesa.
En el interior del Uzumaki, Kurama, dormitando, hizo una mueca, fastidiado de la enorme estupidez de su mejor amigo…
Ya con todo debidamente ordenado, Hinata prendió la olla de la cocina, comenzando a calentar el almuerzo, mientras Naruto, sentado en la mesa, se balanceaba de un lado a otro, emocionado de poder probar comida casera de su novia…
"¡KYA! ¡Novia! ¡Que hermoso suena-dattebayo!" el rubio se acurrucó en el piso, tapándose el rostro, todo emocionado, sin darse cuenta como la joven pelinegra empezaba a servir el almuerzo.
-Naruto-kun- lo llamó Hinata, regresándolo a tierra- Está listo. Espero te guste- sonrió.
Naruto se incorporó, para ver que en su humilde mesa de madera se encontraban dos porciones de guiso, dos porciones de arroz, y dos vasos de jugo…
-¡ES COMIDA CINCO ESTRELLAS-DATTEBAYO~!-empezó a llorar Naruto, haciendo que su pareja parpadeara- ¡Y-YO SOLO SOY UN HUMILDE SERVIDOR…! ¡Y ME TRAES TAN DELICIOSA COMIDA…! ¡GRACIAS, HINATA!- abrazó a la joven, sonrojándola bastante.
-N-Naruto-kun, solo es comida casera- le recordó Hinata, algo avergonzada del entusiasmo de su novio.
-¡No es comida casera, es tú comida casera-dattebayo!- le corrigió sabiamente el rubio, sonrojándola más- ¡Vamos, vamos! ¡A comer, a comer!- pidió.
La joven asintió, y, como él, dio gracias a los alimentos y comenzaron a almorzar…
-E-Esto es…- Naruto, después de probar un poco de carne del guiso, se quedó quieto, extrañando a Hinata- ¡DELICIOSOOOOOOOOOOOOOOOO~-DATTEBAYOOOOOOO~!- resonó en todo el departamento, especialmente en el interior del rubio, despertando de golpe al zorro de nueve colas.
Kurama se sentó en el agua, ya enojado. Una cosa era aguantar despierto el escándalo de Naruto, otra era que lo despertaran por el escándalo.
Esto ameritaba un correctivo donde le doliera al mocoso estúpido…
-¡Delicioso! ¡Delicioso! ¡Hinata es quien cocina la comida más deliciosa-dattebayo~!- cantaba Naruto, sonrojando bastante a la joven.
-Vamos, Naruto-kun. Sigue comiendo o se va a enfriar- le pidió Hinata, ya que el rubio, con solo el primer bocado, ya estaba haciendo de las suyas.
Entonces, para su extrañeza, la expresión de felicidad y entusiasmo de su novio desaparecieron de a poco, para después bajar la mirada, mientras su corto cabello rubio se erizaba y las marcas en sus mejillas se agrandaban.
-¿N-Naruto-kun?- se preocupó Hinata, y se quedó sorprendida al ver que el rubio la miró serio, con ojos rojos- ¿Eh? ¿A-Acaso eres…?- se dio cuenta, sorprendida…
Pero Kurama, ocupando el cuerpo de Naruto, la ignoró por completo, pero lo que sí hizo, fue empezar a devorar el guiso junto con el arroz, dejándola totalmente descolocada.
[¡NOOOOOOOOOOOOO! ¡KURAMAAAAAAAAAAAAAAA! ¡NO LO HAGAS-DATTEBAYO! ¡REGRESAME MI CUERPO!] en su interior, Naruto abrió los ojos, atónito [APENAS Y PROBÉ UN POCO DE LA COMIDA CELESTIAL DE HINATA…! ¡NO TE LA LLEVES TODA-DATTEBAYO!]
Pero el zorro lo ignoró, y, en su cuerpo, se tragó todo el guiso, dándose unos golpecitos en el pecho por casi atragantarse…
-A-Aquí tiene- Hinata le tendió un vaso de jugo.
