Estas tirado en suelo apoyado al lado de su cama, esta oscuro, pronto anochecerá.

Abrazas tus rodillas y nuevamente te pones a pensar si todo lo que haces vale la pena, para su familia, su ciudad, la Tierra en general.

No tenía sentido llorar, pero lo hace, solo tiene 16 años y carga con una gran responsabilidad.

Y nadie le pidió que lo hiciera.

Nadie le pidió… él lo hizo.

¿Por qué?

A veces llegaba la pregunta de porque seguía haciéndolo, todo por todos, a pesar de que ellos no lo apreciaran, que le dijeran que estaba loco, que no importaba lo que hiciera nadie iba a verlo como él quería que lo vieran.

Alguien especial, alguien que existe, alguien que siempre está ahí…

Alguien que es un héroe.

Aun cuando era muy pequeño nadie le tomaba en serio, en esos tiempos pensaba esperanzado, que cuando los años pasaran las cosas serían diferentes, que si sería escuchado.

Pero no.

¿Así eran las cosas?, ¿Así serían las cosas?, ¿Así seguirían?

Miro el suelo a sus pies, sus botas negras casi se mezclaban con la oscuridad que llenaba su cuarto, abrió los ojos y se dio cuenta de algo más.

Algo que durante tanto tiempo ha querido ignorar he intentado esconder, pretendiendo que nunca estuvo ahí, como si jamás se hubiera dado cuenta.

Pero había tanto tiempo y ese pensamiento aún seguía presente y después de todo… podría más que cierto.

Era lamentable que la gente no le creyera, se frustraba y estaba sufría por echo… pero no era lo único.

Sino que también esos rechazos empezaron a afectarlo, a taladrar su subconsciente y por primera vez darse cuenta de después de todo si había una razón por la que nadie creerle.

No era que no creyera en lo que veía, lo estudiaba, lo vivía… no.

Era que después de tanto tiempo.

Había dejado de creer en sí mismo.


tan cierto y tan triste porque al final a fin de cuentas... el que mas debio creer en el era uno mismo

algo chico, estoy muy activa =)

¡bye!