Nota: Anteriormente ya había subido un Fic "El dolor de amarte" por falta de tiempo deje de escribir el Fic y no sabía cómo continuar con la historia, ahora que volví con más tiempo decidí borrar el Fic y hacer otra casi igual al anterior. Ahora ya tengo terminado varios capítulos de este nuevo Fic, ¡espero que les gusten! y cada dos días subiré un nuevo capítulo.
– "Pensamientos" –De los personajes.
El Dolor de Amar
Capitulo 1: La aparición de Kikyo
Era un día cualquiera en el Sengoku, han pasado 4 años desde la derrota de Naraku, la desaparición de la joya de las cuatro almas, la Perla de Shikon y 1 año desde que Kagome haya regresado una vez más a la época feudal de Japón. Miroku y Sango ya tenían toda una familia, gemelas y un pequeño bebe varón, que desde ahora ya se encontraban un poco más grande. Shippo sigue entrenando para convertirse en un gran kitsune… y Rin decidió vivir junto a la Anciana Kaede, en vez en cuando Sesshomaru la visita algunas veces. Todos Vivian en la misma aldea de Kaede, cada uno con su choza o cabaña y demás aldeanos que viven también hay.
Una Miko azabache, aquella chica de 15 años que estuvo en la búsqueda de los fragmentos de la perla y que derroto a Naraku, ahora era toda una mujer de 19 años y sus habilidades con el arco y el poder espiritual como una sacerdotisa que es, se hizo más fuerte ya que entreno demasiadas veces, día y noche. El Hanyou Inuyasha, se encontraba feliz por el regreso de Kagome y que ahora viven juntos en una cabaña, con el paso del tiempo, aun siguen teniendo pequeñas peleas entre ellos y este termine en suelo por el conjuro y pequeñas escenas de "amor" entre ellos. La aldea aun sigue recibiendo a Yokais malignos, pero es protegida por Inuyasha y con la ayuda de Kagome.
En otras regiones, muchas personas contaron que aparecía una sacerdotisa casi todos los días y va rondando en los caminos y no saben si es real o no. Este rumor llego hasta a la aldea de Kaede y decían que se parecía mucho a la sacerdotisa Kagome. Esto les pareció muy extraño.
–Anciana kaede, será verdad de este rumor…–decía Kagome, se encontraba sentada al frente de Kaede conversando de este tema, solo se encontraban ellas dos.
–Lo que a mi me impresiono, es que hayan dicho que se parecía demasiado a ti kagome– dijo Kaede en tono serio.
–Es verdad…– Dijo apenada kagome –"Acaso será lo que yo pienso, si dicen que se parece mucho a mi, creo de que se trate de…"–
–Y kagome cambiando de tema, ¿Cómo vas con Inuyasha? – Dijo kaede interrumpiendo en el pensamiento de Kagome.
–Ah bien, pero aun piensa en ella…–Dijo tristemente mirando hacia el suelo.
–Kagome, se que mi hermana Kikyo ahora ya está descansando en paz, pero se que Inuyasha nunca la olvidara, pero tu Kagome, tu hace tiempo te has ganado el corazón de Inuyasha…–Dijo Kaede.
Kagome aun no sabía que decir, solo quedo impresionada antes las palabras de Kaede, pero se hacía muchas preguntas, ¿A caso será verdad o no?
–Pero… como usted sabe eso ¿Cómo?, Inuyasha aun sigue siendo demasiado duro conmigo, en cambio… con Kikyo el se comportaba diferente…– Dijo con el corazón roto.
Kaede no quería seguir hablando del tema, sabía que Kagome está demasiada lastimada por culpa de Inuyasha. Kaede se encontraba también triste, ya que la conversación de Inuyasha y Kikyo, le afectaba mucho a Kagome y no le gusta que ella se encuentre triste. Kaede agradece bastante a Kagome en todo que ella a hecho a ellos y se convirtió en alguien muy cercano a ella, y solo deseaba que no le pasara nada a la gran Kagome, y que su corazón algún día vuelva a brillar, pero ella solo sabe que el único que puede sanar ese corazón es tan solo Inuyasha.
En un pequeño bosque se encontraba un mitad bestia muy orgulloso, quejándose de un demonio que fue a exterminar por los llamados de una Aldea cercana, y que gano esa batalla con el Yokai, ganándose una recompensa en pasar una noche en esa aldea, pero lo negó ya que el ya tenía donde vivir.
– "Demonios, cada vez esto es frustrante, desde que Naraku murió, los demonios y monstros han salido de su guarida y lo peor que ahora son muchos más fuerte, esto se ha puesto más peligroso" –Pensó. Inuyasha se detuvo su caminata al ver una figura fijándose en el y que le impedía el paso, pero no se veía mucho ya que la sombra de los arboles le hacían ocultar su rostro, pero las ropas que vestían era de una sacerdotisa. –Kagome! ¿¡Eres tu!? – Dijo en un pequeño grito, la figura decidió acercarse un poco más hacia Inuyasha, pero al verse…
–¡Pero qué! – Dijo impresionado –¿¡Kikyo!? –Menciono.
–Que pasa Inuyasha, no te agrada al verme otra vez aquí–Dijo Kikyo con una pequeña sonrisa.
–Pero tú…–Dijo Inuyasha, no podía seguir hablando ante la impresión. Kikyo se acerco un poco más a Inuyasha estando cara a cara y lo abraza con demasiada ternura.
–Inuyasha…–Suspiro. –Te extrañe demasiado–Dijo, apretando mas el abrazo, -Y dime ¿Tu aun me extrañas?...¿Aun deseas estar solo conmigo Inuyasha? –. Inuyasha no supo que decir pero sus ojos empezaron a brillar ante la impresión que se encontraba.