Buenas noches-madrugadas.

Vengo con una nueva historia, ésta vez me aventuré al Gender bender jejeje

Espero que sea de su total agrado, no creo que sea muy extenso, de hecho creo que sì llega a los 6 capítulos sería lo del mundo xD

Advertencias:

•Hinata, es un poco (mucho) Ooc porque me parece super extraño un adulto de 25 años tan temeroso y tímido como lo es la personalidad de Hinata-chan, además hay razones dentro de la historia que lo hacen ser un poco... diferente.

•Es una historia Sasuhina, asì que si, sí por algún motivo no te gusta la pareja y por favor sì tienes comentarios groseros, no lo leas.

• Bajo advertencia no hay engaño.

•A/U

•Los personajes no me pertenecen, son de Kishimoto.

-Hablan-

"Piensan"

«Recuerdos»


Home.

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.Miércoles 9 de Julio – Nara- Japón

4:30 pm

Hogar.

Según la Real academia, Hogar es "Familia, grupo de personas emparentadas que viven juntas"eso exactamente era para Hinata Hyuuga su hogar era un sitio que compartía con personas que tenía su misma sangre, realmente prefería no pensarlo mucho ya que sì lo hacía probablemente seguiría decepcionado de las circunstancias que lo orillaron a pensar de esa manera.

Por eso cuando Mei-san se alegró por él cuando mencionó que volvía a Tokio porque iba a regresar a su hogar, Hinata no hizo más que asentir, porque dar explicaciones le irritaba bastante.

Y porque ese era un tabú en la vida del Hyuuga.

"¿Volver a casa eh?" Pensó fastiado acomodando la última caja en el camión de mudanza.

"Y una jodida mierda…" suspiró dándose por vencido; ver a Hiashi después de 10 años tal vez le iba a sacar algunos dolores de cabeza, porque aun muriendo, le iba a joder la vida. Como siempre lo había hecho y era una puta realidad. Una muy inevitable.

Siempre lo supo, aun estando a 7 horas de distancia.

Cuando Neji le llamó para darle la grave noticia de que su padre estaba en cuidados intensivos debido a su corazón, supo que debía volver y enfrentar todos los demonios que había dejado en Tokio cuando se fue de allí a los 15 años.

Joder, iba a extrañar mucho a Nara, amaba esa ciudad; le gustaba mucho su vida allí; cuando por fin el flujo de las cosas iban de maravilla llega a sus oídos esa maldita noticia.

Y no era solo por Hiashi, era también por todo lo que implicaba volver, probablemente Hanabi su hermana menor le odiaría incluso más que cuando se fue.

Sin embargo Neji, su primo, casi hermano mayor había sido una gran pilastra para soportar su vida. Le agradecía de manera enorme todas las cosas que consiguió gracias a su ayuda. Podría decir que volvía exclusivamente porque él se lo pedía.

─Arigatou Mei-san ─ Se despidió de manera apropiada mientras hacía una reverencia a la anciana mujer que había sido su vecina por más de 4 años.

─ Hai, hai, Hinata-sensei espero que grandes cosas lo esperen de regreso ─ le respondió con sinceridad la mujer; menudo rollo el que le esperaba, sin embargo le regaló una sonrisa.

─ Es una lástima que ya no nos volvamos a ver… ─ prosiguió con nostalgia en sus palabras. El chico de cabellos azabaches asintió, hizo una reverencia nuevamente y se marchó a paso cansado.

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Jueves – 10 de Julio - Tokio – Japón

8:30 am

Había sido un viaje extenuante en todo el sentido de la palabra, debido a que en el camino no hizo más que cuestionarse qué sería de su vida después de mirar a los ojos de su familia.

¿Qué diría Hanabi-chan?

¿Le diría cuanto le había extrañado estos 10 años? ¿Ò le escupiría palabras de odio por haberle dejado sola?

¿Hiashi aun muriendo le miraría con desprecio por ser su hijo?

¿Le diría lo incompetente que es?

¿Habrán tenido dificultades en esos 10 años de ausencia?

Eran demasiadas interrogantes que le atormentaban la cabeza, el corazón y el alma…

Mirar nuevamente a los ojos de su padre, iba a ser de las cosas más difíciles que haría en la vida, sin embargo le probaría que ya no era ese chico estúpido y temeroso que le bajaba la cabeza. No señor, Hyuuga Hinata era un hombre de 25 años autosuficiente, que ya no necesitaba su aprobación. No. Nunca más.

Menuda mierda.

No había logrado dormir mucho, ni hablado con nadie salvo Neji que le ayudó a instalase.

Hoy era el día.

Joder, estaba realmente ansioso, indispuesto. Quería explotar. "Contrólate Hinata, es como siempre has imaginado que sería, se fuerte..." se repetía internamente para darse valor.

No sabía como debía ir vestido, "¿Acaso eres una mujer?" se reprendió mentalmente frunciendo el entre cejo.

A la mierda.

