-Muy buenos días gente.-Dice cierto escritor que parece haber adelgazado en exceso.-Ya sé que estaréis pensado todo, "cabron, deja de poner nuevas historias y actualiza las que ya tienes joputa" lo sé, lo sé, lo sé, tengo muchas actualizaciones pendientes y os aseguro que ya están en camino pero este nuevo fic no he podido resistirme a publicarlo ya que desde Febrero estaba buscando la forma de unir las ideas que tena y que quedase una buena historia y ahora al fin lo he logrado y quiero compartir esta nueva historia con vosotros cuanto antes así que no voy a entreteneros más y os voy a dejar con esta nueva historia, os leo al final.-

Los personajes de Naruto así como sus técnicas y armas no me pertenecen, solo son míos los personajes, técnicas y armas que cree de manera original, tampoco me pertenecen personajes, armas y técnicas de otras series que utilizare en este fic.


Prologo.

10 de Octubre, una fecha señalada en el calendario de todos los habitantes de la villa oculta entre las hojas, el día de hoy se celebraba la victoria sobre el demonio zorro también conocido como Kyubi el cual ataco la villa hace 8 años. En este día también se honraba las muertes de los caídos en ese fatídico día y entre todas las bajas había una por demás destacada, la de la persona conocida como "El profesor", el Sandaime Hokage Sarutobi Hiruzen. Los civiles poco sabían de esto pero en un principio iba a ser Minato, el Yondaime Hokage el que se iba a sacrificar para sellar al demonio, pero el Sarutobi lo hizo recapacitar y le dijo que la mejor opción era que fuese él quien se sacrificase pues el Namikaze aun tenía toda una vida por delante, además de que el rubio debía de cuidar de su familia.

Actualmente por la calle principal de Konoha se podía ver a la familia Namikaze-Uzumaki que como cada año en estas fechas acudía a la ceremonia que se celebraba todos los años en el cementerio de la villa. Minato iba vestido con su típica ropa de Hokage mientras que Kushina usaba un hermoso Kimono rojo con detalles en oro y plata, junto a ellos iban dos niñas de 8 años, ambas vestidas con kimonos de color azul marino. La primera de ellas se llamaba Rin, tenía el cabello atado en dos coletas a los lados de su cabeza, sus ojos eran azules como los de su padre, la segunda se llamaba Sara y tenía el cabello largo hasta las rodillas, sus ojos de color violeta suave eran idénticos a los de su madre.

La familia pasaba entre las calles recibiendo saludos de todo el mundo e incluso algunos se arrodillaban ante las "princesas de Konoha" haciendo que Rin sonriera algo arrogante, un movimiento en uno de los callejones de la aldea llamó la atención de Sara que se quedó mirando ese lugar unos instantes antes de ladear un poco la cabeza al no ver nada allí. Toda la atención de la villa se centraba completamente en las niñas ya que hoy además de la gran celebración era su cumpleaños por lo que sus padres les harían una gran fiesta de cumpleaños una vez terminara la ceremonia, si, sin duda hoy era un gran día para las dos niñas, un día fantástico completamente opuesto al de cierto chico que ahora mismo corría con todas sus fuerzas entre los callejones de la villa para poder salvar su vida.

El chico tenia la misma que edad que las dos princesas, 8 años, vestía con ropa simple, unas sandalias, pantalones cortos azules y una camisa blanca con el símbolo de la villa en la espalda, el chico tenía el cabello rubio y los ojos azules además de unas curiosas marcas en las mejillas. El nombre de este chico era Naruto, sin apellido, y desde que salió del orfanato hace 3 años todos los años ocurría lo mismo en esta fecha, esos aldeanos lo perseguían durante todo el día en su llamada "cacería del zorro" y daba igual que tanto intentase escapar de estos, siempre acaba igual, con el molido a golpes, ensangrentado y al borde la muerte en algún callejón de la aldea. Pero a pesar de que hiciese lo que hiciese no podía evitar que esto ocurriese algo dentro de él le seguía diciendo que no se rindiese a ese nefasto destino, que siguiese luchando pasará lo que pasará, pero eso ya daba igual porque el chico giró por una esquina, olvidándose por completo por culpa de estar esquivando varias botellas que por ahí lo único que había era un callejón sin salida el cual lo llevaría de cabeza a su muerte.

