CAPÍTULO I: FRUSTRACIÓN

Un día como cualquier otro, en la mansión Sakamaki, eran las 4 de la madrugada y Yui se encontraba en su habitación intentando descansar, pero las heridas en su cuerpo le impedían tomar ese descanso. Sin importar cuánto llorara o gritara o se lamentara de su situación, nadie la podía ayudar, pues sólo se trataba de "una simple humana", un "ganado", una "presa" o al menos, eso es lo que aquellos vampiros decían sobre ella, no existía una pizca de bondad en sus corazones, a veces cuando la situación parecía bastante intensa, se detenían; sin embargo, no significaba que no iban a continuar en otro momento, puesto que la sangre de Yui, era especial.

Era frustrante cada momento que pasaba en esa mansión, nadie la ayudaba, nadie la comprendía, tal vez sólo uno, un vampiro con cabello blanco, encantador por donde se lo mirase. Se podía decir que la entendía porque el dolor que ella pasaba, él de alguna manera lo había sentido antes, pero eso no quitaba el hecho que necesitaba alimentarse de ella, a pesar que una vez intentó ayudarla a escapar.

Mientras Yui se fue a limpiar sus heridas al baño, pensaba de sobremanera en su relación que tenía con aquellos 6 vampiros y también se acordó de otros 4, los hermanos Mukami. En algún momento, ella debía decidir con quién iba a quedarse, a quién le iba a permitir que beba su sangre de aquellos 10; pero por más que lo pensaba, no daba con la respuesta, sabía que ese era el papel de una "novia sacrificada", aunque las heridas en su cuerpo le decían otra cosa: "huye de este lugar, nunca llegarás a ser feliz."

En ese momento, uno de los hermanos Sakamaki entró al mismo lugar que ella, uno de sombrero negro y con un listón rojo, muy particular.

POV YUI

Estaba limpiando mis heridas, últimamente los Sakamaki y los Mukami se alimentaban más seguido de mí y mis pensamientos continuaban volando, por lo que no me di cuenta cuando uno de ellos entró al baño.

Raito: Bitch – chan, ¿Qué estás haciendo?

Yui: ¡Raito - kun! ¿Cuándo entraste al baño?

Raito: Nfu… Creo que esa pregunta está de más, de todos modos, ¿me vas a decir lo que estabas haciendo?

Yui: mmm… estaba limpiando mis heridas ya que no podía descansar.

Raito: Pero bitch – chan, quién necesita descansar en este momento, la noche es joven y podemos disfrutar un poco más de nuestros cuerpos, no crees?

Yui: ¿Qué estás diciendo Raito – kun? Yo sólo deseo dormir, estoy agotada.

Raito: Entonces deja eso ya y vayamos a "dormir" - Tomando a Yui de uno de sus brazos).

- Parecía que Raito NUNCA comprendería como me sentía, por el exterior sólo parecía cansada, pero por dentro sentía tanta frustración de no poder hacer nada, de ser tan débil, de no poder llegar a ellos. Así que le pregunté:

Yui: Ne, Raito – kun… ¿Algún día me considerarían como una amiga o una persona querida para ustedes en vez de una presa?

- Parecía que Raito – kun no se esperaba una pregunta como esa, puesto que se detuvo cuando estábamos cerca de mi cama.

Raito: Nfu, Bitch – chan tú ya eres alguien especial para nosotros – sonrió maliciosamente.

Yui: ¿Eh?

Raito: Verás Bitch – chan – arrojando a la cama a la rubia sin nada de delicadeza - es cierto que eres diferente a las otras novias sacrificadas que hemos tenido y también que tengamos nuevos enemigos a partir de tu llegada, por lo que si tú te refieres a ser alguien a quien amemos con intensidad, eso no será posible.

- En ese momento, estaba segura que mi rostro inundaba tristeza, al punto de querer llorar, así que le seguí preguntando antes de que eso suceda:

Yui: ¿Por qué dices eso, Raito – kun?

Raito: nfu… ¿acaso eres idiota Bitch – chan?- ensombreció su rostro y miró fijamente a Yui - Deberías saberlo bien, nosotros podremos jugar contigo, hacerte sentir placer con nuestras mordidas y de vez en cuando decirte las cosas que quieres oír, pero eso no cambia el hecho que nosotros conozcamos lo que significa amar a alguien, entre nosotros sólo existe el odio y la muerte. Así que las cosas no cambiarán, y ni tú ni tu fe podrán ayudarnos al respecto, por lo que sólo deberías ahogarte en mis caricias – dijo sonriendo maliciosamente para clavar sus colmillos en el cuello de la rubia.

POV NORMAL

Yui no respondió y no era necesario, su rostro se había cubierto de lágrimas. Una vez que Raito terminó de beber su sangre, salió de la habitación sin previo aviso. Parecía que esa pregunta que le hizo, lo dejó lo suficientemente sorprendido para no continuar con su juego.

Fue entonces cuando la rubia se acordó de todos los momentos que vivió con los Sakamaki y los Mukami, algunos buenos como la vez que fueron al Carnaval y disfrutaron de todos los eventos; y otros malos, como las veces que la herían a propósito. Pero esta vez era diferente, ella lo comprendió, ya no era necesario seguir con su fe hacia esos vampiros, siempre sería lo mismo, lo único que necesitaba en ese momento era calmarse y pensar en cómo abandonar ese lugar.