Inuyasha y sus personajes son de Rumiko Takahashi.

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"…El tiempo es irrelevante

Cuando estoy

Junto a ti.

Fundémonos en cuerpo y alma

Hasta la eternidad…"

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Capítulo 15: Eterno sueño primaveral

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Rin mantenía entre sus brazos a Akumo, mientras sentía a este temblar, afirmo su agarre ya que el demonio quería alejarse de ella.

-Todo estará bien – tranquilizo.

Se volvió a revolver hasta que se mantuvo quieto, mientras reflexionaba todo lo que iba a suceder ahora que ambos sabían la verdad de sus orígenes y de que estaban atados el uno con el otro.

-¿Que pasará conmigo? ¿Voy a desaparecer? – pregunto y su voz tembló ante esa posibilidad.

Un nudo se instaló en la garganta de Rin y de pronto se vio sumergida en viejos recuerdos de su infancia que fueron cicatrices que no habían sanado. Su principal miedo de morir, sin que nadie tomara en cuenta su existencia y estar en completa soledad desde que perdió a su familia. Mentiría, si dijera que de no haber conocido a Sesshomaru estaría bien, porque dudaba querer seguir viviendo en su mudo infierno.

La soledad como única compañera era algo terrible, sin nadie a su lado mientras el mundo la miraba con desprecio. Como si juzgaran, por el hecho de que siguiera viviendo, era la peor tortura que poco a poco le quito su voz y para el resto, paso a ser una molestia. Alguien que debió morir junto con su familia y que la hicieron ansiar más que nada la muerte para poder reunirse con sus seres queridos. Pero también había una fuerza desconocida que la hacía aferrarse a la vida, que le daba fuerzas para seguir viviendo, que algún día todo lo malo quedara atrás y que encontrara la felicidad.

Y la encontró.

En el ser, que era más temido por todos por su crueldad y frialdad, porque al instante en que cruzo su mirada con él. Contempló la similitud de sus almas solitarias, por fin encontró la paz en la mirada ambarina, una tibia calidez que hizo que su alma se calmara y en el proceso también la de aquel demonio frío.

-Tengo miedo.

-Tú, no vas estar solo – afirmo, para despegarse un poco del abrazo y mirarlo a los ojos.

-M-me prometes – su voz vacilo - ¿Qué no te olvidaras de mí?

La sorpresa por esa palabras tan conocidas, fueron para ella una gran revelación como si se tratara de un velo que cubría sus ojos y encontró la razón del porque la existencia de aquel ser, llamado Akumo.

Ella aun no superaba su miedo a la muerte y más que nada el temor de volver a estar sola y que su existencia fuera insignificante para este mundo, por eso la oscuridad de su corazón tomo forma, pensó. Pero ya no más, el vacío en su interior por fin fue llenado.

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–"Ya no estoy sola".

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-No seas tonto, tu eres parte de mi – aclaro – Por eso no debes temer.

Las lágrimas surgieron del rostro de Akumo que sentía la ira y furia en su interior eran calmadas por una nueva brisa cálida, trayéndole la paz y la calma. Sus vacíos ojos antes carentes de vida recuperaban poco a poco brillo y mostrar el mismo color marrón que la mujer frente a él.

-Nosotros, ya no estaremos solos ¿Verdad? – la miro con ojos suplicantes.

-Tu, ya no eres parte de mis pesadillas – declaró – desde hoy, tu cuidaras mis sueños como yo te protegeré de tus miedos.

La sonrisa que le dio estaba cargada de tantos sentimientos que ahora fue él, el que la envolvió entre sus brazos mientras sollozaba.

-Gracias – susurro suavemente – siempre estaré a tu lado – le dijo para posar sus labios en su frente como despedida

Una calidez la envolvía con ese gesto en su frente, abrió los ojos cuando se alejó pero se asombró al ver como la oscuridad que la rodeaba antes estaba desapareciendo y en su lugar, una luz surgía envolviéndolos a ambos.

-¿Qué está pasando? – pregunto atónita al ver esferas de luz a su alrededor.

-Es el adiós – contesto – ahora que nuestras almas tienen la misma frecuencia y no hay oscuridad en nuestros corazones, la perla que quería resurgir ha sido purificada – contesto para observar a su alrededor – jamás volverá.

-¿Cómo fue posible?

-Creo que luego se lo agradeces – guiño el ojo para luego acercarse para abrazarla – Sayonara, Rin.

Una lágrima corrió por su mejilla en el momento de la despedida con aquel, que la hizo enfrentarse a sus miedos. Vio como esferas de luz se desprendían del cuerpo de Akumo para desaparecer mientras veía la sincera sonrisa antes de irse por completo y una calidez la envolvía por todo su cuerpo que la hizo sentirse protegida, como cuando estaba con él.

-Sesshomaru – sus manos se dirigieron a su pecho – Sesshomaru.

Sus palabras fueron como las palabras mágicas, ya que, como si fueran cristales que la mantenían encerrada en su interior la dejaron en libertad. Sus ojos se abrieron de lo que pareció un largo sueño para encontrarse con la mirada que más deseaba ver.

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Mientras Sesshomaru los escasos segundos que tuvo a Rin atravesada con su espada se le hicieron eternos pero ver como poco a poco la oscuridad que estaba en el interior de Rin era expulsada de su cuerpo, se calmó y espero por ella entre sus brazos. Poco le importo como aquellos seres, con los que todos luchaban desaparecían del lugar, ni siquiera que el cielo se despejaba, ni tampoco las miradas centradas en ellos. Solo le importaba, la mujer que parecía dormir entre sus brazos, poco a poco su aroma y su cuerpo regresaban a la normalidad. Pero aun no despertaba y anhelaba ver su cálida mirada.

