Disclaimer: Los personajes de SNK no me pertenecen son de Hajime Isayama.


Algo, algo estaba molestando a su pareja, y no saber qué era lo tenía arañando las paredes. Eren llevaba mucho tiempo en su cuerpo de dragón por lo que gruñir, bufar y doblar el cuello como un pájaro eran cosas que no controlaba muy bien. Siete a ocho años en esa forma hacia qué cosas simples como esa fuesen difíciles de olvidar, sobre todo lo de doblar el cuello.

Encaramarse en un árbol tampoco era algo que podía evitar. Le encantaba sentir el susurro del viento en su rostro o escuchar la suave melodía de las hojas rosándose unas con otras, acariciándose furtivamente como los amante. Como en este momento. Cerrando los ojos dejo que el viento se llevase parte de sus preocupaciones. Detestaba ese sentimiento, siete años viviendo preocupado hacían que uno llegase a odiar ciertas cosas y Eren podía decir sin ninguna duda que odiaba que el hombre que amaba lo hiciese preocuparse por él.

Rivaille, su amada pareja.

Abrió los ojos y su mirada fue directa hacia el hombre que lo tenía todo de Eren. El hombre era tan cerrado que si no fuese por el vínculo que los conectaba, Eren no sabría que algo lo molestaba y le causaba dolor. Pero no podía encontrar la razón. Bajando lentamente del árbol evito hacer ruidos y se acercó a su pareja; su aroma lo inundo a solo unos metros y sin poderlo evitar su dragón quiso salir para restregarse contra él. Cerrando los ojos evito que este emergiese, inspirando profundamente lo controlo y lo volvió a retener dentro de él.

Evitando las ramitas secas redujo la distancia que los separaba. Levi se encontraba ahora dormido profundamente con la espalda apoya contra el tronco del árbol, su cabeza caía sobre su hombro lo que seguramente cuando despertase le causaría un jodido dolor en el cuello y sus manos estaban apoyadas unidas sobre su vientre. Lo observo unos momentos, memorizando en su mente todos los detalles de su pareja, desde el cabello tan negro como la noche sin luna, sus finas cejas que se encontraban un poco fruncidas, su nariz respingada que estaba roja en la punta por el frio que estaba cayendo a esa hora de la tarde, sus labios antes rosas ahora un poco pálidos y entreabiertos, y su piel blanca como la porcelana que el sentía le pedía a gritos que marcara de un bonito color rosa.

Suspirando, se arrodillo y tan lentamente como pudo levanto a su pareja del suelo. El hombre pareció querer despertarse pero diciéndole en un susurro que siguiera durmiendo este solo acomodo su rostro en su cuello y se dejó ir. Sonriendo un poco volvió con su amante a la rama del árbol y acomodándolo sobre su regazo cuido del sueño del hombre que se acomodó rápidamente sobre su cuerpo buscando su calor.

Apoyando su barbilla sobre los cabellos negro cerró los ojos respirando el dulce aroma del hombre que amaba.

«––––– –––––»

Se sentía tan bien allí, apretando el rostro contra la caliente almohada inspiro el masculino aroma que esta desprendía, fue cuando la almohada vibro contra sus labios en lo que imposiblemente podía ser un gruñido que se dio cuenta de los brazos que lo rodeaban y de la presión de algo apoyándose en su cabeza.

Eren.

Fue lo primero que le grito su mente y sin dudarlo alejo su rostro y lo que más pudo su cuerpo del otro. Sentirse caer fue lo que causo que un grito se apresurase a querer salir de su boca, mas tuvo que tragarlo cuando su caída nunca llego y los mismo brazos que antes lo acurrucaban ahora lo sostenían para que no cállese en picado.

–Suéltame animal– susurro cuando Eren lo bajo al suelo y el sin ningún miramiento tiro de sus brazos fuera del agarre del dragón. Lo único de malo en esto no fue el dolor que se reflejó en los ojos de Eren, sino el vacío que sintió cuando este dio dos pasos atrás como si Levi lo hubiese abofeteado o escupido en la cara. Pero fue incluso peor ver aparecer una muralla de hielo en sus ojos siempre cálidos y que este después se inclinase levemente antes de que le diese la espalda y desapareciese en medio de los árboles.

