¡Capítulo uno! Disfrútenlo. Tardé mucho en hacerlo, y me costó mucho. No me insulten por mis errores ortográficos, plz ;
Descargo de responsabilidad: Yuru Yuri no me pertenece, le pertenece a Namori, la medusa diabólica 7n7
Capítulo 1:
Himawari Odia a Esta Familia
Himawari se sentó en la cocina tranquila, parpadeando, aturdida y confusa. El extraño espíritu había afirmado muy claramente que esto no era un sueño. Era magia, y a pesar de que Himawari no era mágica, sabía que la magia de esa manera era poderosa. Al menos, eso era lo que decían los libros infantiles que le leía a Kaede cada noche.
También sabía que si era lo suficientemente potente como para hacer que se fuera hacia el futuro... entonces ella realmente estaba atrapada.
Himawari frunció el ceño, se levantó de la silla y caminó alrededor de la cocina. —Como si los fantasmas muertos y mudos pudieran hablar conmigo y hacer algún tipo de brujería.
Himawari se quedo parada en su lugar por un momento. —Ugh... ¿Por qué estoy casada...? —ella se sonrojó—, ¿por qué iba a casarme de todos modos? Apuesto a que esto es sólo una broma —Himawari se rió con amargura.
Ella miró a su alrededor y corrió a la sala de estar. Mientras caminaba, pudo oír un crujido sencillo, proveniente del delicado piso de madera. La casa parecía antigua, tan diferente a la casa en donde ella vivía. Himawari miró alrededor de donde estaba parada, había un sofá rojo, que a simple vista parecía cómodo, un simple televisor LCD y un silloncito negro al lado del sofá rojo, donde un pequeño gatito blanco yacía durmiendo. Himawari sonrió. —¿Tenemos un gato? ¡Kawaii! —Himawari se rió y el gato la miró con cara de "¿en serio?"—. Creo que esto será lo único bueno que veré en el día —ella acarició la espalda del animal y este solo rodó sus ojos.
Himawari decidió mirar algunas fotos que estaban colgadas en la pared. En todas salía ella y Sakurako, pero ella tenía curiosidad acerca de ellos. Tal vez uno más-
—¡¿QUÉ?! ¿Quiénes son esos niños en la foto? —ella parpadeó un par de veces, mirando una imagen en donde estaban ella y un par de niños pequeños; uno era una niña y el otro era un niño. Ella estaba tratando de pensar en alguna explicación ante esto—. Está bien, esto no es lo que parece. Tal vez son sus pequeños primos o algo así- —ella se detuvo y leyó una nota colgada en la imagen, escrita por Sakurako:
"Con mamá Himawari, Saki y Hiro en el parque nacional de Japón"
Ella abrió mucho los ojos. —De acuerdo... a calmarse, Himawari, no es necesario gritar —se mordió el labio. Ella no iba a gritar... Otra vez. 1, 2, 3, 4... Himawari tomó una respiración profunda—. Oh, bien... Gracias, destino. Tuve hijos con Sakurako y los dos tienen su apellido, impresionante... ¿Cómo es esto posible, de todos modos? Lo que sea... —ella miró otra imagen. Esta mostraba a Sakurako y a su hermana mayor bebiendo cerveza, levantando sus jarros con grandes sonrisas formadas en sus rostros. Ella podía ver a alguien familiar allí en el fondo... ¿Cuál era su nombre? Ah claro, Akaza-san...
Ella miró otra imagen, era de ella y Sakurako... besándose. —Eck —ella se sonrojo y sacó la lengua, disgustada. Pero Sakurako se veía bien en realidad, Himawari no lo podía negar.
Después de contemplar la imagen un buen rato, ella miró otra foto, donde Himawari estaba con Chinatsu (ambas adultas). Tenían sonrisas en sus rostros. —Bueno, parece que Yoshikawa-san aún sigue pasando el rato conmigo.