Hasta que vio el parpadeo y el movimiento de sus ojos, revelándole la mirada marrón junto con su calidez y su sonrisa que tenía grabada en su memoria.

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-Quería verte – susurro bajo – Sesshomaru.

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Sus ojos se empañaron con lágrimas de felicidad al volverlo a ver, cuando creyó que jamás lo volvería ver, cuando ocurrió ese caos con esos enemigos que se la llevaron, pero al fin estaba con él. Su cuerpo temblaba su mano nerviosa y temblorosa se alzó para detenerse en su rostro, iniciando una delicada caricia por las mejillas masculinas, recorriendo cada franja con sumo cuidado como si temiera que dicha presencia se esfumara y solo fuera un sueño.

-Rinnn – el leve susurro la saco de su estupor y detener su caricia.

-No eres un sueño ¿verdad?– sonrió plenamente y más lágrimas surgían.

Como respuesta solo obtuvo unos brazos apretarla posesivamente en su cintura y la nariz enterrada en su cuello haciéndola sentir la calidez de su respiración.

Hasta que el demonio se hizo consciente que no estaba solo, que ahora mismo eran el centro de atención de muchos curiosos. A regañadientes se alejó solo un poco de ella pero sin dejar el agarre de su cintura, nadie la alejara de su lado, jamás.

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-¿Qué significa esto? – pregunto asombrada la anciana que contemplaba el árbol.

-No lo vez acaso – Señalo con obviedad – la batalla se acabó.

Su mirada se dirigió al gran árbol, que en un solo instante, una gran luz lo ilumino justo cuando la última hoja caía, todo regreso a como estaba antes. Incluso las marchitas flores volvieron a surgir pero ahora la sorpresa era que no solo estaban las anteriores, sino también una gran variedad de flores de distintos colores, las mariposas revoleaban alrededor de estas, era como si por fin aquel bello jardín se mostrara en todo su esplendor junto con el árbol de cerezo.

-Vaya, esa humana es interesante – manifestó Irasue sonriendo de medio lado.

-Ya veo – contesto relajadamente – si es así yo ya no tengo que estar aquí – anuncio la sacerdotisa para retirarse dando una última mirada y dejando sola a la mujer que contemplaba el árbol.

-Solo espero que esta vez cumplas con tu palabra – lanzo al aire para sonreír – hijo mío.

-Veo que todo salió bien para su hijo – surgió la voz del pequeño tapir que se acercaba hasta ella - Irasue-sama.

-Cierto, ahora solo falta esperar para que mi querido hijo cumpla con lo pactado – mientras agitaba su abanico.

-Por cierto – se giró para observarla con curiosidad - ¿Qué le pidió?

-Eso – se dio la vuelta para alejarse – tendré que ser paciente, tal vez esta noche empiece el primer paso – agrego burlonamente para darse la vuelta e irse.

Dejando aún sorprendido Baku que supo interpretarla a la perfección y bufar en silencio.

-Creo que por mi bien me alejare de aquí por esta noche – comento divertido.

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Irritación

Así podía describir ahora mismo el estado de humor del demonio blanco, solo basto unos minutos para que fueran rodeados y le apartaran a Rin de sus brazos mientras emitía un leve gruñido que a nadie le importo, ya que la sacerdotisa estaba muy ocupada abrazando a su mujer.

Decidido se alejó solo un poco, incapaz de soportar a todo esa gente que se reunió pero manteniendo su visión fija en Rin, solo la desvió para observar a Inuyasha que estaba al margen de ese recibimiento. Cuando sus miradas se encontraron, no fueran necesarias las palabras para saber que sus lazos de hermanos se fortalecieron, Inuyasha solo mostro una leve sonrisa de medio lado al percibir la intensa mirada de su hermano.

Quizás antes no sabría descifrar los gestos de aquel demonio pero ahora podía leerlo completamente como si fuera un libro, ahora comprendía a Rin cuando decía que Sesshomaru jamás necesitaba de palabras para expresarse, ahora lo pudo comprobar. Su mirada se mostraba relajada ante él, con orgullo de que ambos compartían la misma sangre sin importar origen.

-Rin – surgió una voz masculina ajena.

Los dos dejaron de lado su conexión de miradas para ponerse en guardia ante el sujeto que se abrió paso entre todos para acercarse a la nombrada.

Shitsu detuvo sus pasos mientras observaba como ambos hermanos en cuestión de segundos se ponían en medio de Rin, mientras los demás se tensaban y algunos se ponían en guardia ante el desconocido que quería acercarse a la humana que lo observa sorprendida.

-Shitsu Nii-san – grito para hacer aún lado a los dos peliplateados y abrazarlo dejando asombrados a varios por sus palabras.

¡¿Su hermano!? Pensaron.

-Mi señora – correspondió el abrazo – no llores – sus manos abandonaron su cintura para tomar con sus manos sus mejillas y limpiar sus lágrimas.

Un ligero sonrojo apareció ante Rin por el gesto del shikigami pero no dudo en corresponder el gesto con una sincera sonrisa. Más los labios de Shitsu se posaron en la frente de la muchacha que le hizo ganar un tono más en sus mejillas por dicha acción.

-Yo siempre estaré a tu lado.

Los demás quedaron perplejos por esa acción y palabras del sujeto así como también percibieron el cambio del ambiente. Sesshomaru frunció el ceño y un aura negra lo rodeaba al ver la acción del hombre. Tuvo que recurrir a todo su autocontrol para no acabar aquel ser que vendría siendo su "cuñado".

Pero el ambiente de tensión fue roto por la presencia de la anciana sacerdotisa que se acercaba a paso lento en dirección a Rin, misma que quedó plantada en el piso sorprendida al verla, más la enorme sonrisa de felicidad que mostro al verla la hizo correr a su dirección para abalanzarse hacia la anciana sacerdotisa, para repetir la misma acción de antes.

