Resumen:

Una vez en Asgard, poco después del incidente de Nueva York, Odin pasa juicio a Loki y decide que puesto que el príncipe oscuro decidió apartarse de la vida feliz que había vivido esta sería apartada de él para siempre. Le borrarían todo recuerdo felice de Asgard abandonándole luego a su suerte donde nadie se sintiera tentado a ayudarle.

Sin embargo todo se ve complicado cuando la única persona que pueden reconocer de sus recuerdos felices es la reina Frigga.

¿Por qué ni Thor ni Odin aparecen en las alegría de Loki? ¿Quienes son todas esas sombras?

¿Y donde están ahora?

Me da igual si llega como tres años tarde (o cuantos hayan pasado desde que se estrenó la primera de los vengadores) esta historia lleva siglos guardada en mi ordenador pidiendo a gritos ser publicada (pero como estoy sorda su voz no ha llegado hasta ahora XD). La verdad tengo que agradecérselo a Antena 3 por echar la película XD

Espero que os guste y aviso: Hay muchos OC, aun si en realidad están en parte basados en dioses de la mitología nórdica pero con unos cambios dignos de Marvel donde se forman hijos y hermanos y adopciones y etc etc etc...

...

Bueno siguen siendo Oc

Pero como esto es un fanfic da igual. Que vivan los fanfic donde puedes hacer lo que te de la gana XD

Nada me pertenece pues Thor y los vengadores son de marvel si fuera mio Loki ya le habría pegado una paliza a Odin en camara


Capitulo 1


Por supuesto que todo había comenzado cuando Thor había llegado a Asgard desde Nueva York cargando con el Teseracto y con su hermano a su lado encadenado.

El príncipe dorado otra vez había resultado el vencedor en una misión de alto riesgo pero por primera vez no sentía la satisfacción de haber cumplido su deber, o de haber echo un buen trabajo. No. Esta vez el peso de la responsabilidad, el haber tenido que volver a luchar con su hermano, el sentimiento de traición se lo impeda.

Le sería imposible celebrar esto, y aun más pensando que podían tardar bastante más tiempo en volver a la tierra para reunirse con Jane. Su padre no podía coger más poder para mandarle de vuelta a Midgard y al puente arco-iris aun le quedaba mucho tiempo para estar completamente funcional. Había perdido su última oportunidad en mucho tiempo de verla y solo podía esperar que le esperara.

Por supuesto ni el pensar en Jane podía apartar su mente de Loki, el cual a su lado seguía tan callado y tan inmóvil como había estado desde que lo habían atrapado. No esperaba otra cosa con la mordaza puesta pero el Loki que conocía, o el que había creído conocer no se estaba quieto, era todo movimiento aunque fuera algo pequeño.

El dios del engaño podía aparentar una calma y tranquilidad absoluta pero estarse quieto no era lo suyo, sus gestos indicaban toda la energía que contenía su cuerpo y tenerlo allí a su lado tan quieto le preocupaba. Y no quería que lo hiciera pero...¿Cómo iba a pasar de su hermano? ¿Cómo iba a poder simplemente borrarlo de su cabeza?

Suspirando el dios del trueno avanzo hasta las puertas del palacio de Asgard en donde el teseracto les había mandado y en cuento abrió las puertas de este varios guardias le rodearon apuntando con sus lanzas al criminal. Por un momento Thor fue a decirles que apartaran sus armas, que a quien estaban apuntando era a su hermano, el segundo príncipe de Asgard, pero finalmente mantuvo la boca cerrada sabiendo que eso solo demostraría que aun sentía algo por el infame traidor que se suponía que era su hermano.

-Principe Thor, me alegro de que llegara a casa sano y salvo. El rey le espera en la sala del trono

-¿Qué haréis con mi he...con el criminal? -Loki podía haberlo tachado de estúpido muchas veces pero el gesto de incomodidad del guardia ante su desliz o la pequeña mueca de Loki no le pasaron desapercibidas.

-Ordenes del rey, el criminal debe ser llevado de inmediato a una celda. Es por la seguridad de Asgard -Thor asintió lentamente dándoles vía libre a los guardias los cuales sin ninguna delicadeza agarraron al príncipe traidor y se lo llevaron a los sótanos de palacio en donde reposaban las celdas.

Avanzando por los grandes y dorados pasillos Thor no pudo evitar sentir el peso del gran poder que cargaba. El cubo cósmico, un arma tan poderosa y había estado allí, en manos de simples mortales que no llegarían a conocer, ni a imaginar nunca el poder de dicho cubo.

Como Loki había sabido que eso estaba allí tal vez no llegaría a saberlo nunca, pero al menos ya estaba a salvo. Su padre se encargaría de que estuviera bien guardado. Nadie nunca más podría dañar a nadie con este poder.

