Capítulo 11

In the sunlight garden, we both join our hands

We drew close, and soothed each other with the words:

''Neither of us will ever fall in love again''.

I see that photo of us standing cheek to cheek

And place a bit of my loneliness in our smiles.

Even if I dream, even if y cry, even if I get hurt

Reality keeps on coming recklessly

(…)

Before the times comes for each of us to choose a different path

I'll release the so precious, oh so precious memories.

(…)

Let's find the strength to throw it all away

Strip down to nothing at all

Become like rose petals, blowing free

Even if the two of us are torn apart

Take my revolution

Masami Okiu-Rinbu Revolution

xxxxx

So, this is the end! Oh, mis pobres, bellos y trágicos bebitos!

Este capítulo está muy especialmente dedicado a Elizabeth Hummel por su constante apoyo y amables palabras de aliento. A veces realmente no estaba con humor para escribir y abría el documento de Word solo por ella, muchas de las cosas que salieron en esta historia son por esos momentos. Elizabeth, esta historia es tuya.

Xxxx

Lo más sabio para hacer, luego de un doble rompimiento, era detener el ritmo acelerado en el que había vivido desde que el secundario hubiese terminado y detener el mundo por un segundo para descomprimir su cabeza, para arrojar el peso que se había instalado en sus hombros.

Eso era lo más sabio.

Bueno, al carajo con eso. Tenía el tour de firmas y pasaba cada día de la semana en una ciudad diferente, a veces hasta atendiendo dos eventos por día. No conseguía dormir más de cuatro horas por las noches y su principal fuente de energía era la cafeína en todas las formas posibles. Hasta había comenzado a usar maquillaje cobertor de ojeras para no traumar de por vida a los niños que fueran a verlo, con su aspecto moribundo. Había perdido peso dramáticamente, y no de buena forma. Si hubiese sabido cuando adolescente que la mejor dieta posible era romper con tu prometido y tu amante, hubiese invertido su tiempo en algo más que en el club de debate luego de clases.

Cada vez que el sol se levantase y lo encontrase ya con los ojos abiertos, intentaba convencerse a sí mismo que esa rutina maniática era mejor que estar en su casa mirando maratones de…Harry Potter? No, esas traían memorias directas. Orange is the new black? De Nuevo, más memorias con ojos diferentes. Star Wars? Mierda, esa era un campo minado combinado. No podía ganar. Quizás cuando volviese, daría de baja a su cuenta de Netflix, se retiraría para siempre de la cultura pop y no volvería a pisar una convención de comics en su vida.

De todas formas, todo era mejor que deprimirse frente a un televisor comiendo su propio peso en helado mientras era acosado para compartir sus sentimientos por sus amigas o salir con sus amigos, beber, y follarse a todo lo que tuviese un cromosoma XY y pudiese subirse a un taxi la mañana siguiente sin despertarlo (y en lo posible, no robar nada de su casa en el proceso).

Necesitaba mantener su mente ocupada, y necesitaba cumplir todas las fechas previamente pautadas, sin importar qué. No podía defraudar ni a Alla, ni a la editorial, ni a los fans y mucho menos a sí mismo. A veces simplemente ser él mismo se sentía como un trabajo extra encima del que ya tenía.

2012

Ur so gay and you don´t even like boys…

No u don´t even like

No, u don´t even like

No, u don´t even liiiikeee boys…

Darren se encontraba sentado con las piernas cruzadas sobre el escenario del auditorio, con un Ipod a su lado reproduciendo música. Su cabello domado con gel y el rostro perfectamente afeitado y maquillado.

''Qué estás escuchando? Tu biografía?''

Preguntó Chris con media sonrisa mientras se trepaba a la estructura y tomaba asiento, tan cerca que sus hombros casi se rozaban.

''Estás intentando hacerme bullyng, Colfer? Además no es del todo cierto, sí me gusta un chico.''

''Oh?''

Contestó Chris con divertimento en su voz.

''Debe ser un chico muy especial para ser la excepción.''

Continuó, mordiéndose el labio inferior, mirándolo de lado. Ojos brillando con entretenimiento.

Darren hizo un paneo rápido al lugar, asegurándose de la ausencia de testigos y rodeó la cintura del otro muchacho, acercándolo.

''El más especial del mundo.''

Contestó, antes de juntar sus labios en un beso superficial pero lleno de ternura.

Darren lo miró un segundo, antes de abrir la boca y volver a cerrarla. Apretó los labios y suspiró. Cuando sus ojos volvieron a encontrarse con los suyos, estaban cargados de determinación y honestidad.

''Te amo, Chris.''

Los ojos azules se abrieron de golpe, sólo para volver a cerrarse ante la luz del sol colada por la ventana. La luz natural de Julio era agresiva. Levantó su teléfono sólo para comprobar que eran las ocho y media de la mañana, lo cual significaba que era la primera vez en casi tres meses que dormía más de…espera…había dormido doce horas de corrido! Bueno, eso compensaba de alguna forma su falta de sueño.

''Te amo, Chris.''

El sueño (No. No sueño. Un recuerdo. Había transcurrido entre tomas de The First Time) lo había dejado con una sensación extraña. Llevó los dedos a sus labios, aún sintiendo el contacto de la boca de Darren en la suya. Cerró los ojos, y abrazó su almohada, gruñendo en ella.

''Estás bien?''

Increpó Ashley, observándolo desde el otro lado de la mesa.

Aprovechando un miércoles casi sin compromisos, Chris había decidido un brunch tardío con sus dos chicas favoritas, Ash y Melissa…

O quizás la charla en Skipe de la semana anterior había resultado trágica y ambas habían decidido subirse a un avión para chequearlo personalmente.

''Sí, sí…sólo estoy…cansado, supongo.''

Respondió él, en medio de un bostezo. Ambas muchachas lo miraron levantando las cejas en una expresión que podía leerse como Perra, a quién crees que engañas? Chris revoleó los ojos y tomó un sorbo de su bebida.

''Okay, no. No estoy bien. Me siento horrible la mayor parte del tiempo, no duermo, apenas como y simplemente extraño.''

''Por extrañar te refieres a…quién exactamente?''

Preguntó Melissa.

''Extraño…extraño todo. Siento que recién ahora que saqué todo lo que pertenecía a él de la casa y que hace meses que no sé nada…no lo sé, creo que la depresión del rompimiento me golpeó más duro de lo que esperaba. Es decir, sabía que lo extrañaría, pero…me siento tan solo. Lo extraño de forma muy egoísta. Extraño el tener a alguien a quién correr por cada cosa idiota que me alegra o me molesta. Extraño la rutina, las cosas diarias. Supongo que es normal sentirme así, pero…no lo extraño tanto a él, sino a la idea de él. Tiene sentido?''

Ambas muchachas se miraron entre ellas.

Chris pensó que se veían como los gemelos de Alicia en país de las Maravillas y rió para sus adentros.

''Creo que tiene sentido, pero anoche salimos, tenemos resaca y ninguna entiende mucho nada en este momento. Tú habla y nosotras pretenderemos entender. Por la noche sacaremos conclusiones y te mandaremos un Power Point con ellas.''

Contestó Ashley, mientras masticaba de costado medio bastón de zanahoria bañado en queso crema.

''Muy bien.''

Dijo Chris.

''Lo que quiero decir es que extraño la vida que tenía con Will, más que a Will mismo. No me pasa como me pasa con…ugh…anoche soñé con Darren.''

Él presionó su frente con los dedos, intentando alejar cualquier intento de dolor de cabeza que pensase atacarlo.

''Recordé muchas cosas del tiempo antes de…de que todo cambiase. En el sueño pude sentir sus brazos alrededor, sus labios presionando los míos, su…''

''Su polla embistiendo tus intestinos?''

Ofreció Ashley con media sonrisa, intentando aparentar inocencia. Melissa largó una carcajada y Chris arrugó la nariz.

''Eso fue innecesario.''

Reprobó él. Luego de un segundo, la comisura de su labio se curvó hacia arriba.

''Pero sí, eso también.''

Ashley rió nuevamente y luego lo observó largamente, antes de extender su mano a través de la mesa y tomar la de él, entrelazando sus dedos.

''Tú sabes que te apoyo cualquiera sea la decisión que tomes, Bebé. Incluso en las cuestionables como la vez que decidiste usar un leotardo amarillo para tu cumpleaños o hacer una sesión de cama solar. Está bien si no te sientes 100% bien, Colfer. Está bien sentirte mal y extrañar a Will, de hecho vas a extrañarlo más cuando lo arrolle con el auto después de lo que te hizo.''

''Lo del perro?''

Preguntó Melissa despreocupadamente, mientras bebía con sorbete un licuado. Ashley le devolvió una mirada confusa, y luego miró a Chris cuestionadoramente.

''No le dijiste?''

Él apretó los labios y sintió arder sus mejillas.

''No se lo dije a nadie, sólo a ti…''

Respondió casi en un susurro y luego lanzó una mirada de disculpas a la otra muchacha.

''Alguien puede ponerme al tanto de lo que está pasando?!''

Exigió Melissa.

''Will golpeó a Chris cuando se separaron.''

Dijo Ashley muy seria, con la quijada apretada. La otra muchacha abrió los ojos como platos formando un Qué con sus labios sin que salga ningún sonido de ellos.

''N-no me golpeó, fue…es decir, no fue como lo hizo sonar Ashley…ah…fue un cachetazo.''

''N-no puedo creerlo…Ese hijo de puta!''

Respondió en un grito Melissa, provocando que medio restorán se diese vuelta y los observara reprobadoramente.

Chris se mordió el labio y fijó la vista en su comida. Particularmente no quería hablar de ese tema y prefería pretender que eso nunca había sucedido. Sólo se lo había contado a Ashley porque necesitaba sacarlo de su pecho y hablarlo con alguien. La relación con Will había tenido sus altos y bajos, pero jamás habían llegado a ese nivel. No quería que esa última vez fuese el último recuerdo ni algo que definiera lo que habían tenido. A decir verdad, no sabía cómo sentirse al respecto y francamente estaba aliviado de que hubiese sucedido (si tuviese que haber sucedido en algún momento) cuando se hubiesen separado. Sabía que si algo así le pasase a cualquiera de sus chicas, él estaría en la misma posición de Ashley y no querría cruzarse con quién pusiese un dedo sobre ellas, pero al ser él mismo el afectado…era demasiado confuso para procesarlo.

''Sé que sientes que todo ahora es un desastre, pero todo lo que sientes que perdiste, importa más de lo que importa lo que haya pasado ese día. Porque lo que ganas de ese dolor, es lo que te va a llevar un paso más cerca de quién eres y en quién te estás convirtiendo. Tu corazón roto es la prueba de que te importó y de que no eres una mala persona por las cosas que pasaron. Sé que tratas de restarle importancia a lo que él hizo, sólo porque en tu interior piensas que lo merecías por todo el sufrimiento que le hiciste vivir, pero eso no es verdad. Tú eres el hombre más extraordinario que conozco y no mereces otra cosa que amor. Nunca dudes eso.''

Ashley sintió la mano del muchacho apretar la suya, en un agradecimiento silencioso.

