Capítulo 2: La ciudad donde vivimos.

Tras haber pasado dos semanas, Yuzuki, quien había cortado do contacto con Su novio, Haruto, se miraba una y otra vez en el espejo de su ropero. Se sentía una persona horrible y un sentimiento de culpa la atormentaba todos los dias, por haber terminado todo con la persona que la había hecho feliz en tan poco tiempo, cosa que ni su padre había logrado. Ella lo amaba. Él cambió todo su mundo y también el ambiente entre su familia, haciéndola una familia más unida ahora.

—Haruto-kun... —susurra para ella misma mientras una lágrima corre por su mejilla—. Espero que algún día... me perdones...

Ella se ve al espejo y nota cuan deplorable se ve en estos momentos. Intenta sonreír, pero al hacerlo recuerda todos los momentos que estuvo al lado de Haruto y suprime su sonrisa.

—Pero... ya tengo novio... Debo hacer todo lo posible por olvidarme de ti... —sigue susurrando para sí misma, mientras se cepilla su largo cabello azul.

Un nudo en la garganta le impide decir "olvidarme de ti" así como si nada. Sabe que no será fácil hacerlo, después de todo es a alguien que ama desde su infancia que intenta olvidar.

—Desde ese día... Él me dijo que moriría en un año y que sería muy feliz si yo fuese su novia. Y yo acepté como una tonta... Ahora siempre trato de sonreír cuando estoy frente a él para que no se preocupe por mí.

»Sólo quería hacer amigos o amigas, que me hablaran... Él fue el primero en hablarme. Siempre me seguía a todos lados... Más después me reveló que estaba enamorado de mí. Es decir que todo lo que había hecho era para acercarse a mí y tener una buena impresión de él. Al principio lo rechacé, porque ya tenía a una persona maravillosa y no deseaba a nadie más. Además de que decían que era un mujeriego. Pero aun así, siguió insistiendo...

Ella se quedó en silencio, con la cabeza agachada. Empero a los pocos segundos recordó que tenía que ir a clases y levantó la vista, caminó hacia su cama y tomó su maletín; después se dirigió a la puerta. Afuera de su habitación estaba Rin esperándola (quién sabe cuánto tiempo).

—¡Hermana! Tengo que hablar contigo —habló Rin con una expresión muy seria.

—Yo no tengo nada que hablar contigo, Rin. Así que si me perdonas...

—¡Haruto está en Tokyo! —gritó sin más preámbulos. Sabía que si no se lo decía sería en vano intentar hablar con su hermana—. ¡Vino por ti, hermana! Ayer me lo encontré camino a casa. Y también me contó que le has hecho algo terrible...

«¡¿Haruto vino a Tokyo?! ¡¿Por mí?!». —¿D-De qué estás hablando, Rin? N-No hay forma de que él... pueda venir...

Estaba nerviosa y eso era notable, por la forma que hablaba y desvió la mirada para abajo. Ella quería creer que era sólo una mentira más de Rin para poder hablar con ella. Sin embargo se miraba muy seria y no sabía qué pensar.

—¡Se transfirió a un instituto de aquí para pasar más tiempo contigo!

—¡¿Eh?!

Yuzuki quedó congelada al escuchar que él vino a estudiar a esta ciudad con la intención de verla y pasar más tiempo con ella. Ella aún no lo olvidaba, y será imposible hacerlo ahora que él está en la ciudad.

—¡B-Bueno, está bien! ¡Te veo luego, Rin!

—¡Hey, espera! ¡Hermana!

• • • •

De camino al instituto, Yuzuki aún estaba sorprendida, y no podía creer que Haruto haya llegado a tal extremo por ella.

—Creo haberle dejado muy claro todo en esa carta...

«Acepté ser la novia de Kyousuke-kun porque él dijo que estaría siempre conmigo y podría hablar con él cuanto quisiera. A pesar de tener sentimientos por Haruto-kun, me sentía sola... Una relación a larga distancia no era suficiente, quería estar con él y verlo, tomar su mano y salir juntos a citas...

