Bien hola a todos y todas he aquí mi experimento de historia, he escrito antes pero jamás es publicado nada ni mucho menos. Sólo que un día se me ocurrió dejar de leer tanto FF y me dije ¿por qué no puedo escribir uno yo también? Y henos aquí
Primero que nada pues mi agradecimiento a Claire Kaito Odinson quien me ha estado ayudando bastante en esta historia en correcciones y demás
Segundo esta historia está basada en una novela que esta en curso; hecha por mi claro está, si tiene demasiados cambios con respecto a la historia originial por circunstancias de la adaptación y demás
Tercero...me como las uñas! si me las como por los nervios, porque jamás, nunca antes he hecho esto y pues no tengo ni la menor idea de que más decir o que hacer o que pensar pero hey! si el pato no llega al agua nunca aprende a nadar no? xD
Sin más que agregar; antes que comience con el balbuceo, aquí les dejo...recuerden soy nueva, TENGAN COMPASIÓN! No de eso nada, y dice así...
Dislaimer: Fairy Tail no me pertenece sino Lucy fuera ya la jodida mujer de Natsu hace un buen rato y Lisanna fuera una triste memoria
Lucy POV
"Si amas algo déjalo libre, si vuelve es tuyo si no vuelve jamás lo fue"
Una frase tan sencilla como fuerte y poderosa. En ella casi podríamos describir resumir mi vida; para mí no era más que una simple cursilería estúpida de mi madre, solo que; como ya era costumbre mía, no creí que tuviera razón y que algún día llegaría a verla de la manera que la veo el día de hoy.
Pero para entrar en este tema debemos devolvernos al principio de todo a un 8 de julio en el hospital central de Seattle, mis padres Jude y Layla Heartfilia estaban en un paseo recreativo por el condado y a mí se me va ocurriendo nacer, pero bueno nada que hacer. Mis padres son originarios de Arlington, Virginia donde crecieron, se conocieron, se enamoraron y por consecuencia se casaron; aunque ahora viven en West Brighton, New York.
Un par de años luego de mi atropellado nacimiento nació lo que serían mis ojos y además la persona que más quiero; mi hermana, Levy. Una chica sumamente hermosa y cariñosa, aunque tiene su carácter nada quita que la quiera tanto.
Al ir creciendo todo fue cambiando en mi vida pues a como crecía en edad también lo hacía en conocimiento y lastimosamente en responsabilidades y más pronto de lo que yo esperé comencé la primaria, con mucha seriedad lo afronté puesto que de mi estudio dependería mi futuro y mi vida en todo sentido; y así, con esa mentalidad me lancé al mundo de los libros y el estudio "responsable".
Todo seguía su curso normal hasta que, cuando cursaba cuarto año una tarde sabatina de agosto se convirtió en algo nuevo pues en el vecindario habían nuevos vecinos mudándose; más exactamente a la casa frente a la mía, eran una pareja; los Dragneel, quienes hasta donde pude saber eran los señores Igneel y Grandine y su hijo. La señora Dragneel era de una edad con mi madre, mientras que el señor Dragneel era un tipo amable pero bastante serio y hasta se podría decir que algo estricto.
Al lunes siguiente en la escuela fue mi mayor sorpresa al saber que el muchacho que ahora era mi nuevo vecino era también un nuevo miembro de mi clase. No parecía un chico común, tenía un rostro muy fino para ser un chico, pero aun así era bonito; estatura algo baja para su edad, cabello rosa y rebelde, caucásico y de ojos verdes. Parecía también un chico revoltoso aunque en los primeros minutos dentro de clase pude deducir que también era tranquilo y algo aplicado por no decir estudioso. Pero siendo sincera tenía porte de chico bueno aun así no sé porque motivo no me inspiraba confianza, así que decidí mantenerme alejada de él y seguir con lo que hacía normalmente; ir con mis amigos a jugar, amigos… ¡sí amigos! es algo extraño pero las chicas de mi clase no valían la pena en lo más mínimo bueno, al menos una lo hacía, Joy Maverick quien la conocía desde la cuna prácticamente, además ella viajaba de vuelta a casa con mamá y yo.