Por fin llegó ante las puertas de la sala del trono pero, al contrario que muchas otras veces cuando había vuelto de una misión en esta ocasión no se sintió con fuerzas de empujar las puertas y abrirlas de par en par para deleitarse con las caras orgullosas de sus amigos los cuales sabía que estaban allí dentro, o la gran sonrisa que su padre le mostraría, orgulloso.

Y al pensar eso no pudo evitar que su mente le llevara a Loki ¿Alguna vez su padre había sonreído así a su segundo hijo?

Thor sacudió la cabeza y llamó a la puerta. Nada de pensar en Loki, debía recordar que era un traidor, un traidor que le había atacado en vez de tomar su mano para deshacer el daño ocasionado. Ya no era su hermano, ya no era un principe, y Odin solo tenia que dar una orden para que Loki ya no fuera nada nunca más.

-Adelante! -Se escuchó la poderosa voz de Odin a través de la puerta. Thor tomo aire antes de entrar en la sala, de verdad no entendía porque, pero se sentía como si hubiera fracasado en su misión.

Odin se encontraba sentado en su trono mirando hacía Thor con esa sonrisa tan contenta que él se había esperado. Era exactamente igual a la que había proyectado antes, como si el echo de que la misión de aquel día hubiera mandado a hermano contra hermano no significara nada para su padre. Pero, pensó Thor, seguramente todo era una fachada, por dentro al igual que él su padre tenia que sentir que algo no estaba bien.

Seguramente.

Su madre, Frigga, estaba caminando de un lado a otro a la base de las escaleras hacía el trono con sus manos contra su pecho, justo encima del corazón como si no pudiera contenerlo allí y tuviera que ayudarse. Su madre y Loki se parecían mucho en eso. Ninguno aguantaba quieto del todo. Thor imaginaba que sería algo sobre magos.

Sus amigos se encontraban sentados en los escalones esperando seguramente aprovechando que Odin estaba de buen humor y no le importaba que se quedaran allí.

Sif fue la primera en reaccionar al verle llegar pero antes de acercarse esperó que Thor dejara el tesaracto en manos de uno de los guardias dentro de la habitación el cual por orden de Odin se lo llevó a la cámara de los tesoros.

Cuando la guerrera estuvo a su lado le sonrió y le dio la enhorabuena por su victoria. Cuando lo mismo le dijeron Hogun y Fandral Thor estuvo tentado de sacudir la cabeza, pero justo entonces Volstagg le puso una mano en el hombro y en su cara el príncipe dorado pude ver algo que le quitó un gran peso. El gran guerrero le entendía.

Seguramente eso se lo tendría que agradecer a la mujer del hombreton la cual a base de golpes en esa dura cabezota le había enseñado a tener algo más de tacto que a los otros tres les faltaba.

Después de intercambiar un par de palabras con ellos avanzó hasta su madre la cual le abrazo con fuerza antes de examinarle de arriba a abajo buscando restos de heridas o golpes.

-Mamá, estoy bien

-Eso lo decidiré yo jovencito! -Le reprendió esta y finalmente Thor se dejó hacer. Odin siguió sentado en el trono con una sonrisa mientras observaba la escena que tenia delante.

Frigga no había cambiado y seguía siendo la de siempre. Una madre preocupada y extremadamente determinada en saber que su hijo estaba bien después de volver de una misión.

Cuando por fin la reina se aparto Thor se inclinó poniendo una rodilla en el suelo frente a su padre y soltando su martillo a su lado.

-Padre, e vuelto

-Bienvenido hijo mio. Esoy orgulloso de tu trabajo, las noticias que me han llegado son mas que satisfactorias y el teseracto ya ha sido devuelto a su hogar -Thor asintió con la cabeza y entonces tomó aire.

-Padre, que va a hacer con Loki? -Nada más oir ese nombre el rostro del rey se crispo intentando controlar la ira que le invadía. Pero ni si quiera él podía esconder el dolor escondido en sus ojos por la traición de su hijo.

Loki no se creería nunca lo que Thor estaba viendo al momento. Un padre enfadado, pero a la vez triste por la desviación de uno de sus hijos.

-Un castigo será elegido

-Pero padre

-Thor! No permitiré que se me discuta, yo elegiré el castigo que sea necesarios y tu tendrás que obedecer

-...Lo condenarás a muerte?

-No, y eso debes agradecérselo a tu madre -Y eso chafó toda esperanza que Thor había mantenido viva en su pecho. Odin no pretendía perdonar nunca a Loki por sus malas decisiones y si hubiera podido pasar por encima de la reina lo habría mandado a la muerte.

Pero...pero y si Loki se merecía de verdad la muerte?

Sacudiendo la cabeza de inmediato Thor intentó sepultar ese pensamiento. Él nunca, nunca querría hacerle daño a su hermano!...pero...pero era Loki su hermano de verdad?

-Padre...¿por qué?

-Me temo, que eso no lo sabremos nunca

-Podemos preguntarle

-¿A esa serpiente mentirosa?