Y solo cuando ya no estuvo en su mira fue que se dio cuenta de cuanto frio realmente hacía en este lugar. Con los dientes castañeándole se abrazó a si mismo antes de volver a la cabaña, aun cuando lo que más quería era a unos cálidos brazos apretándolo contra un caliente cuerpo tras una cortina de agua como arrullo.

«––––– –––––»

– ¿Qué estas tratando de decirme padre? – Eren levanto su mirada a su padre quien aun cuando se la sostuvo unos segundo término rindiéndose y bajándola. No comprendía muy bien a que se debía pero parecía que a todos les daba por bajar la vista cuando los miraba fijamente por lo que le dijeron era por su presencia y sobre todo por la del dragón, que parecía actuar como un verdadero altanero con todos ya sean humanos o dragones. Bueno con todos excepto uno.

–Hijo, ¿podría hacer retroceder a tu dragón? No pretendo hacerte daño– su padre parecía cada vez más pequeño y por primera vez se dio cuenta de la pequeña sombra que se extendía desde su cuerpo y parecía querer hacer desaparecer la de su padre. Recordar a su pareja tenía por consecuencia que su dragón se agitase y este parecía querer desquitarse con el primero que estuviese enfrente, si solo tuviese al que le metió dudas en la cabeza a su pareja. Cuando vio a su padre quejarse en un jadeo ahogado fue que trato de apartar sus otros problemas.

–Lo siento– le dijo mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente. Volviendo a mirar a su padre noto como este no lo miraba a los ojos aun cuando el había retraído a su dragón, lo que significaba que algo lo estaba molestando y seguramente incumbía a Eren. Joder, más problemas.

–No te preocupes– solo en ese momento se dio cuenta que su padre estaba de pie frente a él, con los brazos tras su espalda y la cabeza gacha, más que su padre parecía… un sirviente. Incomodo se aclaró la garganta y cuando los ojos de su padre se encontraron con los suyo le indico el sofá a su lado. Sabía que su padre lo hacía sin pensar, incluso él a veces se olvidaba de lo que causaba en otros dragones.

Sentándose en el sofá que estaba a su lado pero no muy cerca de Eren, su padre lo observo en silencio antes de que Eren apartase la mirada hacia la ventana y notase que ya estaba bien avanzada la noche. Cerrando los ojos un segundo lo busco, estaba durmiendo en su cama en la habitación. Casi podía ver su rostro relajado y el suave movimiento de su pecho al respirar, como deseaba poder estar a su lado, acurrucado contra su cuerpo, enredar esas delgadas piernas en las suyas y acariciar su suave piel. Levi se agito en su sueño, acomodándose en la cama volvió a dormirse con una mano apoyada tranquilamente sobre su pecho.

–Podrías explicarme de nuevo– pidió cuando se dio cuenta que en realidad no había escuchado nada de lo que su padre dijo en esos segundos que estaba viendo a su pareja dormir. Dios, debía dejar de observarlo por tanto tiempo, sobre todo ahora que había vuelto a su forma humana y sus poderes y sangre despertaron. Miradlo, hace solo unas semanas era un simple dragón encerrado en su forma de escamas, y ahora era el líder de un completo grupo de dragones.

Demonios, estaba tan jodido.

–Los demás dragones quieren conocerte tanto a ti como a tu pareja, además algunos han ido tan lejos como para preguntar si tu vástago ya esté en el vientre de tu pareja– eso ultimo lo desconcertó un poco, pero solo fue un poco antes de que su dragón vibrara en su cuerpo y el piso temblase cuando una pequeña ráfaga de su poder salió desde su interior. ¿Qué demonios le importaba al resto si su amante ya estaba preñado o no? ¿Quién jodidos les daba ese derecho?

–Que quede claro esto– gruño levantándose del sofá y aun cuando trato de no sonar muy tajante con su padre quien no tenía culpa de esto, su dragón no escuchaba y solo exigía –Lo que pase con mi pareja es algo que solo nos incumbe a nosotros dos, nadie puede opinar sobre esto– Caminado rápidamente salió del salón y fue por el pasillo donde su pareja se supone dormía. No se sorprendió al verlo de pie en el marco de la puerta ya que seguramente se hubiese despertado al sentir su enojo. Levi lo miro mas no dijo nada, solo lo observo a los ojos sin desviarlos en ningún momento.

