Finalmente lo logró, después de meses de negociones con los ministros de seguridad pública, la institución que la tenía retenida, con la administración de tiempo-espacio, pudo por fin obtener el permiso para liberarla, aunque aún desconfiaba de la inestabilidad mental de la niña…si…niña. Eso era todo lo que era ante sus ojos, si pudiera ser controlada la niña sería un A's perfecto, se convertiría en el arma secreta de la corporación. Eso era más que suficiente para seguir intentando liberarla y por fin lo logró…ahora solo restaba la cooperación de la menor.

Dos pares de pasos resonaban por el pasillo, uno era de un hombre con bata de doctor, su pelo desaliñado aunque aun así lacio, tenía unas ojeras demasiado marcadas como para alguien que se veía tan joven y usaba grandes lentes de botella; cualquiera que lo viera pensaría que es el científico loco de las películas que en realidad no estaba muy lejos de la verdad. El otro par era de una mujer en sus veinte que parecía mas madura de lo que aparentaba.

Mantenía su vista baja, evitando mirar los espejos de las puertas por las que pasaba, las personas que se encontraban recluidos este lugar tenían una inestabilidad mental tan severa que no podían vivir en sociedad ni con medicamentos, debido a que muchos eran criminales que fueron capturados y sentenciados a pasar el resto de sus vidas tras las rejas(o puerta en este caso)la institución hacia de ellos lo que quisiera, era difícil de pensar que los trataran como conejillos de india para diferentes experimentos pero ese es el rumor negro detrás de este lugar y aunque ella no lo ha visto en persona, con las pocas personas que vio encerradas podría asegurar que si era cierto, tenían heridas muy inusuales para haberse lastimado ellos mismos.

Por fin llegaron a la última puerta del lugar que era la que más tenia seguridad. El doctor saco de su bolsa una llave que introdujo en la puerta, una parte de la puerta se abrió revelando un pequeño teclado con números del uno al nueve, introdujo una clave y acto seguido una voz computarizada dijo: 'Comenzando reconocimiento de voz'

"Odio a Nico-chan" Dijo el doctor aburridamente.

Sonaron tres pitidos del teclado y se abrió un poco mas arriba un compartimiento con una esfera. "Aprobado" Respondió la computadora. "Por favor acerque su rostro para el reconocimiento de córnea" El doctor hizo lo solicitado y la esfera comenzó a escanear lentamente su ojo. Cuando terminó, la computadora dijo "Aprobado, Doctor Yamamoto, espere un momento por favor"

La puerta a remitir sonidos como si se estuvieran abriendo seguros de todo tipo dentro de ella, la joven se encontraba asombrada por la seguridad con la que resguardaba as la niña. Finalmente la puerta se abrió revelando oscuridad.

"No te preocupes, esta encadenada" Dijo el doctor. Se metió sus manos a su bata y volteó con la joven. "Ok mujer increíble déjame darte unas palabras de aliento, sé que tu corporación pagó por esta lunática pero liberar sus cadenas antes de poder controlar su vida se me hace una completa idiotez, ella solo te matará en cuanto la libere, para que probar algo que no tiene sentido?"

La mujer permaneció calmada y respondió con tono serio "Doctor Yamamoto, con todo el respeto que se merece creo que mi corporación pagó por la niña que tiene recluida no por sus consejos y otra cosa; no estoy tratando de probar un punto, estoy tratando de ganar su confianza, algo necesario para poder trabajar con ella, ¿cuál sería el punto de poder controlar su vida antes de comunicarme con ella?, ella simplemente me atacaría y yo la mataría al instante, algo que representa un gasto de tiempo y recursos para mi corporación. No podemos permitir eso." Remarcó lo último.

El doctor sonrió, aunque parecía más como una sonrisa burlona "No se si estar sorprendido por tu increíble valentía… o tu increíble idiotez, veremos cuál es…"

"Mi corporación solo requiere lo mejor de lo mejor, si Yazawa Nico resulta no ser lo que esperábamos fue por que yo fallé en elegirla y créame cuando se lo digo que tengo altas expectativas en ella" Dijo con tono un tanto molesta por las palabras del doctor.

"Si así lo deseas" Contestó "Solo déjame recordarte que firmaste un contrato que me permite matarte…en caso de que no suceda como esperabas, si la cosa se pone fea las pondré a dormir a las dos, la última vez que se liberó y salió por esta puerta la pequeña bestia mató a diez de mis asistentes antes de poder controlarla y no pienso arriesgarme a eso otra vez.

"Le puedo asegurar que no será necesario" Respondió

Rindiéndose el doctor se hizo a un lado no sin antes susurrarse a si mismo algo de que las mujeres mueren jóvenes hoy en día.