-ODIN! Estas hablando de tu hijo! -Interrumpió la reina. Pero el señor de Asgard parecía no querer dar su brazo a torcer y no retractaría su comentario y mucho menos llegaría a aceptar lo último que su esposa había dicho.

-Eso no es mi hijo. Mi hijo murió, murió hace mucho tiempo. Ahora Thor retírate, tus amigos han estado esperando oir sobre tus aventuras -Frigga dio media vuelta y salió de la habitación negandose totalmente a quedarse a solas con su marido. Thor quiso decir algo pero finalmente asintió hacía su padre y volvió con sus amigos para salir a comer algo. Tenia ganas de hablar con alguien y temía lo que sus palabras podía ocasionar en su padre.

Tendría que esperar como todo el mundo a oír que castigo le iba a ser dado a Loki, y eso solo iba a hacer que se comiera aun más la cabeza.

Claramente la tarde no mejoro su humor pues a pesar de haber pasado años con sus amigos ahora las conversaciones le parecían tan aburridas. No sentía la emoción de hablar con el hombre de acero que tanto le recordaba a un Loki más joven. No notaba esa similaridad que tenia con por ejemplo el capitán América, un hombre honorable que sabía siempre qué hacer.

Algo faltaba allí en Asgard y la rotura de su familia solo pronunciaba aun más ese terrible destino que ahora sufría. Por supuesto no dijo nada a ninguno de sus compañeros pues dudaba de que alguno llegara a entenderle. Sus conversaciones prácticamente giraban en torno a lo mismo, luchas, honor y lo valiente, lo fuerte, lo magnifico que él era.

Él no se sentía así.

Al final en mitad de la cena Thor se retiró diciéndoles que siguieran disfrutando que era solo el alivio de haber terminado su misión, y que quería descansar un poco para recuperar fuerzas. Sif le sonrió y por primera vez en lo que debían ser años Thor notó algo coqueto en su mirada.

Al ver eso sus recuerdos le llevaron a una antigua conversación que había tenido con Loki hace años. Él príncipe oscuro había aludido a la enamoradiza y obsesionada Sif. En que lo que ella buscaba era llamar su atención, meterse en sus pantalones y ser reina. Thor le había dicho...que como siempre quería causar problemas...que estaba mintiendo, otra vez.

Incapaz de seguir delante de ella dio media vuelta y salió del comedor respirando pesadamente. La realidad le estaba diciendo que todo lo que creía haber aprendido en su primer viaje a Midgard no había conseguido cambiarlo del todo, le había abierto los ojos en muchas cosas pero nunca los tenía como ahora.

Todo el brillo de Asgard, todo el oro, las riquezas y la belleza era ahora tan falso. Tan apagado como si simple piedra fuera. Durante unos segundos deseó poder volver a como era antes pero rápidamente lo rechazó. Querer que eso ocurriera era dar la espalda a todo lo que había aprendido.

Nunca habría creído posible, pensó, darle la razón a Loki en algo como esto. Conocimiento por encima de los deseos, su hermano había terminado consiguiendo lo que siempre había querido, cambiarle. Y no estaba allí para verlo.


Celdas de Asgard


Loki se encontraba apoyado contra la pared de su celda observando los dorados pasillos de la cárcel. Incluso allí ese maldito color tenia que estar presente, ni un toque de relajante negro o un poco de esperanzador verde. Solo ese estúpido dorado que le causaba un dolor tanto en los ojos como en el pecho.

Lo que daría, pensó el príncipe oscuro, por un poco de plateado. Suspirando dejó caer su cabeza contra sus rodillas.

Por supuesto nadie estaba viendo nada de esto, un príncipe no podía mostrarse débil ante unos guardias. O mejor dicho, él no podía verse débil ante ellos y por lo tanto firme en su lugar había un clone que iba perfecto de arriba a abajo sin un rastro de heridas o suciedad.

Si Odin había pensado por algún momento que su magia podía ser encerrada por la basura de encantamiento de esas celdas estaba muy equivocado, de quererlo en un día podría llegar a huir...pero para qué.

Su única familia hacía tiempo que había desaparecido, solo quedaban mentiras y traiciones a su alrededor. Ni si quiera sabía si podía confiar en su madre al momento. Pero por supuesto había un centro para toda su ira, Odin, como siempre. A pesar de todas sus insistencias, a pesar de negarlo, él había sido su debilidad pues ¿Qué hijo no quiero hacer orgulloso a su padre?

O a su supuesto padre, a su maldito mentiroso ladrón de un padre.

Loki soltó un par de carcajadas mientras el clone seguía sonriendo macabramente a los guardias haciendo que estos llegaran a cambiar de turno antes de lo que les había ordenado. Normalmente eso le habría servido de distracción pero el príncipe oscuro estaba demasiado agotado como para que algo tan infantil le entretuviera, él al momento solo quería poder cerrar los ojos y dormir.

Dormir y esperar a que su sentencia llegara. Si Odin tenia un mínimo de cariño por él restante lo mataría y así terminaría con todo. El resto ya le daba igual.