Se detuvo frente a él y pudo ver su lucha interna, entre preguntar o simplemente darse la vuelta y dejarlo solo. Tomándolo por sorpresa acaricio su mejilla con las puntas de sus dedos, recorrió su mejilla, su mentón y por ultimo su cuello, allí donde sus dientes aún tenían la suave piel marcada. Lo vio cerrar los ojos y como su cuerpo se estremecía, incluso vio cómo se entregaba a su toque, sería tan fácil tomarlo en sus brazos y llevarlos a la cama para disfrutar de sus cuerpos juntos.

Inspirando hondamente se llenó del aroma de su pareja, del dulce elixir de su cuerpo, de la suavidad de su piel. Contra todo su salvajes deseos dio un paso hacia atrás, noto los verdes ojos abrirse confundidos y solo pudo sonreír tristemente antes de inclinar un poco la cabeza en forma de despedida y después girarse e irse por el pasillo.

No era momento de comportarse deliberadamente, por muy dispuesto que estuviese su pareja. No ahora que tenía a un grupo completo de dragones quienes pedían su atención.

«––––– –––––»

Acariciándose el pecho se giró en la cama, algo lo estaba molestando allí donde su piel tenía la marca de la cicatriz. Rasguño la piel cuando la comezón se hizo más insistente, sentándose en la cama se abrió la camisa y vio las escamas negras que se formaban alrededor de la marca. Aun medio adormilado no comprendió a que se debían, no fue hasta cuando escucho los gritos provenir de la cocina que reconoció a su pareja.

Levi.

Saltando de la cama corrió rápidamente hasta la cocina pero no alcanzo a llegar cuando las palabras de su madre lo detuvieron.

– ¡No eres más que un obstáculo! – grito su progenitora con tanto rencor que Eren no pudo comprender como una mujer tan dulce como lo era su madre pudiese decir eso con tanto énfasis. Incluso cuando las palabras no eran para él su pecho dolió y las escamas se expandieron por su pecho – ¡Como desearías que desaparecieras de esta casa y de nuestras vidas! Maldigo el día en que Kenny te trajo– Sin siquiera pensarlo Eren se adentró en la cocina y buscando a su pareja con la mirada lo encontró de pie en medio de la habitación aparentemente tranquilo, se acercó a él y sin dudarlo un segundo lo atrajo dentro de sus brazos. Levi no se quejó ya que realmente parecía estar en otro mundo.

–Ve por tus cosas– fue lo único que le dijo a Levi quien aún medio ido despertó al escucharlo hablar tan cerca. Vio el dolor en sus ojos cuando inclino su rostro y sus miradas se encontraron, más simplemente asintió con la cabeza mientras se giraba y se iba de la habitación.

Inspirando hondamente se volvió a su madre quien se encontraba pálida apoyada contra la mesa, sus ojos miel lo miraban con miedo y arrepentimiento pero eso no haría cambiar de parecer a Eren. No cuando su pareja había sido tratada de esa manera por nadie más que su madre.

–Eren…–

–No te preocupes, nos iremos en unos minutos– dijo tratando con toda su fuerza de controlar al dragón –Tenía planeado postergar mi ida al castillo de vita pero no puedo estar aquí si mi pareja no es bien recibida. Madre, espero verla cuando sus sentimientos hayan cambiado a favor de Rivaille, hasta ese momento espero no se atreva a aparecer frente a mi persona o no tendrá que responder a mí, sino a mi dragón– y como muestra de dichas palabras dejo que su dragón apareciera parcialmente en su rostro, su madre no pudo evitar agachar la mirada –Nos vemos–

– ¿Eren que está pasando? – pregunto su padre cuando entro corriendo y fue directo hasta su madre.

–Dile a madre que te lo explique, yo ahora iré por mi pareja y nos marcharemos– Levanto la barbilla como su dragón le pedía que hiciera, logrando que sus padres bajaran la cabeza –Adiós padre –

Ni cuando su padre le grito que esperara se detuvo de ir hasta la habitación de su pareja, Levi se encontraba sentado en el borde de la cama con la mirada perdida, sus manos unidas caían entre sus piernas.

–Sabias que ella me odiaba, por eso querías que nos quedáramos– lo escucho susurrar, sin saber de qué estaba hablando se adentró en la habitación queriendo llegar hasta él. Pero cuando Levi levanto la mirada solo encontró su característica mirada helada y vacía, no lo quería cerca –Ella dijo que era un estorbo, ¿Por qué no le haces caso y me dejar ir? Todos estaríamos mejor de esa manera– la fácil sonrisa que apareció le dijo cuan dolido estaba en realidad Levi por las duras palabras de su madre, y Eren aun no podía comprender porque la mujer las había dicho, no lo entendía.