-Kaede-sama – se abrazó a la mujer.

-Rin-chan – dijo acariciándole el cabello – me alegro que este bien.

-La extrañe – dijo enterrando su cabeza en su pecho.

-Y yo a ti, mi niña – correspondiendo el abrazo.

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La noche por fin llego, para deleite de Sesshomaru que estaba al borde de su paciencia, ya que no había tenido oportunidad de acercarse a su Rin en todo el tiempo. Prácticamente lo hicieron aún lado, por culpa de la escandalosa sacerdotisa que hizo una celebración, donde todos agasajaron a la joven.

Poco le falto para acabar con Kohaku el exterminador, que ya era adulto donde no solo la saludo sino también abrazo y beso su frente como muestra de cariño que casi lo hizo explotar, así como todos los machos que se le acercaban demasiado para su gusto pero se tranquilizaba cuando Rin buscaba su mirada y lo calmaba con su sonrisa.

Pero por fin, todos se alejaron o en algunos simplemente desaparecieron cuando repararon en él y la mirada glacial que les dio si permanecían más tiempo en el lugar. Poco le importo las protestas de la sacerdotisa cuando tomo a Rin entre sus brazos para alejarse de dicha aldea donde se abstuvo de acercarse, esta vez nadie acapara la atención de su futura mujer más que el mismo. Suficiente paciencia tuvo todo ese tiempo que les otorgo a todos.

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Rin ni se sorprendió cuando fue alzada del suelo y unos fuertes brazos la envolvían y la acercaban aún cuerpo firme y cálido, un aroma capto sus fosas nasales al percibir a Sesshomaru tan cerca de ella, mientras se alejaban de la aldea. Quería reírse a carcajadas al contemplar los reclamos que lanzaba Kagome, que solo alcanzo hacer un movimiento de mano como despedida mientras sentía su ser flotar y el aire fresco sobre su piel. Lo que la orillo a acurrucarse en su pecho fornido mientras era envuelta entre sus brazos y la calidez de su estola, se permitió aspirar el suave aroma del demonio mientras sus ojos grababan en su memoria, las facciones del demonio que volaba sin rumbo conocido para ella.

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Cuando por fin se detuvo, se sorprendió de observar aquel jardín donde solo podía acceder en sus sueños. Más esta vez debía admitir que era más bella con todas esas flores y la variedad de colores donde le transmitía alegría y felicidad.

Pero todo fue borrado cuando se hizo consciente de la penetrante mirada de Sesshomaru. Haciéndola sentir nerviosa y ansiosa ya que aquellos intensos ojos transmitían tantas cosas que la tenían completamente paralizada, hechizada por esos ojos ámbares.

Si pudiera comparar esa mirada hambrienta, seria cuando la encontró aquella vez en la cascada, cuando tomaba un baño hace poco menos de un par de meses, sino fuera porque se desmayó producto de la sorpresa de encontrárselo así y más en cuanto cruzo su mirada con él, de seguro no estaría tan ansiosa como ahora mismo. Aún recuerda haber despertado con una suave caricia en sus cabellos y el aroma confundible de su Señor, cuando abrió sus ojos, sus mejillas ganaron color al verlo a su lado y ella completamente vestida, jamás paso tanta vergüenza al imaginarlo vistiéndola y por lógica, que la haya visto desnuda. Revivir aquel momento la ponía aún más nerviosa, consciente de esa mirada tan intensa y significativa.

-¿O-ocurre algo Sesshomaru?

-Rinnn – ronroneo su nombre capturando su cuerpo y acercarlo lentamente hacía él.

Ella por su parte, por poco le fallaban sus piernas al escuchar su nombre con esa voz ligeramente ronca y varonil como aquella vez. Sentir el roce de sus garras recorriendo su cuerpo, hasta posarse en su cintura para acercarla y hacer la distancia corta para acercarla, todavía más a su cuerpo.

Una mano viajo tortuosamente por su cuerpo dejando un hormigueo por todo el recorrido que hizo aquel tacto, donde sus dedos apenas si la tocaban hasta que llego a su rostro para elevarla a su altura y clavar las miradas. Mientras su otro brazo la sujetaba posesivamente de la cintura sin darle escape. Sus alientos se mezclaron, el juego de roces de nariz culmino cuando sus labios se reencontraron haciendo una danza de lenguas lenta y suave, disfrutando cada rincón de la boca de ambos.

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El suave viento giro alrededor de ellos, envolviéndolos en un trance hipnótico, incapaces de ver a su alrededor, de cómo el mundo cambiaba ante ellos cuando intercambiaban cada roce y suspiro. Y los pétalos de las flores se esparcían alrededor de ellos.

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Los labios se separaron, más no se alejaron, dejando sus frentes unidas para dar oportunidad de que la humana recuperara el aire perdido, más el poco oxigeno que recupero lo perdía de nuevo al suspirar extasiada al sentir los labios de Sesshomaru por el largo de su cuello dándole ligueros mordiscos que la hacían enloquecer. Y desear más de él.

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Tenía que asegurarse que todo era real, que ella se encontraba a salvo, que su calidez y toda ella estaba junto a él.

Ambos sentían que en cualquier momento perderían la cabeza con tantas emociones acumuladas en su ser, que ahora mismo todo lo sucedido fuera cosa del pasado.

-Jamás me alejare de ti.

Sesshomaru al escuchar esas palabras de Rin le mostro su aprobación volviendo apoderarse de sus labios para confirmarle que estaba de acuerdo.

Un tierno beso cargado de tantas emociones que se volvió fiero conforme pasaba los segundos, que sin piedad los colmillos no midieron la fuerza de su naturaleza y de la fragilidad de aquellos labios que fueron rasgados. Ahora mismo dichos labios estaban rojos, hinchados y un leve hilo de sangre surgía del labio para bajar hasta el cuello. El sabor metálico, los hizo separarse y ver para su disgusto la sangre correr.

