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Lucky Number 13

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Resumen: Hinata llevaba tiempo enamorada del mejor amigo de su hermano, y vio su oportunidad de que su amor fuese correspondido cuando este le dio un beso en un evento de besos que hubo en su instituto, pero no pensó que aquel beso traería consecuencias; que se volvería un desastre y que acabaría con que el instituto entero la odiara. Solo esperaba que su príncipe pudiera salvarla de los malvados que la rodeaban.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen, le pertenecen a Masashi Kishimoto pero la historia es de mi total autoría. Lea bajo su propio riesgo y si la historia no es de su agrado, no la lea.

Advertencias: OOC (Out of Character)

Rating: T (+15)

Notas: La historia fue escrita en formato original y por eso un poco la diferencia entre las personalidades y actitudes de los personajes, pero quise publicarla aquí en Fanfiction porque quería hacer algo con NaruHina una vez más. También espero que esta historia sea de su agrado.

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Capitulo 4

* Charming Prince *

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"I'm not waiting for a prince, I'm waiting for someone who'll treat me like his princess"

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Una semana después…

Había regresado a su casa al fin. Había salido del hospital unos días antes y estaba de vuelta en su vida escolar, la cual no era muy divertida, pero le encantaba de todos modos. Si, era algo rápido, pero odiaba estar en casa haciendo nada, así que había decidido volver a pesar de que aún tenía puntos de sutura en su cabeza y un brazo escayolado.

Cuando regreso al instituto y a su salón, todas las chicas la ignoraron. Bueno, era mejor que recibir sus bromitas y de todos modos no le importaba, solo necesitaba a sus amigas en su salón y después a nadie más. Iba a seguir viviendo su vida estudiantil como siempre, sin problemas y se graduaría de la misma forma en dos años más.

El instituto en si estaba tan tranquilo que era increíble, casi no creía que se hubiese armado un revuelo antes cuando Shion la empujó por las escaleras. Había sabido por boca de Sasuke y de sus amigas que la primera fue expulsada del instituto y las chicas que la ayudaron castigadas, aunque Hinata era una chica buena, ella se alegraba de esto. Había personas como ellas que se lo merecían, pero bueno, ya era un episodio pasado que intentaba olvidar y cuando decía olvidar, iba a olvidar todo, incluyendo sus sentimientos por Naruto.

Hinata soltó un suspiro.

La última vez que vio a Naruto fue cuando este fue a su habitación en el hospital a pedirle perdón y a decirle que la amaba. Hinata se llevó una mano al corazón y miró por la ventana de su salón, hacia el vasto cielo azul. Tenía que admitir que una parte de ella saltó de felicidad cuando escuchó las palabras que siempre había anhelado escuchar salir de sus labios pero… La otra parte, la razonable, le dijo que él solo había estado jugando con ella, que quizás él lo dijo solo para hacerse el bueno y justificar sus acciones.

Soltó una carcajada irónica. ¿Qué era eso de que estaba enfadado por su rechazo? Era lo más estúpido que había escuchado. No era una chica tan bonita y sexy como le gustaban a Naruto, era imposible que él se sintiese atraído hacia ella, además, él siempre la ignoró y de la nada saltaba que estaba enamorado de ella. Era tan falso.

—Hinata…—murmuró una voz femenina.

Hinata miro hacia Ino quien estaba sentada en el puesto frente a ella.

—¿Qué sucede Ino-san?—preguntó Hinata con una sonrisa.

Ella hizo una mueca y levantó un dedo hacia el otro lado del salón. Hinata siguió su dedo hasta la puerta del salón, en donde había una figura masculina que ella conocía muy bien. Hinata borró la sonrisa y entrecerró los ojos. ¿Qué hacia él allí?

—¿Qué será lo que quiere?—preguntó Hinata volviendo la vista hacia el frente, ignorando la presencia de Naruto en su salón.

—¿No es obvio?—murmuró Sakura—Quiero hablar contigo.

—¿Otra vez?—Hinata bufo molesta y apoyó la barbilla en su mano buena—Ya le dije lo que tenía que escuchar.

—Sí, pero si conoces a Naruto sabes que él no va a rendirse…—dijo Sakura.

Hinata se encogió de hombros.

—Pues que lo haga, no sirve de nada.

—Mueres por Naruto—dijo Ino—Sé que él fue un estúpido y cometió algunos errores, pero no debes torturarlo de esa forma. Si no quieres tener algo con él, está bien, lo entiendo, pero perdónalo. Odio verlo de esa forma…—dijo Ino mirando hacia la puerta otra vez—Es deplorable.

Hinata miró por el rabilo del ojo, Naruto seguía allí, parado sin moverse y mirando hacia ellas. Él estaba apoyado en el umbral y cruzado de brazos. No podía ver su expresión desde donde estaba pero se veía algo decaído.

—¿Y mis sentimientos que?—preguntó Hinata ya que al parecer a Ino se le había olvidado lo mucho que ella sufrió por Naruto.

Ino hizo una mueca.

—Sí, sé que es duro cuando te hieren pero…—comenzó a decir pero fue interrumpida por Hinata.

—Tú no has estado en mis zapatos—le dijo Hinata en un tono tosco.

—No, pero se lo idiota que son los chicos—espetó ella y se rió con ironía—Mi novio se acostó con una chica en el sofá de mi casa y yo lo vi, vi como él disfrutaba cogiéndosela—se tapó la cara con las manos—En ese entonces estaba tan enamorada de él que verlo me rompió el corazón pero después, cuando empezamos a estar juntos me dijo lo muy arrepentido que estuvo por ello—ella dejo caer las manos y en sus labios había una sonrisa de enamorada—Sai solo había querido molestarme para que me olvidase de él y no quería que me siguiera obsesionando pero al final cayo y no es por alardear pero las cosas se arreglaron y estamos bien.

—¿Cómo estas tan segura?—preguntó Hinata dudosa.

Los chicos eran unos engendros imbéciles y tendían a no apreciar las cosas por muy buen chico que fuese, ella no se fiaba mucho. Sabía que estaba siendo una idiota, no tenía mucha experiencia pero con lo que había experimentado era suficiente. Si, pensaba en un futuro volver a enamorarse pero esto no estaba en sus planes por ahora.

—Sai cambio para bien—murmuró con orgullo Ino y parecía segura.

Hinata desvió la mirada. No podía verla. Era una tonta.

—Yo pienso que las personas cambian, Hinata—dijo Sakura entonces y Hinata la miro—Sabes cómo era Sasuke pero desde que estamos juntos es diferente, es más dulce y más amable, me encanta que haya cambiado para bien…—murmuró Sakura con una expresión de amor la cual hizo que Hinata rodeara los ojos.

—Sasuke siempre fue así lo que pasa es que se hacia el duro…—dijo Hinata. Su hermano solo había actuado de esa manera para hacerse el duro y el mejor de todos, solo había sido una fachada que este había creado para hacerse popular y conseguir más chicas. Lo había escuchado decir que a las chicas les gustaban los chicos malos y Hinata concordaba con él. Definitivamente las chicas caían más por chicos malos que por los chicos buenos.

