hola soy nueva en esto, es mi primer fanfic y espero que les guste
a leer..
En todo colegio siempre había existido grupos y este no era la excepción, lucy quien estaba ahí desde la primaria sentía que no encajaba en el lugar, era la única que no tenia amigos a pesar de haber estado ahí todos estos años, nadie sentía su presencia y ella apostaba a que nadie conocía su nombre cosa que era cierta.
-tenemos una nueva alumna- todos levantaron la mirada incluyendo a lucy, una muchacha alvina de ojos claros estaba parada frente a ellos, como era de costumbre los jóvenes empezaron a silbar y alagar aquella hermosa señorita.
-hola mi nombre es lisanna Strauss, espero que todos cuiden de mi-mostro una sonrisa
-tome asiento al lado de natsu y de la chica rubia- dije el maestro indicándole el lugar, ¿chica rubia? Se dijo a si misma lucy, la muchacha alvina se acerco y tomo asiento, natsu quien estaba al costado suyo la recibió con una sonrisa muy picara cosa que no intimido a aquella muchacha.
natsu quien era el líder de la banda de chicos más populares de la escuela había sido el amor oculto de lucy durante largos años, ella nunca tuvo el valor suficiente como para contarle de sus sentimientos, los dos se habían conocido el primer dia de clases pero ella era muy tímida como para acercarse y siempre lo habia vigilado de lejos, sabia la lista de chicas con la que el había salido, los lugares a los que le gustaba ir, su canción favorita, su música favorita y claro sabia que el ya habia disfrutado los placeres de la vida osea el ya habia mantenido relaciones sexuales cosa que no era raro en los muchachos que habían madurado a temprana edad en fin ella sabia todo de el, al menos eso era lo que creía. Como cualquier chica enamorada ella habia rescatado solo las virtudes de natsu omitiendo que era un completo patan, un mujeriego y un maleducado.
-hola mi nombre es lisanna, ¿Cuál es el tuyo?- lucy vio como la chica nueva la miraba, volteo a los lados para cerciorarse que era a ella a quien se dirigía, con uno de sus dedos se indico a si misma, la albina algo desconcertada asintió con la cabeza.
-lu..lucy- dijo finalmente
-que lindo nombre, ¿podrías acompañarme durante el receso?, aun no conozco a nadie-
Lucy asintió con la cabeza, su corazón dio brincos de felicidad, esta era la primera ves que le hablaban y le preguntaban su nombre, omitiendo a aquel chico que semanas atrás le había pedido que le pasase la tarea de matemáticas.
Este era el penúltimo año de secundaria, todos hablaban de lo que harían saliendo del colegio aunque fuera muy próximo para hablar de esos temas, lucy siempre comía sola, jugaba sola, leía sola aunque leer era una de sus cosas favoritas habría querido compartir con alguien más esas hermosas historias románticas de libros que pedía de la biblioteca, no era la más lista del salón pero tampoco la más tonta, ella era simplemente una chica mas como cualquiera bueno algo así.
Su madre había muerto años atrás por lo que su padre se había encargado de su educación, jude heartifilia era un hombre reservado con todos incluyendo a lucy, ella había crecido sin la guía de una madre, no era muy femenina de hecho su padre la había obligado a hacer deportes que ella detestaba, ¿manejar una moto? Lo sabía, ¿los últimos videojuegos? También lo sabía, ¿marcas de perfumes? No sabía nada de ello, ¿la última moda? Para nada con su estilo pero recordaba algo que su madre le había enseñado de niña y era tejer y lucy lo hacía de maravilla, su padre la enviaba a talleres algo rudos donde aprendió el karate, el box entre otros, su cuerpo aun no había dado señales de la hermosura que llevaba dentro, sus hermosos ojos chocolate eran opacados por esos horribles anteojos que llevaba y aunque no los necesitaba sentía necesidad de ellos para sentirse segura, su ropa siempre había sido muy pero muy anticuada, sus pechos eran casi planos, su cabello siempre estaba recogido en una coleta, no se sentía bella era como el patito feo del salón por lo que aun no había salido con chicos.
El sonido que indicaba el recreo despertó a todos, en forma desordenada todos querían salir pareciese que hubieran estado encarcelados por años y buscaban la libertad.
-lucy… ¿vamos?- tenía en frente a la albina que le mostraba una cálida sonrisa.
Sin una palabra se levanto y acompaño a la chica, mientras caminaba noto un perfecto cuerpo que cualquier chica quisiera, lisanna le había comentado la edad que tenia y ella había quedado estupefacta al oírla.
-¿en … verdad tienes quince?-
-si y tu ¿cuántos años tienes?- ella sintió algo de vergüenza al decirle que tenia la misma edad, era increíble la diferencia de cuerpos, era como comparar una hermosa flor con sus pétalos abiertos mostrando su belleza y un seco cactus lleno de espinas al que nadie quería acercarse.
