Epílogo.

El tiempo es una cinta, un gélido y silencioso río

(Que nos congela a todos)

Fluye de la profundidad, profunda y rápidamente

Lo suficiente como para perderse en la corriente

Estrellándose

Estas pequeñas vidas significan todo

-¿Recuerdas el día que nos conocimos?-Preguntó Mu

-Nunca lo olvidare, mi corazón saltaba a cien por hora y pensé que se me iba a salir por la garganta. Estaba tan nervioso que no sabía que decirte, por eso te dije tamaña tontería- Le respondió Shaka riendo.

-No era una tontería, era lo que yo llamo "una manera diferente de llamar la atención"- Dijo y ambos rieron.

Era un hermoso día de otoño y extrañamente no había ninguna nube en el cielo. Pronto atardecería y una brisa fría comenzó a correr. Shaka se estremeció, aun no se acostumbraba mucho al clima, aunque ya había pasado un año desde que vivía allí. Mu percatándose de eso se acercó un poco más y lo abrazó. Al tenerlo tan cerca de si pudo sentir el dulce olor a incienso que emanaba su cuerpo y que tanto lo relajaba, también pudo sentir la suave piel de su rostro y no pudo reprimirse para acariciarlo. Shaka cerró los ojos para sentir mejor aquella calidez que lo rodeaba. Todo el lugar estaba rodeado de un color café cobrizo excepto el lago, en cuyas aguas se reflejaba el hermoso momento.

Y nadie sabe

Que va a pasar mañana

Así es que no te rindas

Hemos llegado tan lejos

-Mu, yo...-Iba a decir Shaka, pero este lo detuvo tomando su rostro y acercándole los labios para sellar su boca con un beso. Este se prolongó lo suficiente como para que ambos sintieran que el mundo y el universo entero había sido creado para que ellos vivieran aquel momento. No existían palabras para describir todo el torrente de emociones que estaban viviendo, pero se sentían tan dichosos y felices que al mirarse a los ojos supieron inmediatamente que lo que más deseaban en esos momentos era vivir toda la eternidad juntos.

Mientras ellos estaban embelesados demostrando todos aquellos sentimientos que por tantos años habían acumulado para ese momento, escucharon unos pasos que se aproximaban. Eran cuatro personas que vestían ropas estilo militar y llevaban la cabeza rapada. A Mu le llamó la atención que todos ellos llevaban el símbolo de una esvástica en el brazo izquierdo y a Shaka lo impresionó que de la nada unas negras nubes comenzaran a cubrir el cielo.

Mu entonces comenzó a sentirse mareado, por lo cual le susurró a Shaka que regresaran a la residencial, y este asintió. Comenzaron a caminar por el puente y fue en ese momento cuando Mu sintió un fuerte golpe en la cabeza.

Toma mi mano por favor

Compréndeme

Nunca estás solo

Shaka rió.

-"Ambos tenemos un destino que cumplir y lo sabemos bien, yo debo quedarme y comprender que he de hacer con mi vida, y tú debes irte para encontrar el significado de la tuya"

- ¿Destino?- Preguntó Mu extrañado.

-"La primera ves que me visitaste, ¿lo recuerdas?"- Empezó a relatar Shaka.

- Si lo recuerdo, pero ¿Qué tiene que ver…- Estaba preguntando Mu cuando Shaka lo interrumpió.

- "… Tu me preguntaste por esta puerta…"-Dijo Shaka mientras se ponía frente a ella- "Me preguntaste porque estaba aquí, siendo que antes no estaba. Aquella vez no te respondí, porque no era el momento. Pues bien, el momento a llegado…"

-Entiendo, pero insisto, ¿Eso que tiene q ver con…- Pero Mu volvió a ser interrumpido.

-"… Esta puerta, el día en que sea abierta, será el día de mi muerte…"- Ahora fue Mu el que interrumpió a Shaka.

- ¿Estas seguro?, pero si lo sabes, ¿Porque no huyes de ella? ¿Por qué no te vas conmigo?

-"Veo que aún no lo entiendes. No podemos escapar de nuestros destinos, yo como la reencarnación de mi maestro, debo quedarme aquí, y aguardar hasta que ese día llegue. Espero puedas entenderlo…"

- Entonces, entonces, eso… quiere decir que, no te vas conmigo ¿cierto?

-"Exacto"-

- Entonces esta es nuestra despedida.

-"Al parecer, pero no te preocupes, tengo la certeza absoluta de que nos volveremos a ver"- Dijo Shaka con una sonrisa.

Mu se atrevió a hacer algo que nunca había hecho. Abrazó fuertemente a Shaka, y para su sorpresa, el rubio también se dejó abrazar.

-"Como vas a partir a Jamir, ¿puedo pedirte un favor?-

-Pídeme lo que quieras- Dijo Mu mientras soltaba a Shaka.

- "¿Puedes ir al lugar donde nací?"

-¿Para que?

-"¿Cuándo estés allá lo sabrás, ahora debes irte?"

- Tienes razón-

Pero algo extraño ocurrió mientras Mu caminaba hasta la salida de la casa de Virgo, Shaka se interpuso en su camino.

-"Te doy dos segundos más de vida que compensarán los años que hiciste feliz la mía. Si no te vas, te convertirán en mi rival. Eres ya un traidor y con tu muerte haz de pagar… vete ahora… Mas tiempo no te puedo dar"-


-Ustedes son la escoria de esta sociedad- Escuchó Mu que alguien decía, pero la voz le parecía lejana. Le dolía terriblemente la parte de atrás de la cabeza y una fugaz visión de su anterior vida había pasado por su mente.

-En nombre del Führer ustedes malditos bastardos pagaran por ir en contra de los dictámenes de la naturaleza.

