¡Hola, nueva aventura!

Quería esperar a mañana para publicar el primer capítulo, pero es que ¡NO PUEDOOO! Tengo muchas ganas de traeros esta historia. Espero que la disfrutéis tanto como las otras :D

Es de Colubrina (tengo su permiso y todo está en regla) y tiene 50 capítulos, terminada de hace poco y con muchas ganas de darse a conocer, espero que la recibáis con los brazos abiertos. Es un Dark Dramione, así que estáis avisados ;)

Este es el enlace a la historia original:

www (punto) fanfiction (punto) com /s/ 10654712 /1/ Lady-of-the-Lake (Quitad los espacios)

Por estar tan ansiosa, creo que entre mañana y pasado subiré el segundo capítulo (realmente el primero xD) y después me tomaré unas dos semanas libres de traducciones para escribir el siguiente capítulo de Pesadillas y algún que otro reto (puede que tarde menos según la inspiración, aunque me veo con fuerza). En fin, ¡A LEER!

Disclaimer: Ni los personajes que le pertenecen a la maravillosa J.K Rowling ni la trama de esta fantástica historia que le pertenece a Colubrina (encontrareis el enlace a la historia original en historias favoritas, en mi perfil), son de mi propiedad, yo sólo traduzco la historia para que pueda llegar a más gente.


.- Una historia de Colubrina -.


Prologo

Esa era la tarea que ella había hecho, todas esas tareas que había hecho y corregido durante años. Bueno, eso y que ella había elaborado los planes, hecho la investigación y una vez que todo hubo terminado de alguna manera se había convertido en el caballo perdedor. Era la compañera y compinche de Harry y Ron, el elegido y su mejor amigo. Era exasperante. Se había pasado meses pensando como todo había fallado después de la guerra, como habían aprovechado perfectamente los vacíos de poder con el dinero y la fama. Ella no utilizaba ni su dinero ni su fama. Podía manejar las cosas mucho mejor. Realmente no se podía confiar en otras personas para tomar decisiones.

Por ejemplo, ¿por qué llamarse "Señor Oscuro"? Honestamente, si básicamente quería anunciarle al mundo: "No soy para nada bueno", era una maldita manera genial de hacerlo, pero para un hombre que quería hacerse con todo el poder, era una manera bastante estúpida. Una mujer que realmente quisiera hacerse con todo el poder sería lo suficientemente inteligente para ponerse un título como: "Ayudante Adjunta de Investigación de Intranscendentes Usos Incorrectos de Objetos y Traducciones Rúnicas", que poco a poco iría adquiriendo secuaces, poder e influencia hasta que fuera condenadamente tarde para que nadie pudiera hacer nada al respecto. No podrían desplegar sus fuerzas para acabar con una Ayudante Adjunta de Investigación; parecerían estúpidos.

Empezó a golpear suavemente la mesa con sus dedos, observando a Harry y Ron esperar en la barra. Ninguno de los dos le devolvió la mirada, dudaba que supieran que estaba allí, sentada en las sombras, observando cómo se bañaban en su gloria.

- ¿Sientes un escozor en el culo, Granger?

- ¿Qué quieres, Malfoy?

- Sólo estoy disfrutando del espectáculo. Te has deshecho de ellos, ¿verdad? ¿La Tercera en discordia? – se marchó, volviendo al cabo de un momento con una nueva bebida, no, Hermione supuso que era la primera y entonces arrojó el periódico de hoy delante de ella; otra recopilación de selectivas noticias. En la primera plana Harry y Ron le sonreían radiantemente a la cámara, con los brazos rodeando los hombros del otro. "Conoced más sobre los Heroicos Chicos que Salvaron el Mundo Mágico".

A veces esos patéticos espectáculos de circo le daban ganas de vomitar.

Hermione se volvió para mirar al chico – hombre – que se había sentado en la silla frente a ella. Todavía seguía siendo bastante atractivo, con ese pelo rubio y esa ridícula estructura ósea. Tenía una maliciosa mirada en sus ojos, pero claramente la estaba dirigiendo hacia la barra del bar, no hacia ella.

Hermione sospechaba, que estaba destinada a ser el público para que él pudiera despotricar sobre lo mucho que odiaba Harry y Ron. Así que le interrumpió antes de que empezara.

