Notas Importantes:

Esto está ambientado después del arco de Tártaros. No me he leído el manga, pero tengo una idea general de que es lo que sucede y sé que Fairy Tail se disuelve, por lo que si hay alguna incoherencia, perdonad de antemano. En el mundo de bleach, esto es después del arco de los Fullbringer.

Lucy es mi protagonista. Como soy basura extrema, esto se convertirá en un Ichigo x Lucy en el futuro.

Cuando Lucy llega a Karakura, su familia en ese mundo se apellida Eucliffe en vez de Heartfilia, y su hermano menos es Sting.

Van a haber muchos OOC que van a llegar a ser importantes para la historia.

Prologo, "Not my Lucy"

You will be clouds

and I will be the sky.

You will be the ocean

and I will be the shore.

You will be the yellow stars

and I will be the black sun.

Whatever we are,

we will always collide.

Aquella mañana, Lucy estaba segura de que no sería un día completamente normal. La primera cosa que notó fuera de lugar fue que el agua caliente de su ducha se había terminado. Pero ni siquiera el agua fría podría quitarle la emoción de poder ver a Levy McGarden de nuevo. No había visto a ninguno de sus amigos en poco más de un mes y los extrañaba más de lo que le gustaba admitir. Lucy Heartfilia se había prometido a sí misma y a sus espíritus ser más fuerte para que cuando Fairy Tail volviera a unirse, no sería la protegida.

Su trabajo de reportera no solamente le hacía viajar constantemente por todo Fiore, sino que también le daba bastante tiempo para entrenar. Lucy entrenaba diariamente con sus espíritus para volverse más fuerte. No podía ser la única que se quedara atrás. Hace poco, había logrado contactarse con Levy, que al parecer estaba viajando con Gajeel y Panther Lily. A Lucy le emocionaba la idea de poder ver a sus amigos de nuevo, y por eso, nada la detendría esa mañana.

Después de tomar un largo baño, preparó su enorme mochila y abandonó la posada en la que había quedado. La distancia entre ese pequeño pueblo y el lugar donde había quedado de verse con Levy y Gajeel no era demasiada, por lo que había decidido caminar. Desde que el gremio se había separado, Lucy se había sentido tan sola, especialmente sin Aquarius. Pero había logrado recomponerse poco a poco, gracias a sus espíritus y el pensamiento de que sus amigos se estarían esforzando.

Lucy llegó al lugar de encuentro unos veinte minutos antes de la hora acordada, pero al llegar, no estaba sola. El gato de color oscuro de Gajeel se encontraba sentado en una piedra. Parecía concentrado en sus pensamientos y no fue hasta que Lucy lo saludó que Panther Lily se dio cuenta de su presencia.

—Lucy—saludó Lily. —Levy y Gajeel han tenido que demorarse un poco—anunció. Lucy asintió con la cabeza y sonrió un poco.

—No importa—dijo con una sonrisa—Esperaré—dijo.

La conversación entre ambos pasó de la manera fluida. Lucy se dio cuenta que Gajeel y Levy estaban pensado en unirse al Consejo Mágico, lo que era un paso enorme, pero de igual manera los apoyaba. La conversación se hizo entretenida, y la verdad es que Lucy solamente se daba cuenta de lo mucho que había extrañado a sus amigos, a todos.