''Gracias Ash.''

Sonrió él.

En momentos así, aunque fuese el chico todopoderoso, poster gay para la juventud, ganador de un Golden Globe, una de las 100 personas más importantes del mundo, escritor best seller y todas esas cosas con las que no sueles identificar a simplemente tu amigo, Chris solía verse como lo que era: Un simple muchacho de 25 años que sentía el peso del mundo en sus hombros.

''Qué vas a hacer con Darren?''

Preguntó Melissa.

''Qué voy a hacer con Darren?''

Cuestionó él. No había algo para hacer con Darren.

O lo había?

''Siempre puedes caer en el teatro vestido de novia.''

Chris observó a Ashley levantando una ceja. Permaneció un momento en silencio, considerando.

''Debería ir…?''

Acaso eso era una pregunta? Moría por verlo en el escenario y que él sepa que tenía su apoyo incondicional, como siempre. Veamos, por la noche él llegaba a Seattle y debía ir a The Elliot Bay Book Company a las diez de la mañana…si salía a la una de la tarde, podría llegar a tiempo…Hedwig terminaba el 19, en tres días y él el día 17 estaba volviendo a L.A…Si no lo hacía mañana, no iba a poder hacerlo nunca.

''Debería ir.''

Dijo pensativo. La imagen de una foto de los ojos de Darren brillando en su opening night cruzó su cabeza. Chris no pudo reprimir una sonrisa.

''Voy a ir.''

Anunció con voz firme y sin duda esta vez.

Al otro día Chris no pudo evitar actuar un poco maniaco. Había cambiado su ropa tres veces, aunque jamás le daba excesiva importancia a lo que llevaba puesto. Sentía que la mitad del tiempo observaba su reloj sólo para comprobar que no, el tiempo no había sido víctima de la manipulación de seres intergalácticos alterando el curso de las horas sólo para realizar un estudio de campo terrestre antes de atacar, así que la humanidad estaba a salvo (Y, oh, ese pensamiento era tan Darren) y él aún debía esperar cuatro horas antes de subirse al avión dónde debía esperar seis horas para llegar a New York, donde probablemente debería esperar una hora más hasta llegar al teatro Belasco ya que la 6ta y Broadway solían ser un infierno de autos. Volvió a mirar la hora. Un minuto menos.

Durante lo que duró la estadía en el aeropuerto, hizo un par de llamadas para arreglar la entrega de un bouquet de flores al camerino de Darren, así como también movió un par de hilos para poder ingresar al Belasco por la entrada del staff y no ser visto. Una vez su trasero estuvo en la butaca del avión, una mujer presumiblemente drogada comenzó a gritar que el avión iba a estrellarse, un bebé comenzó a entrenar sus pulmones gritando como si fuese su primer concierto de heavy metal y la banda rockeara duro, y dos niños comenzaron a preguntar cada literales cinco segundos si ya habían llegado a New York. Cuando dieron la orden de abrochar los cinturones, la mujer drogada perdió la consciencia y hubo que evacuar el avión, retrasando el vuelo cuarenta minutos, hasta que su hijo adolescente fue a buscarla y explicó que había confundido el blíster de sus drogas recreativas con los valiums de su madre. Chris observó a la mujer, y ésta le sonrió llamándolo Princesa de los elfos. Le hubiese resultado gracioso si no hubiese tenido el deseo de lanzarse en el suelo a patalear y demostrarle al bebé que los adultos también podían hacer un escándalo. Para cuando tocó el piso del teatro, ya había pasado más de una hora.

La frustración de haberse perdido la función lo estaba llevando al borde de las lágrimas. Era un idiota. Se escabulló por las escaleras hacía el palco principal, ajustando su gorra y rogando que las personas estuviesen tan enfocadas en la obra, que no notasen su presencia. Reconoció la melodía de la canción y maldijo por lo bajo, al notar cuán tarde había llegado.

A dream or a song
That hits you so hard
Filling you up
And suddenly gone

Breath Feel Love
Give Free
Know in your soul
Like your blood knows the way
From your heart to your brain
Know that you're whole

Chris observó esa maravilla sobre el escenario que era ese hombre entregando su alma. Con delicadeza rechazaba un enorme peluca rosada que su co-estrella (¿Rebecca era su nombre?) le entregaba. Demonios, siempre había sido bueno con el lenguaje corporal.

Darren giró y, por unos segundos, él creyó que sus miradas se habían encontrado.

X

En el mismo momento en que sus ojos se posaron en la lejanía de un rostro conocido, el corazón de Darren dio un salto, inyectándole aún más adrenalina de la que estaba manejando. El resto de la canción sucedió en un borrón y antes de que pudiese pensar en lo que estaba sucediendo, se estaba inclinando para recibir los jubilosos aplausos de la audiencia. Levantó la vista, y el asiento que contenía los ojos con los que se había cruzado, estaba vacío. Frunció el seño en confusión, antes de volver a sonreír a las personas en las butacas.

Lo primero que notó al entrar al camerino fue que entre las varias flores que solía recibir diariamente, un bouquet sobresalía del resto.

Rosas de color azul.

Sonrió sabiendo de parte de quién eran.

Si vino.

Pensó mientras se llevaba las flores a la altura de su nariz.

El sonido de la puerta siendo golpeada, lo sobresaltó un momento.

''Mh, Darren?''

La voz de Bobby resonaba fuera.

''Adelante!''

Contestó él volviendo a depositar el bouquet en la mesa, notando por primera vez, que sujeta a ellas, había una nota. El hombre de seguridad del teatro irrumpió en la habitación.

''Oh, aún no estás listo. Creí que ya estarías por salir.''

''Aún no me duché y todavía no me sacaron la mitad del maquillaje.''

Los ojos de Bobby cayeron en las flores, y en la nota con la que Darren jugueteaba con sus dedos.

''Deberías leer eso, un auto va a pasar en menos de una hora y media.''

Anunció el hombre.

''Después del saludo, tenemos que ir por la puerta de atrás y va a llevarte. Creo que el muchacho preparó todo bastante bien, así que no creo que tengas inconvenientes con los fans dando vueltas o las prensa.''

Sin decir más, el enorme hombre salió por la puerta y él abrió la nota, sabiendo que se estaba perdiendo información de vital importancia o quizás Bobby había demasiado tiempo bajo el sol ese día.

''Siempre quise llevar a cenar al futuro ganador de un Tony.''

Darren intentó que su corazón no diese un salto dentro de su pecho. Pensó en la última vez que se hubiesen visto en París, pensó en cómo él le había dicho que algún día iba a poder resistirse a sus avances, pensó en estos últimos meses de éxtasis ensayando sin parar, saliendo con amigos, adormeciendo e intentando no parar un segundo para no recordar, para no lidiar con ello. Y estaba bien así. No era ideal, pero era tolerable. Y ahora Chris quería hablar.

Lo consideró unos segundos y arrojó la bata al piso antes de entrar a la ducha velozmente. A quién quería engañar, quería verlo más de lo que quería dormir ocho horas seguidas o usar tacos todo el día. Se veía tan alto.

Tardó menos de cuarenta minutos en hacer su rutina diaria y creyó que iban a quedarle secuelas en las muñecas por firmar autógrafos a la velocidad de la luz, lanzó besos al aire y corrió hasta donde se suponía se encontraba el auto que Chris había enviado. Buscó brevemente un auto negro con vidrios polarizados hasta que sus ojos se posaron en un escarabajo de color rojo brillante. Dejó escapar una carcajada sin poder evitarlo.

El auto se detuvo en un hotel y el conductor le dio instrucciones sobre dónde se encontraba el bar del mismo. Darren ingresó un poco incierto y con el arrepentimiento temblando en su cuerpo. En una mesa, en el fondo del lugar, un rostro familiar sonrió tímidamente levantando una mano.

Oh, mierda. No había notado que lo extrañaba tanto hasta que lo tuvo en frente en toda su gloria, con su sonrisa tímida y su nariz elfica. Se veía más delgado de lo que alguna vez lo hubiese visto y tenía círculos oscuros debajo de sus ojos, pero era él.

''Hola.''

Dijo Darren suavemente, antes de tomar asiento.

''Hola.''

Susurró Chris , como si hubiese sido él quién fue invitado inesperadamente y no a la inversa. A veces, las pocas veces que Darren lo había visto actuar con timidez, automáticamente era llevado de vuelta a ese inusualmente cálido día de Octubre donde se habían conocido.

''Entonces…''

Darren levantó una ceja mientras hablaba.

''Un escarabajo rojo para pasar desapercibido?''

Chris rió por lo bajo antes de contestar.

''No, no…''

''Si no querías que pase desapercibido, apuntabas a que pase por …''

''Por un hijo de puta presuntuoso?''

Contestó Chris con una de esas enormes y poco comunes sonrisas en él. Darren llevó una mano a su pecho en un gesto muy femenino, pretendiendo estar escandalizado por el lenguaje utilizado por el otro.

''Ahora estoy ofendido, .''

Antes de que el castaño pudiese replicar, una bonita camarera ofreció una sonrisa de disculpas y dejó una bandeja con agua tibia, limón y dos cartas de menú.

''Muchas gracias.''

Dijo Chris, antes de que la muchacha se marchase. Era claro que la bandeja había sido ordenada de antemano.

''Supuse que podrías hacer uso de esto mientras esperamos la comida. Tu garganta al menos va a agradecerlo.''

Darren pensó un microsegundo que su garganta también apreciaría algo más bajando por ella, pero se detuvo antes de formar la idea completa.

''Gracias. Sí, lo agradece. No te vi hasta el último momento allí. Disfrutaste el show?''

Chris hizo una mueca apretando los labios.

''Llegué para el cierre. Sólo pude ver la última canción. Yo…umh, estaba en Seattle, tuve que estar en las firma de libros, se extendió y…perdón. Realmente quería verla entera. Y perdón por no haber podido ir a la apertura.''

''Una llamada hubiese sido linda…''

Ofreció Darren con una pequeña sonrisa torcida, mirando la mesa. No quería admitir que había esperado escuchar de él ese primer día cuando estuvo tan nervioso. Ni admitir que hubiese matado por verlo sostener el programa de Hedwig con una sonrisa orgullosa como lo había hecho en su primera presentación.

Las mejillas de Chris se colorearon. Sabía que mandar un mensaje de texto había sido un apoyo de mierda, pero en ese momento no podía lidiar con oír a Darren. La culpa se desvaneció un poco cuando recordó que el otro le había contestado con una foto chupándole la cara a Manos de Hombre.

''Chris?''

Chris levantó la vista, saliendo de su ensimismamiento. Darren lo observaba con arrugas de preocupación en la frente.

''Lo entiendo, de verdad. Y realmente aprecio mucho que te hayas tomado todo ese trabajo para estar presente. Quince minutos de mierda y luciendo como Gollum, pero presente.''

Agregó Darren con una sonrisa desfachatada. Chris le arrojó una servilleta de tela a la cara mientras reía.

''Cállate! Acabo de bajar de un avión, bastardo desagradecido! No soy Victoria Beckham, yo de hecho soy humano.''

La sonrisa de Darren se suavizó.