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Rin por su parte solo sentía un ligero ardor, levanto su mirada al ver que Sesshomaru se detenía y ver como miraba sus labios.

Como reflejo alzo sus dedos para recorrer sus labios y comprobar lo obvio, más no le tomo importancia. Y levantando su otra mano la subió hasta los hombros de su Señor para que viera que todo estaba bien.

-No fue a propósito – tranquilizo.

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No contesto consciente de que ella nunca se enojaba con él. Se inclinó lo suficiente para con su lengua pasara por sus labios y seguir su camino por donde hizo el recorrido la sangre derramada hasta llegar al cuello. Donde su lengua fue sustituida por sus labios y esparcir besos y caricias por toda la extensión del cuello.

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Rin no sabía qué hacer, cada roce sumado al cálido aliento de Sesshomaru la hacían desear más y sin saber que hacer solo atino echar su cabeza hacía atrás y dejar que continuara besando su cuello, sus manos se deslizaron por los brazos para subir un poco más y llegar hasta la larga cabellera platinada para acariciarlo haciendo que en el proceso su Señor exhalara un ligero ronroneo que hizo vibrar cada parte de su cuerpo.

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Suaves gemidos escapaban de la boca de Rin y pronto se convirtieron en música para Sesshomaru que volvió a sus labios para tomarlos con delicadeza pero sin disminuir su pasión que crecía más y más. Sus garras comenzaron un camino por todo el cuerpo virgen de quien sería su mujer, cada curva era sentido atraves del tacto a pesar de que las ropas le dificultaban un contacto más directo.

Sus labios se detuvieron, en cuento sus manos se detuvieron en el borde de su kimono para deslizarlo suavemente y dejar al descubierto parte de sus hombros y comprobar con sus propios ojos que la antigua marca que le hicieron se había desvanecido aunque aún estaba enrojecido. Paso sus labios y lengua como si tratara de aliviar su dolor y cubrirla con su esencia, bajando lentamente hasta llegar el inicio de sus senos.

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Rin por su parte sentía que la respiración era cada vez más difícil, grandes bocanadas de aire exhalaba siendo rápidamente perdidos, ya que la nueva acción de Sesshomaru la hizo soltar un gemido suave, al ver que recorría sus hombros y como poco a poco sus manos deslizaban su kimono para dejar al descubierto el borde de sus pechos. Sus piernas comenzaban a fallarle pero el agarre de Sesshomaru lograba que estabilizara, miles de sensaciones atravesaban por su cuerpo como si fueran choques electricos mientras el calor iba en aumento.

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Ninguno se daba cuenta como a su alrededor miles de pétalos caían sobre ellos era como si todo tuviera vida y los acogiera creando un ambiente muy intimó, más una suave luz surgía de entre los árboles y poco a poco unas hojas doradas se hacían presentes en el árbol de cerezo, así como entre las flores una flor nueva surgía, Lavanda.

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Mientras Sesshomaru y Rin ajenos a lo que sucedía se fundían en besos cargados de pasión y caricias proporcionadas cada vez más atrevidas hasta que pronto las ropas les empezaron a estorbar. En una pausa Sesshomaru hizo aún lado sus espadas y armadura quedando solo con sus vestimentas para mayor comodidad, solo fue en un instante tan rápido que Rin no se dio cuenta, ya que apenas se recuperaba de aquellos besos que cuando reparo en él ya estaba atacando de nuevo su cuello y sus garras desataban el nudo de su obi.

Inquieta por tantas sensaciones, sus manos se abrieron camino por su kimono imitando la misma acción que él hacia pero ella abrió por completo sus ropas dejando sus marcados pectorales y su cintura al descubierto, mostrándole las marcas de su linaje que se perdían entre sus pantalones.

Creyó morir al ver la perfección del cuerpo de su Señor, incluso su boca la sentía seca mientras sus retinas grababan a fuego cada marca y musculo bien formado sin ser consciente de que era observada por sesshomaru.

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La lujuria que emanaba en la dulce mirada de Rin, hizo que en él surgiera la satisfacción de que ella también lo deseaba al igual que él. Sin perder tiempo, con delicadeza abrió en par en par el kimono de ella para contemplar el cuerpo desnudo de su protegida y ver de nuevo aquella frágil piel, la tersura de sus pechos así como de su vientre plano. Suavemente la fue recostando entre los pétalos que estaban esparcidos como si fuera un lecho de flores.

Su estola cobraba vida extendiéndose hasta llegar hasta Rin y cubrir su espalda y amortiguar el contacto con el suelo y brindarle calidez.

Sus labios se volvieron a unir, pero estos eran apasionados mientras las manos recorrían el cuerpo de otro como reconociendo cada detalle.

Con delicadeza sus garras recorrieron la suavidad del pecho de Rin, mientras estas se erguían a su contacto. Abandono sus labios para hacerse de un camino de besos hasta llegar a su pecho y sustituir su mano con su lengua. Siendo apremiado por Rin con un sonoro gemido de placer mientras las manos de ella apretaban la estola que estaba debajo de su cuerpo.

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Sus piernas se abrieron para dejar que Sesshomaru se acomodara en medio de ella, y una pierna subía y bajaba por entre las piernas de él. Sus caderas chocaban a pesar de que él aún continuaba con sus pantalones pero a pesar de eso ella pudo sentir como algo duro rozaba sus caderas haciendo que Sesshomaru soltara un gemido ronco que lograba encenderla más, además de que aquel roce hacia que su intimidad latiera con anticipación y se humedeciera. Se mordió el labio cuando sintió las suaves mordidas proporcionadas a su pecho. Haciendo inconscientemente apretar sus caderas contra la cintura de Sesshomaru y aumentar aquel roce donde sentía las palpitaciones del miembro de su Señor. Su mano se guio por sus hombros y acariciar su ancha espalda mientras el continuaba con las atenciones de sus pechos, jamás pensó sentir tanto placer como el que le estaban brindando ahora mismo.