Mientras tanto en la mansión de la familia Namikaze-Uzumaki los miembros de dicha familia arriban a esta algo cansados por la ceremonia la cual como todos los años había sido muy emotiva. Las dos niñas subieron a su cuarto para cambiarse de ropa para prepararse para su fiesta de cumpleaños mientras los dos padres se quedaban en el salón. Minato y Kushina se sentaron en los sillones que tenia la sala y ambos dieron un suspiro a la vez que por su mente pasaba la misma idea que hizo que sus miradas en las cuales se reflejaban una gran tristeza se cruzasen.

-Me pregunto que estará haciendo ahora mismo.-Se preguntó Kushina mientras trataba de contener las lagrimas.

-No lo sé, según los últimos reportes que asigné a su cuidado últimamente no sale mucho de su casa.-Dijo el rubio apretando con fuerza sus puños.

-Mi pequeño, ojala pudiera estar con él al menos en este día, que tenga que pasar este día solo es tan triste.-Dijo la mujer pelirroja mientras se le escapaban algunas lagrimas.

-Lo sé, yo también querría estar con él, pero sabes que esto es lo mejor para su seguridad, con todos los enemigos que tengo si se supiese que él es mi hijo no se que podría llegar a suceder.-Dijo el ojiazul con gran tristeza, por culpa de todo lo sucedido hace 8 años ahora las cosas estaban como estaban.

-No te culpes Minato, hiciese lo que creías que era lo mejor para él y...y aunque sé que después de haberlo tenido que dejar solo nunca merece que me llame mama, sigo pensando que fue la mejor solución para evitar ponerlo en peligro.-Dijo la pelirroja poniendo una mano encima del Namikaze que sonrió un poco por el apoyo de la mujer pelirroja.

-Gracias por el apoyo Kushina, realmente lamento que lo nuestro no funcionara.-Dijo Minato antes de recibir un pequeño golpe en la cabeza por parte de la ojivioleta.

-Oye, ¿a qué viene sacar ese tema ahora? Venga, las chicas deben estar a punto de bajar y los invitados están a punto de venir, como se suele decir, el show debe continuar.-Dijo la pelirroja tratando de poner su mejor sonrisa haciendo sonreír también a Minato que asintió antes de levantarse y empezar a preparar las cosas.

Por las calles de la villa mientras Minato y Kushina preparaban la fiesta para sus hijas se podían ver dos figuran que avanzaban con tranquilidad entre el gentío, era un hombre, bastante viejo por su apariencia y su cabello blanco y una joven, de unos 16 quizás 17 años. El hombre vestía de forma bastante elegante, pantalones negros con la raya en medio, unos zapatos negros de vestir y una chaqueta negra de botones dorados, también usaba un pañuelo blanco alrededor del cuelo, y un sombrero negro con una cinta roja. Alrededor de su cuello a aparte del pañuelo podía ser visto un colgante de plata con una gema roja en medio y en el dedo anular de la mano derecha portaba un anillo bastante curioso, alargado, que cubría todo el dedo y que tenia tres gemas, una roja, otra negra y una roja otra vez. El hombre se veía algo enfermo, tenía una piel bastante pálida a demás de que tenía unas grandes ojeras debajo de sus increíbles ojos de color sangre, el anciano se iba a poyando en un bastón con la empuñadura redonda.

La muchacha al igual que el anciano vestía de forma elegante, una chaqueta negra con botones dorados encima de una camisa blanca con una corbata amarilla, una falda tableada de color negro que le llegaba hasta las rodillas, unas botas negras con tacón las cuales le llegaban hasta un poco por debajo de la rodilla y por ultimo usaba unos guantes blancos. La chica portaba una katana a su espalda, tenía la Tsuka de color azul, la guardia era ovalada y su funda azul y tenia atado un cordel también de color azul. La joven era muy hermosa, al igual que el anciano tenía una piel algo pálida pero que iba acorde con su rostro serio de facciones delicadas, sus bellos ojos grises y con su largo cabello negro como la noche el cual le llegaba hasta la mitad de su espalda. Tenia una bella figura, no era muy alta ni muy baja aunque al estar cerca de ese hombre parecía algo pequeña debido al tamaño de este, sus pechos debían de ser copa C y la zona de sus caderas tenía forma de reloj de arena.