Al ser vecinos y al ser mamá muy pero muy sociable, en poco tiempo la señora Dragneel y ella se hicieron buenas amigas al menos platicaban bastante; fue así como me di cuenta que el padre del muchacho era un gran mecánico automotriz, que se separó de la madre del chico poco tiempo después su nacimiento ya que no congeniaron en su relación; nunca supe el porqué, también supe que eran de New Brunswick; y creo que escuché que se habían mudado porque el chico ; cuyo nombre seguía sin ser de mi interés, tuvo algún tipo de problema con alguien de la escuela o con la escuela, además de que sus trabajos así lo requerían o algo por el estilo y la verdad como era tema sin importancia deje a mamá hablando con papá fui a finalizar mis deberes.
Un día en la escuela mientras yo observaba a los chicos jugar futbol el chico se me acercó junto con Joy, al parecer se habían hecho buenos amigos desde hacía un par de semanas; cosa que me extrañó porque Joy no era muy de hacer amigos y menos si eran de traslado, seguí viendo a los muchachos jugar en silencio sin darle mucha importancia a su cercanía, hasta que él rompió el silencio diciéndome un sencillo y sincero
"—Hola
—Hola — respondí indiferente al tema
—Soy Natsu… Natsu Dragneel — me ofreció su mano y dudé un instante pero quizá si le hacía caso pronto se iría así que la acepté y dije
—Lucy — el me miró interrogante e interesado — Lucy Heartfilia — sonrió de nuevo y me dijo
— ¿Mmmm quieres jugar? — muy interesado el chico, pero repito seguía sin interesarme demasiado
—No gracias—respondí fría y sin interés a lo que el chico se desilusionó un poco, pero no se rindió
—Entonces… ¿Qué te parece si a la salida nos vamos juntos de todos modos somos vecinos no, además a mi papá no le gusta que me vaya solo?
—Grandioso —susurré para mis adentros —Si tú quieres— le dije con una sonrisa luego de un pequeño momento de silencio a lo que el chico asintió con una sonrisa; al menos por esta vez haría una excepción en cuanto a mi ley anti—extraños, quizá eran solo tonterías mías pero este niño Natsu… parecía bastante amigable y le daría una oportunidad.
Sin darme cuenta el resto del día me la pasé pensando en ese chico y en nuestra demasiado corta conversación, quizá y si le diera la oportunidad de conocerlo como pensé en el receso, quizá si era momento de hacer nuevas amistades como decía mi madre, quizá era momento de lanzarme al mundo y dejar de alejar a todo el que se me acercara; un nuevo comienzo quizá, una oportunidad al mundo y a la gente que ;aunque no me habían hecho absolutamente nada, siempre alejaba.
Como era de esperarse al final el día escolar el chico me buscó junto con Joy y por primera vez en la vida me comporté de manera sociable con alguien, tanto que mamá casi muere del susto al verme hablando con él en todo el camino a casa. ¿Lucy sabías que eres muy lista por resolver correctamente lo ejercicios del día de hoy? ¿Qué te gusta hacer en el tiempo libre? ¿Quizá podrías ayudarme a ordenar mis cosas en la escuela o en la casa? Técnicamente iba a volverme loca con tantas preguntas, pero lo cierto es que no estaba enfadada muy por el contrario me sentía bien que alguien mostrara tanto interés en mí y en lo que siempre hacía; en cierto momento sentí que solo se acercó a Joy para poder hablarme… era definitivo llevaría mi más reciente amistad hasta las últimas instancias, este chico molesto me caía demasiado bien"
Desde ese instante formamos el trío J-N-L como decían los demás compañeros de clases cuando entramos a quinto grado y es que tomamos la costumbre de estar juntos en todo absolutamente todo, incluso en las vacaciones nos reuníamos para jugar, ir a la playa, salir en bicicleta por ahí o simplemente pasar un rato los tres juntos, hasta llegué a creer en ellos como mis hermanos. Éramos tres para trabajos, juegos, travesuras; en las cuales Natsu era más inquieto que nosotras, comidas, tristezas… en resumen todo era de tres. Los compañeros decían que hasta éramos amor de tres a lo cual Joy se iba sonrojada, yo me molestaba y acababa persiguiéndoles y Natsu… él simplemente sonreía y lo negaba nervioso; algo que era bastante notorio para todos incluso para mí solo que yo lo pasaba por alto a propósito.