''Luces hermoso como siempre. Sólo un poco cansado…ah…y perdiste peso. Mucho. No estás sobre-exigiéndote, verdad?''

Chris titubeó antes de contestar.

''Yo…no. No, está todo bien. No estoy trabajando demasiado. Sólo, sólo estoy pasando por un momento personal…umh…delicado.''

Te extraño tanto.

''Está todo bien?''

Preguntó Darren, un poco alarmado.

''Sí, sí, sí…ah, rompí con Will…''

Él me dejó.

Darren abrió los ojos de una forma en la que Chris creía que era físicamente imposible. Sin embargo, el otro sólo asintió sutilmente con la cabeza pero no aportó ningún comentario.

''Fue un paso que necesitaba dar, no estaba siendo cien por ciento honesto y…tú sabes…''

Me dejó porque sabía que te amaba a ti.

''La mudanza, el repartir los bienes que compramos juntos…ah, de hecho las cosas se pusieron un poco feas en el camino y necesité un abogado para mantener la custodia de Cooper…por muy idiota que eso suene, ah…''

Darren había tomado su mano y comenzó a mover su dedo rítmicamente, en un gesto reconfortante.

''No lo es. Sé cuánto te preocupas por ellos, Chris. Sé que no los ves sólo como mascotas. Me alegra que hayas podido quedarte con Coop.''

Darren vio los labios de Chris contraerse en un puchero involuntario.

''Pensaron en qué van a cenar?''

La camarera había vuelto, lista para tomar la orden. Chris agradeció que el momento hubiese sido interrumpido, se sentía contenido y abrumado al mismo tiempo.

Ambos levantaron la carta y ordenaron lo primero en lo que sus miradas hubiesen caído, rogando que la comida no fuese totalmente horrible o algo estrafalario como Útero de vaca con un suave feto de tres meses a medio desarrollar al romero.

No lo fue, de hecho había sido fantástica y se habían atrevido a convidar al otro con pequeñas porciones de sus propios platos. A medida que pasaba el tiempo, la incomodidad inicial había dejado de ser un problema y ambos se relajaron, permitiéndose de disfrutar de la presencia del otro.

''Tengo miedo.''

Escupió Chris de golpe, mientras la camarera retiraba los platos, luego de tomar la orden del postre.

Darren levantó las cejas en señal de cuestionamiento.

''Tengo miedo de que no podamos hacer esto. Yo…me gusta estar contigo, sabes? Incluso de esta forma, como amigos. Pero temo que mientras más tiempo pasemos separados, la distancia cambie las cosas entre nosotros, que nosotros cambiemos y que ya no puedas verme de la misma forma. Que ya no podamos conectarnos igual, que nunca podamos romper la barrera de incomodidad inicial y…no lo sé.''

Suspiró Chris frustrado.

''Siento que cada experiencia que tengamos sin el otro participando activamente en ella, es sólo un paso más de distancia entre nosotros, haciéndonos crecer en direcciones diferentes y…la mitad de la cena me hablaste de toda esta gente nueva que conociste, usaste un par de expresiones que jamás te había escuchado decir, estás escuchando una banda nueva, en unas semanas te vas a Italia y vas a conocer más gente aún y…''

Darren comenzó a reír.

''Chris…conocer gente nueva porque tengo trabajos nuevos no es algo malo, que se me peguen las muletillas de gente con la que paso la mayor parte de mi día no quiere decir nada…ah…Y cómo es que la banda que Rebecca me hizo escuchar es un detonador para que yo me aleje de ti precisamente?''

El moreno lo miraba con una sonrisa divertida en el rostro, lo cual hizo que Chris comenzase a sentirse, de alguna forma, un poco más desesperanzado. Darren no estaba entendiendo su punto. Lo que estaba intentando decir es que ese era uno de los motivos por el cual sentía que todo podría llegar a derrumbarse entre ellos. Lo odiaba, pero era inseguro. Era inseguro y necesitaba saber que Darren no lo olvidaría, no lo cambiaría, que siempre haría un esfuerzo extra para proteger su corazón.

''No me estás entendiendo…tengo miedo de que cuando volvamos a vernos en lo que tardemos en volver a vernos…temo que ya no nos conozcamos. Temo que sigamos cambiando y…''

Tengo miedo de que te des cuenta de que quizás realmente no éramos el uno para el otro.

Darren tomó su mano y la presionó indicando que corte la verborragia. Automáticamente Chris pensó si en dos años, ese gesto significaría lo mismo para ambos, si seguirían compartiendo los mismos códigos, comunicándose sin hablar.

''Y luego la gente piensa que yo soy el tonto.''

Dijo el moreno sonriendo.

''Bueno, tú eres el único que fue a la universidad después de todo.''

Contestó Chris, intentando sonar más relajado de lo que realmente se sentía.

''Sabes lo que estoy diciendo. Cambiar es algo bueno. Me gusta conocer gente nueva, lugares nuevos, música nueva, tener experiencias nuevas…pero…mhh…sabes cómo es que puedes tener el mejor par de pantalones de seda nuevos para dormir, pero aún así siempre guardas en el cajón esos pantalones de franela viejos y raídos que usabas de adolescente porque son simplemente tuyos?''

Chris lo observó confundido por un momento.

''Estás comparándome con pantalones viejos y agujereados?''

Darren largó una de esas carcajadas que resonaban a varios radios de kilómetros y varias personas giraron la cabeza en su dirección.

''No es lo que quise decir, idiota.''

''Lo sé. Pero podrías pensar mejor tus metáforas. Podría haber sido muy romántico el que me llamaras tuyo, si no me hubieses comparado con un pedazo de tela que probablemente aún tiene las ladillas que te contagiaron en Michigan.''

Dijo Chris antes de tomar un sorbo de su trago, sonriendo para sí mismo.

Había sido romántico. Algo.

''Como estaba diciendo antes de que te me tiraras al cuello por mi adorable…''

''Horrible.''

''…por mi adorable comparación. Es que sin importar cuánto crezcamos o cambiemos, tú eres tú y siempre voy a querer pasar tiempo contigo. A menos que te transformes en un escritor gruñón sin sentido del humor y adoptes 35 gatos como única compañía. En ese caso, lo pensaría. No soporto el olor a orina de gato. O el olor a orina en general en la ropa de cualquier ser humano, para el caso. Entiendes?''

Chris le devolvió una sonrisa cuasi sardónica.

''Que me tengo que asegurar el perfumarme cuando estoy cerca de ti? Sí.''

Esta vez fue Darren quien arrojó una servilleta al rostro de Chris. Chris rio por lo bajo y luego se mordió los labios, intentando contener una sonrisa idiota.

''Sí lo entendí.''

''Lo sé, eres bastante brillante para no haber pisado una universidad.''

Chris abrió la boca indignado.

''Fui dos semanas! Prometo encontrar cada falta de ortografía de tu cuenta de twitter, imprimirla y mandártela por correo en un cuadro para que cuelgues en una pared y todos los días, cuando las veas, puedas apreciar el don de la humildad!''

El sonido de platería cayendo al suelo, sobresaltó a ambos y miraron en la dirección de dónde provenía.

El lounge del hotel estaba desierto y, a excepción de ellos, las únicas personas allí era el personal. La camarera se acercó al notarlos observándola, y preguntó si querían ordenar algo más. Darren pudo observar en su rostro cansancio y un poco de odio interno al ser ellos dos, los únicos imbéciles que estaban impidiendo que arroje el delantal para terminar su turno.

Ambos pidieron la cuenta que Chris insistió en pagar, siendo él quién lo había invitado. Dejaron en la mesa una propina que doblaba lo que habían gastado en la misma cena. Darren incluso le ofreció a la muchacha que los había servido, una de sus sonrisas coquetas a lo que la camarera respondió arqueando una ceja en confusión e indicándole amablemente, que aún tenía sombra con glitter azul en parte del ojo. Chris estalló en una sonora carcajada, escupiendo parte de la bebida que estaba bebiendo y goteando incluso un poco por la nariz, lo que hizo que Darren riera también.

''Somos ridículos!''

Admitió Chris aún riendo, al salir del hotel.

''Somos lindos!''

Defendió Darren.

''No sé tú, pero largar soda por la nariz, no entra en mi definición de lo que es lindo.''

''Lo hace cuando es tu nariz.''

Chris lo miró a los ojos por un momento y luego se sonrojó.

''Deja de coquetear! Juro por Dios, es como si fueses diabético y coquetear con todo el mundo fuese tu dosis diaria de insulina!''

''No quise coquetear intencionalmente! Es sólo lo que pienso…y no coqueteo con todo el mundo.''

''Coqueteaste con un bebé y con el abuelo de ese bebé allí dentro!''

''E-eso…eso era ser amable, no fue coqueteo!''

''Ese pobre hombre debe estar en su casa ahora cuestionando su sexualidad y pensando en si toda su vida fue una mentira, Darren!''

Gritó Chris dramáticamente extendiendo los brazos. El otro se limitó a reír, y a chocarlo con su hombro.

´´Estás particularmente malvado esta noche.''

Jugueteó Darren.

''No lo estoy…es sólo…''

Chris indicó con la cabeza que caminasen. Estaban cerca de la medianoche, y lo bueno de New York era que las personas te pasaban por al lado sin prestarte atención a menos que estuviesen buscándote o intentando robar tu billetera. En ese momento sólo era un atractivo hombre gay acompañado por su novio cabaretero a medio maquillar.

''Extrañaba esto. Más allá de todo lo que pasó entre nosotros, extrañaba esto. El hacernos reír, hablar de tonterías, patearte el trasero en el Mario Kart…''

''Fue sólo una vez! Nunca piensas dejarlo ir?''

''Fue sólo una vez porque no quisiste volver a jugar jamás porque apestas en ese juego!''

Dijo Chris hablando animadamente. Darren pensó que lo que lo estuviese haciéndolo sonreír así, debería durar para siempre. Sacó el celular de su bolsillo y comenzó a escribir rápidamente, sin perder la sonrisa de desafío en los labios.

''Tengo un conocido que es gamer del tipo de los que necesitan rehabilitación, si alguien sabe si en este lugar hay algo similar a una sala de juegos abierta toda la noche, es este tipo.''

Chris le dirigió una mirada de escepticismo mientras miraba a ambos lados para cruzar la calle e instintivamente Darren apoyaba la mano libre en su espalda mientras cruzaban. Ninguno de los dos advirtió el gesto.

''Existe un lugar así?''

Darren batió las pestañas y suavizó la voz, haciéndola lo más femenina posible.

''Quién sabe? Es New York!''

El otro muchacho levantó una ceja.

''No entendí la referencia. O la voz.''

Contestó Chris un poco des-erotizado por el timbre salido de los labios del otro. Así es como las demás personas se sentían cuando él hablaba?

''Ah…Sex & the city? Carrie Bradshaw? Oh, vamos! Tú trabajaste con Sarah Jessica Parker!''

''Sí…Pero nunca vi un capítulo entero de su show…''

Se defendió Chris.

''Q-qué? Cómo es eso posible?''

Chris rió ante la indignación del otro.

