—El poder…— empezaba a decir el hombre— Esa es la única cosa que Ryuji busca. Esta información la he obtenido gracias a todas las personas de rangos superiores que he tenido que escoltar, así que no puedo decir qué lo que diga a continuación sea completamente verdad, o simples rumores…— sentenció, a la vez que nos observaba seriamente a Harumi y a mí.

—Lo entendemos…— dijo Harumi, mientras yo solamente asentí, a la vez que escuchaba atentamente.

—Por lo que yo sé… desde antes que siquiera supieran de la existencia de tu Lucario…— se detuvo de golpe el hombre, a la vez que el sonido de mi puño chocando contra la mesa exalta a todos en la casa.

—¡Takeru!— grité no fuerte pero si grave… un poco enojado de que siguieran llamándolo de "esa" forma— su nombre es Takeru…— sentencié ahora en un tono más bajo, a lo que Harumi me sujeta el brazo, mostrando su desacuerdo hacia mí por haberle gritado.

—Tsch…— bufé mientras mi enojo disminuía— sé que no sabes que ése era su nombre… ¡Pero ahora lo sabes! y prefiero que lo llames así si quieres que te deje de mirar como a los otros hombres de Ryuji— le dije mientras volvía a adoptar una actitud más calmada, cruzando mis brazos de igual manera.

Sé que quizás no fuese justo el cómo le hablé al hombre, pero… cuando uno vive la vida de Takeru... cualquier palabra que te recuerde los tratos que recibió, despiertan esa reacción.

—Entiendo…— dijo el hombre a la vez que suspiraba— repito entonces… desde antes que supieran de la existencia del aura de Takeru, Ryuji estaba buscando el poder del aura de los pokémon— volvió a decir, mientras que Harumi y yo estábamos concentrados en sus palabras.

—Por lo que escuché, todos los agentes que escoltaba se referían a Ryuji como un "luchador", como alguien que salió de la adversidad, el cual lucha para obtener el poder necesario y así traer la justicia "real" en el mundo— declaraba el hombre, a lo que casi al instante lo detengo al levantar mi mano en son de querer hablar.

—Espera…— dije mientras miraba a su hija, a la vez en que levantaba la mano— creo que es mejor que vaya a jugar con Sora, ¿No crees?— dije con una sonrisa hacia Kohana, para ver que ésta sólo me miraba con desconfianza; pero su padre sabía que yo tenía razón en no dejar que esta se inmiscuyera en el asunto, por lo que habló con ella y esta después de ello se fue al patio, en donde estaba Sora, empezando a jugar con él.

—Ahora creo que ya puedes decir la verdad— dije luego de que Kohana se retirara, a lo que Harumi me miró extrañada de que declarara aquello.

No necesitaba ver su mente para saber que él mentía, su forma de hablar acerca de Ryuji era poco convincente, y nadie se creería esa faceta de "luchador" o "buscador de la justicia real". Sabía que intentaba ocultar la verdad, ya que no quería que su hija lo escuchara

—Ryuji busca el poder— empezó a decir el hombre ahora con mucha más seguridad— no sé sus razones… muchos dicen que sufrió mucho en su niñez aunque la causa no la explican. Ha cometido múltiples asesinatos en búsqueda de ello, y ha salido prácticamente con "las manos limpias" gracias a que múltiples empresas privadas lo apoyan y ocultaban sus actos con cantidades masivas de dinero de por medio— sentenció mientras nosotros aun lo escuchábamos concentrados— Éstas corporaciones piensan que con Ryuji podrán obtener nuevas fuentes de energía en base al aura de los pokémon… obviamente todo esto es netamente ilegal, pero a estas empresas no les importa que otro se "ensucie" las manos por ellos, así que provisionan a Ryuji con todo el dinero que quiera, y con ello los mismos científicos junto con la tecnología que él usa— dijo mientras empezábamos a comprender.

—Está más que claro que Ryuji nunca ha buscado el poder como una "fuente de energía", sino más bien como un beneficio propio, obviamente mintiéndoles a estas "empresas" con sus inventos y aparatos, que hacen que las empresas sigan confiando en él— volvía a decir el hombre— pero… al ver que el mezclar el aura de un humano y un pokémon era algo muy difícil, para no decir imposible, Ryuji mandó a sus hombres para que investigaran acerca de nuevos métodos para poder obtener ese anhelado poder… hasta que, en base a numerosas investigaciones, encontraron a la mejor especie de pokémon que podría ser capaz de controlar o modificar el aura a ese nivel…—declaró, a lo que yo comenzaba a comprender.

—La especie de Takeru— dije finalmente, entendiendo a lo que quería llegar el hombre.

—Correcto— afirmó el hombre asintiendo— una vez que se descubrió la habilidad que poseían estos seres, los científicos de Ryuji junto con sus hombres, empezaron a capturarlos, pero a pesar de tener a docenas, seguían fallando los experimentos… aún no encontraban uno que fuera capaz de modificar el aura a ese nivel— seguía explicando.

—¿Y cómo fue que dieron con el padre de Takeru?— pregunté un poco confundido.

—No lo sé con certeza…— sentenció el hombre— por lo que sé, en ese entonces Ryuji empezaba a contar con máquinas capaces de detectar el aura, supongo que con el pasar de los años, pudo modificarlas de tal manera en que pudiera detectar a un ser que fuera capaz de modificar su aura misma, así a como fue con el padre de Takeru— afirmó el hombre.

—Pero el cómo fue capaz de encontrarlos no va al tema…— dijo el hombre llamando mi atención— creo que sé por qué evacuaron los laboratorios…— declaró, a lo que yo levanté mi vista, más atento que nunca, ya que esa era una de las cosas que más deseaba descubrir.

—Supongo que, en el momento en que se enteraron de que la misión de capturar al huevo de Takeru había fallado por obra tuya, debieron tomar acciones de inmediato, desalojando el laboratorio, empezando a ir a "cierto" lugar del cual poco sé, ya que sabrían que tarde o temprano irías a por ellos — sentenció el hombre mientras yo no entendía a qué lugar se refería.

—Debes saber antes que nada, que Ryuji desde un principio nunca estuvo interesado en buscar el poder de los pokémon que, según él, eran insignificantes… el buscaba el poder máximo, y aunque pareciese ridículo el siquiera pensar alcanzar algo así… quería la divinidad— dijo seguro de sus palabras.

—Él busca el poder de Arceus— sentenció el hombre finalmente.

Arceus… su nombre me era totalmente desconocido, pero el simple hecho de que lo mencionara, provocó un leve escalofrío en mi espalda.

—No sé cómo es ese pokémon— continuó hablando el hombre— el mismo nombre los escuché sin querer del mismo Ryuji en persona, una vez en la que entré a su oficina y este estaba hablando con un científico, además escuché que era una especie de Dios entre los mismos pokémon— explicaba.

—Lo que si sé, era que a pesar de toda la tecnología que Ryuji tuviera, le era meramente imposible obtener el poder de Arceus. Por lo que a base de muchas investigaciones, los científicos de Ryuji encontraron la "forma" de tener una posibilidad de obtener el poder del Dios pokémon…— continuaba hablando el hombre, completamente concentrado— Pero eso es lo único que sé, quizás un dato importante que también escuché, es que en el lugar al que fueron les tomaría demasiado tiempo el tomar una "parte" del poder de Arceus; pero eso es todo, no sé cómo Ryuji será capaz de obtener esa clase de poder, ni los métodos que utilizará para ello. Y por lo que Harumi me dijo… tampoco estoy seguro de cómo Ryuji sabía que Takeru enloquecería de ira en el momento en el que tú leyeras esa carta que estaba en uno de los libros que dejó en el antiguo laboratorio—terminó finalmente de hablar el padre de Kohana.

