Kagome 17 años, Inuyasha 19 años
NOTA: Ningún personaje per pertenece.
Espero que disfrute este primer cap.
Me voy de tu vida:
Era un día muy hermoso, el clima casi perfecto con algo de viento que lograba refrescarte en donde se encontraban dos adolescentes una de ellas era Kagome, la sacerdotisa del futuro y sango, la exterminadora, ambas estaban en las aguas termales disfrutando de un merecido descanso por la intrnsa busca de los fragmentos.
-Y dime sango ¿Cómo vas con el monje Miroku? Ya pasaron dos años- Le pregunto Kagome su mejor amiga de ese tiempo mientras seguía sumergida en el agua hasta el mentón.
-Con ese pervertido estamos igual que siempre, me gustaría que cambie pero sé que es algo imposible, cada vez que vamos a una aldea le pide a cualquier muchacha que tenga un hijo con él- Dijo tristemente y algo molesta, pues no era novedad que ese monje siempre proponía el tener un hijo con la mucha que el creyera linda, hasta había tenido la osadia de pedírselo a Kagome cuado tuvo la oportunidad.
-ay no te preocupes, veras que cuando Naraku sea destruido el va a decir lo que siente por ti- La animo con una sonrisa.
-Tal vez tengas razón, bueno voy a salir- Informó mientras se levantaba dejando a la vista su cuerpo dándole la espalda a Kagome
-Esta bien yo salgo en unos minutos- Ella asintió y se termino de vestir, una vez que Kagome ya no la veia respiro hondo y se sumergió en sus pensamientos. '' ¿Y que va a pasar conmigo? ¿acaso Inuyasha se va a ir con Kikyo al infierno?'' Ese pensamiento rondaba por su mente haciendo que se sintiera muy deprimida ya que sea cual sea su decisión ella iba a aceptarla.
Se levanto para cambiarse, se coloco el uniforme del Instituto y estaba apunto de ir con sus amigos cuando vio unas serpientes caza almas.
-Kikyo- Susurro ella, las serpientes se le acercaron ''al parecer Kikyo quería que vaya a verla'' Pensó y empezó a seguirlas algo desconfiada hasta que llego donde las serpientes la dirigian, lo primero que vio fue a a Inuyasha hablando con Kikyo.
Kikyo estaba recostada sobre un árbol mientras sus serpientes les entregaban sus almas. Kagome, como solia hacer en esas aituaciones, se escondió en unos arbustos y escuchaba la conversación.
-Veo que viniste, Inuyasha- Dijo Kikyo.
-Fesh... claro que iba a venir jamás podría dejarte.
-¿Ni siquiera por esa niña?- Pregunto seriamente sin quitar su mirada de esos orves dorados.
-Tu eres más importante para mí que cualquier persona en este mundo yo solo te quiero a ti- Respondió tan seguro que Kikyo simplemente sonrió.
-Debo irme, Naraku sigue en movimiento y debo encontrarlo, adiós Inuyasha- Dijo Antes de desaparecer.
Kagome no aguanto más y se fue con las lágrimas que corrian en sus mejillas, no supo de donde había sacado tal energía, unos minutos después quedo frente al pozo, al tocarlo no aguanto más y rompió en llanto, dejando que todo el dolor que había sentido sea descargado en cada lágrima y sollozo.
Punto de vista de Kagome:
Las palabras de Inuyasha se quedaron rebotando en mi mente mientras lloraba, su voz tan segura al decir esas palabras me había hecho sentir que no era nada, aunque siempre lo había sabido pero ahora escucharlo de su boca había sentido como me desgarraba por dentro.
''Kikyo tiene razón, yo no pertenezco aquí, ella siempre lo dijo'' Pensé ''Es mejor que me vaya, nada tengo que me mantenga aquí'
Me tire directo al pozo para volver a mi tiempo, era de noche y la noche era fresca, se suponia que mi familia estaba durmiendo, entre a la casa con el mayor cuidado posible comenzando a caminar hacia mi habitación, al ingresar solo me acoste dejando que mi cuerpo se relajara hasta quedarme profundamente dormida aun con los rastros de lagrimas.