Kyosuke-kun fue el que me devolvió la felicidad por un instante. Muchas veces me había dicho que fuera su novia, pero me negaba puesto que ya tenía a Haruto-kun, y no quería que nada cambiara. Era feliz. A pesar que nadie me hablara.

Faltando únicamente dos días para que Haruto-kun y yo nos viéramos, propiciado gracias al viaje escolar, él me contó un secreto que no se atrevía decirle nadie más (ni incluso a sus amigos más cercanos): que moriría en un año. Al principio pensé que estaba bromeando, pero él me contó todos los detalles de su enfermedad. Y entonces yo... acepté ser su novia inconscientemente. Quería comenzar una nueva vida...

De verdad quería olvidarme de Haruto-kun y ser feliz... pero... Esa noche que nos encontramos, él me besó... Y no voy a negar que no me gustó... Muchas sensaciones se apoderaron de mi cuerpo e involuntariamente, correspondí cada uno de sus besos. Fue en ese momento... que me arrepentí de lo que había hecho.

En la estación, antes de despedirnos, hicimos una promesa... No lo soportaba más... Quería correr hacia él y refugiarme en su pecho, que me abrazara y me perdonara por lo que había hecho. Pero por alguna razón, no pude. Mis pies no me obedecían y no pude hacer nada. Salí de la estación como pude y me recosté en una pared, para luego llorar incontrolablemente.

No quería hablar con nadie más porque seguramente me dirían que soy alguien horrible, alguien que desecha a su novio luego de encontrar a otro. ¡Pero eso no es verdad! No lo es...».

—Ah, como sea. Lo único que puedo hacer ahora es evitar a Haruto-kun... Debí preguntarle a Rin a cuál instituto se transfirió para así evitar caminar cerca de los alrededores de ellos.

Yuzuki se la pasó divagando todo el tiempo que no le prestó atención al camino, e inesperadamente, el instituto al que asiste estaba frente a ella.

—Así que ya llegué...

—Bienvenida, Eba. Al fin nos volvemos a encontrar, tal como lo prometí.

—¡¿Eh?! —levantando la vista y viendo a la persona que no quería encontrarse, increíblemente, ahí estaba él, parado frente a ella, Kirishima Haruto—. ¡¿Haruto-kun?!

Tal fue la impresión, que su corazón en cuestión de segundos se aceleró y lo sentía palpitar a más no poder, sin siquiera tocar su pecho.

—Tenemos que hablar y muy seriamente, Eba.

—¿Eh...?

La chica, en simples palabras, estaba paralizada y su cuerpo no le respondía. Quería salir a toda prisa del lugar, pero no podía. Tuvo que quedarse parada ahí mismo, de mala gana.

—¡Nada de "¿eh?"! ¡Me explicarás por qué me bloqueaste! Vamos.

—¡E-Espera, Haruto-kun! ¡Me lástimas!

«Quiero gritar para que alguien me salve, pero... mi boca no quiere hacerme caso y mis labios no se mueven... Supongo que mi corazón desea estar a su lado una vez más...».

Haruto la tomó de la mano y se la llevó contra su propia voluntad, quién sabe adónde.

• • • •

La trajo consigo al patio trasero del instituto, en el cual había muchas bancas para sentarse. Y ambos tomaron asiento.

—Eba, ¿me explicarás qué está sucediendo? ¿Me dirás por qué ya no quieres que te llame, que ya no te vea?

—Bueno... Más importante, ¡¿qué haces tú aquí, en Tokyo, en el instituto donde estudio?! Además, ese uniforme... es el mismo que usan los chicos de este instituto...

—¿No te lo dijo Rin? Me transferí al mismo instituto adonde tú vas para estar más cerca de ti. Gracias a mis buenas notas, no fue muy difícil convencer al profesor. Y convencer a mis padres, contándoles que tengo una novia muy bella, también fue fácil. Por supuesto, esa novia muy bella eres tú, Eba. Supongo que te llevabas muy bien con ellos...

—Ah... Y-Ya veo... Pero creo haberte dicho que yo ya no soy más tu novia... Y aun así... ¿No leíste la carta...?