Ella y Chinatsu eran compañeras de curso en la escuela: Nanamori High School. Ellas no tenían demasiado contacto entre sí, pero un día, en San Valentín, Chinatsu le pidió ayuda a Himawari para tejerle una bufanda a Yui. Todo parecía tan difícil para la pobre chica, pero Himawari terminó aceptando, ella ayudó a Chinatsu con gusto. A veces Himawari podía ser demasiado amable con la gente. Chinatsu era en primer lugar, una estudiante cualquiera, ella ni siquiera le importaba demasiado, pero al final, Chinatsu terminó siendo su segunda mejor amiga, (después de Sakurako, obvio).
Himawari miró a su alrededor nuevamente. —Debería dejar de mirar alrededor de esta casa y comenzar a planear cómo diablos voy a salir de aquí —dijo ella, mientras comenzaba a caminar hacia el sofá.
—¡¿Mamá, qué haces despierta?! —Himawari saltó cuando oyó la voz de un niño. Al girarse, vio a un pequeño niño con el pelo corto y de color azul oscuro, bajando las escaleras, saltando cada escalón con una sonrisa en su rostro. De aquella sonrisa sobresalía un pequeño colmillo. Himawari se quedó mirándolo con una cara inexpresiva—. ¿Qué pasa? Oh, claro, lo siento por gritar, mamá. Y... ¡Buenos días!
—Eh, b-buenos días... hm... —Himawari negó con la cabeza, mirando al niño que estaba de pie frente a ella, con una mirada curiosa en sus ojos color café claro. "¿Cómo se llama?" Himawari se preguntó en su mente—. ¿Saki..?
—Uh... ¿Saki..? Mamá, estás rara hoy en día. ¡Soy Hiro, tu hijo favorito! —Hiro exclamó con una mirada confundida.
—¡Oh, lo siento! Sólo estoy estresada, ya sabes —Himawari acarició la cabeza de Hiro, quien hizo una mueca y parpadeó confundido a su madre.
—¿Por qué? —preguntó Hiro, poniendo mala cara.
—B-bueno... son cosas de adultos, entenderás cuando seas mayor.
—Awww, bien —Hiro bajó la cabeza por un momento, pero luego la levantó de nuevo, con una enorme sonrisa en su rostro—. ¡Hoy vamos a visitar a la tía China, ¡¿verdad?! Ella tiene una presentación especial esta noche, ¡va a ser tan impresionante! —Hiro saltó un poco y Himawari levantó una ceja.
—¿Una presentación...?
—¡Sí!, ¿que acaso no te acuerdas, mamá? —preguntó Hiro, mientras caminaba hacia la cocina con Himawari detrás—. Es la increíble China-chan, una de las mejores actrices de Japón —dijo él, con un tono emocionado en su voz—. Vamos a ir, ¿no?
—Sí, por supuesto, si tú quieres —Himawari se encogió de hombros. Hiro se acercó a ella y la abrazó con alegría, dejando escapar un "¡hurra!"—. Pero, ¿qué hay de especial en eso, de todos modos? —Himawari murmuró, pensando en que su hijo no la había escuchado.
—¿Eh? —Hiro levantó una ceja, mientras comenzó a preparar un plato de cereal—. ¡¿Qué tiene de especial?! ¡Mamá, no seas boba! Ha pasado mucho tiempo desde que dejó de actuar, habrá mucha gente viéndola actuar de nuevo, ¿qué es más emocionante que eso? Apuesto que nada —Hiro explicó, mientras ponía su plato de cereal en la mesa y se sentaba para empezar a comer.
"Salir de aquí sería interesante también", pensó Himawari antes de suspirar. —¿Ella actúa...? ¿Por qué empezó a actuar, de todos modos?
—Porque —tragó su cereal—, ella empezó a actuar cuando comenzó con su relación amorosa, es por eso —Hiro soltó una risita—. Estás muy extraña hoy. Papá dijo que no deberías beber tanto como lo hiciste ayer, je, je, je.
—Sí, Sakurako tenía razón... lo que sea —Himawari frunció el ceño y tosió falsamente, tratando de encontrar algo de qué hablar con el niño—. Así que... ¿Tu hermana, Saki, está despierta ya?
—Se ha ido a una fiesta de piyamas a la casa de Matsuri, ¿no te acuerdas? La tía Chitose y la tía Akari hablaron contigo hace dos días sobre eso —dijo Hiro con la boca llena.
