What if...

Primero que nada, hola soy nueva por aquí, soy SnowBarry a morir. Me encantan estos dos, verlos, leer fics de ellos es hermoso y genial. Y de hecho quería escribir un fic SnowBarry desde hace algún tiempo pero cuando estaba por terminar la serie (exactamente en el capítulo 22) una alocada idea pasó por mi mente, además de que tengo cierta debilidad por las parejas crack... Pero ¿qué puedo decir? Tengo cierto trauma por los chicos malos, y hay que aceptar que Wentworth Miller está buenísimo... Al principio había pensado en dejarlo como Oneshot, pero mis dedos no dejaban de escribir así que aún tengo más capítulos y decidí ponerle el tema de acuerdo con el tipo de fic "What if...". Si tiene éxito los seguiré subiendo con gusto.

Summary: ¿Qué pasaría si Snart decide no traicionar a Barry? Y no exactamente por su buen corazón o porque Flash se haya deshecho de todas la pruebas que pudieran incriminarlo. Su interés había girado en otra dirección, justo en el momento en que Jake Simmons había puesto en su mira a la doctora Caitlin Snow.

Disclaimer: Los personajes de Flash no me perteneces, la historia sin embargo es mía sin fines lucrativos. Sólo algo para pasar el rato y desquitarme un poco :P

Nota: Soy nueva en este fandom, sin embargo me encanta leer fics de Flash y Arrow (SnowBarry & Olicity OTP), eso no significa que piense hacer bashing contra personajes. Nota de la nota: Alerta mundo, habrá spoilers de los siguientes caps: 10, 12, 22 y 23. Mi historia se desprende de la serie de televisión a partir del capítulo 22 —y lo que pase en adelante y con los demás caps será siguiendo parte de la trama de la serie y parte de mi historia hasta que se desprenda por completo—. Otra cosa, me estoy esforzando por mantener a los personajes IC, pero bueno para la realización del fic tuve que cambiar algunos pequeños detalles volviéndolos Ooc en algunos aspectos. Espero que lo disfruten y no me odien n.n

Este cap es prácticamente el episodio 22, sólo que con mi punto de vista de acuerdo a sentimientos y formas de pensar de los personajes: Barry, Caitlin y Snart. Y bueno también se desprende de la historia original al momento de la traición.

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Prefacio

Caitlin abrió los ojos con pesadez, la poca luz que entraba por la ventana del cuarto de hotel le molestaba. ¿Cómo había llegado ahí? Se sentía cansada y le dolía casi todo su cuerpo, como si hubiera estado en un maratón el día anterior. Lo que más recordaba era lo molesta que estaba con Barry por haber buscado a Snart. Ellos pudieron haberse encargado. Tal vez Cisco hubiera sido capaz de crear otra pistola de hielo sin necesidad de meterse con Captain Cold. Pero nadie la escuchaba, y menos Barry. No tenía cabeza para eso si las palabras no salían de la boca de Iris. Suspiró, eso era mentira. ¿A quién quería engañar? No tenían ni tiempo ni medios para hacerlo por su cuenta.

Además, Barry siempre había estado ahí para escucharla incluso borracha. Había sido él el que se había quedado con ella después de la muerte de Ronnie y el doctor Martin Stain hacia diez meses, después de la gran explosión donde intentaron separarlos en vano. Maldición ella juraba que sí lo iban a lograr. Seguía sin poder creerlo, la vida le había devuelto a Ronnie con moño y envoltura para arrebatárselo de un solo golpe. Sólo recordar le dolía.

Para colmo Wells estaba suelto por ahí y no sólo eso. Había vuelto a activar el acelerador de partículas. ¿Con qué fin? Ella pensaba que tenía que ver con su "verdadera época", pero sabía que no era nada bueno. Y ahora estaba enrollada en las sábanas de un hotel semi cruda con la incertidumbre de no saber qué iba a hacer Snart con ella, aunque seguramente nada bueno. Al menos no después de la noche anterior.

"No fue tan malo" pensó, regañándose al instante. ¿Que no había sido malo? ¡Se había acostado con Snart! Pero al menos tenían una preocupación menos. Gracias a él, cuatro de los meta-humanos habían sido trasladados a Lian Yu, la isla donde Oliver Queen había estado cinco años. Y además estarían en una presión de ARGUS. Por lo que no tenían que preocuparse de que causaran algún daño. Y ahí estaba ella, en la recámara de un hotel de lujo, desnuda y con la cabeza hecha un lío. Le dolía pero reconocía que no era por el alcohol ¡y eso que se había tomado la botella casi sola! una botella que sólo Leonard sabía qué era con exactitud. Pero no era muy fuerte porque lo recordaba todo. Sus caricias, sus besos, la forma en que le hablaba. Sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo sólo de recordarlo. Si la cabeza le dolía por algo era culpa de Snart, no le había dado tregua en casi toda la noche.


Capítulo 1

Traición

—El acelerador ha sido activado —dijo Cisco mirando la pantalla que tenía enfrente, la alarma los sorprendió a todos, eso no podía estar pasando. Todo se les venía abajo, y acababan de descubrir lo que Wells usaba para recargar su energía, para ser más veloz que Barry.

—No puede ser —contestó Caitlin incrédula al asomarse, Barry y Joe estaban justo enfrente con una mirada de preocupación en el rostro.

—¿Cómo es eso posible? —preguntó Joe—. ¿Explotó? —eso era improbable.

—Debe haber sido reconstruido —se apresuró Cisco. Entonces Barry cayó en cuenta.

—Wells...

—Incluso si lo reconstruyó —le interrumpió Caitlin—. ¿Cómo encendió el doctor Wells el acelerador de partículas? —Barry estaba convencido de que Wells nunca se había ido.

—Él está aquí. Esa es la razón por la que no podíamos encontrarlo, ha estado en el interior de los laboratorios STAR todo este tiempo... —caminó seguido de Joe, y Cisco.

—Quédate aquí —le indicó a Caitlin y ella asintió, y se sorprendió al verlo regresar por su refresco. "¿A quién se le ocurre en un momento así?" pensó haciendo una mueca.