—Pues mi hermano es igual…—dijo Sakura cruzándose de brazos—Él también es así. Se hace el chulo para ser el mejor—murmuró ella echando un vistazo hacia la puerta.

—Yo no lo creo.

—¿Crees que lo conoces mejor que yo?—preguntó Sakura arqueando la ceja.

Hinata volvió a encogerse de hombros.

—Solo ya no me importa y dejen el tema—dijo Hinata acariciándose el ceño—Me están poniendo de mal humor.

Si y era tan extraño que se pusiera del mal humor. Desde que comenzó todo este show con Naruto y sus fanes su humor se había tornado negro, había dejado de ser la alegre Hinata y se olvidó de su anterior ser. Hinata arrugó los labios. Pero era mejor, así no se ilusionaba como antes. No importaba lo mucho que dijeran, ella ya había tomado su decisión.

—Bueno tú sigue hundiéndote en tu vaso de agua Hinata—murmuró Ino algo enfadada y levantándose de su asiento—Espero que no te arrepientas.

Ino se fue y Sakura suspiro. No dijo nada solo se acomodó en su asiento y sacó su móvil, culminando su conversación. Hinata soltó un bufido y se puso a lo suyo, a estudiar. Necesitaba que Sakura e Ino entendieran pero por mucho que hablaban, estas seguían con la misma idea de que debía de perdonar a Naruto. No señor, no se lo iba a poner tan fácil. Si, era posible que en un futuro lo perdonase, ya que sus familias eran muy cercanas, pero no lo haría tan reciente.

Tendría que aguantarse así como ella se aguantó cuando él estuvo dándole la espalda.

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¿Cuánto tiempo había pasado desde que ella comenzó a ignorarlo?

Mucho tiempo.

Naruto bajo la cabeza. Tanto tiempo que incluso era el día de la graduación del último año. Naruto soltó una risita y se tapó la cara con una mano. La ceremonia de graduación ya había culminado y se había marchado ni bien recibió las felicitaciones de todos sus allegados, había vagado por el instituto hasta que llego a parar al salón de la chica que amaba.

Desde el día que ella volvió al instituto luego del accidente, Naruto siempre estuvo buscándola y mirándola. A veces iba a su salón y la observaba sin que ella se diese cuenta y otras veces mostraba su figura pero Hinata terminaba ignorándolo. Si, así mismo como él hizo con ella antes del accidente. Era tan doloroso y se sentía mal al recordar que ella había pasado por lo mismo. No tenía perdón alguno.

Naruto entró en el salón de Hinata y buscó su lugar. Ella se sentaba en el último asiento de la última fila pegada de las ventanas. Cerró la puerta detrás de él y caminó hacia el puesto de Hinata. Bajo la mirada y miro el pupitre, pasó la palma de su mano derecha por la superficie de madera y sonrió mientras veía que en una esquina había una carita sonriente en negro. Se preguntó cuándo la había hecho, paso un dedo por las líneas, esta parecía hecha con rotulador permanente. ¿Habrá sido cuando había estado sufriendo por aquellas chicas que la molestaban?

Frunció el ceño y deseó retroceder el tiempo, pero solo era un simple deseo ya que lo hecho estaba hecho, no se podía cambiar. Le gustaría ver como ella le sonreía otra vez. Naruto se movió y tomó asiento en el pupitre de Hinata, el cual el año próximo no sería el mismo ya que las chicas cambiarían de salón. Naruto bajo la cabeza y se acostó sobre la superficie de la mesa del pupitre. Cerró los ojos. El tampoco estaría por allí, se iría a la universidad en unos meses y estaría mucho más lejos de Hinata ya que se quedaría en un dormitorio perteneciente a la universidad, serían pocos los momentos que podría verla.

Sería otra tortura más porque aunque ella lo ignoraba, Naruto se contentaba con tan solo verla. Ella iluminaba sus días negros, era como su rayo de sol. Naruto sonrió y apretó los labios. Ella había estado hermosa hoy, llevaba un vestido negro muy ceñido a su figura el cual dejaba unas torneadas piernas, que no sabía que ella tenía, al aire. La verdad es que nunca pensó que Hinata sería tan sexy. También llevaba el cabello en un moño en lo alto de su cabeza y unos tacones de quizás doce centímetros. Estaba hermosa su chica. Tan despampanante. Se había quedado obnubilado por Hinata.

Cuando habían estado recibiendo las felicitaciones después de que les dieron sus diplomas, sus familias habían estado juntas y Hinata había estado con ellos. Naruto no había podido apartar la mirada de ella y Hinata se dio cuenta de su profunda mirada, porque para Naruto no paso por desapercibido el sonrojo en sus mejillas, él había deseado caminar hacia ella y besarla otra vez…

Sonrió. Si, le gustaría besarla otra vez. Su primer beso no lo disfrutó mucho aunque había estado casi cerca de tocar el cielo con las manos cuando sintió sus suaves labios pero el lugar no había sido el correcto. El segundo beso fue tan rápido y él había sido un poco brusco, había tomado sus labios una vez más sin su permiso. Le gustaría besarla con su consentimiento y que nadie los detenga, tener todo el tiempo del mundo para besarla. Acariciar su cuerpo y estar junto a ella para toda la vida. Dios. La amaba mucho. Sintió los ojos arderle y parpadeo para alejar las lágrimas. Putas, estas salieron a pesar de que les dijo que no lo hicieron.

Odiaba esto. Era un imbécil y no sabía cómo arreglar las cosas con Hinata. ¿Qué demonios iba a hacer para que estuvieran bien otra vez? Había estado pensando en muchas cosas pero al final todas se fueron al retrete. Alguien debería iluminarlo…

—¿Qué estás haciendo?—preguntó una voz femenina.

Naruto abrió los ojos y miro hacia donde venía la voz. Una chica vestida con un corto vestido formal se color crema estaba parada en la puerta del salón. Oh, no había escuchado abrirse la puerta, había estado tan concentrado pensando en Hinata. Naruto se pasó un dedo por debajo de los ojos para limpiarse el rastro de las lágrimas.

Se puso derecho y se arregló la camisa. Sakura se acercó a él y le sonrió con una cálida sonrisa. Naruto se la devolvió, ella había sido su soporte, siempre hablaban y ahora más que antes, sobre todo de Hinata, ella dándole algunos consejos. ¿Por qué esto no paso antes? Oh, espera. Ella le había hablado sobre las burlas de las chicas hacia Hinata pero el simplemente se había hecho la vista gorda.

—Es el pupitre de Hinata…—señaló Sakura y Naruto sonrió otra vez.

—Sí, sé que lo es…—murmuró mirando la superficie de madera y la carita sonriente—¿Cuándo ella hizo esto?—le preguntó a su hermana señalando la cara feliz.

Sakura se quedó pensativa un momento, cambio el peso del cuerpo a otro pie mientras se cruzaba de brazos, luego sonrió.

—Lo hizo cuando regreso del hospital…—dijo ella.

—Ah, ya veo…

—Su pupitre había estado todo sucio de palabras obscenas puestas por las chicas. Lo habíamos limpiado para su regreso pero al parecer algunas de tus fanes no les importaba que si fueran cachadas serian llevabas a detención. Así que ese día estaba también igual de sucio y cuando Hinata lo limpio, la dibujó—se encogió de hombros—No sé por qué lo hizo.

