AN: Tengo esta historia (por lo menos la primera parte, 11 capítulos) escrita desde hace mucho tiempo. ¿Por qué no la había subido? Porque tengo varias cosas pensadas pero no sé como implementarlas. Lo mismo que me pasa con Psicólogo, mi NGE fic.

El primer capítulo del fic está basado en el one-shot "Dragon x Blades" de Shintouyu y utilizado con su permiso. A quienes sepan ingles les invito a leerlo.

Por lo demás me ha costado darle un titulo al fic, el tentativo era "Unlimited Devil Swords", lo que no corresponde (a mi parecer) por tratarse de una historia en español. Entonces dije "Espadas y Demonios Ilimitados". El titulo me gustó, pero siento que no encaja del todo, así que ahora el fic se llamará "He de mantener mi Promesa". Me reservo el derecho de cambiarlo, si lo veo conveniente.

Espero que disfruten leyendo.

No poseo ni tengo derecho alguno sobre Highschool DxD ni Fate Stay Night. Tampoco lucro de forma alguna escribiendo ni este ni ningún fanfic. El único fin de esta historia es entretener.

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Prólogo

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¿Qué pasó?

Acababa de batirse en duelo contra Kotomine. Entonces confrontó al grial personificado en Irisviel. Y de pronto se halló en un infierno de fuego con su esposa en brazos, que de a poco recuperaba la conciencia.

- Kiritsugu… - abrió los ojos y abrazó a su esposo. - ¡Kiritsugu! ¡Kiritsugu! ¡Kiritsugu! - ya un poco más tranquila notó la horrible escena a su alrededor. - ¿Qué… paso?

- No estoy seguro. Me negué a realizar mi deseo y de la nada… el grial ¿se deshizo?

Kiritsugu escruto nuevamente a su alrededor.

No. No veía a Saber, Kotomine o Archer.

- Tu deseo… ¡Pero…!

- Era un camino sin salida, Iris. Ese grial no era capaz de traer vida o salvación. Únicamente muerte.

- Oh… y yo… ¿Por qué? - ella era el contenedor del grial. Si el grial era destruido, también ella lo sería.

- No lo sé. Pero estoy feliz. - confesó con una media sonrisa. - Creo que encontré mi respuesta… Seré feliz contigo e Illya a mi lado. - profesó honestamente.

Iris era incapaz de entender o asimilar la situación.

Ella siempre creyó en Kiritsugu y en su causa. Y decidió por su propia cuenta vivir y morir por ella. Pero siempre le entristeció que la felicidad hiriera a Kiritsugu, que Kiritsugu no se creyera digno de ella.

Ahora el amor de su vida había perdido su causa. El final feliz. Su legado al mundo. Pero por fin quería aceptar la felicidad... Acababa de expresar su deseo de vivir en paz en familia. Aceptar aquel pequeño consuelo que solo un hogar, un verdadero hogar, podía otorgarle.

Sí. Irisviel no cabía en su alegría. Encontró el amor, algo imposible para un homúnculo. Tuvo una pequeña y preciosa hija con este. Un milagro. Un verdadero milagro. Algo tan grande como cualquiera de las cinco magias. ¡No! ¡Más grande! Y ahora, por último, su amado declaraba que quería encontrar la felicidad en ella. Él, qué dejo de creer en la familia. Qué observo de primera mano muchos de los peores pecados del mundo. Qué dejo de creer en la humanidad. Qué juró sacrificar su alma en pos de su ideal.

Finalmente estalló en su propia felicidad, que demostró en una pequeña, pero radiante sonrisa.

Por unos segundos el mundo no fue nada más que sus miradas compartidas. El reflejo los ojos de cada uno en los de su pareja.

Un ruido los devolvió al infierno que los rodeaba.

Eran sollozos. Los sollozos de un niño, atrapado bajo una pila de escombros.

Se apuraron en ayudarlo y tan pronto lo rescataron vieron como este les dedicaba una sonrisa de agradecimiento.

Iris sintió de inmediato una extraña conexión con él.

- Kiritsugu ¿Has pensado en tener más hijos?

- ¡¿Eeh?! - la súbita pregunta de su esposa lo sacó de su estupor. Él acababa de experimentar una sensación similar a la de Iris, pero su tren de pensamiento era incapaz de llegar a ese punto.