Toda esa información… Arceus, "formas" de obtener ese poder. Respondió una duda, sólo para generar otras, pero al menos… nos dio un nuevo camino que seguir

—Gracias…— dije mientras me empezaba a levantar, a lo que el hombre sólo sonrió mientras asentía— sé que no estabas obligado el decirme esto, y sé que dices la verdad, así que por ello… creo que estamos a mano— sentencié mientras le sonreía, a lo que después me giré a Harumi— Harumi… creo que es mejor que nos vayamos a la casa, tenemos mucho de qué hablar, y tú…— volví a girarme al hombre, pero esta vez colocando mi mano en su hombro, dejándole una pequeña porción de mi aura— no sé lo que hagas a partir de ahora, pero si alguna vez corres peligro por lo que acabas de decirnos, iré a ayudarte— afirmé cerio, mientras el otro hombre suspiraba un poco aliviado, más por su hija que por él, al saber que al menos lo protegería en caso de que Ryuji se llegase a enterar de que me dio esta información.

Después de despedirnos de todos, Harumi y yo empezamos a dirigirnos hacia nuestra casa, mientras que esta me miraba extrañada, ya que no sabía que iría a hacer ahora.

Llegamos a la casa, para encontrarnos al resto de la familia sentados en la mesa, mientras desayunaban. Haruko y Hanako nos saludaron como siempre, pero Takeru sólo estaba serio en silencio, ya que sabía lo que se avecinaba, al saber lo que yo pensaba.

Harumi y yo nos sentamos con los demás en la mesa, a lo que me dispuse a hablar

—Nos acaban de decir nueva información acerca de Ryuji— afirmé cerio, mientras Hanako levantaba su mirada, atenta por el simple hecho de escuchar ese nombre, mientras que Haruko hizo lo mismo, pero obviamente solo por seguir a su madre, ya que no sabía a quién me refería— Pero… me temo que no es la suficiente, necesito investigar más a fondo…—empezaba a explicar.

—"Piensas ir hacia la ciudad nuevamente…"— dijo por telepatía Hanako un poco preocupada, mientras tomaba la mano de Takeru para poder comunicarse de esa manera, el cual no puso objeción.

—Vamos a ir todos…— sentencié luego de unos segundos, a lo que Hanako se sorprende y se preocupa al instante luego de escuchar esas palabras; en Harumi y en Takeru solo había seriedad, mientras que en el rostro de Haruko solo se veía alegría por el simple hecho de que entendiera que íbamos a "salir".

Hanako iba a objetar, pero en el mismo momento comienzo a darle mis razones.

—Hanako… en primer lugar, me niego a dejarlas solas nuevamente. Takeru y yo formamos un equipo mejor juntos, prácticamente mientras nosotros estemos con ustedes… nada les pasará— dije mientras Hanako aún mostraba señales de miedo, ya que no quería volver al lugar en donde estuvo apresada— además… los hombres de Ryuji ya no se encuentran en la ciudad, pero eso es lo único que sé, no podría asegurarte de que quizás no estén cerca de aquí en estos momentos, es por eso que necesito volver a esa biblioteca, y buscar más información al respecto— afirmé mientras Hanako solo agachaba la cabeza, en respuesta a que sabía que no importaba como lo viese… tendría que volver a la ciudad.

Takeru separó su mano con la de Hanako, y la coloco en su hombro

—Es lo mejor Hanako…— dijo Takeru mientras Hanako aún lo miraba preocupada— además… ese tarado no dejará que nada nos pase, y yo tampo…— se detuvo Takeru, recordando cuando le hizo la misma promesa a su hija, la cual no pudo cumplir. Pero en ese mismo momento Hanako abrazó a Takeru, ya que esta se hacía una idea de lo que pensaba su pareja.

—"Sé que tú y Ryo nos protegerán…"— dijo Hanako mientras abrazaba a Takeru, el cual respondía al gesto de igual manera— además…— empezó a objetar Hanako cambiando totalmente su actitud a una más fastidiada— "¡No pienses que no puedo protegerlos también!"— dijo encabronada mientras empezaba a tirarle una de sus orejas a Takeru, a lo que este solo sonrió mientras no ponía objeción al trato.

—Bueno…— dije empezando a levantarme— hay que empezar a movernos— sentencié mientras todos en la casa asintieron con decisión.

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—Asegúrense de llevar comida y mantas suficientes— dije mientras arreglaba algunas cosas de la casa, a lo que todos estábamos ordenando y preparando todo para el viaje. Hanako estaba abrigando a Haruko; Takeru ayudaba a Harumi a guardar comida, mientras que yo estaba anotando en un papel algunas cosas "extras" que necesitaba buscar en esa biblioteca, para que luego no se me olvidaran.

Pasaron unos minutos, cuando ya tuvimos todo listo para partir, a lo que empezamos a salir de la casa hasta quedar en las afueras del pueblo.

—El viaje de vuelta será a caminata normal, pero tenemos que llegar lo más rápido a la ciudad, ya que no quiero viajar más de lo necesario, y si partimos a esta hora, tendremos que pasar una noche innecesaria a la intemperie, y prefiero solo pasar una— sentencié serio— una vez que estemos ahí, todos tenemos que ocultar lo mejor posible nuestros rostros— dije mientras señalaba las túnicas que yo y Harumi teníamos en un bolso aparte—

—Ahora…—dije mientras sorpresivamente levanto a Harumi, a lo que Takeru hace lo mismo con Hanako y Haruko— tienen que sujetarse bien de nosotros, cualquier movimiento brusco que hagan, les podría provocar alguna herida por la velocidad excesiva— sentencié mientras a la vez puse por unos segundos mi mano en cada una de las chicas, colocando una porción de mi aura— Hanako, Haruko… no suelten a Takeru; y Harumi... — empezaba a decir lo mismo, sin embargo la voz de Harumi me detiene.

—Ya sé, ya sé…— sentenció Harumi fastidiada y levemente sonrojada de que la estuviera levantando, a lo que se aferra con fuerza a mi cuello.

Solo reí por lo bajo, mientras que tanto Takeru como yo activamos el estado aural… con intenciones de correr; pero antes de partir, puse mi mano encima del vientre de Harumi, dejando una porción específica para ese sector de su cuerpo.

—Ya veo…— sentenció Harumi mientras mandaba una pequeña carcajada por mi preocupación.

—Hmph— bufé para luego sujetarla con fuerza y comenzar a correr.

Harumi no pudo hacer nada, en el momento en el que empecé a usar la velocidad extrema, todo su cuerpo se entumeció. Lo único que podía hacer era aferrarse a mi cuello con todas sus fuerzas, y a pesar de que en unos cuantos segundos estuvimos a las afueras de la ciudad, fueron minutos para ella.

Por suerte no se vio necesitada mi aura tanto como yo pensaba, Haruko fue la única que mostro unas cuantas señales de dolores abdominales, mientras que Hanako y Harumi sentían dolor en sus cuellos, pero mi aura se encargó de quitarles esos dolores de inmediato.