A la mañana siguiente:
baje lentamente por la escaleras, su cabello despeinado y sus ojos algo rojos, ella entro a la cocina y se encontró con Sota sentado en la silla junto a su celular y a su mamá haciendo el desayuno.
-Hola mamá-Salude en un tono neutro.
-Kagome, pero ¿que te pasa? te noto algo mal ¿sucedió algo?-Pregunto mi madre mientras se acercaba a mi dejando un tazón con cereal y leche para mi hermano.
-Nada mamá, solo que estoy algo cansada, no pude dormir- Conteste con una sonrisa forzada. -¿y el abuelo?- Pregunte para cambiar de tema.
-Él se fue a visitar a un viejo amigo- Respondió . -Hija te llamo Eri ya que son las vacaciones de verano y te quería invitar a un campamento y...-
-Y le dijiste que no ¿Verdad?- Pregunte interrumpiéndola.
-Bueno, no, le dije que estabas con fiebre pero que tratarías de llamarla ¿Y entonces iras? -Pregunto curiosa.
-No podre, tengo que buscar los fragmentos de la perla para poder quedarme aquí como una chica normal- Respondi con amargura, ese iba a ser mi objetivo así no me iban a quedar ataduras con aquel tiempo.
-eh... bien yo se lo diré- Dijo ella con una sonrisa. -¿Y cuando te irás?
-Hoy, a la tarde no quiero que Inuyasha me venga a buscar- Conteste mientras me daba la vuelta. -Iré a empacar-
Sota giró hacia mi y vio como me iba de nuevo a las escaleras para volver a mi habitación aunque pude oír sus últimos comentarios.
-Mamá ¿crees que peleo con orejas de perro?- Pregunto Sota.
-Eso parece- Dijo ella con un tono de tristeza pero rápidamente sonrió. -Oye hijo recuerda bañarte, hoy iras al cine con tu novia-Dijo alegre.
Rápidamente Sota oi como se ponía nervioso y seguramente sonrojado.
-Si es verdad. Dijo parándose aun mas nervioso. -Me voy a bañar ahora mismo... adiós mamá-Dijo mientras salía corriendo a las escaleras casi chocandome voltie a ver a mi mamá quien no pudo evitar sonreír.
Llegue a mi habitación y me peine mi cabello en una coleta alta y Aliste mi besito blanco que era hasta las rodillas con unas sandalias negras.
-Me llevare el uniforme de la escuela, ya no iré mas al otro instituto- Dije para mí misma y agarre una valija de mi ropero.
Era lo suficiente pequeña para que la logre sacarla del pozo sin ayuda, abri la valija y puse toda la ropa que me sirviria para el viaje, estaría todas mis vacaciones en la época feudal.
cerre la valija y me sente en la silla del escritorio saque una hoja junto una lapicera, respire profundo y empezó a escribir:
''Inuyasha:
Cuando termines de leer esto no quiero que me busque, te quiero agradecer todo lo que hiciste por mí pero creo que es suficiente, yo se que era importante para ti porque podía ver y sentir los fragmento de la perla, pero como sabes no soy la única, Kikyo también lo puede hacer y no creo que sea justo que yo esté a tu lado mientras que ella quiere estarlo, así que ahora podrás hacerlo, yo buscare los fragmentos por mi cuenta y no trates de seguir mi rastro por que va a ser en vano. Ve a mi tiempo cuando lo desees a buscar las cosas que necesites pero yo no iré a mi tiempo hasta que la perla este destruida al igual que Naraku.
Inuyasha por favor no me busque yo estaré bien.
Saluda a nuestros amigos de mi parte y dile que me disculpen.
Lo siento Inuyasha, pero adiós.
Atentamente Kagome''
no pudo evitarlo y senti como cayeron algunas lagrimas sobre la hoja, rápidamente la doble y la puse en un sobre. Agarre una campera color azul marino que tenía colgada y la valija, puse la carta en el bolcillo de delante de la valija, y Sali de la habitación.