Miró al niño de rojos cabellos descansando plácidamente en los brazos de su amada y lo decidió. Pero primero habían de rescatar a todas las personas que pudiesen. Además, tal vez, los padres del chico aun estaban vivos.

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Capitulo 1: Emiya Shirou

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- Lo siento… - las lágrimas no dejaban de brotar. Todo había terminado. Sus manos aun temblaban mientras sostenía la fatídica espada.

- Gracias, oni-san. - En su cara se había dibujado una tierna sonrisa. - Me hubiese gustado tener tiempo… ser una familia… - fue su último aliento.

La había matado.

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Emiya Shirou despertó bruscamente.

Su mente estaba confusa. ¿Dónde estaba? ¿Qué había ocurrido?

¿Todo había sido un sueño? Ya ni siquiera recodaba.

Miró la hora. Seis de la mañana.

Bostezó y lentamente se levanto para comenzar su rutina diaria.

Primero estiramiento, luego abdominales, flexiones, sentadillas y un trote por el barrió.

Tras terminar se dio una rápida ducha se dispuso a preparar el desayuno.

Él era único que cocinaba en su familia. Su padre no era capaz de hacer más que platos desabridos o más bien completamente insípidos y su madre fácilmente podía hacer explotar la cocina.

Pronto la familia estaría reunida para el desayuno. La única comida diaria que siempre comían juntos.

El primero en sentarse era siempre su padre, Emiya Kiritsugu. Comenzaba el día leyendo el periódico y no había quien lo despegase de él. De apariencia informal, casi desaliñada, siempre usaba un abrigo café y estaba mal afeitado. Siempre llevaba un cigarrillo en la boca, que rara vez encendía. Era de los que prefería mascar tabaco (n1).

Minutos más tarde llegaba su madre, Irisviel (Iris). Una mujer hermosa, de apariencia joven y altamente refinada. No representaba treinta y menos aun tener dos hijos. Era de origen alemán, tan rubia y de tez tan clara que parecía albina. Su pelo era largo, liso, lo usaba suelto. Su cara tenía facciones suaves. Sus ojos eran amables, de un extraño color castaño que más bien parecía rojo intenso.

Sus padres eran muy afectuosos con sus hijos, pero por sobre todo entre ellos. Pocos pensarían que una pareja así pudiese resultar de la unión de culturas tan conservadoras como la japonesa y la alemana.

Por último Shirou iba en busca de su hermana menor, Illyasviel (Illya). Su madre siempre pasaba a despertarla, pero la niña quedaba enredada en las sabanas. Era la imagen exacta de su madre, siendo también casi albina. Una niña hermosa con apariencia de muñeca.

En cambio Shirou, pelirrojo, de cabello imposible de peinar, ojos castaños y pocos rasgos distintivos se preguntaba si de adulto se parecería a su padre. Todos los hallaban similares, pero no físicamente ni en lo referente a sus personalidades, sino de presencia.

Tal vez terminase como él, despeinado (que era un hecho) y desaliñado, con un periódico pegado en la cara.

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- ¿Pasa algo Shirou? - la voz de su padre lo sacó de sus pensamientos.

- ¿Eh?… No nada… estoy bien. - mintió el chico, como ya estaba acostumbrado. No le gustaba ver a su familia preocupada. Prefería guardar todo para sí.

Kiritsugu con la cara tras el periódico no dijo nada más, sin embargo su madre y su hermana no se contentaron con la respuesta.

- ¿Dormiste mal hijo?

- ¿Tuviste una pesadilla?

Tras un momento el pelirrojo suspiró y contestó.

- Sí Illya. Tuve una pesadilla, aunque no recuerdo nada de ella.

Iris quedó preocupada. Sabía que en las últimas semanas su hijo no dejaba de tener pesadillas.

- Shirou, si tienes problemas para dormir eres bienvenido en la cama de papá y mamá. - le ofreció su madre alegremente. Kiritsugu bajó un poco el diario y arqueo una ceja.

- ¡Mamá! ¡Es injusto! Desde hace un año que no me dejan dormir con ustedes. - protestó Illya.

- Illya, el problema es que tu dormías con nosotros todos los días. Papá y mamá también necesitan algo de privacidad.