—Tengan…— dije mientras a cada uno le pasaba una túnica negra— recuerden… tenemos que pasar lo más desapercibido posible— sentencié mientras todos asintieron.

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Estábamos en el mercado de la ciudad, incluso Haruko se comportaba de manera seria, tomándolo como si un juego se tratase, lo cual de igual manera era ventajoso para nosotros el que ella intentara no resaltar.

El ambiente no era muy distinto que en otras ocasiones… grandes multitudes, comerciantes de todo tipo, niños corriendo por todas partes mientras que sus padres se esforzaban en controlarlos y, ya que estábamos en la parte baja de la ciudad, muchas personas en deplorables situaciones se encontraban sentadas muertas de hambre, mientras que lo único que podían hacer era mendigar por dinero.

Nosotros ignorábamos todo a nuestro alrededor, pero no Haruko… ella observaba triste todo el caos y pobreza del lugar, ya que no solo eran hombres los que mendigaban, también eran niños.

Seguíamos caminando, mientras nos adentrábamos en el laberinto de callejones que conducían a la biblioteca, obviamente guiados otra vez por Harumi.

Llegamos a la puerta, a lo que Haruko comienza a avanzar hacia ésta, pensando que se abriría como cualquier otra, pero la palma de Takeru la detiene, haciéndola entender de que no debía, a lo que ella guardó distancia después de la advertencia de su padre.

Después de unos segundos en analizar la situación, puse mi mano suavemente sobre la puerta, intentando detectar el aura del tipo que supuestamente cuida la entrada; no tardo mucho en encontrarlo; estaba sentado y por lo que sentía… también estaba dormido.

—Perfecto…— dije mientras volvía a entrar en el estado aural, a lo que luego golpeo el suelo, alarmando un poco a Haruko y Hanako, a lo que segundos después se abre la puerta silenciosamente, dejando a todos extrañados.

—Esto…— dije entendiendo un poco su reacción— Takeru…— mencioné mientras este levanta la mirada, escuchando— ¿Puedes hacer que el hombre no escuche nada a su alrededor por mientras que nosotros estemos aquí?— pregunté tímidamente a lo que el pokémon asintió acercándose lentamente hacia el hombre, para luego entrar en el estado aural y colocar su palma encima de él, y con ello dejarlo prácticamente "ciego" ante cualquier cosa que ocurriera a su alrededor… mientras que el guardia se mantenía aún en su placido sueño.

—¡Perfecto!— dije alegre mientras empezábamos a entrar todos, sin embargo, Haruko al momento de entrar se percata de un pequeño agujero que se encontraba en el suelo al otro lado de la puerta, extrañándola bastante, sin poder aguantar el deseo de preguntarme.

—"¿Tío Ryo…?"— preguntó curiosa la pequeña Riolu, a lo que yo la observo un poco sonrojado de que me llamara "Tío".

—¿D-Dime?— dije aún un poco apenado.

—"¿Cómo abriste la puerta?"— preguntó nuevamente Haruko, a lo que pienso por unos momentos aquella pregunta, buscando la manera más fácil para explicarle mi habilidad a la Riolu.

—Veras…— comencé a decir mientras todos nosotros seguíamos caminando por el largo pasillo que conducía hacia la biblioteca— Tanto yo como Takeru poseemos una determinada habilidad…— sentencié a lo que Haruko hacía un esfuerzo en entender— mi habilidad es poder llevar el aura al plano físico…— dije, perdiendo finalmente a Haruko, la cual no comprendió lo último en lo absoluto.

—A ver… ¿Cómo te lo explico?— me pregunté a mi mismo, a lo que se me ocurre una idea, por lo que de la nada vuelvo a entrar al estado aural.

—Puedo usar mi aura de esta forma— sentencié sonriendo mientras que de mi mano se extendía un pequeño brazo de aura, que fue a parar al estómago de Haruko, haciéndole cosquillas, mientras que esta hacía intentos fallidos de no reírse— y no solo eso…— dije mientras volvía a desactivar el estado aural, aburriendo a Haruko de que le dejara de hacer cosquillas— también puedo curar heridas— sentencié mientras Haruko me miraba sorprendida.

—Cuando estábamos afuera, y golpeé el suelo... introduje por debajo de la puerta este "brazo" de aura, abriéndola desde el otro lado, dejando además ese agujero— afirmé a lo que Haruko comprendía mi "habilidad".

En ese momento, siento unos "misteriosos" celos que me abordaban, a lo que observo a Takeru totalmente fastidiado de que estuviera siendo admirado por Haruko.

—"Y… ¿Mi papá?"— preguntó nuevamente la pequeña Riolu, a lo que siento la sorpresa y emoción por parte de Takeru, a la vez que reía por lo bajo ante lo mismo.

—Verás… eso es más complicado— afirmé mientras Haruko me observaba concentrada ante mis siguientes palabras— creo que… una de las cosas más sorprendentes que Takeru puede hacer es, en simples palabras…— me quedé cayado por unos momentos.

—Controlar la vida y la muerte— declaré.

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En ese momento, cuando aparté la vista de Haruko, me exalto al ver que tanto Harumi como Hanako me observaban totalmente concentradas al igual que la Riolu; excepto Takeru, el seguía con la mirada fija en el camino, pero de cierta manera, también sentía el interés por parte de él para que siguiera describiendo su habilidad.

—Él— empecé a hablar nuevamente— a diferencia de mí, puede modificar el aura de cualquier ser que él o su aura toque, al fin y al cabo fue gracias a él el que yo tuviera estas habilidades— afirmé con total seguridad— es por eso que es mejor que estemos los dos juntos…— sentencié mientras las demás no entendían— mi aura y la de Takeru… son capaces de devolver a cualquier ser a la vida, no importa su condición. Aunque yo solamente puedo restaurar sus heridas, así como la habilidad de Hanako… no puedo devolver a la vida a alguien. Eso solo lo puede hacer Takeru— dije mientras Haruko, y al parecer Hanako y Harumi también, entendían la habilidad de Takeru.

—Hay un "pero", en todo eso— dijo finalmente Takeru a lo que todos nosotros fijamos la vista en él, mientras aún continuábamos caminando—Nosotros dos escapamos de esa regla— sentenció Takeru mientras yo asentía, a lo que las demás solo miraron extrañadas.

—Ya que él y yo poseemos las mismas auras— aseguré apoyando a Takeru, el cual asentía a lo que yo había dicho— si yo dejara este mundo por una herida mortal y no tuviera mi aura, y Takeru colocase su aura en mi cuerpo en el mismo instante… mis heridas regenerarían de igual manera. Y si fuera al revés, mi aura en el cuerpo de Takeru funcionaría de igual manera que la suya, trayéndolo a la vida a pesar de que ésa no es mi habilidad— afirmé, explicando en su totalidad, nuestras habilidades.

Luego de eso los temas de conversación se detuvieron a lo que, pasados unos minutos, logramos finalmente llegar a la biblioteca.

Harumi y yo ya habíamos estado antes en ese lugar, pero los demás estaban absortos en lo inmenso del sector, con sus amplias variedades de libros y pasillos.

—Harumi…— dije mirándola— necesitamos algún libro que diga algo acerca de pokémon especiales o únicos— sentencié, a lo que empezamos a movernos libremente por la biblioteca, porque al parecer estaba literalmente vacía, debido quizás a que era bastante tarde, lo que podía responder al porqué el guardia se quedó dormido, ya que nadie había entrado hacía tiempo al lugar.