—Cisco, ¿para qué trajiste esa soda de naranja? —preguntó el policía, Barry y los demás entraron al acelerador de partículas, Joe tenía el arma en alto y les abrió paso.

—Donde sea que algo pasa con Reverse Flash, el líquido flota en el aire —le recordó—, ya sabe, la pecera de Barry, la champaña de Wells, el café de Lance. ¿Lo recuerdas? —abrió sus ojos con temor de que pronto el líquido comenzara a flotar—. Si esto hace lo mismo, sabremos que Wells está dentro —miró a Barry.

—Hazlo —le pidió al moreno y éste asintió, colocando sus dedos en una pantalla para abrir el acelerador de partículas. Joe y Barry entraron primero, Cisco los seguía con prudente distancia.

—Cielos... Esto es... Enorme —dijo Joe sorprendido por las dimensiones del lugar. Cisco sentía que algo se movía en el vaso y bajó la vista, con temor. El líquido estaba comenzando a flotar...

—Oh Dios... Chicos —les avisó, pero en menos de un segundo los tres fueron bruscamente aventados, un rayo rojizo pasó entre ellos a toda velocidad, haciendo que se tambalearan. Barry no dudo ni un segundo en seguirlo, escuchó que alguien lo llamó pero no se frenó.

Caitlin ya no podía con los nervios, algo malo estaba pasando abajo y nadie le informaba de nada, dejó el lugar para bajar corriendo, le pareció escuchar un disparó y a Joe gritar. Llegó hasta la entrada de la bóveda para encontrarse con Shawna y una pistola en su mano.

—Sorpresa —le sonrió cínicamente y Caitlin sólo pensó en salir de ahí, la puerta estaba cerrada y eso sólo podía significar que los demás estaban ahí encerrados. Corrió por el pasillo, Shawna no la siguió a pie, pero sabía que la iba a alcanzar, tarde o temprano. Llegó al elevador pero la meta-humana se apareció frente a ella. Haciéndola frenar de golpe y soltándole una bofetada en el rostro. Caitlin cayó al suelo sorprendida por la fuerza de esa mujer.

—¿Tienes una idea de lo que es estar encerrada en esa caja? —le propinó una patada antes de que Caitlin si quiera reaccionara, haciéndola girar sobre su cuerpo, impactándose nuevamente en el suelo, con un gemido de dolor. La levantó rápidamente y la estrelló contra la pared, ahorcándola con la suela de su zapato. Caitlin intentó quitársela pero le resultaba imposible y se odió por nunca haber hecho ejercicio, en un momento así le hubiera sido útil—. Ahora eres tú la que va a ir a una caja. Pero en el suelo —le apuntaba con el arma y Caitlin sintió miedo, mucho miedo de que esa mujer fuera realmente capaz de matarla.

Pero alguien golpeó a Shawna por atrás y cayó al suelo, inconsciente. La persona que la había salvado era Iris. Caitlin intentó sonreír levemente, pero seguía temblando y sintiendo escalofríos por todo su cuerpo.

—Creo que deberíamos encerrarla de nuevo —le dijo la morena con una enorme herramienta en la mano, el arma que había dejado sin sentido a Shawna.

—Creo que sí —concordó Caitlin—. También debemos ir por los demás —Iris asintió y ambas agarraron a Shawna para regresarla al acelerador de partículas. Caitlin seguía asustada, y molesta por la reacción de Iris al descubrir a Barry. Pero le había salvado la vida.

—Gracias —le dijo antes de abrir la bóveda con sus dedos como lo había hecho Cisco momentos antes.

—Para eso estamos las amigas —le sonrió Iris y Caitlin le intentó devolver la sonrisa, pero no logró completarla. Por suerte la morena no se dio cuenta porque miraba al frente. Su padre y Cisco se estaban acercando a ellas. Quitándoles la carga para regresarla a una celda, Caitlin aprovechó para echar un vistazo a las demás celdas. Todo se veía en orden. Una vez que la encerraron de nuevo Cisco vio a Caitlin mover su cuello con malestar.

—¿Estás bien? —le preguntó preocupado, se veía muy pálida y asustada.

—Sí, lo estaré —le dijo ella—. Gracias a Iris —aceptó mirando a la joven que le ofreció una sonrisa—. Me alegra que aparecieras... —Iris notó algo diferente en la mirada de Caitlin, de alguna forma se sintió incómoda y desvió la mirada.

—¿Cómo creen que salió de ahí? —preguntó llevándose las manos a la cintura.

—Wells la ha dejado salir —supuso Cisco. Escucharon la voz de un hombre a lo lejos, parecía pedir auxilio. Caitlin y Cisco intercambiaron miradas, confundidos.

—Esperen —dijo Joe acercándose al acelerador—. ¿Escucharon eso?

—Revisé todas las celdas de contención —dijo Caitlin a Joe—. Todos fueron tomados en cuenta...

—No, no —la calló Joe—. Escuchen —parecía que escuchaba a alguien más dentro.

—¡Ayuda! —Joe se giró para ver a Iris quien ya se acercaba—. ¡Aquí abajo! —esa voz se les hacía conocida a los dos. Y si Wells había salido de ahí, lo más probable era que...

Joe bajó sin pensarlo dos veces hasta una pequeña bodega subterránea, la voz se hacía más clara conforme bajaba, definitivamente se trataba de Eddie. Joe lo llamó una vez que terminó de bajar las escaleras metálicas, el lugar estaba obscuro y apuntó a varias direcciones con su linterna hasta encontrarlo en una silla, atado.

—Oh compañero —exclamo al verlo y se apresuró a liberarlo—. Dios mío. Te tengo —le aseguró desatándolo. Iris no tardó en aparecer, Eddie se veía demacrado, y ella se moría de la preocupación.

—Dios mío —trató de buscar su mirada, pero el rubio apenas podía abrir los ojos y permanecer consciente—. Eddie, ¿estás bien? —le pareció que asentía al tiempo que Joe lo ayudaba a levantarse, no se atrevió a verla en ningún momento. Iris sintió que su corazón latía con fuerza, tenía mucho miedo de que nunca dieran con él. Y ahora que lo tenía enfrente parecía evadirla.