Naruto asintió y carraspeo.

—¿Ya nos vamos?

Sakura asintió.

Como la graduación había sido en la tarde, los padres de Sasuke y sus padres habían decidido hacer una celebración para los dos graduantes en casa de los primeros y ahora tenían que marchar hacia allí. Naruto se puso de pie y pero fue rápidamente rodeado por los pequeños brazos de su hermana pequeña. Sakura lo abrazó con fuerza y enterró la cabeza en su pecho. Naruto sonrió y pasó sus brazos por el cuerpo de su hermana, le acarició la cabeza con ternura.

—Sakura-chan…

—Aun no te rindas—dijo Sakura y Naruto arqueó las cejas. ¿Rendirse?

—Yo…

Ella levantó la cabeza y lo miró. Sus ojos verdosos brillaban.

—Ella todavía te ama Naruto…—murmuró Sakura y Naruto la miro sin creérselo. No lo creía.

—Yo…—comenzó a decir pero desvió la mirada. ¿Cómo era posible? Cuando hablaron en el hospital ella le había dicho que lo amaba pero que no podía perdonarlo, del accidente habían pasado dos meses y Naruto estaba seguro de que sus sentimientos por él habían cambiado—No es posible…

—Si lo es—le aseguró Sakura, ella se veían tan entusiasmada—Te ama aun pero es el orgullo que la detiene, ¿sabes? Hinata siempre quiso estar a tu lado pero la lastimaste y es duro olvidarse de ello de la noche a la mañana—Sakura suspiro—Ella solo necesita tiempo…

—¿Tú crees?—preguntó algo esperanzado Naruto.

La sonrisa de Sakura se amplió más.

—Claro que lo creo.

—¿Entonces que debería hacer?—preguntó Naruto alejándose de su hermana y tirando de su cabello rubio con una mano. Estaba algo desesperado. A veces ni dormía porque pasaba las noches pensando en ello.

—Esperar…

—¿Mas?

Sakura arqueo una ceja y volvió a cruzarse de brazos.

—¿No la amas?

Naruto se ruborizo y asintió.

—Si…

—Entonces si la amas sabrás esperar.

Si, él no debía de tirar la toalla todavía. Tenía esperanza todavía.

La puerta corrediza del salón se abrió haciendo un sonoro sonido, Naruto y Sakura miraron hacia allá. Un chico alto con el pelo oscuro ataviado en un traje igual de oscuro que su pelo fue quien abrió la puerta. Su mejor amigo Sasuke caminó hacia ellos y una vez cerca, envolvió a su novia entre sus brazos. Sakura soltó un chillido pero no se alejó de Sasuke.

Naruto sintió una pizca de envidia pero movió la cabeza, ignorándola. Debía de estar feliz tanto por su amigo como por su hermana, ellos tenía una buena relación. Sasuke a pesar de que era un cretino no había sido un idiota con Sakura mientras que Naruto con Hinata si lo había sido. Las cosas no eran iguales. Se lo tenía merecido. Soltó un suspiro y miro hacia la pareja.

—¿Qué hay?—preguntó Naruto a Sasuke.

—Ya nos vamos…—dijo Sasuke pasando un brazo por la cintura de su novia.

Naruto asintió y se puso de pie, pero antes de caminar hacia la salida se detuvo y miró otra vez hacia el pupitre de Hinata. No quería abandonar el salón porque era posible que no volviese a estar en aquel lugar como antes.

—Naruto…—lo llamó Sakura.

—Yo…

Naruto cerró los ojos. ¿Qué podía hacer para que ella lo perdonase? Esto lo estaba matando. Su corazón no podría más pero… Naruto abrió los ojos decidido. No podía dejar que esto siguiese así. Iba a intentarlo otra vez, era cierto lo que Sakura decía, no podía rendirse cuando Hinata aun lo amaba. Se colocó derecho, cuadrándose de hombros.

Hoy sería el día.

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Hinata tomó la copa de champan en sus manos y se la llevo a la boca, dio un sorbo y dejó la copa otra vez en la mesa de aquel comedor. Hinata pasó la mirada por el lugar. Tanto la familia de su mejor amiga Sakura como la suya estaban reunidas en aquel comedor. Su familia había decidido prepararles una cena a los graduados, felicitándolos por haber completado sus estudios. Ella esperaba que hicieran lo mismo con ella una vez que pasara por el mismo proceso. Sería injusto que se lo celebrasen a Sasuke y a Naruto mientras que a Hinata y a Sakura no quienes destacaban más con sus notas que ellos.

De todos modos. Hinata se encogió en su asiento. Aunque la velada había sido divertida al principio y había habido tanta comida que Hinata había comido de mas, se sentía incomoda y no era porque Sasuke se estaba graduando y se largaría en unos meses a un dormitorio que pertenecía a la universidad a la que asistiría, era porque… Hinata miró por el rabillo del ojo hacia su derecha. Naruto estaba sentado al lado suyo.

Hinata bajo la cabeza y murmuró una maldición. Cuando habían llegado del instituto, luego de la graduación, cuando todos tomaron asiento en el gran comedor para la cena, Hinata había estado tratando de tomar asiento lejos de Naruto pero al parecer todos estaban conspirando contra ella porque dejaron el espacio vacío entre su madre y Naruto para que tomase asiento entre ellos. Podía soportar estar al lado de su madre, a pesar de que ella últimamente solo vivía hablándole para que perdonase a Naruto, ¿pero estar al lado de quien la lastimo? No, señor. Había mirado de mala manera a todos pero lo había dejado pasar.

Se había concentrado en la comida para desviar su atención, ya que sentía la profunda mirada de Naruto fija en ella la cual la tenía algo nerviosa. ¿Qué mierda quería? ¿Qué no habían dejado las cosas claro?

Hinata bufó molesta e intento seguir el hilo de la conversación que mantenían sus padres. Nada, no pudo seguir el hilo. Ni siquiera sabían de qué hablaban estos. Apoyó la barbilla en una mano completamente molesta y miró hacia su amiga que estaba lejos de ella. Estaba de cursi con Sasuke, estos actuaban como si solo estuviesen ellos dos en el comedor. Todo acaramelados.

¿Por qué no se controlaban? ¡Por Dios estaban frente a sus padres!

Hinata soltó otro bufido y deseó usar su móvil pero para su desgracia sus padres le prohibieron usarlos durante la velada, diciendo que debían de compartir con las personas y no como zombies de la tecnología. Estaba tan aburrida…

—Hinata…—murmuro una voz masculina y Hinata se congeló.

Había sido Naruto quien la había llamado. Hinata no miró hacia él, ¿para qué? No deseaba hablar con él, podía seguir sufriendo en silencio sin molestarla. Hinata miró hacia el frente, hacia la madre de Naruto que en ese momento la estaba mirando mientras tomaba un trago de su champan, como esperando su respuesta.

¿Qué?