Era todo o nada, ignorando al doctor y con determinación procedió a entrar. Sintió instantáneamente el severo cambio de temperatura del pasillo al cuarto, era mucho más helado. Esto era intencional aunque desconocía el porqué. El doctor lentamente comenzó a cerrar la puerta eliminando toda luz del cuarto. Empezó a escuchar los seguros de la puerta nuevamente cerrándose por completo, volteaba a todos las pero no podía distinguir nada. Cuando se terminaron de escuchar los sonidos de los seguros de la puerta se oyó en un alta voz "Voy a prender la luz" Dijo el doctor. Inmediatamente después de sus palabras se encendió deslumbrando un poco los ojos de la mujer por lo repentino que fue pero…al fin la vio…en persona, se encontraba hincada con su mirada hacia abajo y su pelo completamente oscuro, sucio y desaliñado escondía cualquier rastro de su rostro. Sus brazos estaban alzados por encima de su cabeza, cada una con una cadena extremadamente larga como para encadenar animales, debido a que la tenia de frente no podía ver bien pero al parecer sus pies estaban igualmente encadenados con las mismas cadenas clavadas a la pared detrás de ella. Podía sentir que las cadenas no solamente la mantenían en lugar pero también transmitían magia que suprimía la de ella. La niña vestía una bata larga como si fuese paciente pero tan rota que no podía considerarse usable, juzgando por la desnudez que podía ver de la bata era lo único que vestía, se le hacía difícil de creer que esta niña fuera una criminal. Tragando saliva se acercó a ella.

"Yazawa Nico…¿verdad?" Dijo. No obtuvo respuesta de la menor pero levantó un poco la mirada hacia su dirección eso era un avance para ella. "Me llamo Nishikino Maki...estas ultimas semanas te eh hablado por micrófono, estoy segura que reconoces mi voz ¿no?" Aun sin respuesta decidió acercarse más; con cada paso que daba notaba un hedor horrible que provenía de la niña pero continuo haciendo lo mejor para ignorarlo. Se hincó a la altura de la menor a solo unos centímetros de distancia. Colocando una mano sobre su grasoso pelo dijo "Eh venido aquí con el único propósito de cambiar tu vida, queremos darte una oportunidad" Bajó su mano al pelo que cubría parte de su rostro y lo removió revelando tras de ellos unos intensos ojos color escarlata, había rastro de humedad en su rostro que venía desde sus ojos, la niña a llorado…y mucho "Haz sufrido bastante ¿verdad?" Podía sentir que la niña le respondía aunque no fuese verbalmente, con sus ojos, esos ojos que gritaban que estaba sola, que estaba sufriendo, que vivía un infierno en vida. Le dio la mejor sonrisa que pudo "Puedes llamarme Maki…Nico-chan" Podía ver en sus ojos que estaba haciendo efecto. Giró su cabeza hacia la puerta haciendo una señal al doctor .Unos segundos después las cadenas que la sujetaban comenzaron a desmaterializarse tomando por sorpresa a la niña haciendo que cayera a los brazos de Maki. Quien no dudo en abrazarla. "Ya está todo bien, ya estas a salvo" Dijo cariñosamente. La pequeña niña lentamente comenzó a subir sus manos llevándolos al rostro de Maki, quien sonrió y cerró los ojos dejando que la niña la tocara, la niña estaba tratando de conocerla, eso era una típica reacción de alguien que perdió contacto con las personas desde hace bastante tiempo así que esperó a que terminara. Poco sabia Maki que en verdad la niña no dirigía sus manos a su rostro sino a su cuello que ya estando a pocos centímetros de él se abalanzó sobre Maki con sus manos en su cuello. Tomando por sorpresa a Maki no pudo meter sus manos para detener la caída resultando en un severo golpe con el suelo. Con un horrible dolor en la cabeza y un poco mareada intentó levantarse del suelo solo para percatarse que la niña estaba sentada sobre su estómago, intentó mover sus brazos pero sintió como si estuviera amarrados al suelo, volteando a verlos se dio cuenta que tenia una capa de lo que parecía magia oscura sobre ella.

"!¿Qu…Que estás haciendo?!" Replicó Maki alterada.

La pequeña niña le sonrió, pero no era una sonrisa linda de una niña de once años, sino una aterradora, malévola sonrisa "¿Sabes que es lo que mas odio que vivir en este infierno?" preguntó serenamente.

Maki empezaba a pensar que se había metido en la boca del león…pero decidió seguirle el juego "¿Qué?" Respondió

"Que las personas intenten imponer sus reglas sobre mi…y lo hace aun peor que personas que fingen una sonrisa para conseguir lo que quieren lo hagan…¿no lo crees, Nishikino Maki?"

