Desde otra habitación, Anna sonreía con suavidad mientras acariciaba su vientre debajo del yukata blanca que usaba para dormir.
— Son unos idiotas, pero tu padre y sus amigos sin duda podrán hacer un mundo mejor…— musitó, como si su hijo pudiera entenderla en esos momentos. Miró hacia el techo, como intentando ver el cielo desde ahí abajo, y su inexpresividad habitual volvió. Asakura Hao estaba gobernando ahora, pero ya no era más el enemigo, y esperaba sinceramente que fuera lo más cercano a un aliado, por lo menos en un futuro para su pequeño hijo que aún tenía mucho camino que recorrer.
Suspiró con suavidad y finalmente se acostó sobre el futon. Con ese vientre hinchado era difícil, sobretodo hacerlo sola, pero no imposible. Se acomodó en la posición más cómoda y cerró los ojos para intentar dormir.
Había sido sin duda, una travesía muy larga, y aunque habían perdido, las ganancias habían sido muchas, una de ellas era la vida que crecía dentro de ella, y todos los amigos que su solitario prometido había conseguido, amigos genuinos que estuvieron dispuestos a morir por él. Anna también esperaba que esos amigos fueran aliados para el pequeño Hana si éste lo llegaba a necesitar, porque, aunque aún no nacía, Hana ya cargaba con un enorme peso en sus hombros, pues nacería como el heredero de la prestigiosa familia Asakura, y todos tenían grandes expectativas en él por ser hijo de ella y de Yoh; todos los días, Anna rezaba porque Hana fuera todo lo que esperaban. Aún no sabía si dejarían que ellos dos se encargaran de su crianza, o si, tal como ocurrió con Yoh, sería criado por el líder del clan, en cualquier caso, deseaba que fuera lo mejor para él, para su hijo.
Si nacía con su poder, estaba segura de que su padre lo protegería tal y como hizo con ella en su tiempo, y si nacía con el potencial de Yoh (el cual tenía por ser la otra mitad de Hao), entonces ella lo entrenaría como había hecho con él. Aunque no lo sabían, Anna e Yoh se preocupaban por lo mismo, pero más que nada, se preocupaban porque Hana naciera sano… Después de todo, su madre era muy joven, y estuvo involucrado desde su concepción en el torneo de shamanes, lo cual lo sometía a un gran estrés espiritual.
Las adivinaciones del abuelo, demostraron que Hana nacería un 15 de Agosto, una vez sabido esto, se llevaron a cabo todas las preparaciones y la joven pareja fue a Izumo, a la casa principal. Al ser Anna tan joven, sin duda requeriría asistencia médica pues era posible que el parto se complicara, así que cuando las contracciones comenzaron fue llevada inmediatamente al hospital. Yoh tuvo que adecuarse a su papel y fungir como el novio de la quinceañera, acompañado por su abuelo, el cual recibió una llamada de atención por parte del médico por permitir que una pareja tan joven fueran a ser padres, claro, a ojos de extraños, Yoh y Anna solo habían sido descuidados aunque todos en la casa principal sabían cuan deseado era ese embarazo.
En la sala de espera, Yoh llevaba horas esperando mientras escuchaba música; no es que no le importara lo que ocurría dentro de aquella sala de partos, pero bien sabía que nada podía hacer. Se sentía un poco mal por Anna, lo último que escuchó de ella fue un grito de dolor antes de que ingresara al interior de aquel cuarto, y para que Anna gritara, realmente debía ser doloroso (jamás en su vida la había escuchado quejarse siquiera).
— ¿Amo Yoh?— llamó su espíritu acompañante cuando notó una sonrisa en el rostro del Asakura.
— Anna está dando a luz a mi hijo— dijo, incapaz de borrar su sonrisa. El samurái también esbozó una sonrisa, él lo entendía, que aunque no lo demostraran, aquel par realmente se amaba.
— Así es.
Y a continuación, en medio del silencio, un llanto de bebé se hizo audible para todos. El abuelo se puso de pie, pero Yoh se aproximó a la puerta de la sala, de donde pronto salió una enfermera con una gran sonrisa.
— Felicidades, es un varón— anunció mirando a los ojos al nuevo padre, el cual sin esperar un permiso se adentró al interior de la sala en busca de su novia.
Anna yacía recostada sobre una cama, con la expresión algo cansada (pero no agotada) y el cuerpo lleno de sudor. Yoh se aproximó a ella, y colocó su mano sobre una de las de ella, entonces Anna fijó sus ojos de color ámbar en el moreno y mostró una sutil sonrisa.
— Es un niño.
El Asakura sonrió de igual manera y se limitó a asentir con la cabeza.
— ¿Quieren conocerlo?— cuestionó el doctor que sostenía en brazos al recién nacido, luego de haberle cortado el cordón que lo unía a su madre y de haberle limpiado la sangre, y sin esperar a la respuesta de los nuevos padres llevó a Hana hasta los brazos de su madre. Yoh casi lloraba de la emoción al conocerlo, por su parte Anna se sentía realmente aliviada de verlo completo, sano y sobretodo enérgico.
— Bienvenido al mundo, Hana— pronunció el shaman de Izumo mientras tocaba con suavidad la mejilla derecha de su pequeño hijo, a continuación miró a Anna con un ligero sonrojo y una expresión llena de felicidad—.Gracias.
La itako le miró de manera similar y asintió con la cabeza.
Hasta ese momento, todo lo bueno y bonito que había vivido, había sido gracias a Yoh, incluso el hijo que descansaba sobre su pecho era gracias a él. Anna jamás habría imaginado que ella se convertiría en madre, que podría amar tanto a alguien como amaba a Yoh, que se esforzaría tanto por sobrevivir… Quien debía dar gracias era ella.
— Bienvenido, y feliz cumpleaños— murmuró desde otro lugar el rey del mundo espiritual, sentado en su trono, y recargando el mentón sobre una de sus manos esbozó una sonrisa sincera —rezo por tu felicidad, Hana.
FIN
KU-Pyon: Ok, este si es el final xD espero le haya gustado, recientemente he estado viendo el anime de nuevo y junto con mi hermana nos hemos puesto a hablar de un montón de cosas respecto a Hana, este fic contiene algunas de las teorías que fundé con ella, y realmente creo que algo así debió ser lo relacionado con el nacimiento de Hana.
Agradezco mucho sus comentarios, y que hayan leído este fic de principio a fin, realmente gracias. De corazón espero que hayan disfrutado esta historia y espero que nos leamos en algún otro lado :3
¡Muchas gracias por haber leído! Los comentarios respecto a que fui capaz de mantener las personalidades c: En verdad que me han hecho muy feliz.