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Sentía que en cualquier momento perdería la cabeza, los constantes movimientos de Rin rozando su masculinidad lo hacían querer tirar todo a la borda y tomarla en estos momentos, hacerla su mujer. Pero quería que todo fuera perfecto para ella, aunque eso no significaba que se iba detener.

Sus garras recorrieron la silueta de su cintura para bajar hasta sus piernas y separarlas un poco más, ocasionando un ligero respingo en Rin que no se esperaba esa acción, mas no presentó ninguna queja. Su garra recorrió la pierna derecha mientras sus labios abandonaban los pechos que estaban enrojecidos por tantas caricias y mordiscos, sus labios fueron en asenso hasta su cintura hasta llegar hasta su vientre. Por el rabillo del ojo vio la tensión en Rin al llegar a su centro, la respiración entrecortada, la mirada dilatada presa de la anticipación de lo que vendría, junto con sus mejillas rojas, sus labios dejando escapar jadeos y su pecho subiendo y bajando, así como su cabello que se pegaban a su cuerpo haciendo la imagen sumamente erótica y tentadora para sus sentidos.

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El cálido viento meció las hojas del árbol, que ahora mismo una buena parte mostraba un color dorado y un sutil aroma a lavanda se esparcía alrededor de ellos. Y todo parecía girar en torno al centro del mismo árbol donde se encontraban.

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Rin se sentía desfallecer cuando el cálido aliento de su Señor le llego a su vientre, su espalda se arqueo como reflejo, al saber el objetivo de Sesshomaru. La primera lamida en su centro la hizo soltar todo el aire acumulado y muchos más vinieron cuando el prosiguió a explorarla por completo. Sentía la sangre correr por sus mejillas al observarlo en medio de ella, el ligero cosquilleo en sus piernas por el constante roce de los platinados cabellos, la hicieron un mar de gemidos y susurros suplicantes por esa dulce tortura. Su otra pierna que era libre del agarre se deslizo por sobre el pantalón mientras empezaba con un ligero movimiento de acercar más su cuerpo al de él. Mientras él aumentaba sus lamidas haciéndola desfallecer.

Sentía que explotaría, cuando la tibia lengua se introdujo en ella, un gemido ronco escapo de sus labios gemidos altos y roncos surgían de su boca incapaz de deternerlos, lo sentía, algo en su vientre se tensaba, miles de colores nublaron su vista, su cuerpo se arqueaba mientras sentía una explosión en todo su cuerpo llegando a su primer orgasmo.

-Se-sesshoamruuu – gimió su nombre.

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La voz ronca de Rin hizo que volteara a verla, su cabello se pegaba por toda su cara, sus ojos estaban dilatados presos del placer que le brindo. Él todavía podía sentir el sabor la esencia de ella en sus labios.

Sus últimas ropas le estorbaban, ya no podía contenerse más y no lo iba hacer. Sin darle tiempo de que se recuperara. Se quitó sus últimas ropas restantes, quedando completamente desnudo ante ella que aún no se recuperaba.

Sin demorarse se volvió acomodar en medio de ella pero esta vez sus labios volvían a su cuello tratando de relajarla para lo que vendría. Mientras sus labios se acercaban a su lóbulo.

-Rinnnn – llamo con la respiración agitada.

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Aquella voz hizo que buscara su mirada encontrándola de inmediato, captando el mensaje en sus ojos.

Ámbar y castaño se entrelazaron en preguntas y respuestas mudas, miradas que solo basto para ser sellados por un beso aún más apasionado y sus lenguas se acariciaban mutuamente mezclando sus alientos.

Sintió como algo chocaba contra su intimidad, emitió un jadeo lleno de anticipación cuando sintió el miembro de su Señor acercándose a su pelvis. Hasta que de un solo movimiento se introdujo a ella.

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El pene de Sesshomaru se introdujo por completo en la cavidad de Rin, de una sola embestida, la penetro desgarrando la barrera de su virginidad adentrándose por completo. Un sutil aroma a sangre capturo sus fosas nasales, deteniéndolo incapaz de moverse.

La respiración agitada y temblorosa de Rin, lo hicieron consciente de su dolor aunque sus gemidos adoloridos morían en su boca, siendo aprisionada por sus fuertes brazos inmovilizándola. Encajando perfectamente su cuerpo y el de ella.

Sus labios se desprendieron de la boca de Rin, para bajar por la extensión de su cuello propinándole suaves besos húmedos que fueron esparcidos lentamente, tratando de hacerle olvidar el dolor en su entrepierna. Sus manos le propiciaban caricias por toda su espalda, subiendo hasta llegar a sus hombros y acunar su rostro, limpiando con sus largos dedos, la lágrima que se escapó de sus orbes castañas. Mientras le daba un beso en su frente como si fuera una disculpa por el dolor que le causo.

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Rin por su parte el ardor en su entrepierna, hizo temblar levemente su cuerpo así como también las sensaciones que recorrían en su interior. Pero a pesar de todo los suaves besos la reconfortaron, sobre todo el beso en su frente la hizo sentir protegida, amada todo parecía un sueño.

Sentía que tantos sentimientos se acumulaban dentro de ser, que solo se abrazó a él, tratando de unir aún más su cuerpo. Con el movimiento que hizo, un jadeo de placer escapo de sus labios, al sentir el pene de Sesshomaru en ella, suspiro complacida, llevando aire a sus pulmones captando el suave olor de la lavanda relajándola. Al mismo tiempo con su nublada vista buscaba la mirada de Sesshomaru encontrándola de inmediato, dedicándole una sonrisa para que pudiera proseguir.