''Soy un bebé. Mis padres me mantuvieron alejado de las drogas, el sexo y HBO. Mientras algunos mostraban su rebelión embarazando a sus novias, yo me revelaba mirando Nip/Tuck.''

Darren no podía burlarse de eso. Él había sido un buen chico en la secundaria también, lo más salvaje que había hecho había sido escaparse de su cuarto para ir al cine, y gracias a eso sus padres lo castigaron prohibiéndole asistir al baile de graduación.

''Aún así…nunca miraste las repeticiones o algo?''

''No.''

''Cómo es eso posible?!''

Preguntó Darren casi escandalizado. Jesús, Sex & The City lo volvía intenso.

''Veras Darren, sufro de una extraña condición genética llamada falta de vagina.''

El otro muchacho se dobló sobre sí mismo, sujetándose el estómago mientras carcajeaba.

''Oh, Dios…n-no puedo lidiar…no puedo lidiar con lo sexista que suena eso, pero…''

Volvió a reír y Chris observó cómo arrugaba la nariz, al cerrar fuerte los ojos. Era adorable. Dios, se moría por besar…no, eran amigos ahora. Si lo quería en su vida, debía dejar las cosas fluir…Y tal vez contratar un asesino a sueldo para cargarse a Mia.

''…eres horrible y fue gracioso.''

El celular de Darren emitió un bip, y éste observó la pantalla chasqueando la lengua.

''Mhh, no hay tal lugar. Debería abrir uno.''

''Hay mercado para eso? Probablemente seriamos los únicos dos idiotas del lugar, no suena excesivamente lucrativo.''

Se miraron un momento antes de que Chris volviese a dirigir la marcha.

''Vamos simplemente a caminar? Nunca lo hicimos.''

La caminata los condujo a un pequeño parque rodeado de árboles y varios bancos para tomar asiento, muchos de los cuales estaban ya ocupados por parejas disfrutando de la noche de verano. Darren señaló unas escaleras entre cubiertas por un árbol que no debió haber sido podado desde hacía meses. Sobre éstas, había una farola con el vidrio recientemente roto a juzgar por brillantes pedacitos de plástico anaranjado a los pies de la misma. El lugar estaba un poco más oscuro que el resto del parque, lo cual le daba un aire más íntimo. Decidieron sentarse a los pies de la escalera.

''No puedo dejar de imaginarte con tus amigos, sentados en el sofá discutiendo sobre cuál de ustedes es Samantha mientras se pintan las uñ…espera. Eres tú. Por qué este escenario suena tan verosímil?!''

Darren sonrió y levantó los hombros.

'' .Dios. Lo es! Lo hiciste!''

''En mi defensa, no fue con amigos. Fue con mi novia de la Universidad y sus amigas. Sí, mi nombre es Darren, miré Sex & And The City mientras me pintaban las uñas de los pies y no estoy avergonzado.''

''Por supuesto que no lo estás! Tú no conoces la palabra vergüenza!''

Dijo Chris antes de golpearlo suavemente en el brazo.

''Oh, cállate. Amas eso de mí!''

Ambos dejaron de reír y se miraron a los ojos por unos segundos, antes de correr la vista.

La postura de Chris cambió radicalmente, tensándose. Abrazó sus rodillas y apoyó su barbilla en ellas. Darren observó que en la palidez de su quijada comenzaba a aparecer la sombra de lo que parecía ser barba.

''Sabes por qué estoy aquí, verdad? Además de para ver la obra…?''

''Eso creo…''

Respondió Darren suavemente.

''Puedo ser honesto contigo?''

Continuó con una pequeña sonrisa tímida jugando en sus labios.

''Realmente creo que estuve bien estos meses sólo porque te bloqueé de todo. Literalmente estos meses fueron una locura maravillosa y no tengo tiempo para pensar en nada que no sea dormir, ensayar o estar sobre el escenario. Pero…olvidé esto.''

Dijo él señalando a ambos con su dedo.

''Aún pienso en ti, sabes? Cada vez que tengo tiempo para pensar en algo…lo primero que selecciona mi cabeza siempre es tu rostro. Cuando no tuve noticias de ti en el estreno, me decepcioné mucho, no me permití pensarlo, porque era una especie de muestra gratis sobre cómo se suponía que iba a ser nuestra relación. Recordé que furioso te había dicho que pretendamos que el otro no existía y creí que era lo que estabas haciendo…creí que ya no pensabas más en mí… ''

Miró sus propias manos, incapaz de poder sostener la mirada.

''…Pero una parte de mí esperaba…una parte de mí espera que aún lo hagas.''

''Lo hago.''

Musitó Chris, sin moverse. No sabía en qué situación estaban en el momento. Sabía que él estaba soltero, sí. Pero no quería presionar a Darren sólo porque él estaba solo, cuando el primero que se oponía a dejar a sus parejas siempre había sido él mismo.

''Sé que me amas.''

Continuó Darren.

''Estoy terriblemente seguro. Lo veo en tus ojos.''

El corazón de Chris comenzó a latir con fuerza, sin saber qué esperar de la charla que estaban manteniendo.

Darren acerco una mano a su rostro, y simplemente lo acunó en ella, haciendo que el muchacho cerrase los ojos y se inclinase al gentil toque.

''Mírame.''

Ordenó Darren amable pero firme.

Ojos azules encontraron oscuros ojos ambarinos.

''Te amo.''

Chris esperó un beso que no llegó, haciendo que su boca cosquilleé.

''Te amo, Chris.''

''Pero…?''

Preguntó el castaño con una sonrisa temerosa.

''Necesito tiempo para descifrar un par de cosas. Necesito tiempo para…para mí. Quiero hacer las cosas bien. Necesito hablar con mi familia, necesito hablar con Mia y…quiero terminar las cosas bien. No quiero lastimarla más innecesariamente de lo que ya lo hice.''

''Pero…?''

Volvió a preguntar Chris con una sonrisa real.

''No hay peros.''

Contestó Darren.

''Te amo y necesito tiempo.''

Tiempo. Eso sonaba…razonable, sí. Si él mismo había tenido espacio para estar solo y tomarse las cosas con calma, cerrar capítulos de su vida y todas esas cosas para lo que el tiempo se supone sirve, Darren tenía derecho a hacer lo mismo.

''Lo sé, no quiero presionarte. Creo que es bueno tener tiempo para ti mismo, volver a pararte sobre tus propios pies, ver Sex & The City mientras te haces la permanente…''

Darren rió por lo bajo.

''Eso no suena tan malo.''

El celular de Chris comenzó a emitir un pitido molesto, y éste rodó los ojos y gruñó echando su cabeza hacia atrás.

''Tengo que irme. Mi vuelo sale en una hora.''

Darren asintió con la cabeza.

''Mh, necesitas ayuda con…trajiste maletas o…? Déjame ayudar.''

''Una. Está en el hotel donde cenamos, no es un problema, sólo tengo que…además es tarde para ti también. Eh…''

''Sí, sí. Lo entiendo.''

Caminaron en silencio hasta la calle principal, en busca de taxis. Al divisar uno, Darren hizo señas para que el conductor se detuviese. Una vez aparcado el auto, el moreno abrió la puerta e indicó Chris que lo abordase él primero.

''Tú tienes un avión que abordar.''

El otro muchacho lo miró con los ojos inciertos.

''Gracias por la cena.''

Agregó Darren.

''…fue…uh, fue lo que necesitaba. Mhh…decisiones.''

Chris intentó remarcar la falta de elocuencia de Darren, pero se detuvo cuando el rostro del otro muchacho estuvo a milímetros del suyo. Sintió la presión de un par de labios tibios contra la comisura de sus labios. Miró atontado a los ojos casi verdes que lo observaban, musitó un agradecimiento por la compañía e ingresó al vehículo.

Chris mordió sus labios todo el camino hasta Los Angeles.

X

Esa noche antes de abrir la puerta, Darren escuchó risas femeninas. Risas femeninas bastante estruendosas.

Bueno, mierda. Eso es lo que necesito ahora.

Estaba cansado, pero realmente no quería ser el imbécil que susurraba las buenas noches, pedía que todos permanezcan callados y se iba a dormir. Él no era un arruinador de fiestas, él era la fiesta.

En la mesa de la sala, Mia se encontraba con dos amigas.

Oh, bien. Bien, bien. Esto es bueno. Siempre puedo dejar la habitación con la excusa de que es noche de chicas. Por mucho que ame la noche de chicas.

''Cariño!''

Exclamó Mia y él pudo notar que la bebida que tenía en la mano no debía ser la primera…o la séptima. Ella tenía más resistencia que sólo para dos tragos como el resto de sus amigas, las cuales estaban en camino de desmallarse sobre la mesa.

''Hey! Hay reunión del aquelarre hoy?''

Ella parpadeó dos veces aún sosteniendo la sonrisa, se levantó de la mesa y lo rodeó con ambos brazos, casi perdiendo el balance.

''Volviste.''

Susurró en un tono casi dulce y sorprendido.

Darren la observó un momento sin entender por qué no volvería. Se suponía que sólo estaba cenando con el resto del elenco, como tantas otras veces.

''Ah, sí..? Por qué no hubie…?

''Pensé que pasarías la noche fuera, llamé a las chicas por eso. Lo siento, no quiero que seamos ruidosas mientras intentas dormir. Voy a decirles que…''

''Hey, no. Ey. Q-qué…?''

Ella levantó la vista, mostrando una sonrisa triste y los ojos vidriosos.

Carajo, ella sabe. Ella sabe.

Volvió a abrazarlo.

''Realmente estás intentando. Gracias, gracias. Te amo tanto, D. Te amo tanto, tanto.''

Él la abrazó y besó su cabeza, permaneciendo en total silencio.

X

Al levantarse por la mañana, Darren decidió que lo más sabio era decírselo luego de la función. Si las cosas resultaban ser un desastre, él iba a contar con tiempo para arreglar todo y no tener que salir corriendo al teatro sintiéndose como un hijo de puta. Mientras se cepillaba los dientes, Mia entró al baño con los efectos de la resaca marcados en el rostro. Los planes se fueron por el caño, cuando le anunció cándidamente que las chicas y ella habían reservado pasajes para ir a Italia a acompañarlo. No se tomaban vacaciones desde…Cuándo fue la última vez, Bebé?

Caaaaaaraaaaaajooooooooooo.

X

Darren observó el paisaje a medida que despegaban y el suelo comenzaba a volverse difuso. Mia apretó su mano los primeros minutos del despegue; volar solía darle ansiedad. A medida que transcurrían los minutos, Darren sintió su cuerpo relajarse. Ella soltó su mano, y abrió una revista de chismes perfecta para distraer los nervios del vuelo. Él observó de reojo la revista, y en la parte inferior de ésta en brillantes letras rojas se podía leer ''Branjelina: En el aniversario del affaire, te revelamos los detalles jamás contados.'' Darren sintió su estómago dar un salto, y apretó los labios. Aún después de años del escándalo de dos co-estrellas, la prensa seguía hablando de ello. Se preguntó si Brad Pitt sintió lo mismo que él sentía en la rutina de su casa, después de haber pasado todo el día con quién le quitaría el sueño por la noche.