Un día después de la escuela; estábamos en periodo de exámenes y la maestra era demasiado buena y los aplicaba en las últimas lecciones para que el que terminara se marchara a casa temprano, hacían pocos días habían abierto un café internet frente a la escuela acordamos Natsu y yo ir luego del examen ya que Joy siempre se tardaba más de la cuenta para darle tiempo y también pues para estar un poco con eso que se llamaba internet. Luego de unos momentos sin saber que hacer; ya que ninguno de los dos tenía conocimientos sobre el uso del internet, otros jóvenes que se encontraban allí acabaron enseñándonos algunos juegos en línea y sinceramente quedamos atrapados en ellos; eran demasiado divertidos como para querer salir del local, por supuesto eventualmente el dinero de ambos terminó. Pudimos quedarnos mirando un poco más, sin embargo al acercarse la hora de salida mamá iría a buscarnos y quería evitarme algún regaño de su parte, así que acordamos seguir yendo en los momentos que tuviéramos libre, de Joy nos encargaríamos luego.
Natsu no era de la misma religión que nosotros así que para suerte de él no asistía a esa fastidiosa y aburrida clase que; para colmo de males, era siempre la primera de la tarde y era tan cansado que; un día antes de que comenzaran las clases tuvimos la "grandiosa idea" de ir juntos a internet yo me escapaba y él; pues él simplemente disfrutaba de la clase libre como siempre solo que esta vez en otro lugar distinto a la biblioteca y acompañado. Además la profesora no era nada sociable y siempre actuaba como si no le importara quien asistiera o quien no; no iba a extrañarme por una lección después de todo, así que sin mucho rodeo y mucho pensar acepté ir con Natsu; lo que nunca me pasó por la cabeza fue que ese día estaría suelta mi mala suerte, la profesora si se extrañó de mi ausencia y tras hacer un par de preguntas a no sé quién, se dio cuenta el lugar exacto en el que nos encontrábamos; si me hubiera dado cuenta lo muelo a golpes de todos modos, fue a buscarnos al café internet y nos llevó de regreso a la escuela y no solo eso sino que mandó a llamar a nuestras madres y fue así como se desató una… digamos, una pequeña bomba.
"—Señora Dragneel, señora Heartfilia — saludó esa señora que tan mal me caía
— ¿Profesora Jefferson qué fue lo que sucedió? — preguntó la madre de Natsu mirándole severamente
—Sucedió que este muchacho convenció a Lucy de ir en mi clase al café internet que fue recientemente abierto frente a la escuela; no sé cómo y no sé por qué, pero la niña no se presentó como de costumbre y fueron los demás chicos que me dijeron que los buscara en el café internet que debían de estar allí y pues con mis dudas fui y los encontré muy "ocupados" — malditos traidores pensé de los demás compañeros
— ¿Pero cómo es eso posible Natsu? ¿Cómo haces algo como eso a una chica que es muy estudiosa? — preguntó molesta la señora Dragneel, el solo miró al suelo como si fuera lo más interesante del mundo sin responder
— ¡Natsu no tuvo la culpa señora Dragneel, más bien fue un acuerdo entre ambos! — exclamé tenía que salvarlo de alguna manera y es que en realidad no fue culpa de Natsu el solo me dio una idea y yo la acepté — Me aburría de estar en las clases de la profesora y como él siempre está libre a esta hora pues… pues yo le dije que hiciéramos algo y se nos ocurrió ir al café internet, ¿además que motivos tiene esta señora para decir que fue él quien me llevó a ese lugar? El hecho de que haya cometido un error o haya tenido un mal momento en su otra escuela no quiere decir que los cometa todo el tiempo, además yo no soy una santa también tengo mis momentos ¿sabía profesora? — estaba molesta lo sabía y quería que le quedara bien claro a esa señora metiche que a la gente no se le juzgaba por hechos pasados y mucho menos si esas personas eran cercanas a mí