«¡¿De qué está hablando?! ¡¿Es que no leyó la carta?! ¡Yo ya no soy tu novia! ¡Déjame y sé feliz con Nanami-chan! Ella... estará siempre contigo y no te sentirás solo...».

—¿Carta...? ¿Qué carta? ¡¿Y cómo está eso que ya no eres mi novia?!

Haruto no estaba enterado de nada y se enfada mucho al escucharla decir que ya no era su novia. Yuzuki, por su parte, pensaba que él se olvidaría de ella al leer la carta y que ya no lo vería más; sin embargo, él no ha leído nada. Y también, se sonroja levemente al escuchar a Haruto llamarla "bella novia".

—Sí... ¿No la leíste? La carta que puse dentro de tu regalo de cumpleaños cuando nos vimos la última vez...

—¿Eh? No... De hecho no he abierto tu regalo aún...

—¿Qué? ¿Es esa tu forma demostrarme que me amas— No, yo... En realidad yo no quise... Etto...

Dándose cuenta que no estaba en posición para decir eso, agacha la cabeza y se queda callada por un momento. Haruto la observa extrañado al verla querer arrepentirse por lo que había dicho.

«No... ¿Qué es lo que estoy haciendo yo? Decirle eso a pesar que ya no lo amo... ¿De verdad ya no lo amo? No... Mi corazón no ha parado desde entonces... No sé qué hacer... Kyosuke-kun, ven por mí...».

—¡Lo hubiera abierto si mi novia no me hubiera bloqueado! Luego que no pude comunicarme más contigo, me afligí y me olvidé de todo lo que me rodeaba. Me olvidé por completo del regalo... Y dijiste una carta, ¿no? ¿De qué carta hablas?

«Así que por haber hecho eso él ya no pudo abrir el regalo... O sea que nunca leyó la carta. ¡Pero basta de eso! Se lo diré de una vez por todas, que tengo novio. ¡Y se lo presentaré si es necesario!».

—Olvida lo de la carta. La verdad es que yo ahora tengo un nuevo novio... —dijo desviando la mirada. Todo este tiempo había estado evitando verlo directamente.

—¿U-Un nuevo novio? ¿De qué hablas, Eba?

Haruto sintió como las palabras tan simples de Yuzuki habían alcanzado llegar hasta lo más profundo de su ser, inquietándolo. Lo que más le sorprendió fue el modo que lo dijo: sin ningún sentimiento o emoción.

—¡Tal como lo oíste! ¡Ahora tengo un nuevo y maravilloso novio que me quiere mucho, así como yo a él! Deberías regresar a tu pueblo, buscar a Nanami, enamorarte de ella y olvidarte de mí...

Las frías palabras de Yuzuki lo habían dejado congelado, por así decirlo. No sabía qué hacer y su corazón, como si de un cristal fino se tratase, prácticamente se había roto en miles de pedazos

—Y-Ya... Ya veo... Así que eso es lo que pasó.

—Sí...

—Y... ¿qué te hizo enamorarte de él? —Ahora Haruto también evitaba ver a Eba—. ¿Me dirás qué tiene él que yo no tenga?

—Pues, verás...

Yuzuki le cuenta de cómo Kyosuke fue alegrando sus días en ese instituto tan aburrido. También le cuenta que en muchas ocasiones él se había declarado y le pedía que fuera su novia. Por último, le cuenta de la enfermedad, y que pronto morirá.

—Bueno, eso es muy típico de ti... Pero aun asi, nunca te creí capaz de hacer algo así. Yo te amaba... no, aún te amo. Kanzaki es sólo un viejo amor que ya he olvida por completo. De verdad, ella ya no me interesa en lo absoluto. ¡La única que me interesa eres tú, Eba! Si tanto querías estar conmigo, me lo hubieras dicho. Aunque fuera contra la voluntad de mis padre y tuviera que saltarme la escuela por unos días, ¡yo de igual manera hubiera venido!

—Haruto-kun...

—Es por eso... ¡que lucharé por ti! —declaró él muy seguro de sí mismo, a la vez levantándose y poniéndose de pie. Y la miró.

—¡¿Eh?!

