ESTO NO ES UN CUENTO DE HADAS: CAPÍTULO 1
Había una vez, esa era la palabra con la cual comenzaban siempre los cuentos de hadas con los cuales la abuela me hacía dormir, esas historias donde un príncipe azul -que para mi que era gay ya que por dios ¿desde cuando un hombre tiene rasgos delicados como los de una mujer?- que iba a caballo -blanco por curioso que fuera siempre- rescataba a esa doncella hermosa -delicada y necesitada de un protector ya que ella no era capaz de defenderse, concepto machista según yo- que era aterrada por un villano que simplemente porque sentía envidia había decidido hacer sufrir a todos los ciudadanos de una pobre aldea -¿Porque carajos siempre debían ser pobres? - y bueno ya no importa eso, el asunto aquí es que al final el príncipe rescataba a la pobre chica, la besaba rompiendo así una estúpida maldición y después de eso el villano sufría de alguna manera horrorosa para pagar sus pecados -¿qué clase de persona hace sufrir a un villano sola para demostrar sólo para demostrar que el bien siempre triunfa sobre el mal? un enfermo mental supongo yo- y al final el príncipe y la princesa vivían felices por siempre, lo cual me parece una mentira hecha por los adultos para así mantener a los niños en una pequeña burbuja donde todo es perfecto y donde los niños buenos nunca carecen de nada mientras que los malos sufren un destinado indescriptible.
Bueno ahora que eh dejado en claro mi punto comienzo por presentarme, mi nombre es Hitsugaya Toshiro, tengo 17 años y curso el segundo año de preparatoria, soy japonés pero viví en inglaterra desde que cumplí cinco años hasta ahora, ¿cómo soy físicamente? cabello de un raro color blanco que hace juego con mis ojos turquesas piel bronceada, no muy alto y un cuerpo del cual no me quejó.
Y se preguntaran, ¿A que viene esto? pues sencillo, les diré que esto es el prólogo de mi maravillosa historia con esa chica, esa pelinegra de ojos cafés que me hizo creer en los cuentos de hadas, esa chica que fue mi princesa... por la cual me di cuenta que los cuentos de hadas no existen, por la que me di cuenta que la vida no tiene ninguna semejanza con esas historias... pero bueno, no quiero atosigarlos más con esto y no quiero adelantar nada, mejor lean está historia y entenderán a lo que me refiero.
Se despide Hitsugaya Toshiro.
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¿A quién se le ocurrió la maravillosa idea de la que salen todos estos estúpidos cuentos? ese príncipe de cabellera reluciente, de porte perfecto educado y que obviamente es gay, esa doncella linda de carácter dulce que sólo servía para ser la víctima, una tonta supongo yo, o ese villano que estaba enamorado de la princesa y que porque ella no correspondía ese cariño él simplemente se volvía malo, o esa bruja que por no ser la más perfecta se quería deshacer de la tonta damisela, y esa tonta maldición, ¿Por qué la cura a todo era el beso de un desconocido que "casualmente" era el príncipe de un lejano reino? eso sólo eran niñerias y cosas que un niño pequeño creería.
¿Que sí creo en los cuentos de hadas? Supongo que ya fui muy clara, pero en caso de que no lo hayan notado seré más directa, yo NO creo en esas estupideces, o eso hubiera dicho sí me lo hubieran preguntado meses atrás, meses antes de conocer a ese chico idiota que me hizo creer como sí fuera una niña pequeña, de hecho, ni siquiera cuando era niña creía en esas estupideces, veía a mi melliza Yuzu fantasear con casarse con un príncipe de altos modales, yo simplemente bufaba diciendo que eso era algo tonto, pero ahora que veo mejor la cosas creo que no es algo tan tonto, tal vez y sólo tal vez esos cuentossí existieran, y de ser así quería que mi cuento de hadas tuviera como príncipe azul a ese chico de cabellos blancos, de ojos turquesas penetrantes y de cuerpo sexy, ese chico que ahora estaba en mis sueños.
¡Oh cierto, lo olvidaba! mi nombre es Kurosaki Karin, tengo 16, bueno casi los 17, mi madre murió cuando tenía cuatro años, mi hermano mayor tenía 21 años, bueno pero él aquí no es importante ¿verdad? físicamente soy una chica normal, tengo el físico de una chica normal -pechos medianos, cintura no tan delgada, caderas medianamente medianas y unas largas piernas gracias al fútbol- mi cabello es negro, al igual que mis ojos y mi piel es blanca. Ahora sin más les doy la bienvenida a está historia, que en pocas palabras les contara como fue "mi cuento de hadas" y como descubrí que la vida no es como yo creía realmente.
Se despide Kurosaki Karin.