Sasuke Uchiha POV

Pasó casi un mes antes de que me recuperase por completo y eso que Ino estuvo viniendo todos los días a curarme las heridas, supongo que fue más grave de lo que imaginé. No creí que Danzo pudiera hacerme tantas heridas como estas, aunque claro, creo que las aumenté cuando activé el Susanoo y sé que no debí hacerlo, pero era mi única manera de proteger a Naruto y yo por él hacía cualquier cosa.

Por lo menos hoy era el día donde mi vida empezaba de nuevo, lejos de las venganzas y todo lo malo que había en mi vida, pensaba sólo en Naruto y en construir un futuro juntos, lejos de todo el mundo, lejos de Konoha, lejos de los problemas políticos de esta maldita villa. Quería irme lejos con Naruto y estaba muy nervioso, porque no sabía de qué viviríamos o qué haríamos o incluso no sabía si sería bueno vivir juntos porque ambos teníamos mucho carácter, pero por el sexo salvaje de estos últimos días, creo que me gustaría vivir con él.

Tardamos más de lo debido en llegar y fuimos con mi hermano y Deidara. Habíamos decidido ir juntos para mayor seguridad y porque Itachi estaba preocupado por mi recuperación, así que no quería dejarme a solas en el viaje con Naruto solo. Naruto me comentó que quería ir a vivir donde estaba mi hermano y creo que era por mí por lo que había tomado esa decisión, porque yo no le había dicho nada, pero después de haber estado tanto tiempo solo, ahora me apetecía estar con mi familia, con mi hermano, con Deidara, con Naruto, porque ya sentía a todos ellos como mi familia.

Estuvimos unos días durmiendo en casa de mi hermano y no nos dejaban dormir con tanto gemido de aquellos dos, iban a romper la cama o eso pensé yo, porque menudos ruidos, gritos y conversaciones mantenían mientras lo hacían, aunque también es verdad que yo con Naruto no me quedaba corto cuando lo hacíamos y sinceramente… al tercer día Naruto se cansó de escucharles y que no le dejasen dormir, así que acabamos haciendo concurso de quien gritaba más si mi hermano con Deidara o yo con Naruto. Lo peor de todo… es que creo que nos excitábamos más ambos al escuchar a la pareja de al lado.

Muchas veces pensaba que era divertido todo esto, escuchar a mi hermano en la habitación de al lado, pero por otro lado, pensaba que me gustaría estar a solas con Naruto, hacerlo por toda la casa, hacer cualquier cosa sin tener que estar mirando si estaba mi hermano o su chico por allí. Itachi nos ayudó a construir la casa y Deidara también colaboró. Naruto estuvo cada vez más cerca de mi hermano, aprendiendo a hacer este tipo de cosas y yo aproveché también para aprender.

Compartí mucho tiempo con mi hermano haciendo muebles, aprendiendo a construirlos y me encantaba estar con mi hermano, sobre todo después del odio que nos habíamos tenido por fin todo parecía relajarse, era mi hermano, ya era hora de que pudiéramos estar juntos, retomar nuestra relación familiar desde cero, como si lo de nuestro clan no hubiera sucedido jamás, nuestra vida empezaba ahora, era mi nueva vida al lado de mi hermano y viviendo con Naruto, mi chico rubio de ojos azules que se empeñaba en cumplir su sueño de ser hokage… sólo que lo había cambiado por ser hokage de mi cama, estaba muy cabezón con eso de dominarme, de ser el que mandaba y yo no iba a permitirle mandar.

Nos costó casi un mes terminar la casa, prácticamente al lado de la de mi hermano y eso me gustaba el doble, porque tenerle tan cerca me daba mucha confianza, además de vivir con Naruto que me hacía sentir seguro, estaba mi hermano y Deidara. Por primera vez en mi vida, empezaba a dormir sin armas cerca, empezaba a relajarme, a dormir como nunca había dormido, me sentía a gusto y feliz, me despertaba todos los días con aquella impresionante sonrisa que tenía mi rubio y con sus caricias.