Lucy y lisanna había recorrido casi todo el lugar excepto la biblioteca, lucy lo habia propuesto pero lisanna no se veía animada con la idea por lo que omitió ese lugar «tan aburrido» para la albina, definitivamente eran dos polos opuestos.
Durante los días lucy intento sacar temas de platica interesantes pero siempre lisanna siempre sacaba otro tema como las compras que había echo o como le quedaban las uñas, lucy siempre se quedaba en silencio escuchándola no sabía nada de ello por lo que no tenía nada que comentar, ese dia la albina la había sorprendido con una pregunta.
-¿Qué chico te gusta?- los ojos de lucy se pusieron blancos, ella sabía que si lisanna le insistía terminaría sabiendo su más grande secreto.
-vamos lucy debe haber alguien que te guste-
-yo..yo- lisanna se veía atenta a lo que lucy iba a decir –natsu, me gusta natsu- dijo lo mas bajo que podía.
Lisanna se noto sorprendida, saber que a lucy le gustaba el chico mas apuesto siendo ella opuesta a la belleza le causo gracia pero aguanto las risas, intento fingir con una sonrisa, sabia que natsu jamás se fijaría en ella, entonces una idea descabellada paso por su cabeza, miro fijamente a lucy quien tenía la cara sonrojada y fingió una sonrisa.
-no se lo dirás a nadie ¿verdad?- la alvina negó con la cabeza aunque por dentro unas ganas de reírse de la rubia la mataban.
Las semanas pasaron y como lucy había previsto lisanna se había echo amiga de todos en especial del pelirrosa cosa que no le molestaba ya que no era la primera chica que se veía atraída por natsu, lisanna ya no hablaba con ella, cosa que le dolió mucho ya que había querido que todo fuera diferente.
Esa mañana lucy se levanto como todos los días, no había dormido bien luego de devorarse el libro de romeo y Julieta y se sentía más enamorada que nunca, cada vez que leía un libro se imaginaba a ella como la chica protagonista y a natsu como su príncipe azul que la rescataba de las garras del mal, no había día en que no soñara con el.
Camino hacia el colegio con el libro en brazos, cuando llego a la biblioteca la mujer como siempre la saludo y recibió el libro, la mujer veía a lucy todos los días cuando entraba por un libro nuevo y dejaba otro, lucy miro entre los libros para ver cual de ellos llamaba su atención y claro uno que ella o haya leído, muy al fondo vio el titulo «el patito feo» tomo el libro con algo de desconfianza, no era uno de los libros que ella acostumbrara a leer de hecho era un libro de niños pero se sentía identificada con el libro.
-el patito feo- dijo en voz baja, una sonrisa se curvo en sus labios, tomo el libro y le indico a la mujer que llevaría ese, la mujer se sorprendió al ver de qué libro se trataba pero con una sonrisa se lo dio y se despidió deseándole un buen día.
Lucy corrió a su salón, cuando entro nadie noto su presencia cosa que no era raro para ella, se sentó en su lugar y cuando estuvo a punto de hojear el libro una sombra llamo su atención, levanto la mirada y se dio cuenta que quien estaba era nadie mas que natsu.
-¿el patito feo? ¿No crees que eres un poco grandecita para leer eso?- al escuchar eso lucy guardo el libro avergonzada sin decir una palabra.
-esta tarde abra una fiesta, ¿quieres venir?- era su imaginación o natsu la estaba invitando, ella se acomodo los lentes volviendo a fijar la vista en natsu
-¿yo?- dijo sin salir de su asombro
-¿eres lucy verdad?- ella asintió con la cabeza mientras por dentro se moría de felicidad al saber que el chico mas popular sabia su nombre – ten esta es la dirección, te estaré esperando- dejo un papel en la mesa y volvió a su lugar.
Esa tarde cambio su horario, no se metió en la biblioteca de su padre, ni cogió el libro que se habia prestado, tomo una ducha rápido, cogió su cabello en una coleta como ya era de costumbre, se puso los anteojos y se miro al espejo, llevaba una fea sudadera y unos pantalones que para nada le favorecían pero ella se sintió cómoda y feliz.
Cuando llego al lugar supo identificar la casa ya que de ahi salía una horrible música, toco la puerta y para su sorpresa fue lisanna quien abrió, ella con mucha cordialidad la invito a pasar, ya dentro vio a todos sus compañeros y a natsu, pensó que nadie la notaria pero todos se acercaron a ella y la saludaron por su nombre. La fiesta había sido un éxito, habían llevado alcohol haciendo que lucy tomara de aquella amarga bebida, la noche empezaba a caer y ella sentía miedo ya que jamás había estado a esas horas fuera de casa.