Se supone que cuando amas a alguien, lo haces porque lo elijes. Lo elijes por sobre todas las otras personas a tu alrededor y elijes permanecer con ellos, caminar lado a lado y volver a enamorarte una y otra vez, si es necesario. El amor es un inequívoco compromiso. Amar a otra persona cuando aún amas a la primera es no sólo un poco improbable, sino bastante más complicado y es fallar al contrato tácito de que tu corazón tiene exclusividad.

La atracción es lo que golpea primero. Quizás podría haberlo llamado atracción, Quizás podría haberlo llamado lujuria, quizás podría haberlo llamado sólo algo, porque definitivamente algo era lo que pasaba cada vez que posaba los ojos en esa otra persona. No había espacio suficiente en su cabeza para poder negar eso. Luego aparecieron las incontables noches en vela recordando piel pálida, imaginando formas de un cuerpo aún desconocido, reviviendo cada conversación incontables veces y re-significando cada intención en cada oración que hubiese salido de la boca del otro. Luego el conocimiento de saber que podría estar enamorándose cada vez que él lo hiciese reír, y él se riera de sus chistes a cambio. Con cada sonrisa que sentía directamente dirigida sólo hacia su persona y aún sabiendo que quizás eran sólo sonrisas amistosas y ese tipo de sonrisas pueden existir entre amigos…no es así a veces como el amor comienza? Donde la pequeña llama se enciende, al fijar nuestra vista un segundo de más en el otro? Y mientras más él sonreía quizás él daba más su corazón en pequeñas piezas.

Cada uno de esos pensamientos irremediablemente terminaría en pulsante culpa latiendo debajo de su piel, luchando contra las mariposas en el estómago que el otro provocase, luchando contra la necesidad de llamarlo y el intentar apagar cada pensamiento que hiciese vibrar su cuerpo, entibiar su pecho. Quizás podría haberlo llamado amor.

Amar a esa segunda persona es simple al comienzo. Todo es brillante, nuevo y excitante. Es el mismo sentimiento que la primera persona que amas supo despertarte un día, antes de que se desvaneciese en la rutina.

Amar a esas dos personas no se trata de elegir a la que hace las cosas excitantes sobre quién es tu seguridad. Tener un compromiso con alguien implica la certeza de que quizás algún día quieras amar a alguien más, que quizás quieras estar con alguien más, que quizás quieras hacer incontables diferentes cosas con otra persona, pero que simplemente tienes que apagar tu cabeza y dejarlas ir. Porque la decisión de amar a alguien se queda contigo echando tierra sobre qué o quién aparezca en el camino. Ese es el poder para renovar una relación una y otra vez sobre los años. El compromiso de trabajar en la relación cuando las cosas se ponen rocosas.

Pero en el medio del camino algo se rompió, algo dejó de estar y todos los motivos para quedarse ya no parecían suyos, sino de los demás.

No había mucho consuelo ante finalmente admitir que las cosas ya no funcionaban y no iban a hacerlo en un futuro cercano (o lejano). Tampoco lo había en la patética tarea de decirle a otra persona que se merecían a alguien que los amase porque él ya no sabía cómo hacerlo. Se sentía como un hipócrita en reconocer que lo que ella necesitaba era amor y simultáneamente admitir que él ya no podía sentirlo.

Con dolor o sin dolor, lo que una vez funcionó ya no lo hacía. Desenamorarse es lo más parecido a una muerte lenta y paulatina que te golpea justo en el rostro cando menos lo esperas. Quizás no haya querido hacerlo, y sin embargo, lo hizo.

Intentó quedarse, luchar, arreglar el destrozo dejado a lo largo de seis largos años y volver a enamorarse. Pero estaba cansado de elegir. No quería mariposas muertas, quería el apasionado, imposible amor. El tipo de amor que triunfaba en todas las películas y fracasaba horriblemente en la vida real. El tipo de amor por el cual, aunque fuese poco práctico, tenía que luchar.

No podía quedarse con una especie de amor de segunda mano sólo porque ella había estado allí desde siempre. No porque sea conveniente, no porque sabía que la haría feliz. No podía seguir diciendo que su corazón estaba donde en realidad no. No podía seguir con la crueldad de dar falsas esperanzas, haciéndole creer que había cambiado de opinión y todo sería diferente. Sabía que ella merecía más que su simple resignación. Hay libertad en el pensamiento de que alguien siempre nos elegirá, que alguien siempre va a estar ahí, incluso después de todo lo dicho y hecho. Es el tipo de libertad en la que él había vivido todo este tiempo, sin darse cuenta de que enmascaraba falta de total compromiso, falta de total cuidado para con ella. El tipo de libertad con la que decidía conformarse, porque estar en una relación donde las cosas podían fallar no era tan fácil, porque nada se daba por sentado. Pero en lugar de seguir conformándose, lo mejor era dejarla ir. Merecía alguien que no deseara perderla, que cruzase océanos por ella como él había hecho por…bueno. Tenía que dejar de conformarse con la idea de que era más fácil, más cómodo, conveniente y disponible.

A veces pensaba y comparaba. Odiaba comparar. Era desleal para ambos. Aunque todo lo que sucedía entre los involucrados lo era.

Pensaba en cómo hubiese reaccionado Chris a él siendo lamido y lamiendo a una reportera…

Todas las veces que coqueteaba con todo el mundo sin siquiera darse cuenta…

Sul falta de tiempo, su necesidad de espacio, sus momentos de introversión…

Cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, exhalando aire pesadamente.

''Estás bien, Bebé?''

Preguntó Mia con una enorme sonrisa.

Está tan feliz con este viaje que no puede dejar de sonreír como una psicópata. Es adorable. Sacando la parte de la psicopatía, es adorable.

''Sí, sólo…estoy cansado. Mhhh, voy a dormir la mayor parte del viaje, está bien?''

''Por supuesto.''

Besó su mejilla y se sumergió en su revista.

Oh, dios. Me siento como una mierda. Se subió el avión tan contenta, tan feliz de poder conocer Italia, esperando unas vacaciones románticas y yo estoy pensando en cuándo dejarla. Me siento como esa gente horrible que lleva a su perro de día de campo, arroja una bola y antes de que el perro pueda volver a regresarla, ellos ya arrancaron el auto. Ese soy yo. El tipo hijo de puta que arroja la bola…

El pensamiento de tirar una cartera Fendi en el aeropuerto para escaparse en un jet hacia el ocaso, cruzó su cabeza y comenzó a reír como un imbécil, ganándose las miradas de los cuatro asientos más cercanos.

X

El viaje fue todo lo que esperaba que sea y más. Y eso no era precisamente bueno. Laboralmente fue excitante y divertido, el poder hacer los arreglos para el Elsie Fest y conectarse con personas con las que tenía ganas de trabajar desde hacía un tiempo.

Personalmente…bueno, sabía que iba a apestar y lo hizo. Pasó más tiempo abrazado a su guitarra que a ella. Intentaba evitarla como la plaga, temiendo que ella pudiese adivinar en su mirada lo que planeaba hacer cuando volviesen a pisar L.A. Y, en honor a la verdad, necesitaba estar solo. Necesitaba aclarar su cabeza y decidir cómo iba a querer encarar su vida de este punto en adelante. El trabajo iba a mantenerlo lindando entre Italia y América, había decidido meterse en un estudio para grabar finalmente su disco, y quizás se arrojaría nuevamente a la experiencia del tour (Había algo relajante y liberador acerca de dormir en un bus con cinco apestosos hombres). Pero necesitaba hacer todo eso, sin alguien mordiéndole los talones. Cada día que pasaba, la elegía menos y menos. No quería hacerlo, y sabía que era inmaduro de su parte, pero comenzó a sentirse claustrofóbico al no poder dar un paso sin su presencia cerca y a resentirla. Cada momento era una buena excusa para sugerirle que visitase tal o cual lugar con sus amigas, y se pasaba horas en lugares que normalmente no visitaría, diciendo que tenía que trabajar o acudir a una reunión ese día. Las primeras dos semanas de rechazos, crearon un círculo vicioso en donde él la apartaría, y ella intentaría pelear por ser elegida. Naturalmente nadie puede obligar a otro a permanecer contigo, incluso aunque el otro quizás te ame. Mia se comportaba inusualmente furiosa y frustrada. Darren luego se dio cuenta que ese comportamiento se debía al no sentirse segura con él. Al final del viaje ambos estaban tan resentidos el uno con el otro, que viajaron en asientos separados.

X

El regreso a casa había sido incómodo. En el aire había cierta anticipación de lo que ambos sabían que estaba por ocurrir. Ninguno de los dos intercambio muchas palabras mientras desempacaban y fueron directamente a dormir. Dormir usado como eufemismo de quedarse mirando el techo hasta que el sol diga que es un horario socialmente aceptable para levantarse y destrozar una relación de seis años. Cerca del amanecer, Darren creyó oír a Mia sollozando quedamente contra la almohada. Se debatió un momento entre seguir fingiendo que dormía o reconfortarla de mala gana (él realmente no era así, pero…necesitaba un descanso del drama. No podía evaporarse el resto de la humanidad al menos cinco minutos?), pero antes de decidir en qué nivel de mal tipo quería jugar, ella lo hizo por él.

''Sé que estás despierto.''

Darren sólo musitó un ''Mh-hum'' y asintió con la cabeza. Al notar que el silencio era llenado sólo por el aire, se decidió a enfrentar la situación.

''Creo que tenemos que hablar.''

Por el rabillo del ojo, observó cómo las manos de ella apretaron la almohada ante la frase.

''Lo sé.''

Simplemente susurró Mia en voz baja.

''Voy a preparar un poco de té…''

Dijo él, acariciando su brazo en un gesto que intentaba reconfortarla de alguna forma.

''…te espero en la cocina.''

Mia asintió con la cabeza sin cruzar su mirada con los ojos de él.

X

Darren observó su taza de té casi vacía mientras esperaba que un libreto escrito por Brad Falchuk sobre rompimientos cayese en su regazo. No era la primera vez que él dejase a alguien, pero si la primera vez en la que el encabezado de la conversación fuera algo como Te engañé más de la mitad de la relación con una persona de mi mismo sexo y sospecho que lo sabías, lo cual hizo todo mucho peor porque gracias a no ser puesto en mi lugar, perdí el respeto que te tenía. Creo que eres cool, igual.

''Supongo que sólo estoy esperando que…digas algo. Que simplemente digas algo.''

Dijo ella, levantando por primera vez la vista de su intacta taza de té.

''Necesito que esto termine.''

Dijo casi en un susurro Darren, casi sorprendido de sí mismo al estar admitiéndolo realmente.

''Necesito estar solo y…''

''Eso es mentira.''

Darren levantó la vista, reaccionando por el tono de voz usado. Mia sostenía la taza de té tan fuerte, que sus nudillos podían verse blancos.

''Eso es mentira, Darren. Si vamos a hacer esto necesito que seas honesto conmigo. Sabes mejor que nadie que la razón por la que esto está sucediendo no es para no estar con nadie.''