—Saquémoslo de aquí —le dijo Joe al notar el desconcierto de Iris, ella asintió, ayudándole a poner en pie a Eddie—. Vamos —Iris alumbró a Joe con la luz de su celular en lo que Eddie subía despacio las escaleras, observó todo el lugar. Era frío y tenebroso, con un par de ordenadores. Recorrió con los ojos cada rincón, y cuando se dispuso a seguir los pasos de los otros dos, sus ojos vieron algo en el suelo. Una pequeña caja azul.

No dudó en acercarse para tomarla en sus manos y abrirla. Era un anillo, uno de compromiso. Entonces recordó que antes de que Eddie fuese tomado por Reverse Flash, él le iba a decir algo importante. ¡Más que eso! Eddie iba a proponerle matrimonio... Cerró la caja y la apretó con fuerza para después alcanzar a los demás.

—Tus signos son normales —dijo Caitlin revisando los resultados de los estudios de Eddie—. Pero estás un poco deshidratado. La intravenosa ayuda con eso, pero bebe algunos líquidos —le aconsejó, miró la preocupación de Iris en sus ojos y se alegró de que Barry no estuviese ahí, esa escena lo hubiera herido de alguna manera—, y quédate en reposo —eso sonó más a una orden que a una recomendación y Eddie asintió y le sonrió.

—Gracias Caitlin —le habló con voz ronca pero con el tono elevado, como diciéndole así que no se encontraba tan mal como aparentaba. Su atención fue interrumpida por un veloz rayo que apareció en el lugar, despeinando en su totalidad el cabello de Cisco.

—Wells escapó, fue muy veloz —dijo Barry con apenas aliento, encogiéndose un poco y recargándose en sus rodillas en lo que estabilizaba su respiración—. Siempre es muy veloz —se incorporó y su mirada se cruzó con la del rubio—. Eddie... —estaba sentado en la camilla acompañado de Iris. Eddie alzó su mano como gesto de saludo.

—Lo encontramos debajo de esa trampilla en la tubería —le informó Cisco acomodando su cabello.

—Lo siento tanto. Pensé... —su disculpa debía ir hacia Eddie, pero sus ojos sólo se posaron en Iris primero, después viajaron al rubio y de nuevo a la morena—. Te busqué por todos lados...

—Oye no es tu culpa —lo interrumpió Eddie—. Algunas veces sólo no puedes ver las señales —habló con una mueca de dolor en el rostro, dirigiendo su mirada a Iris y después a Barry—. Incluso si están justo enfrente de ti... —Iris desvió su mirada al igual que Barry por un segundo.

—Bueno —volvió sus ojos a los claros de él—, ya sabes, todo lo que importa es que estamos todos a salvo —le puso su mano en su hombro y él la vio a los ojos—. Y juntos de nuevo ¿verdad? —Eddie sabía que hablaba sólo de ellos dos. Pero ya no estaba seguro de eso... Le sonrió, deseando que eso fuera verdad.

—Eddie —habló Joe—, ¿por qué te llevó? —le preguntó seriamente. Eddie se encogió de hombros levemente.

—No lo sé —realmente no lo sabía—. Dijo que éramos... familia —Barry lo miraba a los ojos, pero no pudo evitar desviar la vista hacia la mano de Iris que se encontraba sobre la del rubio, ella lo miraba con devoción y eso lo destrozó por dentro—. Dijo que su verdadero nombre era Eobard Thawne —Joe señaló a Cisco y Barry apartó la mirada de Iris y de Eddie.

—Eobard Thawne —repitió Cisco—. Justo como en mi sueño...

—¿Dijo algo más? —Le preguntó Joe directamente a Eddie—. Digo, ¿cualquier cosa que pudiera ayudarnos en resolver en lo que realmente está detrás? —lo escrutó con la mirada como si supiera que escondía algo.

—No dijo mucho —Eddie quería evadir a toda costa el tema del periódico—, sólo se mantenía trabajando en un tubo.

—¿Un tubo? ¿Cómo era? —le preguntó Cisco y Eddie quiso reírse un poco porque no había logrado acomodarse bien el cabello, pero se contuvo.

—Metálico, futurístico —realmente había visto ese tubo apenas dos segundos—. Dijo que era la llave para recuperar todo lo que le fue quitado.

—¿La llave? —Lo cuestionó Barry—. No entiendo. ¿Qué..?

—Sí, no lo sé —lo interrumpió Eddie—. Miren, sólo quiero irme a casa —su voz denotaba su cansancio y fastidio de estar ahí después de haber pasado por lo que pasó—. ¿Está bien? —les preguntó y ellos asintieron.

—Sí, por supuesto —le dijo Iris sobándole el hombro con cuidado—. Me aseguraré de que descanses un poco —le habló quedito mientras Caitlin le quitaba con cuidado la aguja que tenía en la mano, con la que le estaba administrando el suero.

—Bien —dijo él apoyándose en Iris para levantarse. Caitlin vio a Barry desviar la mirada de la pareja, podía ver y sentir el dolor en sus ojos porque ella también lo sentía. Lo vio apretar los labios en una línea recta y negar en silencio, con un leve movimiento de cabeza.

—¿De qué creen que hablaba Wells? —les preguntó una vez que Iris y Eddie salieran. Caitlin se encogió de hombros y una alarma llamó la atención de todos. Cisco corrió al ordenador para ver qué ocurría.

—No, no, no —salió corriendo del lugar dejando a todos desconcertados.

—¿Qué? —preguntó Barry, pero Cisco no se detuvo a contestarle. Se giró hacia Caitlin y levantó una mano al aire con pesadez—. ¿Ahora qué? —parecía que no podían tener ni un respiro. Cisco se comunicó con ellos con una videollamada.

—¿Están viendo esto? —Señaló un tubo metálico, con un resplandor azul y futurístico—. Ese es el tubo del que Eddie estaba hablando. Es algún tipo de fuente de poder del futuro, eso es lo que está cargando el acelerador.

—¿Puedes apagarlo? —le preguntó Barry quitándose su sudadera.