Sentía que ahora, además de que sus cuerpos estaban unidos también sus almas eran una sola.

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Las mariposas revoleteaban entre de las flores esparciéndose así como los pétalos rosados que bailaban junta con las hojas doradas. Mientras el tronco comenzaba entrelazarse con un nuevo tronco que surgía poco a poco haciendo el grosor del árbol más grande y majestuoso. Y una fragancia inundaba el lugar completamente.

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El leve roce del movimiento que hizo fue señal para Sesshomaru para comenzar a moverse lentamente escuchando un jadeo adolorido por parte de Rin que se abrazó más a él. Ella enredo sus piernas alrededor de su cintura y sus manos se enredaron entre sus hombros y acariciar su espalda proporcionándole ligeros rasguños mientras ella enterraba sus labios en su cuello mientras su respiración seguía agitada.

Cuando sus miradas se encontraron tiro todo a la borda su autocontrol y dejo fluir todo su pasión, moviéndose frenéticamente, ocasionando con la fricción de sus cuerpos choques placenteros llevándolo al borde de todos sus sentidos.

Jamás se hubiera imaginado tanto placer a lado de una humana, misma que se encargó de romper todas sus barreras, su mente se vio perdida para que su ser salvaje e instintiva tomara lugar y demostrarle en lugar de palabras los hechos de su sentir hacia su mujer, solamente suya.

-Mía – dijo con voz ronca, aumentando sus embestidas hasta llegar profundamente en el interior de Rin.

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Ambos se acoplaban perfectamente, gotas de sudor se mezclaban en ambos cuerpos, todo parecía girar alrededor de ellos, gemidos mezclados con gruñidos roncos. Movimientos sublimes y profundos intentando unirse más al cuerpo del otro.

Ambos enterrando sus labios en el cuello del otro, sus mentes eufóricas, los hacían aumentar sus movimientos. Sus manos se acariciaban por todo el cuerpo recorriendo cada forma, memorizándolas.

El fin se acercaba lo sentían con la estimulación que corría atraves de sus venas esparciéndose por todas partes de su cuerpo. Él aumento de velocidad en sus penetraciones acelerando el placer en sus cuerpos, fue suficiente para Rin para sentir una convulsión lo suficientemente fuerte en su interior, como si fuera una burbuja que explotaba creando más burbujas en su interior arrastrándose al éxtasis llevando consigo a Sesshomaru.

Este al sentir como era apretado por el interior de Rin se dejó llevar descargando su esencia dentro de ella. Su mente llena de satisfacción y placer le llevo a dirigir sus colmillos en un punto de su hombro izquierdo y cuello, mordiéndola sin darle tiempo a Rin de recuperarse, mientras ella emitía un gemido para abrazarse más a él.

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Mientras Sesshomaru pasaba su lengua por ese lugar donde la mordió dejando su marca y esencia para siempre en Rin.

-Nunca te apartaras de mi lado – dijo con voz ronca mientras la abrazaba en la cintura y aun sin salir de ella.

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Rin sentía una enorme felicidad por las palabras de Sesshomaru, sus piernas entrelazadas con las de él, mientras su cuerpo se abrazaba a su cálido cuerpo. Sus manos tocaron su rostro con cuidado, sus labios hinchados esbozaron una sincera sonrisa por sus palabras que se ella misma dijo las palabras que siempre quiso decirle.

-Te amo.

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Aquellas palabras fueron grabadas en la mente del demonio que solo atino apretarla contra él y besar de manera voraz, tal vez nunca le diría sus sentimientos pero se lo demostraría en cada momento de su larga vida junto a ella.

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Sus alientos mezclándose con el aliento del otro fueron suficientes para encender la misma pasión y hambre del uno del otro para volver a unirse en cuerpo y alma. Mientras a su alrededor se mostraba la unión de sus almas ya que dos árboles se entrelazaron donde las flores del cerezo estaban unidas al dorado de las hojas del ginkgo como constancia de la unión de sus sueños como una sola.

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Ha pasado un poco menos de un mes donde muchas cosas han ocurrido pero por fin se llevaría a cabo una ceremonia de vital importancia ya que se celebraba la boda del más poderoso youkai junto con una humana.

-Keh, solo espero que esta vez no llueva como en la boda de Shippo* – fue la queja de Inuyasha.

-Pues amigo mío, tú no puedes quejarte ya que tu aun no estas casado con la Kagome – aclaro Miroku.

El aludido solo se tensó al recordar eso y más al ver la expresión de Kagome que cada vez que alguien se casaba o recibía una declaración, ella lo volteaba a ver con furia cada vez que le recordaban su actual situación.

-Si me permites – se introdujo Baku a la plática – puedes realizar una ceremonia o declaración en el mundo que crearon tú y la sacerdotisa.

-¡Ehhh! Enserio – pregunto sorprendido.

-Así es, ustedes también tienen un jardín – aclaro – solo que no hay árboles sino es más bien es un jardín de rosas y hortensias muy parecido al de tus sueños donde tu madre vivía.

Inuyasha lo miraba asombrado entonces él también tenía sueños valiosos aunque ahora que recordaba, ese recuerdo de su madre era lo más valioso para él. Donde ella estaba junto a las hortensias pero entonces…

-Mmm – se quedó pensativo - ¿Por qué las rosas?

-Ohh eso – sonrió – eso sucede cuando se unen ambos sueños junto otro con la pareja destinada – mientras hacia un gesto sugerente.

-Ya veo – sonrió incomodo – pero si es así, creo que me servirá.

-Que planeas Inuyasha

-Nada malo monje, solo no dejare que Sesshomaru me lleve la ventaja en todo.

Una gota de sudor corrió por las frentes de ambos hombre por la declaración del peliplateado. Sin darse cuenta que otra persona se acercaba a ellos.