- Mamá, no te preocupes. Estoy bien. Además, al igual que Illya, ya soy grande como para dormir con mis padres. - respondió Shirou. Kiritsugu suspiró con alivio. Iris en cambio hizo un puchero, decepcionada.

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Apenas llegó a su clase Shirou bostezó y se tendió sobre su escritorio.

Asistía a la academia privada Kuoh. Una escuela ideada para hijos de familias de sociedad y dinero. En principio fue una escuela femenina, pero hace algunos años se había vuelto mixta.

Shirou se sentía fuera de lugar en aquella academia. Nunca falto quien le preguntase por qué estudiaba ahí, algunos por distintos prejuicios basados en su apariencia normal y común y otros porque notaban su disconformidad con la escuela. Nunca contestaba. No quería admitir que sus padres lo querían en la misma escuela que su hermana, aunque asistieran a distintas secciones. (n2)

El campus era enorme y con excelentes instalaciones. Lo que más agradaba a Shirou era el club de tiro con arco, o club de kyudo, en el que ya no participaba debido a una lesión en el hombro.

La campana sonó. En breve comenzarían las clases. Alguien le palmeó la espalda.
Era Matou Shinji. Uno de sus pocos amigos.

De pelo oscuro, un poco más largo que el común masculino, ojos negros y rasgos afilados tenía una personalidad arrogante que a veces hacía a Shirou preguntase por qué eran amigos. Era el capitán y estrella del club de kyudo, además de todo un Casanova.

- Buenos días 'falso conserje'. ¿Qué planes tiene para hoy?

- El consejo estudiantil me pidió que les ayude a reparar un aire acondicionado. - respondió Shirou casualmente.

Shinji dejó escapar una risa.

- La presidenta te tiene en la palma de su mano. - se burlo.

Issei, su otro amigo y compañero de clases, siempre reprendía a Shirou. 'Debes aprender a decir no.' Era normal que los profesores, los clubes, sobre todo Shinji en persona, y el consejo estudiantil le pidieran ayuda para arreglar cosas, ordenar y limpiar sus instalaciones. Shirou siempre accedía cuando no tenía compromisos. Y desde que dejó de practicar kyudo tenía mucho tiempo libre. Por eso era conocido como el 'falso conserje' de la escuela.

Quien más odiaba el apodo de Shirou era su hermana, que insistía en que hiciese algo para cambiarlo. Shirou lo había aceptado y se decía a si mismo que no había remedio.

- Por cierto Shinji ¿Dónde está Issei? - preguntó Shirou momentos antes que el profesor entrara a la sala. Era raro que Issei llegase tarde.

Shinji recogió los hombros.

Ese día Issei no llegó hasta que el profesor ya había pasado asistencia.

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En el receso Issei les contó la gran noticia.

- ¡Por fin! ¡Tengo novia!

Issei tenía pelo negro en parte teñido de azul oscuro. Con semblante serio, gafas y la manía de andar siempre con la mano izquierda en el bolsillo, emanaba un aura de misterio que volvía locas a las chicas.

Shirou se alegró, porque desde hace mucho que su amigo deseaba una novia y, a pesar de su aparente popularidad, no había tenido suerte.

- ¿Quién es la desafortunada? - preguntó Shinji, restándole importancia al asunto.

- Su nombre es Amano Yuuma y es la mezcla perfecta entre linda y tierna. - respondió Issei con orgullo.

- Entonces es ¿esbelta?

Issei asintió.

- Extraño. A ti siempre te han gustado los pechos grandes. - contraataco Shinji.

Ryuudo Issei cerró los ojos, sonrojado.

- La apariencia no lo es todo. - finalizó Issei.

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- Shinji, no tenemos porque espiarlos…

- Nadie pidió tu opinión Emiya. Tan solo quédate tranquilo y en silencio.

Shirou suspiró. Seguir a Issei no se parecía en nada a su definición de un buen fin de semana.

Era la primera cita de Issei y Yuuma. Shinji había insistido en seguirlos.

- Sé que estas preocupado, pero debemos respetar la privacidad de Issei.

Además, por algún motivo Shirou estaba extremadamente cansado.

- No sé de que hablas. No hay forma de que este preocupado de ese cuatro-ojos.

Como siempre Shinji es incapaz de ser honesto.

- No comprendo por qué estas tan alterado. Hasta el momento Issei lo ha hecho bien.