—No me importa qué tan genial sea ese tal Kyosuke o cuán enfermo esté... ¡Él me arrebató a mi bella novia! No lo perdonaré... Luciéndose contigo, intentar ganar tu confianza y tu amistad, sabiendo que tenías novio... ¡¿Qué se cree?! ¡Le ensenaré su lugar cuando lo vea!

—¡No, Haruto-kun! Me enojaré contigo si intentas hacerle daño a mi novio. Déjalo así, por favor. ¡Seamos amigos!

Haruto apretó con mucha fuerza los puños y miró para el suelo, enojado. No estaba enojado con Yuzuki. Con el que estaba enojado era con Kyosuke. Le quitó a su novia sin siquiera pensar en los sentimientos de los demás. Encima, escuchó esa noche decir a Rin que ella se la pasaba triste. Un motivo más para no perdonarlo.

Se volvió a sentar, la miró con mucha seriedad, se acercó, y la abrazó sin previo aviso. —Eba, yo aún no he aceptado terminar contigo. ¡Porque te amo! Vine a estudiar a esta ciudad para que estamos juntos más tiempo. Fuiste una tonta en pensar que Kanzaki me seguía gustando... Así que, ¡de ninguna manera puedo aceptar ser sólo tu amigo! ¡Tú eres mi novia! ¡Y yo soy tu novio! ¿O es que ya no sientes nada por mí? ¿Tan fácil te piensas olvidar de mí? Si es así, lo comprenderé y no te molestaré más en tu relación con tu nuevo novio.

—Ha-Haruto-kun... Por favor, detente. Yo ya no...

A Yuzuki le sorprendió lo que Haruto había hecho tan de repente, pero no le molestó del todo. Además las palabras finales de Haruto parece que habían llegado a lo más profundo de su corazón, estremeciéndola.

«Quiero decirle que ya no siento nada por él, pero por alguna razón, no puedo... Mi corazón se aceleró demasiado en el momento que me abrazó... Mi cuerpo es demasiado sincero. Al aparecer aún sigo enamorada de Haruto-kun... La razón por la que no puedo decirle que ya no lo amo es porque aún lo sigo amando. Si es así, entonces yo también...

¿A quién intento engañar...? Haruto-kun es el único que me ha hecho sonreír de verdad. Desde que terminé con él y salí con Kyosuke-kun, sólo he fingido... No creo poder ser feliz si Haruto-kun no está conmigo. Siempre me ayudó. Pude regresar con mi familia gracias a él. Nuestra familia se volvió más unida gracias a él. Sin él... posiblemente todas las cosas seguirían iguales que siempre...

No... Yo no quiero... No quiero que la persona que cambió mi mundo me deje. No quiero que la persona que siempre me ayudó me deje. No quiero que la persona que más amo me deje.

A diferencia de Kyosuke-kun, Haruto kun es más decidido y serio. Posiblemente me vuelva a meter en problemas más adelante y Haruto-kun no esté allí para salvarme. Además que a Kyosuke-kun sólo le queda aproximadamente un año de vida, por lo que no estará cuando más lo necesite...

Estaba equivocada... Quería olvidarme de Haruto-kun para que ambos no sufriéramos por el hecho de no estar juntos. Quería hacer con Haruto-kun todas las cosas que una pareja normal haría. Y estoy segura que él también lo deseaba, ya que me lo contaba cuando nos llamábamos. Nos amábamos demasiado que estar separados por la distancia era doloroso, tanto para él como para mí. Es por eso que yo...

Ya no huiré más».

—Haruto-kun, lo siento... —musitó ella en un tono de disculpa, mientras que, a su vez, rodeó su espalda con sus brazos—. Te hice algo horrible... Soy tan despreciable... —Las lágrimas que había estado conteniendo no se hicieron esperar más—. Tú te mereces algo mejor que yo... Incluso después de todo lo que te hice, me seguiste... Estoy tan feliz... No quiero que te alejes otra vez... Quiero que te quedes conmigo... en esta ciudad...

Él asintió y murmuró "Um" y "De acuerdo" en un tono de aceptación.

Y así continuaron abrazados. Ninguno quería verse a los rostros directamente en estos momentos. Querían seguir así, juntos, abrazados: disfrutar un poco más del calor del otro.