— ¡Lucy! — había olvidado por completo la presencia de mi madre en ese lugar, al escuchar su voz me congelé por puro instinto — No comprendo cómo es que todo esto sucedió, pero si comprendo que le estás faltando el respeto a tu profesora y eso no es lo que te enseñé — si mamá y sus lecciones de ética, que dura era mi vida — tampoco creo haberte enseñado la irresponsabilidad de faltar a tus clases por pura holgazanería y que Natsu tuviera que ver o no, ese es otro tema que ya hablaremos luego en casa — y ahí estaba lo que más temía de mi madre sus amenazas furtivas y es que sabía cómo hacerlo de tal manera que hasta Natsu tembló lo noté por su expresión facial, ese bello rostro lleno de felicidad se transformó en uno lleno de pánico
—Lucy no tiene toda la culpa — escuché decir a Natsu — la verdad quien dio la idea…
— ¡FUI YO! — grité no quería que Natsu tuviera problemas y menos si era por mi culpa o por una idea estúpida que yo di, era mi deber salvarle al menos eso era lo que quería hacer… evitar un problema para él y ganarlo yo, además mi vida era tranquila así un poco de emoción no estaría mal — hace como una semana; quizá más, ese café internet fue inaugurado y pues Natsu y yo fuimos el mismo día de su apertura… nos divertimos tanto allí y las clases son tan aburridas que le propuse a Natsu lo que ya les dije antes; de cualquier manera la profesora Jefferson no tenía por qué haber llamado a la señora Dragneel si su alumna a cargo soy yo, Natsu no tiene absolutamente nada que ver lo que yo haga es decisión mía no de los demás señora tenga eso bien claro…
— ¡Lucy! — me regañó mi madre nuevamente
—Lo siento mamá siento que todo esto haya pasado pero ya te lo había dicho antes y tú no me hiciste caso, las clases de esta señora son un asco y lo siento profesora pero si tiene que poner algún castigo es a mi nombre usted sabe el por qué así que puede proceder como usted considere mejor — finalicé ante la dura mirada de mi madre. La señora Jefferson no dijo nada solo se puso en pie y dijo antes de salir de la sala de profesores que yo era una buena estudiante y que un error lo cometía cualquiera aunque me quitaría algunos puntos de la nota final de trimestre, que no lo reportaría en dirección para evitar más problemas, pero que aun así no me afectaría en lo más mínimo y podíamos retirarnos a clases. Nos despedimos de nuestras madres y nos dirigimos a clases muertos de miedo y de risa a la vez.
—Viste la cara que puso Lora — me dijo Natsu entre risas fue grandioso verle reír así tan sinceramente — Aún no lo creo Lucy salí ileso
—Esa señora te odia y hará hasta lo imposible por hundirte — él asintió preocupado — pero no te preocupes te voy a salvar cuantas veces esa mujer quiera hacerte daño y…
— ¿Tendrás problemas con tu madre y lo sabes verdad? — preguntó preocupado
—Si pero con ella me arreglo yo, es más sencillo y ella es comprensiva… aunque no me pasará por alto el saltarme una clase te aseguro que no moriré — finalicé con una sonrisa nerviosa en mi rostro
—En serio no hagas cosas tan arriesgadas por mí, no quiero que te metas en problemas por mi culpa…
—Oye, no sé qué sucedió en tu otra escuela y la verdad no quiero saberlo, solo ten en cuenta que siempre protejo a los míos con todo lo que tengo y tú eres de los míos ahora
—Aun así…
—Vamos Natsu, mi vida es aburrida, si tengo problemas es porque no puedo cerrar mi boca a veces, mi madre no me juzga por ser la Robbin Hood de la escuela y batallar con la injusticia… ella sabe lo que deja todos los días en el portón de la escuela — nuevamente él miró al suelo — Mírame Natsu… mírame— a duras penas el obedeció — siempre, siempre seré tu salvación si te quieren hacer daño ¿oyes?