''Mia…estuvimos todo este tiempo juntos porque me quieres y yo estaba dispuesto a hacerte feliz, porque también te quería. Pero ahora que no estemos juntos, es la única opción que tengo. Desearía que realmente comprendas el por qué estoy yéndome. Me estoy yendo porque necesito lidiar conmigo mismo, y también porque es tiempo de que encuentres algo real…y esta relación pasó a ser todo menos eso.''

Ella lo observó mordiéndose el labio inferior tan fuerte que era doloroso.

''Deja de mentir, al menos no en esto, no…''

Pidió entre dientes.

''No quiero ser yo el que te desgaste o te vuelva cínica en torno al amor. Sé que vas a estar enojada conmigo por mucho tiempo y tienes razón.''

Interrumpió Darren antes de que ella pudiese transformar todo en una catarata de reclamos.

''Sé que rompí tu corazón. Sé que soy un desastre pero también sé que te amé tanto como pude, de la forma en la que pude hacerlo. Y…Mia, lamento tanto tanto pero tanto el hacerte pasar por esto. Creo…creo que por eso lo retrasé tanto como pude. ''

Admitió él con media sonrisa triste.

''Lo sé.''

Musitó ella, con la voz quebrándose.

''Sabía que estaba…sabía que era una posibilidad. Dios, Darren. No tienes idea de cómo cambiaste todo este tiempo…sabía que esto iba a suceder. Cada vez que te abrazaba, cada vez que te besaba, sentía que eras como arena escapándose de mis dedos, pero…''

Ella dejó escapar de su garganta un sonido de ahogo, permitiéndose dejar caer las lágrimas que había peleado por mantener a raya.

''…pero como una idiota creí que podría sostenerte en mis manos si te amaba lo suficiente.''

Darren tomó su mano y la apretó, intentando demostrar apoyo.

''No quiero que pienses que podrías haber hecho algo para cambiarlo…no tiene que ver contigo, no quiero que pienses que tiene algo que ver contigo. Soy yo. Es…soy yo quien necesita irse, sí? No fuiste nada sino magnifica y voy a estar muy celoso del próximo hombre que te enamores.''

Aseguró él con una sonrisa triste. Ella sólo movió la cabeza hacia ambos lados, intentando sacudir esa idea de su sistema.

''Otra persona suena inconcebible. Al menos para mí.''

Darren pudo sentir el misil directamente colapsando contra su frente. Okay, lo merecía. No iba a refutar nada.

''Jugué con la idea este último tiempo…jugué con la idea de imaginar mi día sin ti. Y no puedo. No puedo imaginar cómo sería una vida sin ti en ella, porque suena a algo que no tiene color. Creí, creí que esto para siempre.''

Cómo le dices a alguien que en algún momento también creíste lo mismo pero que ahora la idea sonaba descabellada. Que intentaste mantener a flote durante años algo que estaba destinado al fracaso desde el segundo en el que la risa de otra persona hacía eco en tu mente.

''Lo siento.''

Sólo pudo atinar a decir él.

''Quiero saber…quiero que me lo digas realmente. Quiero que me digas cómo y cuándo empezó, por qué…por qué me lo ocultaste tanto tiempo…?''

La respiración de ella había comenzado a agitarse, reemplazando el quedo dolor por algo más parecido a enojo.

''Q-quiero saber…quiero saber cuál es el rol que él juega en tu vida…Aún sigues acostándote con él? Yo…acaso simplemente te olvidaste de que yo existía? Te levantabas entusiasmado todas las mañanas sabiendo que me engañarías otra vez? Alguna vez…alguna vez deseaste que simplemente no existiera? Lo necesito, necesito que me lo digas así puedo odiarte, quiero odiarte, lo necesito! Necesito que me lo digas! Necesito que lo reconozcas! Ni una sola vez dijiste su nombre desde que esto empezó!''

''Yo no…''

''Qué? No lo estás nombrando por qué no lo quieres meter en la conversación? Quieres protegerlo de lo que pueda decir de él? Cuál es tu puto problema, Darren?! Habla, maldita sea, habla de una vez!''

Mia hablaba muy fuerte sin llegar a gritar pero estaba al borde, el botón equivocado y la conversación podría virar a un rumbo desagradable. Su ojos estaban cerrados y su cabeza gacha, como no queriendo encontrarse con la mirada del hombre que tenía enfrente. Como si no quisiese leer sus ojos.

''Sé que estás enojada, sé que estás frustrada y lo entiendo. Tienes derecho a estarlo. Pero nada de lo que yo diga puede llegar a mejorar la situación, Mia. No quiero hablar…''

Darren tragó saliva y apretó los puños, intentando envalentonarse.

''…No quiero hablar de Chris porque él es sí una de las tantas razones por las que esto no funcionó, pero no es la única.''

Era la primera vez que decía su nombre y reconocía la relación frente a…frente a alguien. Se sentía extraño. Las palabras sonaban raras y desconocidas en sus labios pero eran de una rareza liberadora. Sabían a verdad.

''Necesito saber.''

Él abrió y cerró la boca, intentando decir palabras que eviten el decir lo que ella pedía. Cuál era el sentido? Lo único que podía llegar a salir de eso era incomodidad y ella no la pasaría bien…pero al mismo tiempo se sentía poco sádico por dentro porque, si había a alguien a quién querría contarle acerca de todas las cosas que experimentó en el camino de amar a Chris, era precisamente a ella. No podía hacer que la cercanía, el apoyo y la amistad que durante años recayeron en ella, se evaporasen de la noche a la mañana.

''No quiero hacer esto más traumático para ninguno. Esto no es fácil para mí tampoco, yo…no tiene sentido que sepas. No va a hacer las cosas más fáciles.''

''Dime, Darren. Quiero saber cómo empezó, quiero saber cuándo decidiste que lo nuestro no era lo suficientemente importante como para darle la espalda.''

Ella lo miró directamente a los ojos y fue allí cuando él comprendió que no tenía un dicho en el asunto. Supuso que era una especie de derecho del abandonado que no podría refutar. Quizás el sindicato de los corazones rotos le abriría una causa o algo por el estilo.

''Voy a hacer más té.''

Fue lo que atinó a responder, esperando que el tiempo concedido lograse bajar un poco el tono de la conversación. Odiaba discutir. Aún más con ella porque sabía que todo lo que pudiese decir, la afectaría directamente e intentaría encontrar un significado más profundo a cada palabra que él pudiese decir furioso.

Una vez la mesa nuevamente preparada, Darren tomó asiento e intentó acomodar sus pensamientos. No quería decir nada más inapropiado de lo que ya era mantener esa charla. Y entonces lo hizo. Le contó sobre la primera vez en Dublín, sobre lo duro que fue llegar a la realización de que estaba enamorado de él, sobre los debates morales y la culpa arañándolo constantemente. Sobre cuando decidieron dejar de estar juntos, sobre cuando decidieron volver. Dejó afuera la última charla. Eso sólo pertenecía a ellos y al futuro que les esperaba. Ella asintió cuando necesitó hacerlo, gritó en momentos en donde algunas piezas cayeron en su lugar y dejó rodas las lágrimas cuando fue consciente de que Darren habían intentado reparar el amor entre ellos dos. De alguna forma, eso ofrecía un mínimo consuelo. Saber que en algún momento, fue ella quien era prioridad.

''De alguna forma entiendo por qué lo amas…entiendo que él es…sé la forma en la que se ve. Eso lo sé. Muchas veces creí que…''

Ella rió sin gozo en su voz

''Una vez fui al set para que almorcemos juntos, pocos meses después de que empezaras a grabar…Ustedes estaban sentados en el campus de Dalton, con otros muchachos. Te veías adorable, me quedé observándote unos momentos y entonces Chris dijo algo que te hizo reír. Lo hiciste con tanto gozo, con tanta felicidad que…nunca antes te había visto así. No sé como describirlo, pero sonreías de una forma en la que nunca te había visto sonreír. Luego ambos se miraron y, la forma en la que se miraban…me fui. Me fui porque no podía soportar ver un segundo más de todo eso que nunca había sido para mí. Y luego comenzaste a hablar de él más y más…la forma apasionada en la que describías las cosas que hacía que te maravillaban…creo que eso de alguna forma lo hacía más bello. Tú lo hacías más bello.''

Darren se sintió sonrojar y permaneció en silencio sin saber cómo tomar lo revelado. Mia sorteó la isla desayunadora de la cocina y se paró frente a él, apoyando ambas manos en sus hombros.

''Te amo y no sé aún como tomar todo esto… Te quiero. Te quiero a ti y sólo a ti; sin su presencia dando vueltas por toda la casa. Esperé tanto para que te dieses cuenta cuánto realmente significas para mí y de todo lo que puedo hacer para estar para ti como lo hice todo este tiempo…''

Darren rodeó su cintura en un abrazo, era lo menos que podía hacer.

''…y si eso significa atrapar las balas y ponerme delante del campo de batalla en lo que esto se convirtió, lo hice y sigo haciendo por ti. Lo seguiría haciendo si eso significa no perderte.''

Ella se soltó del agarre de él y abrazó su propio cuerpo, como intentando no romperse. Temblaba y sus hombros se movían rítmicamente, mientras lágrimas caían imparables.

Allí, en ese momento, ambos sabían que todo había terminado.

X

El final del 2015 trajo aparejado una catapulta de trabajo para Darren. La producción del disco consumía más de la mitad de su tiempo ya que su perfeccionismo lo obligaba a cambiar y re versionar cada track al menos cinco veces por día.

Las noches que no pasaba recluido en el estudio, solía mantener largas conversaciones con Chris a través de Skype. Ambos se habían comprometido a sostener una relación platónica con ocasionales Te extraño, mientras ambos estaban separados por un océano. Chris había comenzado a grabar desde hacía un par de meses la película de Nöel y dos semanas atrás había decidido comprar una pequeña propiedad en el corazón de Londres.

Estaban tomando las cosas con calma y, a decir verdad, no había otra forma de tomarlas, ya que ambos a duras penas tenían tiempo para respirar entre proyecto y proyecto. Cinco meses hubiesen pasado desde aquella última vez en donde el uno pudo sentir el abrazo del otro.

X

Enero se sentía especialmente solitario, luego de pasar un lapso de dos semanas con su familia de visita en su pequeño departamento. Las fiestas habían transcurrido en paz y se sentía mucho más relajado de lo que se había sentido en muchísimo tiempo. Por la semana estaba la mayor parte del día en el set y los días libres solía enterrar su rostro en páginas Word, escribiendo y editando lo que (con el viento a favor) se transformaría su segunda novela juvenil-adulta para finales del 2016. Se encontraba finalizando esa tarea cuando su celular comenzó a sonar. Miró el reloj del monitor que indicaban que eran pasadas las once de la noche. Maldijo por lo bajo, al percatarse que había olvidado dejar su teléfono en silencio. Se levantó del escritorio para rechazar la llamada pero se detuvo en seco al observar el nombre titilando en ella. Sonrió y llevó el aparato a su oído.

''Hola tú.''

Saludó en voz juguetona. Del otro lado, una voz contaminada por el sonido del tránsito, se hacía difícil de oír.