Mu respiró profundo, pero aun le costaba trabajo ver lo que estaba ocurriendo. Llovía de manera copiosa y su cabello le obstaculizaba un poco la visión, cuando trato de acercar la mano a su rostro se percató de que no podía moverse, alguien lo tenía sujetado por la espalda. Trato de moverse, pero lo único que consiguió fue que una fuerte patada lo golpeara en la espalda.

-Al parecer tu "amiguito" ya despertó- Dijo uno de ellos con tono burlón, y entonces Mu escuchó la voz de Shaka, pero no como acostumbraba siempre a oírla, una mezcla de seguridad y tranquilidad, sino que era mas bien un quejido desesperado. Cerró los ojos con fuerza y al abrirlos pudo ver mejor. Shaka yacía en el suelo y por lo visto tenía una herida en la cabeza ya que por su blanco rostro corrían gotas rojas.

Tienes que creer

Que todo estará bien al final

(Nadie lo sabe)

Tienes que creer

Que todo estará bien amigo

-¿Quieres darle otro besito?- Dijo uno de ellos y acto seguido comenzó a patear a Shaka. Mu gritó con todas sus fuerzas, pero el otro tipo comenzó a golpearlo aun más fuerte. Ellos reían a carcajadas y gritaban fuertes insultos mientras ellos se encontraban tan vulnerables. Mu no sabía que hacer. Dentro de sí pedía a gritos que alguien viniera, deseaba estar lejos de allí, deseaba llevarse a Shaka, deseaba salvarlo y luchaba con todas sus fuerzas pero no podía. En tanto Shaka ya no hablaba y Mu comenzó a temer lo peor. Fue en ese momento cuando una extraña fuerza proveniente de su interior comenzó a emerger y sintió que su cuerpo quemaba. Al parecer su captor también lo sintió porque lo soltó inmediatamente. Esta extraña fuerza hizo volar por los aires unos metros más allá a su captor, el cual cayó al suelo asustado. Los dos que golpeaban a Shaka dejaron de hacerlo y por la expresión de sus rostros, estaban aterrados. Esto se había salido de control, lo sabían.

-Detente o lo matamos- Dijo uno de los captores sacando un arma de su bolsillo. Era una pistola y comenzó a apuntar a Shaka. Mu se detuvo en el acto y levantó las manos. Los hombres comenzaron a retroceder sin dejar de apuntar, así que Mu se dirigió hasta donde Shaka estaba.

-Por favor dime algo- Suplicó Mu tomándolo en sus brazos.

-Te amo-se escuchó decir a la voz de Shaka, como un pequeño quejido. Unas gruesas lágrimas comenzaron a caer del rostro de Mu mientras lo abrazaba. Pero no todo había terminado. Sus captores aun los apuntaban.

Y Mu volvió a sentir aquel terrible dolor en la cabeza, su anterior captor lo volvió a golpear mientras el abrazaba a Shaka y aprovechándose del descuido de Mu, lo volvió a agarrar.

-Rápido, acabemos con esta limpieza ahora- Le gritó a sus compañeros y aquel que tenía la pistola le hizo un gesto en la cabeza al otro que estaba a su lado. Este comprendiendo el mensaje se dirigió donde Shaka y lo levantó con fuerza. Shaka estaba al límite de sus fuerzas y apenas podía mantenerse de pie. Su captor sin ningún aplomo de delicadeza agarró la mandíbula de Shaka y le levantó el rostro para que observara a Mu. El hombre del arma lo estaba apuntando y el captor de Shaka aprovechó el momento para susurrarle al oído.

-¿Que se siente no poder salvar a la persona que amas? Eres un débil y por tu culpa ambos van a morir.

Estas palabras hicieron reaccionar a Shaka y en lo que fue una milésima de segundo su cuerpo comenzó a arder, igual que hace unos momentos había ocurrido con Mu, logró liberarse de su captor el cual saltó despedido por los aires y cayó al lago quebrándose la cabeza. Shaka se movió a una velocidad impresionante colocándose frente a Mu y entonces su cuerpo dejo de brillar cayendo al suelo. Lo ultimó que escuchó Mu antes de gritar fue el sonido de las perlas del rosario de Shaka chocar contra el suelo. El grito desesperado de Mu alertó a unos transeúntes que pasaban cerca de allí, pero ya era tarde.

-¡Shaka! ¡Shaka! Dime algo ¡por favor dime lo que sea!- Gritaba Mu desesperado mientras sentía la sangre del cuerpo de su amado escurrirle por las manos. Los otros dos hombres, el captor de Mu y el que disparó volaron por los aires también cayendo al lago junto a su otro compañero.

-¿Mu? ¿Eres Tu?- Preguntó Shaka en un hilito de voz.

-Soy yo...- Le respondió Mu mientras respiraba aliviado.-No te esfuerces, pronto vendrá la ayuda. Te pondrás bien.

-Mu, Vive- Le susurró Shaka acercando su cabeza a su oído y luego cerró aquellos azules ojos para no abrirlos jamás.

La lluvia seguía cayendo de manera copiosa y comenzó a llegar la gente, entre ellos estaba Aioria que corrió rápidamente a donde estaban Shaka y Mu. Era una escena terrible y Aioria nunca olvidaría la mirada mas desesperanzadora que vería en su vida, era como si a Mu las ganas de vivir se le hubiesen ido junto con Shaka, ya no reaccionaba y cuando llegó la ambulancia, se dejó llevar sin oponer resistencia. Parecía ido, sosteniendo el rosario de Shaka en sus manos y negándose a soltarlo por lo que Aioria pensó que lo mejor era dejarlo así. Tal vez todo fuese una horrible pesadilla y despertarían al otro día sabiendo que todo estaría bien.

Y si creemos

Estaré bien otra vez

(Nadie sabe)