Maki rápidamente respondió "¡Claro que no, es en serio, quiero darte una oportunidad!"

La niña llevó su mano hacia el rostro de Maki deslizando su dedo por su mejilla y subiendo a sus ojos "Que lo niegues…me hace odiarte mas…podía oírlos desde que entraron al pasillo" Mencionó aun jugando a trazar marcas en el rostro de Maki.

"Vaya, vaya eso si es una sorpresa" Se oyó en el alta voz del cuarto" Desconocía que tenías esa habilidad mi pequeña Nico-chan"

"Pero si no es el amable Yamamoto? Gracias por todos sus cuidados" Mencionó amablemente pero la sonrisa que solo Maki podía ver demostraba lo contrario de lo que aparentaba. "Ahora si me disculpas estoy tratando de elegir un ojo así que espera tranquilamente tu turno…"

A Maki no le agradó eso ultimo "¿Un ojo?" preguntó aterrada

Nico le sonrió nuevamente "Sip, voy a quitarte uno de tus ojos" Dijo acariciándola cerca de su ojo "Después de todo… son como hermosas gemas…"

Maki sintió tanto terror que lagrimas comenzaron a salir por sus ojos "No…por favor…no"

"Jajaja, tan vulgar y lunática como siempre Nico-chan" Menciono el doctor por el altavoz. "Bueno, me da igual, termina rápido que tengo bastantes cosas que hacer"

'Ese bastardo…'Pensó Maki. Nico se quedó mirándola fijamente y dando un ligero suspiro dijo "Pensándolo bien…creo que me divertiré un poco…"Dijo mientras sujetaba el cuello de Maki con ambas manos y comenzó a apretar su cuello con una fuerza descomunal que Maki no creía que tuviera una niña de once años. Sentía su vista nublándose entre más segundos transcurrían, sus manos eran inútiles por la presión que ejercía la magia de la niña, lo único que podía hacer era patalear y eso era inútil también. Podía ver la aterradora sonrisa de Yazawa Nico mientras su visión se nublaba más y más hasta que llegó el punto que todo era oscuro.

Despertó de golpe quitándose la cobija de encima, su respiración era rápida, su rostro estaba sudando y podía sentir que su cuerpo también. Puso una mano sobre su rostro intentando calmarse 'ese sueño otra vez…'Pensó. Sacando los pies de la cama y parándose se encaminó al pequeño refrigerador de la habitación. Tomó un bote de agua y lo abrió casi bebiéndoselo todo de una sentada.

"¿Maki-chan?" Escuchó desde la cama.

"ahh…perdón, ¿te desperté?" Preguntó aunque en realidad sabía que sí.

La chica parecía que estaba más dormida que despierta pero aun así preguntó "¿Tuviste un mal sueño?"

Maki se recargó en la en el buró donde estaba el mini refrigerador "Yo no diría malo…"Dijo. 'Aterrador' Pensó.

La chica en la cama alzó su brazo y con ello la cobija como haciendo espacio "Ven, vamos a dormir"

Maki le sonrió "Tu solo piensas en dormir…"

"Y tu solo piensas en…"La chica contestó pero se avergonzó mucho de terminar la oración y se volteó al otro lado. "Nada, dormiré"

"Sip,sip" Dijo Maki sin poder contener su sonrisa y se dirigió a una mesa cerca de la puerta corrediza que daba al balcón del cuarto. Tomando asiento encendió una laptop que estaba en la mesa. Después de unos segundos de carga leyó los correos y hubo uno en particular que llamó su atención. Después de leer el contenido se impulsó un poco con los recargándose en la silla inclinada con ambas manos en su cabeza. Sonriendo dijo: "Parece ser que no te aburrirás por un tiempo…Nico-chan" Mirando por la ventana con la gran ciudad de paisaje.

"Maki-chan…" Escuchó nuevamente desde la cama.

"Hai,hai" Respondió levantándose "De verdad que eres una mimada Rin" Dijo en el camino. No se devolvió a su espacio en la cama, al contrario se fue por el lado de Rin metiéndose rápidamente a las cobijas por encima de ella y aprovechando la oportunidad…

"!Espera, Maki-chan,dije dormir!" Replicó Rin intentando quitarse de encima a Maki quien le estaba dando besos en la mejilla cariñosamente.

"Jeje ¿qué tiene de malo?solo un poquito" Dijo y se dirigió al cuello de la chica besándolo y lo que más le encantaba hacer mientras hacía eso era poder acariciar su lacio, largo y oscuro cabello.

"Argh…mou…"Respondió rindiéndose ante Maki.