''Se suponía que tenía que saludarte con una voz falsa y acento inglés, y luego tocar a tu puerta, pero al parecer apestas dando indicaciones y literalmente estoy perdido en lo que supongo…en lo que *espero* sea la calle de tu casa. Oh, sí. Hola tú.''

''Q-q-qué…huh?''

''Oh, Londres te vuelve elocuente, Christopher.''

Gritó Darren imitando un acento perfecto.

''E-estás diciendo que estás aquí?''

''Cuando me pases bien la dirección de tu casa, voy a poder responder esa pregunta, mate.''

Contestó Darren animado, gritando por sobre los bocinazos de una pequeña motocicleta.

''Estoy haciendo una especie de escala voluntaria. Mañana tengo que estar en Italia, para comenzar con Smitten. Tengo un par de horas para ver al famoso ganador de un globo de oro.''

Okay…Darren tenía una seria obsesión con su globo de oro.

Chris le indicó la dirección exacta del departamento y Darren resultó no estar tan errado en sus sospechas de dónde estaba ubicado el lugar, según comentarios que el otro dejaba caer de vez en vez.

Una vez cortada la conversación, Chris se tomó un segundo para observar su departamento y notar que no había otra forma de describirlo que con la palabra caos. Latas de gaseosa y energizantes rodeaban el escritorio, así como un par de bolsas de delivery. El cesto de la basura rebalsaba y olía a…bueno, a que no lo cambiaban desde hacía una semana, al menos. La cocina tenía un ejército de tazas y vasos dando vueltas. Chris arrojó todos los cubiertos y vasos al lavaplatos, intentando minimizar el desorden. Justo luego de arrojar la última lata dentro de una bolsa negra, el timbre sonó dejándolo saber que Darren se encontraba allí.

Abrió la puerta y se encontró cara a cara con un hombre besado por el sol, con los rizos más largos de los que alguna vez lo hubiese visto y, sorpresivamente, afeitado.

''Que elegante, Colfer.''

Chris lo miró confundido y luego bajó la vista para observarse. Llevaba un enorme hoodie azul, bóxer grises y pantuflas. Llevaba el rostro con un poco de sombra de barba, ya que dos días habían pasado de la última vez que necesitaran su rostro limpio en las escenas y anteojos. Su cabello aún estaba húmedo, disparado en todas las direcciones, por la ducha que había tomado una hora antes.

Chris se sonrojó y le dio una palmada en el brazo.

''Cállate! Nadie te enseñó a advertir sobre visitas transatlánticas sorpresa? Algo como Hey, estaba en el vecindario y pensé en caer de sorpresa!''

''Pero sí estaba en el vecindario y decidí caer de sorpresa.''

El muchacho castaño, le ofreció media sonrisa y se apartó de la puerta, cediendo el paso. Darren musitó permiso y se adentró. Chris le indico que recorriese el lugar mientras él buscaba ponerse algo más decente.

X

En algún momento entre ''Ponte cómodo'' y ''Voy a cambiarme'' Darren terminó en la habitación de Chris, abrazando por detrás al muchacho, enterrando la nariz en su cuello.

''El lugar entero huele a ti.''

Dijo el moreno, apretándose más contra el cuerpo del otro.

X

La habitación de Chris era totalmente…pintoresca? A Darren le pareció que había aterrizado en el Londres del siglo XIX y en cualquier momento podría salir Jack, El Destripador de algún lado y…oh, espera. Chris se había dado vuelta y estaba palmeando la parte delantera de sus jeans, lo último en lo que debería pensar era en asesinos seriales. Adelantó sus caderas para conseguir más fricción en el toque y jadeó al lograrlo.

''Dios, te extrañé tanto.''

Dijo él, mordiendo el cuello pálido y refregando involuntariamente sus caderas contra el muchacho.

Algo le decía a Chris que Darren no se estaba refiriendo al extrañar de la misma cándida forma en la que se lo habían profesado mutuamente hasta el momento.

''Lo puedo notar.''

Respondió Chris deslizando su mano arriba y hacia abajo, trazando firmemente con sus dedos la línea de la protuberancia en los jeans de Darren. Darren lo tomó del trasero en una acción rápida, acercándolo a él, intentando frotar sus erecciones. El castaño rodeo el cuello del otro con los brazos y lo besó de lleno en la boca, mordiendo su labio inferior y utilizando su lengua de una forma pecaminosa. Darren volvió a presionar sus labios en el pálido cuello, haciendo su camino hasta la clavícula de Chris, succionando allí, donde la piel era sensible y se amorataba fácil. Por lo general no era alguien que soliese dejar marcas, pero iba a hacerlo. Iba a hacer todo lo que estuviese en su poder para dejar en claro que Chris era suyo. Subió el hoodie por sobre la cabeza del muchacho, dejándolo sólo en sus bóxer y la camisa que llevaba debajo. Bajó una mano hasta el pecho del muchacho, tanteando los pequeños pezones rosados y los acarició con la uña, haciendo que la fricción con la tela de la camisa, envíe escalofríos a la espina del otro. Chris dejó escapar un suave gemido y Darren gruñó ante el sonido. Se besaron de la forma en la sólo dos personas hambrientas de la otra podrían hacerlo, mientras trazaban con sus manos el mapa de la anatomía del otro, recordando cada espacio negado a lo largo de los meses.

''Quiero escucharte gemir.''

Exclamó Darren en algo parecido a una plegaria, antes de caer de rodillas frente al bello hombre que tenía frente a él. Chris gruñó en anticipación y dejó automáticamente caer sus manos en los rizos oscuros, apretándolos.

Darren levantó la camisa del castaño sólo para ver que, pegado a su estómago, el miembro de Chris se había liberado de su bóxer. Lamió la punta de la cabeza expuesta, logrando un suave gemido y el agarre de sus cabellos más apretadamente. Con un dedo bajó la prenda interior y tomó el pene en un puño, bombeándolo una vez sólo para oír la voz de Chris. Trabajó la cabeza maliciosamente un poco más, sintiendo la impaciencia del otro en el sutil movimiento errático de sus caderas, antes de sujetarlo del trasero y atraerlo hacía él completamente.

Mientras dejaba que Chris embistiera su boca, aprovechó sus manos libres para desabotonar su camisa y acariciar cada porción de piel liberada. Sintió al otro muchacho temblar y sujetó su cuerpo para detener el movimiento. No quería que terminase todo tan pronto. Se puso de pie y lo tomó de la nuca, recorriendo con su lengua cada rincón de la misma.

''Cama.''

Musitó entre beso y beso.

Se acercaron a la misma sin romper un húmedo beso ni los toques febriles. Darren tomó a Chris de las caderas, volteándolo sobre su estómago.

''Arrodíllate.''

Susurró Darren en su oído, mojando el lóbulo de su oreja en el proceso. Apenas las rodillas de Chris estuvieron apoyadas sobre la cama, las manos urgentes se deshicieron de su ropa interior, dejando al castaño completamente desnudo. Con un brazo aferrado a su cintura, lo mantuvo estable, mientras que con la otra bajó sus propios pantalones y bóxer, apenas hasta por debajo del trasero. Chris gruñó por lo bajo y se sujetó a los postes de madera de la cama. Darren se posicionó detrás de él, y con un movimiento rápido, dejó en libertad su miembro. Rozando y delineando la línea entre sus cachetes. Chris emitió una leve exhalación de placer.

''No tengo lubricante ni condones…y-yo no esperaba…''

Darren se alejó unos segundos, sólo para tomar las caderas del muchacho con sus fuertes manos y muy lentamente, comenzar a lamer superficialmente esa porción necesitada y expectante de su trasero. Chris apretó los puños en los postes, intentando no moverse demasiado al cosquilleo provocado. Sólo sintió las manos del otro separarlo, y apoyar su lengua directamente en su centro, jadeó con una nota de necesidad en su voz. Oh, cómo necesitaba ser llenado. Necesitaba el ardor, la completamente deliciosa sensación de embestidas haciendo eco en lo bajo de su estómago. Poco a poco sintió como su pequeña entrada comenzaba a ceder, abriéndose con necesidad. La lengua de Darren rodeó el pequeño músculo, dando lamidas circulares y, ocasionalmente, dejando entrar apenas la punta de la misma.

''Dare, Dare…más, necesito más…''

Rogó Chris mientras movía rítmicamente su cuerpo, intentando embestirse contra la lengua de Darren.

Antes de que pudiese pedir por más, dos dedos estaban pasando la presión del primer anillo muscular. Ardía ligeramente, la saliva no era suficiente, y como adivinando su pensamiento, la lengua del moreno estaba haciendo su magia nuevamente, rodeando los dedos, mojándolos a medida que entraban y salían de su cuerpo.

Darren creyó que jamás había estado tan duro y desesperado por penetrar a alguien en su vida. Su pene palpitaba, y cada vez que la camisa rozaba la tersa piel del mismo, sentía que podría llegar a desmayarse.

''Estás…te sientes preparado…?''

Jadeó Darren, lamiendo su nuca.

''Sí, sí…hazlo, lo necesito, Dare, te necesito.''

Fue la única indicación que necesitaba.

Alineó su miembro al pequeño agujero que Chris mantenía abierto, extendiéndolo entre sus manos al mantener su trasero separado. Darren penetró de a poco al otro muchacho. Dejó que la cabeza venza la resistencia inicial y luego esperó unos segundos, dejando al cuerpo de Chris amoldarse.

''Sujétate fuerte de los postes.''

Ronroneó contra su cuello. Chris lo hizo y sintió como los dedos del otro se clavaban en su piel, al sujetarlo con fuerza. Darren enterró su largo entero en una embestida rápida, arrancando un grito mitad sorpresa-mitad placer de la garganta del otro.

El sexo fue rápido, desesperado y cuasi animal. Nada más que ellos y sus ganas parecía importar. Cada centímetro de piel exigía vehemente el toque de la piel del otro, cada célula reclamaba piel desnuda y embestidas duras.

Darren mordió con fuerza el hombro de Chris a medida que se sentía más y más al borde de alcanzar su orgasmo, goteando sudor encima de la espalda de su amante. Chris creyó que jamás había sido tan vocal en su vida. Las sensaciones eran abrumadoras y al mismo tiempo no llegaban a ser suficientes.

Veinte minutos después de que Darren hubiese puesto un pie en el departamento, ambos se encontraban sudados, jadeando por el esfuerzo y con las sonrisas más estúpidas en sus rostros.

X

Chris intentó ser un buen anfitrión, hidratando a su visita, pero dudaba poder levantarse de la cama y menos aún poder caminar a la cocina de una forma que al menos pareciese ligeramente digna.

''Dare, tengo sed.''

Comunicó, hundiendo su cabeza en el cuello del otro. Darren apoyó su mano en el cabello castaño, atrayéndolo suavemente aún más cerca.

''Yo también…es tú casa. Soy el invitado.''

''No creo poder caminar.''

Darren lanzó una carcajada que fue cortada por un pequeño chillido de dolor al ser picado por un dedo entre sus costillas.

Miró a Chris, pagado de sí mismo y anuncio.

''No estoy mucho mejor, me tiemblan las piernas.''

Ambos se miraron y dejaron escapar un largo suspiro satisfecho.