El rubio de ojos rojos la miró frunciendo el ceño, recibió de mala gana el vaso, y se lo tomó de golpe, dejándolo donde estaba.
Se hizo un momento de silencio.
-… Este…- lo llamó Hinata, haciendo que la mirara de reojo- ¿P-Por qué… c-controla el cuerpo de Naruto-kun?- preguntó, algo nerviosa.
-…-entrecerró los ojos, molesto-Dile al mocoso idiota que, si vuelve a despertarme con sus estupideces, que se atenga a las consecuencias- le ordenó, haciendo que ella asintiera, avergonzada.
"Ya veo… N-Naruto-kun despertó a Kurama-san…" sonrió nerviosa la pelinegra.
-¡KURAMAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- Naruto, en su interior, miró indignado al enorme zorro, que volvía a recostarse, ignorándolo- ¡HAS COMETIDO UN GRAN SACRILEGIO-DATTEBAYO!- le aseguró.
-¿Ah?- lo quedó mirando Kurama, alzando las cejas- Habla de modo en que se te entienda, mocoso-
-La comida de Hinata… La comida angelical de mi Hinata… ¡LA COMIDA SAGRADA DE MI NOVIA!- Naruto se tiró de rodillas- ¡ME LA PERDÍ PORQUE TE LA COMISTE TODAAAAAAAAAAAAAA!- gritó a todo pulmón, haciendo que Kurama lo quedara mirando…
Cualquiera diría que se acababa de enterar de la pérdida de un ser querido…
-Entonces, para la próxima… ¡No me despiertes con tus cursilerías!- le ordenó Kurama, empezando a perder su poca paciencia.
-¡¿C-Cursilerías?!- se ofendió Naruto, levantándose y caminando hacia el zorro, chocando su pequeña nariz con la enorme nariz negra del Biju- ¡¿ESTÁ MAL EXPRESAR MI AMOR-DATTEBAYO?!-
-¡Cuando quieres contagiarlo como si fuera una epidemia!- le aseguró Kurama, aguantando las ganas que le entraron de tragárselo para mantenerlo callado.
-¡¿Pero tenías que meterte con la comida de mi Hinata-dattebayo?!- Naruto se subió a su nariz, molestándolo bastante.
-¡Es tu castigo, idiota!- le gruñó Kurama, moviendo ambos ojos para ver al joven rubio en su nariz- ¡No podía dormir por tu llanterío, así que me encargué de lo que lo provocaba!-
-¡¿Pero tenías que dejarme sin comida tan sagrada?!- lo miró indignado Naruto, acercándose a un ojo.
-¡Bien! ¡La próxima vez lanzó a la Hyuga por la ventana! ¡¿Te parece?!- sonrió sarcásticamente.
Naruto frunció el ceño, haciendo una mueca molesta.
-¡IDIOTA!-le gritó, antes de bajarse del zorro, mostrarle la lengua en forma burlona, e irse.
Kurama parpadeó, y se tapó el rostro, fastidiado.
Naruto, desde la guerra, había empezado a madurar considerablemente… Y todo eso se vino abajo cuando empezó a salir con la Hyuga, por la etapa de romanticismo que empezó a vivir.
… Mocoso cursi…
-Bhua… Bhua… Bhua…- lloraba Naruto, con el rostro en la mesa, lamentando sus platos vacíos, mientras Hinata le acariciaba la espalda- La comida de mi Hinata… No pude probarla… Solo un poquito… Y el resto se lo llevó ese zorro apestoso-dattebayo- se lamentó.
-Vamos, Naruto-kun- le sonrió Hinata- ¿Aun tienes hambre?- se preocupó.
-¿Hambre? Como Kurama usó mi cuerpo para comer, ya no tengo-dattebayo- se lamentó nuevamente Naruto- ¡Y él se llevó la mejor parte!- lloriqueo, haciendo que su novia no evitara sonreír.