–No puedo hacerlo y lo sabes– dijo roncamente mientras acortaba el espacio que los separaba se detuvo a un metro y como venía siendo desde hace días, esa distancia física que los separaba no era nada comparada a como de lejos realmente sentía a su pareja. Levi no comprendía cuan dolido se encontraba él como su dragón por su rechazo.

–Solo estas alargando lo inevitable– poniéndose de pie Levi se dirigió hasta el armario en donde la ropa de este estaba desde hace días. En realidad era ropa que su madre había estado comprando en todos estos años pensado que, cuando Eren volviese a su forma humano la necesitaría. Ahora la ropa que en realidad no fue usada y era del tamaño de Levi había pasado a ser de él, lo que era una gran cantidad de ropa.

–Guarda lo necesario para tres días, el resto lo mandaremos a buscar cuando lleguemos a Vita– volviendo sobre sus pasos se dirigió al pasillo pero debería haber sabido que su pareja no lo dejaría ir con lo anterior dicho.

–Espera un maldito segundo– girándose Levi lo enfrento con la mirada – ¿Qué demonios es Vita? – la tentación de reírse fue grande al ver como su ceño se fruncía más de lo normal y su boca formaba un rictus que hacia incluso más deseables sus labios. Mordiendo sus propios labios observo a su jodidamente caliente pareja.

–Es el castillo en donde deberíamos estar viviendo desde que nos apareamos– supo por el gesto incomodo en el rostro de Levi que no le gustaba como sonaba eso – ¿Acoplamos? ¿Tuvimos sexo? – presiono con sorna. No pudo evitar reírse esta vez al verlo rodar los ojos –Solo recoge lo necesario… aunque si fuera por mí no necesitarías usar nada– lo último lo susurro más para sí mismo mientras sus ojos recorrían el cuerpo delgado pero firme del otro hombre, le sonrió ufano cuando sus ojos se encontraron y él lo miro con reproche –Cinco minutos– riéndose levanto las manos en señal de rendición mientras se iba por el pasillo.

Sonrió como hace días no hacia cuando escucho a su pareja bufar, por lo menos ya no estaba tan frio.

«––––– –––––»

¿Cómo era posible que Levi demorase tanto en guardar tres malditas mudas de ropa? Si hubiese sabido que demoraría tanto el mismo habría hecho aparecer algunas de ellas junto a la bolsa de Eren. Enfadado por la demora del pelinegro volvió a la habitación de este, tuvo que volver por toda la maldita casa ya que se encontraba fuera de esta. Se detuvo cuando escucho voces. Si era su madre de nuevo le prohibiría el ir a verlo durante un año, pero se sorprendió al escuchar la voz de un hombre.

Kenny.

¿Qué demonios hacia ese hombre dentro de la casa? ¿Cómo jodidos logro entrar cuando Eren había prohibido su entrada en sus tierras? Encerrando a su dragón controlo todo tipo de energía que saliese de su cuerpo, concentrándose en ocultar su presencia.

–Escúchame mocoso, te estoy diciendo que no debes dejar que te lleve al castillo, una vez que entras es imposible que salgas si no es con alguien a tu lado, además de que vas a tener a más de mil pares de ojos sobre tu persona. Quinientas de ellas van a tratar de matarte y el resto va a poner de su cosecha para que cada vez que quedes preñado, pierdas a la criatura– Eren se sorprendió al escuchas esas palabras ya que el castillo de vita se llama así por la gran cantidad de dragones que habían nacido dentro de sus murallas además la gente que vivía en el castillo normalmente trabajaba en los partos y los otro en poner hechizos contra humanos u otros dragones que habían perdido el rumbo –Necesito que me consigas sangre de Eren, una vez que ustedes lleguen al castillo yo no podré entrar ya que no me tienen permitido ni siquiera mirar el jodido castillo. Pero te daré una semana para que la consigas y después la lleves con Bertholdt Fubar, es uno de los guardias de la entrada. Levi que no se te olvide lo que te dije, recuerda que todo esto lo hago por tu bien– Escuchando los pasos acercarse se alejó un poco y después se hizo aparecer fuera de la cabaña. Eren estaba convencido ahora de quien había metido mentiras en la mente de su pareja, no tenía dudas.