—¿Ves algún botón de encendido en alguna parte de esta cosa? —le preguntó Cisco insinuando algo—. Amigo, esta cosa es del futuro —acercó la cámara de su móvil al tubo—. Va más allá de mí. Presiono, toco o corto algo equivocado, y podría derribar el edificio entero.

—Bien —dijo Barry cruzado de brazos y Caitlin lo escrutó con la mirada—. ¿Cuánto tiempo hasta que esté completamente funcional?

—Lo mejor que puedo decir son treinta y seis horas —contestó encogiéndose de hombros, probablemente un poco más pero no quería arriesgarse.

—Ahí es cuando volverá Wells —supuso Barry.

—¿Por qué querría Wells que funcionara de nuevo el acelerador de partículas? —le preguntó Joe confundido.

—No lo sé —contestó Cisco—, no es como que haya sido un gran éxito la primera vez.

—Me convirtió en Flash —lo contradijo Barry y Caitlin asintió con una mueca.

—Eso no es todo lo que hizo —le aseguró la castaña.


—Entonces, ¿qué sucede si el acelerador de partículas se enciende —continuó mirando la pantalla con las celdas—, mientras los meta-humanos están en las celdas de contención?

—Están fritos —le contestó Cisco.

—Nosotros los pusimos ahí abajo —dijo Caitlin, Barry que estaba sentado a unos metros suspiró—, y ahora sus vidas están en peligro por nuestra culpa.

—Miren —habló Joe—. Creo que todos saben que nunca he sido fanático de este arreglo... —comenzó a mover las manos mientras hablaba—. Pensé que todo el plan era rehabilitarlos y liberarlos...

—Lo era —lo interrumpió Caitlin—. Pero hemos estado algo ocupados... —continuó con un gesto de disculpa en el rostro.

—Bueno... si los dejamos ahí mueren —comenzó Cisco—. Y si los dejamos salir destruyen la ciudad...

—Vamos a tener que moverlos —habló Barry desde su lugar.

—¿Moverlo a dónde? —Le preguntó Joe cruzándose de brazos—. Iron Heights no puede tratar con meta-humanos...

—Tienes razón —Barry sonrió—. Pero Lian Yu puede —Caitlin y Cisco intercambiaron miradas. ¿Cómo pretendía Barry moverlos hasta el otro lado del mundo?

—¿Qué demonios es Lian Yu?

—Lian Yu es la isla donde Oliver permaneció varado cinco años —Joe no cambió su expresión—. ARGUS construyo una prisión militar ahí.

—Es ahí donde enviamos al Capitán Boomerang —explicó Cisco.

—Oliver mantiene a sus peores criminales ahí... No serán capaces de escapar y más importante, no serán capaces de dañar a nadie.

—Bien, ¿entonces los movemos de un obscuro e ilegal lugar a otro?

—Sí, supongo que sí —asintió Barry.

Joe hizo un par de preguntas más, Barry mandó a Cisco y a Caitlin a buscar la manera de transportarlos de forma segura y se quedó discutiendo con Joe sobre la decisión que había tomado. No podía dejarlos morir y liberarlos no era una opción. Le pidió que hablara con la fiscal para poder limpiar la ciudad y sacar a los meta-humanos sin ningún inconveniente mientras ellos buscaban la forma de transportarlos.

Barry tenía que hacer una visita al bar Saints and Sinners.


—¿Estás loco? —preguntó Joe alzando las manos al aire, no estaba enojado, pero sí muy molesto. ¡Y cómo no estarlo! Sólo a Barry se le ocurría tal cosa—. ¿Qué quieres decir con que fuiste a hablar con Snart? —Barry le habló con su típico tono de escusa. Caitlin quiso sonreír pero se contuvo debido a la gravedad de la situación.

—Le fui a pedir ayuda —Barry creía que hacía lo correcto. De por sí tener un trato con Snart era una pesadilla para todos, pedirle su ayuda era el colmo. Pero Barry era un ser muy ingenuo, tal vez por eso Caitlin no dejaba de sentir cosas extrañas cuando estaba cerca. ¿Le enternecía? No lo sabía, pero le gustaba estar con él, tenerlo cerca. Y ni hablar de cuando estaba Iris con él, repentinamente quería irse, no verlos juntos. ¿Celos? tampoco estaba segura.

—Barry, ¿por qué harías algo tan estúpido? —sabías palabras, pensó Caitlin mientras escuchaba atenta la conversación. Estaba más que de acuerdo con Joe. ¿En serio? ¿Snart?

—Porque Joe, ya hemos intentado con todo lo demás —y era verdad aceptó Caitlin. La fiscal le había dado la espalda a Joe y todos lo entendían, pero no se lo perdonaban, era una situación de crisis. ¿En serio ese hombre tan arrogante era su única salvación?—. Tú intentaste con la policía de Central City y yo intenté con Oliver. Y el acelerador de partículas se enciende en...

—Dieciséis horas —contestó Cisco, todos comprendían la magnitud del problema, pero sólo Barry estaba proponiendo una solución. La única disponible al parecer. Y por eso ni Caitlin ni Cisco lo debatían.

—Dieciséis horas, Joe —reclamó Barry. No tenían tiempo para esperar un milagro, eran científicos y sabían que si no hacían algo pronto, no iban a ser capaces de salvar a los cinco meta-humanos que tenían presos. Y liberarlos no era una opción—. Yo no estoy dispuesto a dejar morir a los meta-humanos, y tampoco podemos dejarlos escapar —Y ahí estaba el por qué el corazón de Caitlin le guardaba tanto cariño a ese chico. Simplemente era él, Barry Allen—. Así que te guste o no, Snart con su arma de frío es el único que puede detenerlos si el transporte de Cisco no resiste.

