Always
1 - Interesting
Victorius y sus personajes no me pertenecen. Son de la propiedad de Nickelodeon y Dan Schneider.
Tori POV
Es raro. Muy raro. He pensado varias veces que podría ser un sueño, pero después de pellizcarme la mejilla reiteradas veces, y de comprobar que no, que no es un sueño y que estoy muy despierta, empiezo a creer que algo de verdad le ocurre a Trina.
No solo es raro el hecho de que estemos levantadas una hora antes de nuestra hora habitual antes de ir a Hollywood Arts, si no también el hecho de que no haya cantado en la ducha como cada mañana hace. Ni una sola canción, ni palabra, ni un minúsculo ruido. Y siendo sincera, empiezo a preocuparme.
– Venga Tori, desayuna y vámonos a clase.-me dice Trina ya vestida con una camiseta corta rosa claro y unos shorts vaqueros.
– Vale, ya está, tengo que preguntarlo. ¿Por qué estamos, ESTOY –remarco esta palabra– despierta a las seis de la mañana?-pregunto calmadamente mientras saco un cartón de zumo de la nevera y me preparo un vaso.
– Porque no iba a ir yo sola a Hollywood Art un lunes a las seis de la mañana.-dice Trina terminando de colocarse la mochila.
– No has cantado.-digo.
– ¿Qué?
– Que esa mañana no has cantado en la ducha como usualmente haces, lo cual, es MUY raro.
– Tengo que dejar descansar a mis cuerdas vocales, me lo ha recomendado una amiga.-me responde con demasiada rapidez. Esconde algo, seguro.
– ¿Qué escondes Trina? ¿Has matado a alguien y tenemos que esconder el cuerpo rápidamente? ¿Has gastado todo el saldo de las tarjetas de crédito de mama y papa? ¿Se te ha acabado el maquillaje?.-pregunto terminándome el vaso de zumo y las tostadas que me había preparado Trina, no sin antes comprobar que no estaban envenenadas.
– No seas paranoica Tori, siempre dices que por mi culpa llegas tarde a clase y por una vez que estaremos puntuales, MUY puntuales me sales con estas cosas. No hay quien te entienda, vámonos ya.-contesta cogiendo las llaves de su coche y saliendo por la puerta.
Quizás sí que estoy siendo algo paranoica, pero estamos hablando de Trina, por el amor de dios, toda precaución con ella es poca. Y sé que esconde algo, seguro. O alguien.
Llegamos en poco tiempo a Hollywood Art. Por el camino intente averiguar más sobre el motivo de porque Trina se comporta así hoy, pero ella solo me daba excusas tontas o me cambiaba de tema rápidamente. Sospechoso, mucho. Después de varios intentos fallidos decidí concentrarme en la radio, ya que sonaron varias canciones de Katy Perry como Firework o Roar.
Lo que me llamo la atención en nuestra llegada al parking del instituto es que había otro coche a esas horas. Uno que conocía muy bien, era el coche de Jade. ¿Qué haría aquí a estas horas? No es que me importase, pero ya que mi día empezó con una Trina irreconocible, mi curiosidad aumentaba por momentos.
Bajamos del coche y nos dirigimos a la entrada, donde Trina se "despidió de mi" – realmente me ha abandonado sin darme tiempo a quejarme –. Noto un olor desagradable – al menos para mí – en el aire de la entrada, en la zona derecha. Al fijarme con más detenimiento me doy cuenta de que es Jade. Fumando. Si, fumando.
Espera. ¿¡Jade fuma!?.
– Eh... Hola, Jade, ¿Qué haces aquí tan pronto?-digo acercándome a ella, dejando la distancia necesaria para no ahogarme con el humo de su cigarro.
Jade me mira y da otra calada a su cigarro. Por el amor de dios, tiene diecisiete años, debería saber de sobra que fumar mata. Y es desagradable. Y huele mal. Y si, lo odio.