Se giró sonriendo cuando Levi apareció por la puerta aparentando tranquilidad, lo observo detenidamente preguntándose si sería ahora cuando lo atacaría. Mas cuando este se detuvo frente a él sin mostrar signo de querer lastimarlo solo pudo confiar en que su pareja no haría lo que el otro hombre le dijo.

–Tendrás que afirmarte para no caer– le dijo acercándose a él, Levi retrocedió un paso antes de que Eren lo tomase de la cintura y lo atrajese completamente contra su cuerpo. Sintió a su pareja ponerse tensa entre sus brazos por lo que rápidamente hizo aparecer sus alas y en menos de unos segundos ya se encontraban elevándose sobre el cielo azulado. Levi no tuvo más opción que aferrarse a Eren. Ahora el que rogaba por un poco de espacio y aire era Eren, su pareja lo mataría si el agarre en su cuello no disminuía un poco. Llevando sus manos a los brazos de Levi trato de que lo soltase un poco más este no cedió ni un maldito centímetro –Cariño por más que extrañase tus abrazos ahora mismo desearía que me soltases un poco– su voz sonó débil y sin aliento y cuando Levi levanto la mirada a su rostro este seguramente lo vio un poco morado ya que lo soltó un poco.

–Odio esto de volar– le respondió mirando a otro lado.

–Tendrás que acostumbrarte– le sonrió –No tengo otra forma de viaje más que esta y no pienso caminar a menos que sea estrictamente necesario– Levi lo miro y cuando abrió la boca para decir algo Eren lo corto –Mejor oculta tu rostro en mi cuello, el viaje va a ser un poco frio–y sin más que decir dejo que el viento acariciase su rostro mientras tomaba velocidad.

Su pareja que lo había mirado como si estuviese loco ahora ocultaba su rostro en su cuello mientras que sus manos enterraban sus uñas en los hombros de Eren, pero lo mejor era sentir sus firmes piernas alrededor de sus caderas. Jodido infierno, le estaba costando toda su concentración el no agarrarlo del culo y apretarlo contra su dolorida verga.

Concéntrate, concéntrate joder.

– ¿Sucede algo? – negando con la cabeza rápidamente evito la mirada de Levi. Eren sabía que su pareja se estaba burlando, ya que sin mirarlo podía sentir como este sonreía contra su cuello.

Quizás debió haber pensado mejor la idea de caminar.

«––––– –––––»

Llevaban dos horas y algo volando, Levi cada minuto parecía más relajado como si alejarse de la cabaña lo hiciese sentirse mejor. Algo que Eren estaba comprendiendo ya que estar en ese lugar parecía no solo agobiarlo a él sino que a su pareja por igual. Apretando a su pareja más entre sus brazos escucho un suspiro relajado, Levi se había dormido después de su segunda bajada a tierra. La primera fue cuando Levi le pidió bajar para calmar sus necesidad básicas, momento que Eren aprovecho de sacar una capa que había llevado para el en caso de que lloviese camino a Vita, pero que ahora encontraba preciso para cubrirlos a ambos ya que el viento se estaba volviendo mucho más frío, incluso estaba casi seguro que en el castillo estaba nevando.

La segunda vez fue para comer algo, con la prisa con la que salieron fue imposible que ellos comieran algo pero gracia a que el lugar estaba lleno de frutas, verduras y animales silvestres no fue difícil preparar algo en medio del bosque. Esta vez fue Levi quien busco algunas manzanas mientras el sacaba algunos peces del rio cercano. Fue el mejor desayuno-almuerzo que había tenido con su pareja en esos días, Levi era tan sarcástico que a veces no comprendía si estaba bromeando o diciéndole la verdad.

Ahora que están a solo unos minutos de llegar al castillo estuvo completamente agradecido de haber puesto la capa sobre ellos, en vita estaba cayendo una maldita tormenta de nieve. Él no sentiría frio a menos que estuviese desnudo y unos quince minutos al aire libre pero su pareja, que además era humana, no soportaría mucho. Vita se caracterizaba por tener los inviernos más crudos del mundo.

Y ellos habían encontrado el jodido mejor momento de llegar.