—Por suerte para ti, descubrí qué es lo que me puedes dar —Caitlin se asustó al reconocer la voz de Snart. ¿Cómo había entrado? Se giró para verlo y descubrir que entraba con su gran chamarra y sus aires de grandeza, tenía la mirada clavada en ella, tembló ligeramente y éste arqueó la comisura de sus labios para después ver a Barry y a Joe, porque Joe sacó su arma al instante—. Hola detective, es un placer verlo de nuevo —mintió con cinismo puro y Caitlin retrocedió un paso, Cisco notó su nerviosismo y se acercó a ella para que se tranquilizara. Captain Cold no se veía armado—. Pensé en tu propuesta —le hablaba a Barry—, quieres mi ayuda, esto es lo que quiero —dijo mirando todo el lugar mientras avanzaba hacia Allen y al detective, deteniendo un segundo sus ojos en la castaña que estaba hecha un manojo de nervios, pero que lo retó con la mirada—. Mis huellas dactilares, registros dentales, ADN, antecedentes criminales y árbol familiar —aún caminaba dentro del laboratorio viendo cada estante sin mucho interés—, todo lo que haya en este mundo relacionado con Leonard Snart. Lo quiero destruido. Todo —se paró frente al traje escarlata y ahí se quedó. Caitlin frunció el ceño, Barry no podía acceder a tanto. Eso no—. En el departamento de policía de Central City, en línea, en todos lados —Caitlin apretó los puños con fuerza, vaya descarado.

—El atrevimiento de este tipo —habló Joe por todos, Caitlin sólo miraba a una persona. Barry. Tenía dudas. ¡Lo estaba pensando! No podía aceptar tal petición ¿o sí? Siendo su única opción ella sabía que el aceptaría y que eso traería consecuencias. Barry lo meditaba con calma, no podían arriesgarse a que esos cinco se escaparan si no aceptaba la propuesta de Snart—. ¿En verdad piensas que haríamos eso por ti? —Joe aún no lo percibía, pero Allen ya había tomado una decisión.

—Yo lo haré —Joe se giró en seguida, eso no podía estar pasando. Barry Allen, Flash, dispuesto a ayudar a un criminal. Para Joe era un golpe bajo—. Si es la única manera, lo haré —Joe no lo soportó más.

—Tú y yo tenemos que hablar, ahora mismo —dijo avanzando para que Barry lo siguiera. Allen asintió mirando a Leonard. Diciéndole que lo iba a hacer con la mirada y siguió a Joe, dejando Cisco y a Caitlin en compañía del carismático Captain Cold.

Snart lo siguió con la mirada hasta que entró a un cuarto con el policía, después desvió su atención a Caitlin, quien rápidamente se acomodó detrás de una computadora fingiendo hacer algo para no tener que soportar su incómoda presencia. Snart sonrió de medio lado ante el comportamiento de la chica.

—No te hagas ilusiones —habló Cisco—. Joe lo hará entrar en razón —pero todos en esa habitación sabían que no era cierto. A menos de que llegase alguien con otra pistola fría o con algún suero que les hiciera perder sus poderes —aunque fuera momentáneo—, Barry no cambiaría de idea.

—Dudo mucho que eso pase —habló Snart arrogante, siguió paseándose por el lugar hasta quedar de frente a la castaña, quien levantó la mirada para encontrarse con los ojos claros del villano, que tiempo atrás la había secuestrado y casi matado, quien la miraba con cierto interés, provocándole un escalofrío—. ¿Usted qué piensa doctora Snow? —Caitlin se mordió el labio y notó que la mirada de Snart era un tanto divertida. ¿Qué contestarle? ¿Que había ganado?

—Encontraremos otra forma —escupió las palabras. Ese hombre la estaba poniendo nerviosa, aunque Cisco no se daba cuenta, Leonard sí. Y disfrutaba molestándola. Levantó una ceja ante la respuesta de la doctora. Aunque sabía que eso no iba a pasar Caitlin no quería darle el gusto a Snart de saberse victorioso.

—Yo no estaría tan seguro —¡Dios! ¿Dónde estaba Cisco? a unos pasos, sin ser consciente de lo que pasaba con su amiga, recargado en una pared esperando la salida de Barry. Snart siguió hablando, pendiente de la reacción de la joven—. Soy su única opción —y Caitlin lo odiaba porque era verdad—. ¿O acaso tienes una mejor idea? —la retó con la mirada. Caitlin frunció el ceño. ¡No! no tenían nada.

—Algo se nos ocurrirá, siempre ganamos al final —le dijo sin perder la calma, pero olvidando que se ser cierto eso, él no estaría en esos momentos parado enfrente de ella. Siendo su única alternativa. Sonrió levemente de manera arrogante.

—¿Ah sí? —se burló—. ¿Entonces por qué sigo libre? —ensanchó su sonrisa y Caitlin volvió su vista al monitor. Ignorándolo. O al menos fingiendo que lo hacía. ¿Por qué ese interés de hablarle precisamente a ella? No lo quería saber—. Sabemos que a Allen le encanta hacerla de héroe, así que por el bien común no se resistan y cooperen con su querido Flash.

Lo único que vieron fue a Barry tomar el traje y desaparecer en milésimas de segundos, Snart la miró victorioso y abandonó el lugar, dejándola con el coraje de haber ganado en todos los sentidos. Joe salió molesto y Cisco fue con Caitlin para monitorear el acelerador de partículas.


—Por favor díganme que esto es una broma —exclamó Caitlin con los brazos cruzados y mirando con desdén a la extravagante hermana de Leonard. Igual de arrogante que el hermano y con el mismo aire de grandeza. ¿En serio tenía que soportarla?

—Oh, tenías razón Lenny —contestó ella con fingida molestia—. Es una estirada —Caitlin no soportó el insulto. Pero le afectó más que fuera Snart el que opinaba así de ella.

—Yo no soy una estirada —contestó en seguida. ¿Por qué le molestaba la opinión de Leonard? No lo sabía, pero sentía coraje hacia ese par. Iba a ser un día muy largo. Dirigió su mirada a Barry en busca de ayuda y éste hizo un gesto de duda, dándole a entender que era un poco estirada. ¡Lo que le faltaba! Incluso su Barry pensaba que lo era. Caitlin hizo una mueca al no obtener el apoyo necesario—. Tú no puedes llamarme estirada —contestó de manera infantil sin ser consciente de la sonrisa que se dibujaba en el rostro de Snart. Lisa alzó las cejas un poco asombrada.

Leonard no podía evitar lanzarle repentinas miradas a la castaña. No entendía por qué, pero desde que la había visto se había sentido ligeramente atraído por ella. Tal vez por eso detuvo a su aliado cuando amenazó con quemarla. Hubiera sido un desperdicio.