– Vega.- me responde expulsando el humo en mi última silaba.– Te podría preguntar lo mismo a ti.
– A Trina se le cruzaron los cables esta mañana y aquí estoy. Con mucho sueño, hablando contigo mientras te fumas un cigarro.-contesto con nervios, ese humo me pone nerviosa.‒ ¿Por qué estas fumando?.
Jade sonríe, como si le hubiera contado un chiste, y vuelve a dar otra calada a su cigarro, expulsando el humo después.
– ¿Por qué crees que estoy fumando, Vega?.
– ¿Por qué eres una inconsciente y te gusta romper las reglas?.
– ¿Me acabas de llamar inconsciente, Vega?.-pregunta con una ceja alzada. Mierda, no debería haberle llamado eso ‒aunque lo sea‒.
– Eh… ¿no? Quiero decir, si, fumar mata Jade, pensaba que lo sabias.
– Oh, no lo sabía, pensaba que fumar provocaba que te salieran otras extremidades por todo el cuerpo. Pues claro que lo se Vega.-contesta secamente. No sé si esta de mal humor o es porque me odia. O ambas cosas.
– Muy graciosa, Jade. No deberías hacerlo, es desagradable.
– ¿Y a ti que te importa lo que yo haga o deje de hacer, Vega?-me pregunta esta vez con un leve tono de enfado.
Pero tiene razón. ¿A mí que me importa? Es Jade, por dios, la chica que me ha hecho la vida imposible desde que puse un pie en esta escuela. ¿Por qué debería importarme que se mate fumando y acabe con unos pulmones más negros que el carbón?.
Pero me importa.
– ¿Por qué… me preocupo por ti?-contesto más para mí que para ella, pero de perdidos al rió…
Jade se ríe de mi respuesta y se acerca un poco más a mí, aun con el cigarro en la mano. No me hará nada, ¿verdad?
– ¿Tu? ¿Tú te preocupas por mí? ¿Por qué? – pregunta dando otro paso, puedo oler perfectamente el humo de su cigarro.
– Porque eres mi amiga Jade, aunque tú digas que no.
Y es verdad. A pesar de que ella me odie – y aún desconozco el motivo – yo si la considero mi amiga. Hemos pasado por bastantes cosas juntas, como por ejemplo Yerba, los Platino, su obra o aquella cita que nos obligó a tener Sikowitz.
Jade vuelve a sonreír, pero esta vez es una sonrisa rara. Una sonrisa que no sé qué significa, que no sé qué esconde: burla, sinceridad, odio… No lo sé.
– Eres muy interesante Vega, mucho.-dice acercándose otro paso. Apenas nos separan unos cuantos centímetros.
– ¿Interesante?.
– Si, porque por más que te hago la vida imposible, por más que me rio de ti y me burlo de todo lo que haces, tú sigues volviendo a por más, con esa sonrisa estúpida en tu cara y tus buenas maneras. Y encima tienes la tranquilidad de decir que te preocupas por mí y que eres mi amiga.-da otra calada a su cigarro que ya casi se ha acabado.– Y a mí….- dice susurrando, primero muy cerca de mis labios y luego en el oído.– Me fascina lo interesante.
Entonces Jade tira su cigarro al suelo, a pocos centímetros de mis converse y lo pisa reiteradas veces para después irse de camino a clase.
– Deberías darte prisa Vega, si no quieres llegar tarde.
¿Qué demonios acaba de pasar? Es decir, Jade ha estado a menos de tres centímetros de mí y no me ha cortado con las tijeras que seguramente tenga guardadas en la bota. Y por si fuera poco por un momento pensé que me iba a besar. Espera, descartemos esa idea, ni siquiera sé por qué me ha venido a la mente. Hoy está siendo un día muy raro y tengo miedo de lo que me espera.
Saliendo un poco del "shock" que me ha provocado Jade, me dirijo hacia mi primera clase la cual me toca con… Sikowitz lo que significa que Jade estará también. Genial.