Hinata suspiró. No podía seguir en aquel lugar. Echó la silla hacia atrás y se excusó. Se puso de pie y se alejó del comedor. Caminó por su casa hasta llegar al balcón en el segundo piso. Se apoyó sobre la barandilla y se pasó una mano por la frente. Comenzó a inhalar y a exhalar, intentado recuperar el aire que había perdido antes. Había estado tan incómoda que no había estado respirando bien.

Maldición.

Hinata cerró los ojos y levantó la cabeza hacia el cielo oscuro. Abrió los ojos y miró la noche oscurecida. El cielo estaba tan iluminado aquella noche, plagado de estrellas y la luna estaba en su fase llena. Tan iluminado… Tan claro… Le gustaría que sus sentimientos por Naruto estuviesen de esa manera pero no sabía que hacer exactamente.

¡Dios! Esto era tan incómodo. Okay. No iba a negarlo más. Aun amaba a Naruto a pesar de que estaba enfadada y dolida. Debería odiarlo por todo lo que paso, pero su corazón era un masoquista que aún seguía amando a la persona que lo había lastimado. Se llevó una mano al pecho. Tonto corazón. Deseaba arrancárselo y tirarlo a la basura.

También no había querido pensarlo, la verdad era que había estado ignorando aquel pensamiento pero… Se mordió el labio. Naruto estaba guapísimo con aquel traje. Le sentaba como genial, sus anchos hombros llenaban la chaqueta del traje y aquellos pantalones oscuros que cubrían sus largas piernas le quedaban maravillosamente bien. Maldición. Era una masoquista. ¿Qué mierda hacia pensando en el cuerpo de Naruto?

¿Por qué las cosas eran así?

Deseaba que él sufriera así como ella sufrió por su indiferencia pero por más que trataba no podía. Ella no era una chica mala y dura. No le gustaban las injusticias y los malos tratos. Quizás era por eso que no podía odiar a Naruto. Hinata siempre había hecho el bien.

—Hinata…—murmuró aquella voz reconocible para ella.

Hinata sintió como su piel se ponía de gallina y abrazó a si misma mientras sentía un espasmo recorrerle el cuerpo. ¿Tenía frio? Hinata no se giró y se encogió en el lugar pero luego sintió algo cálido taparle los hombros. ¿Qué? Miro sobre su hombro. Una chaqueta oscura los cubría. Ella movió las manos y tomó los lados de la chaqueta, pasando los brazos por dentro hasta que esta estuvo cubriendo su cuerpo.

Vaya, era cálida y tenía un ligero olor a colonia combinando con… Hinata se ruborizo. La colonia estaba combinada con el olor masculino de Naruto. Se mordió el labio y bajo la mirada al darse cuenta de que prácticamente estaba siendo cubierta por Naruto, arropada entre su calor y su olor.

—¿Estas mejor?—preguntó Naruto y Hinata sintió su presencia más cerca que antes. Estaba exactamente detrás de ella, estaba segura de que él solo tenía que dar un paso más y sus cuerpos entrarían en contacto.

—S-si…—murmuró bajando la cabeza—Gra-gracias—le agradeció por la chaqueta.

—De nada—murmuró con ánimo Naruto, de seguro estaba sonriendo.

Hinata se giró hacia Naruto. Era exactamente como había pensado. Naruto estaba sonriendo y a un solo paso de ella. Hinata desvió la mirada lejos de la cara de Naruto. Él tenía una expresión tan profunda y se veía tan bien… Maldición. Muchas maldiciones más. ¿Por qué simplemente seguía afectada por el imbécil de Naruto? Debería sentirse asqueada por lo que hizo.

—¿Q-qué quieres?—preguntó Hinata y se maldijo por titubear. Necesitaba parecer decidida y segura de sí misma, quien no daría su brazo a torcer.

—Solo quería hablar—dijo Naruto.

Hinata frunció el ceño.

—¿Otra vez?

—Lo intentare cada vez que pueda, Hinata…—dijo Naruto con un tonto decidido que hizo que Hinata volviese mirar su cara. Los ojos azules de Naruto irradiaban poder y decisión, estaba encendido, era como si tuviese una llama ardiendo en el pecho—No voy a rendirme.

Hinata abrió la boca sorprendida. Este era el Naruto de siempre. El chico decidido que no tenía pelos en la lengua, el chico libertino y seguro de sí mismo. Una sonrisa comenzó a formarse en sus labios pero Hinata frunció los labios. No podía sonreír.

—Bueno… No va a suceder. No quiero escucharte—dijo desviando la mirada

Naruto se quedó mirándola y dio un paso hacia atrás.

—Está bien—dijo Naruto y Hinata lo miro sorprendida. ¿Naruto aceptaba que ella no quería hablar con ella otra vez? Eso era extraño. Bueno, mejor aún pero… Hizo una mueca.

—Yo…

Naruto sonrió.

—No, Hinata-chan…—dijo Naruto—No me voy a rendir pero…—se acercó otra vez a ella y tomó de las manos—Quiero que me des la oportunidad de arreglarme a mí mismo.

¿Qué? Hinata arqueo las cejas. No entendía. Naruto sonrió.

—Mañana, ven al instituto a las diez—dijo y dejó caer las manos—Te esperare ahí—murmuró antes de darse la vuelta y marcharse del balcón, dejando a Hinata confundida.

¿Ir al instituto mañana a las diez? ¿A hacer qué? Hinata negó con la cabeza y se abrazó a si misma sintiendo aun la calidez de Naruto rodearla, su olor era muy persistente y él también era persistente. Frunció el ceño. No sabía que planeaba Naruto pero… Tenía que darle una oportunidad.

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Dio un paso dentro del instituto.

Hinata había cumplido su parte.

Luego de que Naruto desapareció del balcón y ella bajo a terminar de compartir en la velada, resulto que Naruto se había ido, con la excusa de que estaba cansado. Muy bien. Hinata se mantuvo hasta que los Uzumaki se fueron a casa en silencio y solo escuchando lo que hablaban. Cuando al fin se fueron y cuando se encerró en su habitación, Sakura la llamó para saber los detalles. Al parecer se dio cuenta de que Naruto y ella habían compartido un poco cuando Hinata abandonó el comedor. Hinata le contó sobre lo que paso y que había aceptado ir al instituto el día anterior.

Ahora estaban allí.

Hinata y Sakura, junto a Ino, quien se había agregado por simple curiosidad, se dirigían hacia algún lugar del instituto. Hinata no tenía ni idea. Naruto solo le había dicho que fuese a este a las diez y ya eran las diez. ¿Qué se supone que haría allí? Sacó su móvil de su pantalón de mezclilla y lo observó, esperando ver algún mensaje Naruto y para su sorpresa si había uno.

Naruto: Ve a la parte trasera.

¿Al patio del instituto? En serio, ¿Qué mierda se traía Naruto? Suspiró molesta porque él había hecho que ella viniese a la escuela cuando podía estar en su casa leyendo algún libro o disfrutando de algún episodio Game Of Thrones.

—Naruto quiere que vaya al patio del instituto—les informó a sus amigas.

—Entonces que esperamos—dijo Ino y comenzó a caminar hacia la entrada del edificio principal del instituto.

