Buenas noches gente querida del mio cuore!

Cómo están? Sorprendidxs por mi pronto y repentino regreso? Es probable que así sea… Y si les soy sincera yo misma todavía no puedo creer lo arrebatada que puedo llegar a ser… Porque después de darle muchas vueltas al asunto y de esforzarme por contenerme y descansar como lo necesito -tal y como les advertí en muchas ocasiones- finalmente me puse a escribir otra vez y aquí estoy de vuelta con una nueva locura en marcha. Lo sé, lo sé, tengo problemitas… Serios problemitas…

Pero en fin, la cosa es que se me dio por arrancar con este nuevo proyecto que si bien no será una historia extraordinaria ni demasiado elaborada, se trata de un POV que vengo pensando hace un tiempito. Tengo muchas ganas de incursionar en este tipo de narración y quiero ver qué sale.

Así que estimados y estimadas, lxs invito a leer el UNO en paz y espero que les guste y me cuenten qué les pareció.

A continuación les comparto el primer capítulo de "Luna Extraña". Que lo disfruten!

Todos los personajes pertenecen a su autora Naoko Takeuchi, yo sólo los tomé prestados.

Abajito me despido,

Bell.-


:: Capítulo Uno ::

Mi nombre es Serena Tsukino. Tengo 25 años. Soy la única y consentida hija de los padres más amorosos y maravillosos del mundo. Vivo sola en un modesto y cómodo departamento rentado, tengo un trabajo estable, una vida social relativamente activa -aunque sigo soltera-. Y mis principales pasatiempos son leer novelas románticas -de ésas muy románticas-, coleccionar revistas de diseño, cocinar y reunirme con mis amigos, entre otras cosas.

Últimamente estoy llevando una vida bastante pacífica y hasta algo monótona debo reconocer, lo cual sin dudas me tiene tan tranquila… Porque después de unos cuantos tropiezos y fracasos personales -de todo tipo, pero sobre todo amorosos- he logrado alcanzar cierta estabilidad y una profunda paz interior -en muchos sentidos, pero sobre todo amoroso-.

Así que he decidido disfrutar de la calma que tras tanto esfuerzo y dolores de cabeza conseguí, sin tener que hacerme más mala sangre por asuntos que no valen la pena, ni desperdiciar más energías en querer alcanzar metas imposibles motivada por desmedidas y absurdas ambiciones. Ya que siempre fui una total pretenciosa y la verdad es que me cansé de vivir insatisfecha. Por eso es que ahora lo que más quiero es sumergirme en lo incierto, no preocuparme por lo que esté por venir, quiero vivir el momento, no planificar más nada, no tener expectativas ni sueños imposibles, no esperar nada de nadie, no tener la necesidad de cambiar ni superarme a mí misma.

Me han dicho en más de una ocasión que mi actitud es muy conformista y francamente admito que es así. Pero soy consciente de que he decidido tomar este rumbo porque ya me cansé de la vida que llevaba, me harté de desilusionarme una y otra vez, de no poder hacer realidad mis propios deseos, de estamparme contra la pared infinidad de veces.

Por lo tanto mi único y principal objetivo es tener una vida lo más sencilla y armoniosa posible, sin mayores altibajos ni contratiempos y ser feliz con cosas simples, viviendo el día a día como se vaya dando, experimentando cada instante como algo totalmente nuevo, sin pensar ni reflexionar demasiado al respecto. Decir a todo que sí sin titubear, porque la vida es una sola y hay que disfrutarla.

Y justamente en eso mismo estoy ahora. Porque hace apenas unos minutos que acabo de recibir la inesperada visita de quien menos me imaginaba en este particular momento de mi vida. Así es, en este preciso instante me encuentro en la cocina de mi departamento y estoy cocinando para él mientras destapa la botella de vino que trajo y sirve en un par de copas.

No hace mucho tiempo que no nos vemos y no es que nos llevemos mal o algo por el estilo. Pero en cierta medida se me hace un poco raro estar en esta situación algo insólita. Y aunque supuestamente hemos aclarado las cosas entre nosotros, pareciera que ahora mismo la nuestra vuelve a ser una relación cercana y amistosa, al menos así nos estamos tratando desde que llegó.

No me llamó ni me avisó por ningún medio que vendría a verme, lo cual me sorprendió. Simplemente se apareció en mi puerta y me dijo: "Cuánto tiempo sin vernos, ¿me invitas a cenar?". Yo sólo sonreí y lo dejé pasar. Porque no voy a negarlo, me alegra mucho volver a verlo.