-Pero él no lo hizo con mala intención- le señaló Hinata, vertiendo un poco de guiso en el cuenco vacío de Naruto, haciendo que una sonrisa de felicidad pasara por su rostro- ¿O no?- sonrió, apreciando como el rubio comía la pequeña porción de comida.
-Él es solo un gruñón-dattebayo- le aseguró Naruto, tragando la comida- ¡Delicioso~!-sonrió.
Hinata sonrió, contenta de que a él le gustara tanto su comida.
Después de que el rubio terminara de comer la pequeña porción, se tiró al piso, muy satisfecho.
-Gracias por la comida- suspiró, casi en el paraíso.
-Naruto-kun, es malo echarse al piso después de comer- le señaló Hinata, comenzando a tomar los cuencos y lavarlos.
-Sí~- el rubio se sentó, sumamente contento, mientras la pelinegra lavaba la vasija.
Naruto la observó un rato.
No podía dejar de pensar que Hinata siempre estuvo detrás de él, sin que se diera cuenta… Siempre mirando a su espalda…
Ahora no. Ambos estaban lado a lado. Juntos…
No volvería a dejarla sola, ni a ignorar sus puros sentimientos hacia él… Nunca más…
Naruto sonrió, contento de tener a esa hermosa mujer junto a él.
En eso, tomó su atención que Hinata cerrara la llave, dándole a entender que terminó de lavar la losa.
-N-Naruto-kun- lo llamó, extrañándolo.
-¿Sí?- el rubio se le acercó, para ver que ella estaba sonrojada, nerviosa, haciendo aquel tic con las manos que tenía desde joven.
Eso lo extraño mucho. ¿Qué le pasaba a Hinata, como para volver a actuar de esa forma?
-¿Qué sucede, Hinata?- se preocupó un poco Naruto.
-N-No, bueno…- la joven empezó a mirar para varios lados, sin dejar de juntar sus dedos en señal de nerviosismo- N-Naruto-kun- lo miró, sonrojada- N-Nosotros hemos p-pasado mucho tiempo juntos- recordó, sonriendo levemente.
-Sí- sonrió Naruto- ¡Han sido mis mejores momentos-dattebayo!- le aseguró, sonrojándola más.
-B-Bueno… Y-Yo pensaba, bueno, me preguntaba si, sí…- Hinata lo miró sonrojada, con sus ojo color blanco brillando de manera hermosa e inocente, sonrojando levemente a Naruto- S-Si… ¿P-Podríamos t-tener una cita…?-
… ¿Eh?...
Naruto parpadeo, empezando a sonrojarse fuertemente.
-¿U-U-U-UNA C-CITA?- habló, empezando a echar humo de las orejas.
-L-Lo siento mucho si te molesté- se disculpó Hinata, avergonzada- T-Tal vez-tal vez m-me adelanté- señaló, pero no se esperaba que una enorme sonrisa apareciera en el rostro de su pareja- ¿Naruto-kun?- lo miró, curiosa.
-¡SÍ!- Naruto la levantó por la cintura, sonrojándola- ¡Sí~! ¡Hinata~! ¡Esa es una gran idea! ¡Es hora de una cita! ¡UNA GRAN CITA-DATTEBAYO!- le aseguró, dando vueltas por el departamento sin soltarla.
Hinata lo miró sorprendida, sonrió agradecida, y después se rió levemente por su actitud.
Entonces Naruto la bajó, extrañándola, para después ir al balcón, y respirar profundamente.
-I LOVE HINATAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!- gritó a los cuatro vientos.
-¡N-Naruto-kun!- se sorprendió y sonrojó Hinata, mientras el rubio volvía a entrar, con una sonrisa traviesa.
-Je, je, je- sonrió Naruto, haciendo que ella sonriera, algo apenada, pero también agradecida.
Después de ponerse la chaqueta al derecho, Naruto acompañó a Hinata a la mansión Hyuga, siendo saludado por varios aldeanos, sonrojando a la joven porque Naruto siempre la tenía de la mano.
