El chico del café.
Capítulo 1: ¿Qué él es tu qué?
Pipi-pi-pi-pi-p…
La alarma dejo de sonar y una mata de cabellos pelirrojos se asomó por debajo de las mantas rosas. Con los ojos aun pegados por el sueño la pelirroja se levantó acomodándose su pijama rosa y masajeándose el ojo adormilado con su muñeca. Camino hasta el baño y cerró la puerta detrás de sí.
Tranquilamente se acercó al lavamanos y abrió el grifo, con sus manos hizo un hueco que luego metió debajo del agua helada. Bajo el rostro y refregó su cara con el agua, hasta que sus ojos estaban completamente abiertos, mostrando así, dos hermosos orbes rosas.
Luego de asearse y acomodarse un poco el pelo volvió a su habitación para cambiarse con el correspondiente uniforme de su instituto. Una falda tableada gris y una camisa blanca, acompañada de un saco azul y zapatos negros. Se dejó el pelo suelto, haciendo que este caiga liso y con ondas en las puntas. Se colocó un lazo rojo como diadema, pero aun así dejo a la vista su flequillo que caía elegantemente por sobre sus ojos.
Miro su reloj. 7:27am
Todavía faltaba para que abrieran las puertas de su instituto.
Tomo su bolso y salió del cuarto bajando las escaleras rápidamente. Entro a la cocina y saludo a su familia. Su mamá, su papá y su hermanita menor Kuriko, quien devoraba una tostada con mermelada.
-Bueno días, Momo- Saludo su madre posando en frente de ella una tostada.
-Buenos días, mama- Comenzó a comer la tostada luego de sonreírle.
-¿Hoy también vas a desayunar en Happy Coffee?- Preguntó su padre sin despegar la vista de su periódico.
-Como siempre- Respondió la ojirosa sin darle vueltas al asunto.
-¿Puedo ir?- A Kuriko le brillaron los ojos al pensar en la posibilidad de acompañar a su hermana al supuesto café.
-No puedes, Kuriko, cuando seas más grande- Sentencio su madre.
-¡Pero! ¿¡Por qué Momoko si puede!?- Chillo.
-Porque Momo ya tiene 17 años, ya es mayor…- Los ojos de su padre no abandonaban la lectura del diario matutino.
-¡Y yo tengo 10! ¿¡En que cambia!?- La pequeña pelirroja de ojos anaranjados se estaba desesperando.
-En que soy 7 años mayor que tu- sonrió la pelirroja aportando por primera vez un argumento en esta pelea.
La más pequeña de las Akatsutsumi resoplo.
-Bueno, ya me voy, cuídense- Saludo Momoko saliendo por la puerta principal.
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Miro fijamente el cartel que estaba en frente de ella.
"Se precisa personal, si está interesado, contactar al dueño del local.
Número telefónico: ********9"
-¿Necesitan personal?- Pensó intrigada la pelirroja.
Empujo suavemente la gran puerta escuchando el peculiar ruido de la campanilla que avisaba la entrada de las personas al ingresar o salir de la tienda.
-¡John!- Exclamó.
Una cabellera negra con algunas canas se asomó por la puerta que separaba el mostrador del área de comidas.
-¡Momo!- Saludo John.
-Buenos días, ¿Cómo va todo?- Pregunto la adolescente tomando asiento en una de las mesas.
-Bien, como es muy temprano todavía no llega la gente, pero esta semana ah estado bastante concurrido- John sonrió.
La pelirroja señalo la entrada antes de hablar.
-¿Necesitas personal?- Preguntó mirándolo. John suspiro.
-Sí, Mery y yo no somos suficientes, además, me estoy poniendo viejo- Momoko soltó una risita ante la confesión -¿Por qué? ¿Te interesa?-
Negó levemente.
-Lo siento, John, pero estoy muy ocupada, temo que no puedo serte de ayuda-
El pelinegro volvió a soltar un suspiro antes de sonreír.
-No pasa nada, pequeña, ya lo solucionare- Le acaricio la cabeza –Por cierto, te eh dejado el café por allí, tengo que volver al trabajo, que tengas un buen día- Sonrió y volvió a desaparecer por la puerta.
Momoko suspiro. No le gustaba negarle nada al señor Johnatan, pero no siempre podía ayudarlo.
Se acero al mostrador donde estaba su taza de café humeante. La tomo entre sus manos y comenzó con pequeños sorbitos hasta que la termino.
_._._
-¿El señor Johnatan está buscando empleados?- Una chico de cabellos rubios y ojos azules hacia equilibrio al caminar por encima de un estrecho muro.
-Sí, me contó que con él y su esposa no es suficiente- Comentó la pelirroja comiendo dulces.
-Que lastima que tengo clase de deportes algunos días, sino lo ayudaría- Una pelinegra de unos hermosos ojos esmeralda andaba en su patineta, lo más lento posible, para no dejar atrás a sus amigos.
-Mmm…- El rubio se llevó la mano al mentón.
-¿Qué pasa, Boomer?- Momoko lo miró interrogante. El ojiazul se encogió de hombros.
-No lo sé, tal vez valla a pedir el trabajo, me hace falta, además, falta solo una semana para que empiecen las vacaciones de verano…- Razonó.
