Dormido en sus brazos

Kano perseguía gateando a su hija Kadi, la cual ya tenía ocho años de edad, su hermano llamado Kino, de dos años, él cual poseía rasgos de su madre, estaba durmiendo en su habitación. Desde que llegó Kino, Kadi ha querido llamar la atención de su padre ya que su madre cuidaba a su hermano.

-¡Kadi! No corras, despertarás a tu hermano -Gritó Kido desde la cocina, pero vio a su esposo Kano gateando mientras seguía a su hija -¡Kano!

Kano se detuvo al escuchar el grito de Kido, se sentó en forma de indio y la miró sonriendo.

-Sólo estoy jugando con Kadi - DIjo intentando no recibir algún golpe de parte de Kido.

Kido estaba apunto de hablar pero fue interrumpida por el llanto de su hijo el cual se había despertado.

Kido miró fríamente a Kano,y fue al cuarto del Niño, él suspiró.

Kido entró al cuarto de Kino y lo tomó en brazos, el pequeño al sentir los brazos y el calor de su madre empezó a lo acariciaba y acurrucaba intentando que se volviera a dormir, cosa que funcionó. Kano entró al cuarto seguido por su hija, y vio la espalda de su esposa.

-Lo siento -Dijo Kano tristemente.

-Yo también lo siento -Dijo Kadi copiando la voz de su padre.

Kido sin mirar a Kano dijo:

-No importa.

Kano gimió enojado y se acercó a ella, la abrazó de espalda con cuidado de no despertar a su hijo; Kadi copió a su padre, pero abrazó la pierna de su mamá.

-Kano... por favor -Pidió Kido.

-Perdón -DIjo Kano marcando la voz en la primera vocal.

-Sólo... No lo despierten -Dijo Kido dejando a su hijo en su cuna y cubriéndolo con una manta.

-Kido...

-Tengo que cocinar -Dijo caminando hacia la cocina, dejando a los dos solos en la habitación.

-Papá... ¿Mamá se enojó? -Preguntó Kadi.

-No lo sé -Respondió él.

-No quiero que ustedes peleen -Dijo con lágrimas a medio caer.

Kano se agachó a la altura de su hija, le secó las lágrimas y le plantó un suave y tierno beso en la frente.

-Eso no va a pasar.

-¿Lo prometes?

-Sí, te lo prometo... vamos,dejemos a tu hermano dormir -Dijo saliendo del cuarto con su hija en silencio.

...

Kido estaba sentada en su cama peinando su cabello,mientras sus hijos yacían dormidos y Kano cepillaba sus dientes.

Kido últimamente se sentía algo débil pero decidió mantenerlo en secreto para que su familia no se preocupara, ademas que su familia no funciona sin ella, Kano no podría con la comida o el aseo como Kido.

Kido tosió, llamando la atención de su esposo.

-Kido, ¿estás bien? -Preguntó preocupado Kano.

-Sí... Solo me ahogué -Mintió terminando de toser cubriendo su cuerpo.

-¿Segura? -Dijo Kano dándose cuenta de que le había mentido, "Nunca mientas al rey de los mentirosos".

-Sí -Corrió la mirada.

Él se sentó frente a ella.

-¿Qué ocurre? -Preguntó serio.

-Nada

-Kido...

-Nada... No ocurre nada -Dijo cubriéndose con las sábanas.

-Kido, no mientas -Dijo,agarrando la cintura de Kido desde afuera de las sábanas, ella intentó liberarse.

-Suéltame.

-Oye... tranquila... no quiero pelear.

-Suéltame -Dijo empujando las manos de Kano.

Kano empujó suavemente a Kido, dejándola acostada en la cama, sin soltar su cintura, con su otra mano atrapó las manos de Kido; ella siguió luchando.

Kano la miró serio, intentando calmarla.

-Tu garganta... huele mal... y se ve hinchada -Dijo Kano -¿Te duele?

-No.

-Kido.