Antes de separarnos, les mostré a Takeru y Hanako un papel con la palabra "pokémon" y "único", para que así pudieran localizar algún libro que fuera de utilidad, a lo que ya habiendo hecho eso, empezamos a movernos cada uno hacia distintos sectores de la biblioteca.

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Habían pasado más o menos unos treinta minutos, y yo estaba absorto en cierto libro que hablaba de los Lucario… obviamente no tenía nada que ver con el tema principal que estábamos buscando, pero necesitaba investigar un poco más acerca de la especie de Takeru, para poder ayudarlo con "cierto" tema.

Obviamente esto era completamente un secreto; no quería que Takeru supiera lo que estaba buscando, porque aún no era nada seguro, y no quería darle falsas esperanzas con el tema, así que bloqueé mis pensamientos, para que Takeru no lo supiera.

Había un título enmarcado en negrita que me llamó bastante la atención en el libro de Lucario que tenía; sabiendo que eso era lo que buscaba saber, guardé el libro en mi bolso y me dispuse a buscar a los demás, para ver qué información lograron descubrir

Fui hacia donde estaba Haruko, ya que era la que más cerca estaba de mí en ese momento, y la encuentro sentada leyendo un pequeño libro, cuando al acercarme a ella, alcanzo a leer el título del mismo… a lo que casi al instante mi cabello se pone de punta; entro en el estado aural y se lo arranco de las manos asustándola de momento por lo sorpresivo del acto, para después alzarlo lo más alto posible, fuera del alcance de Haruko, la cual al ver que se lo había quitado empezaba a dar pequeños saltos encabronada y fastidiada para poder obtener nuevamente su libro, aunque sin éxito.

"Reproducción de pokémon" era su título…

—N-No vuelvas a ve-ver este libro Haruko— dije completamente rojo de la vergüenza al saber que Haruko estaba viendo aquel libro, sin querer imaginarme todas las imágenes que debió haber visto en él.

—"¡Solo estaba viendo una imagen de mamá!"— replicó la pequeña pokémon, mientras aún intentaba agarrar el libro dando saltos al lado mío.

—¿Eh?— dije mientras bajaba el libro y comencé a ver la página que estaba viendo Haruko, a lo que veo que era verdad lo que decía… en la página solo había una imagen de una Lopunny junto con algunos datos acerca de su tiempo de gestación del huevo o acerca de su aparato reproductor, pero gracias al cielo… eso estaba escrito. Aún era muy pequeña como para empezar a informarse acerca de "esas" cosas, por lo que preferí el negarle esas imágenes de momento.

Al ver la foto de una Lopunny me extraño un poco, ya que era muy difícil el simple hecho de tener una imagen de ella en un libro, ya que, como había dicho hace mucho, su evolución solo era posible con la amistad hacia un humano (o agradecimiento en el caso de los Riolu), por lo que empiezo a echar unas cuantas hojeadas al libro, encabronando un poco a Haruko por no dejarla verlo también.

Luego de unos segundos viendo el dichoso libro, mando un suspiro de alivio al ver que no contaba con ninguna imagen que pudiera profanar la mente pura de Haruko, ya que la mayoría no las entendería debido a que las imágenes eran como si al órgano lo partieran a la mitad, mientras definían cada parte de éste… pero aun así no se lo devolví; aprovechando que tenía el libro en mis manos, quise averiguar un poco acerca del porqué Haruko nació como un Riolu y no como una Buneary que, como tenía entendido, así debió haber sido desde un principio.

Al ver que el libro no tenía ninguna información de ese tipo, se lo devolví a Haruko, la cual solo respondió inflando sus mejillas, para luego continuar observando las imágenes de ese libro, mientras que yo empezaba a buscar en el mismo lugar algún libro acerca de los recién nacidos o de las especies de estos al nacer.

Empecé a ojear algunos, cuando de repente noto un libro en específico que me llama la atención nuevamente.

"Excepciones" era su título.

Fue ahí cuando lo saqué de su lugar y comencé a leerlo detenidamente, para ver si algún párrafo tuviera escrito algo acerca del caso de Haruko.

Busqué y busqué… cuando al fin leo un subtítulo de importancia:

"El aura".

Leí meticulosamente cada palabra del párrafo, y mis dudas fueron respondidas.

"Muy esporádicamente, el aura de un pokémon puede trascender en el hijo o hija, de tal manera que la especie de este sea el del aura más fuerte de entre los dos progenitores", estaba escrito en una parte del párrafo.

—Ya veo…— me dije a mi mismo mientras cerraba el libro, volviéndolo a colocar en su lugar— incluso en "eso" afecta el aura

—[¿Iba a ser como Hanako?]— se escuchó en mi mente la voz de Takeru, que había visto mis pensamientos, descubriendo también lo que vi en ese libro.

—[Bueno… tal parece que es al azar; creo que tu aura da cierta "prioridad" a la especie, así que Haruko tenía tanta probabilidad de ser una Buneary como una Riolu]— dije mientras me dirigía hacia Haruko para reunirnos todos nuevamente— [¿Han encontrado algo?]— le pregunté a Takeru.

—[Me temo que no hemos podido encontrar mucho Hanako y yo…]— dijo en mi mente un poco penoso, Takeru— [Pero no he estado con Harumi] — declaró pensativo.

Casi en el mismo momento en que Takeru la menciona, se escucha la voz victoriosa de Harumi llamándome, a lo que yo junto con Haruko aún con su libro en mano, empezamos a dirigirnos hacia ella.

Tardamos unos minutos, hasta que dimos con Harumi, la cual estaba sentada alrededor de pilas y pilas de libros, dejándonos bastante sorprendidos tanto a Haruko como a mí.

—¿Qué encontraste?— le pregunté curioso mientras yo y Haruko nos sentábamos al lado de ella.

—Esto…— dijo mientras alzaba su mano con un libro en ella, con el título: "Los Pokémon legendarios", escrito en su portada.

—Ya veo— dije mientras tomaba el libro, sin intenciones de abrirlo de momento— ¿Crees que esté aquí?— le pregunté nuevamente a Harumi.

—Por lo que leí en otros libros, y buscando primordialmente algo que dijera de Arceus, sé que ese pokémon es considerado como un pokémon "legendario", y este es el único libro que encontré referente a ellos, así que es lo único que podría servirnos de momento— sentenció seria Harumi, a lo que yo empecé a guardarlo de igual manera en mi bolso

—Creo que ya no podemos hacer nada más aquí— dije a lo que Harumi asintió, y nos levantamos junto con Haruko, dirigiéndonos hacia donde estaban Takeru y Hanako, para luego caminar hacia la salida del lugar.

Nos devolvimos por el mismo camino, hasta que llegamos a la salida de la biblioteca, en donde estaba el hombre aún durmiendo, por lo que Takeru y yo nos observamos por unos momentos, sabiendo que era lo que había que hacer con él ahora, por lo que Takeru asintió y volvió a devolverle los sentidos al hombre, mientras nosotros nos retiramos lentamente del lugar, no sin antes tapar el agujero que había dejado antes para no traer sospechas.

Volvimos al mismo ambiente del mercado, anochecía… pero el lugar aún mantenía su misma actividad.