-Sí, tienes razón- Reflexionó la pelirroja –Descuida, Kaoru y yo te iremos a visitar al café de vez en cuando- Sonrió la ojirosa.
-¿Eh? ¿Quién ha dicho que yo iría a visitarlo?- Una mueca apareció en el rostro de la pelinegra.
-¡Oh, vamos, Kaoru! Boomer es nuestro amigo, tenemos que apoyarlo- Momoko sonrío. Kaoru suspiro, moviendo los cabellos que posaban sobre su frente.
-Uf… está bien- Se rindió. Boomer la miro y le sonrío divertido, cada uno sabía que su debilidad era su amiga Momoko. Al ver la sonrisa en el rostro del rubio Kaoru frunció las cejas para luego sonreír bien grande.
-Oye… Boomer, ¿Qué esa de ahí no es Miyako?- Pregunto señalado detrás del rubio.
-¿Ehh?- El ojiazul se dio la vuelta rápidamente haciendo que se enredara con sus pies y cayera del otro lado del muro, que, por suerte, no era tan alto.
-¡Boomer!- Exclamo Momoko preocupada yendo a socorrerlo.
Mientras, Kaoru se tomaba el estómago intentando frenar las estridentes carcajadas.
-¡Kaoru! ¡Eres una bruja!- Fue lo único que le grito el rubio al estar una vez mas de pie.
_._._
Ya eran las 5:45 de la tarde y la pelirroja se encaminaba hacia Happy Coffee esperando por poder tomar su café de la tarde.
Al llegar, abrió la puerta escuchando, el ya familiar ruido de la campana, y se sentó en una de las mesas.
Tomó su celular y pauso la música que sonaba en sus auriculares.
-Buenas tardes, ¿Qué se le ofrece?-
Momoko levantó la mirada al no reconocer la voz. Un chico alto, pelirrojo de ojos extrañamente rojos estaba parado frente a ella con una libreta y una lapicera en sus manos. El chico llevaba unos jeans, una camisa de manga corta roja y por encima de está un delantal blanco con el logo de Happy Coffee. Su cabello era un poco largo y la mita era oculta por una gorra roja que usaba para atrás.
-Eh… Yo… emm, ¿Eres nuevo?- Preguntó un poco perdida, no era común encontrar nueva gente en la tienda. El chico suspiró.
-Sí, trabajo aquí desde hoy- Dijo resignado. Con esas palabras Momoko se acordó del cartel de "Se solicita personal" que estaba en la puerta esta mañana.
-Oh, claro el cartel…- Susurró para sí misma. Luego miro al chico en frente de ella –Bueno, quiero un café- Dijo sonriente.
-Claro, enseguida- El pelirrojo se giró sobre sus talones- ¡Butch, un café!- Exclamó.
-¡Okey!- Una voz ronca se escuchó del otro lado de la puerta.
-Ya sale- Le aviso el ojirojo. La pelirroja lo miro extrañada.
-¿Cómo?- Preguntó.
-Que ya sale, lo está preparado, espera 10 minutos ¿Si?- El pelirrojo la miro.
-No… ¿No lo tenían ya hecho?- Preguntó Momoko mirando hacia la puerta detrás del mostrador.
-¿Por qué lo deberíamos tener ya hecho? ¿Qué? ¿Tú eres una persona importante?- Pregunto irritado. Momoko, ofendida por su comentario y su tono de voz le respondió.
-Eh, no, pero…- Intento protestar.
-¡Ahg, no!- Se lamentó el pelirrojo – ¡Otra chica que cree que por ser bonita le daremos su café gratis!- Exclamo frustrado.
-El mundo está llena de esas, Brick- Otra vez la misma voz se escuchó, pero esta vez en tono divertido.
Momoko no sabía si sentirse alagada porque le dijeron linda u ofendida porque creyeran que quería su café gratis.
-¡Escúchame una cosa…!-
-¿Qué pasa aquí?- John entro por la puerta del local y poso su mirada en ambos pelirrojos.
-Esta chica trata de seducirme para que le de él café gratis…- Dijo simplemente Brick señalando a la pelirroja. Momoko abrió la boca indignada.
-Perdón…- Fue una vez más cortada por la risa de John.
-¿Momoko? ¿Seducirte?, no lo creo- Dijo entre pequeñas risas el pelinegro.
-Señor John, ¿Podría explicarle a, Brick, por favor?- Pregunto Momoko cruzándose de brazos. Johnatan se paró a un costado de Brick y le toco el hombro.
-Momoko, te presento a Brick, mi sobrino- Dijo con una sonrisa. Momoko descruzó sus brazos.
-¿T-tu sobrino?- Preguntó sorprendida.
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¡Bueno! Hola… Solo quería decirles que empecé con esta nueva historia. Todo empezó en Facebook, donde la empecé a subir, pensando que a alguien le gustaría, y se ve que a varios les gusto, osea no digo una cantidad, pero los suficientes como para que me alegrara de mi gran logro (? Bueno, el punto es que dije, ya que esta ya tiene varios caps hechos, y eh dejado de subir historias en FanFiction ¿Por qué no la subo allí? Y pues aquí esta, entre esta historia y "Actos Eróticos" Que espero que también pasen a leerla, creo que estaré pagando la mitad de mi ausencia :3 Espero que puedan perdonarme ¡Las quiero un montón!
Disfruten de esta historia ¡Besos!