-¡No!

-Tsubomi.

-¡Está bien! Me duele un poco -Dijo sin mirarlo.

- Por qué no dijiste nada?

- No quería preocuparte... además... Que también es más importante los niños.

- Tu salud también lo es.

- Pero...

- Nada de "peros"... Iré a ver si tenemos remedio para el dolor de garganta- dijo soltando a Kido y saliendo del cuarto.

Volvió con una caja con varios remedios.
-Bueno... Veamos...no,no,no- exclamó buscando -No quedan.

- Kano,no importa.

- Sí, si importa- miró la hora -Diez para las Once pm, la tienda debe estar abierta aún... Iré a comprar.

- No.

Kano tomó su chaleco y se puso sus zapatos.

- Iré a comprar.

- ¡No! ¡No irás! -gritó Kido, pero se calló al instante en que empezó a sentir una punzada en su garganta -Ah!

Kano se le acercó.

- No te dejaré dormir con ese dolor... mañana dolerá más... confía en mí... No me demoraré -dijo besando la frente de Kido y saliendo a comprar.

...

Kano volvió 4 minutos después, Kido estaba sentada con un vaso de agua, a la espera de su esposo.

-¡Volví! -Se quitó los zapatos y se sentó con Kido.

-Toma... Me dijeron que debías tomar solo dos.

Kido lo miró de reojo y tomó la pastilla,se la puso en la boca y bebió agua.

-No era tan difícil -Comentó Kano.

-Cállate.

-¿Y las gracias? -Pidió Kano.

Kido gimió -Gracias.

-De nada.

-Idiota.

-Pero soy tu idiota.

-No, tú realmente eres un idiota.

-El idiota con quien te casaste y tuviste dos hermosos hijos.

-EH... ¡Cállate!

Él sonrió

El hijo menor comenzó a llorar.

-Kino... -Mencionó Kido.

-Yo iré... tú ve a dormir -Dijo parándose para ver a su hijo.

Kido volvió a su cuarto y se percató de Kadi entrando en la habitación.

-Kadi, ¿Qué haces despierta? - Preguntó Kido.

-Me despertó Kino... Mamá, ¿estabas discutiendo con papá? - Preguntó.

-No, ¿por qué piensas eso?

-Escuché gritos.

Suspiro Kido -Es que tu padre me estaba ayudando... Pero no estábamos peleando.

-¿Enserio?

-Sí... Ven,vamos a dormir -Tomó la mano de su hija y la llevó a su cuarto, la acostó y se sentó a su lado, le a acarició el pelo hasta que se quedó dormida, besó su frente y salió silenciosamente de la habitación.

-¿Kido? ¿No te dije que tenías que dormir? -Dijo Kano con su hijo en brazos.

-No esperaba que se quedara dormido en tus brazos -Sonrió.

-Eres mala.

-Estaba acostando a Kadi que se despertó con el llanto de Kino.

-Ya veo -Kano sonrió, el pequeño en sus brazos estaba moviéndose.

-Lo acostaré para que no despierte.

Kido caminó a su cuarto seguido por Kano después de dejar a su hijo en su cama.

-Kido, ¿te sientes mejor?

-Sí, ya no duele tanto.

-Me alegro.

-Kano eres mejor padre de lo que esperaba.

-EH... ¿en verdad? -Dijo sorprendido.

-Sí.

-¡Kido! -Dijo tomando su cintura y besando varias veces su mejilla -¡Te amo!

-¡Oye! -Dijo Kido sonrojada -Yo también.

Final extendido:

-¿Kido?

-¿Mh?

-¿Podríamos tener un hermano menor para Kino?

-¡¿QUÉ?! -Gritó sorprendida ante tal petición.

-¿Si?

-EH... ¡TÚ NO ERES EL QUE ESTÁ NUEVE MESES EMBARAZADA!


Nota autor:

capitulo especial, y ... ¡Perdón por lo errores ortográficos!