Capítulo 2


«La Nación del Fuego abre sus puertas para el gran enlace, entre los reinos. El Reino Tierra, entrega al tercer hijo de la casa de Gaoling. El cual será entregado por la misma princesa y futura regente del país. Los principies de cada reino estarán presente en la unión para que sea certificada y sellada. Dando así una alianza temporal y en espera de ser duradera. Con grandes deseos y anhelos, la casa Tierra da a Bumi, tercer hijo del matrimonio en soberanía de Gaoling. Y la Nación de Fuego da a Taina pariente de la casa de Fuego.»

—Qué te parece, amigo.

—Es de verdad, creo que falto colocarle «Daremos el café para el entierro» sabes Toph odio esto, yo soy muy joven para casarme y la verdad no quiero a esa chica y ella tampoco. Así que no le veo un futuro a esto.

—Ya te veré en dos años con todo y hijos. Y ahí yo te diré « verdad, creo que falto colocarle, el café para el entierro».

—Muy graciosa, Toph.

Los amigos terminaron sus trabajos en la casa del parlamento de la nación tierra y el secretario que en años anteriores fue el maestro Lee, los esperaba. Ellos se acostumbraron a la presencia del maestro y a pesar d eser ahora el secretario del rey ellos le seguían diciendo maestro Lee, el que se mareaba en las embarcaciones junto a Toph.

—Sabes que será por barco que nos iremos a la nación del fuego.

—Volveremos a Ciudad Ceniza. Espero que Azula me reciba bien y que Aang tenga aún su toque mágico con ella.

—Tienes una foto de mi prometida, Toph.— ella lo miró y le reprocho con la mirada lo cual hizo que Bumi se defendiera.

—Oye será mi esposa, tengo que bueno, tu sabes con ella. Por lo menos quiero que sea bonita.

—eres un cerdo. Ni mis topos ciegos son como tú.

—Son ciegos, Toph. Solo porque la gente ve tus ojos ahora no quiere decir que, bueno.— ese era una fibra sensible en Toph, sus ojos eran más pálidos que antes, su color verde iba menguando, una enfermedad que venía con esehermoso color, pero no era ciega solo que sus «ojitos» perdían el color de sus iris. Pero sus corneas estaban muy bien.

—Cállate Bumi. Ahora solo hay que arreglar el equipaje. Son dos a tres días de viaje a Ciudad Ceniza. Así que tenemos que arreglarnos. Veré si madre me da permiso de llevar a Tao, quiero que conozca a Ozai el príncipe.

—Solo espero que la momia viviente no este ahí, es mi boda y no la quiero ella da miedo, Toph.

—A lo mejor si esta. Ella es la novia de Zuko, así que si él está ahí ella debe estar también.

—Bueno, Ta Lee es una chica agradable y Azula también, pero Mai la verdad, no. —Toph rodó los ojos, su amigo era un caso. Pero nada de eso tenía que ver que la chica gótica de Zuko fuera a su boda.

—Qué te molesta de ella Bumi, a mi nunca me hizo nada; a parte el hecho de verme con esos ojos casi perforándome, pero de ahí nada.

—¡Ves! A mi también me miraba así, es mala.

Toph dejo la platica hasta ahí, y estaba muy cansada a lo mejor su madre se oponía llevar a su hermano a tierra enemiga pero eso ya lo hablaría con el rey.

Bumi pensaba que a su edad, de solo casi veinte años era muy joven para casarse, y si su amiga tenía pensado en el futuro, sería mejor que él llevara la fiesta en paz con el reino de fuego.

(***)

Zuko camino en su sala real, su padre estaba muy alterado solo por el hecho que su familia aunque sea política, unida al reino tierra. Él aun no comunicaba que era Bumi, total Toph quería que fuera algo solo entre los involucrados, cosa que él respetaba solo imaginar estar enlazado con alguien a quien no amas debía ser horrible, él tenía a su Mai y con el tiempo se llevaban bien y le tenía cariño, no amor pero si cariño.

—Y dime príncipe como haremos para detener esta transacción.

—Padre es una boda, ellos están uniéndose por algo mayor. Los reinos estamos un poco inestables y con esta boda será mejor.

—Padre mi hermano tiene razón, además será Toph quién escoja a un hombre de su nación. Creo que ella sabrá que tiene que ser alguien que cumpla las normativas.

—Mis hijos son como pueden ser tan ingenuos, Toph es una niña de tu edad Azula, que clase de experiencia puede tener esa chiquilla.

—Ella será quien reine ese reino cuando se case, padre.—Zuko defendió a su amiga, Toph tenía carácter y nunca se dejo gobernar por nadie.

—Tao tiene un hijo varón no crees que él será su sucesor. La niña es buena, será mejor que ella fuera la embajadora, te imaginas la hija del rey siendo parte de mi familia, sería un golpe muy fuerte para el insípido y Tao.

Los hermanos se miraron, su padre estaba algo loco.

—Familia, que los dioses estén con ustedes.— Aang entro a la sala real, saludando a su tío Ozai y su primo. Se acerco a la princesa de la casa y con un beso en sus nudillos y una sonrisa le recibió.

—Amada Azula, espero que te agrade verme, ya que mis ojos están gozando de la plenitud de tu belleza.

Azula sonrojada pero con su porte solo le sonrió.—Puede ser.

—Veo que ustedes también están en las mismas de Taina. Espero y pronto me den la noticia.—Ozai esperaba con ansias la unión de su hija con el monje. El crío al chico y su hija lo amaba ahora solo tenía que apurar la boda y así hasta la religión absoluta estaría con él, no por el idiota de Aang sino por su hija.

—Quienes estarán en la boda.—demando saber Ozai.

—La familia de Taina, nosotros claro, tío.—Aang siguió pensando a quien más podían invitar. — y mi padres.

—También el tío venga.— Zuko pensó en el tío Ion pero no sabía si el llegaría.

—Tal ves mi hermano venga, cosa muy dudosa.

—También mis amigas— Azula asistió abrazada por Aang.

—Mis amigos estarán aquí así que también pueden asistir. Aparte el hecho de los embajadores del novio.— tanto Zokka como Katara eran amigos de Zuko y estando ahí en ciudad Ceniza a petición de él, tenían que ir.

—Bien. Serán pocos en total.— termino Ozai por hablar

—Sí.—Zuko lo secundo. Con ganas de ´poder ver a sus amigos.