Genjutsu

"La cama se enfría y no estás aquí, el futuro que tenemos es tan poco claro; pero yo no estoy viva hasta que llames. Y apuesto a que todas las probabilidades están en mi contra. Guarda tus consejos porque no me importa. Hay un millón de razones por las que debería dejarte, pero el corazón quiere lo que quiere."

Selena Gómez, The hearts want what it wants.

No era como si no hubiera sido atrapada en un genjutsu, era que jamás él la había introducido en uno.

Una escena tras otra la golpearon literalmente hasta tumbarla de rodillas al suelo. Sakura las vio con horror, con la claridad de quien las recordaba, con la sensación de volver a vivirlas, con el dolor a flor de piel. La despedida en aquella banca, su mirada rota, sus palabras de súplica, la mirada fría e irónica de él. Sangre escurriendo de su ojo izquierdo y la ropa marcada por la violencia de un reciente enfrentamiento, con el chidori en la mano izquierda apagándose al mismo tiempo que la reconocía. Su maquinado plan para distraerla, para que ella le diera la espalda, para atacarla – "¡para matarte!" corrige una voz dentro de la cabeza de Sakura – que fue detenido por su profesor, por aquél que le había enseñado esa técnica. Su espalda convulsionando por el ardor en los ojos, su única oportunidad para matarlo, su fracaso y el nuevo intento de él para matarla, la mano sobre su cuello y la fuerza en sus dedos para estrangularla. Su mirada desquiciada, su sonrisa de sadismo apagando cualquier signo de sensatez en el ambiente, su marcada oscuridad. Su risa estridente, su carcajada de burla, su maléfico ruido de locura, la evidente prueba de la falta de sus sentimientos.

Sakura sintió que su cabeza estallaría si seguía viendo todo eso a su alrededor. Se llevó las manos al cráneo, pero encontró otro par de manos sobre éste. Las reconoció: eran las de él, controlando sus recuerdos, obligándola a que se atuviera a esos pensamientos, deseando que ella olvidara y perdiera cualquier sentimiento sobre él.

— Es-es inútil. — le dijo entre sollozos. — Te dije que no bastaría, que yo me sentiría sola sin ti y lo estaré. Aprendí a vivir sin verte todos los días, pero no soportaré el no quererte, ¡apréndetelo, Sasuke-kun! No me importa lo que quieras hacer y los medios que utilices, ¡yo te amo! — gritó con todas sus fuerzas, mientras las manos de Sasuke la presionaban aún más, mostrándole sus futuros planes, mostrándole cómo quería acabar con Naruto, con los kages.

— ¡Te mataré si te interpones! — le gritó la misma voz en su mente.

Sakura apretó los dedos alrededor de sus manos y dejó salir su ninjutsu médico para rodearlos a ambos. No importaban las heridas que él tuviera, no importaba el tipo, no importaba nada, ella las curaría. No permitiría que matara a Naruto o matara a los kages, pero tampoco lo mataría a él.

— No te dejaré, Sasuke-kun. — prometió sin dejar de emanar su chakra verde. — No importa lo que pase, siempre buscaré darte luz.

En ese momento, la luz del ninjutsu se intensificó hasta borrar una y cada una de las escenas que Sasuke había guardado para el genjutsu.

Cuando despertó, vio a Kakashi hincado cerca de ella. Lo supo de inmediato tras ver sus ojos y no lo pensó un segundo: lo salvaría, lo mantendría en la luz mientras ella estuviera viva.

¿La razón? ¡Já! El corazón no necesita razones para amar.

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¡Hola!:

Siempre quise hacer un oneshot de esa imagen, de ese momento. Tal vez en un futuro la edite un poco más y la haga de mil palabras, pero por ahora, esto me gustó.

Les mando un fuerte abrazo.

Andreea Maca.