Hinata suspiró y la siguió junto a Sakura. Entraron en el edificio principal y caminaron por los pasillos del primer piso para poder salir al otro lado. El instituto constaba con tres edificios. El administrativo donde estaba la oficina del director y de los demás miembros directivos del instituto, este estaba en el centro. Luego estaba el edificio de las aulas a la derecha y después otro a la izquierda donde estaba la biblioteca, los clubes, un salón de actos y otros salones especiales. También estaban las canchas techadas y otras pendejadas que a Hinata no le interesaba.

Se movieron hasta que salieron al gran patio del instituto. Hinata abrió la boca.

¿Por qué había tanta gente?

El patio escolar estaba lleno de muchos chicos y chicas, la mayoría eran alumnos del instituto y estaban en sus ropas informales. Todos estaban hablando tanto que hacían mucho escándalo. Hinata miró hacia sus amigas que miraban igual de sorprendidas. ¿Qué mierda era lo que pasaba?

—Al parecer ya llego nuestra chica…—dijo una voz femenina por un micrófono.

¿Qué? Hinata se dio cuenta de que la voz venía desde el centro de la multitud. Comenzó a caminar hacia el centro, empujando y apartando a algunas personas que se pusieron en su camino. Cuando llegó, se topó con Tenten en el centro de la multitud, con Sasuke y Kiba rodeándola y estos estaban vestidos de una manera muy extraña. ¿Acaso estaban haciendo Cosplay otra vez?

Hinata soltó una risita. Su hermano y Kiba tenían un uniforme militar oscuro con muchas medallas que obvio eran falsas. En verdad que no entendía. Tenten también estaba vestida pero llevaba un traje de bufón el cual la hacía verse muy chistosa.

—¿En serio que están haciendo?

—Muy pronto lo sabrás mi pequeña princesa—dijo ella por el micrófono.

¿Princesa? ¿Qué era lo que traía en manos Tenten? Hinata negó con la cabeza completamente confundida y rápidamente comenzaron a sonar unos extraños tambores. Hinata se llevó una mano al corazón por el susto y miró hacia todos lados, pero los chicos que había allí no la dejaban ver mucho más que mares de cuerpos.

—¡ Tenten!—le gritó a la chica volviéndose hacia ella.

—¡Aquí viene!—exclamó Tenten por el micrófono.

¿Allí venia? ¿Quién venia? Hinata iba a preguntarle pero el sonido de los tambores se intensificó mucho más. Los tambores siguieron y la multitud empezó a gritar. Hinata estaba desconcertada y confundida. No entendía que mierda pasaba allí. ¿Acaso era un nuevo evento y ella no había estado enterada? ¿Por qué mierda Sasuke y Kiba junto a Tenten estaban haciendo Cosplay? Buscó a Sakura y a Ino con la mirada pero estas se habían desaparecido, la habían dejado sola.

Hinata le gritó a Tenten pero la chica seguía gritando por el micrófono lo último que había dicho. Hinata se acercó a Tenten que estaba subida en una media tarima improvisada junto a Sasuke y Kiba pero no se acercó más. El ruido de un momento a otro cesó y Hinata le agradeció a quien sea que hubiese detenido el escándalo. Había quedado media sorda. Suspiro y se volvió hacia Tenten para exigirle respuestas pero se quedó congelada al escuchar algo diferente, que no eran tambores ni gente hablando. Era un sonido extraño, solo lo había escuchado una vez cuando fue a un circo y… ¿Eran esos cascos de caballo?

Se giró hacia donde venía el sonido y se quedó boquiabierta. La multitud se apartó, dejando un paseo libre hasta donde estaba ella con Tenten y los chicos. En el fondo había una silueta montada en un blanco caballo. Esta comenzaba a acercarse.

¡Oh Dios mío! Hinata se llevó una mano a la boca mientras el jinete montando a su blanco corcel seguía acercándose hasta que terminó postrado frente a ella. Tuvo que levantar la cabeza para poder mirar al jinete. Este llevaba un disfraz resemblando a un moderno…

—Príncipe…—murmuró Hinata aun sorprendida.

El jinete sonrió con una sonrisa que iluminó toda su cara. Hinata tuvo que parpadear par de veces. Estaba deslumbrada. Los ojos azules del jinete brillaron y este extendió una mano enguatada blanca hacia ella. Hinata levantó su mano temerosa y tomó la del jinete. Este cerró la mano y Hinata sintió su calidez. Ella recordaba esa calidez.

Una sonrisa se dibujó en sus labios y miró de nuevo hacia la cara del jinete.

—¿Qué es esto Naruto-kun?—preguntó mirando al chico que la había hecho venir a aquel lugar.

Naruto sonrió una vez más y le soltó la mano para después bajarse con mucha elegancia del corcel. Dejo las riendas y uno de los chicos que estaban con Tenten se acercó para tomarlas. Hinata miró a su hermano mayor con las cejas arqueadas y este sonrió. ¿Acaso esto habida sido planeado o algo así?

Pasó la mirada por la multitud. Parecía que sí y también tenía la certeza de que sus amigas sabían de ello, ya que habían desaparecido. Y hablando de ellas. Hinata las divisó caminando por el paseo libre de personas vestidas de una manera diferente a como habían llegado al instituto. Tenían unos vestidos de época y Sakura traía ramos de rosas rojas en sus manos.

—¿Qué es todo esto?

—Esto es mi rendición, Hinata-chan—dijo Naruto poniéndose frente a ella.

—¿Qué?

—Ayer te pedí que me dieses la oportunidad de arreglar las cosas y…—Naruto abarcó la multitud pasando la mano por esta—Y es así como pienso arreglarlo.

—N-no…—Hinata maldijo su tartamudez, se había quedado un poco sin palabras, esto era una gran sorpresa. Naruto había hecho todo esto en pocas horas. ¿Cómo lo hizo? Casi medio instituto estaba aquí. Incluso… Hinata miró hacia donde había visto a Shion, ella había sido la causante de casi todo lo que paso después de que ella besó a Naruto en el evento de besos. La chica tenía la mirada baja como si estuviese arrepentida de lo que hizo. Iba a hablar con ella más tarde…

Hinata movió la cabeza aun sorprendida por todo el barullo que se había armado en el patio del instituto.

—¿Cómo lograste esto?—preguntó Hinata.

—Con un poco de persuasión—dijo Naruto guiñando el ojo derecho.

Hinata sonrió. Sí que tenía persuasión, por eso era aclamado el Príncipe del Instituto. Todos lo veían como una eminencia. Hinata pasó la mirada por Naruto. Su traje de príncipe era blanco, con la banda roja que cruzaba por su pecho, con algunos detalles en dorado. En verdad parecía un príncipe.

Naruto sonrió una vez más para después cortar la distancia entre ellos y Hinata sintió como su rostro era abarcado. Las dos manos de Naruto estaban posadas sobre sus mejillas, acunando su cara y haciendo que ella lo mirase a los ojos. Hinata se mordió el labio inferior.

—Esta vez no voy a huir y me iré con el rabo entre las piernas Hinata—dijo él y sus ojos brillaron—Sé que hablamos en el hospital y dije algunas cosas tontas pero esta vez—sus ojos se entrecerraron, su expresión se volvió profunda—Diré lo que en verdad siento.