Estábamos caminando normalmente, cuando empezamos a pasar por el lado de cierta florería, por lo que al instante miro a Harumi, la cual solo tenía la mirada gacha, recordando cosas que no quería. En ese momento puse mi brazo encima de sus hombros y la junté a mi lado, exaltándola un poco… pero luego entendió el porqué de mi actitud, por lo que sólo continuamos caminando a la vez que esta aceptaba el gesto, mientras tapaba su vista en mi torso.

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Haruko estaba caminando junto con nosotros, cuando un llanto la exalta, y… desobedeciendo mi orden principal, se separó del grupo, intrigada por el ruido yendo hacia el mismo.

Caminó por unos segundos, aún tapándose con su pequeña túnica, cuando encontró el origen del sonido… era un bebe que estaba llorando debido a que se le había caído su juguete y no podía recogerlo debido a que estaba en su cochecito.

Haruko entendiendo un poco la situación, fue hacia el juguete, lo tomó y luego se lo entregó al bebe, el cual más feliz que extrañado recibió el juguete dejando de llorar.

Haruko solo le sonrió, mientras que el pequeño bebe, por curioso, colocó su pequeña mano encima de la cabeza de Haruko dejando su rostro al descubierto sin darse cuenta, sonriendo a la vez mientras le daba pequeños golpecitos y caricias a la cabeza de la misma, mientras que Haruko tiernamente recibía el gesto, haciendo lo mismo en la cabeza del bebe, el cual respondía con la misma sonrisa.

El momento fue interrumpido por un grito, más bien de horror que de tristeza, dado por una mujer adulta que se encontraba al lado del coche, asustando a Haruko y al bebe, a lo que luego lo que parece ser el padre de éste, se acerca a toda velocidad, con intenciones de patear al ser que supuestamente "hería" a su hijo…

El golpe se da, si es que no es detenido por un cuerpo cubierto por una túnica del cual solo sobresalía una pata negra con un hueso en forma de punta saliendo de la misma, mientras que otro cuerpo un poco más grande le tapaba la boca a la señora, para que no siguiera alarmando a la gente alrededor.

No iba a ocurrir de nuevo, supimos de inmediato que Haruko se había separado una vez que lo hizo, por lo que la seguíamos desde atrás para ver qué era lo que buscaba; hasta que, al ver lo que hizo con el bebé, nos quedamos los cuatro observándola, felices de que Haruko hiciera ese acto tan simple pero a la vez noble hacia ese recién nacido.

Obviamente no íbamos a dejar que ese hombre continuara con el golpe.

—Aléjate…— dijo Takeru aún tapando su rostro, pero con intenciones de hacer algo un poco más "fuerte" si el hombre no se apartaba.

—Tsch…— bufó el hombre al ver que el "ser" que detuvo su patada era bastante fuerte al ver como lo retenía con tanta facilidad.

Saqué mi mano de la boca de la señora para luego irme con Takeru junto con Haruko, no sin antes escuchar "esas" palabras.

—Parece que ahora andan libres las "plagas"— dijo el hombre mientras empezaba a mirar con desprecio a Haruko, la cual…

Había entendido esas palabras.

Una pequeña capa de aura comenzaba a emanar de mi cuerpo en respuesta a la ira al igual que en Takeru, con intenciones oscuras; pero el sonido de un golpe nos detiene a ambos, y nos sorprendemos al darnos vuelta y observar como Harumi y Hanako le dieron juntas un golpe en plena cara al hombre, el cual cayó al suelo con la nariz rota, junto con sus respectivos alaridos.

—Vuelve a llamarla así…— dijo Harumi totalmente enfurecida— y me aseguraré de que no seas capaz de tener otro hijo nunca— sentenció apuntando al pequeño bebe, el cual no entendía lo que ocurría, mientras que el hombre la observaba tragando saliva asustado, por lo seria y verdaderas que llegaban a ser las palabras de Harumi.

"Wow"— pensamos a la vez Takeru y yo mientras nuestra ira descendía, al ver como Hanako y Harumi defendieron a Haruko.

—"Vamos Haruko…"— sentenció en un aullido un poco triste Hanako, mientras su hija abrazaba su pierna, a lo que empezaba a llorar por como la había llamado aquel hombre.

—Tsch…— esas lagrimas… fue el colmo, a lo que puse mi mano encima de la cabeza de Takeru, activé mi estado aural el cual no se veía por la túnica que tenía encima y me agaché golpeando el suelo, enviando un brazo de aura hacia donde aún estaba el hombre sentado que, a pesar del golpe que recibió, seguía sintiendo ese desprecio hacia Haruko, a lo que mi brazo de aura sale a un lado de él sin que lo notase, y en el momento en que lo toca, la habilidad de Takeru hace de las suyas, dándole un "real" escarmiento…

Supongo que un día completo de pesadillas tormentosas fue un buen castigo por hacer llorar a Haruko.

Seguíamos caminando, mientras los gritos agonizantes del hombre se escuchaban por todos lados, excepto por Haruko, la cual tenía toda su cara apoyada en Hanako, mientras esta la abrazaba tapando sus oídos a la vez.

—Que hiciste ahora Ryo…— dijo fastidiada Harumi, mientras seguíamos caminando, ya que suponía que los gritos del hombre (que aún seguían) se debían a mí.

—Yo no lo hice…— dije con toda la verdad del mundo, ya que fue Takeru el que usó mi aura como conducto para utilizar su habilidad en el hombre, torturándolo psicológicamente— Quizás solo se esté arrepintiendo por lo que dijo— sentencié, mintiendo fatalmente, a lo que Harumi solo me miraba fastidiada, pero después lo pasó por alto mientras seguíamos caminando hacia la salida del pueblo.

Pasaron los minutos, cuando finalmente logramos salir de la ciudad, pero para ese entonces ya era de noche y Haruko mostraba señales de querer dormir, por lo que decidimos escoger un lugar en donde finalmente dormir una vez que nos alejamos lo suficiente de la ciudad, hasta dar con un viejo tronco caído que estaba un poco alejado del camino, por lo que decidimos descansar ahí.

Takeru guardaba silencio, ni siquiera se comunicaba conmigo mediante telepatía, pero sabía que él lo recordaba…

Estábamos en el mismo lugar en donde él se sacrificó por mí, cuando nos atacaron los hombres del padre de Harumi.

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Ya eran más o menos las ocho de la noche; habíamos encendido una fogata al lado del árbol caído y había silencio en el ambiente, mientras todos estábamos sentados alrededor del fuego, observando sus cálidas llamas.

Haruko estaba sentado al lado mío y de Takeru, mientras que a mi lado derecho estaba Harumi, y al lado izquierdo de Takeru estaba Hanako.

Seguíamos en la misma posición, cuando noto como Haruko se apoya en el brazo de Takeru, aún triste por como la había llamado aquel hombre.

Takeru solo rodeó a Haruko con su brazo derecho apoyándola en su torso, mientras acariciaba su hombro. En ese momento sentía la impotencia que desprendía Takeru, por no poder hacer que Haruko sonriera como siempre, a lo que luego de verlos solo alzo mi mano y la coloco encima de la cabeza de Haruko extrañándola, a lo que, aún abrazando a Takeru, gira su rostro observándome intrigada… pero aun mostrando la misma tristeza.

—Sabes que no lo eres, Haruko…— dije mientras le sonreía, feliz— no sabes lo orgulloso que estoy, al ver como ayudaste a aquel bebé…— afirmé a la vez que acariciaba su cabeza— eres una niña muy amable, tierna y linda… y vales mucho más que ese hombre… ¡Que no te quepa duda!— sentencié mientras Haruko me sonríe, un poco sonrojada de como la describí, abrazando fuertemente a su padre mientras aún sonreía tapando su rostro en el mismo torso de Takeru, por la vergüenza.