• • • •

Se había creado una atmósfera silenciosa desde que se abrazaron. El poco viento que corría soplaba contra ellos y sus cabellos se movían al ritmo de este, haciendo el momento más interesante. Pero sabían que no podían estar así todo el tiempo, o al menos hasta que sonara la campana del instituto. Así que comenzaron separarse y Haruto retornó a su asiento.

—Hablaré con Kyosuke-kun y le diré que he regresado con mi antiguo novio. Que después de todo aún nos seguimos amando.

—Sí... Si quieres te puedo acompañar.

—No, estaré bien sola.

—No lo decía por eso... ¿Huh?

[Suena la campana del instituto]

—Parece que se ha terminado el tiempo... —dijo él volteándola a ver.

—Sí, así parece. Pero gracias a ello pudimos aclarar todo y reconciliarnos —aclaró ella con una sonrisa. Seguidamente, lo volteó a ver y le preguntó—: Oye, Haruto-kun, ¿en cuál salón te tocó?

—Ah, creo que en el A.

—¡¿En serio?! ¡Yo también estoy en ese!

—¡¿De verdad?! ¡Eso es grandioso! —exclamó él alegre—. Así que no sólo vivimos en la misma ciudad y asistimos al mismo instituto, sino que también estaremos juntos en el mismo salón de clases, ¿huh? Parece que el destino por fin nos sonríe y nos dice que debemos estar juntos —dijo él con un poco de nostalgia, viendo hacia el cielo.

—Sí... Todo esto de alguna manera me recuerda a cuando íbamos juntos a la misma escuela de tu pueblo en Hiroshima.

—Es verdad... A mí también me trae recuerdos todo esto.

—Dejando eso a un lado, nosotros también deberíamos ir a nuestras clases o nos regañarán —sugirió ella un tanto preocupada.

—Sí, es cierto. Vamos. En el receso podremos hablar de nuevo todo lo que queramos.

Y dirigiéndose juntos a sus clases tras haberse reconciliado, Haruto y Yuzuki ahora son más felices. Sus vidas desde un principio estaban unidas por el hilo rojo del destino; en algún momento se volverían a encontrar, quisiesen o no.

Yuzuki le aclara que tener una relación a larga distancia era demasiado para ellos que se amaban tanto. Querían hacer todo lo que una pareja normal haría estando juntos. Yuzuki en realidad sólo pensó en Haruto: había renunciado a él para que buscara a Nanami, y así ya no estuviera solo. Pero olvidarlo fue más doloroso y difícil de lo que pensó. En verdad se había enamorado de él.

Siguiendo con la historia, Yuzuki llegó al salón de clases acompañada por Haruto. Él se presentó ante todos apropiadamente, y tomó asiento después de eso. Ninguno de los estudiantes presentó un cambio de ánimo con la llagada del nuevo estudiante. Ahora Haruto ya tiene una idea de lo que debió haber pasado Yuzuki, después de todo a ella le gusta hablar con todos y hacer muchas amistades.

Para el receso, Yuzuki aceptó que Haruto lo acompañase al final, y juntos fueron a enfrentar a Kazama a la cafetería, en donde lo más probablemente lo encontrarían. Antes de entrar se vieron a los ojos y sonrieron, también se tomaron de las manos y entrelazaron sus dedos el uno con el otro. Y caminaron, muy seguros de sí mismos.

—¡De verdad lo siento mucho! No fue esa mi intención en ningún momento.

Kazama, luego de escuchar la historia de la pareja, lo comprende y se disculpa con los dos. Él le contó a Haruto todo lo que Yuzuki estaba pasando, y él simplemente no podía ignorar a una chica tan hermosa como lo era Yuzuki.

—¿Saben...? Esta mañana vi a Yuzuki más animada de lo normal. Ella se volvió desatenta a sus clases y a otras cosas cuando empezó a salir conmigo; muy raramente la hacía sonreír. Pero hoy que entró al salón estaba sonriendo y estuvo más atenta a sus clases. Me preguntaba qué le había sucedido para que estuviera así. Supongo que eso fue gracias a ti, Kirishima.

