Disclaimmer: Los personajes de la siguiente historia pertenecen a Clamp, si no fuese así, Sak y Shao serían novios desde el primer capítulo. La historia es de mi propiedad.

Summary: Porque él tenía una palabra de la Z a la A para describirla.


A de amor

Desde que tenía uso de la razón y memoria, siempre había sido una persona algo dura. Desde pequeño siempre había sido bastante difícil de tratar; el resultado directo de esto fue que jamás fui un hombre que estuviera rodeado de otros: si contara el número de personas que habían sido amigas mías, me sobrarían dedos de una mano.

Mi personalidad no era la más agradable ni la mejor de todas; no solo era la opinión personal que tenía de mí mismo, sino la de mi familia y conocidos: era hosco, demasiado cruel en determinadas situaciones, de humor ácido, poco empático y conversador, y muy seco y serio para mi edad. En pocas palabras, no era el mejor amigo comprensivo que todos buscaban desde pequeños y durante todo lo que duraba la cruel adolescencia.

Pero poco me importaba el concepto que los demás tenían de mí. Mientras ellos no me jodieran la vida, yo no los jodería a ellos. Era una ecuación simple, en la que todos salían ganando.

Por eso, en la preparatoria, no me tomé el más mínimo esfuerzo en intentar socializar con los demás estudiantes del instituto, ni tampoco hice el intento de involucrarme en algún club, o incluso en el equipo de fútbol. Apenas y me relacionaba con dos personas: Eriol Hiragizawa y Takashi Yamazaki, a quienes podía llegar a considerar lo más cercano a mis únicos y mejores amigos.

Pero como todo en la vida, siempre hay una excepción a la regla, y por más que uno no quisiera salir de su zona de confort, simplemente, de una forma u otra, era forzado a hacerlo.

Esta excepción tenía nombre y apellido, una voz demasiado dulce y unos ojos verdes que te deslumbraban por tanto brillo.

Sakura Kinomoto había entrado a mi vida para romper todos los esquemas que me había formado minuciosamente y que hasta ese entonces ni el más terco hombre, ni la más atrevida mujer había logrado romper.

Había llegado con sus sonrisas amistosas y su risa cantarina, con sus enormes esmeraldas y sus palabras amables, solo con el fin de buscar una amistad que no quise darle. Estaba completamente negado a dejar entrar a alguien en mi vida; no concordaba en lo absoluto con lo que yo mismo representaba. Demás estaba mencionar que era mujer, y por razones determinadas y circunstanciales de la vida, no tendía a llevarme bien con las de su sexo.

Pero ella, como quien se niega a perder una carrera en el último segundo, luchó contra mi mal genio y mi terquedad, colándose en mi vida, en mi cerebro, y mucho más tarde en mi corazón.

Sakura Kinomoto había sido la razón de que muchas cosas en mi vida cotidiana cambiaran. No era solo por el hecho de que Shaoran Li tenía una amiga por primera vez en su patética y malhumorada vida –algo bastante mencionado durante varios meses luego del suceso-, sino porque ella se había encargado personalmente de hacer mi vida algo más social, o menos amargada, como le gustaba recordarme cada vez.

El resultado había sido un grupo más amplio de amigos –y amigas-, ser miembro del equipo de futbol del instituto, un puesto más arriba en el ranking de popularidad y una mejor amiga dispuesta a atacar con uñas y dientes a lo que fuese que me molestara o interfiriera en mi vida.

Pero Sakura me había dado más que un grupo selecto de amigos y me había enseñado más que el significado del compañerismo y la confianza.

Sakura Kinomoto se había inmiscuido en mi vida para enseñarme lo que era amar. Y ser amado.

Porque tal vez sin quererlo, tal vez escapándoseme de las manos tal y como a ella le había sucedido, ambos empezamos a sentir algo más que una simple amistad hacia el otro. No había sido simple, para ninguno; no por el hecho de que hubiese terceros de por medio ni ninguna razón similar, simplemente ambos éramos demasiado inexpertos en el tema, y tal vez demasiado orgullosos como para querer admitir nuestros sentimientos.

El hecho de que fuéramos mejores amigos complicaba un poco las cosas también: ninguno habría querido perder tan valiosa amistad por un amor quizás no correspondido.

Pero por distintas vueltas de la vida y por algunos factores externos que jugaron un papel importante –nótese la presencia de Eriol y Tomoyo-, las cosas terminaron por darse, siendo ambos correspondidos.

Y había valido la pena.

Mierda que lo había valido.

Si Sakura había sido buena como amiga, como novia era increíble.