—"Gra-Gracias"— dijo Haruko mientras que sólo una sonrisa se dejaba ver de su rostro, ya que el resto de él lo seguía tapando el cuerpo de Takeru.

Solo sonreí, alegre de que mis palabras reconfortaran a Haruko, a lo que otra vez escucho unas palabras en mi mente.

—[Gracias Ryo…]— dijo Takeru mediante telepatía sin rastros de celos, al ver que le había devuelto la sonrisa a su hija.

Solo sonreí por lo bajo, como respuesta al agradecimiento de Takeru, mientras Haruko ya menos avergonzada empieza a bostezar, a lo que crea una cadena, provocando que Hanako y Harumi también lo hicieran.

—Creo que mejor me voy a dormir…— dijo una soñolienta Harumi, mientras Hanako asentía.

—"Lo mismo va para ti Haruko"— dijo en un aullido Hanako, levantándose y tomando a Haruko en brazos, la cual hacía intentos débiles de negarse.

—"No tengo… sueño…"— dijo Haruko a la vez que bostezaba y se restregaba su ojito, mientras que Hanako solo reía por la actitud de su hija, a lo que se gira para ver a Takeru.

—No te preocupes…— dijo Takeru— Ryo y yo haremos turnos para vigilar en caso de cualquier cosa, ustedes descansen— sentenció mientras que yo asentía a lo que decía, por lo que una vez dicho esto, Harumi, Hanako y Haruko, durmieron juntas con varias mantas a un lado del tronco, mientras que yo empezaba a colocar más leña al fuego, a lo que me fijo en Takeru, el cual se quedó observando a Haruko y Hanako, a la vez que comenzaba a esbozar una pequeña sonrisa, para después volver a observar la fogata.

—¿No piensas leer el libro?— me preguntó Takeru rompiendo el silenció luego de unos segundos.

—No… prefiero comenzar a leerlo cuando lleguemos a la casa— sentencié mientras miraba a Takeru, el cual solo asintió— ¿Y tú?... te he notado bastante callado desde que estamos aquí— dije irónicamente ya que sabía que Takeru reconocía el lugar.

—Hmph— bufó el pokémon, mientras se sentaba dándome la espalda.

—¿Eh?— me extrañé de la reacción de Takeru— acaso… ¿Quieres que te traiga una carreta para que te apoyes en una de sus ruedas?— pregunté sarcásticamente riendo por lo bajo, mientras Takeru solo seguía en la misma postura, ahora fastidiado.

Pasaban los segundos, mientras Takeru mantenía la misma posición, a lo que yo ya hartado un poco de la situación, me siento al lado suyo y apoyo mi espalda con la suya, sorprendiéndolo de momento, pero no puso objeción y nos quedamos así… sin decirnos ninguna palabra.

A Takeru algo le sucedía, algo aparte del que nosotros estuviéramos en aquel lugar, y el muy tarado cerraba sus pensamientos para que no lo supiera. Pero yo no necesitaba ver su mente… ya sabía desde un principio que era lo que le pasaba.

—Tú también lo sentiste… ¿Verdad?— dije exaltándolo un poco, ya que descubrí la razón de su malestar— Al papá… de Harumi— sentencié, a lo que él solo respondió con silencio

Fue en el momento en que detuvimos al hombre que estuvo a punto de atacar a Haruko, cuando todo acabo, Takeru y yo sentimos su aura, pero solo nosotros.

—Si…— dijo Takeru mientras apretaba sus puños— choqué mi vista con la suya por unos momentos— sentenció el pokémon, aun conservando su postura.

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—Quería matarlo, Ryo…— confesó un poco nervioso Takeru, mientras yo me mantenía en silencio— de hecho… no sé por qué no te diste cuenta en su momento de mis intenciones— sentenció el pokémon.

—Me di cuenta al instante, Takeru…— dije tomando la atención de este.

—Y… ¿Por qué no hiciste nada?— preguntó Takeru, extrañado.

—¿Por qué debería haber hecho algo?, estabas a tu libre derecho de sentirte así y… no te culpo— afirmé mientras se hacía un pequeño silencio en el ambiente.

—Y… ¿Si lo hubiera atacado?— preguntó nuevamente Takeru, intrigado por mi respuesta.

—Sé que no lo hubieras hecho…— respondí a lo que Takeru abrió sus ojos, sorprendido y un poco dudoso de mi respuesta.

—Eres muchas cosas Takeru… pero asesino no es una de ellas— volví a decir, dejando a Takeru en silencio— sé que el padre de Harumi merece muchas cosas por lo que hizo en el pasado, pero no me gustaría que alguien de mi familia se convierta en alguien como él— dije, mientras se escuchaba el sonido de la leña trisándose— y a Kaoru tampoco— sentencié, impactando a Takeru con lo último.

Takeru no decía nada, nuestras espaldas seguían unidas, pero el comenzaba a encorvarse un poco, sin poder evitar derramar una lagrima al recordar a su madre.

—Las cosas han cambiado…— dije mientras miraba hacia el cielo, observando las estrellas— y… a pesar de todo, estoy feliz— afirmé mientras sonreía— ¿Y tú, Takeru?— pregunté.

Takeru giró su rostro para ver a Haruko durmiendo plácidamente, acurrucada en el pecho de Hanako… pasaron los segundos, a lo que Takeru simplemente esboza una pequeña sonrisa.

—También…— dijo Takeru, apoyándose con más confianza en mi espalda.

Pasaron unas cuantas horas, mientras los temas iban y venían entre Takeru y yo, hasta que en un momento en el que el silencio se propagó, siento el cuerpo de Takeru más pesado… a lo que mando una pequeña carcajada cuando noto que se quedó dormido en mi espalda.

No transcurrieron muchos segundos luego de aquello, cuando de repente y sin previo aviso, abro mis ojos completamente, a la vez que sudaba en grandes cantidades ante lo que mis sentidos detectaban a mí alrededor…

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Fue en un instante, casi como si de un parpadeo se tratase, cuando un aura abrumadora arriba de nosotros me sorprende. Al instante en que levanto la mirada, esta aura desaparece de inmediato, dejándome totalmente aterrado.

Esa aura, ni siquiera tenía comparación a la mía y la de Takeru, era algo casi inimaginable. Las gotas de sudor comenzaban a recorrer mi frente y espalda, mientras el terror me abordaba. No era un aura maligna, de hecho en el corto instante en el que la presencié solo noté curiosidad e interés proveniente de ella, pero la cantidad… sobrepasaba mi comprensión dejándome totalmente anonadado.

Lo más extraño de todo era que Takeru no reaccionó en lo absoluto, el estuvo apoyado en mi espalda en todo momento, durmiendo plácidamente… era como si solamente yo hubiera sentido esa poderosa aura.

Esa aura no se hizo presente en toda la noche, pero no pude dormir después de haberla presenciado; sabía que, si el portador de esa aura quisiera eliminarnos…

Takeru y yo sólo seriamos pulgas al lado de él.

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Una vez de día y habiéndose despertado todos, cambié totalmente mi actitud… no quería alarmar a nadie y preferí no contárselo incluso a Takeru; sin embargo, a este se lo diría de igual manera una vez que llegáramos a la casa y pudiéramos estar a solas nuevamente.