¿Chitose y Akari? Akari es... —¿Son una pareja?
—¿Eh... sí, mamá. Tú lo sabes —Hiro miró a su alrededor por un momento—. No le digas a nadie, pero tú y la tía Akari han hablado de cómo ella va a pedirle a Chitose que se casen —él golpeó sus manos juntas.
Himawari abrió mucho los ojos. Esas dos... ¡¿juntas?! Uh, qué pareja más extraña.
—¡Oh, cómo podría olvidar eso! Bueno, ella dijo eso, tienes razón... bien, prometo nunca decirle a alguien —ella hizo una pausa—. Cómo sea, tampoco tengo a quién decirle que ellas se casarán... —Himawari murmuró.
—¡Oki doki! —Hiro exclamó mientras saltaba de la silla y ponía el tazón -donde minutos atrás había comido cereal- en el fregadero. Hiro miró el reloj colgado en la pared y abrió los ojos con horror—. ¡Oh, no, voy a llegar tarde! —exclamó él y corrió hacia las escaleras para buscar su mochila, que estaba en su cuarto. Hiro corrió tan rápido, que Himawari se quedó en su lugar, impresionada. Se nota que este niño tiene un poco de Sakurako en su sangre—. Me tengo que ir a la escuela ahora, mamá —él se inclinó para darle un beso en la mejilla, haciéndola sonreír un poco—. ¡Adiós!
Antes de que Himawari pudiera contestar, el niño ya se había ido. —Adiós, creo...
—¡Muy buen trabajo! ¡Muy impresionante! ¡Un niño muy lindo! —una voz femenina gritó emocionada en su cabeza, haciéndola saltar—. Oh, lo siento. Debería dejar de gritar, ¿verdad? Soy yo de nuevo —dijo la voz. Himawari rodó los ojos.
—No otra vez...
—Oye, yo sólo quiero hablar contigo, ¿es eso muy terrible? Quiero decir, ¡aquel niño te habló demasiado! O debería decir... ¡¿se retrasó demasiado?! —Himawari escuchó un "ba dum tss" dentro de su cabeza, junto con la extraña voz riendo y aplaudiendo en el fondo—. Vaya, vaya, ¿no te gustó mi broma? Awww, me has puesto triste...
—Impresionante, eso es bueno —ella sonrió sarcásticamente.
—Si sabes que perdiste algunos de tus puntos, ¿verdad? —dijo la voz.
—Err... quiero decir... ¡No, no, no! Fue increíble. Ese juego de palabras fue impresionante —Himawari exclamó. "Tanto, que incluso olvidé reír", pensó ella.
—¡Uuuh, puedo oír tus pensamientos, bobita! Bueno, al menos los que yo quiera —dijo la extraña voz, haciendo que Himawari se mordiera el labio, con el ceño fruncido—. No te preocupes, ¡no perderás puntos! En realidad, eso fue... uh... más o menos una buena interpretación de una madre. Una madre muy confundida —la voz se rió—. Bien, si yo fuera tú, dejaría de hablar conmigo misma o te llamarán loca.
—¡Aaaargh! ¿Loca? ¡El loco aquí no soy yo, eres-! —Himawari lo iba a maldecir, pero tan pronto como su voz se fue, fue interrumpida por otra voz que bajaba las escaleras.
—Hablando sola, ¿eh? —Sakurako caminó hacia la cocina, riendo. Himawari tosió, mientras se sentaba en una silla.
—Sí... pensando en voz alta, amor. He estado estresada con algunas cosas. Y no te imaginas con cuáles... —Himawari murmuró esto último.
—¿Qué? ¿Hiro quemó otro de tus vestidos? —Sakurako preguntó preocupada, mientras se servía un poco de café.
Himawari abrió mucho los ojos. —¡¿Quemó uno de mis vestidos?! —ella gritó.