—Dios, al menos no eres el verdadero Robbin Hood, eres demasiado agresiva— dijo riendo — a veces olvido que eres una…
—Ni se te ocurra terminar esa frase por tu propio bien, sino te prometo que si te muelo a golpes Natsu… Pero hay algo que aún no me queda claro
— ¿Qué cosa?
— ¿Por qué tanta tensión entre tú y Grandine; es decir, sé muy bien que ella no es tu madre-madre pero...?
— ¿Por qué no me gusta que se meta mucho en mi vida? — asentí con mi cabeza — No me gusta que ella ande jugando a ser mi madre y mi padre le ha dado toda la potestad… aunque también puede ser que extrañe los tiempos en los que solo éramos papá y yo…la verdad no lo sé Robbin Hood no preguntes cosas que no sé cómo responder
—Tendrás que superarlo amigo no puedes vivir así toda tu vida
—Tal vez si, tal vez no…jamás lo sabré lo cierto es que así como a ti, mi padre me va a echar bronca por lo sucedido
—O quizá Grandine no le diga nada, ella es buena persona sabes
—A lo mejor, no lo quiero saber — ambos reímos y yo golpee su hombro juguetonamente
—Serás bobo…
—Gracias — me dijo en un susurro
— ¿Eh?
—Gracias Lucy por ser mi amiga — dijo abrazándome fuertemente
—Nada de eso Natsu, de todos los chicos que conozco eres el que mejor me ha caído— correspondí el abrazo — así que deja esas gilipolleces para eso estamos los amigos… para apoyarnos — me soltó y me dio otra sonrisa… que bien que le sentaba el reír a Natsu se podía apreciar quien en realidad era, seguimos caminando, riendo y tomados de la mano, estábamos como en otro mundo, uno donde él no tenía ningún tipo de problema y/o preocupación, pero desperté de mi nebulosa de felicidad cuando llegamos al salón de clases, malditas clases como las odiaba, pero todo era por un bien social."
Lo feo fue que al llegar a casa esa tarde mi madre parecía pie grande cuando estaba molesto; de todos modos yo ya suponía que nada bueno iba a salir de lo sucedido en la escuela pero de ahí a ver lo que tenía en frente era muy diferente algo abismalmente diferente; de no ser porque los dioses son buenos y nos protegen yo no hubiera sobrevivido aun así el que me quitaran el poco dinero que "mis tacaños padres" me daban por un par de meses era suficiente muerte para mí. El resto del año fue sumamente pacífico, tanto que hasta lograba aburrirme a veces, solo que la diversión siempre estaba presente gracias a Natsu. Cuando entramos a sexto fue un poco más duro pues las cosas eran más serias y estábamos preparándonos para la secundaria así que todo era mucho más complicado tanto en el estudio como en lo social; por suerte todos fuimos promovidos a la secundaria con éxito; al menos así fue en mi grupo, lo cual significaba que el trío J-N-L se mantenía con vida al menos en teoría, pues nos había tocado en grupos separados a los tres, pero eso no evitó que Natsu y yo siguiéramos juntos, en cambio Joy… a ella solo la veíamos de vez en cuando en el autobús o en la cafetería no nos era indiferente pero tampoco era como antes; aunque hubo un día en que nos habló como antes y como despedida nos dijo "sigo siendo su amiga, pero no quiero estar en medio de ustedes así que mejor me aparto"; la verdad no quiero saber qué fue lo que quiso decir ese día puesto que no sé qué la hizo pensar que nosotros éramos pareja o… o algo así porque entre Natsu Dragneel y Lucy Heartfilia nunca hubo nada que no fuera una sana amistad por lo tanto no tenía sentido decirnos eso.