Tomamos desayuno y partimos nuevamente hacia nuestro hogar, a lo que pasaron varias horas, hasta que finalmente empezamos a vislumbrar el pueblo más o menos a las siete de la tarde de ese día.

Caminábamos con normalidad, sin embargo, todos nos exaltamos levemente al notar como un anciano estaba colocando algunos adornos bien pintorescos en las paredes de una de las casas que se alcanzaban a vislumbrar.

—"¿Qué es eso?"— preguntó de inmediato y sin vergüenza Haruko, a lo que me entristezco un poco al darme cuenta de que Hanako y Takeru tampoco sabían la razón de los adornos.

—Falta menos de un mes para la navidad— dije entre una mezcla de felicidad y tristeza, ya que ninguno de los pokémon la había celebrado jamás— por lo que ya empiezan a poner los adornos— dije con una leve sonrisa.

—"¿Navidad?"— preguntó nuevamente Haruko, a lo que noto cierto interés también por parte de Hanako y Takeru, quienes de igual manera querían saber el significado.

—Es una fiesta que se celebra solamente una vez al año, se hace en familia y luego de una cena, nos damos obsequios unos con otros en conmemoración al día— dije mientras los demás escuchaban atentos.

—"¿Y nosotros la celebraremos?"— preguntó sonriendo Haruko, mientras demostraba bastante interés hacia la idea, emocionada por el día que se avecinaba.

No dije nada, solo asentí sonriendo, a lo que Haruko sólo da un brinco, emocionada.

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Habíamos llegado finalmente a nuestro hogar, a lo que debido a la hora, Harumi estaba preparando la cena con ayuda de Hanako, mientras que Haruko estaba caminando de un lado a otro, aburrida.

Yo estaba sentado en la mesa, aún pensando en aquella obscena cantidad de aura que había presenciado la noche anterior… a lo que sin previo aviso me levanto, tomo el libro que consiguió Harumi en la biblioteca y salgo de la casa, no sin antes llamar a Takeru, el cual me siguió después de eso.

No quería decirle nada a Harumi o a Hanako, hasta que al menos siquiera yo supiera que era lo que realmente ocurría a nuestro alrededor.

Me senté un poco alejado de la casa, a lo que Takeru hace lo mismo al lado mío.

—¿Qué ocurre?— preguntó Takeru, ya que este se extrañaba de mi cambio de actitud tan notorio por andar pensando en aquella aura.

En el momento en el que me preguntó, puse mi mano encima de su cabeza, mostrándole el recuerdo que había bloqueado hasta ese entonces. A lo que Takeru abre sus ojos sorprendido y aterrado, porque fue consiente del aura que sentí el día anterior.

—Esto…— decía Takeru a la vez que tenía su boca un poco abierta por la inmensidad del aura que se apreciaba en mi recuerdo— ¿c-como es posible…?— preguntó nervioso el pokémon.

No dije nada, solo saqué mi mano de la cabeza de Takeru para luego abrir el libro, y empezar a buscar desesperadamente algo de información que me fuera de utilidad.

Leía y leía, mientras que por cada página que pasaba, una imagen de un pokémon singular aparecía junto con su respectiva información. Eran bastantes para ser únicos, y… según explicaba el libro… aún no se descubrían a todos.

No me interesaban los pokémon que observaba en ese libro, solo buscaba a uno, hasta que… justo en la última página un gran título aparece

"Arceus"

"Ancestro de todos los pokémon. Leyendas relatan que éste pokémon dio forma al mundo que conocemos y creó al resto de los pokémon.

Sus habilidades no son del todo conocidas, en general este pokémon, en las pocas veces en los que se le ha avistado, no ha mostrado señales de hostilidad."

Más abajo de esa corta descripción lo único que había era una especie de "árbol" genealógico de los pokémon legendarios.

Obviamente Arceus estaba en la cima de éste, mientras que cuatro ramas salían de él, a lo que se hacían mención a cuatro nombres y una corta definición:

-Mew: aquel que posee los genes de todos los pokémon, fue el primero en nacer de Arceus.

Después de crear a Mew, nacieron los tres dragones:

-Dialgia: El que dio origen al Tiempo.

-Palkia: El creador del espacio.

-Giratina: El creador de la antimateria y guardián del mundo distorsión, encargado de guiar las almas de los pokémon fallecidos.

Me concentré en estos cuatro ya que, según había dicho el padre de Kohana, Ryuji buscaba a los más fuertes, y supuse que al ser estos los primeros en ser creados, debían ser los que Ryuji buscaba; sin embargo, me parecía absurdo… estamos hablando de los seres que controlan el tiempo, el espacio y la antimateria, para ese entonces me parecía meramente ridículo el siquiera proponerse el capturar a esos pokémon.

A pesar de toda esa nueva información, aún no me daban indicios acerca de dónde podría estar Ryuji en aquellos momentos, a lo que empecé a hojear las páginas en los cuales salían los cuatro primeros pokémon legendarios.

Casi al instante encuentro al primero: Mew

Su aspecto era curioso, su tamaño y forma reflejaba solamente amabilidad y ternura, pero sus poderes… era otra historia, prácticamente podía tener cualquier habilidad ya que poseía el ADN de todos los pokémon, tenía un poder casi comparable al de Arceus, pero obviamente no eran iguales. Decía que era muy difícil verlo, ya que este mismo podía volverse invisible a voluntad, por lo que al ver esto supuse que quizás Ryuji no iría a por él, ya que de por si…

Mew era más fuerte que el trio de Dragones.

Giratina fue el siguiente pokémon que vi en el libro y su forma… digamos que no representaba la misma ternura que Mew, sus habilidades en si eran poderosas, pero no era eso lo que buscaba sino el lugar en donde residía, el mundo distorsión.

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Todo empezaba a tener sentido. El mundo distorsión era un lugar en el cual el tiempo mismo se detenía; lo que eran segundos en el mundo distorsión eran horas en el mundo real, eso explicaba el hecho de que el hombre mencionara que a Ryuji le tomaría bastante tiempo el conseguir estas "formas" para obtener el poder de Arceus, y estas formas eran los tres dragones y Mew.

Giratina fue encerrado en el mundo distorsión debido a que Arceus mismo lo consideraba "peligroso", por lo que prefirió que Giratina fuera el gobernante de aquel mundo, siendo el único pokémon en el.

Giratina es prácticamente el mediador entre Dialgia y Palkia, su poder es prácticamente comparable al de estos dos juntos. No es de extrañar que Ryuji buscara su poder primero ya que entre todos los pokémon… Giratina es uno de los pocos con más señales de "oscuridad" en su aura, y viendo cómo funcionan sus máquinas, le sería más fácil poder controlar su poder.

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Tardé unos minutos en explicarle a Takeru.

—¿Qué haremos Ryo?— dijo Takeru, totalmente asustado por lo que se avecinaba.

—Ryuji no se aparecerá en años, Takeru…— dije aun pensando en una solución— Él ya debe estar en el mundo distorsión e incluso un día en el, serán prácticamente casi 10 años en nuestra dimensión. Sólo podrá capturar a Giratina, si es capaz de hacerlo claro; si es que lo hace, tú serás su siguiente objetivo— sentencié serio— solo tú le puedes darle el poder a Ryuji— afirmé, a la vez que comienzo a sentir un obvio y justificado temor por parte de Takeru, a la vez que incluso comenzaba a sentirse solo ante los problemas que se avecinaban.