- Ciertamente ha planeado la perfecta 'inocente primera cita'. - Primero una película. Luego comer algo en un café cercano. Ir por las tiendas mirando las vitrinas. Issei incluso compró algo a Yuuma. No pudieron ver qué. En todo momento Issei había estado preocupado y prestando total atención a su novia.

Shinji era el único de los tres que había salido en una cita. Bueno, muchas más que a una, pero evitaba deliberadamente que hubiese cabida para algo serio. El que Shinji estuviera aprobando el plan de cita de Issei delataba que las cosas iban bien para su amigo.

- ¿Entonces?

Shinji gruñó.

- No sé, no sé. Tengo un mal presentimiento. Algo anda muy mal.

Shirou rezó para que Shinji estuviese equivocado. Su amigo era una persona increíblemente intuitiva.

Ya era tarde por lo que la cita debía de acabar pronto.

'Vamos Issei. Llévala a su casa y deséale buenas noches. Por favor termina con esto.' A cada momento el malestar de Shirou aumentaba.

- No, no, no. Issei, no puedes cometer ese error…

- ¿Uh?

- Se dirigen al parque…

El color desapareció de la cara del pelirrojo.

El parque central de Fuyuki era uno de los lugares más infames de la ciudad. Desde que hace diez años un enorme incendio había tenido lugar en aquel barrio, siendo el parque el epicentro. Era uno de los lugares que todos evitaban. Varias fuentes afirmaban que estaba maldito. Qué cuando un grupo impar de personas pasaba por él siempre una, y una sola, jamás regresaba.

Shirou y su madre habían quedado atrapados en medio del fatídico desastre, pero el chico no recordaba nada e Iris nunca diría palabra al respecto.

Apenas entró al parque un escalofrío recorrió a Shirou. Se sintió mareado y sus oídos escuchaban un extraño pitido.

- Emiya ¿Estás bien?

- Sí Shinji, no te preocupes. - respondió forzando una sonrisa.

- No me preocupo… ¿Cuántas veces tengo que repetírtelo? Tan solo no te quedes atrás. No quiero tener que arrastrarte.

El silenció en el parque era palpable.

- ¿Qué diablos Issei? ¿Por qué traes a tu novia al lugar menos romántico de la ciudad? Realmente eres un idiota.

Shirou se concentró en permanecer consiente.

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Issei y Yuuma se detuvieron junto a una fuente.

A Shirou le dolió la cabeza como nunca. Shinji tenía razón, algo andaba muy muy mal. Su cuerpo pidió a gritos salir corriendo, a pesar de encontrarse completamente entumecido.

- ¿Me harías el favor de morir? - fue lo que escucharon decir a Yuuma. Era la primera vez que podían escuchar una frase completa de labios de la pareja y solo pudieron hacerlo gracias al innatural silencio del parque.

- ¿Eeh? ¿Qué? Lo siento Yuuma-chan ¿puedes repetir la pregunta? Creo que no escuche bien…

La chica dejó escapar una tierna risa.

- Issei-kun ¿Podrías morir por favor? Vamos, no es tan difícil. - le dijo sonriendo mientras de su espalda salían dos alas negras.

Una brillante luz apareció en su mano izquierda.

'No es humana. Esto no está bien…' - Shirou volvió a temblar. Cada músculo de su cuerpo estaba tenso.

- ¡¿Qué ray…?! - las palabras salieron de la boca de Shinji mientras un destello los cegaba.

Issei cayó de rodillas mirando fijamente a Yuuma.

- Debo agradecerte Issei-kun. Realmente me divertí hoy jugando a ser pareja de un niño. Fuiste taaan tierno… - la risa de Yuuma se tornó más aguda. . - Es una lástima que ninguna chica jamás tenga la oportunidad de salir contigo.

Issei no pudo sostenerse. Colapsó quedando boca abajo.

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La mente de Shirou quedo en blanco. De pronto vio todo rojo y lanzó un gran alarido que alertó a Yuuma de su presencia.

Su cuerpo comenzó a moverse por sí solo, mientras por su mente fluían un millar de emociones y ¿recuerdos?

Solo supo que estaba parado junto al cuerpo de Issei mirando a Yuuma directamente a los ojos.