–Mi señor– hablo uno de los guardias cuando ellos bajaron a tierra y se detuvieron ante una de las tres entradas al castillo – Bienvenido al castillo de Vita esperábamos con ansias su llegada– haciendo una reverencia el hombre abrió una puerta oculta por la nieve –El Maestro Arlert lo espera en la muralla Sina– asintiendo con la cabeza camino con su pareja aun durmiendo en sus brazos. Solo cuando traspaso la puerta fue que noto el poderoso escudo que protegía la primera entrada.

Eren nunca había entrado en el castillo ya que por su forma de dragón era imposible que bajaran todos los escudos para que él entrara, pero conocía el camino ya que en dos ocasiones vino para ver si el Maestro Arlert podía hacer algo para reversar su forma de dragón. Ahora era diferente de muchas maneras, él que Eren volviese a este lugar significaba que el portador de la sangre y el alma de dragón estaban de vuelta.

Eren no quería pensar en eso, pero era inevitable teniendo en cuenta que su pareja también estaría implicada en esto. Para ser sincero Eren sabía desde hace años que él no era igual a otros dragones, tuvo sus dudas cuando se encontró con Mikasa la primera vez. Ellos por obvias razones podían comunicarse en forma de dragón pero Eren muchas veces no dijo las cosas que ella le recordaba. Unas de ellas fue que él la encontraba una dragona fuerte y luchadora, no es que no lo pensase pero él no recordaba el momento en que lo dijo, ni como lo dijo ya que solo sabía que por ese comentario esta se había interesado en él de una manera que Eren rogaba a todos los dios no trajese más problemas.

Pero como siempre todo quedo claro cuando encontró a su pareja, todo se precisó ese día cuando perdió el control y su dragón salió a reclamar a Levi. Eren comprendió en ese momento que la voz que él pensaba tenia de conciencia no era otra que la voz de su dragón, el que hablo con Mikasa no había sido otro que el dragón, así como el que se aprovechó de su pareja no fue otro que el mismo dragón. Eren era diferente al resto por que contrario a otros Eren tenia a otra persona dentro de él, Eren y el dragón no eran uno, Eren y el dragón eran dos en uno, el problema recaía en que los dos eran pareja del mismo hombre.

Alejando esos pensamientos camino por el lugar lleno de nieve, no era mucho lo que se podía apreciar por el clima pero aun así el castillo era totalmente claro aún con la nieve cayendo como cascada.

El castillo de Vita que era muy conocidos por dragones era el lugar perfecto cuando una dragona quedaba preñada, ya que en él se encontraban a las mejores parteras del reino, incluso del mundo, ellas habían salvado a más niños de los que se podían contar, además de que tenían más años que el mismísimo infierno. El castillo en si era una hermosa obra de arte, era tan alto que aun Eren en su forma de dragón quedaba pequeño, constaba con más de mil habitaciones y varios patios internos, o eso le había dicho Armin.

–Levi, es momento que despiertes– susurro contra los cabellos azabaches cuando vio a la gente que aun con esa tormenta estaba fuera del castillo. Sintió a Levi removerse en sus brazo y como sus manos se apretaban contra el pecho de Eren buscando calentarlas, Eren se estremeció al sentirlas tan frías.

– ¿Ya llegamos? – con su pareja bostezando aun lo bajo dejándolo sobre sus pies, casi se rio cuando la primera ventisca de hielo mordió a su pareja. Su pareja se apretó a su cuerpo evitando por todos los medios salir de debajo de la capa – ¿No pudiste solo dejarme dormir hasta que llegáramos a un lugar más cálido, antes de hacer que se me congelaran las malditas pelotas? –

–No creo que te gustase que ellos te viesen llegar en brazos ¿no? – no le diría que el primer guardia ya lo vio. Bufando exasperado su pareja se giró aun dentro de la capa, lo vio aguantar la respiración como si se preparase mentalmente para una pelea. Sonrió mientras negaba con la cabeza, eso era lo más dramático que había visto hacer al hombre. Lo vio temblar como una hoja cuando quito la capa de sus cuerpo, Eren había embrujado la capa para que cuando esta estuviese cerrada no entrase frio y se mantuviese tibia aun si quedaba algún espacio por donde pudiese entrar aire, pero ahora que la había abierto el frio los araño duramente –Solo estamos a unos metros del castillo– Le dijo mientras colocaba la capa sobre sus hombros, lo vio suspirar agradecido cuando el calor entibio su cuerpo. Negó con la cabeza cuando este lo miro con solo su camiseta puesta –No siento tanto frio, pero lograre llegar hasta el castillo antes de que se me congelen mis joyas– le sonrió ufano mientras este rodaba los ojos antes de que volviesen a caminar, era entretenido escuchas sus pasos sonar en la nieve.