—Miren chicos —dijo Barry interrumpiendo la discusión de las mujeres y los pensamientos de Snart—. Necesitamos su ayuda si queremos lograr esto —Snart tenía la mirada clavada en Joe y éste en él. El ojiverde tenía un intento de sonrisa manteniendo su postura serena, mientras que el policía tenía el ceño fruncido en señal de que no confiaba en él. ¡Y cómo hacerlo! Era un ladrón y un asesino.

—¿Por qué estás usando tu máscara? —le preguntó Caitlin ya más relajada—. Snart ya sabe quién eres... —y por esa razón era que estaba libre. Cisco hizo una mueca casi invisible, pues sabía que era su culpa.

—Y prometí que no le diría a nadie —Snart clavó sus intensos ojos en Caitlin y ella alzó el rostro en señal de que no le importaba lo que él dijera—, eso incluye a mi hermana —arqueó la comisura de sus labios al ver a la castaña romper el contacto visual.

—Idiota —dijo Lisa al sentirse inferior por un momento.

—Cabeza dura —le contestó Snart desviando su mirada hacia ella. Caitlin negó con la cabeza y suspiró—. No se sorprenda tanto detective —dijo prestándole atención a Joe—. Soy un hombre de palabra —y nadie en la habitación le creyó. Ni siquiera Lisa.

—Sí, será mejor que lo seas —contestó Joe sin bajar la guardia—. O me aseguraré de que tú también vayas en el avión —caminó dándole la espalda al Captain Cold. Después cada quien tomó su propio camino.

—Oye Cisco —habló Lisa con voz seductora y Caitlin apretó sus puños en el borde del escritorio al que se había dirigido. No la soportaba.

—Hola, hermana malvada del Capitán Frío —dijo enojado, Caitlin no sabía bien por qué.

—Oh, no sigues enojado conmigo ¿o sí? —Preguntó fingiendo un puchero infantil, Cisco frunció levemente el ceño ¿por qué tenía que ser endemoniadamente guapa?—. En verdad disfruté besarte —¡Ese era el colmo! Caitlin se giró de inmediato en su silla.

—¿La besaste? —exclamó mirando a Cisco. ¿En qué momento había ocurrido aquello? ¿Y por qué ella no sabía? Cisco y ella eran amigos, los mejores. Se contaban todo, y con todo se refería a todo. Cisco sabía de los sentimientos de Caitlin hacia Barry. Y él no le había dicho nada de Lisa. Vaya confianza.

—Bajo coacción, cálmate —contestó él sin voltear a verla y eso la molestó. Pero al menos no había sido intencional. Respiró hondo, ¿en qué momento habían entrado a un mundo donde Flash hacía una alianza con Captain Cold, Cisco besa a su despampanante hermana y ella se siente atraída por Snart? Se regañó al pensar en lo último. Ni siquiera siendo el único hombre del mundo le prestaría atención. Lo detestaba. Se giró a la computadora antes de seguir pensando tonterías.

—He pensado mucho en ti —continuó Lisa y Caitlin prefirió poner atención a lo que hacía y no a ese par. Porque sabía que seguramente Cisco caería ante las coquetas palabras de la hermana de Snart.

—¿En verdad? —preguntó molesto. No quería demostrar que le importaba, la chica lo miró con ojos de cachorro y por un segundo Cisco creyó que decía la verdad, pero negó rápidamente con la cabeza—. Bueno detente —soltó—, porque esto de aquí —movió los dedos entre la poca distancia que había entre ellos—, no va a pasar —siguió en tono más bajo y acercándose a Lisa, haciéndola retroceder levemente. Ella lo miro aún con ojos expectantes, dando un paso al frente le habló con el mismo volumen de voz.

—Una mujer puede soñar —Cisco miró sus labios y ella se fue, dejándolo con el suspiro entre los labios. Caitlin se giró para verlo, escrutándolo con la mirada. ¿En serio pasaba algo más ahí?

—En verdad no estoy disfrutando ser uno de los buenos esta semana —dijo sin ver a Caitlin a lo que ella frunció el ceño pues su amigo se giró al otro lado recalcando sus palabras—. En verdad que no.

Después se apareció Barry para hablar con Cisco respecto al medio de transporte para los meta-humanos al aeropuerto. Caitlin se quedó pensando en lo ocurrido momentos antes, intentando hacer una lista en su cabeza de las cosas descabelladas que estaban pasando. Algo tenían esos hermanos que no dejaban que Cisco y ella actuaran de manera normal y eso la molestaba muchísimo.


Cisco hablaba de lo grandioso que era el transporte. Inhabilitaba los poderes de los meta-humanos. Caitlin no había prestado mucha atención hasta que Cisco dijo que con eso bastaría para llevarlos al aeropuerto y subirlos al avión sin que se revelasen. Después habló de una licencia para conducir a lo que Lisa se apunto en seguida, dejando a Cisco con la boca abierta. ¿Qué no podía hacer esa chica?

—¿Tú puedes? —Caitlin estaba que no se la creía.

—No todos podemos ser doctores —contestó Lisa encogiéndose de hombros y Caitlin dobló los ojos molesta, notando la sonrisa burlona de Snart.

En cuestión de minutos lograron dormir a los meta-humanos con un gas, pero el efecto pasaría pronto. Caitlin los escuchó chillar desde sus celdas, pensando en el susto por el que acababan de pasar. Nadie les había dicho lo que les iban a hacer. ¿Para qué? mejor tomarlos desprevenidos. Poco a poco todos cayeron inconscientes.

Caitlin se subió a la camioneta de Joe como copilota ya que Cisco iría con Lisa en el transporte especial, Allen iría corriendo y Sanrt los escoltaría en su motocicleta. No dejaba de tener un mal presentimiento, lo comentó con Joe y éste estuvo de acuerdo, nada bueno iba a salir de eso. Llegaron sin complicaciones porque Barry se había hecho cargo de abrirles paso.

—El aeródromo Ferris —dijo Snart bajando de su moto—. Pensé que este lugar había cerrado —caminó hasta llegar a la altura de Barry.