Darren besó a Chris en la frente, apartando el flequillo caído con su nariz.

''Eso no es para lo que vine, sabes…no quiero que pienses…''

''No importa, realmente. Si fue sexo express no puede importarme menos. Hace meses Dare, meses. El celibato me estaba haciendo desarrollar una probable lesión permanente en la muñeca.''

El otro dejó escapar una carcajada y asintió con la cabeza.

''Además…''

Continuó Chris.

''…sé que no viniste sólo para meterte en mis pantalones.''

El muchacho trazaba el contorno del pecho del otro con sus dedos, reconfortándolo. Sabía que lo extrañaba, pero tenerlo allí consigo no hacía más que prepararlo para la desolación de saberlo lejos nuevamente sólo en un par de horas. Se sentía como si alguien hubiese arrancado apenas la costra de su herida.

''Tenía que verte.''

Contestó Darren, volviendo a besarlo de lleno en los labios.

Darren le ofreció una media sonrisa que no llegó a alcanzar sus ojos y se giró para marcharse.

Un viento frío golpeó el rostro de Chris y todo volvió como un torbellino a depositarse en su garganta. Todas las peleas, las amargas palabras, el resentimiento y el amor. El recuerdo de cómo se sentía amarlo. Como la calidez llenaba su pecho cada vez que estuviese abrazado a él. El amor existía allí: En ese cuerpo, en ese rostro, en esa voz. Y ese amor era a él. Nuevamente irían en caminos separados, continuarían con su día, e incluso quizás con sus vidas el uno sin el otro…pero de pronto el futuro entero se sentía más incierto, más vacío, más solitario y sin sentido. Se sentía como una expresión de su propio corazón. Parecía que había vuelto al mismo punto donde había estado todas esas destrozadas noches meses atrás, sólo por un par de horas en su presencia.

Lo amaba. Lo amaba y, por primera vez, nada más que ellos mismos era un obstáculo.

''Darren!''

Gritó Chris sin pensar. Darren se volteó a medias, con la mirada confundida. Le hizo una seña al conductor para que aguardase un momento y enfrentó a Chris. Y, oh, sus ojos. Sus ojos estaban cristalizados, como si estuviesen a segundos de nublarse con lágrimas. Chris cruzó en grandes zancadas la distancia que los separaba y tomó del brazo al otro muchacho, acercándolo a él, antes de tomarlo de la nuca con una mano y chocar sus bocas juntas.

Quería besarlo. Quería besarlo más de lo que alguna vez hubiese querido algo en su vida. No había sido suficiente, nunca era suficiente.

Segundos pasados el shock inicial, el otro comenzó a devolver el beso y rodear su cintura, en un abrazo apretado.

El castaño rompió el beso y tomo casi desesperadamente el rostro de Darren entre sus manos, obligándolo a no romper el contacto visual.

''Te amo, me entiendes? Te amo más que a nada y no quiero seguir perdiendo el tiempo, no quiero que seamos amigos, no quiero que sigamos separados. No puedo hacer eso, porque nunca estoy sin ti, te llevo y te encuentro en cosas idiotas y triviales todos los días. Eres parte de mí, Dare. Te lanzaste a mi vida sin preguntar y tomaste todo de mí. Quizás sea absurdo o una locura, pero…el amor es eso también, verdad? Yo…lo que estoy tratando de decir es que quiero estar contigo. Quiero estar contigo y…''

Chris sintió su propia voz quebrarse y recién en ese momento notó el ardor en sus ojos. Volvió a besar a Darren, y repartió tres besos rápidos en su rostro antes de seguir hablando.

''Quiero estar contigo, pero de verdad. Quiero todo. Quiero que nos mudemos juntos, quiero saber que te tengo, quiero…te amo, te amo, Darren.''

Comenzó a balbucear y enterró su rostro en el cuello del otro, rodeándolo con ambos brazos, aferrado a él como si su vida dependiese de ello. En ese momento, él sentía que sí lo hacía. Depositó un nuevo beso en su cuello y preguntó con voz de niño:

''Tú me extrañas?''

Sintió la garganta del otro vibrar con una risa queda.

''Sólo cuando respiro.''

Contestó él y Chris pudo sentir la sonrisa en su voz.

Los ojos azules se clavaron en los pardos.

''Podríamos…''

Preguntó Chris, y repentinamente sus labios se curvaron en una sonrisa.

''…podríamos llevarlo todo devuelta al Once Upon a Time?''

Darren se mordió los labios e hizo una pausa antes de responder. Esos meses solo, habían ayudado a aclarar su mente en muchos aspectos. Se sentía bien incluso cuando sintió que la vida que había construido se caía a pedazos. Ya no había una nebulosa de culpa y miedo a defraudar a los demás. Pero ver a Chris lo llevó a darse cuenta de que todo ese tiempo, no había hecho otra cosa que adormecerse a sí mismo desde el minuto desde que se hubiesen despedido.

''No quiero perderte otra vez. No quiero volver a experimentar lo que siente no tenerte.''

Correspondió finalmente.

Chris no pudo reprimir una pequeña risa nerviosa.

''De verdad vamos a hacer esto?''

Se miraron un par de segundos sin poder reprimir enormes sonrisas de adoración.

''De verdad.''

Contesto Darren, acercándolo para un abrazo. Chris se aferró fuerte a él y preguntó.

''Me prometes que no importa la distancia, ni los horarios de trabajo, ni todo lo que llegue a presentarse…me prometes que vamos a intentar hacerlo funcionar? Me prometes que siempre vamos a intentarlo?''

''Por supuesto, pase lo que pase.''

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2017

Chris caminó apresuradamente intentando sortear las mesas, mientras la música retumbaba en sus oídos. Su único objetivo, de momento, era no caer (Si llegaba a tropezar en las escalera, dudaba poder hacerlo Jennifer Lawrence style. Probablemente caería sobre su propio rostro y se levantaría con un labio partido y sangre en el rostro para el entretenimiento del mundo) y llegar en una sola pieza al escenario en donde Neil Patrick Harris sostenía su flamante nuevo Oscar por Nöel.

''Mh, oh, Dios…eh…Antes que nada quiero avisar que no tengo un discurso preparado porque ni un millón de años creí que este hombrecito dorado volvería a casa conmigo. Ar…mh, q-quiero agradecer principalmente a Joe Stephenson por haberme elegido para este maravilloso proyecto. A Sir Ian por ser no sólo mi compañero de trabajo, sino por ser mi nuevo abuelo con título de nobleza…''

Todos los invitados rieron ante lo dicho, y en las pantallas de los televisores, se podía observar a un muy sonriente Ian Mckellen, asintiendo con la cabeza al joven actor.

''…Quiero agradecer a mi familia por siempre apoyarme, a mis amigos por aligerar mi vida…''

Chris buscó un rostro particular entre el mar de personas observándolo. Sus ojos se encontraron con húmedos ojos pardos y sonrió mostrando la totalidad de sus dientes.

''…Y por último y más importante, quiero agradecer a ese apuesto hombre que está sentado allí por soportar mi locura, mis inseguridades, por comer los pocos platos exóticos que intenté cocinar y no morir…''

La cámara se giró para enfocar el rostro de Darren riendo mientras musitaba lo que parecía ser un No estaban tan mal.

''…pero por sobre todo por acompañarme, estar allí apoyándome siempre. Muchas gracias.''

Chris atinó a decir velozmente antes de que cortasen su discurso con música. No podría sobrevivir a la vergüenza de eso sucediendo. Hizo su camino de regreso hacia la mesa, mientras famosos rostros que no pudo identificar por los nervios y la adrenalina, palmeaban su hombro y exclamaban sus felicitaciones.

Al llegar fue recibido por dos fuertes manos tomándolo del rostro y una boca plantándose en la suya.

''Estoy tan orgulloso de ti! Te dije que ibas a ganarlo!''

''Era la única forma en la que vi posible que dejes de hablar de mi Golden Globe. Agrega esto a la lista de cosas que tienes que decir cuando vayas a la hipotética reunión de 10 años de secundaria y quieras poner en vergüenza a todas las rubias oxigenadas que hablan de sus esposos.''

''Lo tendré en cuenta.''

La velada transcurrió de acuerdo lo previsto, sin mayores sorpresas. Ocasionalmente, la mesa era visitada por personas felicitándolo.

La cámara iba y venía enfocando a las estrellas más de moda, o atrapando a una celebridad haciendo rostros extraños. Ocasionalmente, la imagen transmitida era la de la nueva Power Couple de Hollywood, con los dedos entrelazos sobre la mesa, usando dos idénticas bandas doradas en sus anulares.

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Aaaaaaaaaaaaaaaand that's it. Kinda. Este capítulo fueron casi 40 páginas y tardé más de una semana en el rompimiento de Miarren. Literalmente en un momento cuando me preguntaron por el fic, contesté ''Hace una semana que están cortando''. Y esa *sé* que es la parte que nadie lee y todos siguen de largo! XD Pero la tenía que hacer, la tenía en una especie de boceto desde hacía MESES. Espero no haberla terminado muy abruptamente porque uuugh pensaba NOBODY'S CARES, NI A MI Y SOY LA QUE LO ESTÁ HACIENDOOOO *Rueda los ojos y tira la cabeza para atrás* Lo del Golden Globe es porque Darren siempre lo menciona cuando lo hacen hablar de Chris. Espero haber hecho algo cuanto menos relativamente realista en cuanto a las separaciones y el estado en el que uno queda cuando básicamente tiras por la borda años y años de rutina. Por mucho que no quieras estar con alguien, deshacerte de años de convivencia, amigos en común y demás, te deja en un estado de ''No quiero volver a hacer esto nunca más, me voy a vivir a las montañas dónde el contacto humano no sea prioridad.'' Preferí que cada uno procese todo lo que le había pasado, acomode su vida y tenga proyectos antes de volver el uno con el otro. Que vuelvan al lugar de amigos y tengan intercambios de por qué me gustaba esta persona en primer lugar. También alinear las filmaciones de ambas películas para que los dos estén en Europa y relativamente cerca, como para pegarse escapadas a campiñas y hacer picnics cursis (?) y todas esas cosas que no escribí. Espero que con lo de las bandas doradas haya quedado en claro que se casaron en algún momento del 2016. Me gusta la idea de CrissColfer siendo una Power Couple, uniéndose al legado de Patrick-harris-Burka y DeGeneres-Rossi. Y me tomé la libertad de hacer que Ian McKellen y Chris se vuelvan super cercanos y desarrollen una relación de nieto-abuelo. Con lo fascinado que siempre se muestra el bebé con todo lo británico, la realeza y…la gente vieja, calculo que al Chris real le gustaría. Maybe?

Queda un prólogo que, si todo sale bien y mi cabeza colabora para poner en palabras lo que tengo imaginado, va a ser corto y no voy a tardar treinta y cinco lunas en cargarlo. Con eso finalizaría. Es muy probable que arme un PDF con todos los capítulos sin mis irrelevantes cometarios y typos corregidos, si alguna lo quiere puedo mandárselo.

Nos leemos en…¿una o dos semanas (precisa as fuck!)?

Love-u all!

OurLoveIsAllWeNeed