¡Ohayou gozaimasu! ¡Aquí estoy de vuelta con el mini fic que os comenté! Qué emocionada estoy, de verdad, pero es que cada vez que escribo sobre estos dos, acabo fangirleando como una loca, qué se le va a hacer xDD La historia está centrada en la saga de York Shin, así que seguramente aparecerán más personajes, entre ellos el Genei Ryodan.

¡Espero que os guste y os haga pasar un buen rato!

DISCLAIMER: Hunter x hunter pertenece a Yoshihiro Togashi.

PD: Akira yaoi, te contesto por aquí al otro review! Me alegra que te gustase la viñeta a pesar de que fuese del género angst. Lo bueno es que todo este mini fic va a estar plagado de comedia, así que habrá poquito angst, que yo también sufro mucho escribiendo drama T.T ¡Espero que te guste este capítulo! Muchos besos :D


-Adicción-

Prólogo: Día uno

23.30

— Killua.

— ¿Hmm? — respondió el chico desde el sofá mientras saboreaba uno de tantos Chocorobots que se había comido ese día.

Gon permanecía sentado en el suelo, cerca de él mientras leía una revista. Después de haber llegado esa noche al hotel y haber encontrado a Leorio ebrio, bebiendo con Zepairu y más exaltado de lo habitual, habían tenido que distraerlo, atarlo y acostarlo en la cama para que se durmiese y así no armase jaleo.

Ahora que Zepairu se había marchado y que todo había vuelto más o menos a la normalidad, ambos habían decidido descansar un poco antes de irse a dormir.

Gon carraspeó.

— Killua. Si sigues comiendo chocolate, te saldrán granos.

Killua Zoldyck, confuso, se removió en su sitio y lo miró mientras continuaba degustando su dulce favorito como si nada.

— ¿De dónde has sacado esa tontería, Gon?

El chico extendió la revista para que le echase un vistazo.

— Lo dice aquí, Killua.

Él, haciéndose el desinteresado la cogió y la ojeó por encima.

— Si esto fuera verdad, Gon, mi cara ahora mismo sería… horrible.

Gon se incorporó un poco.

— ¡Pero… ¿y si es cierto, Killua?! ¡Estoy preocupado! ¡Si sigues comiendo tantos Chocorobots, tarde o temprano ocurrirá! — hizo una pausa, para más tarde, dejarse caer abatido sobre la alfombra que había junto al sofá— Aunque creo que ya no tiene remedio…

Sus ojos se encontraron con los de su amigo.

— ¿A qué te refieres, Gon?

— Es que es imposible que dejes el chocolate, Killua.

El chico rechinó los dientes. ¡¿Acaso Gon lo estaba…llamando débil?!

— ¡Claro que es posible, Gon! ¡Puedo estar el tiempo que quiera sin comer! ¡No lo necesito para sobrevivir!

El chico se rió falsamente y lo miró sin creer ninguna de sus palabras.

— Pero Killua, cuando llegamos a York shin tuvimos que buscar por toda la ciudad durante horas porque querías Chocorobots...

— ¿Y?

— Y casi te volviste loco cuando fuimos a ver a Mito-san y te dije que en mi casa no había…

La vena de la frente de Killua empezó a palpitar.

— Y también te pusiste furioso cuando se agotaron en…

— ¡Vale, Gon! ¡Ya me ha quedado claro! — colérico, dejó caer la revista al suelo y se puso en pie de un salto— ¡Te voy a demostrar que puedo estar el tiempo que quiera sin comer chocolate!

Al alzar la voz, Leorio con la boca abierta y babeando un poco, murmuró una sarta de incoherencias entre las que sólo se pudieron distinguir algunas frases: Cállate mocoso o… qué chica más guapa, soy doctor, dame tu número. Necesitas una revisión… y yo quiero examinarte… a fondo…

Killua apretó los puños e hizo como que no lo había escuchado. Leorio por su parte, siguió roncando.

— ¿El tiempo que yo quiera, Killua? — preguntó Gon, eufórico.

— ¡No! Esto, me refería a…— ¡su amigo lo había entendido mal! ¡Se suponía que esa decisión era suya!

Pero Gon ya había empezado a sonreír.

Demasiado tarde, Killua Zoldyck.

— ¡Genial, Killua! ¡Entonces estarás… — a Killua se le encogió el estómago al ver que se llevaba la mano a la barbilla. Por favor, que no fuera un mes. ¡Que no fuera un mes! ¡Todo menos eso!

