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#LoveWins
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"El amor ha ganado"
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"Igualdad para todos"
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"26 de Junio, día histórico en Estados Unidos de América"
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Esas palabras son las que Alfred F. Jones, un tipo gay normal, escuchaba durante todo ese día, veía como varios chicos marchaban por las bellas calles con sus banderas arcoíris, varias chicas besándose proclamando que su amor se dio, no es porque estén enfermas o algo así…Simplemente es amor.
—Qué día tan bonito.
El rubio americano sonrió para sí, mientras compraba un ramo de flores y arreglaba su smoking, hoy era el gran día que él y su amado ingles esperaron.
—¿Piensa proponerse a su novia? —Preguntó el joven que lo estaba atendiendo.
—Mi novio, y sí— Cogió las grandes flores y pago lo que valían.
—Veee~ Felicidades~ —Contesto alegre el cajero con un aire tan despreocupado que el oji-azul se sorprendía de que lo contrataran.
—Gracias —Salió de la tienda y se fue directo a su carro, rumbo a ver al amor de su vida, nunca lo dejaría y nunca dejara de amarlo.
Arthur era su todo, tal vez nunca más vuelva a enamorarse de otra persona, empezó a recordar los momentos vividos con el británico, de cómo se conocieron, de cómo Alfred celaba con locura a Arthur por culpa de cierto francés, su primer beso, su primera vez, su primera cita, su primera pelea, las largas conversaciones que tenían, el día que se comprometieron…
Alfred con una gran sonrisa en su cara, comenzó a llorar, este día sería tan importante en su vida. Estaciono el carro en un lugar apropiado y agarro las grandes flores y una cajita pequeña que contenía algo muy especial para ambos. Se dirigió a la puerta del lugar y entro, entro todas las personas que yacían ahí busco a su inglés, al encontrarlo, sonrió otra vez, se quitó los lentes y se arrodillo, dejando las flores a un lado y hablo
—Sabes Arthur, hoy es un día muy especial en Estados Unidos….Hoy podíamos casarnos—La gran sonrisa del americano se borró y las lágrimas empezaron a salir,— Es irónico porque nuestra boda iba a ser justo hoy.
La voz del rubio se quebró y bajo la cabeza, agarro las flores y las dejo en la lápida del inglés.
—A-Arthur, Yo te amo y siempre te amare, por eso… ¿Aceptas casarte conmigo? —El americano saco la pequeña cajita y la abrió para dejar ver unos anillos de oro, él se puso uno y dejo otro frente las flores.
—Seguro me dirías, "Claro que sí, idiota"…No sabes cuánto daría por tan solo escucharte decir eso.
Alfred se paró, sacudió sus pantalones y vio la lápida como todos los días lo hacía.
Miro el otro anillo en su dedo anular, se llevó las manos a la cara y limpio todo rastro de lágrimas.
—Hasta mañana, Arthur.
El rubio se volteo y empezó a salir del cementerio.
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Si...Arthur murió :c
Gracias por leer :'
Bye