—Woah cariño, cálmate un poco. ¡Han pasado meses! —Sakurako se calló y formó media sonrisa—. Ah... todavía recuerdo su cara. Tú estabas a punto de llorar por eso, pero te aguantaste. Je, je, no entiendo por qué son tan importantes, pero después de todo, son tuyos —se quedó en silencio por un momento—. Aunque quemar las cosas también está mal... —Sakurako negó con la cabeza y se sentó en una silla, tomando un sorbo de su café—. Pero él es como yo, sólo estaba divirtiéndose. ¡Es muy diferente a su hermana! Saki es como tú. Ordenada, responsable, ya sabes.
"Oh, muy bien, mi futuro hijo o lo que sea, es totalmente igual a Sakurako", Himawari soltó una risita falsa. —Sí, Hiro es sólo un niño después de todo. Je, je.
—Sabes... tenía pensado ir a visitar a Hanako más tarde, por si quieres ir.
Himawari se sorprendió. —¿A tu hermana? ¿Hanako...? Vaya, me imagino cómo estará ahora. Debe estar adulta.
—Uh... ¿sí? Ya está adulta. ¡Y hasta tiene pareja! ... Bueno, casi. Cariño, ¿acaso ya olvidaste todo? —se jactó Sakurako—. Bueno, cambiando de tema, Akari me pidió ayuda con la mudanza, ella está en casa de Chinatsu-chan... yo no puedo ir, ¿tú podrías? —Sakurako se quedó callada y fijó su mirada en Himawari.
Ay no, me está mirando, ¿qué debo responder? Ahora mismo ganas de salir no tengo... Estoy hecha un lío. Sakurako resopló y rodó los ojos. —Bueno, si no quieres, lo entenderé —Sakurako explicó levantándose—. Pero estoy segura de que serías de gran ayuda, sé que te encanta ayudar a los demás —ella dijo con sinceridad y rió. Himawari se cruzó de brazos y lanzó un suspiro molesta—. Oh, vamos, hablo en serio~ Además, hace rato que no te ves con Chinatsu-chan, esta podría ser una gran oportunidad para salir a cotillear. ¿No es lo suficientemente bueno? —Sakurako sonrió y se inclinó, dándole un beso, haciendo que Himawari ensanchara sus ojos.
Himawari, después de un par de minutos, dejó escapar algo. —Sí, salir... genial —Himawari podía sentir el rubor llegar a su cara. ¡Agh! ¡Maldita Sakurako! ¿¡Por qué me haces sentir de esta manera!?
—¿Y qué dices? ¿vas a ir, cariño? —preguntó Sakurako, mientras lavaba la taza en donde había tomado café.
—S-sí... iré... solo, espera —sé falsa y agradable para que puedas acabar con esto—. No... ¿no tenías que hacer algo...? —dijo Himawari un tanto nerviosa.
—¡Ah, claro, acabo de recordarlo! ¡Gracias, cariño! Tengo que ir rápido; Kyoko-senpai quiere estrenar su nuevo manga para el evento de esta noche —dijo Sakurako, con una voz emocionada, terminando de lavar los platos—. Ah, supongo que tengo que irme... Espera —Sakurako subió con prisa las escaleras y bajó con algo en sus manos, algo brillante, parecía dinero... el dinero de Kyoko-senpai—. Tengo que darle esto a Kyoko-senpai, je. ¡Ella me mataría si no cuido de esto! —Sakurako exclamó, recordando lo importante que era esto para la rubia. Himawari tosió—. Bueno... cariño, te acompaño a casa de Chinatsu-chan —Himawari abrió los ojos.
—¡Pero yo nunca dije que...! —fue interrumpida por Sakurako, quien la tomo de la mano y la llevó afuera.
El par caminó fuera de la casa y se dirigió a la casa de la pelirrosa.
—Adiós cariño, buena suerte. ¡Oh, y recuerda ser amable! —dijo Sakurako, dándole un beso en la mejilla y dirigiéndose a la casa de su amiga. Himawari negó con la cabeza. Ella todavía no estaba acostumbrada a los besos que Sakurako le daba.
—Lo que sea, vamos a ver qué diablos quieren de mí. Ahora, muéstrame lo que tienes, Yoshikawa-san... —Himawari murmuró mientras se giraba a la puerta de la casa y llamaba. Después de algunos minutos, la puerta se abrió.