¿Lo que en verdad sentía? Hinata sonrió nerviosa y se movió pero Naruto no la dejo ir. Además de que los ojos decididos de Naruto la detenían. ¿Por qué era así? ¿Por qué se sentía aprisionada? Paso la mirada por la multitud. Sus amigas y su hermano estaban ahora juntos, sonriendo muy felices. Hablaría con ellos más tarde. Habían estado tramando esto a su espalda.

—Yo…

—Te amo Hinata—dijo Naruto y el corazón de Hinata dio un vuelco. Volvió a mirarlo, sentía la boca seca. ¿Por qué su corazón reaccionaba así? Ella ya sabía sobre sus sentimientos, él lo había dicho antes pero no entendía porque ahora su corazón latió como loco. ¿Acaso era porque había aceptado sus sentimientos antes? ¿Qué había cambiado?

Hinata desvió la mirada.

—¡Mírame!—exclamó Naruto y Hinata lo volvió a mirar sintiendo como su cuerpo vibraba. ¿Qué mierda le pasaba?—No lo dudes Hinata…—dijo y bajo la mirada—Sé que actué como un imbécil antes y sé que te trate con tanta indiferencia que recordarlo hace que el corazón me duela—él cerro los ojos—Soy un imbécil, lo sé…—admitió Naruto y abrió los ojos—Mis acciones no tienen justificación, actué como un inmaduro pero…—él soltó un suspiro—Pero estaba tan enfadado y dolido que…—Naruto hizo una mueca.

—No comiences…—dijo Hinata interrumpiéndolo.

No quería escuchar la misma palabrería de antes, no quería escuchar como él decía que había estado dolido por su rechazo. Naruto tenía que pensar primero en lo que ella sintió cuando él la besó por primera vez. Tuvo su primer beso delante de una multitud cuando había estado soñando tenerlo en la oscuridad de su habitación. Ese beso había sido su ensoñación por años.

—Solo quiero que volvamos a estar como antes—dijo y pareció que deseaba agregar algo más pero su ceño se frunció—No, estoy mintiendo si estoy diciendo que quiero que nuestra relación sea como antes—Naruto movió la cabeza—No quiero seguir tratándote como la amiguita de mi hermana pequeña, tampoco como la hermanita de mi mejor amigo—Naruto se rió—No, para nada, la verdad es que quiero algo más. Mucho más.

—¿Al-algo más?—preguntó Hinata completamente sorprendida. ¿Qué era eso de algo más?

—En el instituto, desde el primer año siempre me han llamado «El Príncipe»—Naruto sonrió—Creía que lo era, tenía todas esas chicas bajo mis pies y los chicos deseaban ser como yo, los profesores me alababan y era el más popular entre todos los estudiantes pero me he dado cuenta de que no lo soy, no soy para nada un príncipe—dijo Naruto—Los príncipes no son así. No son engreídos y son amables con las personas. Además, no dejan que sus princesas sean lastimadas por feos dragones—murmuro esto último mirando hacia donde estaba Shion y Hinata hizo una mueca, él no debía de ser tan duro con la chica, esta se veía arrepentida. Naruto continuó—Ellos hacen lo correcto y yo no hice lo correcto…—murmuró bajando la mirada—Me convertí en el dragón malo de la historia.

Vaya, buenas comparaciones estaba haciendo Naruto, incluso hizo que Hinata sonriera. ¿Había preparado aquel discurso? Hinata fijo la mirada en Naruto. No, parece que no, se veía sincero pero… Hinata se mordió el labio, esto le causaba risa aunque Naruto se veía nervioso.

—Naruto-kun…

—Yo…—él se pasó la lengua por los labios—Yo solo quiero ser tu príncipe Hinata-chan. Quiero ser esa persona amable para ti, el único chico que este a tu lado, darte todo mi amor y protegerte de cualquier imbécil o tonta que venga a joderte otra vez—Naruto sonrió una vez más con sinceridad—Sé que no hice lo correcto en el pasado y me arrepiento de ello. Nunca podré olvidar lo idiota que fui pero ahora quiero hacer las cosas bien…—murmuró—Eso si me dejas hacerlo…—susurró ladeando la cabeza.

El corazón de Hinata comenzó a latir más rápidamente, como si fuera a salírsele del pecho. Hinata se obligó a calmarse. ¿Por qué estaba reaccionando de esa manera? ¿Acaso era porque cuando él se confesó en el hospital no había parecido sincero mientras que ahora que estaba frente a ella si lo parecía? Él estaba confesando sus sentimientos delante de todo el instituto, estaba segura de que había personas grabándolos. Naruto había dejado caer su orgullo para hacer esto.

«Dime algo voz de la razón», murmuró Hinata en su mente, llamando a esa perra que al parecer se había desaparecido por el día de hoy.

Observó una vez más a Naruto. ¿Qué debería de hacer? Las palabras que habían salido de sus labios la habían conmovido. Había estado deseando escucharlas desde siempre, desde que se dio cuenta de sus sentimientos por Naruto. Escucharlas ahora hacia que se sintiese feliz porque siempre lo deseó pero… Había una parte de ella que no sabía si aceptar aquella propuesta de ser algo más. Amaba a Naruto, ya no había duda alguna, lo seguía amando a pesar de las circunstancias anteriores, a pesar del dolor que sintió cuando este la ignoró y la lastimó con su indiferencia.

—Dame algo de espacio…—dijo Hinata y Naruto se lo concedió. Este dio un paso atrás dejando caer las manos y se mantuvo alejado, incluso colocó las manos detrás de su espalda, quizás para no usarlas. Hinata se pasó una mano por la frente, sintiéndose vacía. Se había acostumbrado en algún momento a la calidez de sus manos, a las grandes manos de Naruto que siempre deseo tener sobre ella.

—Hinata…—llamó su atención Naruto.

—Intente odiarte…—comenzó diciendo Hinata mientras se abrazaba si misma—Desde que salí del hospital hace dos meses intente convertir mis sentimientos de amor en odio—murmuró, confesando lo que en verdad sentía—Me lastimaste mucho y pensé que lo mejor era odiarte, pero…—ella se mordió el labio—No logre hacerlo—aceptó. Había perdido. Por mucho que trató de odiarlo no había conseguido hacerlo—Es difícil odiar a alguien tan pronto cuando has estado enamorado de esta persona por mucho tiempo.

—Yo también he estado enamorado de ti desde mucho tiempo, Hinata—murmuró Naruto sin moverse—Es solo que soy tan sucio y tú eres tan pura que…

—No empieces con eso…—exclamó Hinata. No entendía que era eso de Naruto siendo un sucio y ella siendo tan pura. Si se refería a las relaciones, eran puras tonterías. Eso no tenía nada que ver.

—Déjame terminar—dijo Naruto interrumpiéndola y se pasó una mano por la frente—Me refiero a que siempre pensé que no te merecía, eres demasiado buena y yo soy un chico muy sucio, he estado con tantas chicas que me da asco recordarlo—Naruto negó con la cabeza—Siempre pensé en ello, Hinata. Siempre desee confesarme hacia ti pero hubo una vez que Sasuke me prohibió tener algo contigo—Hinata abrió la boca para replicar pero Naruto agregó:—Esto fue antes de que Sakura y él estuviesen saliendo—le dijo y desvió la mirada—Cuando empezaron a salir, le di el vistazo bueno a Sasuke porque pensé que me dejaría tener lo mismo pero él nunca dijo nada, no fue hasta hace mucho que me dijo que no le importaba si salíamos pero ya me había hecho la idea de que era muy poco cosa para ti.