- Opté por no participar en todo este circo y fui rápidamente desacreditada en la narración. No sufrí y me sacrifiqué para encubrir esta gestión. Así que, sí Malfoy, se podría decir que me he deshecho de ellos. Imbéciles. – disparó por lo bajo – Simplemente no puedo creer que después de todo lo que el Ministerio le hizo a Harry se haya involucrado en este maldito circo. Creí que íbamos a reformarlo…

- … ¿todo? – bufó el rubio - ¿Creías que ibas a arreglar las cosas para mejor? Hacer que todo fuera justo y equitativo y cosas así. Me sorprende que fueras tan estúpidamente ingenua. Siempre te di el crédito suficiente por ser el cerebro de ese grupo. Fallo mío, supongo. – suspiró - ¿Ni siquiera quieres llevarte el crédito por lo que hiciste?

Hermione se mordió el interior de la mejilla.

- Lo quería, cuando pensaba que ese crédito se traduciría en poder y así ser capaz de…

- … ¿reformarlo todo?

- Sí. – contestó golpeando con sus dedos el diario; hurgando en la cabeza sonriente de Ron. La imagen de Ron se apartó de sus dedos cuando empezó a golpear cada vez más fuerte hasta acorralar a las dos figuras en una esquina de la imagen. Draco Malfoy la observaba, claramente fascinado – Sin embargo, ya no creo que vuelva a preocuparme por esa reforma. Creo que podría convertirme en una investigadora adjunta. En Ayudante Adjunta de Investigación de Intranscendentes Usos Incorrectos de Objetos y Traducciones Rúnicas, para ser más preciosos. Creo que sería tan aburrido y mediocre que nadie me echaría un segundo vistazo.

- ¿Eso es un título robado o realmente pretendes desvanecerte dentro de un trabajo oscuro y tedioso?

- ¿Tú que crees?

- Creo que empiezas a interesarme. – dijo mirándola fijamente y después arrojó algo de dinero sobre la mesa - ¿Te gustaría unirte a mí para tomar otra bebida lejos de esta vulgar multitud?

- No creo que vaya a ir a ningún sitio privado contigo. Perdona mi frío cinismo al no confiar en un hombre que intentó asesinar a su director en el colegio.

- Fue una estúpida orden.

- Le ruego que me perdone, señor… - no es que no estuviera de acuerdo con él, pero estaba interesada en las razones que le habían llevado a eso.

Draco se encogió de hombros y volvió a recostarse contra su asiento, con su atención fija de nuevo en la barra.

- Realmente el terrorismo no es una forma efectiva de golpe de estado. Entrar en el Ministerio, anunciar que se está a cargo y distribuir de alguna manera pan y circo para apaciguar a las masas, podría haber funcionado. Es mejor aún tener un testaferro en ese puesto y controlar las cosas desde las sombras. Pero ese necio no estaba interesado en los detalles mundanos del poder, a él sólo le interesaba la violencia. Era como un niño delirante, arrasando con todo. No tenía ningún sentido de estrategia.

- ¿Y cómo… - empezó a preguntar Hermione - … lo habrías hecho tú?

Draco dirigió la mirada hasta ella y sonrió.

- No es del todo una pregunta casual, ¿no crees? – se encogió de hombros – No me gustaría acabar con un identificativo tatuaje y espeluznantes fuegos artificiales. Mantenerme con un perfil bajo, creo que has sugerido, Ayudante Adjunta de Investigación. Coleccionar lentamente seguidores cuya lealtad fuera incuestionable y evitar la tentación de torturar a voluntad. Está bien que la gente te tema, pero que te teman por ser un loco impredecible, bueno, me he percatado de que con eso no cosechas éxito. Introduciría a mi gente en posiciones de creciente importancia en el gobierno, mientras manipulo la opinión pública. Las elecciones que me nombrarían Ministro serían lo último, para que todo el mundo que participara, fueran los mismo que me animaran a presentarme a ese puesto. La publicidad es una herramienta mucho más fuerte que la violencia. Ave Cesar. – finalizó alzando su copa frente a ella simulando un brindis.

- ¿Y por qué no has puesto este excelente plan en práctica?

- Malfoy no es un nombre que inspire a la gente en estos tiempos. Sólo un poco de desprecio. Eso es algo que complicaría las cosas. Realmente no hay nadie en la sociedad de sangre puras que inspire a las masas plebeyas. Tú podrías hacerlo. – dijo mirándola fijamente - Excepto por el problema de tu sangre sucia. Como Heroína de Guerra jugarías a tu favor, especialmente desde que has sido relegada fríamente por el actual partido de poder; a las antiguas y arraigadas familias realmente no les importa Potter. Pero los prejuicios por el estatus de sangre son demasiados como para superarlos. Una lástima, verdaderamente.