El estar en un grupo con gente que no conocía fue algo bastante duro para mí ya que; como ya saben, no era muy sociable que digamos y menos si se trataba de gente que en mi vida había visto ¿y ahora qué haría? Me pregunté a mi misma en repetidas ocasiones, sabía que la vida era dura solo que no quería saber qué tan dura ni hasta qué punto. Tuve suerte que los chicos del grupo fueran bastante sociables, así que pude seguir normal hasta cierto punto. Natsu seguía viajando conmigo y uno de mis compañeros era un viejo conocido de él así que hice amistad con ese chico rápidamente y para variar también se convirtió en un amigo de confianza para mí; su nombre era Richard Aiken, siempre me cayó bien desde que lo conocí era casi tan loco como Natsu y su manera de ser era también muy similar… al cabo de un par de meses acabamos formando un pequeño grupo de amigos junto con Edward Johnson, Jason Black y Julie Palmer todos compañeros de clase y algunos chicos compañeros y conocidos de Natsu; a quien si perdimos casi totalmente de vista fue a Joy, pero como era buena estudiante y mala haciendo amigos pues supusimos que todo estaría bien que una compensaba a la otra.
Luego de las vacaciones mi amistad con Natsu se debilitó pues el estar en grupos distintos, horarios muy tallados, los deberes y las responsabilidades nos mandaban a lados distintos en momentos determinados; las únicas veces que compartíamos eran los fines de semana si tenía suerte y Natsu no andaba en alguna parte del condado con sus nuevos amigos y yo por alguna parte jugando futbol con las chicas del equipo; ¡Cierto! Olvidaba recalcar que había logrado convencer a mamá de que me dejara entrar en el equipo de futbol del colegio, gracias a los dioses aceptó de buena manera y más al saber que Julie vivía cerca de casa y así tenía con quien viajar… esa era otra de las cosas que me quitaban tiempo que antes tenía para estar con mi amigo Natsu.
A veces veía a Natsu con otras chicas y no sé porque sentía un horroroso escalofrío que me recorría la espina dorsal, no quería ni podía pensar que eran celos porque ¿Cómo sientes celos de que tú mejor amigo; que era casi como un hermano para ti, estuviera feliz con sus amigos y algunas chicas? Era tan ilógico y tonto, además yo no acostumbraba enamorarme de mi mejor amigo, MI MEJOR AMIGO y hasta sentía que estaba confundiendo mis sentimientos a un grado muy peligroso.
El año acabó y lo único que llegué a saber de Natsu fue que reprobó y es que mi amigo "cerebro de teflón"; como le decíamos de cariño, no era nada bueno para cosas metódicas como el estudio y fue mucha la dificultad en la que aumentó el estudio en la secundaria y yo apenas pasé por los pelos. Perdí el rastro de mi amigo cuando entramos a clases el año siguiente ya que debía esforzarme mucho más para poder tener un año relativamente tranquilo y pasar sin dificultades ya que tener a mis padres respirando sulfuro en mi nuca no era un muy buen negocio ni era algo recomendable, eso significaba seguir sin Natsu; en realidad mi año relativamente tranquilo no llegó como yo lo esperaba y es que si el anterior fue complicado este no era precisamente como jugar UNO y como no quería dejar los pelos en el alambre nuevamente tuve que aliarme con las "ratas de laboratorio" o los "nerds"; como también solíamos llamar a los compañeros más listos, a fin de cuentas lo logré, pasé y tendría unas vacaciones tranquilas llenas de cosas buenas. Un día que estaba jugando con unos primos en el frente de la casa vi pasar a la señora Dragneel quien llevaba algunos bolsos con ropa, le pregunté para quien eran; puesto que sabía que eran de Natsu, y me dijo que era la ropa de Natsu que la mandarían donde sus abuelos paternos y que Natsu viviría con ellos de ahora en adelante. Cuando le pregunté por qué lo que me dijo fue que había tenido un problema muy grave con un profesor y como último recurso para que no lo expulsaran pidió un traslado y se fue a vivir con ellos y que por lo pronto no regresaría, me dio mucha tristeza al escuchar aquello pues Natsu no era un mal muchacho solo que a veces los profesores no eran muy amigables y él con su típica repugnancia pues seguro le colmó la paciencia de tal manera que lo llevó al extremo.