—Kyosuke-kun...

Y así continuaron los tres platicando de varias cosas hasta el final del receso. También, los tres se hicieron amigos. Kazama le dijo a Yuzuki que si alguna vez quería platicar con un amigo, él estaría allí y la escucharía.

• • • •

~Un mes después - Ciudad de Tokyo - Punto de vista de Haruto~

Hoy, como es sábado, me dirijo a la casa de Yuzuki para ir a nuestra cita. Oh, sí. Ahora la llamo por su nombre. También, me conseguí un trabajo de medio tiempo —cerca de la casa de Yuzuki— para tener algo de dinero. Como novio, no puedo perdonarme que mi novia pague por mí. Todos los sábados y domingo salimos a pasear por los alrededores, y se podría decir que gracias a eso ahora conozco un poco más esta gran ciudad. La ciudad donde vivimos.

Aunque nos veíamos siempre en el instituto los días de semana, la tarea que nos dejaban era demasiado y no teníamos tiempo para vernos en la tarde. También mi trabajo me dejaba sin tiempo. Pero no tengo ninguna queja. Estar juntos y vernos en el instituto es mejor que a estar separados por una gran distancia y no poder vernos en ningún momento. Sin embargo, debido a que mi trabajo está cerca de su casa, ella siempre llega a comprar cosas y hablaba conmigo un rato. Así que siempre terminamos viéndonos en las tarde, después de todo.

Si se preguntan qué pasó con Kazama, terminamos haciéndonos buenos amigos. Al principio tenía una mala impresión de él y sólo quería patearle el trasero por haberse robado a mi novia, pero en realidad era una buena persona. Ah, sí. Él también se consiguió una novia muy hermosa. Apenas había pasado una semana, y, Asakura, una chica de otro salón, le confesó que siempre había estado enamorada de él. Él aceptó sus sentimientos y comenzaron a salir.

—Oh, por fin llegué... —dije parado afuera de la casa de los Eba. Me acerqué a la puerta y toqué el timbre.

Llevarme bien con los padres de Yuzuki fue más fácil de lo que pensé. Ellos me agradecieron por haber hecho que Rin-chan y Yuzuki se llevaran mejor y ya no peleasen más. También me agradecieron por haber cuidado a su hija cuando ella se fue a estudiar a Hiroshima.

—Perdón por hacerte esperar, Haruto-kun —dijo ella al salir de la casa y cerrar la puerta tras de sí..

—No, no hay problema...

—¿No tienes nada más que decirme?

—¿Eh? Ah... bueno, sí. Te ves hermosa, Yuzuki...

Ella en verdad es hermosa. Desde que la vi por primera vez cuando llegó a mi casa lo supe. Pero me negaba a reconocerlo por estar enamorado de Nanami. Justo ahora, ella viste una blusa rosada y una falda blanca, y también usa botas largas, blancas. Pero no es como si importara lo que ella se ponga; ella realmente se ve bien con cualquier ropa que use.

—Bueno, ¿nos vamos? —dijo ella tan enérgica como siempre, con una sonrisa, mientras que a la misma vez pasó su brazo por debajo del mío—. ¿Hm?

—Sí... vamos —asentí yo un tanto avergonzado. Justo antes de irnos, recordé algo que había traído conmigo y le dije a Yuzuki que esperara—. Ah, espera... Hay algo que quiero darte desde hace mucho...

—¿Eh? ¿Darme algo...?

Por supuesto, eso es el collar que le compré hace días, y que no pude dárselo cuando vine a Tokyo durante el viaje escolar.

—Toma —dije yo entregándole una caja blanca, pequeña.

—¡Oh! Es hermoso, Haruto-kun. Gracias.

—Oh, sí... De nada.

Verla sonreír me hace feliz y también que me enamore más de ella. Posiblemente sea su sonrisa lo que me hizo enamorarme de ella en el pasado. No, incluso ahora aún sigo enamorado de su sonrisa. Ella realmente es hermosa.

• • • •

—¡Eso fue muy divertido, Haruto-kun! ¿Tú también te divertiste, no? Es la primera vez que vamos a un parque de diversiones juntos.