En ese mismo momento en las entrañas de la gran ciudad que era habitada por grandes rascacielos, entre ellos podías encontrar callejones que solo las personas más atrevidas o tontas se atreverían a cruzar en la madrugada. Un hombre por sus cuarenta corría a través de una intentando frenéticamente perder a su perseguidor, mientras corría tumbaba botes de basura debido a que Uno: No podía ver bien y Dos: quería de alguna manera alentar el asecho de la otra persona. Alcanzo a divisar en medio e la oscuridad una puerta que le parecía caída del cielo, si entraba a un edifico no había manera que pudiera seguir persiguiéndolo ¿verdad? La puerta estaba aluzada con un foco arriba de ella que la hacía resaltar bastante, cuando llegó a ella y la tiró para abrirla se le heló la sangre al percatarse que estaba cerrada. Comenzó a golpearla de la desesperación. "!Alguien¡!Abra!" Suplicó pero nadie respondió sus llamados. Parecía la puerta de emergencia de algunos departamentos. Escuchó pequeños y lentos pasos detrás de él y rápidamente se volteó. Era alguien de no más de metro y medio de estatura. No podía distinguirla bien.

"Me estaba preguntando…"Habló desde la oscuridad la figura "¿Por qué razón regresaste al cementerio de tu esposa si tú la mataste?" Preguntó al parecer la voz de una niña.

El hombre estaba perplejo, ¿desde hace cuánto tiempo lo estaba siguiendo? "¿Y eso que importa?" Contestó

La niña metió la mano a su chaqueta y saco lo que parecía una paleta, silenciosamente la abrió y la metió a su boca "Te estoy dando unos segundos más…"Contestó como pudo con la paleta en la boca.

"¡¿Unos segundos más de qué?!"Gritó. Ya se estaba alterando y levemente ya podía distinguirla en la oscuridad notando un par de ojos rojos en el diminuto cuerpo de una niña.

La niña sonrió pero no le contestó lo que quería. "¿Y bien?, ¿que estabas haciendo en el cementerio o más específico en la tumba de tu esposa que mataste? No preguntaré una tercera vez" Dijo con seriedad lo último.

El hombre apretó sus puños del coraje pero contestó "El anillo…regrese por el"

"Así que…"La pequeña figura parecía que no contenía las ganas de reír "La mataste, fuiste a prisión por ello, pagaste un dinero a un funcionario corrupto para que ordenara tu liberación y ¿regresaste por un anillo?, sabía que había gente estúpida en todos lados pero no a tal grado, si me hubieras dicho que regresaste a escupir sobre su tumba me hubieras entretenido mas pero…"

"¡Yo no haría algo así!" Contestó furioso

"No escupirías en la tumba de alguien pero si la mandarías a la tumba…tienes serios problemas con tu perspectiva de ver las cosas ¿no crees?, todo lo que yo veo enfrente de mi es a un hombre con sus manos manchadas de la sangre de su esposa llorando porque no quiere aceptar la realidad que la mató por celos"

El hombre apretó sus dientes de la ira pero no respondió.

La pequeña niña sacó el palo de la paleta de su boca y la arrojó. "Saca tu arma, me enferma verte" Dijo

El hombre no sacó arma, en vez de eso un círculo mágico se abrió debajo de él "No me vas a capturar, no pienso volver ahí" Dijo

"¿Oh…?entonces te alegrará saber que no vine a a capturarte" Dijo sonriendo mientras sacaba de su espalda por atrás de su chaqueta un largo cuchillo de combate.

El hombre ni pudo terminar de completar el cirulo mágico cuando un pulso de magia proveniente de la mano de la niña lo impulsó hacia la puerta azotándolo brutalmente, de la puerta cayó de rodillas y apenas alcanzó a distinguir a la niña enfrente del cuando sintió un corte atravesando su cuello, sangre salpicó teñiendo la pared y el cuerpo aun chorreando sangre y perdiendo lo que le quedaba de vida quedó en frente de la puerta. La niña se acercó al cuerpo sin tocar la sangre y limpió su cuchillo con la ropa del ya sin vida hombre, guardó su cuchillo y metió la mano su bolsa de la chaqueta sacando otra paleta, quitando la envoltura y metiéndola a su boca dijo "Débil" y se adentró nuevamente a la oscuridad del callejón.

NA: Cuando comencé Yaya Sins(hace bastante tiempo…)siempre pensé en hacer una historia paralela, que fuese por el camino de los 'buenos', nunca creí que Nico fuera la protagonista perfecta.

Esta historia tendrá bastante comedia, acción, drama, Yuri(xD obvio) y vulgaridades de Nico-fucking-chan. Dejen su opinión en un review :3