Disclaimer: Los personajes de está historia son propiedad de Masashi Kishimoto


Estudios

Un joven de ojos miel y piel como la nieve se hallaba sentado en la gran biblioteca pública de Konoha con uno de sus brazos sosteniendo su cabeza mientras se apoyaba en el escritorio que estaba lleno de libros de medicina, cirugías, y ciencias. Sus ojos estaban cerrados y su boca emitía un murmullo cansino e inentendible, y sus gafas para leer se resbalaban lentamente por el puente de su nariz. Las piernas de aquel alto muchacho se acalambraban debajo del escritorio debido a lo largas que eran y lo encogidas que estaban, cuando ya no las podía sentir recibió un golpe en su cabeza.

-¡MITSUKI! – El muchacho aterrizó su cara en uno de los libros con fuerza– ¡Oh! Disculpa estabas durmiendo… - Dijo ella con su mejor tono de disculpa. Levantó su cara del libro mientras se quejaba en voz baja y se acariciaba la nariz.

-Sarada… no estaba durmiendo –

-Si claro, pequeño mentiroso – De entre uno de los estantes apareció su otro compañero de equipo sonriéndole.

-Es tarde, ven a comer con nosotros – Exclamó la joven Uchiha.

-Apenas son las cinco de la tarde y tengo que seguir estudiando esto – Boruto se carcajeo.

-Son las nueve de la noche – Se acercó al escritorio y comenzó a retirar los libros para devolverlos a los respectivos estantes.

-No, no, ¡hey! ¿Qué haces? – Mitsuki se levantó de un salto golpeando la mesa y se quitó las gafas metiéndolas en el bolsillo del pecho en aquel delantal blanco que vestía, mirando seriamente a su amigo, el cual ni se inmutó y fue a devolver los libros.

-Mira querido reptil, aún llevas la ropa de trabajo, ¿Desde hace cuanto que estás aquí? – Exclamó la chica del grupo preocupada observando la vestimenta del chico que consistía en un sweater negro y pantalones blancos, los mismos del día anterior.

-Hace poco – Respondió agachando su cabeza y mirando hacia otro lado sonrojándose un poco al mentir.

-¿Mentira que estás desde el término de turno? – El asintió, era imposible mentirle a Sarada – Serás imbécil… ¡Desde mediodía aquí encerrado después de un turno de 23 horas en el hospital! – La Uchiha exclamó como si fuera la madre del chico y lo tomó de la oreja.

-No, que hace—ayayayayay me duele – A pesar de la tremenda diferencia de altura la chica se las arregló para llevar a su compañero hasta la salida, no sin antes agradecerle a la bibliotecaria por informarles el paradero de su amigo.

-Le diré a mamá que te de días libres -

-Sarada tu siempre tan sutil con el trato hacia nosotros – Comentó un poco preocupado el rubio que los seguía detrás, a lo que una mirada de terror conectó con sus ojos y lo hizo callar.

Una vez que Sarada soltó al peliceleste caminaron hacia el Ichiraku en silencio. Ordenaron tres platos tradicionales y comenzaron a comer.

-Y bueno… ¿qué pretendes? – Comentó la chica sacando de sus pensamientos a Mitsuki.

-Si amigo… no es como si fueras así de irresponsable con tu salud – Continuó Boruto.

-Quiero pasar ese maldito examen –

Ahora sus amigos lo miraron preocupados mientras dejaban de comer.

-Pero si… -

-Exactamente... -

-Ya sé, ya sé, he dedicado mi vida entera a este examen, pero chicos de verdad ustedes no saben lo mucho que quiero ganarme ese puesto en el hospital, esto es más que ser encargado de cirugía. Tendré la pasantía que necesito para viajar para colaborar con los estudios científicos de la aldea, un viaje financiado por el estado… es de verdad muy importante para mí – Los chicos miraron al decidido chico y le sonrieron – Además… papá estará orgulloso de mi – Mitsuki derramaba lágrimas de felicidad apretando sus puños en sus muslos.

Sarada se levantó de su puesto y lo abrazó, no tardó en unirse Boruto a aquella muestra de afecto. Sabían que era muy importante para su enérgico amigo los estudios científicos de los que formaba parte, junto con unos pocos ninjas de elite de la aldea. Era uno de los círculos más importantes, junto con el buró tecnológico de Konoha. Mitsuki dedicó su vida a ello, para poder ser aceptado, para probar su inteligencia, esa que iba más allá siempre que podía, una inteligencia que no descansaba. Y por otro lado la aceptación de su padre era otro tema.

Su padre lo ama, nunca le exigió mucho, siempre quiso que fuera un niño feliz, normal y feliz. Por eso no vivía con él. Pero Mitsuki siempre se empeñó en ser lo mejor en sus áreas de interés, por su padre y por el mismo, era un desafío constante. Quería enorgullecerlo. Y si, estaba orgulloso con todo su progreso con todas las metas que Mitsuki alcanzó y seguiría alcanzando.

El equipo siete se separó lentamente y solo se miraron. Transmitiendo con sus ojos apoyo y seguridad.

Boruto puso su puño en el centro de ellos y les sonrió.

-Vamos… - Indicó con un gesto. Sarada rió y lo imitó.

-Adelante Mitsuki…- Dijo la muchacha. El joven se limpió las lágrimas y chocó el puño con el de sus amigos.

-Siempre – Dijo Boruto.

-Siempre – Repitió Sarada.

-Siempre juntos – Finalizó Mitsuki.

Ya eran jóvenes de veintiún años pero ese saludo siempre iba a estar cuando necesitaran apoyo, eran las palabras que vociferaban cada vez que alguien decaía. El equipo siete siempre iba a estar juntos, en las buenas y en las malas.

-Muchachos… el ramen se enfrió – Sentenció Boruto con lágrimas cayendo de sus mejillas.


Hola, espero que estén bien.

Comenzaré explicando de que tratará esto. Son drabbles y one-shots sobre el equipo siete de Naruto Gaiden. Era una idea que tenía en mente hace unas semanas cuando comencé a escribir esto y hoy se llevó a cabo :D

Estoy feliz con el apoyo que me han entregado con los fics BoruSara, lo aprecio de verdad. Cuando digo que alegran mis días es totalmente cierto.

También quería "avisar" que el fanfic "Prohibido" está en proceso, quiero publicar un segundo capítulo de el. Pero no será pronto, la Universidad me tiene los pelos de punta y pronto entraré a trabajar (en estos momentos debería estar leyendo un libro para la universidad del cual tengo que explicar una frase, pero bueeeee aqui estoy) así que no sé si mis updates serán tan seguidos. Generalmente no me gusta decir esto porque siempre pasa todo lo contrario, digo que no publicaré seguido pero publico todas las semanas y cuando digo que lo haré seguido lo hago una vez al mes con suerte jajajajajaja

Gracias por todo, gracias por leer, gracias por los mensajes. Y por esperar.

-Se despide, Fran.