Pero pasados unos veinte minutos de que se encontraran, el sonido de algo quebrarse les llamó la atención. Alarmados, se pusieron en posición de combate, pero no había nada a su alrededor. Se encontraban en una pequeña montaña alejados de la civilización, completamente solos. Fue cuando una risa malévola les hizo mirar hacia arriba para encontrarse con un hueco negro en el cielo azul. Lucy gritó cuando sintió que algo le tomaba del pie y comenzaba a arrastrarla hacia el agujero. Lily intentó agarrarle por las manos, transformándose corpóreamente para tener más fuerzas. Pero fue inútil. Lo que tiraba de Lucy era demasiado fuerte. La muchacha aguantaba las lágrimas de dolor al sentir que le iban a arrancar la pierna y cuando se dio cuenta que ira inútil poner resistencia y en vez de eso, protegió sus llaves, cogiéndolas en su pecho. Cerró los ojos hasta que la sensación de ser arrastrada ceso y fue reemplazada por una sensación de caída. Abrió los ojos con terror al ver que esta vez estaba cayendo de una altura lo suficientemente alta como para quebrarse una pierna. Pero sintió unas manitas en sus hombros que la levantaron faltando poco para caer al piso. Panther Lily. Lily parecía estar agotado, haciendo demasiado esfuerzo y cuando logró poner a Lucy en el piso, se dejó caer. Lucy lo tomó entre sus brazos, sonriendo débilmente.

—En serio deberías plantearte la idea de bajar de peso—Lily susurró. Lucy le dedicó una mirada severa, pero no replicó. —¿Dónde estamos? —preguntó abriendo un poco los ojos.

—No lo sé. No recuerdo haber visto un puente y un río como este antes. Tampoco esta pista donde transportes extraños pasaban a cada rato—dijo Lucy mirando la carretera.

—¿Crees que…?—comenzó Lily.

—Sí, creo que podríamos estar en otro mundo, como en Edolas—Lucy soltó un suspiro, conteniendo las ganas de llorar porque sería completamente embarazoso.

Se quedaron observando a su alrededor con curiosidad.

—Esto es diferente a lo que sucedió en Edolas—sentenció Lily mientras Lucy caminaba con él entre sus brazos, mirando a su alrededor con curiosidad.

—¿A qué te refieres? —preguntó Lucy.

—Es cierto que percibo un poco de magia, pero si lo que nos arrastró fuera algo parecido a Anima, seguramente también habría arrastrado a muchas otras personas ,es decir, a toda la ciudad entera—razonó el gato. Lucy soltó un suspiro, dándole toda la razón. No habían lacrimas gigantes que pudieran ser los demás, supuso.

Caminaron por al menos dos horas, evadiendo los transportes y los golpes de las personas. Todos vestían de una manera extraña, o al menos diferente a la suya. Notó la mirada de varias personas sobre ella, pero decidió ignorarlas por completo. Al menos hasta que se rindió de estar preguntando a personas al azar sobre su paradero. Le responderían "Hikarigaoka" o "Japón". Lucy no sabía que era nada de eso. Se quedó en medio de la calle, notando como comenzaba a anochecer. Le dolían los pies de estar caminando por toda la ciudad, y fue entonces cuando no lo soportó más y se echó a llorar en medio de la calle.

Las personas le miraban extrañados, unos sin saber si acercarse o no. Fue cuando escuchó una voz que le llamó la atención.

—¿Lucy? —Cuando la muchacha de Earthland se quedó completamente petrificada al ver de quien provenía la voz. Soltó a Lily que cayó al piso, soltando una queja hasta que vio lo que los ojos de Lucy vieron.

Jude y Layla Heartfilia corrían hacia ellos, como si sus vidas dependieran de ello. Lily miró a Lucy, que ahora no lloraba, pero estaba completamente petrificada. Lily no supo que decir, supuso que ella debería saber que no eran sus verdaderos padres, solamente la imagen de los mismos. Jude abrazó fuertemente a Lucy, que más que sorprendida, se quedó quieta, con los ojos sumamente abiertos.

—Lucy, ¿Dónde te habías metido? —preguntó Layla con seriedad en la voz, a diferencia de Jude, que lloraba. Lucy no contestó. —Cuando nos dijeron que escapaste del hospital nos asustamos. Comenzamos a buscarte por toda la ciudad… ¿y por qué andas vestida así? ¿Dónde sacaste ese espantoso peluche? ¿y todas tus heridas? —cuestionó Layla, y el peluche era obviamente Lily.

Lily se quedó muy quieto, pensando que era mejor que siguieran pensando que era un objeto inanimado. Lucy no contestó, no sabía de lo que le estaban hablando y estaba siendo sofocada por Jude.