Como sea, no quiero ni me interesa entender demasiado lo que está pasando. Sólo somos dos personas adultas que nos apreciamos y respetamos mutuamente y estamos a punto de compartir una cena preparada por mí. Eso es todo. No hay nada de lo que deba preocuparme. Todo lo que tengo que hacer es disponerme a disfrutar de nuestro reencuentro, nada más.

Así que inspiro profundo, sacudo mi cabeza para dejar de pensar en tonterías y vuelvo a concentrarme en la salsa que estoy revolviendo desde hace un rato a fuego lento. Y cuando noto que él se acerca para alcanzarme una copa de vino, lo miro con mi mejor y más desenvuelta sonrisa. —Muchas gracias —le digo con gentileza al recibirla y regreso mi atención a la salsa.

—Huele bien —me dice al acercarse un poco más—, ¿puedo probar?

—¡Claro que no! —lo regaño y lo empujo para alejarlo—. No probarás ni una gota de esta salsa hasta que nos sentemos a la mesa y sirva la cena como corresponde.

Él echa a reír y por supuesto no me hace ni el menor caso. —Vamos, sólo déjame probar un poco —dice mientras mete un pedazo de pan en la cacerola.

—¡Oye! —quiero detenerlo pero no lo logro.

Y él enseguida se lleva el pan a la boca. —¡Está delicioso! —exclama con exageración mientras saborea el bocado.

—Tampoco es para tanto —refunfuño molesta haciéndolo reír otra vez y sigo removiendo la salsa.

—Sí lo es, porque eres una excelente cocinera, ya te lo he dicho antes.

Yo lo miro con incredulidad. —Mejor cállate y déjame cocinar en paz, ¿quieres? —bromeo y también echo a reír.

Siempre me ha impresionado y al mismo tiempo fascinado este extraño modo de empecinarse tanto en ser amable con los demás. Y también puedo darme cuenta una vez más, al estar los dos así, riéndonos, compartiendo este momento tan agradable y distendido, que me siento muy cómoda, que me gusta estar con él, que me alegra volver a verlo.

—Y me da gusto poder probar de nuevo uno de tus exquisitos manjares —continúa adulándome.

—Esto no es un manjar, es una simple salsa para acompañar una simple pasta que ni siquiera amasé yo misma.

—Pero es deliciosa —insiste—, no te menosprecies, cocinas muy bien. Y estoy seguro de que serás una gran esposa.

Yo suelto una carcajada al oír semejante disparate. —¿Yo? ¿Una gran esposa? Por favor, no seas ridículo.

—No estoy siendo ridículo, sólo te estoy haciendo un cumplido.

—A mí eso no me suena a cumplido, sino más bien me haces sentir insultada.

—¿Insultada?

—Sí, porque si piensas que ser una buena esposa significa que debo cocinar bien estás siendo bastante machista al pensar así de una mujer. Además a mí me parece que…

—Eres increíble, Serena —dice muerto de risa—, te enojas con tanta facilidad…

—Por supuesto que me enojo si me dices esas estupideces —protesto—. ¿Tienes algún problema con eso? ¿Acaso mi mal carácter me excluye de la categoría de esposa ideal?

—No, no lo creo. Porque a mí no me molestaría tenerte como esposa.

Suelto una nueva carcajada. —¡Por favor! ¿Crees que alguien como yo podría ser la esposa de alguien como tú? Eso sí que suena gracioso, tú siempre tan bromista —digo con sarcasmo.

—Pero no es una broma, lo estoy diciendo muy en serio.

No puedo dejar de reír, jamás creí que él diría este tipo de cosas. —¿Qué? ¿Lo dices en serio? No te hagas el chistoso.

—Sí, lo digo en serio —me responde con una firmeza en su voz y en su actitud que me descoloca por completo—. Digo que en verdad me gustaría que algún día tú fueras mi esposa.

—Vamos —trato de seguirle el juego -como si lo fuera- aunque ya no me está causando mucha gracia—, ya deja de bromear, me estás poniendo nerviosa.

Ciertamente al verlo tan serio y determinado me empiezo a sentir muy nerviosa, nerviosísima. Los latidos de mi corazón se disparan, se me sube un intenso calor a la cara, mis manos empiezan transpirar y suelto los utensilios con un torpe movimiento. Esto no está pasando, esto realmente no puede estar pasando.