—Lo hizo —le contestó—. Uno de sus pilotos de prueba desapareció —explicó mientras miraba al cielo, esperando ver el avión de ARGUS que le había mandado Lyla, la esposa de John Diggle.

—¿Así que cuál es el plan? —dijo Joe al llegar con ellos seguido por Caitlin—. Quiero terminar esto rápido —Snart lo miró un segundo para después verla a ella. Se veía asustada, nerviosa y eso le encantó. Sonrió a medias mientras la estudiaba con la mirada. ¿Por qué lo hacía perder la concentración? había dejado de escuchar lo que Joe estaba diciendo.

—Debería estar aquí en cualquier momento —contestó Barry aún con la mirada en cielo. Caitlin miró a Snart y sus miradas se quedaron presas por unos segundos.

—¿Se te perdió algo? —preguntó alzando la voz, Joe y Barry estaban más adelante pendientes de la llegada del avión. Snart sonrió cínicamente y asintió. Sin decirle qué. Ella miró al cielo, pero aún sentía la mirada de aquel sujeto sobre ella. De repente Snart se volvió hacia Allen.

—Tus amigos de ARGUS no son muy puntuales —le reclamó cruzándose de brazos—. Tal vez por eso no han sido capaces de atraparme —se jactó.

—Mira allí está —le dijo Caitlin a Barry y Snart borró su sonrisa al ver que Allen la miraba desde segundos antes. ¿Acaso pasaba algo entre esos dos? "Eso qué importa" se dijo Snart convenciéndose de que a él le daba igual la vida amorosa de la castaña. En efecto, el avión se podía ver pero muy lejos. Tal vez ni siquiera era ese.

Un estruendo los sacó a todos de concentración y vieron volar la puerta del camión donde venían los meta-humanos. Caitlin instintivamente se colocó detrás de Snart y éste sonrió ante su comportamiento de niña asustada. Flash les hiso frente, mientras ella era jalada por Joe y Cisco para que se escondieran tras la camioneta del policía.

—¿Qué está pasando? —le preguntó Caitlin al moreno y éste le explicó que el camión blindado se había averiado, dejando a los meta-humanos usar sus poderes. Joe los cubría disparando mientras Barry usaba sus brazos para inhabilitar a Kyle Nimbus, que ya se había transformado en una nube de humo verde con la intención de escapar.

El hombre que lanzaba plasma rojo por los ojos, Jake Simmons, atacaba a Joe y pronto se acercó a la camioneta, los tres salieron corriendo, pero éste alcanzó a apuntarle a Caitlin. "Mierda" pensó Snart disparando la pistola fría. Matando a uno de los enemigos de Barry. ¿Por qué lo hacía? Ese era su plan, él había averiado el trabajo de Cisco para dejarlos ir. ¿Entonces por qué ver a Caitlin en peligro lo hacía actuar diferente? Se acercó a ella y la tomó del brazo para esconderse detrás de un vehículo, mientras Cisco y Joe se escondían en otro lado. Quedaban tres sueltos y su hermana y Barry se las estaban apañando con ellos. Pues al ver el repentino cambio de planes Lisa se limitó a seguir los actos de su hermano. Echando a perder todo el plan.

—No puedo dejarla sola doctora Snow —se burló—. Un rato sin mí la vuelve vulnerable.

—¿Qué esperas para controlar a los que faltan? —Le preguntó ella desesperada—. Ese era el plan...

—Ese era el plan de Barry —contestó él.

—Tú saboteaste el camión —acertó Caitlin con mirada desorientada y él asintió con una sonrisa socarrona en el rostro—. Diste tu palabra —le reclamó ahora asustada.

—Es cierto, lo hice —le habló al oído y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo. ¿Por qué le afectaba tanto ese hombre?—. Pero aquí está el asunto —siguió, acercándose más—, soy un criminal, y un mentiroso y lastimo personas —Caitlin retrocedió un poco pero él cortó la distancia para hablarle cerca, muy cerca—, y les robo —Caitlin sintió que literalmente le estaba robando el oxígeno, pues podía sentir el cálido aliento de Snart sobre sus labios y de pronto estaba acorralada entre el carro y los brazos de aquel traidor—. ¿Qué esperaba que hiciera? ¿No ser quien soy? —ella tragó en seco—. Vi una oportunidad de cambiar las cosas a mi favor y la tomé —Caitlin empezaba a marearse, de no ser porque con sus manos trataba de detener el acercamiento de Snart apoyándolas en el pecho de éste, en esos momentos estarían unidos como sanguijuelas—. Ahora ellos me deberán un favor —dijo por último observando el rostro enrojecido de la chica y el nerviosismo de su mirada.

—¿Entonces por qué me salvaste? —preguntó confundida. Bien pudo dejarla morir y así dejarlos escapar en ese momento. Poco a poco fue perdiendo la fuerza de sus manos con las que lo mantenía a raya. Pero en cuanto se aflojó su barrera él logró pegarse por completo a su cuerpo.

—Supongo que ahora tú también me debes un favor —rozó sus labios con los de la chica, y se sorprendió al ver que no oponía resistencia y logró que ambos se fundieran en un pasional beso. ¿Qué estaba haciendo y por qué? Él era un villano, no el héroe que salvaba a la doncella en peligro. No comprendía su propia reacción, pero no se arrepentía. Era tan excitante...

—Quítate —reaccionó Caitlin empujándolo hacia atrás—. ¿Cómo te atreves? Después de traicionarnos...

—Aún no han escapado, Allen hizo algo por mí, pero como ya te dije no soy un hombre de palabra —bajó su mirada hasta el escote de la chica—. Pero tu palabra sí vale... así que —acarició su mejilla, insinuando otra cosa. Caitlin lo miró frunciendo levemente el ceño. ¿Estaba diciendo que a cambio de sexo iba a detener a los meta-humanos? Al menos si aceptaba tendría que actuar él primero.

—Atrápalos —dijo con coraje. No quería acostarse con Snart, pero si no aceptaba, en ese momento los meta-humanos escaparían y la ciudad sería un caos. Además de que Barry no dejaría de lamentarse por ello.