– ¿A quién estamos…?– Levi comenzó a decir pero se calló al ver a un joven unos centímetros más altos que su él.

–Eren, me alegra que llegaras– comenzó a decir el joven recién llegado.

–Me da gusto ver que estas bien Armin– correspondió el saludo. Armin era de su misma edad junto a Mikasa, los tres podrían haber sido los mejores amigos si se hubiesen conocido en circunstancias diferentes, pero ahora solo podían decir que eran conocidos. Armin contrario a todos los demás dragones que eran castaños o pelinegros, era rubio y de ojos tan azules como el mar, era delgado incluso delicado y estaba ataviado con una inmensa capa de piel calipso que resaltaba aún más sus ojos, su piel se veía pálida, pero no tanto como la de Levi que parecía porcelana.

–Entremos antes de que tu acompañante se enfrié– sintió más que vio a Levi ponerse tenso mientras Armin los guiaba dentro del castillo.

Por dentro fue incluso más impresionante que por fuera.

«––––– –––––»

–Bien, los dejare descansar por el momento y cuando la cena este lista los vendré a buscar– Armin era tan recto que por unos segundo creía que ese no era el muchacho con el que se entretenía mientras volaban. Sonriendo le dio a entender que estaba de acuerdo –Nos vemos hasta la cena, que descansen– Armin hizo una reverencia hacia ambos antes de girarse y caminar por el largo pasillo antes de perderse en una de los tanto otros pasillos.

– ¿Entramos? – miro a su pareja sonriendo suavemente cuando este se giró a mirarlo, bufo molesto antes de abrir de golpe y sin consideración la gran puerta de roble. Sin comprender a que se debía su mal humor solo se encogió de hombros antes de seguirlo dentro de la habitación.

Silbo bajo cuando vio la muy, muy amplia sala. Había unos sillones gigantes que ocupaban todo un lado junto a una mesita de centro mientras que en el otro había tres grandes estantes con libros. Además de eso la decoración era delicada y masculina, varios cuadros colgaban de las paredes, las pinturas eran más que nada paisajes del castillo o el bosque, simples pero hermosas.

Otra gran puerta bloqueaba el paso a lo que seguramente era la habitación, adelantándose a Levi abrió la puerta, su boca se desencajo.

Impresionante.

Comenzando con el alfombrado piso hasta los gigantescos ventanales que dejaban ver como el resto del lugar estaba casi oculto por la nieve. Observo la gran chimenea que estaba ya con leños entibiando la habitación, se acercó y suspiro agradecido por el calor, girándose observo lo que ocupaba la mayor parte de la habitación, la cama. Era tan grande que estaba seguro entrarían diez a doce personas dentro y ni siquiera se apretarían; tenía unos lindo doseles cayendo desde sus cuatro esquinas y unas veinte almohadas cubriendo toda la parte superior.

La habitación era de un bonito color barniz que brillaba en algunos lados con el reflejo del fuego. Quitando la vista de la habitación la volvió hacia su pareja. Levi observaba todo igual que Eren, esto era nuevo para ambos y era la primera experiencia que compartían. Él se sentía feliz de mostrarle esto a Levi o eso creía hasta que vio una daga apuntarle en el cuello.

– ¿Qué estás haciendo? – quieto como una tabla observo a su pareja que lo miraba fríamente, la punta de la daga estaba sobre su yugular solo un poco de presión y rompería la piel.

–Necesito un poco de tu sangre– fue lo único que dijo.

–Así que esto significa que vas a estar del lado de Kenny– no pregunto ya que con esto sabía que su pareja había escogido. Levi lo observo un poco sorprendido pero aun así no redujo la presión de la daga –Deberías saber que esa daga no me hará nada, cariño– tan pronto lo dijo la piel de su cuello se llenó de escamas. Tomando la mano de Levi apretó la daga contra su cuello pero la hoja de esta simplemente cedió rompiéndose.

–Te odio– susurro Levi mientras dejaba caer su mano, el resto de la daga cayó al suelo mientras Eren trataba de controlar a su dragón –No te vasto con arrebatarme a mi familia, con alejarme del hombre que amaba, ni de ensuciarme solo para que te pertenezca, como a un objeto– aun cuando dijo todo eso su rostro era una máscara de hielo impenetrable.

