Disclaimer: Avatar: The Last Airbender no me pertenece, utilizo los personajes para mi propia diversión y no de forma lucrativa.

Este fic participa en el Reto Drabble "¡Dame mi palabra!" del foro el ¡El cometa de Sozin!

Pues vengo a entregar mi primer Drabble que es para un reto. Mi palabra fue Triunfo y espero que haya cumplido con las expectativas. El primero que hice fue de Bumi en su coronación como Rey de Omashu pero no me convenció y lo borre, luego hice uno de Zuko y el tío Iroh pero salió muy fluff así que me decidí por hacer este que salió casi de la nada (?) En fin…

Vote for Altair! (inserte imagen de propaganda electoral) jajaja


Palabras: 355 (No se cuenta el Disclaimer y las notas)


Su mayor logro y aquel que le había devuelto su honor no había sido subir al trono, ni vencer a Azula o rebelarse contra su padre. Su mayor logro fue darse cuenta de lo que estaba haciendo, poder separar los caminos del bien y el mal, abrir los ojos ante la guerra sin sentido que su nación había iniciado y terminarla de una vez por todas. Muchos de los conservadores reclamaban que habían perdido, que la nación había sido humillada por su propio Señor del Fuego pero él sabía que no era así.

Zuko había ganado, él no perdería nunca más.

Por eso frente al imponente monumento que se alzaba en el centro de Ciudad Republica recordando a los caídos en la guerra su pequeña hija avanzó con aquella pulcritud que le caracterizaba acompañada de su esposa dejando una ofrenda floral representando a la Nación y a la Familia Real a los pies del monumento.

Siguiendo la costumbre que se había autoimpuesto desde que se había levantado el monumento hizo una profunda reverencia y luego se arrodillo. Silenciosamente a nombre de la Familia Real cada año rogaba por el perdón de las cuatro naciones y de todas aquellas familias que habían sido destruidas por la guerra a los largo de los 100 años.

La primera vez que lo hizo fue de forma espontánea en el mismo lugar con la diferencia de que el Avatar Aang estaba frente a él también. Regresando a la Nación, los Sabios del Fuego, los consejeros reales, ministros y varios nobles le cuestionaron sobre su acción, diciendo que había perdido el honor por el que tanto había peleado.

Pero no.

Ellos no comprendían. Su honor seguía intacto, estaba siendo humilde y sincero y hasta el día en el que muriera él seguiría rogando en silencio por que todos aquellos a los que la guerra había dañado le perdonaran a él y a su familia las atrocidades cometidas.

Él no perdió su honor pidiendo perdón, al contrario a lo largo de los años gano el respeto de la Ciudad y de la mayoría de las naciones, ese, ese era su mayor triunfo.


Espero que les haya gustado :D

¿Reviews? Por fi c: se los agradeceré de corazón por ser el primer drabble.