Hermione se inclinó sobre la mesa y recogió la varita del rubio. Era una grave violación de etiqueta, muy poco común y al instante Draco intentó volver a agarrar su varita, pero la chica la mantuvo fuera de su alcance.

- Por Merlín, Granger, no puedes ir por ahí simplemente arrebatando la varita a las personas. ¿Qué pasa contigo?

- ¿Hablas tranquilamente de un plan para la revolución y después te quejas sólo por qué he tomado tu varita? ¿Por qué no debería convocar a un Auror y denunciarte ahora mismo? – dijo esto mientras pasaba los dedos por toda la superficie de la madera, al tiempo que inclinaba la cabeza hacia un lado. Draco estaba fascinado por el movimiento de sus manos, casi las podía sentir en su piel mientras las movía sobre su varita.

- Porque, - finalmente jadeó cuando ella dejó de mover los dedos y le apuntó con su propia varita – Porque quieres llevar a cabo el plan, porque estás ahí sentada contemplando vengarte de la gente que te ha relegado, por asumir el control y hacer las cosas correctamente. Porque eres lo suficientemente inteligente, pero casi totalmente transparente y puedo leer casi cualquier pensamiento que tengas, ya que está escrito en todos los rincones de tu cara. Porque, por Merlín deja de apuntarme y devuélvemela, serías un infierno como Dama Oscura y eres lo bastante inteligente como para no rechazar mi ayuda si te la ofrezco.

- Merlín no, Malfoy. – Hermione tomó una profunda respiración – Nimue. - hizo un gesto con la varita hacia la barra y a Draco le tomó todo su autocontrol no arrebatársela – Ellos son Merlín. Y yo voy a encerrarlos en un árbol. Metafóricamente hablando, por supuesto.

Draco sostuvo su mano en el aire, como una súplica silenciosa para que le devolviera la varita y la chica la dejó en su palma, dejando allí la mano por un momento, logrando que él sintiera salvajemente el aumento de los impulsos en sus venas.

- La verdad es, – continuó Hermione, con su mano todavía sobre la de Draco, pero hablaba de manera casi totalmente indiferente, como si no estuviera admitiendo sus planes de insurrección, como si no estuviera aceptando su ayuda. Seamos honestos, su oferta, estaba embriagada de lealtad – que la ruta más eficaz hacia el poder sería unir o dividir a la gente en torno a una preocupación ya existente. Por desgracia, el problema más polémico de la sociedad mágica es la cuestión del estatus de sangre y como tú has señalado, no estoy precisamente en ventaja sobre ese punto.

- ¿Qué pasaría si fueras una sangre pura?

- ¿Qué pasaría si del cielo llovieran galeones?

- No. Estoy hablando completamente en serio. Si hicieras creer que eres una sangre pura, podrías hacerlo.

- ¿Y cómo, exactamente, iba a hacerles creer algo tan patentemente falso?

- Rumores.

- ¿Qué?

- Bueno, no puedes simplemente salir ahí fuera y anunciar que no eres una sangre sucia. Nadie te creería y, además, tal falta de delicadeza es patética. No. Empezamos un rumor de que eres sangre pura. Simplemente un par de susurros en el sitio adecuado: tiene que ser una sangre pura, realmente crees que una sangre sucia sería tan poderosa, tan rápida para adquirir magia. Publicidad. – finalizó encogiéndose de hombros, pero sin retirar su mano de la de ella – Los prejuicios innatos de las personas harán el resto. Sería de gran ayuda si fuéramos pareja. Nadie que me conozca pensaría que yo saldría con una sangre sucia.

- Y cuando alguien me pregunte, - reflexionó Hermione – Simplemente lo negaré.

- Mejor aún, ni lo niegues ni lo afirmes. "Tengo el mayor respeto por las personas que me criaron y nunca les negaría eso". – Draco se pasó la lengua por sus labios – La obsesión de los sangre puras por la lealtad familiar también terminará beneficiándote. "La chica es tan leal que ni siquiera va a acusar a sus padres adoptivos. La sangre saldrá a la luz, una nacida de muggles nunca sería tan fiel". Y así sucesivamente.

- Tú, Draco Malfoy, estás empezando a interesarme. – Hermione alejó su mano de él y Draco se guardó la varita en el bolsillo – Creo que tomaré esa copa, si la oferta sigue en pie. Podemos hablar de cómo voy a saber si puedo confiar en ti.

Draco se puso en pie y le ofreció su brazo, con la formalidad que le ofrecería a una mujer en una de las reuniones de sangre puras.

- ¿Mi Lady?

- Sí. – contestó ella – Lo soy.