De mi equipo, lo único que supe es que acabaron viviendo todos en el país de la lluvia y que Suigetsu, consiguió conquistar a Pain tras muchos esfuerzos, pero no me extrañaba mucho, ya conocía a Suigetsu y solía conseguir todo aquello que se proponía. En parte me recordaba a Naruto, era muy cabezón y testarudo, siempre haciendo lo que hiciera falta para conseguir todo lo que quería y deseaba, desde luego Pain… estaba en su lista y lo consiguió aunque tardase algún tiempo en conquistarle.

De Karin, supe que acabó enamorada de Jugo y eso sí me extrañó bastante más que lo de Suigetsu, pero por el simple hecho de que era tan pesada cuando estaba conmigo, que ahora me costaba hacerme a la idea de que podía estar con alguien más, pero en el fondo me alegraba, porque no era una mala chica, sólo que se equivocó al enamorase de mí, tal y como había hecho Sakura, aunque de ella supe menos, que estaba en prisión y que Naruto ya no volvió a preguntar más por esa chica.

Muchas veces cuando la nombraba, se enfadaba mucho, pero creo que era por el hecho de haber sido tan idiota conmigo por culpa de las artimañas y trucos de aquella chica, de aquellas palabras dulces y deseosas que le decía cuando soltaba una y otra vez cuánto le quería y le ponía en mi contra. En mi opinión, creo que Naruto aún se culpaba por haberse dejado engañar por esa chica para ponerse en mi contra, pero ya estaba pagando su condena igual que Danzo.

Danzo fue torturado y tras arrebatarle toda la información que tenía sobre la villa, prácticamente no quedaba nada de lo que un día fue aquel hombre, uno de los más temidos e importantes de la villa. Fue encarcelado poco después por sus crímenes y revisaron la sección de Raíz entera para asegurarse de que no había más influencias de Danzo en alguno de sus miembros.

Con algunos de la villa aún estábamos en contacto, pero no eran muchos los afortunados. Sé que Naruto se escribía cartas con Hinata y muchas veces con Ibiki para asegurarse de que todo estaba bien, yo por otro lado, contactaba más con Ino, pero porque después de su gran ayuda me encantaba hablar con ella, era una buena amiga. Ella me contaba que ya se había graduado en enfermería y trabajaba en el hospital, Kakashi seguía de Hokage y no sabía ya en quien renunciar porque odiaba ese trabajo, pero como Naruto se había negado, estaban buscando un nuevo Hokage.

A veces pensaba que habría sido bueno intentar enfrentar a la aldea, quedarme allí y afrontar el problema con tal de no romper los sueños de Naruto, pensé que quizá yo era un poco egoísta y no pensaba en él, pero aquella villa me traía demasiados malos recuerdos.

- ¿En qué piensas? – me preguntó Naruto al verme sentado en el sofá leyendo la carta de Ino.

- En que quizá deberías haber aceptado el puesto – le dije.

- No Sasuke – me comentó – estoy muy bien aquí, ser Hokage trae muchos papeles, mucho trabajo y yo quería estar contigo, no puedo permitir que una villa entera esté en contra de mi chico, así que si no te quieren a ti, tampoco a mí.

- Pero…

- Pero nada Sasuke, sé que te sienta mal, que piensas que he destrozado mi sueño, pero no, mi sueño eres tú Sasuke, te adoro, te quiero, te amo, eres todo lo que necesito en mi vida.

- Lo sé – le dije – pero a veces pienso que no soy suficiente.

- Tu eres demasiado para mí, eres perfecto Sasuke, estoy orgulloso de estar contigo, no quiero nada más.

- Vale.