- Ju, un testigo. No importa. Muere…

La luz volvió a formarse. Parecía una lanza que la mujer alada le lanzó rápidamente.

Un hombre vestido de azul lo atacó con una lanza roja. Emiya Shirou murió en ese instante.

Esquivó el proyectil, mientras juntaba sus manos como si sostuviese algo.

Increíble. Un humano acababa de esquivar su ataque. Pero solo erar un golpe de suerte, se auto-convenció el ángel caído.

Trace-on.

Shirou pudo sentir como el poder se reunía en sus manos creando algo solido, pero invisible. Podía sentir el viento a su alrededor. Sabía exactamente qué era. La imagen de la espada dorada era clara en su mente.

Corrió hacia Yuuma, dispuesto a atacar. Ella se elevó para evitarlo. Esta vez su lanza no fallaría.

Ella volaba demasiado alto como para alcanzarla. Aun así, él podía. Lo sabía. Simplemente lo sabía.

Ambos cargaron sus ataques al mismo tiempo.

¡Excalibur! - gritaba una rubia en su mente.

La lanza de luz fue absorbida por una gran ráfaga de viento y destellos dorados. Yuma cayó con un hombro y un ala herida y cortes alrededor de todo su cuerpo.

Shirou sudaba. Aquel ataque consumió mucha energía. Pero ella pronto estaría pronto en pie. No podía permitirlo. Si ella volvía a parase sería su fin.

Tan solo sintió una punzada.

Miro su abdomen. Una lanza de luz lo había atravesado por la espalda. Vio a un hombre de negro acercándose a la mujer caída.

- Reinalle, he venido a buscarte.

- ¡Dohnaseek! ¡Mata a ese bastardo! ¡Destruye su Sacred Gear!

- No hay tiempo. Debemos irnos.

- ¡¿De qué estás hablando?!

El hombre también dejo salir unas alas negras y se llevó a Reinalle, volando rápidamente.

Shirou dejo caer la espada invisible, que no hizo ningún ruido al tocar el suelo, sino más bien se desvaneció, así como la capa de viento alrededor de esta.

Con su mano cubrió la herida de su abdomen que no dejaba de sangrar.

Dio media vuelta y vio a Shinji en el suelo.

Instantáneamente su mente se despejó.

¿Por qué Shinji estaba en el suelo? Era Issei quien había sido atacado…

¡Issei!

Miro en dirección a su cuerpo. Issei estaba cubierto por un brillo rojo.

Había una chica de cabello escarlata arrodillada junto a él. Era hermosa, su largo cabello ondeaba con el viento. Le pareció conocida. Ella se levantó y lo miró a los ojos.

Entonces supo quién era.

- ¿Gremory-senpai? ¿Qué hace aquí?

Era una de las chicas más populares de la escuela. Era hermosa. El sueño de la mayoría de los chicos. Su belleza provocaba envidia en más de una chica, pero aun así era admirada por la mayoría de las féminas.

Más de una vez Shirou se había quedado embobado mirando sus pronunciadas caderas y generosos pechos. Le resultaba inevitable. Estaba seguro que a sus compañeros les ocurría lo mismo.

- Buenas noches Emiya-kun.

¿Noche? Shirou miró el cielo. Había oscurecido. No supo en qué momento había llegado la noche.

- Buenas noches. - atinó a decir.

- Déjame ver tu herida…

- Estoy bien, pero Issei…

- Acabo de revisarlo. Esta sano y salvo.

- ¿Y Shinji?

- Tan solo se desmayó por el shock.

Shirou suspiró aliviado.

Rias Gremory sonrió.

- ¿Sabes Emiya-kun? Eres un chico bastante extraño. - Rias se acercó a él suavemente. - Pocas personas estarían preocupadas de las heridas de otros por sobre las suyas. Sobre todo en una situación como esta.

Ella tomó suavemente su mano y la alejo de la herida, mientras acercaba su rostro para observarla.

Shirou pareció no escuchar.

- ¿Qué hace aquí Gremory-senpai?

Rias lo miró fijamente a los ojos.

- Tu amigo Issei me llamó. - se paró lentamente y le acerco una hoja de papel. - Este es un círculo de invocación. Tu amigo lo activo casualmente cuando deseo no morir. De esta forma, como demonio, fui invocada por él.