-Bueno eso lo tienes difícil, tomando en cuenta que él no tardo tanto como tú, Inuyasha.

-Shippo – crujió sus dientes con ganas de golpear al zorro – ¿Qué haces aquí?

-Pues que más, es la boda de un Lord y es obvio que Soten tiene que estar presente.

-Es cierto como nueva líder de las tierras del Este tiene que estar presente – señalo Miroku – pero ¿Dónde está?

-Mmmm creo que fue ayudar a Rin – se encogió de hombros.

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Con Rin era un mar de nervios ya que todas las mujeres presentes querían ayudarla creando un desastre y confundiéndola más.

-No puedo creer que hoy te unas con mi cuñado, Rin-chan – declaro emocionada Kagome.

-Bueno es obvio que solo Sesshomaru haría las cosas formalmente – señalo Soten – no como el idiota de Inuyasha.

Una nube negra envolvió a la sacerdotisa al recordar eso ya que parecía que todas a su alrededor su unían ya sea con una hermosa declaración o con una ceremonia menos ella.

-Tienes razón – se recompuso de inmediato – a veces siento envidia de ti Rin-chan.

-¿Y eso porque Kagome-sama?

-Mmm porque tú obtuviste la mejor declaración de todas – las demás asintieron – por no decir una boda de ensueño – respondió con ojos soñadores.

-G-gracias – se sonrojo – pero tú también puedes tenerlo.

-Hmmp con lo idiota que a veces es Inuyasha me volveré anciana.

-Pero Kagome-sama ¿Puedes tomar la iniciativa? – señalo.

-Es cierto – golpeo sus manos – así le demostrare quien manda – mientras empuñaba sus puños – mmmm déjame pensar en qué lugar será el indicado.

Las risas cómplices alrededor hicieron el ambiente ameno y más al tener la leve sospecha que quizás no resultaría tan romántico como lo estaba planeando la sacerdotisa.

-Pues te puedo sugerir el jardín que compartes con inuyasha-sama en tus sueños – aporto Rin.

-¡Ehhh! – la miro incrédula – en verdad yo también tengo un jardín de impresionante como el tuyo – corrió hasta ella mientras la agitaba para que se lo confirmara.

-S-si – contesto aturdida.

-Genial – se emocionó – y ¿Dime es igual de impresionante que el tuyo?

-Ehh – se sonrojo al recordar ese lugar – pues no tienes arboles pero si un jardín muy hermoso.

-Ahhh que bien, creo que buscare a Baku para que me lleve.

Todas se quedaron observando a su amiga que estaba emocionada por sus planes que se olvidaron del tiempo.

-Ohhh cielos aún no está lista Rin-sama – apareció una de las sirvientas que la estaban ayudando a ponerse el kimono ceremonial.

Recién se percataron del tiempo así que todas se movilizaron para que Rin estuviera lista mientras dos sirvientas más entraban con el Uchikake* mientras las demás trataban de ayudar en los detalles.

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No estaba contento en todo el día no pudo acercarse a su mujer y ya estaba harto de revuelo en su mansión. Se encontraba listo con su kimono ceremonial de color blanco y con la insignia bordada a los costados de su pecho símbolo de su título de Lord.

Bufo cansado se hubiera evitado todo protocolo y hubiera hecho lo mismo que el idiota de su hermano Inuyasha pero no, como su título se lo imponía tenía que dar a conocer a la soberana de las tierras del Oeste y también del Sur.

-Quita esa cara de amargado o tu mujer te abandonara en cuanto te vea.

-Madre ¿A qué has venido?

-Qué manera de saludar – bufo molesta – no es obvio vine para dar mi bendición en la boda de mi querido hijo.

-Sandeces.

-Además para felicitar a mi nueva hija – agito su abanico para esconder su sonrisa – veo que aún no se lo dices – señalo – pero debo admitir que si cumples con tu palabra.

Que hizo para merecer esto – se dijo. Y por lo visto no podía ocultarle nada a su madre, solo esperaba que no le dijera nada a Rin ya que quería decírselo personalmente.

-Descuida no le diré nada…aún – añadió divertida – Por cierto espero que te comportes con "los invitados".

El aludido la observo mientras analizaba sus palabras, sus ojos se abrieron asombrados. No se atrevería más la mirada de su madre se lo confirmo.

Demonios.

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Mientras Rin se encontraba sola contemplando el jardín donde se llevaría a cabo el ritual de unión agradecía enormemente la ayuda de su amigas así como los sabios consejos de la anciana Kaede que la apoyo.

Sus pensamientos fueron detenidos con la presencia de alguien que se acercaba, se dio la vuelta para sorprenderse con la llegada de él. Una sonrisa dibujo su rostro al verlo.

-Nii-san.

-Estás muy bella, Rin – menciono para observarla con su kimono nupcial terminado.

Acuno su mano a su rostro para observarla mejor.

-¿Te volveré a ver? – pregunto.

-Yo siempre estaré a tu lado – mientras acariciaba la mejilla.

-Enserio.

-Si – asintió – ahora más, que estaré a cargo de las tierras del Norte.

-De verdad – pregunto entusiasmada.

-Así es, pero bueno ya es tiempo de que vayas a la ceremonia sino tu futuro Señor matara a todo aquel que se cruce en su camino sino llegas – guiño el ojo divertido.

-Tienes razón – se alejó un poco – me acompañarías hasta el jardín.

-Lo que mi Señora me ordene – mientras se inclinaba para besar el dorso de su mano.

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Faltaba poco para iniciar con la ceremonia y Sesshomaru quería eliminar a todos o más bien a su madre, que se le ocurrió organizar el Hyakki Yakö por lo que la bienvenida de la noche fue iluminada con cientos de faroles que sostenían centenares de demonios para la celebración. Pero todo quedó atrás cuando Rin apareció en el pasillo que la conduciría hasta él.