-llego el momento de ¡"tres minutos en el paraíso"!- dijo la albina trayendo una botella vacia y poniéndola en el piso, todos se sentaron alrededor dejando un espacio para lucy que quedaba al frente de natsu.
-empecemos- la botella dio vueltas y vueltas hasta apuntar con los extremos a erik, un muchacho con cabellos rojo oscuro al cual apodaban "cobra" y a sorano otra alvina con el cabello más largo a la que apodaban "angel", los dos rieron, se levantaron tomados de la mano y se fueron a una de las habitaciones que estaban cerca.
-¿qué pasa?- pregunte a gray fullbuster que estaba a mi lado derecho mostrando su descubierto pecho, el comenzó a reír por la pregunta
-¿jamás has jugado esto?- negué con la cabeza, el señalo la puerta- ahí puedes hacer lo que quieras durante tres minutos con la persona que te toque- dijo muy coqueto
Los dos salieron, angel tenia el cabello alborotado y cobra salió como satisfecho, la botella volvió a girar y me apunto a mí, levante la vista y natsu se puso de pie estirando su brazo para que lo cogiera, obedecí y él me jalo hacia aquella habitación. Todo estaba oscuro, sentí sus brazos rodear mi cintura, me asuste y di una paso atrás, el me busco con la manos y me atrajo contra si.
-tranquila solo quiero darte un beso- ella quería probar esos labios pero su miedo la entorpecía
-no… quiero hip- dijo entre un hipo que la atormentaba, ella solía tener ataques de hipo cada ves que estaba nerviosa.
-¿que significa ese hip? – dijo en son de burla
-tengo …hip..hipo…cuando estoy ..hip..nerviosa…hip-
A natsu le dio mucha ternura pero en su mente estaba aquella chica sexi que le había prometido una noche inolvidable a cambio de seducir al patito feo que tenía en frente «cosa facil» tomo a lucy de la muñeca y con el otro brazo la atrajo contra si, lentamente se acerco hasta rosar sus labios contra los de ella, sintió como un rayo electrizante recorría su ser cuanto profundizo el beso, su mente se nublo, sentía esa sensación de niña, ternura, alegría e inocencia. Por su parte lucy aun no había experimentado su primer beso y estaba feliz de que natsu sea el primero, el intento levantarle la horrible sudadera pero sintió la mano de lucy evitándolo, el volvió a reír sabia que ese era el primer beso del patito feo y por supuesto sería su primera vez, el no sentía atracción por ella pero al sentir esos tiernos labios algo se removió dentro suyo y quiso experimentar algo mas.
-¡ya es tiempo!- dijo una voz tocando fuertemente la puerta, afuera se podían escuchar risas y habladurías.
Ella soltó un suspiro mientras el reía, natsu la soltó y sin decirle nada salió del cuarto, lucy salio detrás del pelirrosa con las mejillas rojas. La fiesta había acabado después de que todos habían terminado entrando a ese cuarto, cada uno empezó a irse, lucy sentía un miedo terrible ya que no sabía como irme a esas horas a casa.
-¿quieres que te acompañe?- se acerco natsu por la espalda, el se sintió mal luego de verla, no estaba interesado en ella pero la apuesta que había hecho con sus amigos y la petición de la albina estaba de por medio. Natsu no habia pasado la infancia y la adolescencia al lado de su padre, Igneel dragneel era un hombre ocupado que le brindaba "todo lo que necesita" , natsu por su parte gastaba el dinero de su padre en amigos y en sus múltiples "amigas con derecho". Lisanna le había pedido que enamore a la rubia, esa era la condición para salir con la albina y sus amigos muy motivados habían hecho una apuesta por el fracaso o logro del pelirrosa, muchas cosas estaban en juego y el solo pensaba en algo «ganar».
La calle era iluminada por los postes de luz en cada esquina, la casa de lucy estaba a la siguiente cuadra, antes de llegar natsu la tomo de las muñecas y pudo notar sus hermosos ojos chocolate, algo dentro de él se quebró, ¿en verdad quería hacerle daño? Ella no se parecía a ninguna de las chicas con las que había salido pero tenía un encanto oculto.
-te veré mañana- dijo acercándola y depositando un beso mordiendo su labio inferior, ella solo trago saliva, aun no podía creerse lo que estaba pasando.
Esa noche lucy estaba tan cansada que no había abierto el libro para leerlo, se metió entre las sabanas sonriendo y se quedo dormida.
El horrible sonido de la alarma la despertó, como todos los días lucy se vistió tomo su mochila y salió después de despedirse de su padre. Llego a su salón y entro en el, para su asombro todos voltearon a verla, ella busco con los ojos a natsu y al lograr verlo su corazón palpito rápido.