Sin embargo, su miedo se vio interrumpido cuando mi mano se posó en su hombro…

—Claro… ese es el plan de Ryuji, pero no dejaré que lo haga— dije sonriendo con total seguridad, a lo que Takeru me observa a los ojos, totalmente en duda.

—Ryo… no estamos conscientes del poder de esos seres legendarios, tú mismo viste esa aura, quien sabe si siquiera eso sea comparable al poder de uno de ellos… no seríamos nada ante ese poder— sentenció triste.

Me sorprendo ante esas palabras, sin embargo no hubo respuesta de mi parte, a lo que comienzo a levantarme de un momento a otro, exaltando a Takeru, a la vez que comenzaba a dirigirme hacia la casa, bastante enojado por la actitud que comenzaba a adoptar Takeru… al rendirse de esa manera.

Me detuve después de dar unos pasos, aun dándole la espalda a Takeru.

—Si esa es la actitud que tienes… supongo que Ryuji matará a Haruko y a las demás— declaré fríamente, dejando sin palabras a Takeru, mientras sentía como la impotencia lo abordaba sin piedad— Yo no lo permitiré, no me importa los métodos que utilice, no dejare que las toque— sentencié mientras volvía a empezar a caminar hacia la casa; sin embargo, la mano de Takeru sujeta mi brazo, quedándonos ambos quietos.

—No vuelvas a decir eso…— dijo Takeru mientras tenía los ojos cerrados, afligido— No permitiré que Ryuji toqué a mi hija ni a nadie de nuestra familia— afirmó finalmente, a lo que yo esbozo una pequeña sonrisa ante esas palabras— lamento haber demostrado lo contrario— sentenció un poco triste.

—No lamentes nada… entiendo que te abrume ese poder, te mentiría si dijera que yo no lo estoy; pero tenemos que ser fuertes por ellas, y… sé que podemos obtener un poder equiparable incluso al de esos pokémon legendarios— sentencié con calma, dejando a Takeru totalmente extrañado.

—¡¿Y cómo?!— exigió saber Takeru, a lo que ahora me sujeta con ambas manos mis brazos, bastante interesado ante aquello.

—Estuve buscando cierta información cuando estábamos en la biblioteca, algo que sirviera para poder aumentar tus poderes, ya que con el simple hecho de que el hombre mencionara algo respecto a un "dios" pokémon, hizo que me preocupara e intentara buscar algo que nos pudiera ayudar a ambos— comenzaba a contar.

—¿Y qué encontraste?— volvió a preguntar Takeru.

—Una información referente a tu "evolución", era un tema que no se había visto en décadas, ya que para alcanzarlo se necesitaba una conexión especial de amistad entre un pokémon y un humano, aún más fuerte que la necesaria para que pudieras evolucionar a un "Lucario"— dije, solamente para dejar con más duda a Takeru.

—¡¿Puedes decirme de una vez?!— dijo Takeru ya fastidiado de que todavía no le dijese.

—La mega-evolución— revelé finalmente mientras Takeru aún me observaba extrañado, a lo que yo sólo sonreí por lo bajo.

—Pero… aun no es el momento, se necesitan algunas cosas para poder llegar a ese estado, y creo que es mejor que lo veamos más adelante, además… creo haberles dicho que se acerca la navidad— sentencié mientras observaba a Takeru con una sonrisa— al menos pasemos este tiempo un poco más calmados y disfrutemos del ambiente— dije mientras esta vez era yo el que tomaba el brazo de Takeru, para después tirar de él y comenzar a caminar hacia la casa.

—Se lo merecen— dije a unos pasos de entrar por la puerta, a lo que al abrirla Haruko, Harumi y Hanako, caen una encima de la otra, ya que al parecer estaban apoyadas en la puerta intentando escuchar lo que hablábamos Takeru y yo.

—Al menos hay algo bueno en todo esto— dije mientras acariciaba la cabeza de Haruko que estaba encima de Harumi, la cual a su vez estaba arriba de Hanako— vamos a estar un largo tiempo tranquilos de cualquier cosa— sentencié mientras ayudaba a Harumi a levantarse, mientras Takeru hacía lo mismo con Hanako

Habrá un tiempo de paz

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¿Lo viste?— dijo el ser mientras otro se acercaba a él, el cual daba vueltas feliz a su alrededor

—"Sip"— respondió por telepatía la pequeña criatura— "Es como tu dijiste papá, ése tal Ryo tiene una muy linda relación con ese hermano, incluso lo llamó "Takeru""— respondió feliz el pequeño ser

Y… ¿Crees que sea merecedor?— preguntó nuevamente el padre

—"No lo sé… una vez que vi que tenía el aura y los sentimientos merecedores, le mostré una pequeña parte de mi aura, y… para decir verdad se asustó mucho"— afirmó dando pequeñas risitas, mientras se sobaba su cabeza— "creo que será mejor que tú te encargues de esto papi"— asentía mientras continuaba girando alrededor de éste

Me temo que no será posible hijo…— dijo triste el padre, mientras que su hijo solo lo observaba extrañado— Me temo que incluso mi poder no puede interferir del todo en "ese" mundo, lo más que puedo hacer es ralentizar aún más el tiempo en aquella dimensión, para darles una mayor chance a Ryo y Takeru para que puedan adquirir el poder necesario para derrotar a ese hombre

—"y… ¿sí llega a conseguir el poder de mis hermanos?"— preguntaba asustada la criatura

Ojalá que no llegué el día, hijo… solo espero que Ryo pueda conseguirlo— decía el padre, preocupado— cuando un humano posee el poder de uno de mis hijos el poder de éste aumenta demasiado. No quisiera pensar que pasaría si ese hombre lograse controlar a mis primogénitos

—"Pero... ni siquiera te hicieron cosquillas la última vez que peleaste con ellos, años atrás"— decía la criatura, confiada del poder de su padre

Peleaban separados, e incluso el poder del más fuerte de ellos se había reducido bastante por el sello que le coloqué para poder controlar de cierta manera su poder si es que abandonaba su mundo. Pero… si ese hombre logra absorber el poder de mis hijos y volverlos uno… ni siquiera mí poder será suficiente

—"Espero que al menos Ryo pueda derrotarlo antes de que ese hombre lo consiga"— dijo preocupado el pequeño ser— "¿Por qué no le mandas tu llamado?"

El destino es uno solo, hijo… y me temo que cosas muy peligrosas se avecinan. Ryo va a pasar un largo tiempo en paz con su familia, y no quiero negárselo. Aun no es momento para que yo intervenga… ya llegara…— dijo su padre cerrando sus ojos, mientras volvía a adentrarse en un largo sueño dejando asustado a su pequeño hijo, el cual se retiró del lugar

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Aquí amigos, se termina el 7to y último capítulo de Lazos de aura. Espero les haya gustado la primera parte de esta historia

Uf, ha sido un largo camino para llegar aquí, y aún falta bastante para terminar mi historia… a pesar de que he tenido sus altos y bajos al crear cada capítulo, sé que hay gente que gusta leer de ellos, y eso me reconforta; espero poder seguir contando con sus visitas... no se olviden de comentar, me agradaría saber mas acerca de las opiniones que tengan mis lectores

Sin más que decir…

Nos vemos en la siguiente parte, "Aura floreciente" :D