— ¡Un año!

Killua estuvo a punto de perder el conocimiento. Sus piernas empezaron a temblar y la boca se le quedó pastosa.

— ¡¿Hah?! — gritó pálido como un cadáver.

Gon sacó la lengua.

— Sólo bromeaba, Killua—. repuso sonriendo.

Killua le dio un golpe en la frente.

— ¡No vuelvas a asustarme de esa forma, baka!

Gon se llevó la mano a la nuca.

Gomen, Killua—. en ese momento carraspeó y se puso serio. Por algún motivo sus ojos empezaron a brillar de emoción— Hmm, tendrás que estar cinco días sin comer chocolate desde hoy. ¿Te parece bien?

Killua hundió las manos en los bolsillos.

Cinco días… Eso significaba… cerca de 120 horas, 7.200 minutos, 432.000 segundos, cinco puestas de sol, veinte comidas, cinco meriendas sin Chocorobots…Podría superarlo… sí… ¡sin problemas! Aunque por alguna razón ni él mismo se lo creía.

— Sí, claro—. repuso procurando sonar convincente— ¿Qué ocurrirá… si pierdo, Gon? Sólo… tengo curiosidad.

Gon comenzó a pensar. A pensar. Y a pensar. ¿Qué castigo le imponía a Killua en el caso hipotético de que rompiera su promesa? Llegó un momento en que literalmente empezó a salir humo de sus orejas.

— Ehh… hmmm…ehh…— murmuraba de brazos cruzados intentando buscar la solución hasta que dio en el clavo— ¡Ya sé, Killua! ¡Estarás un mes sin comer chocolate u otro tipo de dulce!

Killua tragó saliva.

Un mes.

Aquello no sonaba nada bien.

— ¿Y si yo gano? — preguntó sonriendo como un gato travieso.

— ¡Le diremos a Leorio que nos lleve a una tienda de dulces y podrás comer todos los que quieras con mi dinero!

Killua se dio por satisfecho. No le hacía mucha gracia que el vejestorio de Leorio los acompañase pero al menos podría hartarse de comer chocolate.

— Me parece bien, Gon—. ambos unieron los meñiques para sellar la promesa y a Killua lo recorrió un calor extraño al notar el tacto suave de la mano de Gon acariciando la suya.

No era la primera vez que hacían algo así, pero por algún motivo, el chico tuvo la necesidad de romper rápidamente el contacto porque se sentía demasiado alterado.

No obstante, intentó no darle importancia y volvió a tumbarse en el sofá.

— Killua—. lo llamó Gon una vez más.

Él lo observó y se dio cuenta de que fruncía el ceño, molesto.

— Qué ocurre, Gon.

— Dame lo que tienes en el bolsillo—. exigió, con los ojos entrecerrados.

Killua suspiró asqueado y se vio obligado a sacar el Chocorobot que aún no se había terminado de comer. Con reticencia y mucho dolor en su corazón, acabó entregándoselo a Gon.

El chico se puso feliz al ver que su amigo por fin daba el primer paso para dejar el vicio que tanto le gustaba.

— ¿Ves cómo no ha sido tan difícil, Killua?

— Te he dicho que puedo hacerlo, Gon—. masculló soltando una falsa risotada. ¡Jamás había dejado un Chocorobot a medias!

¡Jamás!

¡Antes prefería que su hermano Milluki le diese mil latigazos!

La situación no mejoró cuando vio como su amigo abría el mueble donde estaba la basura y lo tiraba sin ningún miramiento. Killua se atragantó como si alguien le hubiera dado un golpe en las entrañas. Y lo peor de todo… el regusto a chocolate que aún quedaba en su lengua estaba empezando a desaparecer y no sabía si iba a ser capaz de soportarlo.

Definitivamente iban a ser cinco días muy largos para nuestro querido Killua Zoldyck.


Ohh Dioss, me da a mí que Killua va a sufrir bastante y desde luego Gon no le va a quitar el ojo de encima para que no pueda romper la promesa. ¿Creéis que Killua será capaz de resistir la tentación y aguantar hasta el final? ¿O sufrirá los terribles efectos secundarios debido a la abstinencia? Me da a mí que esto va a ser puro caos o.O Además, parece ser que ha sentido algo extraño al tocar a Gon pero por ahora no le ha dado mucha importancia. Veremos a ver… :O *-*

¡Espero que os haya gustado el primer capítulo! ¡Muchos besitos!