-¿C-Cuándo?- preguntó Hinata, tomando la atención de Naruto- Nuestra cita… ¿Cuándo podría ser?-
-¿Oh?- sonrió Naruto, pensativo- ¿Qué te parece mañana?- le sugirió.
-S-sí- asintió la joven, contenta. Naruto correspondió al gesto.
En eso, llegaron a la entrada de la Mansión Hyuga.
-Estuvo delicioso el almuerzo, Hinata- le sonrió Naruto a su novia-Es de lo mejor que he probado en mi vida-dattebayo-
-Me alegra que te gustara- sonrió Hinata.
-Entonces, nos vemos mañana en el parque- sonrió Naruto, y, en despedida, besó la mejilla de Hinata- ¡Nos vemos!- se fue, dejando a la pelinegra sorprendida.
Hinata sonrió, acariciando su mejilla, y se quedó en el portal observando al rubio irse, para después entrar en la residencia…
-Que linda se ve la gatita acechada por el león~- escuchó, por lo que se detuvo, y se quedó mirando a su hermana menor, Hanabi, quien estaba encima de una de las figuras de piedra del jardín.
-Hanabi- la miró Hinata, algo avergonzada, causándole una risita a su hermana- ¿No hemos hablado de que no debes espiarme?-
-Yo no he estado espiando~- le aseguró la joven, bajándose de la estatua y acercándosele- Solo veía como tu pálido rostro se iluminaba al estar junto a tu amado~- se burló.
Hinata entrecerró los ojos, sonrojada, y comenzó a caminar por el pasillo de madera, haciendo que Hanabi sonriera y la siguiera.
-¿Y bien? ¿Lo lograste?- le preguntó Hanabi, extrañándola- Ya sabes~ Pedirle la cita~ ¿Te atreviste~?-
-¡Ha-Hanabi!- se escandalizó Hinata, pero su hermana solo sonrió satisfecha.
-¿Y? ¡¿Cuándo y dónde será?!- preguntó entusiasmada la joven-
-B-Bueno… Será una cita normal. Nos veremos mañana en el parque- recordó sonrojada Hinata.
-¿Una cita normal? ¿Puedes tener una cita normal con Naruto-oniichan?- la quedó mirando Hanabi.
-¡N-Naruto-kun es normal!- le aseguró avergonzada la pelinegra, haciendo que la pelicafé mirara para otro lado mostrando la lengua.
-Entonces, él al menos sabe cómo es una cita, ¿verdad?- pidió saber Hanabi.
-P-Pues claro que él lo sabe- le aseguró Hinata-… C-Creo…- murmuró apesadumbrada.
Hanabi suspiró, y negó con el movimiento de su dedo, donde tenía colgado su kunai con su figura de acción.
-Nee-sama, no irás a una cita, irás a un combate mortal para hacer que Naruto-oniichan actué como un hombre debe actuar- le aseguró la joven.
Hinata no vio forma de rebatir eso…
-Ah~- suspiró alegre Naruto, caminando por las calles, contento de la vida- Hinata y yo tendremos una cita-dattebayo~- recordó alegre- Naruto y Hinata, sentados en un árbol…-comenzó a tararear.
[Grrrrrrrrrrrrrrr] lo detuvo el gruñido de Kurama, fastidiándolo [Ya hablamos de tu maldita cancioncita. Ni se te ocurre volver a cantarla o me hago con tu cuerpo y lo tiro por un barranco]
[¡¿Y por qué harías eso-dattebayo?!] se asustó Naruto.
[Supongo que no podrías ir a esa cita con las piernas rotas] se explicó Kurama, sin poder evitar disfrutar de la expresión de horror del rubio.
Naruto se quedó quieto, pasó sus dedos por sus labios como si cerrara algo, tiró una llave invisible, y continuó caminando, haciendo que el Kyubi bufara, fastidiado.