Leonard la dejó en seguida y salió con el arma y sus gafas puestas, Joe y Cisco estaban siendo atacados por Mardon, y el clima comenzaba a empeorar, Snart disparó cerca de éste, haciéndose notar. Su hermana no entendía lo que pasaba pero no bajó la guardia en ningún momento. Los tenían acorralados, a los cuatro que quedaban con vida. Barry se había encargado de que Shawna perdiera el conocimiento. Si se teletrasportaba no darían con ella de nuevo.

—¿Qué tal si lo declaramos un empate? Sólo por esta noche —les dijo Snart. Mardon y Roy, este último capaz de controlar el carácter de los demás con una simple mirada, se vieron y detuvieron sus ataques, pero Roy enfocó a Snart con intención de manipularlo.

—Yo que tú me apagaría —escuchó una voz femenina—, si no quieres que te derrita la cara —los dos levantaron las manos en rendición. De cinco sólo quedaban cuatro, dos estaban siendo sometidos por Snart y Lisa, mientras que Barry mantenía a inconsciente y con los ojos tapados Shawna y la pistola de Joe detenía cualquier movimiento de Kyle.

—Se mueven un solo centímetro y están muertos —habló Snart—. Mi nombre es Leonard Snart.

—Ya sé quién eres —dijo Mardon y Leonard arqueó los labios.

—Siempre encantado de conocer a un fan —vio al hombre fruncir el ceño—. Sólo recuerden que si no los hubiéramos sacados de los laboratorios STAR hubieran muerto... Tómenlo como un favor —su voz sonaba burlona, y ambos hombres, el de ojos rojos y el que controlaba el clima fruncieron el ceño.

—Mataste a ese tipo —siguió Mardon. Snart se encogió de hombros.

—Me debía dinero —mintió, estuvo a punto de matar a Caitlin y había reaccionado de manera apresurada y sin saber por qué.

—¿Qué? ¿Quieres un "gracias"? —preguntó Mardon escéptico y cambió miradas con Roy quien se encogió de hombros. Seguía siendo blanco del arma de Lisa.

—¿A quién no le agrada un "gracias"? —aunque sabía que no lo iba a escuchar, prácticamente los sacaba de una prisión para mandarlos a otra mucho peor, a una isla al norte de China.

Barry había tapado los ojos de Shawna con la corbata de Joe, y el Kyle había conseguido quedar inconsciente por un golpe bien dado por el policía. Mientras Lisa y Snart apuntaban sus armas al otro par hasta que el avión de ARGUS aterrizó.

Los sometieron a todos y se los llevaron en cuestión de segundos. Hablaron algo con Allen que Snart no pudo escuchar, pero que estaba seguro que se trataba de él y del por qué seguía libre y sonrió. ¿Qué pensarían de su héroe si supieran el trato que tenían? Y hablando de tratos, se acercó a Caitlin, quitándose los lentes para intimidar a Cisco con la mirada y que les diera espacio.

—Te veré al rato en el hotel que está a tres calles de los laboratorios STAR —su voz sonó autoritaria y Caitlin lo retó con la mirada, sin asentir. Cosa que lo pudo haber irritado sin embargo sonrió cínicamente—. No me hagas ir por ti. Todavía no sabes de lo que soy capaz —la vio cerrar los ojos y dejar escapar el aire.

—¿A qué hora? —preguntó con voz ronca y Snart arqueó los labios. Su poca disposición lo divertía bastante—. ¿Y en qué habitación?

—A las doce y pregunta por mí en la recepción —dijo caminando para avisarle a su hermana que tenían que irse. Lisa estaba despidiéndose de Cisco.

—Nos veremos pronto —le guiñó el ojo y Cisco tragó duro, viéndola montar la moto de su hermano, ambos desaparecieron del lugar en cuestión de segundos. Se acercó a Caitlin y respiró hondo.

—¿Qué te dijo Snart? —le preguntó cruzándose de brazos con una mirada curiosa en el rostro. Caitlin aún se notaba nerviosa.

—Quería burlarse, sabe que nunca confié en él —mintió evitando la mirada de su amigo—. Al menos esto ya terminó —ambos caminaron hacia Barry y vieron el cuerpo de Jake Simmons, sin la intervención de Snart ese hombre pudo haber matado a Caitlin...

—Bueno, salvamos a cuatro de cinco al final del día... —les dijo Barry con un intento de sonrisa, nadie estaba contento con la manera y Cisco todavía no entendía por qué se había dado la falla. Pero lo iba a averiguar.

—¿Deberíamos celebrar? —preguntó Joe para recibir miradas escrutadoras de los demás. No podían hacer tal cosa. Wells todavía estaba suelto por ahí y el acelerador de partículas iba a activarse pronto, si no lo detenían podía producirse otra gran explosión en el expediente de Central City. Necesitaban frenar a Wells a como diera lugar.

Y Caitlin tenía una cita a la cual acudir más tarde.

Una vez en los laboratorios, Barry sentía algo de culpa y Joe se encargó de hablar con él. Diciéndole que había hecho lo correcto y que a pesar de que los meta-humanos no fueran buenas personas, seguían siendo seres humanos y el rescatarlos de una muerte segura había sido lo correcto. A pesar de haber usado a Snart para conseguirlo. Todos habían dudado de su colaboración un momento, cuando los villanos salieron de manera inesperada del camión, pero Snart había salvado la vida de Caitlin y Barry sabía que ahora le debía un favor mucho más grande. Pero Joe le pidió que por favor ya no hiciera más paseos por el lado obscuro, ese no era Flash, le recordó que él era muy diferente a Oliver y que las cosas no siempre saldrían bien. Que esa vez corrieron con suerte de que Snart cumpliera con su parte del trato.

Nadie quería irse de los laboratorios, aún les quedaban diez horas antes de que el acelerador de partículas se cargase por completo, pero Cisco creía que era mejor monitorearlo constantemente. Caitlin le dijo que necesitaba ir a su casa por unas cosas, y que estaría ahí lo antes posible. Pero ella sabía que no iba a ser así. Tenía un trato que cumplir esa noche. No fue consciente de que al salir, el acelerador de partículas se activaría, estaba cargado por completo.