—Es cierto que tienes mal carácter, que eres impaciente, intolerante, testaruda, irritable, caprichosa —ahora su tono de voz es suave y dulce, y se acerca más a mí, lo cual me pone aún más nerviosa—. Pero también eres graciosa, espontánea, sensible, inteligente y muy bonita… —y me sonríe. Me sonríe con tanta ternura… Y su sonrisa es tan hermosa, tan sincera, siempre adoré su sonrisa— Y me gustas mucho, tal y como eres.

—¿Qué… qué… —intento modular alguna palabra, pero me cuesta tanto…— ¿Qué estás… insinuando? ¿Por qué me dices todo esto ahora? ¿Por qué…

—Porque estoy enamorado de ti, Serena —suelta semejante bomba como si nada y creo que voy a desmayarme. Ya no siento mis piernas, esto es demasiado increíble para ser cierto—. Porque estoy fascinado contigo desde el primer momento que te vi. Porque siempre me sorprendes, me haces reír, me haces sentir tan… tan vivo, tan libre… —¿yo? ¿yo le hago sentir todo eso?—. Y en este tiempo que dejamos de vernos he pensado mucho en ti y me di cuenta de que te extraño, que te necesito, que quiero estar contigo.

—Pero… pero… pero… —vuelvo a titubear— Nosotros… Nosotros no… Nosotros habíamos decidido que…

—Lo sé, claro que lo sé. Pero no puedo aceptarlo, no quiero. Porque no he dejado de pensar en ti todo este tiempo. Porque mis sentimientos, los que alguna vez intenté transmitirte quizás sin ser lo suficientemente claro, han ido creciendo día a día. Porque jamás sentí por nadie lo que tú me hiciste sentir. Porque me enamoré de ti. Y por eso estoy aquí, por eso volví a buscarte.

Apoyo mis manos sobre la mesa para sostenerme, ya que es tal la conmoción que tengo que estoy a punto de perder el equilibrio. —No sé… No sé qué decir, yo…

—Porque quiero casarme contigo, Serena.

¡Ay, dios mío! ¿Qué está pasando? Me va a dar un ataque en cualquier momento, no puedo creerlo, me está proponiendo matrimonio. ¡De verdad me está proponiendo matrimonio!

Él se arrodilla frente a mí y toma mis manos entre las suyas sin dejar de mirarme a los ojos con determinación, con seguridad. Porque está hablando en serio, está hablando muy en serio y yo no puedo creerlo. —Por favor, cásate conmigo, princesa.

¡Oh, por dios! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Me dijo "Princesa"! ¡Quiero gritar! ¡No, quiero correr! ¡No, quiero abrazarlo y decirle que… ¡No, quiero huir! ¡No, quiero… ¡Dios mío, no tengo idea de lo que quiero! ¿Qué voy a hacer? ¿Qué le digo? ¿Qué le respondo? ¿Qué hago? ¡¿Qué hago?!

—Yo… yo… —balbuceo como idiota con la voz entrecortada y me doy cuenta de que estoy temblando como una hoja. Es que estoy muy nerviosa, muy confundida, no entiendo nada. Porque aunque durante gran parte de mi vida he soñado con este momento, ahora que está sucediendo me siento completamente perdida y desorientada. Creí que lo había superado, que ya no esperaba ni deseaba esto para mí, que mi vida como es ahora es lo suficientemente buena para mí, que yo…

—Por favor, Serena, cásate conmigo —me repite y yo estoy congelada, paralizada, totalmente desconcertada.

¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo es que cuando menos me lo imagino me viene a pasar algo como esto? ¿Cómo es que mi vida tranquila y perfecta vuelve a ponerse patas para arriba justo ahora?

No quiero recordar. No quiero remover el pasado ni volver atrás. No quiero ceder. No quiero volver a ser la que fui ni sentir lo que sentí.

Pero no puedo evitarlo, cientos de recuerdos y sentimientos que creía perdidos para siempre se imponen de repente en mi mente y mi corazón.

Y vuelvo a recordar. Todo empezó hace un año atrás…


Y? Cómo les fue? Qué les pareció esta breve introducción? Espero haber logrado engancharlxs y despertar un poco su interés… Si bien esta vez mi intención es crear una historia bien simple, quiero lograr algo lindo y entretenido de leer, así que me voy a esforzar por conseguirlo.

Y quiero decirles que deseo de todo corazón que me acompañen en esta nueva locura y que me tengan mucha paciencia. Yo por mi parte me comprometo a darle continuidad y llegar al final tarde o temprano, demore lo que demore, cueste lo que cueste! :P

Bueno gente, esto ha sido todo por hoy. Espero regresar pronto con el siguiente capítulo…

Gracias por el aguante de siempre! Hasta la próxima!

Bell.-