Dejé de darle vueltas a ese tema y dejé la carta encima de la mesa cuando Naruto me besó con fuerza tumbándose sobre mí en el sofá. Coloqué mis manos en su cintura y le besé con pasión metiendo mi lengua en su boca recorriéndola entera y jugando con su propia lengua sin dejarle entrar en mi boca, porque si alguien mandaba aquí, ese era yo.

Naruto cogió mi rostro con fuerza y lo inmovilizó para meterme la lengua con fuerza demostrándome esta vez él a mí que él era quien iba a dominar. Metió sus manos bajo mi camiseta y empezó a quitármela. Colé mis manos también bajo su camiseta y sonreí pensando en cómo ahora ya podía moverme de nuevo.

Le di la vuelta subiéndome yo arriba y es que no iba a dejar a Naruto controlarme hoy, ya había estado demasiado tiempo sin poder moverme por las heridas como para soportar también cuando estaba ya bien que él dominase. Naruto sonrió y agarró mi nuca acercándome para volver a besarme mientras con su otra mano empezaba a bajarme el pantalón.

Cogí sus manos apartándolas de mí y sujetándolas con fuerza a cada lado de su rostro mientras él sonreía y yo le comentaba que se estuviera quieto, porque hoy, él era mío. Me gustaba mucho su sonrisa pícara y también sonreí antes de besarle y recorrer cada centímetro de su pecho con mi lengua. Le besé entero, le mordí y le hice un chupetón en su abdomen marcando que era completamente mío.

Bajé su pantalón y empecé a lamer su miembro con ganas, dándole tanto placer como se me hizo posible, escuchándole gemir, viéndole cerrar los ojos y encorvando su espalda mientras gritaba que siguiera haciéndolo, que profundizase más, que aumentase el ritmo y así lo hice, logrando sacar aún más gemidos de su parte.

Naruto agarró con fuerza mi cabello indicándome que subiera con una gran sonrisa y me besó mientras su mano cogía mi miembro y empezaba a masajearlo dándome un gran placer, porque a este paso, aguantaría poco, Naruto me excitaba demasiado, incluso sin apenas tocarme me excitaba.

Metió sus dedos en mi boca para que los lamiera y lo hice para que pudiera preparar mi entrada y me encantó cuando empezó a meter sus dedos en mi interior, quería disfrutar de él, quería sentirle dentro, quería ser suyo y grité cuando sentí como empezaba a entrar en mí con cuidado mientras él hacía unos sonidos muy varoniles que me volvían loco.

Escuché de nuevo el vocabulario sucio de Naruto y es que ya casi me había acostumbrado a escucharlo. Tal y como él me pidió, le monté, empecé a moverme de arriba abajo clavándome su miembro en mi interior, hundiéndome hasta el fondo en él mientras ambos gemíamos y disfrutábamos. Aumenté la velocidad cuando noté a Naruto volver a tocar mi miembro para darme más placer aún y al final, acabé corriéndome no sin antes hacer que Naruto también se corriera en mi interior. Sentir toda su esencia dentro de mí era la mejor sensación de todas, porque sabía perfectamente… que yo sólo podía ser de este rubio cabeza hueca, pero es que lo adoraba y si todos y cada uno del resto de mis días iban a ser como hoy, al lado de Naruto, teniendo sexo y sin problemas ni venganzas… empezaría a conocer lo que era la felicidad, porque Naruto era el único capaz de darme la felicidad, él era el único en mi vida y por mucho que me hubiera costado darme cuenta, ahora lo sabía y él también.

Puede que no tuviéramos nada, que tuviéramos que empezar de nuevo lejos de nuestro lugar de origen pero estábamos juntos. Pensé en Deidara… porque él fue nuestro juguete, un simple juguete para un par de Uchiha pero ahora mismo… yo me sentía, como un juguete para Naruto y me encantaba, porque él… también sería mi juguete y jamás le compartiría con nadie. Amaba a Naruto Uzumaki, rubio hiperactivo y hokage en mi cama.