—Da lo mismo, no me importa. Lo importante es que estás a salvo. Vamos a casa—dijo Jude, evitando que Lucy tuviera que responder a la mirada enfurecida de Layla. —Sting está muy preocupado por ti, aunque no lo admita—dijo mientras empujaba con gentileza a la muchacha hacia un transporte extraño de aquellos. Layla miró a Panther Lily con el ceño fruncido, soltó unas cuantas palabras combinadas con un "esta niña irresponsable" y tomó al gato entre sus brazos, siguiendo a su esposo e "hija" hacia el auto.

Lucy se sentó atrás, mientras Jude manejaba. La muchacha no se sentía con los ánimos suficientes como para hablar o hacer algo. Lily comprendía el por qué, por lo que simplemente se arrecostó en el brazo derecho de Lucy, esperando que entendiera que él también estaba ahí para ella, en caso de querer hablarlo más tarde. Otra cosa que ninguno de los dos había entendido fue cuando Jude mencionó que Sting los estaba esperando. ¿Acaso sería el Sting que conocían? ¿Qué relación tendría con la Lucy de ese mundo?

Jude paró frente a una casa pequeña, modesta, lo que solamente hacía todo mucho más extraño para Lucy. Layla la obligó a bajarse y entrar en la casa, donde la mirada de un niñoo rubio con ojos claros le miraba de arriba abajo. Ese era Sting.

—Vaya que eres idiota, ¿escaparse del hospital para caminar por ahí? A veces me pregunto si en realidad eres hermana de un genio como yo—farfulló el niño, con un tono de superioridad, típico en el Sting que Lucy conocía.

—¿Qué? —fue lo único que Lucy dijo. Sting le miró con extrañeza por unos segundos, mientras Layla comenzaba a farfullar cosas y se dirigía a la cocina.

—Sting, deja que tu hermana descanse un poco, debe estar cansada de andar todo el día por ahí—Jude dijo con cariño. Lucy se quedó parada, sin saber qué hacer, y no fue hasta que Jude señaló una puerta con las letras de su nombre que Lucy asintió con la cabeza y se metió en la habitación, con Panther Lily.

La habitación de Lucy era de color café claro, perfectamente acomodado, con una cama llena de peluches, un escritorio con libros, un closet, un baño y un pequeño librero lleno de revistas.

—¿Qué es todo esto? —lloró Lucy, dejándose caer en el piso.

—Lucy… ellos no

—Sé que no son mis padres—Lucy sonrió. —Me costó un poco asimilarlo, pero cuando me abrazaron lo supe. Yo no soy la Lucy que tanto buscan—suspiró, encogiéndose de hombros. —Y solamente me confirma que no estamos en Earthland—se rascó la cabeza levemente.

Lily se quedó callado por unos segundos. Debió de haberle sentado horrible ver la imagen de sus padres en otro mundo, y enterarse de que Sting era su hermano mayor.

—De todos modos, tenemos que averiguar una manera de volver a nuestro mundo—dijo Lily, dándole unas palmaditas en el brazo. Ella asintió con la cabeza y puso su mochila en el piso, buscó entre sus llaves la más adecuada para comenzar con el proceso de búsqueda de información.

—Yo te abro, puerta de la cruz del sur, Crux—el viejo con forma de cruz apareció frente a Lucy con una sonrisa. Ella le devolvió la misma sonrisa, aunque un poco cansada. —Crux, necesitamos encontrar una manera de volver a nuestro mundo, ¿puedes buscar un poco de información? —pidió Lucy con amabilidad.

Y fue en esos momentos en los que la puerta de la habitación se abrió de golpe y la figura de Sting Eucliffe apareció señalándole con un dedo acusador.

—¡Lo sabía! Tú no eres Lucy—dijo, en voz bajita pero lo suficientemente fuerte para que Lily, Lucy y Crux lo escucharan. —Tú no eres mi Lucy—repitió.