No estoy segura si subiré este fanfic, son las once de la noche y estoy inspirada scuchando música genial. Bueno, comencemos:

La serie no me pertenece a mi.

Esta será una serie de oneshots o lo que sea(¿?)

El primer capítulo será visto desde la perspectiva de Marco.

Ojala les guste

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Star se retiró después de que habláramos sobre lo ocurrido en el baile de Blood moon ball y yo me quedé en el balcón, contemplando las estrellas.

Estaba haciendo frío en esos momentos y había pensado en la reacción de Tom. Fue escalofriante la manera en que me miró, era obvio que estaba furioso y quería acabar conmigo. Cada que recuerdo la manera en que se dirigió a mi me pone la piel de gallina. Gracias a Star sigo vivo. Es mejor olvidarlo y pensar en asuntos más optimistas como cuando Jackie me sonrió en la escuela la semana pasada.

Mis pensamientos se vieron interrumpidos por unos pasos que se aproximaban a mi, supuse que sería Star y que me diría que aún sigue sin poder dormir.

-Hey, Star… -Voltee a ver y esa silueta desconocida. Retrocedí dos pasos sin dejar de observar aquella figura en la oscuridad.

-Hola, Marco. – Pronunció aquella silueta y mi sorpresa fue mayor cuando este se aproximó más a la luz que la luna nos proporcionaba. Era Tom. –Parece que mis planes se vieron arruinados por ti, tonto humano. –

-Ella no quiere nada contigo, déjala en paz. –Mencioné desafiante, ocultando mi temor porque por lo visto, Tom es un rival al cual temer. Ante mi respuesta, Tom rio. - ¿Qué es tan gracioso? – Cuestioné hastiado de su actitud.

- No sabes nada. – Dijo el más alto, caminando con sosiego hasta donde yo. –Sólo fue una pequeña trampa para… -se detuvo a un metro de mi y me dedico una sonrisa… ¿cómo describirlo? ¿Coqueta? – Cuando te vi, supe que debía olvidar a Star. –No me gustaba para nada a donde iba esto.

-Déjate de tonterías y lárgate de aquí. –De verdad que me estaba molestando incluso verlo. Quería que se largara. Caminé hacía la puerta para irme de allí, sin importar que Tom pudiera causar un desastre y sucedió algo que me sorprendió demasiado: me tomó de la muñeca.

-Hey, ¿a dónde crees que vas? – Me preguntó con voz ronca. Lo miré molesto y quise golpearlo en la cara pero él me tomó fuertemente de mi otra muñeca, impidiendo salir de allí. – Ella sólo fue la carnada, con quien quería bailar era contigo. –

-¿Eh? –Abrí mis ojos de par en par. No tuve tiempo de reaccionar cuando de repente se acercó peligrosamente a mi. Sentí asco ante lo dicho por él, yo nunca me fijaría en una persona que casi me asesina por un simple baile.

-Yo… en realidad nunca te lastimaría. –Cada oración me confundía más. – Me pareces irresistible… - Quise liberarme del agarre pero no pude. No había notado la forma en que él me miraba. Se acercó cada vez más a mi rostro y me besó antes de que pudiera apartarme. Aflojó el agarre de mis muñecas, eso fue perfecto para empujarlo lo más lejos que yo pudiera.

-¿Qué diablos te sucede? Largo de mi vista. –Dije casi a gritos. Tom sólo sonrió, divertido por ser el causante de mi molestia.

-Está bien, cariño, pero te advierto que volveré. – Justo después de terminar aquella oración, tocó una campana parecida a la que le dio Star. Cerca del balcón, ascendió su carruaje elevado por una especie de demonio alado. – Y…. te queda muy bien el color negro.- Añadió antes de subir a su carruaje e irse.

-Oh, rayos…. ¡Star! –Y salí disparado en dirección al cuarto de la princesa para decirle lo acontecido.