Buenas! :3

Estaba revisando los archivos en mi computadora y me topé con esto, que si mal no recuerdo, es un fic que había empezado el año pasado pero nunca llegué a subirlo.

Me pareció una buena idea subir lo que hay de él, aunque tuve que cambiar algunas cosillas por ahí porque me parecía que no quedaban tan bien y también tendré que terminarlo, aunque es bastante corto.

Seguiré actualizando a la par el otro fanfiction que tengo aquí, aunque ese es más largo que éste, que contiene capítulos más cortos.

En este fanfiction Anna tiene unos 17 años mientras que Yoh y Hao tienen 20. No sé por qué pero sentía la necesidad de aclararlo -.-

En fin! Gracias por leer! Un abrazo :D


Summer Disclosure

Capítulo 1

Verano. El calor en esa época era simplemente insoportable, pero no para él. De hecho, era su estación favorita del año.

Sentado en la playa, que era técnicamente el patio trasero de su casa de verano, se encontraba observando el bellísimo "paisaje" que tenía en frente. Si es que por paisaje se definía a chicas en bikini.

Aquel día, no hubiera si quiera pensado en levantarse y hacer algún movimiento para terminar en la cama con una de ellas, estaba simplemente "deleitando" la vista. Aquello no duró demasiado, pues gracias a sus impresionantes habilidades sociales, no había tardado demasiado en conocer a una de esas chicas, específicamente, la que más le había llamado la atención, y ahí estaba entonces, sentado al lado de ella, frotándole el bronceador en la espalda.

Fue entonces cuando sintió una mano en el hombro, subió la mirada, notablemente sorprendido por la interrupción, y la vio.

Se encontró con unos ojos color azabache que lo miraban con desaprobación. Allí estaba ella, la novia de su estúpido hermano menor. Le devolvió la mirada con algo de arrogancia, y entonces de manera fría e indiferente le preguntó "Qué quieres?".

-Ven conmigo- dijo de manera imperativa, aquellos ojos fieros chispeando con enojo mientras observaba la escena.

-Creo que me estás confundiendo con el tarado de Yoh. A mi tú no me mandas.

La chica pareció molestarse incluso más, sin delicadeza alguna, lo agarró del brazo y lo forzó a levantarse, halándolo hasta el interior de la casa.

-Qué demonios se supone que haces?- le espetó, dándole un empujón con toda su fuerza en el pecho que a el ni cosquillas le había causado.

-Disculpa?

-Eres un imbécil, Hao- le dijo al tiempo en que se acercaba más a el, aún con el rostro lleno de furia.

Consciente de que lo ocurrido no era más que una escena de celos, el alto moreno no pudo más que sonreír de manera triunfal.

-Pero sabes que este imbécil te gusta- le respondió el moreno, tomándola firmemente por la cintura y atrayéndola hacia él.

Sus manos empezaron a recorrerla de forma casi insultante, mientras que sus labios empezaron a besar la suave piel de su cuello.

En sólo unos segundos, había aplacado el carácter fiero de la rubia, y ésta se encontraba en trance disfrutando del roce de la piel color canela del Asakura contra la suya.

-Ahhh…- gimió al sentir los dedos del moreno colarse en su bikini para luego entrar en ella.

Hao sonrió. Ella estaba muy mojada, con tan sólo unas caricias, la chica se había excitado al punto de estar completamente lubricada.

Sintió la lengua de Anna recorrer su cuello y bajar los shorts que traía puesto para luego empezar a acariciar su grande y endurecido miembro, y fue entonces cuando perdió el control, la tomó por las piernas y la alzó hasta la mesa de la cocina, con tan sólo un tirón, el bikini de la rubia estaba hecho pedazos en el piso y Hao con el rostro entre las piernas de ésta.

-Haoo!- la escuchó gemir complacido cuando su lengua recorrió los pliegues de su intimidad, metiendo ocasionalmente dos dedos en ella sin dejar de lamerla.

La rubia estaba agitada, sus manos habían deshecho el rodete que el Asakura llevaba, y es que sentirlo allí, la estaba volviendo loca.

El moreno se incorporó, se acomodó entre las piernas de Anna, y con un solo empujón entró completamente en ella.

Los gemidos y jadeos de la rubia sólo lo excitaban más, la sentía tan mojada, cálida y apretada, lo estaba enloqueciendo, la tomó por las caderas y las penetraciones se intensificaron cada vez más, al punto de hacerla gritar.

Cuando el peligro sintió su hombría ya demasiado aprisionada por la vagina de la rubia, se dio cuenta de que el clímax ya estaba ahí, aumentó considerablemente el ritmo y de repente… Como una explosión, ambos habían llegado, Anna gritando su nombre y hundiendo sus uñas en sus bíceps, y él, apretando los dientes por el placer.

La bajó de la mesa entonces y la besó.

-Anna? Estás aquí?

Ambos escucharon la voz de Yoh a lo lejos y se separaron. La rubia subió corriendo a su habitación, no sin antes darse la vuelta de nuevo para lanzarle una mirada a Hao.

-Anna?- se seguía escuchando.

El moreno, ya con los shorts puestos, levantó el bikini destrozado de la rubia y se los guardó en el bolsillo, sin borrar aquella sonrisa de lado que se había formado en su apuesto rostro.