Resultaba ser perfecta en el papel: No era dramática ni empalagosa, demostraba interés en la relación y era cariñosa en un punto totalmente permisivo. Era el punto justo. Obviamente que no todo fue color de rosas; las peleas y los celos existieron, pero eso no fue suficiente para que tomáramos caminos diferentes.

Sakura era la mujer ideal que necesitaba en mi vida, aquella que me abrió un millón de puertas, y la que me enseñó a valorar las pequeñas cosas que se cruzaban en mi camino y que antes me resultaban insignificantes.

Ella me enseñó el verdadero significado de la palabra amor, demostrándomelo y haciendo que poco a poco yo pudiera demostrárselo a ella.

Y Sakura terminó por enseñarme todo cuando me dio la noticia de su creciente embarazo.

Nunca se me había pasado por la cabeza el tener un hijo y habían sido contadas veces las que habíamos hablado acerca de la idea de tener uno, siempre llegando a la conclusión de que aún no era el momento. Sin embargo el momento nos tomó por sorpresa, y demás estaba decir que aquella sorpresa, aunque muy poco imaginada o esperada, había terminado por completar aquel pedacito que necesitaba en vida.

Ryu había llegado no solo para agrandar nuestra pequeña familia y hacer la casa más divertida y colorida, llena de risas y juguetes para niños, sino que también lo había hecho para afianzar aún más el lazo que tenía con Sakura. Tener un hijo era lo único que nos faltaba, y habíamos tenido la suerte de tener al mejor de todos.

De eso estábamos seguros.

—Papá, ¿cómo te enamoraste de mamá?

—Ni yo mismo lo sé. Simplemente un día desperté y me di cuenta que quería pasar mi vida con ella.

— ¿Aún y cuando se pone loquita e infantil y grita?

Reí ante las ocurrencias de un niño de tres años—. Aún y cuando se pone loquita e infantil y grita.

—A veces mamá da miedo, pero la amo mucho.

—Yo también la amo mucho, y a ti también campeón.

—¿Y por qué nos amas mucho?

—Porque son lo más importante que tengo en la vida.

Porque Sakura no solo me había amado sin restricciones, sin juzgarme y sin querer cambiarme; ella me había enseñado el verdadero significado del amor.

Solo hacía falta notar mi sonrisa cada mañana al ver unos ojos verdes cariñosos y unos ámbares risueños, para saber que allí era mi lugar en el mundo, y que allí se encontraba la mayor prueba de que el hosco Shaoran Li había encontrado una reina y un pequeño rey a quienes amar.


N/A: Buenos días, tardes, noches.

Se me está escapando un lagrimón… y es que tengo una tos que me está sacando los pulmones por la boca D: Malditas temperaturas bajas en este sector del mundo.

Pero en serio… se me va a escapar una lágrima, y es que la historia llegó a su fin. Un largo, muy largo recorrido, desde el inicio con "De la A a la Z" hasta el último capítulo de "De la Z a la A", finalizó. Una historia simple a primera vista, pero que me sacó un par de canas verdes. Si bien estoy muy feliz con los resultados, también estoy muy feliz de haber terminado (finalmente) el proyecto.

Terminó muy MUY cursi, demasiado quizás xD Tal vez se deba a que estoy comprometida :v. Si, Suzu sin sentimientos fue conquistada y amarrada por un hombre xD

Sin embargo, espero que hayan disfrutado del capítulo y del final de esta historia que nos unió hace ya más de dos años.

No habrá más abecedarios, por dios, no. La historia llegó más lejos de lo que creía, y creo que no podría soportar hacer otra más con los pensamientos de otra persona xD Así que perdonen si rompo sus corazones, pero este proyecto llegó a su fin aquí mismo.

Quisiera agradecer a todas aquellas personas que estuvieron conmigo. Las que estuvieron desde el principio, las que se unieron a mitad, y aquellas que aparecieron casi al final. Sobre todo a aquellas que me brindaron su apoyo por medio de hermosos reviews que llevo en mi corazón, a aquellas que me esperaron a pesar de mis tardanzas, y a aquellas que me brindaron sus ánimos en tiempos difíciles.

Ésta historia me regaló momentos maravillosos y personas maravillosas, con algunas de ellas hablo seguido, con otras no tanto, pero todas están presentes en mi putrefacto corazoncito.

Un especial agradecimiento a Vale y a Eridane, con quienes tuve una relación más allá de la historia por medio de Facebook, y a quienes aprecio muchísimo.

Y un agradecimiento a ésta historia y a otras circunstancias de la vida (que no valen la pena mencionar) que hicieron que conociera a la persona que hoy es mi mejor amiga. No hace falta ni mencionarla xD.

Muchísimas gracias por todo a todos. Y hasta siempre.

LadySuzume-Chan.