Cuando por fin se encontraron en el pasillo tomo sus manos la condujo a donde se llevaría a cabo su unión.

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La ceremonia de unión se había acabado donde prácticamente las mujeres mostraban estaban con lágrimas en los ojos por la emotiva que fue la ceremonia además de que el lugar parecía ser sacado de un lugar de ensueño con esas luces que todos llevaban.

-Y bien – Irasue alzo la voz – como es tradición el Lord dirá unas palabras para la nueva Señora.

La tensión se hizo presente con la mirada fría del aludido cuando fue mencionado, bufo molesto con ese protocolo, así que solo girando su rostro hacía Rin respondió.

-Rin….. - .

Una gota de sudor apareció en todos los presentes ya que solo escucharon, un especie de zumbido, sin entender nada de lo que surgió de los labios del demonio.

-Ohhh Sesshomaru – se llevó las manos a la boca y conteniendo las lágrimas – es hermoso, soy tan feliz.

Otra gota de sudor surgió al ver quien solo le entendió fue Rin.

-Demonios, Sesshomaru no estés jugando – grito Inuyasha – dime Kagome – volteo a verla.

-Dime inuyasha.

-Lo guardaste como aquella vez – pregunto.

Kamome solo atino a levantar el pulgar, por supuesto que lo grabo.

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Mientras Sesshomaru tomo entre sus brazos a Rin para alejarse de todo la comitiva y brindarle la visión de los cientos de luces iluminando su partida con su mujer.

Rin mantenía su rostro pegada al pecho de su Señor.

-Te amo, siempre te amare al igual que amare a este hijo que llevo - paso su mano en su vientre acariciándolo con dulzura.

El aludido giro sorprendido, como se enteró.

-Nadie me lo dijo – contesto a su interrogante mientras llevaba su mano a su rostro – yo lo siento en mi interior.

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Solo atino acariciar su rostro mientras descendía en ese jardín donde sus almas se unieron y donde esta misma noche volverían unirse.

-Yo siempre estaré a tu lado – para apoderarse de sus labios mientras el viento mezclaban sus cabellos.

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Mientras en la aldea.

-¿Dime Kagome lo tienes?

-Ya te lo dije Inuyasha – bufo cansada.

Saco de su kimono la pequeña grabadora donde se hallaba lo que supuestamente se grabó las palabras de Sesshomaru.

-Veamos – prendió la grabadora.

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Rin, a travez de estos cielos sin fin,

Donde jugando las nubes estan

Vagando para liberarse de este sueño.

Tantos momentos, en que he levantado mi espada

Incontables sueños ya han sido

Heridos entre mis manos.

No tiene sentido el vengarse deshonrando a mi espada.

Por eso te prometo

Que siempre velare por ti en todo momento

Eres la luz, que ilumino mi vida llena de sombras

Por eso mismo no debes temer

Siempre estaré a tu lado…

tú puedes calmar mi alma.

-Realmente es hermoso – suspiro emocionada Kagome.

-Wow nunca lo superaras Inuyasha – agrego burlón Miroku

-Ese idiota.

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-Siempre estaré a tu lado Sesshomaru, tú también puedes calmar mi alma.

Los dos volvieron a fundirse en un beso lleno de promesas, donde la eternidad los esperaba en un mundo creado solo para ellos.

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Mientras los árboles se encontraban entrelazados unidos para siempre al igual que sus almas como una sola para siempre dando el inicio de un nuevo sueño al lado del otro.

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Fin.

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Feliz día del gato! y también el de San Valentín jajaja ;)

Me duele decirlo pero si damas y caballeros esto ya llego a su fin y me quedo largo TT^TT y como final las ultimas aclaraciones:

-La referencia a la boda de Shippo es que se trata que cuando un zorro se casa se hace al termino de la lluvia donde se realiza la ceremonia :D

-El Uchikake es una parte del traje nupcial y se usa encima del shiromuku(que es totalmente blanco) como una capa y sin obi.

El Hyakki Yakö es el celebre desfile de los demonios donde llevan consigo linternas se desconoce el motivo pero digamos que lo utilice para la celebración de la boda de alguien importante dentro de la sociedad de los youkais.

Pero bueno como último quiero agradecer a todos por su apoyo en este proyecto y me motivaron ya sea desde el principio o en transcurso de esta historia donde recibí su apoyo realmente no tengo palabras para expresar mi gratitud, más decirles que esta historia no será la única :3 muy pronto daré señales de vida con otra nueva historia ;) y esta será en un universo alterno espero que verlas y sino solo dense una vuelta ;) y denle una oportunidad.

Mis agradecimientos a :

Frutadragon34 que siempre me apoyo desde el inicio y le agradezco sus consejos ;)

Hasuless, Nee-san me quede sin palabras para expresar mi agradecimiento solo diciéndote que gracias por el apoyo =)

Angela 922 lo admito ame tu comentario jajaja :D

floresamaabc , Marilaurajs, Gcfavela les doy las gracias por su continuo apoyo a la vez por sus buenas vibras y deseos por la mejora de mi salud y espero verlas pronto ;)

Kunoichi 2518, Sandera-chan, Inu-chan123 les agradezco mucho que te haya gustado mucho mi historia y que las hayan seguido :3

Lovely claw,, Claudy, Lluvia abad, Manekineko Tsukino, Gomilan, Nani 28 y también a los que guest muchas gracias por sus comentarios.

Y bueno también a las que solo leen realmente agradezco todo y bueno como final de cuento "Y colorin colorado este cuenta ha acabado" :D

más no es el último ;)

En fin nos vemos, se cuidan mucho y que tengan excelente día, tarde y noche...*w*

~(=^.^=)