—Naruto-kun…—dijo Hinata.

No sabía que él había estado pensando en eso desde hace tiempo. Naruto creía que él era muy poca cosa para ella solo porque había estado con muchas chicas, aunque a Hinata le molestaba un poco esto, era parte de lo que era Naruto hoy. Y saber que Sasuke le había prohibido acercarse a ella era un poco cruel. No tenía derecho de hacerlo cuando su hermano estaba con Sakura. Más tarde tendría una conversación con su idiota hermano pero ahora…

Dio un paso hacia delante y rodeó el cuerpo masculino de Naruto con sus brazos, abrazándolo. Escuchó como la multitud estallaba en aplausos y Hinata se sintió extraña. ¿Acaso no había sido odiada? Hinata rió y movió la cabeza. Olvidándose de eso, sintió como su calor la rodeaba ya que Naruto levantó las manos y le respondió el abrazo, pasándolas por su espalda. Se sentía como si estuviese en casa. Soltó una risita. Había estado deseando esto desde hace tiempo, deseando estar entre sus brazos de esta manera y…

—Hinata…—escuchó la ronca voz de Naruto cerca de su oído, la cual envió corrientes eléctricas por todo su cuerpo. Lo abrazó con más fuerza, hundiendo la cabeza en su pecho. Sentía el retumbar de su corazón sobre su oreja, esta latía con mucha fuerza y rápidamente. Sonrió y se alejó, lo suficiente para levantar la cabeza y mirarlo a la cara.

—Naruto…

—¿Tú me…—la manzana de Adán de Naruto bajó y subió mientras pasaba saliva—Tú me perdonas?—preguntó la pregunta que Naruto al parecer había estado esperando hacer desde que se bajó del caballo.

Hinata miró hacia sus amigos y pasó la mirada por la multitud. A pesar de las circunstancias, Naruto había hecho una buena obra hoy. No tenía que ver con que hubiese ayudado a alguien que necesitara ayuda u otra cosa, si no con que se había redimido y había reunido a toda esta multitud para dejar sus escudos caer y mostrarse ante ellos como la persona que era en realidad. Le gustaba esta última parte. No pensó que Naruto haría tal cosa. Cuando él se marchó la noche pasada, no pensó que tenía este plan en mente. Estaba aún sorprendida.

Ella sonrió.

—No tienes que volver a preguntármelo más, Naruto-kun…—dijo Hinata y se colocó de puntillas.

Vio como Naruto abría los ojos desmesuradamente cuando ella colocó sus labios sobre los suyos. Él se quedó congelado en su lugar mientras Hinata lo besaba con ternura. Pasando los labios lentamente sobre los de él. No sabía mucho de besos, Naruto era el único chico que ella había besado y esperaba que esto siguiese así por muchos años.

Naruto bajo las manos hacia sus caderas mientras le correspondió el beso, al, abrió la boca bajo la suya y tomó el control de este. Hinata intento seguir sus movimientos pero ella fue torpe, aun así se dejó llevar, sintiendo la delicada caricia de los labios de Naruto sobre los suyos. Este después, con delicadeza adentro su ávida lengua dentro de su boca. A diferencia de los primeros besos, este era un beso de verdad y completamente deseado. No decía que no había disfrutado los otros dos, pero este beso cerraba y borraba aquellos pensamientos turbios y aseguraba su amor.

—Hinata…—susurró Naruto sobre su boca con voz ronca una vez que se separaron para después, subir una de las manos que tenía en su cintura hasta la parte trasera de su cuello, donde la agarro y la acercó una vez más a él. Naruto guió su boca hacia la de Hinata, uniéndolos en un nuevo beso.

Naruto le agarró la cabeza con las manos mientras la besaba. Su lengua se entrelazo con la suya una vez más. Hinata sintió su cuerpo volviéndose una gelatina. Al parecer besar a Naruto le provocaba estas sensaciones tan maravillosas. Se devoraron mutuamente hasta que Hinata cayó que estaban una vez más frente a una gran multitud que seguía gritando por ellos. Colocó las manos en el pecho de Naruto para alejarse de él. Continuaría besándolo, eso claro, en la comodidad de la privacidad de su cuarto o en el de Naruto.

Naruto gruñó entre el beso pero terminó alejándose. Hinata respiro, tomando el aire que habían perdido mientras se besaban. Lo miró a la cara. Los labios de Naruto estaban enrojecidos y sus ojos estaban ennegrecidos. La miraba con una mirada tan salvaje.

—Hinata…—dijo este bajando la cabeza para besarla una vez más. Se besaron otra vez. Naruto la tomó por el trasero, alzándola hacia él. Hinata sintió las mejillas calientes mientras sentía el evidente deseo de su príncipe.

—¡Consíganse una habitación!—escuchó a alguien gritar.

Hinata se separó de Naruto y se rió

—Ese imbécil…—dijo Naruto bufando molesto pero con una sonrisa en sus labios—Lo siento. Algunas personas no tienen tacto al hablar.

Si, tenía razón pero la idea no estaba mal, ella había estado pensando lo mismo. Se ruborizó mientras se daba cuenta a donde se movían sus pensamientos. Quería estar a su lado, a solas, no con toda esta gente mirándolo.

—No importa—dijo Hinata negando con la cabeza—Creo que tiene razón.

—¿Eh?

Ella negó con la cabeza más tarde le diría.

La multitud comenzó a dispersarse. Vio por el rabillo del ojo como Sasuke, Sakura e Ino se acercaban a ellos. La primera en tirársele encima fue Sakura, la abrazó mientras lloriqueaba y la felicitaba por darle la oportunidad a su tonto hermano mayor. Hinata se rió aceptando su felicitación. Si, ella se agradecía a si misma también por darle la oportunidad a Naruto. Sabía que a veces las personas cometían errores y que se arrepentían de ellos. Le echo un vistazo rápidamente Naruto quien se reía de algo que dijo Sasuke. Gracias a Dios que lo había hecho.

—Estoy tan feliz de ustedes—escuchó que decía Ino.

Hinata asintió.

—Yo también…—dijo ella sintiendo las mejillas calientes. Estaba tan feliz de que su amor al fin era aceptado y correspondido por Naruto, estaba tan feliz de que las cosas entre ellos se habían arreglado, iba a explotar de felicidad.

—Sabíamos que perdonarías a Naruto—dijo Sakura y le paso el ramo de rosas a Hinata. Esta tomó el ramo con cuidado. Pesaban pero olían de maravilla percibió acercando la nariz hacia las rosas. Las pondría en un jarrón en su habitación. Las cuidaría—Sé que lo amas y que solo estabas molesta—continuó diciendo Sakura.

Hinata sonrió.

—¿Sabían de esto?—les preguntó mirando sus vestidos de época. Ni bien Hinata se había acercado a la multitud estas habían desaparecido, quizás para ir a cambiarse.

