Hola! Esta historia es una prueba para saber si me animo a escribir un Fan fic. :3 de mientras disfruten y comenten.

Parte 1/2:

Steven Universe miraba fascinado a la hermosa chica enfrente suyo, Connie era su mejor amiga y aunque tratara de negarlo frente a sus amigas las Gems... estaba enamorada de ella.

Connie, con el pelo atado a una coleta y vestido azul claro estaba a punto de terminar de comer una caja de rosquillas completa a causa de un reto que le habia impuesto Steven.

A punto de terminar su última rosquilla, esta se rindió.

-No puedo más- dijo Connie completamente harta de ellas y dejo la rosquilla en la caja.

- ¡Ja! ¡Gane! - Dijo Steven victorioso.- Ahora tienes que hacer lo que yo diga. - Soltó contento y confiado.

- Muy bien, muy bien... ¿Que quieres que haga? - Dijo Connie derrotada

- Quiero que cierres los ojos y no los abras para nada del mundo. - Steven se acercó poco a poco a ella, quedando a pocos centímetros de su cara; Connie no dejaba de mirar su ojos y sonrojada sintió que Steven le quitaba las gafas con una sonrisa. - Muy bien, ahora si cierra los ojos.

Steven vio como Connie cerraba los ojos y se quedo viéndola un rato más, se veía tan linda con esa coleta.

-Ejem... - Oyó un sonido familiar y volteo a ver a Lars, que tomado de la mano de Sadie lo miro pícaramente.

-Así que... Llego el día, ¿Verdad? - Saide lo miro contenta.

Steven asintió, les hizo un ademán de que guardaran silencio y se levanto. - Nos vamos, Gracias chicos. - agarro a Connie de los hombros y la guió fuera de la gran rosquilla sintiendo las sonrisas de esos dos quemándole por la espalda...

- ¿A donde me llevas, Steven? - Dijo Connie impaciente, quería saber que era eso de que había "Llegado el día", se sentía preocupada de que Steven le fuera a decir algo malo, como que se iba a cumplir una misión de la que jamás regresaría o algo mucho peor, se sentía impacienté y un poco asustada.

-Es una sorpresa, Connie. - Río y siguió guiándola hasta el gran templo.

Steven la guió hasta el templo y la sentó en el sillón.

- Ahora, no te muevas.- Connie podía casi velo sonreír y no sabia porque, ella estaba tan preocupada.

Conocía a Steven desde que eran niños, el ha sido su único amigo hasta el momento y era alguien tan especial que Siempre sentía que en algún momento, la abandonaría... Pues alguien tan mágico como el no podría dejar un maravilloso destino de gemas por alguien tan simple como ella.

Ahora, de 20 años su miedo había crecido con ella.

De repente, el portal se activo y oyó la voz de Perla y Amatista discutiendo.

- No puedo creer que hallas saltado al estómago del moustro, Amatista. -Discutía Perla molesta - Mira como nos ha llenado con su baba. - Soltó asqueada.

- Como sea, al final lo atrapamos ¿no? - Le respondo.

- Eres tan... ¿Connie? - Mencióno Perla mi nombre, la salude sin abrir los ojos.

- ¿Que haces? ¿Porque te tapas los ojos? -Dijo Amatista confundida.

- Perdí una apuesta con Steven y me hizo cerrar los ojos. -dije un tanto derrotada.- No tengo ni idea de lo que va a hacer.

De repente, oí los pasos de Steven que bajaban las escaleras, este se quedo en silencio hasta que noto a las Gems.

-Hey chicas, ¿puedo usar el portal? - Preguntó Steven.

- Claro... ¿Para que? - Respondió perla...

- Quiero llevarla a un lugar... -Steven agarro mi mano y me dirigió a la plataforma de Cristal.- Las veo luego.

Steven -Hablo Garnet con tono divertido.- Buena suerte. - No estaba segura, pero creo que sonrío.

-¿Suerte para que? ¿Que pasa? -Pregunto Perla.

- Gracias Garnet. - Dijo Steven y sentí mi cuerpo elevarse, esto era tan emocionante, lastima que no podía verlo.