El tiempo siguió su curso y yo me gradué de secundaria con notas no honorables ni mucho menos, más si lo suficientemente buenas para estudiar enfermería que no era mi más grande afición, pero ayudar a la gente era una de mis metas y era una buena manera de hacerlo. Por suerte en la universidad; que era nada más y nada menos que la Universidad de Columbia, gracias a mis buenas notas, mis esfuerzos y a mí; recientemente descubierta, carisma y habilidad como fisioterapeuta los directores de la universidad decidieron darme como un tipo de beca para seguir estudiando y así especializarme en lo que yo quisiera ya que según ellos tenía mucho potencial como para desperdiciarlo siendo simple enfermera chismosa; o al menos así me lo dijeron, bien tengo sabido de que no todas las enfermeras son así y que si hay gente que lucha por su trabajo y se esfuerza todos los días, mas es como todo: siempre hay quienes se pasean en el pastel y por esas personas las juzgan a todas.
De Natsu Dragneel solo escuché luego de mucho, mucho tiempo; y por parte de mi madre y en unas vacaciones que estuve en casa, que se había enlistado en la marina de los Estados Unidos lo cual me alegraba un poco porque al menos uno de los dos estaba cumpliendo su sueño; el mío era ser oceanógrafa o trabajar en la inteligencia del pentágono; mas supongo que eran más ideas inspiradas por Hollywood y una niña soñadora y ruda acostumbrada a ser casi la policía de la escuela, la Robbin Hood del condado, además de ser un sueño que costaba muchos dólares, dólares que mis padres no tenían, pero por otra parte me sentía un poco mal y frustrada pues la distancia que había entre los dos ya era terrible y ahora con Natsu en la marina tendría que verme obligada a dejarlo ir del todo y eso me entristecía enormemente.
Cuando entré en lo que ya era la materia de mi carrera seriamente decidí dejar todo mi pasado como un simple buen recuerdo, los buenos tiempos que algún día le contaría a mis hijos con gran orgullo y alegría, pero no dejarían de ser eso simples recuerdos. Los primeros meses estuve en el campus de la universidad especializándome fue donde conocí a quien se convertiría en mi mejor amiga; Erza Scarlet una chica local alta, pelirroja y con su cabello en una coleta, no delgada pero tampoco gruesa de mi misma edad estudiante de cirugía, al principio bastante reservada, pero luego de entablar un tipo de amistad comenzó a ser quien realmente era; una chica extrovertida, amable, a veces podía volverte loca con sus ideas y conversaciones, siempre una buena persona de un carácter pasivo - solo que si llegaba a enojarse por algo cambiaba drásticamente y se convertía en un completo monstruo devora humanos- luego de un tiempo fue volviéndose un tanto sobreprotectora conmigo alegando que yo era muy dada a tomar caminos y decisiones erróneas en momentos cruciales; nunca supe bien a que se refería puesto que suelo ser una persona de bien y por demás justa, ella me ayudó con la mudanza y conocer el lugar pues para mí la gran Lucy, la más sociable de todas las chicas del país fue como tener la muerte en frente llamándote; si lo sé es muy exagerado pero así lo sentí, era un comenzar cero y esas cosas no se me dan ni se me darán. Erza fue la luz de mi oscuro túnel siempre, si no comprendía algo o llegaba a perderme en aquella enorme ciudad ella siempre estaba lista para rescatarme o guiarme, si simplemente tenía un día en el que no quería hacer nada me reprendía por mis acciones infantiles y me ponía en el camino nuevamente, si solo quería hacer alguna locura - de las sanas claro - un fin de semana ella era la que primero alistaba las maletas… en cierto modo era como tener a Joy –la racional y responsable – y a Natsu – el inmaduro y loco – en una misma persona, solo que nivelado. En algún momento de mi vida decidí contarle todo mi pasado dejando si en secreto mis sentimientos por aquel niño demente y su identidad; no sé ni porque lo hice solo sentía la necesidad de tenerlo como un secreto aunque ella me hubiera sonsacado algunas partes de aquella amistad y aquellos sentimientos nominándolo como el chico misterio que enamoró a Lucy y la dejó boba, ciertamente me molestaba mas no es como que pudiese hacer mucho al respecto, ella simplemente era demasiado obstinada a veces.
Y bien?
Acepto tomates, palos, manzanas...críticas constructivas porque las destructivas no me van a detener tampoco xD
Siendo sinceras(os) que tal me fue reviews?
Espero sus opiniones
Nos leemos pronto
Jill.