—¡Por supuesto! Fue muy divertido porque siempre estuviste a mi lado, Yuzuki...

Puede que por lo emocionado que estaba me haya dejado llevar un poco y dijera cosas innecesarias. Vi a Yuzuki para cerciorarme que ella no estuviera apenada por lo que dije.

—Hm. Yo ta también pienso lo mismo, Haruto-kun.

... Pero fue todo lo contrario. Ella no estaba apenada sino feliz.

«Ahora que lo pienso... ha pasado bastante desde la última vez que la besé... ¿Estaría bien si lo intentara ahora? Nos reconciliamos hace un mes ya, y aún no nos hemos besado desde entonces. Pienso que... está bien... Digo, ¿ella no se molestaría... o sí?

Maldición, ella está tan cerca de mí... Con sólo tomar su mano bastaría, pero... Aún no olvido esa sensación... Quisiera sentirla de nuevo» —pensé para mis adentros.

—Oye, Yuzuki... —comencé llamando su atención—. Sabes... Y-Yo quisiera... «¡Es tan difícil decirlo! ¡No puedo después de todo!».

Ella me volteó a ver preocupada. —¿Qué sucede, Haruto-kun? ¿No te sientes bien?

—Ah, sí, sí. Estoy bien. Es sólo que... Bueno... «¡Maldición, ¿qué estoy haciendo?! ¡Sólo díselo! ¡Ella es tu novia así que lo comprenderá!».

—¿Seguro?...

Sabía que no podía huir más. Y pensar en volver a sentir esa sensación de nuestras bocas juntas, sólo hacía que estuviera muy nervioso.

Me detuve en seco y tomé la mano de Yuzuki. Ella se sorprendió un poco, pero luego se preocupó y me vio.

—¿Haruto-kun...?

«¡Ya no huiré más!». —Oye, ha pasado mucho desde que nos besamos. Yo quisiera... Una vez más...

—¿Quieres besarme, Haruto-kun? —Sonrió. —Entonces lo hubieras dicho desde un principio... Yo en verdad te amo.

—Yuzuki... Sí... Perdón, siempre he sido muy lento.

—No te preocupes. Bueno, entonces...

Yuzuki se paró en frente de mí, y yo instintivamente posé mis manos sobre sus hombros; ella también hizo lo suyo y rodeó mi espalda con sus brazos. Lentamente nos fuimos acercando, y nuestros labios finalmente se acoplaron entre sí. No había duda; esa sensación es imposible de describir con palabras. Sus labios, húmedos y blandos, se sienten tan bien... Continuamos besándonos una y otra vez, asimismo como la última vez que nos vimos en esta ciudad.

Finalmente, como prueba de nuestro gran amor, nos profundizamos en un largo beso, que duró cerca de dos minutos —sino más—. Pero todo lo bueno tiene que acabar. Y como la falta de oxigeno pronto se estaba haciendo necesaria, nos separamos.

—Siempre que quieras besarme o tomar mi mano, sólo hazlo. No me enojaré ya que te amo demasiado. No tienes idea cuán enamorada estoy de ti, Haruto-kun.

—Yo también te amo demasiado, Yuzuki.

Y así terminó nuestra cita. Nos vimos a los ojos, sonreímos y nos tomamos de las manos, entrelazando nuestros dedos entre sí. Luego proseguimos nuestro camino, felices.

Estoy seguro que esta relación perdurará por siempre. Nos amamos demasiado, que con sólo esto no es suficiente... Más adelante, cuando terminemos la universidad, le propondré matrimonio. Y entonces sí estaremos juntos por siempre, hasta que la muerte nos separe...

FIN.

¡Por fin terminé esto! Me encantó demasiado esta pareja, que si no escribía una historias por lo menos, no estaría tranquilo. Realmente quedé con un gran vacío existencial cuando terminé el manga. Esta historia (la del manga, no esta) me hizo experimentar toda clase de emociones y sentimientos. Así que aquí estoy, escribiendo una historia que, aunque no quedó como yo quería, al final terminó muy linda y romántica. ¿Qué les pareció? ¿Les gustó? Dejen un review si es así. :D

Sayounara, minna. :)