-¿te divertiste ayer?- dijo lisanna tomándola de la mano - hablemos en el recreo- la albina tomo asiento cuando vio al maestro entrar en el aula, lucy no pudo tomar atención sentía la mirada de todos en ella y eso la incomodaba.
Como siempre todos salían disparados después de escuchar el sonido que indicaba el recreo, lisanna salió con lucy y platicaron en el patio.
-¿qué paso con natsu? – lucy no dio respuesta – ¿se besaron verdad?- esta vez la rubia cubrió sus labios con sus manos y se ruborizo, la albina supo que el beso había ocurrido y se sentía satisfecha.
La conversación no había durado mucho, lisanna había convencido a lucy que ella debía demostrar su amor entregándose de cuerpo y alma, la albina recordó la inocencia de lucy y quiso hacerla sufrir, ella veía la belleza de lucy y sus celos la mataban por dentro, «solo es un juego» decía ella para si misma, «tarde o temprano me lo agradecerá, le enseñare a vivir».
La mujer de la biblioteca aun esperaba a lucy, era raro que ella no fuera puntual, lucy por su parte habia sido invitada nuevamente a casa de la albina, tenia guardado unos guantes que habia echo tiempo atrás pensando entregárselos en algún momento a natsu «se lo daré cuando sea mayor» pensaba por lo que eran un poco grandes, guardo el par de guantes en uno de sus bolsillos y cuando vio a natsu se los entrego, el tomo los guantes agradeciéndole por el gesto sintiendo mas remordimiento aun. Esa tarde quedaría grabada en su memoria y en su corazón, natsu y lucy habían entrado en una habitación en la que sedujo a lucy, el corazón de natsu dudaba ¿debía hacer aquello? La tomo del cuello y la beso mientras la tomaba de la cintura, ella tenía en mente las palabras de la albina "demuéstrale tu amor" algo agitada sintió aquella sensación que la empujaba a entregarse pero sentía miedo, su mente le decía que solo sería una más en la lista pero su corazón la empujaba diciéndole que el era su gran amor.
Momentos después Lucy estaba desnuda en una cama, ¿Qué había hecho? Las imágenes se cruzaban por su mente, se sentía mal, vio una mancha de sangre en sus ropas, las piernas le temblaban, como pudo se cambio y salio de la habitación notando que no había nadie, no tenía cara para regresar a casa ¿Qué le diría a su padre? Antes de irse abrió aquella puerta en la que natsu y ella se habían dado el primer beso y lo vio, natsu y lisanna besándose apasionadamente, se escondió detrás de la puerta y se horrorizo al escuchar lo que ellos dos habían planeado.
-lo hiciste bien natsu y te recompensare por ello- la albina le daba besos en el cuello mientras el seguía estático.
-no me siento bien será mejor que lo dejemos para otro dia- dijo apartándola con las manos
-no me digas que te arrepientes de haber jugado con lucy-
-solo cállate- grito
-cállame con tus besos- Lisanna volvió a colgarse en sus hombros y siguió besándolo
Lucy ahogo un grito en su corazón, ¿jugar? habían jugado con ella y le habían quitado su inocencia de la peor manera «te lo dije» le decía su cabeza, se levanto como pudo y salió corriendo de ahí cerrando con fuerza la puerta, si ella hubiera volteado y abierto bien los oídos abría notado a natsu corriendo detrás de ella y gritándole que regresara.
Natsu se sentía un maldito, habia estado con mujeres incluso mayores pero ella era tan frágil que le dolió en el alma verla sufrir, quiso buscarla pero sabía que ella no querría verlo, no por el momento. La mañana siguiente espero con ansias la llegada de lucy pero ella no volvió, ni el día siguiente, ni la semana siguiente, ni el año siguiente, el no la había vuelto a ver y se odiaba a si mismo ¿Cómo pude hacerle esto? Se repetía a cada momento, soñaba con ella, teniéndola en sus brazos, sus hermosos y grandes ojos chocolate, su delicioso aroma y sus labios.
Sus costumbres no habían cambiado, el seguía saliendo con mujeres, pero tenia un limite, no se permitía enamorarse ni salir con mujeres que jamás habían experimentado el sexo, en pocas palabras no quería volver a robar la inocencia de nadie mas, tener una infancia dura y solitaria le había puesto en la mente la idea de jamás tener hijos, decía que seria un padre fatal y que seguramente odiaría al niño y a la madre.
si les gusto espero que comente, sin insultos por favor, no se bien como funciona esto asi que si encuentran algún error o me quieren ayudar lo aceptare gustosa. aun no me decido si hacer escenas lemon (ya que nunca las hice) pero si alguien por ahí me quiere ayudar plis lo necesito(a).