Se puso lo primero que encontró: Un jean desgastado en las rodillas, una leñadora roja sobre una camiseta negra de Led Zeppelin y unos vans rojos.

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Iba detrás de Neji por aquellos fríos pasillos de hospital, mientras le narraba quien sabe qué mierda porque sinceramente no estaba conectado con él en aquellos instantes.

Pasó con desespero ambas manos por su rostro intentando encontrar calma, su cabello que le llegaba a los hombros rapado a ambos lados un poco decidió recogerlo en una coleta medio alta, no es que realmente tuviese mucho cabello.

Un suspiro cansado salió de sus pálidos labios. Maldita ansiedad, menuda hora en la que le había dado por fumar.

Su corazón se detuvo por el lapso de tiempo en que demoró la puerta en abrirse.

Allí estaba, la enorme e imponente figura de su padre reducido a un nada tirado en una cama mirándole con desaprobación.

─Hiashi-sama ─ Saludó su hermano de manera cortés ─ ¿Cómo se encuentra su salud hoy? ─ Preguntó acercándosele con confianza.

─ ¿Qué hace ese inútil aquí?─ habló con desprecio y frialdad. Frunciendo el ceño mientras miraba al azabache; "Nada nuevo" pensó Hinata.

─ A mí también me alegra verlo Hiashi-san ─ le respondió con indiferencia pura a su vez que una sonrisa ladina aparecía en su rostro y se acercaba mientras aún su valor auto-infundado permanecía presente.

─Es una lástima que se encuentre muriendo para poderlo volver a ver ─ prosiguió, el Hyuuga mayor le devolvió una miraba llena de veneno mientras Hinata bostezaba y se sentaba en una silla frente a él.

─ Dígame ─ sonrió ─ ¿Me ha extrañado estos 10 años padre? ─ se cruzó de brazos a su vez que le daba una mirada acusadora a su progenitor.

─Neji, sí no quieres que mate a ese idiota que tengo por hijo ─ escupió duras palabras ─Llévatelo─ la mirada de Hiashi en aquel instante le hizo tiritar hasta el primer pelo de su cabeza, le recordó los años de antaño. Maldito y mil veces maldito.

Se armó nuevamente de valor; una sonora carcajada resonó en aquella pulcra habitación.

Estaba excitado ante la situación, le escupiría 25 años de rencores acumulados a ese hombre.

─ Inténtelo viejo moribundo ─ se paró con brusquedad aun sonriendo arrogante.

¿Desde cuando podía hacer ese tipo de cosas? Oh… es que la sangre le hervía.

Ambos castaños abrieron los ojos con sorpresa desmesurada. ¿Ese hombre era Hyuuga Hinata? ¿El mismo bondadoso, amable y carismático Hyuuga?

Joder, el odio daña hasta los corazones más afables.

"Mierda, tal vez fue un error…" La cara de sorpresa de Neji fue reemplazada por una de preocupación.

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Viernes- 17 de Julio- 2:30 pm

Era jodidamente de buenas, era increíble como la suerte estaba de su lado.

Había conseguido un buen trabajo en menos de 2 días allí, ahora, en una institución de alta calidad y lo mejor era que tenía tiempo para preparar sus clases; porque estaban en las vacaciones de verano.

Con 7 días allí y no todo era tan malo como se lo imaginó.

Kami-sama le ha de estar recompensando todas las lágrimas de su vida.

Aunque no todo era color rosa.

Ahora vivía con Hanabi y su relación era la de un gato con el agua.

─ ¡Eres un idiota Hinata! ─ le gritaba en cualquier momento del día; había pasado solo una semana desde su regreso e idiota era la palabra que más escuchaba; por ahora podía tolerarlo, es decir, podía entender el malestar de su pequeña hermana. Estuvo por fuera 10 años y ahora tenía que cuidar de ella "¿Qué esperabas Hyuuga?"

Hogar

Mierda y más mierda.

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Sábado- 25 de Julio- 6:20 pm

Su padre yacía muriendo.

Tenía que encontrar la forma de hablar con Hanabi y hacer lo que debió haber hecho cuando se fue. No esperaba que entendiera, pero que si le facilitara un poco la vida.

Su nueva vida iba a ser complicada.

Lo presentía en lo más profundo de su raciocinio.

Ya encontraría la forma.

Se concentró nuevamente en lo que estaba haciendo, organizar su itinerario académico.

El Lunes comenzaba su nuevo trabajo como profesor de Inglés en Konoha High school y quería empezar con el pie derecho.

Un sonido en la cocina le llamó la atención, probablemente era Hanabi; divagó en el pasado un instante, se paró de la silla y emprendió camino al ruido.

No Vivian en esa estrepitosa mansión de miles de millones de Yenes.

No, Hinata había rentado un apartamento que se acomodara a su salario y a sus nuevos gastos adicionales (Hanabi) inicialmente a la castaña le había alterado bastante el hecho de mudarse de sus preciadas comodidades. Era una chiquilla berrinchuda de 17 años que finalmente había terminado cediendo.