Observó que Shirou esperaba tranquilamente que terminara de explicarse. No se había inmutado en lo más mínimo al escucharla admitir su naturaleza sobrenatural. Incluso parecía aceptar el hecho sin ningún problema. ¿Realmente le creía o acaso solo pensaba que era una broma?

- ¿Tienes alguna pregunta Emiya-kun?

- ¿Estoy muriendo?

- Sí.

Las lágrimas escaparon de los ojos de Shirou para caer en el charco de sangre a sus pies.

- Ya veo. Este es mi fin. - su voz se rompió. - Lo siento Illya… - susurró.

…familia… …oni-san…

- Lo siento Illya. Esta vez seré yo quien muera primero.

Rias estaba fascinada con la reacción del chico, que lloraba, pero no por su muerte. No, él aceptaba su muerte a pesar de no querer morir.

Shirou intentó calmarse.

- Lo siento Gremory-senpai. - se disculpó, tratando de contener las lágrimas. - No soy para nada cool… - dijo, tratando de reír. - ¿Podría hacerme el favor de llevar a Issei y Shinji a sus casas?

Estaba muriendo y aun así ponía a sus amigos por sobre sí mismo.

- Emiya-kun. No tienes que morir. - le dijo dulcemente la demonio, tomando nuevamente sus manos, empapadas por la sangre que aun fluía.

El calor de aquellas manos lo confortó.

- Sí así lo quieres puedo evitarlo. Puedo reencarnarte como demonio…

- ¿Demonio?

Rias lo abrazó suavemente.

- Tienes que entender que una vez hecho no hay vuelta atrás. Te convertirás en mi sirviente por el resto de la eternidad. - lo soltó y tomo su cara. Lo miró a los ojos una vez más. Estaban separados por tan solo unos centímetros. - ¿Aceptas?

Shirou quedo en silencio un momento.

- No puedo morir. No aun. Le prometí que seríamos… que viviríamos como una familia. No puedo romper nuevamente esa promesa…

Rias pestañeo. Realmente Shirou era un chico extraño.

- Lo haré. - el chico habló con decisión.

No recordaría nada más de aquella noche.

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Entrevistas de mel-kun [m]:

Capítulo 1: 'Illya' [i]

[m] Illya. ¿Qué te ha parecido la historia hasta ahora?

[i] Estoy un tanto decepcionada. Se supone que esto ocurre tras terminar mi ruta con el final normal, ¿no es así? Pero de esta se ha hablado muy poco. ¿Se supone que al final de mi ruta Shirou me mata? ¡¿Qué clase de heroína muere al final de su ruta?!

[m] Bueno, aun no se ha tocado el tema pero eso…

[i] También Shirou dice 'perdón, pero esta vez me iré primero…' ¿Qué quiere decir eso? ¿También muere él al final de mi ruta?

[m] Illya…

[i] ¿Qué acaso todos mueren? De ser así, si Rin sobrevive estaré muy enojada. Hmmb.

[m] N…

[i] Por lo menos pude haber aparecido más en el capitulo. Shirou habla de mí, hay flashbacks, ¡pero aun así mi participación real es casi nula! ¡Tienes suerte de que haya dejado a Berserker en casa!

[m] Aquí concluye la entrevista de hoy. Continuaremos entrevistando a Illya, si es que en algún momento se tranquiliza.

Notas del capítulo 1:

1. Los cigarrillos de Kiritsugu son 'artesanales'. Él envuelve su propio tabaco en papel de fumar, pero jamás lo enciende. El hecho de tener un cigarrillo en la boca y a su vez sentir el sabor del tabaco es la medida que usa para evitar fumar. Desde que se convirtió en padre de familia intentó dejar el hábito. Hay quienes usan chicles o parches de nicotina, hoy en día también existe el cigarro electrónico, a veces el comer un dulce o un chicle normal ayuda. Claro que hay quienes pueden dejar el hábito con tan solo voluntad.

2. Para efectos del fic, la Academia Kuoh contará no solo con la sección de preparatoria (de donde proviene el adjetivo academia), sino que contará con las tres secciones, primaria (1-6), secundaria (1-3) y preparatoria (1-3).

3. He de aclarar que en este fic toda la familia ocupa el apellido Emiya.

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Tengo la idea que quería informar algo más, pero no sé que podría ser.