—Hmm... ¿Y tú quién eres? —preguntó un hombre con la voz demasiado ronca.
—¿Qué? Por Dios, no es momento de juegos —Himawari empujó al hombre a un lado y entró en la casa a la fuerza.
—¿Qué haces? ¡Tú no vives aquí! ¡Sal de mi casa! —gritó enojado el hombre.
—¿Hm...? —Himawari se quedó mirando al hombre detenidamente y se dio cuenta de que el hombre estaba semi-desnudo—. ¡Oh, lo lamento! Me equivoqué de casa, sólo buscaba la casa de mi amiga. ¡Lo siento, lo siento, lo siento! —Himawari gritó avergonzada mientras salía de la casa de prisa—. B-bueno... ¿Sabe dónde vive una persona llamada Yoshikawa Chinatsu? —preguntó ella.
—¡Ugggh, ella vive al lado! —el hombre exclamó, sacudiendo la cabeza—. ¡Por Dios, la gente de hoy en día no tiene nada respeto! —el hombre cerró la puerta de golpe.
—¿Qué otra cosa podría salir mal hoy? —murmuró Himawari y se giró a ver la casa de su amiga—. ¡Lo siento por eso, señor! —Himawari gritó, sonrojándose de vergüenza. Ella caminó hacia la casa de su amiga y se detuvo en frente de su puerta. Tocó tres veces y le abrieron pocos segundos después.
—¡Himawari! ¡Cuánto tiempo! —gritó una chica de cabellos rosados alegremente, mientras le brindaba un fuerte y apretado abrazo a la peliazul—. Sakurako te dijo que vinieras, ¿verdad? —Himawari asintió sin ninguna emoción—. Supongo que ella te dijo que Akari es la que te estaba llamando. Bueno, ella está aquí, solo que ella esta descansando. Ella se durmió aquí después de la fiesta de anoche —Chinatsu rió.
"¿Una fiesta? ¡Me la perdí! Además que fue en esta increíble casa", Himawari se dijo a sí misma. Cómo sea, ella estaba muy orgullosa de sus cosas, después de todo. —¿Puedes llamarla? Solo quiero ayudar y después irme. Tengo... cosas importantes que hacer —Himawari hizo una pausa—, ¿pero por qué yo?
—Porque tú dijiste que te encantaría venir —Chinatsu le guiñó un ojo—. Ahora espera, la despertaré —Chinatsu se giró y gritó el nombre de Akari, quien caminó hasta allí lo más rápido que pudo.
—¿Sí, Chinatsu-chan? —preguntó ella, antes de que se girara y viera a Himawari—. Oh, hola. Gracias por venir, eso es... uh... muy amable de tu parte —Akari agradeció a Himawari—. Es bueno tener un poco de compañía en casa. Desde que Chitose no está en Tokio, he estado muy sola —ella se sonrojó.
—¡No es nada! —Himawari mintió—. Así que... Supongo que... Vamos a por esas cajas, ¿no? —Himawari preguntó entre dientes.
—Por supuesto, ¡vamos! —Akari asintió con la cabeza y comenzaron a caminar a su casa.
—Buena suerte, Himawari —Chinatsu sonrió y le guiñó el ojo, mientras entraba en su casa. "¿Por qué ella hizo tal cosa?", se preguntó Himawari.
—Ugh, la voy a necesitar —murmuró Himawari y comenzó a seguir a Akari. ¿Por qué yo? Ahg, esta iba a ser una larga, larga mañana.
¡Hola! Bueno, ¿y qué les pareció? Esta historia la escribí en clases. xD Okay, este capítulo es un poco confuso, creo... no sé qué opinen ustedes. Pueden dejarme un comentario preguntándome algo que no hayan entendido bien, de todos modos, gracias por leer y seguir mi historia
¿Saben? Necesito un par de ideas... si pueden ayudarme, ¡se los agradecería mucho!
Espero las haya gustado (No sé si dije esto anteriormente :v) Nos leemos luego, los quiero muchito 3
Pd: El nombre "Saki" lo saqué de la historia "Cómo Criar a los Hijos", por si quieren echarle un vistazo.