"Aún no puedo creer que tenga una cita con Hinata-dattebayo" pensó alegre Naruto, poniendo sus manos en su nuca, observando el cielo azul, igual a sus ojos. "¡Que emocionante! ¿Cómo habrá sido la cita de padres?" se preguntó.
Ante ese pensamiento, Kurama, que dormitaba, movió una de sus orejas, abriendo levemente los ojos.
-¡Oye, Kurama!- se le acercó Naruto, haciendo que sus orbes rojos se posaran en la figura del joven- ¿Cómo fue la primera cita de mis padres?-preguntó, curioso.
-¿Y por qué demonios me preguntas? ¿Te parezco un diario de vida parlante?- gruñó Kurama, haciendo que el rubio sonriera, algo avergonzado.
-Está bien- sonrió Naruto, contento, extrañando levemente a Kurama.
A veces, ese humano lo sorprendía con cada cosa. Siempre pedía que le hablara de sus padres, sin molestarse en recordar que fue él quien se los quitó...
No podía entender esa actitud en Naruto... Él sabía que el rubio ya no lo odiaba, ni él al joven, pero, aún así... Que le tuviera tanta confianza...
-¿Kurama?- se extrañó Naruto, tomando la atención del zorro.
-Tsch. Sólo déjame dormir, ¿bien?- le gruñó Kurama, cerrando los ojos.
-Sí…-sonrió el rubio, pero, antes de irse, le acarició la mano a Kurama- Descansa…-
-¡NO ME TRATES COMO A UNA MASCOTA!- le rugió en la cara el zorro, dándole un buen susto y que se tapara el rostro con las manos por la ventisca que provocó- ¡LARGOOOOO!- y lo echó de golpe...
De regreso a la realidad, Naruto se detuvo y sacudió su cabeza, pensando que Kurama debía empezar a no ser tan rudo con él cuando intentaba ser amable.
Hubiera re-emprendido la caminata sino se da cuenta de un pequeño pero gran detalle…
[Kurama…]
[Grrr. ¿Y ahora qué demonios quieres?] gruñó el enorme zorro, abriendo uno de sus ojos [No creas que voy a hacerte un coro en tu cancioncita] le amenazó, pero se extrañó de que el rubio palideciera y sudara a mares [¿Y ahora qué demonios te pasa…?]
-¡¿CÓMO ES UNA CITA-DATTEBAYO?!- preguntó horrorizado Naruto, haciendo que todos en la calle lo quedaran mirando.
Kurama se quedó en blanco, parpadeo unos momentos, y, sin más, se acurrucó de tal forma que sus colas lo taparon…
-¡NO TE DUERMAS, KURAMA!- Naruto se le acercó corriendo y empezó a tirar una de sus colas, queriendo obligarlo a verlo a la cara- ¡AYÚDAME! ¡AYÚDAME! ¡AYÚDAME!-suplicaba mientras tironeaba.
Kurama, sumamente fastidiado, a punto de perder su preciada y delicada paciencia, se aseguró que aquel rubio que tiraba una de sus preciadas colas, en vez de ir a una cita el día de mañana, iría a un funeral…
¡EL SUYO!
¿Qué les parece este pequeño comienzo^^?
He estado ocupada con respecto a la U, y por culpa del sismo aquí en Chile siento que se me des-coordinó todo, pero de a poco me vuelven las ideas a la cabeza.
Si eres un lector nuevo, te agradezco que hayas leído el comienzo de este pequeño fic (a no más 3 cap^^), y te invito a pasar a leer mis otras historias.
A los lectores veteranos, espero que no hayan olvidado la mención a esta situación en el fic de "Cuidando a Kurama-chan"^^. Espero disfruten esta pequeña historia.
Aguanten con Zorro de Konoha, que con tanta cosa no he podido organizar mi cabeza^^'.
Quería mandarle un saludo a Andrea-chan, takedigi y a Dragonzord92 por la preocupación sobre mi estado con respecto al sismo^^.
En fin, gracias por leer, no olviden comentar y nos vemos en el segundo cap^^