-Vaya, cuando ha cambiado, coff, coff, este lugar desde la última vez que, coff, coff, que estuve aquí.-Dijo el anciano tosiendo un poco preocupando a su acompañante.

-Master Kresnik no debería de esforzarse tanto, lo mejor será que tomemos un descanso.-Dijo la chica que se disponía a buscar un lugar donde descasar pero el hombre la detuvo.

-No hace falta Luna_chan, coff, coff, además sabes que si estamos aquí, coff, coff, coff, es porque ya no me queda mucho tiempo.-Dijo el hombre con una sonrisa cansada.

-Master...-Dijo la chica con notable tristeza en sus ojos.

-Vamos, coff, no pongas esa cara, he tenido una buena y excesivamente larga vida, coff, coff, hay muchas cosas de las que me arrepiento pero, coff, coff, pero también muchas otras de las que no, coff, coff, estoy listo para morir y me alegra poder hacerlo en el lugar donde nací.-Dijo el hombre mientras seguía caminando junto a la chica.

La pareja continuó si camino mientras veían como la gente se está preparando para una fiesta o algo así lo que intrigó un poco al hombre ya que según recordaba hoy no se celebraba nada, aunque bueno después de tanto tiempo sin pasar por Konoha era normal que hubiese alguna nueva festividad. El anciano y la joven continuaron caminando con tranquilidad cuando de pronto un olor muy conocido para ambos llegó a sus olfatos, un olor dulzón que solo podía ser una cosa, sangre, para ser más exactos sangre fresca y no podía estar muy lejos. Siguiendo el rastro del olor la pareja se metió por unos callejones y tras un par de minutos llegaron a la fuente de ese olor y los ojos de ambos se abrieron con sorpresa a la vez que se llenaban de odio con lo que vieron que sucedía en aquel sucio callejón.

-¡Muere de una vez maldito demonio!-Gritó un hombre mientras golpeaba una vez tras otras la cabeza de un pequeño niño con un bate.

-¡Ya no darás más problemas maldito demonio!-Gritó otro que no paraba de golpear al niño con una barra de metal en las costillas.

La escena era en verdad grotesca, todos esos adultos golpeando sin piedad a un pobre niño que en el suelo se atragantaba con su propia sangre mientras trataba de suplicar piedad cosas que esos bastardos no estaban dispuesto a darle. La sangre lo cubría por completo, podía verse como uno de sus brazos estaba doblado en un ángulo extraño, como una de sus piernas estaba completamente destrozada con trozos de hueso saliendo por la carne hacia afuera e incluso como su cabeza estaba algo hundida donde ese bastardo no paraba de golpearlo con el bate. Los aldeanos estaban tan concentrados en lo que hacían que no se percataron de la presencia de la pareja hasta que de pronto el aire se volvió frió, tanto que sintieron como se congelaban en el lugar y como su sangre se detenía.

-Realmente los humanos seguís siendo una especie deplorable.-Se escucho esa voz cargada de ira procedente del anciano que de pronto ya no tenia tos.

-¿T-tu quien eres?-Dijo un asustado tipo mientras empezaba a caminar hacia atrás.

-Soy vuestra muerte.-Fue lo único que dijo antes de que sus ojos brillasen de forma intensa, del callejón solo pudieron escucharse unos gritos antes de que todo el lugar fuese manchado de la sangre de esos bastardos.

-¡S-socorrooo!-Gritó un tipo empapado en sangre tratando de escapar del lugar solo para que la katana de Luna, la cual ahora tenía los ojos del mismo color que su maestro, lo partiese por la mitad.