Sus amigas se miraron entre ellas y se rieron. Las muy malditas. Hinata también se carcajeó. Había sido engañada pero estaba bien, ellas lo hicieron porque habían querido ayudar a Naruto y a que ella al fin aceptase sus sentimientos por este. Les agradeció y sabía que no tenía como pagárselos. Había sido una perra con ellas.

Sintió unos brazos masculinos rodearle la cintura. Hinata chilló cuando fue levantada en el aire. Escuchó la voz de Naruto diciéndole a Sasuke que dejase a Hinata en el suelo.

—Felicidades Hinata…—dijo su hermano mayor dejándola después en el suelo, salió de detrás de ella—Es bueno que aceptaste a este idiota—dijo señalando a su amigo quien ahora estaba detrás de Hinata—Daba mucha pena mirarlo—soltó una carcajada—Espero que aprendas la lección, imbécil y te diré que…—los ojos negros de Sasuke se entrecerraron y una expresión aterradora apareció en su rostro—Si le haces daño a mi hermana te la veras con mis puños Dobe.

—Lo mismo va para ti, imbécil…—dijo Naruto abrazando a Hinata por detrás y descansando la barbilla en la coronilla de su cabeza—Sabes que desde ahora cuidare a tu hermana de los feos dragones—dijo y le plantó un beso a Hinata en su cabeza—Ella es mi princesa.

Hinata se ruborizó y se llevó una mano a la boca, tapándosela con esta. Se dio cuenta de que su mano temblaba. Sus emociones estaban a flor de piel. Nunca había pasado por algo tan maravilloso e iba a recordar este día por siempre.

—Una princesa muy fea por cierto—dijo Sasuke tomando a su novia entre sus brazos también—Mi princesa es mucho más linda—dijo y le dio un beso en la boca a Sakura.

Naruto rió.

—Ya veremos idiota—le dijo Naruto a Sasuke—A diferencia de mi princesa, la mía no se convierte en Fiona cuando cae la noche.

—¡Muy chistoso, Naruto!—exclamó Sakura enseñándole el dedo mayor de una mano—Recuérdame no ayudarte a nada nunca más…—dijo para después darse la vuelta.

—También te quiero hermana—dijo Naruto.

—Lastima para ti que no sea mutuo—le devolvió Sakura.

Naruto comenzó a reírse mientras Sakura se marchaba echando humo por las orejas. Sasuke la persiguió a su novia, dejándolos solos con Ino, quien miró a la pareja que se marchó con una sonrisa. Luego los miró a ellos.

—Ves que a veces hay que dejar que las cosas sucedan, Hinata…—dijo Ino y le palmeó el hombro—Los chicos son imbéciles pero todas caemos por ellos. Es ley de vida enamorarse de idiotas.

—¡Hey! ¡Estoy aquí!—se quejó Naruto.

Ino le sacó la lengua.

—Mejor vayan a tener su tiempo a solas…—dijo para después darse la vuelta y seguir a la otra pareja.

Naruto dejó caer los brazos y Hinata se giró para mirarlo. Naruto sonreía con una sonrisa presuntuosa. Él debía de estar muy feliz de que ella lo hubiese perdonado. Levantó una mano y le golpeó el pecho con fuerza.

—¡Eres malo!—le dijo.

—No, no lo soy.

—Eres un príncipe malo—dijo Hinata.

—Soy solo un príncipe que ama mucho a su princesa—dijo Naruto y se acercó para besarla nuevamente—Tu príncipe.

Hinata asintió.

—Sí, eres solo mi—murmuró Hinata reclamándolo. No iba a dejar que una chica se acercara a su chico. Él era solo de ella. De su propiedad, había luchado mucho por este hombre para que viniese una don nadie arrebatárselo. Le pondría una correa a su príncipe.

—Solo tuyo…—dijo Naruto sonriendo—Hinata no sabes lo feliz que me has hecho hoy…—le informo y Hinata se sonrojó, Naruto continuó—Gracias por perdonarme y darme una oportunidad más. Nunca te arrepentirás de ello.

Si, lo sabía. Le dio un rápido beso y tomó su mano enguantada con su mano libre. Lo haló hacia donde estaba el caballo. Quería que Naruto al menos la llevase cabalgando hacia la salida del instituto. Se acercaron al animal, deteniéndose a su lado. Hinata lo observó embelesada.

—¿Que tanto te costó el alquiler del caballo blanco, Naruto?—le preguntó mientras se acercaban al caballo que permanecía relinchando pero quieto en su lugar. Extendió una mano y topó el suave pelaje con sus dedos.

—Mi mesada de cinco meses…—dijo Naruto y se acercó, le dio un rápido beso en los labios—Pero valió la pena.

Hinata sonrió. Si valió la pena. Él se había convertido en su príncipe encantador con todo y corcel blanco. Se giró hacia él y lo abrazó.

—Siento haber sido una perra.

—Siento haber sido un imbécil…—dijo Naruto—He sido un imbécil desde el comienzo y mi indiferencia no tiene perdón. Fui un imbécil que ignoró tus sentimientos. No sé cómo puedes besarme y perdonarme…—dijo—Yo soy un…

Hinata levantó un dedo y lo colocó sobre la boca de Naruto, deteniendo cualquier cosa que él dijese. Estaba insultándose a sí mismo. Ya habían aclarado los puntos. Ahora estaban bien. Iban a estar bien, en el fondo de su corazón lo sabía. Esto había estado pautado desde el comienzo. Apoyo la cabeza sobre su pecho y aspiro su olor. A pesar de que el llevaba un disfraz hoy, se había colocado su distintiva colonia. Hinata recordaría siempre esto.

Su príncipe había derrumbado barreras y había vencidos los obstáculos para poder tener su perdón y su amor de regreso. Ella iba a cumplir su parte y ser su única princesa hasta que el destino así lo decidiese.

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Okay. Este ya es el final del Fanfic. Naruto se convirtió en el único príncipe de nuestra hermosa Hinata. Sé que quieren que continúe pero este ya murió aquí xD Pero les diré que en la historia original, hay una segunda parte, aún está en proceso y solo tengo lo que voy a hacer en esta, eso quiere decir que ni siquiera un primer capítulo tiene, pero está pautada para hacerse. A su debido tiempo, claro está y si la continuó, la traeré aquí. La historia trata sobre la nueva relación de Hinata y Naruto y algunas otras cositas.

Pero dejando eso a un lado. Sé que el asuntito estuvo medio cursi. Me dio ladilla intentar hacer algo más. Así que hice lo que me vino a la mente, además de que ya quería acabar la historia. Tenía desde agosto que no actualizaba y sé que se morían por saber el final, bueno aquí esta y espero que les haya gustado al menos un poco. Gracias por seguir la historia desde el comienzo y apoyarla con sus favoritos y comentarios. En verdad se los agradezco mucho. Me hacen muy feliz saber que hay persona que les gusta lo que sale de mi cabeza.

Bueno... Espero que les haya gustado el capítulo. ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Se merece un comentario?

Denisetkm - Kisses :*

—Si hay algún error, me avisan para arreglarlo al instante, a veces se me pierden algunas cosas cuando estoy editando— Gracias :)