Al salir me encontre con mi mamá que sostenía una mochila y una sonrisa cálida.
-Hija creo que es mejor que lleves esto, es comida para tu viaje. Dijo ella.
-Gracias mamá- Dije con una sonrisa y tome la mochila, ella siempre a preocupaba por mi.
-Hija, dame un abrazo y cuídate por favor- Dijo abriendo los brazos, yo sonreí y asenti para acercarme y poder abrazarla.
-Lo haré mamá no te preocupes estaré bien-Dije mientras la abrazaba más fuerte.
-Lo sé, se que Inuyasha te protegerá- En ese momento me solto y vio que mi cara cambio completamente. -Hija ¿Qué pasa?
-Nada mamá solo que estoy algo cansada, bueno es mejor que me vaya sino van a estar enojados-
_ Está bien hija...- Sabía que no estaba convencida con mi respuesta pero también sabía que ella no iba a precionarme.
-Ah mamá, si viene Inuyasha y pide comida, dásela yo no creo venir ya que sabes como soy y voy a querer quedarme aquí así que no te preocupes- Dije con una sonrisa. -Bueno me voy, saludos a Sota y el abuelo- Dije mientras bajaba corriendo las escaleras y salir al patio para ir donde se encontraba el pozo.
Al llegar al pozo no pudo evitar sentir un gran dolor que oprimía mi pecho pero antes de saltar me agache y abri la valija para sacar una botella de perfume el cual me rocie un poco por mi cuello y pelo, volvi a guardar el perfume, respire profundo y salte por el pozo...
Al salir vi el hermoso paisaje pero con lo triste que estaba no pude apreciarlo como siempre ya que lo veía como una despedida
Camino lento hasta llegar a la aldea, podía ver a la gente que ya no veía con sorpresa la primera vez y no pude evitar recordar el día en que me habían llevado atada diciendo que era un demonio.
-KagomeDijo una señora mayor la cual reconocí al instante
-Señora Kaede- Conteste mientras hacía una reverencia.
-¿Qué es esa cosa que tienes? -Pregunto.
-Ah esto, es una valija, sirve para llevar cosas como una mochila solo que con esto se llevan mas- Dije con una sonrisa, siempre era divertido ver sus reacciones antes las cosas que llevaba. _ ¿Los chicos están?
_Lo siento pero no, Sango se fue a la aldea junto a Shippo, Miroku y Kirara-
-oh ya veo-Dije simplemente.
-En cuanto a Inuyasha, el se fue a lo de Totosai.
-Bien entonces esto va ser más sencillo- Las despedidas no iban a ser buenas por lo que eso me ayudaba a soportar aún más todo.
-¿Qué quieres decir Kagome?
-Escuche señora Kaede e decidido hacer la búsqueda por mi cuenta- Su cara de sorpresa no se hizo esperar y me vio confunida
- ¡¿Qué pero como vas hacer eso?!-Grito Kaede preocupada.
-Perdone pero nada me hará cambiar de opinión, quiero que le entregue esto a Inuyasha. Dije mientras abría el bolcillo de la valija y sacaba la carta, en ese momento sinti que un nudo en la garganta se formaba y las ganas de llorar volvieron.
-Veo que no cambiaras de opinión, yo se la entregare pero esto no es la mejor idea, por favor Piénsalo- Pidió mientras tomaba el sobre.
simplemente asinti y le entregue la mochila que me habia entregado mi madre, sonrei para voltearme e irme.
-Espera Kagome ¿A caso tienes el perfume de las hiervas para que Inuyasha no te encuentre?
_A si es, así el no podrá buscarme, adiós- Dije mientras me alejaba, Kaede suspiro y no protestó, sabia que debía hacer esto era mi mejor opción y no había vuelta atrás...
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Hola, bueno así termina el comienzo de esta historia, espero que les agrade.
Besos