-Luna, ven aquí rápido.-Dijo Kresnik mientras tomaba al pequeño que apenas respiraba entre sus brazos.-Hazle un diagnostico.-

-Hai.-Dijo la chica antes de que su mano derecha se cubriese de un aura purpura y la pasase un par de veces sobre el chico, la joven al terminar solo pudo dejar escapar una lagrima.-No hay nada que se pueda hacer, no deben de quedarle más que unos instantes de vida, sus pulmones han sido perforados y su cráneo está destrozado, ahora mismo debe de estar sufriendo un derrame cerebral muy severo, estará muerto en unos instantes.-

-Mierda, hay algo de debamos poder...-

-¡Coff, coff!-Tosió con fuerza el chico escupiendo algo de sangre, sangre que por azares del destino acabó en la boca del anciano al cual se le dilataron las pupilas, en un instante lo vio todo.

El hombre vio la cruel y terrible vida que el chico había tenido, era tan parecido, tan parecido a él, ignorado, repudiado y odiado por algo que nunca pidió tener, pero a diferencia suya ese chico lo había tenido mucho más difícil ya que el tuvo a su familia para apoyarlo y aunque fuesen pocos también tuvo a sus amigos, pero este pequeño no había tenido a nadie, había estado solo siempre soportando esas palizas pero siempre tratando de oponerse a ese cruel destino que la vida le había puesto. Kresnik simplemente no lo iba a permitir, no iba a dejar que la vida de este joven se fuese tan pronto, el iba a morir dentro de poco por lo que si sus últimos días de vida podían servir para darle una entera a ese joven, lo haría sin arrepentimiento alguno.

-Luna_chan, te agradezco por todo lo que has hecho por mí y por haberme cuidado todos estos años, ahora tengo una última orden que darte como tu amo, cuida bien de este chiquillo ya que el va a ser mi heredero.-Dijo el anciano mientras se desprendía de su colgante y de su anillo y se los entregaba a la chica que estaba en completo shock.

-Master Kresnik...entendido.-Dijo la chica pues sabía que ese hombre al que había servido durante años y al que consideraba como un padre ya había tomado su decisión y no había nada que le fuese hacer cambiar de opinión.

-Gracias Luna_chan, te lo encargo, bien, vamos con esto, escucha joven Naruto hoy tomaras posesión de la sangre de la familia más poderosa de todas, la que con solo ser nombrada ha hecho temblar a imperios enteros, que ha hecho huir despavoridos a todas clase de demonios y que ha sido tanto venerada como odiada, a partir de ahora tu será conocido como Naruto van Hellsing, el hijo de Kresnik van Hellsing, el ultimo hijo de la casa van Hellsing de vampiros puros.-Dijo el hombre antes de que sus ojos volviesen a brillar pero esta vez no en color ojo sino en color plateado y que sus colmillos se volviesen más afilados solo para clavar estos en el cuello del chico que el día de hoy dejaría de ser humano para convertirse en un ser muy superior, un vampiro de sangre pura.


-Bien pues este ha sido el prologo de esta nueva historia la cual como siempre espero que os halla gustado, por ahora no creo tener que aclarar muchas cosas ya que muchas de ellas se irán viendo en próximos caps pero si hay dos cosas que debo decir, como siempre este fic será un Naruto x Harem ya que es mi estilo favorito y lo segundo es que este fic será un poco dark, Naruto no llegará a ser malvado pero si algo sanguinario. No tengo mucho más que decir pero como siempre si tenéis alguna duda, queréis darme algún consejo o simplemente os ha gustado el cap, los reviews son muy bien recibidos. En mi pagina de Facebook podréis encontrar una imagen de como se verá Naruto en este fic, de como se ve luna y de como son el anillo y el colgante que se han mencionado en este cap. Sin más que decir me despido un día más, cuídense, no se olviden pasarse por mis otras historias y hasta la próxima, ja ne.-Akuma se levanta de su silla antes de beberse de un trago una bebida energética y acudir al cuarto desde el cual ciertas hermanas lo están llamando.

P.D: Voy a quitar los links de las imágenes de mis fics de mi perfil de FF ya que muchos están estropeados pero podéis seguir encontrando las imágenes en mi pagina de Facebook la cual tenéis el link en mi perfil.