– ¿Sabes si quiera por que tome tu virginidad? – No pudo evitar que su voz se llenara de rencor al ver a Rivaille tan tranquilo frente a él, ver la frialdad en su mirada solo hizo que su adolorido pecho se apretase aún más –Porque esa era la única cosa que podría hacer que yo recuperase mis poderes– Rivaille lo miro sin entender y aun que Eren no quería que ese hombre supiese más de él ni de los suyos, el dolor que solo su presencia le causaba lo hacía hablar para causarle un mínimo del dolor de lo que el sentía –La razón por la que tenías que ser tú, no es otra que por mi corazón dentro tuyo, por algo que aun no comprendo mis poderes se encerraron dentro de ti. Y la única forma de tenerlos de vuelta era tomándote– sabía que con eso era suficiente pero el deseo de hacerle daño, el de ver otra cosa además de frialdad en su mirada lo poseía, si solo podía ver un resquicio de dolor en esos profundos ojos el… –Además de que por tomarte ahora puedo ser otra vez humano, ¿no te lo explico Kenny? – Lo observo arrugar el ceño mientras se enderezaba esquivando por un segundo su mirada –No, no. No dejes de mirarme– alcanzando su mentón lo obligo a mirarlo –Por último y no menos importante es que yo, contrario a ti si puedo tener sexo con otros, ya sean humanos o dragones– No le diría que con el único que podía tener crías era con él pero ver el dolor aparecer en sus ojos, contrario a lo que pensaba solo lo hizo sentirse estúpido. Porque ese dolor que le transmitían sus ojos fue como un puñal directo a su corazón.

– ¿Entonces porque me necesitas aquí? ¿Para ser el juguete que te satisfaga? – Las preguntas dolidas pero firmes lo golpearon como un puñetazo en el estómago – ¿Quieres que sea tu maldita puta? – Eren lo único que quería era que el hombre lo amara, pero cada vez que malditamente avanzaban volvían a retroceder hasta el comienzo –Escúchame bien Eren, porque no lo repetiré de nuevo– Rivaille lo golpeó con el dedo índice en el pecho y lo observo con una mirada llena de desprecio –Puedes tener mi cuerpo cuantas veces quieras, porque aunque yo trate de negarme, me es imposible alejarme de ti por esta cosa que nos une; Pero recuerda esto, mi corazón ya está muerto. La razón por la que yo te acepto es simplemente porque esto que está aquí dentro es tuyo, yo no existo en este mundo y si quieres tener este cuerpo vacío, tenlo, no es como si me importase ya– el vacío de esas palabras calaron tan hondo dentro de Eren que por primera vez en su vida se preguntó si valía la pena seguir intentándolo.

Rivaille no lo amaría, entonces ¿Qué le quedaba a él?


Aclaración: Vita significa Vida en latín, por lo que sería Castillo de Vida.

¡Buenas Noches mis queridas lectoras! ¿Cómo han estado? por si alguien se lo pregunta yo ahora bien, ya que tengo unas par de semanas de descanso antes de ir laborar de nuevo jajaj Realmente lamento la demora de este capítulo que aun que tenía un poco avanzado no pude concluir hasta ahora por la simple razón de que quería continuar con el capítulo que salió hace unas semanas de ¿¡Como que no!? Espero me comprendáis ya que ese fic llevaba casi un año detenido (me costó lo mío continuarlo )

Pero bueno espero poder ponerme al día con "todos" mis fic ya que quiero aprovechar al máximo de escribir :)

Agradecimientos como siempre a la gente que me agrega a favs y follows *-* las amo 3

Y por supuesto a las que se llevan mis corazón con personajes al desnudo dentro(?) a mis amores que me dejáis sus hermoso reviews ^w^ Guest, Shinju Meinu, Kokoa Kirkland, ChibiGoreItaly, Azula Rivaille y e-e (-mori contigo ajajaj)

Muchas gracias a las que me leen y no me dicen nada ni me agregan, igual les mando saludos ^^

Bueno espero nos veamos pronto y no dejéis de Leeeeermeeeee XD si lo hacéis avisadme por que! Para saber que hago mal y cambiarlo... si puedo :3

Nos vemos, chau.

DarkEmi