Este fanfic hablará sobre la relación de Sarada, Sasuke y Sakura cuando el pelinegro vuelve a su hogar definitivamente. Sarada será un poco mayor, de unos 16 años. Espero les guste.

Author's Disclaimer: Yo no soy dueña de los personajes de Naruto, el dueño es Masashi Kishimoto.

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La cita

Sakura estaba mirándose al espejo mientras arreglaba los pendientes que su hija le había regalado para una ocasión importante como lo era esta. Su aniversario de bodas con Sasuke. Ella se había colocado un vestido azul elegante pero corto, se había dejado crecer el cabello y este ya le llegaba por debajo de los hombros. La belleza de la kunoichi era muy evidente. De repente, un apuesto ninja pelinegro se acercó por detrás y abrazó a su esposa por la cintura.

Sasuke había cambiado en los últimos tres años, desde que llegó a casa después de su larga misión. Se había vuelto más cariñoso tanto con su esposa como con su hija, y se lo veía sonreír más seguido. Como en esa ocasión, cuando miraba a Sakura desde el espejo, diciéndole:

-No querrás llegar tarde al cine,¿ verdad, Sakura?-

Sakura sonrió de lado, su esposo se había puesto una camisa azul oscuro y unos jeans negros. Se veía muy elegante.

-Ni pensarlo Sasuke, perderíamos la reserva para el restaurant-. Sakura alzó su cabeza en dirección a su esposo y ambos se dieron un tierno beso.

-MMMM… Perdón que interrumpa, Papá, saldré con los chicos hoy, si es que no les molesta ya que ustedes estarán fuera…-

-¿Con qué chicos, Sarada?- Preguntó Sasuke un tanto serio, aunque sabía de quienes se trataban los amigos a los que su hija frecuentaba.

-Chouchou, Inojin, Shikadai, Mitsuki y… Boruto-. Sarada estaba un poco sonrojada al decir el último nombre, cosa que sus padres notaron en seguida. No les sorprendía en absoluto, desde los exámenes chunnin la atracción entre ellos dos se sentía.

-Bueno, si Boruto va, está bien, ¿Verdad, Sarada?-Dijo Sasuke sonriéndole a Sakura. Ella le devolvió la sonrisa a su esposo cerrando los ojos.

-Uff que pesados… bueno papá, mamá, disfruten su cita, y feliz aniversario-. Dijo una Sarada con mucho rubor en sus mejillas, un tanto molesta. Salió de la habitación sin decir nada.

Sakura no paraba de reír cuando su hermosa hija salió de la habitación. Ya se había convertido en una señorita, ya se podía ver en ella las verdaderas intenciones de tener una relación con alguien. Bueno, no con cualquiera, sino con el hijo del séptimo Hokage. Sin embargo, su pequeña niña era igual a su esposo. Le costaba mucho admitir los sentimientos amorosos que tenía hacia alguien muy cercano a ella.

Nuestra pequeña crece rápido, ¿No lo crees, Sasuke?-. Preguntó feliz la pelirrosa.

-Hn, más bien el hijo del dobe me pidió permiso para invitar a salir a Sarada, aunque creo que a ese chico le será muy difícil conquistar a mi hija-. Dijo el ninja pelinegro con una sonrisa leve.

-Mmmm, Sasuke, no creo que sea difícil que la conquiste, lo difícil será que ella entienda los sentimientos de él y que acepte los que ya tiene.

-Hn, es verdad, es tan testaruda como yo, ¿verdad, mi esposa?- Dijo Sasuke besando el cuello de Sakura.- Pero bueno, vayamos ya a nuestra cita, luego sabremos cómo les fue a esos dos con la suya.