─ ¿Hanabi-chan?─ le llamó antes de girar para entrar a la cocina y allí estaba bebiendo desenfrenadamente un vaso tras otro de agua, tenía su uniforme de voleibol.

No me llames así, no eres ni mi familia, ni mi amigo para tratarme con tanta confianza

Se apresuró a adivinar lo que la castaña contestaría, sin embargo no fue así.

─Hinata… ─Suspiró con desanimo, pasó sus delgadas manos por el cabello y giró su vista con vergüenza, el moreno vio como ella mordía su labio. Tenía intenciones de hablar, lo sabía pero tal vez las palabras se le habían quedado atoradas en la lengua.

─Okaeri* Hanabi-chan ─ Se animó a ser un poco más familiar con ella, el azabache le sonrió sincero, la joven lo miró un poco sorprendida, volvió a morder su labio inferior, dudosa de qué hacer o qué pensar…

─H-Hinata, y-yo─ pausó un instante y la mirada intensa que le dedicó largo rato su hermano mayor le irritó, le miró frunciendo el ceño ─ ¡Hinata-baka tengo hambre! ─ Y salió disparada hacía su habitación. Joder, joder, mil veces joder.

El mayor sonrió ante lo ocurrido.

Pronto, su pequeña y engreída hermana conocería la verdad de todo.

"Solo espera un poco más Hanabi-chan"

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Lunes- 3 de Agosto- 8:30 am

Aquella semana se había sentido a gusto con Hanabi, se habían limitado a llevarse bien mientras estuvieran en el mismo lugar que Neji, eso dijo su hermana, sin embargo, aun estando solos seguía sin su grosería; Hinata sentía que las cosas iban evolucionando.

Ahora caminaba hablando con Tsunade-san , la directora del instituto, por los largos pasillos.

Vio como ella ingresó al aula 3-1 y le hizo el ademán de que le siguiera.

─ Buenos días ─ La rubia de generoso busto esperó a que todos se acomodaran en sus asientos; al mismo tiempo se dio cuenta como el ruido seguía en aumento gracias a una chica rubia de coletas largas que reía sonoramente mientras hablaba con sus amigas. "pequeña mocosa"

─ ¡NARUKO, SILENCIO! ─ Hinata vio cómo su superior soltó un suspiro irritada a su vez que los estudiantes se acomodaban rígidos por el grito.

─ ¡Obaaaa-chan! Es muy temprano para que grites ─ le contesto la chiquilla haciendo un puchero mientras se cruzaba de brazos. La directora se tomó el puente de la nariz en busca de calma.

─ Bien, como sea─ Señaló al azabache que estaba a su lado frente a todo un salón ─ Él es Hyuuga Hinata ─ pausó y el Hyuuga hizo una leve reverencia ─ Será su nuevo profesor de inglés ─ el oji luna posó nervioso sus orbes en todos y cada uno de sus nuevos estudiantes.

─Buenos días, será un placer estar con ustedes éste año ─ Sonrió gentil y esperó a que Tsunade-san prosiguiera.

─Bien Hyuuga-sensei se los dejo entonces ─ la rubia hizo una reverencia, y salió del salón no son antes advertirles las consecuencias de la indisciplina en el aula. Era una mujer severa.

Hinata iba a comenzar a hablar lo que había pensado durante una semana. Conocer gente siempre se le hacía difícil, por lo que su padre llamaba –carácter blando- pero se esforzaría para hacer agradable su clase.

─Oi, Hinata ¿no es usted muy joven para dar clase? ─ el Hyuuga encontró como la dueña de esa voz, la misma chiquilla molesta rubia que no tenía el más mínimo respeto por la directora. Menudo problema, era joven pero no tanto como lo aparentaba.

─ ¿Además siempre va a venir vestido así? ─ secundó otra chica. Oh, genial, lo que le faltaba.

Se encontró a si mismo reparando su vestimenta, no muy diferente a como había ido al hospital el día que vio a su padre. Ralamente lo único diferente era el color de la leñadora, ésta vez era azul y la camiseta era negra pero de Nirvana. Joder. Esos pequeños monstruos le iban a acabar la vida sí sucumbía ante sus intimidaciones.

─ I am already your english teacher, I'm not a fashionist ─ pausò un instante ─ and i 'm not too young as you guys thought. ─ sonrió victorioso, al notar que gran parte de los estudiantes se quedaron nulos, no porque en realidad hubiese sido difícil lo que dijo, pero supuso que no se lo esperaban.

Bien pequeños cabrones. Pensó.
Su más grande desafío había sido su padre.

Esto, sería un pequeño reto, que estaba dispuesto a superar. Un grupo indisciplinado no representaba un temor muy grande.

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Nos leemos pronto, intentarè actualizar lo más pronto que pueda.

Por favor, los reviews, follows y favs me harían increíblemente feliz; asì que seria lindo sì lo hicieran.

Un abrazo con sueño desde Colombia.